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a aplicacién Pe Peligrosa: le © una desapa Fernanda Trias oe semuerto He wueltoa mori se quiere rere 35 pm. COMO e8 UR para su zat ana, para su ogo Esta pcientemente rapido para satisfacera una méquina y aun asi volver a fracasat. sew, ne dice me estampa en a cara, ver fracas peo. ocibié sé palabras en 0:13 minutos y eso méquina lo sabe, que usted se detuvo a pensar. You/aled. Ni siquiera es dgil para eso. Aqui, pensat ro amerita pausa; el verdadero pensamiento e simple reaceién, Uno piensa con Tos mésculos, con los huesos, con ef impulso. £0 acaso no hay inteligencia en el clavadista, en el salto con garocha? Atrfiado el mésculo que busca la palabra hhonesa, solo queda el movimiento constant, lavlocidad dl acto. (Prato borrade) [No escribo en tun papel, ni siquiera en una pina de Word, Escrtbo en una apli- ‘eaci6n déspota, un invento que —como el eapitalismo— prioriza lacantidad y Ja rapier sobre todo lo dems. Yo me someto sin rebeldfa. Me someto por el de- se0 profundo, hasta ahora inconfesable, de encajar de ser prolifico, diy, por lo ‘tanto, hermoso. De ser bello como una maquina, Lo que escribo no le interesa a ‘nadie Noes inteligente, mucho menos original Su tinico mérito es pertenecerme “Hace un rato, en el segundo intento, eseriba sobre un mundo en el que nuestras palabras, todos nuestros textos, se desvanecian al momento de nuestra muerte. Luintos escritores sequirian eseribiendo, entonces? Con qué urgencia leeria- ‘osalos vivos? Nadie conoceriaa Proust nia Joyce, tampoco a Borges. Nocxist- saa tradicin;l literatura se construira sobre la nada. Cada very sin memoria. Dirin ustedes: hecha la ley hecha la trampa. Alguien copiaa algunos libros para proteyerlos del tiempo. (Algunos, aunque no necesariamente Ios correctos) Pero imaginemos mis. Imaginemos un munda en el que laexistencia ya palabra fue- ran o mismo, La palabra, una proyeccién material dl cuerpo, la una imposible sin el otro. Tras la muerte del autor, las letras impresas se esfumasian de todos {os bros al mismo tiempo al ritmo de a putrefaecién del cuerpo, hasta volverse polvo. Flin dela pirateria, zl principio de qué? los correos os mensajes escrtos en el reverso de wna factura de supermercado, las iniciales deamor en un billete de cen pesos. (Pérrafoborrado) La manera en que el texto desaparece no es brusca sino lenta, como una nube que ‘ajay se disipa,Alblanco dela pantalla le sigue un cartel roo, el color dela sangre dela alarma. ‘Seguro Hemingway porta. Loimagino de pe, desaiando la aplicacién peigrosa {Dangerous ral Aso portico haben ellos doh que impde lo escrito antes, y aun ast réndose a carcajadalimpia ‘mientras destroz la Royal con cada palabra de Ls nie de Kimara @ Escaneado con CamScanner mode A cogs. :Cvkntas palabras son renin te ats toe . 5 i a ba disp: pa La aplicacién peligrosa te plantea un desafic: palabras contra t 4 jx ne anine 11M pai ete cues mio ose Be ‘itmteeninatslseve niin guesogscne main oe eer sscindebemtewnetryaria rae Ox Sa er eedencvilntorarecaata nna nopeunas me TEESE cate ign ota uw ps SOE Secetmiota ng cme veka Estoy viv porque hice trampa. Vio porque he muertocho wecesyhe sido 65 F dernstado intents copia (til C)eltercer intent, perola aplicacén peligrosa 68 i os siguientescincointentos ab ‘de pantalla (Pa + Pr Se) Migas de una victoria insulsa del cls ermrbre contra la maquina, Sufro de desaato ala autoridad. Soy et peor tipo de retains queexstlperecinitaperezsn.Baminownarerureckn, Sf ropa que hizo quel miquina devapareia Vivo porque cerélaapicac 0 £ gracias ala captura france el eo cuando un redactorescribe aluir ser humano que no comprenda oon godel pantoy coma Huson a cegancia Me desaofanstisn | Get punto y coma. Deliendoy defenderé to y coma hasta la muerte (y € See eee mismisim instante del stim sui setré # DUNO» it i carne y mi conciencia) Me dedico alevantar el ddedo ante una frase mocha a acoes,aenia de dosssbas indispensable a mS | { so ce rond al auto, pode sonra cies metas 99S ' ig onitoado mis patos naa 12039 Fld ‘ ren iy aeglé ano cl enn sos amune gHOEDOONT | ‘los que desarrollen la ‘ ‘lina que ansio y me averguenza al nn oto derecho a una in sin rumbo, Sep Tea serpin aan sere deceosy unos y me sete oma de mi i és viejo; cada dia me acercaré defender ies orleans Me dedico a condena impliacon, | dase cuenta que, a sentirme superior act neneerearé un diamés ala dsolocin total ¥ qué? Gaon ya