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El criminal estuvo activo desde 1978 hasta 1990, cuando finalmente fue capturado.
Cometió sus crímenes en Rusia, Ucrania y Uzbekistán, en la época en la que estos
países formaban parte de la Unión Soviética.
Durante los años en los que cometió sus fechorías llevó una doble vida, ya que
aparentaba ser un hombre de familia y muy educado. Lo que pocos sabían era que detrás
de su personalidad aparentemente apacible se encontraba un completo monstruo.
Tenía una personalidad introvertida y no parecía tener mucho carácter. Fue marginado y
humillado por sus compañeros.
Además, solía tener otros problemas físicos. Sufría de miopía, pero tardó años en
aceptar su condición. De hecho, se dice que usó sus primeras gafas a los treinta años.
También padeció de enuresis nocturna (mojar la cama) hasta los 12 años.
A medida que fue creciendo se hizo mucho más tímido, sobre todo con las mujeres.
Desde muy joven se sintió frustrado en el ámbito sexual. En la adolescencia tuvo una
relación amorosa con una chica del pueblo, pero se vio truncada porque presentó
problemas de impotencia.
Pero poco a poco su vida como profesor comenzó a parecerse cada vez más a su época
en la escuela.
Las agresiones llegaron a ser tantas y tuvo tanto miedo que comenzó a llevar un cuchillo
a las clases. Nunca llegó a usarlo, y finalmente años después fue despedido porque
algunos alumnos lo acusaron de acoso sexual.
Padecía una disfunción sexual y esto quedó claro por el hecho de que mutilaba a sus
víctimas. Aunque se dejaba llevar por la compulsión de matar, no era retrasado mental
ni padecía esquizofrenia. Una evidencia de esto era su capacidad de planear sus ataques
Su modus operandi siempre fue el mismo. Las víctimas eran encontradas en los
bosques, tenían signos de violencia, sadismo y generalmente habían sido mutiladas.
Todos eran niñas, niños y chicas jóvenes.
Tras su detención, el acusado negó estar involucrado. No confesó nada durante los
primeros interrogatorios y acusó a la policía de perseguirlo.
No obstante, unos días después aseguró que contaría todo si paraban los interrogatorios.
Al reunirse con uno de los psiquiatras terminó confesando 52 asesinatos.
Posteriormente, escribió una carta para el fiscal general donde exponía algunos detalles
de su vida. Aseguró que se encontraba en un estado de profunda depresión y reconoció
tener “impulsos sexuales perturbados”.
Justificó los actos cometidos debido a un problema psiquiátrico. Dijo que sus problemas
eran mentales y que no podía controlar sus actos. Sin embargo, para la policía el
objetivo de esta declaración era buscar una salida a su situación, alegando una
enfermedad mental.
Curso
Psicopatologia Forense y Perfilado Criminal en el Derecho
Probatorio
Perfil Criminal de Andréi Chikatilo
Dr.Jairo Alexander Medrano Lewest
Los psiquiatras del Instituto Serbsky, quienes lo habían perfilado años antes, lo
catalogaron como un sádico prudente. Indicaron que no sufría ningún trastorno mental
que le impidiera entender que sus actos no eran correctos.
Se determinó que sus acciones fueron premeditadas y que estaba legalmente cuerdo. Su
juicio comenzó en abril de 1992 y terminó en octubre de ese año. Fue sentenciado a la
pena de muerte. El 14 de febrero de 1994 fue ejecutado de un tiro en la nuca en la
prisión de Rostov del Don.
De acuerdo con lo asignado para perfilar un asesino se puede hacer utilizando tres
métodos:
a) Deductivo: Análisis de la escena del crimen, modus operandi/firma, aspectos
geográficos y victimología
b) Inductivo: Según el comportamiento criminal del agresor y su motivación,
asignarle a la tipología que mejor se ajuste. (esta hace referencia al
comportamiento del agresor y la motivación de la comisión del crimen lo que
permite asignar al mismo la tipología que mejor se ajuste).
c) Indirecto: Este se realiza de acuerdo a los patrones conductuales o
características demográficas. De acuerdo al modelo ENCUIST (modelo para la
realización de perfiles psicológicos), el mismo se realiza en base a los
indicadores observacionales y conductuales que se hayan podido recoger.
Andréi Chikatilo según la tipología de los asesinos en serie es un asesino hedonista
que no es más que la creencia que dicta que el placer, o dicha de otra manera la falta de
dolor, es el principio más importante en determinar la moralidad de cualquier acción., es
decir que este cometía los crímenes por frustración y porque además lo excitaba y sentía
placer disfrutando tenerlos en sus manos para que de el dependa la vida o la muerte,
buscando así la sensación de control y poder.