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Lectura 5
Lectura 5
1. LA PAZ
El derecho debe buscar que las relaciones entre sus miembros discurran habitualmente sin
violencia y donde cada individuo está protegido con la agresión de los demás. El derecho
ha de cumplir ante todo esa misión pacificadora.
2. LA IGUALDAD
La igualdad es un valor de alcance general –quizás el más importante de todos, junto a la
libertad– en los sistemas políticos modernos, indispensable para cimentar el Estado social y
democrático de Derecho en el que vivimos. Su fundamento es el reconocimiento de la igual
dignidad de todos los seres humanos por el hecho de serlo –dignidad que es innata a la
persona e inalterable por razón de las circunstancias–, lo cual se traduce en la afirmación
de una serie de derechos fundamentales inviolables y en la asignación al poder político de
la función de garantizarlos y de facilitar su ejercicio. Como todo valor, la igualdad tiene a la
vez un sentido fundante del sistema jurídico–político y un carácter teleológico, en cuanto
meta u objetivo del sistema.
Ese valor de la igualdad se proyecta en el sistema desde el punto de vista subjetivo como
garantía general de un trato igual y no discriminatorio de las personas por parte de los
poderes públicos(principio de igualdad) y a la vez como derecho particular de cada
individuo que debe ser protegido(el derecho fundamental a la igualdad). Pero además, ese
valor de la igualdad opera desde el punto de vista funcional en dos dimensiones, ya que
cabe distinguir una vertiente formal o jurídica (la garantía de la igualdad de trato ante la
ley), de carácter más individual, y otra material o real (que supone la búsqueda de la
igualdad efectiva en la vida social a través de la mejora de las condiciones de vida de los
más desfavorecidos), de alcance más colectivo.
En efecto, la proyección de este valor superior del ordenamiento jurídico sobre el sistema
se plasma en el principio de igualdad, que obliga a los poderes públicos a dispensar un
trato a las personas acorde con su igual dignidad y que no puede ser diferenciado, para
bien o para mal, en atención a sus características subjetivas, salvo que tengan una
relevancia objetiva y razonable que justifique esa diferencia
3. La Justicia
La justicia es el objetivo clásico del ordenamiento jurídico, es el fin propio y adecuado que
se asigna al Derecho, en forma unánime, desde la más remota antigüedad. A través de
todos los tiempos, en efecto, se ha exteriorizado el esfuerzo d gobernantes, legisladores y
juristas por identificar las leyes, hasta donde sea posible, con el ideal de la Justicia.
(Hubner, p. 230).
Elementos:
c) Exige dar a cada uno lo suyo lo que le corresponde, según el principio de tratar en
forma igual los casos iguales y en forma desigual las situaciones desiguales.
JUSTICIA CONMUTATIVA
Las deudas de justicia conmutativa surgen también como consecuencia de la lesión o del
apoderamiento de un bien ajeno contra la voluntad del titular. La obligación de reparar
puede existir incluso aunque el daño causado haya sido producido sin culpa o negligencia
por parte del deudor. Si hay culpa o negligencia, en muchos casos habrá también una falta
o un delito, lo que dará lugar a una doble deuda: deuda hacia el lesionado, que se satisface
con la reparación —responsabilidad civil—, y una deuda hacia la sociedad —
responsabilidad penal—, puesto que el infractor ha alterado el orden de la comunidad. La
obligación de satisfacer la deuda hacia la víctima es de justicia conmutativa, mientras que
la obligación de cumplir la pena es una obligación de justicia legal. También cae bajo la
especie de justicia conmutativa la restitución que efectúa la autoridad de una comunidad
cuando trata de reparar la injusticia de un previo reparto injusto.
LA JUSTICIA DISTRIBUTIVA
LA JUSTICIA SOCIAL
Desde principios del siglo XX, especialmente por influjo de la doctrina cristiana y de
corrientes socialistas, se difundió la expresión "justicia social" para designar aquellas
manifestaciones de la justicia que satisfacen el igual derecho de todos los hombres a
participar en los bienes de la naturaleza y de la cultura. En el fondo, la justicia social, más
que una categoría que haya que añadir a la justicia conmutativa, distributiva y legal, es
como una categoría transversal que perfecciona la naturaleza social que por definición
tiene toda justicia. La dimensión naturalmente solidaria que tiene la existencia humana es
el correlato de las desigualdades de salud, conocimiento, posibilidades materiales... que
afectan no sólo a personas singulares sino a pueblos enteros.
Hay en la concepción de Aristóteles tres elementos básicos de la justicia, los cuales han
sido reconocidos por los distintos autores como innegables. Son ellos:
1. Proporcionalidad.- La doctrina de los pitagóricos de acuerdo con la crítica que de ellos
hace Aristóteles veía la justicia como una absoluta igualdad “que consiste en dar
exactamente a otro lo que se ha recibido”, citando con respecto a la justicia represiva la
expresión de Radamanto: “Sufrir lo mismo que se ha hecho; he aquí la verdadera justicia”.
