Segismundo mónstruo de su laberinto; ¿y yo, con mejor instinto, ¡Ay mísero de mí, ¡ay infelice! tengo ménos libertad? Apurar, cielos, pretendo, Ya que me tratais así, qué delito cometí Nace el pez, que no respira, contra vosotros naciendo. aborto de ovas y lamas, y apénas bajel de escamas sobre las ondas se mira, Aunque si nací, ya entiendo cuando á todas partes gira, qué delito he cometido; midiendo la inmensidad bastante causa ha tenido de tanta capacidad vuestra justicia y rigor, como le da el centro frío; Pues el delito mayor ¿y yo, con más albedrío, del hombre es haber nacido. tengo menos libertad?
Sólo quisiera saber Nace el arroyo, culebra
para apurar mis desvelos que entre flores se desata, (dejando a una parte, cielos, y apenas, sierpe de plata, el delito del nacer), entre las flores se quiebra, ¿qué más os pude ofender, cuando músico celebra para castigarme más? de los cielos la piedad ¿No nacieron los demás? que le dan la majestad Pues si los demás nacieron, del campo abierto á su huida; ¿qué privilegios tuvieron ¿y teniendo yo más vida, que no yo gocé jamás? tengo ménos libertad?
Nace el ave, y con las galas En llegando á esta pasión,
que le dan belleza suma, un volcán, un Etna hecho, apénas es flor de pluma, quisiera arrancar del pecho o ramillete con alas, pedazos del corazón. cuando las etéreas salas ¿Qué ley, justicia ó razón corre con velocidad, negar a los hombres sabe negándose a la piedad privilegios tan süave del nido que dejan en calma; excepcion tan principal, ¿y teniendo yo más alma, que Dios le ha dado a un cristal, tengo ménos libertad? á un pez, á un bruto y á un ave?
Nace el bruto, y con la piel
que dibujan manchas bellas, apénas signo es de estrellas (gracias al docto pincel), cuando, atrevido y cruel, Segundo monólogo de ¿Qué es la vida? Un frenesí. Segismundo ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, Es verdad. Pues reprimamos y el mayor bien es pequeño: esta fiera condicion, que toda la vida es sueño, esta furia, esta ambicion, y los sueños, sueños son. por si alguna ve soñamos: Y sí haremos, pues estamos en mundo tan singular, que el vivir sólo es soñar; y la experiencia me enseña que el hombre que vive, sueña lo que es, hasta dispertar.
Sueña el Rey que es rey
Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando, disponiendo y gobernando; y este aplauso, que recibe prestado, en el viento escribe, y en cenizas le convierte la muerte, ¡desdicha fuerte! ¿Que hay quien intente reinar, viendo que ha de despertar en el sueño de la muerte?
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza; sueña el que á medrar empieza, sueña el que afana y pretende, sueña el que agravia y ofende, y en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado, y soñé que en otro estado más lisonjero me ví.