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Marinetti en Montevideo. Idas y vueltas de la vanguardia® Pablo Rocca El 20 de febrero de 1909 el diario parisino Le Figaro dio a conocer un locumento escandaloso. «Fondazione e Manifesto del Futurismo», firma- do por Filippo Tommaso Marinetti (1876-1944), se publicaba en Francia no Por accidente, sino para lograr una répida eirculacién de sus novedades sobre arte y literatura. Pronto el éxito estuvo asegurado. En todas partes brotaron las reacciones de viejos y de jévenes, de conservadores y de revo- lucionarios. Los futuristas_glorificaban la guerra («nica higiene del mundo»), el antifeminismo, el «gesto destructor de los libertarios»; propo- nian liberar @ Italia de «la gangrena fétida de los profesores, los arquedlo- gos, los cicerones, los anticuarios»; destndir los museos, quemar las biblio- tecas. Mas alld de la carga metaforica de algunos de estos postulados, al margen de lo puramente gestual, de lo meraments teatral, como se sabe era | un esfuerzo por abolir el pasado, arrasar con la estética romantica, exaltar Jo nuevo, cantar a las maquinas que habian cambiado la faz dal mundo, Admirer sla belleza dela velocidad», desatar las palabras en Ibertady. Sin pausas, un manifiesto sucedié a otro’; se organizaron grupos de escrito: es, | —— pintores, musicos y hasta cineastas y cocineros futuristas. Con una sOlida plataforma de actos piblicos y de revistas -como Poesia, la mds duradera y eficaz— pregonaron sus ideas, editaron novelas, poemas, dramas, ensayos, articulos y hasta llegaron a rodar una pelicula (Vita futurista, 1916). Mari- netti fue el profeta y el caudillo del movimiento, aun cuando él adhirié con energia al régimen de Benito Mussolini, quien lo nombré Académico de Italia enel 29; aun cuando, en la vejez, su férrea y antigua vocacién de fas- cista lo Ilevé a alistarse entre Jas maltrechas tropas del Eje en el frente Tuso, lo se inscribe dentro del proyecto de investigacin en lo se inser + El presente a jumanidades y Cie ardi tad de Human as culturcles de (a vanguardit sobre «Las o unk suristas en | fone anse los mat mento «tivoluzion: 7 fanse a a mici Newton, 1990. A cura di Francesco bili Economicil Ta eon one en la Facul. Educacién (Universidad de la Repiiblica, Monteviag, as de la ‘Argentina, Brasil y Uruguay», °), si. I manifest, I poesia, le parole in tbera, j cvioe, che fl 'unica vanguard italiana get Grist, Lovancauy Lun C: 106 iciente tiempo como Para escribir fandticos de la Reptiblica Social Mas»), para terminar recluido en Muy poco después de la aparicién del Ramén Gémez de la Sema lo tradujo’, en América Latina muchos escri- tores de primera y segunda fila se pronunciaron sobre el texto: desde Rubén primer manifiesto, en Espaiia Dario a Amado Nervo, desde Almaccio Diniz a Mério de Andrade” Hubo de todo: comentarios, transcripciones parciales del manifiesto, rechazos, ‘aceptaciones y hasta Iamados de admiracion. Una Tespuesta singular apor- t6 el uruguayo-francés Alvaro Armado Vasseur (1878-1969), reclamando Para su cosecha el término «futurismo». Su declaracién consta en un largo poema, de cuyo sarcasmo da Suficiente testimonio este fragmento: (J tun Poeta de la Joven América, un contempordineo del hombre de las ciudades, que ha creado el Futurismo, en hecho, en cantos, en libros, antes que tii sofiaras en histrionizar 1a palabra; tun innovador, ayer social, hoy subjetivo, siempre renovandose, sin dogmatizar su verbo, ni momificarse en escuelas, * Una importante recoplatondeesuios sobre la obra ya vida de Marinett alas que pop supuesto= no coresponde tender en exe raj, wae ene libro colectio Masseee ee eer ta, inet, page dispense, document antlogacrica a cua di ES», Napoli Cage we 077. Asim tee el excelente trabajo de G. Batista Nascar, Intodutioneal eae 1977, Asimismo, consi ode GB tno, Napoli, Guida Ed, 1984 (2% ed. completamente rifata). Debo ala profsora Rouge . (a ¢ Sy reg or Coe teeters Elvolumen, de 198 Paginas, rene veri maniesory atu, ene ae eiee da una fotografia ovel de Marine. Los Ltrs de Senpee dri i or neon las dos orltas del Rio de la Plata. Ati es po ie ver ejeploe ex rd vie . Jeers en mi poder el que perteneci6al profesor y ert pene brorts anticuaria