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Hacia la segunda

guerra mundial
► Al terminar la guerra, los políticos, al menos en
los países democráticos, comprendieron con
toda claridad que los votantes no tolerarían un
baño de sangre como el de 1914-1918. Este
principio determinaría la estrategia de Gran
Bretaña y Francia después de 1918, al igual que
años más tarde inspiraría la actitud de los
Estados Unidos tras la guerra de Vietnam.
(Hobsbawn, 1998, p. 34)
► A corto plazo, esta actitud contribuyó a que en
1940 los alemanes triunfaran en la segunda
guerra mundial en el frente occidental, ante
una Francia encogida detrás de sus vulnerables
fortificaciones e incapaz de luchar una vez que
fueron derribadas, y ante una Gran Bretaña
deseosa de evitar una guerra terrestre masiva
como la que había diezmado su población en
1914-191
► (Hobsbawn, 1998, p. 35)
► A largo plazo, los gobiernos
democráticos no pudieron resistir la
tentación de salvar las vidas de sus
ciudadanos mediante el desprecio
absoluto de la vida de las personas
de los países enemigos. (Hobsbawn, 1998, p. 35)
► ¿Por qué, pues, las principales potencias de
ambos bandos consideraron la primera
guerra mundial como un conflicto en el que
sólo se podía contemplar la victoria o la
derrota total? La razón es que, a diferencia
de otras guerras anteriores, impulsadas por
motivos limitados y concretos, la primera
guerra mundial perseguía objetivos ilimitados.
(1998, 37)
eventos
► Los episodios que jalonan el camino hacia la guerra
fueron la invasión japonesa de Manchuria en 1931, la
invasión italiana de Etiopía en 1935, la intervención
alemana e italiana en la guerra civil española de
1936-1939, la invasión alemana de Austria a comienzos
de 1938, la mutilación de Checoslovaquia por
Alemania en los últimos meses de ese mismo año, la
ocupación alemana de lo que quedaba de
Checoslovaquia en marzo de 1939 (a la que siguió la
ocupación de Albania por parte de Italia) y las
exigencias alemanas frente a Polonia, que
desencadenaron el estallido de la guerra. (Hobsbawn, 1998,
p. 45)
► Se pueden mencionar también esos jalones de forma negativa: la
decisión de la Sociedad de Naciones de no actuar contra Japón,
la decisión de no adoptar medidas efectivas contra Italia en 1935,
la decisión de Gran Bretaña y Francia de no responder a la
denuncia unilateral por parte de Alemania del tratado de Versalles
y, especialmente, a la reocupación militar de Renania en 1936, su
negativa a intervenir en la guerra civil española («no intervención»),
su decisión de no reaccionar ante la ocupación de Austria, su
rendición ante el chantaje alemán con respecto a Checoslovaquia
(el «acuerdo de Munich» de 1938) y la negativa de la URSS a
continuar oponiéndose a Hitler en 1939 (el pacto firmado entre
Hitler y Stalin en agosto de 1939).
bibliografía

► Hobsbawn, E. (1998) Historia del siglo XX. Buenos Áires: Crítica

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