Nadie saldrda las calles a protestar por este pérdida que modifica mi mundo, oy un hombre de ae clei activo, Aractive de manera bei 9610 ten-demane nde Durante alos mimieate stepson nce? ‘etilidad de mi pared abdominal, ero nunca para perder la tilde de euion Lavida note prepara paralas cosas. “acaba deige los edactores Uno es nuevo; el otro est por jubilarse Bl joven sesineenn timidegel vie, con entusiasmo desmedigo, Uno creerialocoatraio, Escaneado con CamScanner £3 ne Pero el viejo escribe como si esta fuera la recta final, su itima chance de trarse algo, Los cinco articulos impresos se apilan sobre la mesa; no me los envien al correo. Cada tanto hago la apologia del papel y al memoria siento la barriga crjiente, satisecha, como ei me hubiera tragado tna J resma de quinientas hojas. La mesa est cubierta por un vidrio grueso. Debajo del vidrio puse fotos de mis escritores favoritos; entre ellas hay una de Hemingway con el torso desnudo, el vientre hinchado pero macizo y el bigote que acompatia el declive de la boca, Sostiene na escopeta de doble caiio, Mas de una ver le cije al viejo redactor que {esa excopeta era yoy nos refmos juntos. Ahora, el joven yel viejo esperan que les dispare. Puede que hayan salido a tomarse un café o una cerveza. Cuando el vie- jo vino a traerme sus textos, antes de que llegara el otro, le mostré la aplicacién Peligrosa. Quise que la probara ahi mismo, de pie frente a mi computadora, pero solo se rio, bamboleando la cabeza. «Ya no saben qué inventar», dijo. Yo tampoco ‘he vuelto a usar la aplicacién, aunque ahora est abierta en una nueva pestafia y desde ahi puedo sentir cémo me vigila, insaciable de palabras. 10:45 p. m. Cre{ que la habja matado, pero es imposible deshacerse de ella. Puedo cerrar el navegador (como hice a las 00:38 a. m), puedo desconectarme de internet, pero la ‘maquina seguird ahi, impasible, inmaterial, habitando mi pensamiento como una ‘enfermedad. Soy el primer caso de un virus cibernético que ha infectado al hombre. Hace un rato, un desconocido me eseribié por Facebook. Yo habfa terminado de editar los articulos, me habia servido un whisky y empezaba a buscar alguna excusa para no volver a mi casa. Todavia no me acostumbro a la nueva soledad, la cama deshecha, el olor a café hervido en la sala sin ventilar, los platos sucios. ¥ resecos atrayendo las moscas de la fruta. Entonces aparecié ese hombre. No, la vida no te prepara para las cosas, Imaginen la situacién: por un rato creés que ‘ests hablando con un periodista uruguayo; después caés en la cuenta de que no ¢s periodista, mucho menos uruguayo, sino su homénimo. Te da vergiienza pre- guntarle quién es y qué hace hablando contigo a esta hora de la noche. No usa palabras como nevera, amaviads, terno o chorrada, que podrian darte una pista mas clara de su origen. De pronto menciona Centroamérica y vos hacés las cuentas sobre tus conocimientos de geografia. No podrias nombrar todos I paises y sus capitales. El homénimo de tu compatriota te pide algo que no tenés: ayuda para escribir. Vos querrias pedirle ayudaa él, y de hecho lo hacés, pero por supuesto no te cree. «Jajaja», escribe. Tu grito de auxilio genera risas, o més bien letras: jota a, jota a, ota a, escritas sin espacios. El centroamericano de profesién desconocida te cuenta una historia mucho mejor que todas las historias que has pensado en los diltimos cinco aiios, excepto que para él no se trata de una historia, sino de la vida misma. Vasa robarsela, peo ‘sis. No, Vas a amenazarlo con robérsela. Vas a poner sobre él la espada de Damo- cles, vas a darle la ayuda que te pidid, segiin dijo, «ya a punto de cortarme las Ve nas». Al igual que la maquina, vas a ponerle un tiempo y un desafio peligroso, Vas sayudarlo a él, justamente a él, un hombre de un continente que apenas asociés on voleanes y mosquitos, cuando nunca en tu vida ayudaste a nadie, gPor que? Porque esti loco, Porque son las dos dela mafiana, Porque sentis que en ¢l correr de la noche has ido desapareciendo, del mis™? ‘modo en que todo lo demés se fue yendo de tu vida, No.Lo hacés porque querés que fracase. Porque te imagi imaginds dejando | espada real sobre su créneo, sin angustia ni alegria. Porque te imaginés' to de algo distinto de 61, no de célul hacés sabiendo que podrias robarle la historia i ic Youfied. Sin angustia ni aleoria ce) aa aS en di Pp a Escaneado con CamScanner

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