en 1996. | Ses aqui, enn ey de Mario de Andrade conse ex Las np 2 1 ee testa Jorge Sehwarte (com. prlogo y notes. Madrid, Céedr, 170 yn América Latina, Jorge Svar eo see Econ, 20) 4 re ee ampliada y corregida: 3 rble compilacién. Los textos de lo: mas en Hipansanésce ae fain de ag 1 ea (as En Laren ee rigs Ded: Mético, Fondo de Cultura Economica, 1979) Roma, Bulzoni, 1986: 2 eb WAG oiemicas de la Vang jo T. (Manifiestos, proc! ier Biblioteca Ayacucho, 1988) Lovancauu USPS 107 desde la falda occidental de los Pirineos, misericotdiosamente, te sontie, ioh, poeta milands, calvo, espadachfn, y «fundador de escuela» a los treinta afios!* Como es conocido, contra todas las adversidades, el futurismo abrié fuego de las vanguardias del siglo XX_y junto al cubismo inicié el cambio radical en el estatuto del arte, En poesfa, confirmd el predominio del verso libre que ya habfan propiciadg Jules Laforgue, Walt Whitman y Emile Ver- hacren, remoz6 los temas y las fuentes, estrangulé el confesionalismo y el adjetivo facil, instalé el espftitu agresivo como norma de la nueva ola creati- va. No obstante, para 1926 el grupo futurista no habfa logrado remontar su propia postulacién de cambio perpetuo. Perdida la fuerza juvenil de que se habfa jactado en sus orfgenes, endurecidos sus reflejos, jaqueado por otras ofertas vanguardistas ~como el surrealismo-, se imponia un viraje. El expan- sionismo desenfrenado hacia tierras presumiblemente virgenes, percibidas como tales desde una orgullosa actitud imperial, era una via a explorar’. Marinetti merodeaba Ia cincuentena y ya, sin disimulos, habia compro- metido demasiado su suerte con la del arte oficial. En esa encrucijada, una gira sudamericana ofrecfa la posibilidad de internacionalizar el movimien- to, captar nuevos adeptos -o enrolarlos a la fuerza en inconsultas listas de creadores «futuristas»— y efectuar asi alguna transfusién de sangre mestiza a su «cruzada» universal. Pero habfa algo més. Los investigadores JoZo Cezar de Castro Rocha y Jeffrey T. Schnapp demostraron que el viaje ser- via tanto para inyectar oxigeno al movimiento como para difundir las cone- iones ideolégicas entre futurismo y fascismo, y también era una estupen- “Ga oportunidad pata RACGT buenos negocios. Por oficio del italo-brasileno Niccolino Viggiani alma mater de la iniciativa sudamericana-, este empresario y Marinetti se repartfan el dinero recaudado por concepto de conferencias del avejentado profeta futurista. Las presentaciones en Brasil, » El poema se inicia con los versos «Poeta milanés, calvo y “fundador de escuela"/treinta afios» 3 lleva wna nota al pie que indica: «Respuesta al Manifesto y a los ejemplares de Poesia drigi- dos al autor», Vasseur lo incluyé en su libro Cantos del otro yo. San Sebastin, J. Baroja e ijos, 1808. Citamos por edicién de Todos los cantos, Alvaro Armando Vasseur. Montevideo, Coleccién de Clasicos Uruguayos, Biblioteca «Artigas, 1955, p. 259. Prélogo de Emilio Frugoni. * Queda por investigar el trayecto de las ideas futuristas y su recepcién entre 1909 y 1926 en Uruguay, con mds detalle. Ese trabajo ha sido afrontado ante el caso argentino por Patri Arturdo en su excelente articulo «El futurismo en Buenos Aires: 1909-1914», en Europa y Lati- ‘oamérica. Artes visuales y misica. II Jornadas de Estudios e Investigaciones. Instituto de Teo- ila € Historia del Arce elulio E. Payré», Facultad de Filosofia y Letras, Universidad de Buenos Aires, 1999 [Edicién en CD ROM), ™~ Lovancauy wii Ci los. Ofrecidas en Rio de Janeiro, Sio Paulo y Santos, fueron lucrativas, No lo Senin tanto en Argentina y, mucho menos, en Uruguay’, La gira total no fue Lada breve. Duré alrededor de dos meses: comenrd en Rio, guid en Sao Paulo y luego en Santos, desde ali la dupla artista y manager pas6 a Argen- ‘ina (Buenos Aires, ba Bla, Rosario), desde donde recalé en Montevideo. Por fin, exres6 a la entonces capital brasilena de Rio de Janeiro, Ta que’ abandons para volver a su pats de origen, lg |]. Rumbo a ta capital argentina, el pope futurista tocé tierra uruguaya el 6 de —lunlo, Su fama venia precedida Por una serie de croniquillas remitidas por 1226 Mer. Mformativas desde Brasil en las que se comentaban los enfrenta- eps: 10s tepudios