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"CUENTA ATRÁS"

Hay disparos en tu corazón sin cielo

- Todavía estás aquí?

- Si, pasando un día triste entre pájaros que no cantan.

Mientras, mis lágrimas rotas inundan el suelo.

-3-

Antes de entrar en la nave nodriza te abracé con todas mis fuerzas.

A cara o cruz, pensábamos ingenuamente, o salimos de esta o caemos de más de 25.000 km .

Pero nuestra vida se descompuso en un caleidoscopio de realidades diversas cuando la DARK XXI
entró en hibernación.

Toda la maquinaria que te mantenía con vida, el respirador artificial y los múltiples monitores de
saturación fueron incapaces de reducir el colapso y el coma inducido te sumió en un infierno personal,
tu peor pesadilla.

La humanidad tenia demasiados frentes abiertos y muchos intereses corporativos que impedían
consensuar soluciones.

El deshielo dejaría en libertad al Bacillus anthracis que todavía dormía en el permafrost, este, a su vez,
en su desaparición emitía tanto metano y dióxido de carbono en su proceso de descomposición que
superaba con creces toda la producción humana del último siglo, que ya es decir, acelerando todavía
mas el calentamiento global y con ello el disparo de la bacteria homicida.

Por otro lado se acercaba peligrosamente a la tierra el asteroide 2009 JF1. La comunidad
Neochamánica lunar CAOS estaría dispuesta a todo para desviarlo y la DARK XXI era la carambola
que se pretendía tirar para desviar a Dimorphos , su asteroide satélite.

Saldrías a jugar al billar estelar mientras en la tierra viviríamos confinados por miedo a la COVID 19,
ese virus liberado en Wuhan para controlar el tráfico en el planeta en el momento de la gran partida: tu
jugada maestra.
Pero el sacrificio no serviría absolutamente para nada si el Sigilo emitido por CAOS no se activaba en
Siberia exactamente el 31 de Octubre, Samhain, día en que el ritual tendría alguna oportunidad de
tener efecto, era imprescindible hacer llegar esa información a la comunidad IOT de Europa del Este.
La humanidad debería activar el ritual del canto de muerte recogido en el grimorio Necronomicón si
creía en la supervivencia del planeta tal como hoy lo conocemos. Pero los Ciborgs del Círculo no lo
permitirían, al menos no fácilmente.

-2-

- Dónde vamos? - gemías mientras intentabas incorporarte en la camilla con la respiración


entrecortada y ese sudor frio que solo un estado de shock es capaz de proporcionar.

- Te llevo a Paris, vamos a buscar el contacto que nos llevará al Este. Debemos llegar a Moscú antes
del 31 de Octubre para entregar el pen con los documentos robados del laboratorio de Wuhan. Hay
detalles de tu misión muy turbios que deberías valorar antes de sacrificar tu vida sin saber a ciencia
cierta a beneficio de quién.

- Pero en la DARK XXI nos esperan, te vas a buscar un problema, no puedes raptar un astronauta
antes de entrar en órbita, por mucho que desees salvarme, mi sacrificio es una decisión personal. Por
favor, no me obligues a denunciarte- suplicabas casi con lágrimas en los ojos y la piel entre azul y
morada de nervios.

- Es importante verificar los datos de la misión. No podemos confiar en un equipo donde el Círculo
puede manipular información, antes de disparar el dardo y hacer carambola debemos controlar a los
que dicen salvar a la humanidad sacrificándola.

- Pero tú y yo solos no vamos a poder contra el Círculo, no, vamos a ir por partes, primero desvío el
asteroide y luego Caos activa ese Sigilo.

- Imposible, todo está relacionado, el Sigilo debe activarse el 31 de Octubre y yo sin ti no espero el fin
del Mundo. Vamos a ir y vamos a parar a estos miserables que quieren destruir la Tierra- profería
histérica y a gritos fuera de mi.

- Estás loca, no nos dejarán llegar ni a la esquina. Además necesito ropa, mi documentación...

