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La parábola de la red (Mateo 13:47-50)

Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar,
recoge de toda clase de peces; 48 y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados,
recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera. 49 Así será al fin del siglo:
saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, 50 y los echarán en
el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.

Introduccion
Hay personas que piensan que la iglesia esta compuesta de gente hipócrita, y en
realidad dentro de sus filas sólo existe el pecado y la falta de amor. (Conocí un
hermano que dejo de asistir a la iglesia argumentando que para qué iba si sólo
existía la hipocresía. Y no ha vuelto a congregarse).

Otros han tropezado por lo que se ha dado en llamar los hermanazos ya que han
sido víctimas de estafas, engaños decepciones, y hasta altas traiciones por parte de
algún miembro de la Iglesia. Incluso los jóvenes de hoy denominados la
GENERACIÓN X ya no quieren saber nada de la Iglesia, y buscan otras formas de
religión.

Yo creo que absolutamente todos los que estamos aquí nos hemos llevado una decepción o
un tropiezo, y que feo se siente, porque en esos momentos pareciera como que toda la
Iglesia del Señor estuviera corrompida, y vienen a nuestra mente pensamientos de
abandono y separación de la misma.

Pero para darnos una respuesta y un consuelo ante tales acontecimientos y eventualidades,
el Señor nos ha dejado una respuesta, y esta la encontramos en la parábola de la Red.

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