o las adhesiones de los intelectuales y el piblico. Siempre los provocadores : ¢ encontraron con un sefior elegante, moderado y gentil. Mari- Rett comenté aun cronista de El Dia: «Estoy encantado de haber venido a la América del Sur. ¥ he venido a este Continente ~todo fuerza y espontaneidad-, con un fin exclusivamente futu- © conocer a los modemistas de todas las artes, que llevan su vida cuando él creé con Gustave Kahn el verso libre, fue un futurista de su €poca, Y quiero pasearme por vuestras callejas coloniales, [..] sé también que vive aguf un dilecto grupo de intelecuates de vanguard, con qu hermosas horas de intercambio idealista»'*, enes he de vivir Algo sabjan los intelectuales uruguayos sobre los fundamentos de la esté- tica marinettiana. Y bastante més se supo del futurista en aquellos dias bra. silefios, en medio de conferencias estridentes, plenas de apoyos y repulsas, fe j ilian Velociti i's 1926 Trip to South America, * Informacién y andlisis en Brasilian Velocities: On Marinet’s 192 : Legros? Schnapp iodo Cezar de Cast Rocka, en South Cental Review, New York, 1996, Ore versidn de este rabajo, con el thulo «As velocidades braileiras de uma inimizade eee O (desjencontro de Marinetti e Mério de Andrade em 1926», de los isos tore, eRe ta Brasileira de Literatura Comparada, Rio de Jancin, 1586, as ee * «Marinetti, Esta mafana pasé por nuestro puerto, i er df Snfia so El Din (eign dela tas), Montevideo, n° 2740, 7 dejo de 1925, », Lovaricauy vv Us En la edicisn vesperti Schinca firmaba ¢ articulos bajo el titul amente fragmentos de aquellos dias ajetre Brasil, de las revist cié una cena-ht itinerante. Tambiél ocido critica y entusi ismo peridico Br nota nada clemente re del agitador ital deo, aunqu 122. 1924) bajo Ia direcci menos que enel 1 ne del mundo, en poerna, ahora Parra del Riego (1 mo®. El mismo aii desconocido erftico.| tar en un ped! Viana y otro so jovedoso ‘ms 0 menos at Mega a una cor «Nosotros het siderado como no, ya aPé na, deje a ‘patimos el futur Y cerraba su evaluacién, < futurismo, pues. vencer a Pegaso, que €s s6l0 R rai en el Brasil, ‘Montevideo, ato I otumen editado en ia montevideara de escasa ci alestat, Francisco Alberto nade El Dia, €0" 1 pseudénimo «Fl Mtuendecillos fas» UNOS pequetios de acarmet del fector fin ellos glosaba ir6- ifiesto origin alba dectaraciones de aut yall: de 10s vy Martin Fierro, 1 i ica que le offe- i asplaces, reco” n notorio 1 on lo genéric je] mani dos, recogidos as argentinas, com omenaje al pocta it asta batllista, P' mitida desde Bahfa, ‘ jnetti no se habia divulga ano’. La poesta de ¢ en Ja revista ‘on de Francisco val gale Ia traducetén de La 81 vera, tinica higie- ro en que aparece Por Pil Amico a Gradin GuBador de fitbol)» yya obra tiem i muy espera ruvo fa Fara OC bles: uno so! yyista no apor~ ber cualquier ia EOC, yublicaba mero inici el mismo mime! «Polirritmo din 394-1925), cu 10 de Ia visita, isco Or fio volumen dos ‘pre «El futurismo Y yy conoce muy Por del panorama i tore’ célebre, Marinetti». 19 mas de lo que intelectual s uiruguayos PF podia sa 1 europeo de I omedit nclusién vali nocer el futurismo y éste €5 COM oes todo lo que podia dar. Pero ido el de invencién marinettia- a verdad sea dicha: com- mos empezado recién 2 CO fenecido ya. Ha dado ~dice cred oto isto que, parangonel ete muy bajo, deci Ie SUPEE: LIL rismo porque bastante conservadora y 1OrPe: 10 debe ser combatido; debemos, eso sf, tratar de con- me je que se puede srl sn poneros en alas de ese jos marinettist tra los molinos de viento. Sea- focinante, y arremeter cont Athen Laplace, en El Ds, Montevideo, 6 de junio de 1926. 