Aristóteles critica dicha concepción haciendo ver la imposibilidad de una igualdad absoluta,
tanto en los casos penales, en los cuales la pena no puede reproducir exactamente el
crimen, como en el intercambio de cosas o servicios, donde la igualdad absoluta haría
desaparecer toda posibilidad de obtener distintas cosas, a cambio de aquellas que cada
uno produce. De ahí se desprende la necesidad de que, en lugar de una igualdad absoluta,
la justicia consista en un proceso de equilibrio o igualación entre los intereses
contrapuestos de los sujetos en relación. La doctrina de la igualación, el justo medio o
“mesotes” es en Aristóteles, no sólo una explicación de la justicia, sino la base de toda su
ética. Es una expresión de la idea de armonía que constituye base esencial de la cultura
griega y que ya se encontraba implícita en el término “diké”, con que se caracterizó la
justicia desde los tiempos de Hesìodo. Pero es indudable que el Estagirita lo enfocó en
forma clara y profunda, en sus implicaciones sobre las relaciones humanas, señalado su
carácter fundamental para el concepto de justicia.
2. Alteridad.- Yendo más allá de Platón, Aristóteles se da cuenta de que la justicia sólo
puede darse en las relaciones sociales, en el intercambio y contraposición de intereses que
existen en las sociedades humanas. Esa referencia al otro, esa alteridad, fue claramente
expresada cuando nos dijo: “la justicia parece ser, entre todas las demás virtudes, la única
que constituye un bien extraño, un bien para los demás y no para mí, porque se ejerce
respecto a los demás y no hace más que lo que es útil a los demás, que son los magistrados
o el pueblo entero”.
Para la justicia el hombre es considerado siempre en su papel social. Puede darse ella cuando
se contraponen o interrelacionan las exigencias de varios sujetos, colocados unos frente a
otros. Deben existir acciones de unos con respecto a los otros, o de todos sobre las cosas que
entre ellos medien.
Las prescripciones del derecho se han caracterizado, a través de los tiempos, según el
sentir unánime de los juristas y de los pueblos, por tender hacia la realización de un
conjunto de fines o valores ético- sociales de interés general para la comunidad.
De acuerdo con lo expuesto, los fines del Derecho son el Orden, la Paz, la Justicia y la
Seguridad; en suma, el Bien Común, en el que convergen y culminan todos los objetivos del
sistema jurídico.
El bien común
El fin último del Derecho, que supone, engloba e integra armónicamente a todos los otros,
es el Bien Común, nación analógica, honda y complejo, cuyo análisis filosófico desbordaría
las páginas de un texto elemental.
El bien común es mejor y más divino que el bien individual pues su efecto se extiende y
comunica a un mayor número de seres, sobre todo cuando se trata del Bien Común de la
nación y, más aun, de la comunidad internacional de los Estados. (Hubner, p. 234).
Víctor García Toma define al bien común como el conjunto de condiciones sociales que
favorecen la existencia y el desarrollo del hombre. Se trata de prescripciones sociales
necesarias para que los individuales y grupos alcancen plenamente sus fines existenciales y
logren su desarrollo integral. (Rodríguez, 2006, p. 53)
La Seguridad jurídica
Es el valor jurídico que consiste en la garantía que el Derecho proporciona a los asociados
respecto de la conservación y respeto de sus derechos y que si estos fueran violados le
serán restablecidos o reparados. Junto a la noción objetiva de la seguridad jurídica, existe
la noción subjetiva que implica la convicción psicológica que las personas tienen sobre
celeridad, eficacia y rectitud de la ley en el proceso de aplicación del derecho.
Es la garantía dada al individuo de que su persona, sus bienes y sus derechos no serán
objeto de ataques violentos y que, si estos llegan a producirse, le serán aseguradas, por la
sociedad, protección y reparación. En otros términos, está en seguridad aquel (individuo en
el Estado, Estado en la comunidad internacional) que tiene la garantía de que su situación
no será modificada sino por procedimientos societarios y por consecuencia regulares,
conforme a la “regula”, legítimos, conforme a la “lex”, son normas sobre la materia las
garantías constitucionales, la tipificación de los delitos, la irretroactividad de la ley, la cosa
juzgada, la prescripción etc. (Rodríguez, 2006, p. 53).
El Orden Público
Consiste en que los individuos y las instituciones ocupen el lugar y desempeñen las
funciones que les corresponden, de acuerdo con los preceptos que rijan la organización y la
convivencia social.
ACTIVIDAD GRUPAL:
Leen la lectura, identifican las ideas principales y complementaria de los fines y valores del Derecho,
ordenan las ideas y exponen delimitan el tema (título) presenta el titulo. Iidentifican las ideas
principales de todos los elementos tres ideas principales y ejemplos de todos los elementos: de cada
valor y fin del derecho. Ordenan u organizan la información en secuencia lógica a través de un
esquema. Luego exponen en forma lógica de acuerdo al esquema elaborado. Tomar en cuenta la
rúbrica de evaluación
Referencia