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INQUIETUD

Yo sueño con un mundo de luces solamente

Donde el hombre trabaje y viva sin llorar

Donde el alma se expanda y vibre tiernamente

Como el ave que canta, como el cielo y el mar

Donde todos los seres tengan pan y vestido,

Donde todos los niños tengan aula y hogar,

Donde el alma se eleve como el águila al nido

Y el espíritu humano pueda libra cantar.

El mundo que yo quiero, será todo de luces,

El genio de los hombres se verá libra al fin

De curas y de dioses, de iglesias y de cruces,

Del dogma, la mentira y la misera afín.

La creación de mi mundo pide brazos dispuestos,

Corazones sinceros y cerebros sin par

Y los siervos de antaño se levanten enhiestos

Y exijan que como ellos, vallamos a luchar.

No los pide en obsequio, te ofrece su trabajo,

Su bravura, su empeño, su esfuerzo, su voluntad,

Pide sólo una mano que los guíe desde abajo

A la libre explanada, con saber y lealtad.

Si lo escuchas atento, con el alma dispuesta,

Si no tienes reparos en saber la verdad,

Sabrás que ese mormullo es himno de protesta,


Del obrero explotado que clama libertad.

Tú que escuchas el grito de soleada cima

Y al obrero no ayudas a ascender hasta ti,

No mereces el aire, no mereces el clima

De bondades que sólo desperdicias así.

Enseña al obrero el camino de luces.

Únete a sus esfuerzos por tener libertad.

Dile como librarse de dioses y de cruces,

Y tendremos un mundo, donde todo sea paz.

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