8 Beta ya habia sido traducido en el ideo I mac de 19; dicta 1915 (véase nota J). Seguramente tos redactores de esta iculacin lo pudieron tomar de exe libro L ovancauy von C Escaneado con C «Corredo inoltre il presente Rapporto con un altro ritaglio sulla conferenza tenuta da Marinetti a Montevideo (Allegato H), facendo rilevare che mentre un rmese or sono, cio quando il Marinetti era ancora in Brasile, El dia si abban- donava a lepidezze sul binomio futurismo e fascismo, nell articolo in parola invece parla con molto garbo del poeta futurista dicendo fra I’altro che Ia sua brillantissima esposizione & piena di ragioni da tenersi molto in conto"*>. eee pa el dia sefialado para la conferencia sobre tine pee peri dico fascista de Montevideo en realidad poco mas que par mre le escasisima incidencia-, asumis el acontecimiento como un eon an nacionalista italiana, Italia Nova. Organo degli Chiappe ui te ia Patria nel Re ¢ nel Governo, dirigido por Fernando Teena stigaba ndimero tras niimero al sian El Dia y a su mentor, /O et y Ordéfiez, los que a su tumo no se calfaban y devolvfan los ata- al fascismo y a la gacetilla local. El 24 de junio la hoja mussoliniana Publicé un aviso en caracteres sobresalientes: «ITALIANI! Martedi 30 corr. il geni i il geniale poeta Marinetti tenza al Teatro Artigas. ACCORRETE NUMEROSI snes Conte Marinetti y su hermosa y joven consorte Bene i apenas 48 horas en Montevideo. El 29 de ee ict lnchana 7 prometida, condimentada, de apuro, con Ta recitacién de alguno ns propios. Se vendieron 398 localidades, In mitad de la eapacidad del teatro que se ubicaba en la esquina de Colonia y Andes, Se recaud un total de § 354,20, de los cuales le correspondieron § 6584 al disertane. El sev ak para el empresari, los gastos de instalacionesy a publicidad! Los pre ie de las localidades oscilaban entre 30 centésimos el paraiso hasta lee cinoc pesos el paleo". El espectéculo result tan instisfactoro para las aes, tivas de los organizadores y propagandistas que hasta ef periddion Talia “ Documento perteneciente al Archivo Histérico, Ministero Affari Esteri, Re Archivo Histérico, , Roma. En papel con el membrete «Legazione d'Italia» y el titulo de «Stampar, tes folios emanation ‘forma manuserta ilesible. Debo a la proesora Clara Alright el conocimieno de ete docu - ‘mento, al que obtuse en el acervo mencionado. "S Datos obtenidos del mencionado estudio de Schnapp/Castro Rocha. ‘Teatro Artigas. Colonia esq. Andes. / Martes 29 de Informacién tomada del programa: « junio de 1926. A las 21 y 30 7 Extraordinario acontecimiento / Unica Conferencia’ Ente Gsnrcrialiano TARINETTI-/ Tema: Jules Laforgue / el célebre poeta ‘uruguayo / Futuris- mo integral / Precios de las Jocalidades / Palcos sin ‘entrada § 5,00/ Sillén de Platea ‘$ 2,00/ Ter- rapa als I fila § 1.50 / Tertlia otras fils §1,20/ Entrada gene 1,00 / Deli par, feo $ 0,50 / Entrada a paraiso $ 0,30// Imp. Benedetti Hros. Independencia, 05> [Orga en poder de Wilfredo Penco, a cuya gentilesa debo una fotocopial. ESCdleduo COM Ui i Nova se vio en la obligacién de explicar que «il pubblico non era troppo hnumeroso, perd in cambio era composto di persone intelligenti, che seppe- ro tributare i giusti onori al valente oratore che per oltre duc ore parle inun linguagsio chiaro ¢ preciso»”. Otro drgano de Ia colectividad italiana en Montevideo, L'taliano, vinculado al régimen de ultramar aunque mas mesurado en sus fmpetus doctrinarios, en su edicién del 4 de junio comen- {6 que Marinetti tuvo una «grande, simpatica accoglienza e certamente il pubblico —non numeroso causa il teatro freddo, umido, scelto— que lo ascoltd con intenso interesse fu conquistato dalla sua parola vibrante, dalla sua poderosa espositiva»" En esa fecha habfa en Montevideo una sola revista literaria sensible a lo nuevo:La Cruz ur En ella, la conferencia fue resefiada por Gervasio Guillot Mufioz con el pseudénimo H. W., quien calificé al «orador asome broso», de «ereador y teorizante capaz de acabar con el quietismo y la pasi- Vided que envolvian a Italia», pero no ocult6 la mala eleccién del teatro y el consiguiente fracaso de Ia jormada: , En cambio, no pudo estar presente Julio Rail Mendilaharsu, ya que habia Muerto tres afios antes de la llegada de Marinetti, En Ia biblioteca latinoa- mericana del escritor italiano, que se conserva en la Beinecke Library of Rare Books, Yale University (U.S.A.), Jorge Schwartz ha detectado tres libros de escritores uruguayos. Uno de ellos es Vos de vida, de Mendila- ‘Rarsu, Up poeta Tornado a medio camino ente [6s Geer Testos de la poé- Tica modemista y los primeros estremecimientos de la vanguardia metto. Politana. Mendilaharsu dedica su poemario de una manera coherente con Sus opciones, con Ia situacintransicional en que se ubica: «Al gran posta a renovaciones liricas