- Vamos a salir como podamos y por mi vida te digo que averiguaremos qué y quién hay detrás de tu
misión!- arranqué de malas maneras la ambulancia roja y verde de urgencias espaciales.

o entendiste cómo podíamos huir con esa ambulancia tan llamativa ante los ojos de todos los equipos
técnicos de la DARK XXI, pero lo conseguimos y te resignaste a tomar las riendas de una situación de
solución imprevisible.
En medio de la nada y sin nada, buscando la salida de aquella ratonera donde nos metimos, huyendo
de todo y de todos, en la más oscura aventura de nuestra vida, sudando, con frio y muertos de miedo
te adaptaste a mi descabellada determinación.

- Hemos de robar otro vehículo y ropa, no puedo continuar con la escafandra.

Como un golpe una luz nos deslumbró, sin esperarnos buscamos la penumbra, un coche paró y
alguien corrió detrás de ti y tú, con tu casco, lo noqueaste, lo desnudaste y te pudiste mudar de ropa.
Te quedaba estrecha, era incómoda, pero tenía dinero en la cartera, documentación, seguramente
falsa y una pipa. Tembloroso la guardaste en el cinturón del pantalón que de tan estrecho casi se
descosía a cada paso. Alguien pretendía devolverte a la DARK y nos vigilaban de muy cerca,
demasiado cerca.

Me deshice del móvil y buscamos un prepago. No podremos llamar a nadie pero nos ayudará a
situarnos en la ruta. La adrenalina de nuestro miedo nos mantenía en un estado de alerta tal que el
hecho de estar perdidos en París solo nos proporcionaba el cortisol necesario para buscar, de la forma
mas rápida, el método de contactar con la SVR.

Releíamos convulsivamente toda la documentación que robé del laboratorio de Wuhan y confiábamos
en que cuando SVR tuviera en sus manos nuestra documentación se informaría a la IOT del Este y se
verificarían las claras intenciones del Círculo en la destrucción del planeta. La palabra ADN en medio
de tantos datos técnicos llamaba poderosamente la atención, nos hacia pensar en una carga no
deseada en la DARK XXI, la carga genética de los ciborgs, ADN humano modificado, "mejorado" como
presumían ellos.

Además, era imprescindible activar urgentemente el Sigilo, el Sigilo que de tanto mirar y estudiar ya
nos sabíamos de memoria los dos.

Una tos asfixiante me impedía avanzar. Me ahogaba. Además, ese dolor intenso en el bajo vientre. El
Círculo nos frenaba, imposible avanzar con esa tos perruna que combinada con la descomposición se
convertía en un impedimento limitante. Tus constantes no remontaban.

Una sombra veló mi rostro y desaparecí envuelta en un dolor mudo y ácido que deshacía mis
facciones y al mismo tiempo me impedía gritar.

- Ni idea de como llegar....la humanidad no podrá activar el Sigilo- casi gemiste de impotencia.

Me miraste y algo te hizo tambalear, mi rostro era metálico y mis brazos de Ciborg se dirigían
perpendicularmente hacia tu cuello que literalmente empequeñeció hasta el extremo de perder la
camisa.
-1-

Era 31 de Octubre, día de Samhain, sin la ropa que perdiste en la lucha con el ciborg que me
transmutó, emitías desesperadamente por gnosis el Sigilo memorizado a base de dolor y miedo, el
que iba a impedir el deshielo. Mirabas la plataforma de lanzamiento de la DARK XXI, el panel de
mandos y la señal de salida verde en frente de ti, disparando con todas tus fuerzas el misil que
desviaría Dimorphos y autodestruiría la nave... dispuesto a salir corriendo de allí en 3-2-1...

Al levantarte mi mano te bloqueó:

- No, no te levantes, es 31 de Octubre, estás en una Unidad de Curas Intensivas para enfermos
críticos del hospital Valle Hebrón, te operaron de una disección de aorta hace más de tres meses y has
estado en coma inducido hasta hoy. Llevas una sonda y si te levantas dejarás tu pene en la camilla y
yo te quiero completo.

-0-

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