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Nacimiento en Belen, evangelio de San Lucas 2

(lo que está en rojo son comentarios para la representación,


lo que está en negro es el texto original del Evangelio)

Narrador: Sucedió en aquellos días que salió un decreto del emperador Augusto,
(sale un mensajero del emperador y dice en alta voz:)
(Ha ordenando!!! Augusto, emperador de Roma,
que ha de empadronase todo el Imperio.
Por ello, todo hombre mujer y niño han de dirigirse cada cual a su ciudad para este primer
empadronamiento que se hace siendo Cirino gobernador de Siria)
(el mensajero se retira)
Narrador: También José, por ser de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en
Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para empadronarse con su esposa
María, que estaba encinta. (Aparecen José y María llegando al pesebre que les han dicho, él la
sostiene y la ayuda a caminar)
Narrador: Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó a ella el tiempo del parto (María hace un
gesto de dolor y se recuesta ayudada por José que la oculta a los demás mientras se prepara para
presentar al niño)
y dio a luz a su hijo primogénito, (San José se aparta y deja a la vista a María envolviendo al niño y
haciendo lo que dice el narrador)
lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.

Narrador: En aquella misma región había unos pastores


(mientras el narrador habla aparecen unos pastores sentándose y recostándose alrededor de una
hoguera y abrigándose y calentándose en el fuego, están tranquilos y (no le dan la espalda al
público) que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño.
De repente un ángel del Señor se les presentó; (los pastores se asombran, uno de ellos se esconde
tras otro o se agarran entre ellos con gestos de susto)
la gloria del Señor los envolvió de claridad, (en este momento todos se arrodillan, pero siguen
asustados) y se llenaron de gran temor.
Narrador: El ángel les dijo:
Ángel: «No temáis, os anuncio una buena noticia que será de gran alegría para todo el pueblo: hoy,
en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal:
encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre».
De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, (aparecen dos o tres ángeles
más) que alababa a Dios diciendo: (a la vez proclaman en voz alta)
Los ángeles: «Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad».
Narrador: Y sucedió que, cuando los ángeles se marcharon al cielo, los pastores se decían unos a
otros: (los pastores hablan entre ellos y señalan hacia el pesebre mientras uno de ellos dice:)
Pastores: «Vayamos, pues, a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha
comunicado».
(Todos asienten y cogiendo sus bártulos apagan el fuego y se van del escenario)
Narrador: Fueron corriendo y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
(Aparecen por medio de la iglesia los pastores portando diferentes regalos para el niño)
(Se arrodillan, dejan su regalo a los pies,
y se acercan al público para que también vaya adorar al niño mientras el narrador dice:)
Narrador: Al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño.
Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores.
María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto,
conforme a lo que se les había dicho.

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