FT. Marinett, con los recuerdos afectuosos de su Admirador y amigo». El archivo de Mendilaharsu no contiene documento alguno que pueda certficar la devolucién de la gentileza". Pereda Valdés s ¢l autor de los otros dos libros uruguayos que fueron ub ados ~o que suas de La gultarra de Tos negros (1926). En el primero hay una dedicato~ “ria en Te que Weetana su cadmnacioe ca el segundo va més lejos, admi- tiendo de hecho su integracién al plan expansionista del italiano: «Al maestro F. T. Marinetti. Con simpatia futurista. Ildefonso Pereda Valdés», I Contrasta la escasez de montevideanos en la biblioteca Privada del visitante con Ta superabundancia de argentinos (Lugones, Ricard Giraldes, Leopoldo RS carte Giliraldes, Leopoldo Je attr con Marinti, Wilfedo Peco, en B Pats Cultural, Montevideo, Ao Mn, 3 de abril de 1998, p. 6. [Fragmento de una entrevista a Ildefonso Pereda Vauien efectacda en febrero de 1980}. j Elarhivo de Julio Rail Menditcharsu etd depositado, desde 1999, en el Programa de Documentacién en Literaturas Uruguaya y Latinoamericana (PRODLUL), Feculed fe Hana: ridades y Ciencias de la Educacin, Universidad de la Replica ga bibliografia ltino-americana na colegdo Marineti», Jorge Schwart. en Boletimbblio- tera Mario de Andrade, Sdo Paulo, vol 4, 2° I+, janeiro a dezembo de 1983, p. 133-145 Lovancauy vuNn Ci 115 Movochal, Salas Sublist, Olivetio Ginondo, ete) y de basilefios (Oswald yp. Mao ve Andivte, Manet Bandeita, Ghaga Arana, entre tantos), Es claro dantista dle Tos vecinios mayores ¥ poea comparecencia aie vl lesnivel xe debe al mayor vigor Vang 8 Sa tata prnanenela matinettiana et esos tates. 1 M she everigores Makganayos obateee a dos eausas bien nftidas: por un lado debido & 4a gevreurtiaanta tesisienela o deseonfianaa at las vanguardias; por otra parte, stant ef auvarigny de la sonsibiidad demoenttica radical que, en consecuene Seva) tka hanitestacidn extemista, de derecha 0, Divel wrismo artiouto de Malia Nona se informa que «All, uscita del Teatro, \NOVVESAA Ha Manifestazione di simpatian, Es probable, Oportuni- nrinoria interes: quierca, gti th in slaaies patra eontener la obsat de Marinetti no le fataron atl Yxta Biblioteca Nacional habia media docena de libros de autor en todos los seen, ictuyeindo los impescindibles manifiestos", Uno de los presentes de aguetia jomada fhe of siempre esquivo Femando Pereda (1899-1994), quien sonsenne el programma del acto, que Hlegd-a manos de Williedo Penco después le laemmuerte del poeta, Y seguramente fueron a oftlo algunos muy jévenes, que silo habian dado a conocer pocas Ifneas espordicas pero que prepara- han una obra que pretendia romper con lo que se estaba haciendo en ese momento en Uriguay, Quiz no por casualidad al afio siguiente del transito nipido de Marinetti por Montevideo salieron tres voltimenes de poemas que fienen una fuerte deuda con la estética futurista en la apologia de lo moder- vroent La marca urbana y maguinista: EY hombre que se comié un autobiis, de Alfredo Mario Remeito (1899-1959); Pumacatdas, de Enrique Ricardo Gare ows "Palacia Salvo, de Juvenal Ortiz Saralegui (1909-1959). Acer- ca de este opuisculo juvenil y del publicado por Ferreiro, Ortiz anot6 con tono autoeniticn en su tardio (y péstumo) ensayo autobiogrifico: xl. la poesta se nos representaba como un juego ingenioso, atlético, de antidote. La nota urbana, lt exaltacign de la urbe en su despertar, de los pri- menos raseacielos y autobuses, cubrfan en apariencia nuestras almas romén- ticas[..] Lejanas ecos de los ismos europeos éramos sucursales a destiem- Po, como acontece en América con todas las influencias literarias, lentamente asimiladas. ;Cusn pasajero y fugaz todo, aun estos necesariog impulsos renovadores!"*», 4» e788 de los siguientes libros, hasta hoy: conservados en la Biblioteca Nacional: Mafar- Ka le futuriste, roman africain, 1908; Enguéte internationale sur le vers libre et manifested foturisme, 1909; Distruzione, poema futurista, traduzione dal francese in versi liber, 79/15 La bataille de Tripoli... 19/2: 1 manifesti det futurismo, lanciati da Marinetti, Boccioni-Garra € aliri, 9/4; Guerra sola igiene del mondo, 1915. Probablemtente de este ultimo velumen [OF res de Calibin tomaron el original para su traducciin publica siete whos despuct De la amorosa biisqueda postica, Juvenal Ortiz Sanilegui, Monteriden, Cualemos Julio Reissig, £961, p. 19. Nota preliniinar de A Herren 116 Qui estos muchachos, cuyas edades osclaban entre tos veinte y Tos veintisieteafios, Negaron a tener algdin apresurado «intercambio idealista» a la salida del teatro con el declamador itélico. Pero es dificil que hayan paseado con l por las pocasweallejas colonialesw de la Ciudad Vieja, Antes que dedicar tiempo a poetas casi inéditos, el disertante y su esposa fueron reclamados por los deberes de la diplomacia: cenaron en la sede de la lega- ci6n italiana, donde los fotografié el fervoroso periddico Italia Nova; per- Roctaron y, al dfa siguiente, sin mucha demora, se tomaron un barco rumbo @ Rio de Janeiro donde la fama y el dinero les sonrefan. Varios ecos marinettianos quedaron resonando, lo que prueba fa marca profunda que dej6 su paso por Montevideo. Orestes Baroffio, un activo Periodista, por muchos afios director de Mundo uruguayo, taduce para La Cruz del Sur algunos fragmentos draméticos de «Teatro futurista sintéti- Co», a los que acompafia con una breve introduccién, en Ia que ataca a los «escuadrones de la burguesfa literaria» que rechaza al futurismg,para concluir: «Y fue purificadora la obra de Marinetti. Y fue benéfica. Fue también una obra de feconstruccién, que comenzé en 4a Vieja peninsula ittica y continué su avance a través de la Europa, y ahora entona su himno de guerra, entre las selvas virgenes de la América |: latina™*». Dos niimeros después, en la misma revista, Adolfo Agorio, gue pronto se alinearfa con el fascismo —del cual serfa su propagandista en la revista mon, tevideana Corporacién-, escribié un Poema en francés en el que celebra la estética maquinista contra «des vi jeux gagas/classiques», y agradece a Marinetti el homenaje a Laforgue. Asf c Merci, cher Marinetti, de votre message. Montévideo, la ville de Laforgue éclate telle qu'un orgue sous la foudre de votre musique motoriste’, ® Sinfonia futurista», Orestes Barofio, en La Cruz del Sus, Montevideo, n® 13, agosto de 1926, p. 15. ® «Reponse a Marinetti, Adolfo Agorio, en La Cruz del Sur, Montevideo n° 15, noviembre- diciembre 1926, p. 36. ai Escaneado con C V7 Adotty Montiel Ralle teron se habla desempefiado de de ta decada del veinte 1919 hasta fines como consul unuguayo en Florencia, e Senedd el apogeo det futn Vio Haver, erecer y des StO €5, pre- Hismo y el comienzo de su decadencia y también satrollarse el régimen de Mussolini. Con ese conoci- ano, Montiel hace una presentacién escueta de veinti- Alianos, entre log que figura este retrato irénico de Mari- tiba uruguaya realizada con un humor que no oculta el rechavo ala alianza entre maquinismo marinettiano y fascismo: vento de primera m Seis intelectuales it het, la primera ¢ «Entre un embrollo de Iineas, catéstrofes ferroviarias y esculturas de lata Y papel de plomo, la concurrencia se prepara, Ni vemos si el orador desciende de un aeroplano, salta de un torpedo, des- Monta de una Harley Davidson 50 HP. Entra disparado, decidido, fulmfneo, Parece un sefior que tiene un vencimiento para las 3 h. 55.. No hay tribuna; nos estiramos para verlo: iMa-ri-ne-tti! Es un irreprochable corredor vi corbatita de mofio, su traje «demo: tico alquilarfa para reclames. Nos grita: ~jEI futurismo ha conquistado el mundo! iiYo canto a los maniquies y le pego un tiro en el ojo a la luna!! Charla de ametralladoras, de un Pantano, de los sobres de muestra las manos cerradas, secas, bailandole entre los Puiios al como la cabeza de dos pelados mufiecos. Se queda més verde cuando nos increpa: : -jMomias! ;Plagiarios! jNos tienen envidia! iNosotros somos Un sefior digno, contagiado de entusiasmo y de futurismo, vi 5 primaveras, cantando: OTS iovnzz, primavera di belleza!”"», - ¥ son las 4, ajero de artfculos de tienda con su mona dé» y su gran calva, que un hombre prdc- motores, a los goma y nos Imidonados, lo nuevo! bra en sus Escaneado con C José AtvAREZ LOPERA Da oer nee eae claus Universidad Complutense, Madrid Escaneado con C | movimiento futurista constituye, posiblemen- te, el episodio mas origi- nal y sorprendente del desarrollo de las van- guardias historicas. El lu- gar mismo en el que surgis, Italia, un pais hasta entonces periférico en el mundo del arte moderno y en el que se desconocian los ultimos avances de la vanguardia parisina, encierra una cierta “rareza" —-un primer elemento de sorpresa- y constituye un dato imprescindible a la hora de explicarse determina- das caracteristicas del movimiento: el nacionalismo cada vez mas acentuado de sus componentes, sus feroces ataques a la tradicién artistica y a las instituciones cultu- rales, su desprecio por “la armonia y el buen gusto”; también, obvia- mente, la peculiar trayectoria esti- listica de los pintores futuristas y el giro que se produce en ella tras su visita a Paris en 1911. Sin embargo, conviene no olvi- dar que su creador, el poeta Filip- Se ha escrito que en el manifiesto fundacional del Futurismo habia pocas ideas originales y que lo unico novedoso de verdad era el modo en que éstas se habfan sintetizado po Tommaso Marinetti, extrajo buena parte de sus actitudes vita- les e ideolégicas de sus contactos con los medios simbolistas france- ses y que varios de los elementos esenciales del manifiesto fundacio- nal, como la glorificacion de la vio- lencia y del “gesto destructor del libertario” procedian de esos me- Escaneado con C dios, mientras que otros, como la idea del artista como héroe y del arte como forma de accién, venian de Nietzsche. Alguna vez se ha escrito que en el manifiesto fundacional habia muy pocas ideas realmente origi- nales y que lo Unico novedoso era el modo en el que éstas se habian sintetizado. Pero el Futurismo fue un movimiento que basé su origi nalidad no tanto en sus fuentes e inspiraciones como en sus aspira- ciones y modos de producirse. De hecho, no nacié en los me- dios artisticos sino en la mente de un poeta. Por otra parte, y como escribiera M. de Micheli, la lectura de! manifiesto fundacional “deja claro que oftecia un credo que comprendia todas las artes, pero que no servia de guia a ninguna”. Y es que en él no se proponia un programa estilistico sino un modo de vida (0, si se quiere, una fusion de arte y vida). Y esto es lo que explica que hu- biera no sélo una pintura, una ar- quitectura, una musica, un cine, una literatura o un teatro futuristas, sino que -al margen de manifies- tos contra la Venecia o la Espafia anticuadas~ se produjeran también pronunciamientos sobre la lujuria Valentine de Saint-Point: Manifies- to futurista de la lujuria), la vesti- menta (Balla: El vestido antineu- tral) o la Reconstruccion futurista de! Universo (Balla y Depero) En el Futurismo la teoria -o la declaracion de intenciones- fue Estados de dnimo I. Los adioses, por Umberto Boccioni, 1908, dleo sobre lienzo, 70 x 95 cm, Milan, Contemporsnea, siempre muy por delante de las re- alizaciones. Hasta entonces, en la historia del movimiento moderno, la terizacién habia seguido siem- pre a la realizacién, y, por lo gene- ral, no habia sido obra de los mis- mos artistas sino de criticos o lite- ratos amigos que buscaban expli- car el sentido de las busquedas de aquéllos, baséndose en el andlisis de obras ya producidas. Con el Futurismo, la relacién en- tre teoria y practica se invirtié. En 61 lo que encontramos son progra- mas, a veces muy elaborados, y ex- traordinariamente ambiciosos en cuanto a los fines, que sélo poste- riormente se intentaria llevar a la practica en obras concretas. Es en La mano del este contexto, y en el del logro de otro de los designios basicos del movimiento (que, rehuyendo el eli- tismo propio de las vanguardias y siendo fiel a su objetivo de “cam- biar la vida", buscé audiencias am- plias), en el que hay que situar la amplisima produccién de manifies- tos, el medio de promocién y difu- sion de ideas més utilizado por el grupo y, posiblemente, uno de los rasgos que mas influencia tendrian posteriormente en otros movi- mientos de vanguardia, También el nombre del movi- miento, elegido tras descartar ‘otros como Electricismo 0 Dina- mismo y destinado a funcionar co- mo un eslogan moderno, surgié de la mente de Marinetti, un genio de la agitacién que tuteld y dirigié las actividades del grupo llevandolo por toda Europa, con una rapidez y eficacia desconocida hasta enton- ces en los medios artisticos. ‘Como han escrito Tisdall y Boz- zolla, Marinetti parece haberse percatado, medio siglo antes que MacLuhan, de que el medio es el mensaje, de que no importa lo que ‘se dice sino cémo se dice. Por otra parte, y estando excepcionalmen- te dotado para la propaganda, uti- lizé una estrategia y unos medios ista, por Giacomo Balla, 1912, 52 x 75 cm, coleccién privada. = Lovaricauy vv UF que recuerdan inevitablemente a los de las campafas electorales modernas: manifiestos, anuncios en los periédicos, veladas y actua- ciones pablicas destinadas a pro- vocar el escandalo y llamar la aten- cién, giras del grupo por Italia y Europa. Significativamente, y como una prueba més de sus dotes para la promocién, no lanzé su movimien- to al mundo a través de un perid- dico italiano (lo que le hubiera res- tado repercusién y credibilidad), si- 1no valiéndose de la primera pagina de Le Figaro, un diario parisino que le aseguraba su difusién por toda Europa, y, sobre todo, alcan- zar el corazén de la vanguardia. Por lo demas, tras aparecer en Le Figaro el 20 de febrero de 1909, cl manifiesto fundacional del Futu- rismo se haria enseguida célebre Por el apasionamiento con el que estaba escrito, por su espiritu agresivo y por sus radicales y sor- Prendentes propuestas: “Nosotros queremes cantar el amor al peli 6 «im, Wupposta, Von der eyalt Ntuseuny, lequ la Estados de dnime I Lox que van, por Umberto Boccioni, 1914, doo sobre lionze, 71 x 98, Milin, Civico Museo d'Arte Contemporanea, derech, arriba, La revuelta, por Luigi Russolo, 1911, leo sobre lienzo, 180 x 230 em, La Haya, Haags Gemeontemusoum, derecha, abajo, Marinetti_ no lanzo su movimiento al mundo a través de un periddico italiano (lo que le hubiera restado repercusion y credibilidad), sino valiéndose de la primera pagina del diario parisino Le Figaro 9F0, el habito de la energia y late meridad... El valor, la audacia, la rebelién seran elementos esencia- les de nuestra poesia... Hasta hoy la literatura exalté la inmovilidad pensativa, el éxtasis y el suefio. Nosotros queremos exaltar el mo- vimiento agresivo, el insomnio fe- bril, el paso ligero, el salto mortal, la bofetada y el pufietazo... Nos- otros afirmamos que la magnifi- cencia del mundo se ha enriqueci do con una belleza nueva: la belle- za de la velocidad... Ya no hay be- lleza sino es en Ia lucha, Ninguna obra que no tenga un caracter agresivo puede ser una obra de ar te... queremos glorificar la guerra “nica higiene del mundo-, el mili tarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los libertarios, las BEDLSC ENS VANGUARDIAS hhermosas ideas por tas que se muore y el desprecio por la mujer queremos destruir los museos, las bibliotecas, las academias de todo tipo..." La nintura tuturista Pese a la utilizacién det plural, en febrero de 1909, et Futurismo era un solo hombre, Marinetti, y, como se habra observado, en principio éste habia pensado en un movi miento exclusivamente lite No pasaria, sin embargo, mucho tiempo antes de que tres jvenes pintores Carlo Carri, Umberto Boccioni y Luigi Russolo- so acer caran a Marinottiy, bajo su inspira cidn, redactaran un Manifiesto ¢ sical Escaneado con C os funerales del anarquista Galli, por Carlo Carra, 1911, éleo sobre lienzo, 198.7 » 259.1 cm, Nueva York, The Museum of Modern Art. ios Gnicos artistas a los que se rei. eran el escultor Medar- intores divisionis- 5 oO El verdadero programa del gru- esto téc- po apareceria en el Mani nico de Ja pintura futurista, publi 1 de abril de 1910 y en el grupo sefia je su pintura Je palal como el movimiento y la en gusto”, “t struyen la materialidad i? aren ecndion lon tn de las cosas y como éstas € ya explota contacto en- interpenetran undiéndose con A de te’ ie de sul de un de la Los funerales de! anarquista Galli, por Carlo Carra, 1911, dleo sobre lienzo, 198,7 x 259,1 cm, Nueva York, The Museum of Modern Art. Escaneado con C tiempo, manifestaban su intencién de colocar al espectador en el cen- tro del cuadro y afirmaban su con- viccion de que la pintura habia de basarse en el Divisionismo, que, segun ellos, deberia ser “un com- plementarismo congénito... esen- cial y fatal”. Escaneado con C

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