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¿Por qué nos permite Dios pasar por pruebas y tribulaciones?

Hechos 14:21-22

Introducción

Una de las partes más difíciles de la vida cristiana es el hecho de que ser un discípulo de Cristo no nos hace inmune a las
pruebas y las tribulaciones de la vida. ¿Por qué un Dios bueno y amoroso nos permitiría pasar por cosas tales como la
muerte de un niño, enfermedades y daños a nosotros mismos y nuestros seres queridos, dificultades financieras,
preocupación y temor?

Ciertamente, si nos amara, quitaría todas estas cosas de nosotros. Después de todo, ¿no significa el amarnos que Dios
quiere que nuestras vidas sean fáciles y cómodas?

No, no es así. La Biblia enseña claramente

"Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados según
su propósito". (Romanos 8:28). Eso debería significar entonces que las pruebas y tribulaciones que Él permite en
nuestras vidas son parte de todas las cosas que nos ayudan a bien. Por lo tanto, para el creyente, todas las pruebas y
tribulaciones deben tener un propósito divino.

PRIMER PROPÓSITO: FORTALECER NUESTRO CARÁCTER Y FE

“Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la
paciencia, prueba; y la prueba, esperanza”. Romanos 5:3-4

“Pero hay más, podemos sentirnos felices aun cuando tenemos sufrimientos porque los sufrimientos nos enseñan a ser
pacientes. Si tenemos paciencia, nuestro carácter se fortalece y con un carácter así, nuestra esperanza aumenta”.
Romanos 5:3-4 (PDT)

En este pasaje, el apóstol Pablo está enseñando sobre el papel que las pruebas y las dificultades pueden desempeñar en
la vida de un cristiano.

Pablo comienza diciendo que los cristianos no solo pueden soportar las dificultades, sino que incluso pueden "gloriarse"
en ellas. Esto no significa que debamos disfrutar el sufrimiento en sí mismo, sino que podemos encontrar alegría en la
manera en que Dios usa nuestras pruebas para bien.

Pablo continúa explicando cómo la tribulación (angustia, aflicción o sufrimiento intenso, ya sea físico, emocional o
espiritual). produce paciencia. (Tolerancia, Perseverancia, Resistencia) Cuando enfrentamos dificultades, a menudo
tenemos que esperar mucho tiempo antes de que se resuelvan. Esto puede ser una oportunidad para aprender a tener
paciencia y confianza en Dios, confiando en que él nos llevará a través de la prueba.

La paciencia, a su vez, produce "prueba" o "carácter probado". Las dificultades pueden ayudarnos a desarrollar una
mayor resistencia y perseverancia en nuestra fe, lo que nos hace más fuertes y maduros espiritualmente.

Finalmente, la prueba produce esperanza. A medida que enfrentamos y superamos las dificultades, podemos desarrollar
una mayor confianza en Dios y en su capacidad para llevarnos a través de cualquier cosa que la vida nos presente

En resumen, el pasaje de Romanos 5:3-4 nos enseña que las dificultades y las pruebas pueden ser oportunidades para
crecer en nuestra fe y fortalecernos espiritualmente. Al confiar en Dios y desarrollar paciencia y perseverancia, podemos
encontrar esperanza incluso en los momentos más difíciles.
SEGUNDO PROPÓSITO: MOSTRAR NUESTRA FIDELIDAD A DIOS.

Ser fiel a Dios cuando todo va bien es fácil, pero serle fiel en las dificultades es cosa diferente. Las pruebas en nuestra
vida son una oportunidad para demostrar nuestra genuina fe.

“En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en
diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual, aunque perecedero se
prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo”.

1 Pedro 1:6-7

En este pasaje, Pedro les dice a los cristianos que, aunque puedan estar atravesando momentos difíciles y dolorosos,
todavía deben regocijarse porque su fe está siendo probada y fortalecida. La prueba de la fe se compara con el proceso
de purificación del oro, que se somete a fuego para eliminar las impurezas y hacerlo más valioso.

Satanás buscara ocasión para hacernos tambalear de nuestra fe. Lo hizo con Job:

1- Abraham: Dios le pidió a Abraham que sacrificara a su hijo Isaac como una prueba de su fidelidad, y Abraham
estuvo dispuesto a hacerlo. Finalmente, Dios detuvo a Abraham y le proporcionó un carnero para sacrificar en
lugar de Isaac.

2- Job: Aunque Job experimentó una serie de pérdidas y pruebas, incluyendo la pérdida de su familia y sus
posesiones, mantuvo su fe en Dios y nunca lo maldijo.

3- Los tres amigos de Daniel: Sadrac, Mesac y Abednego se negaron a adorar la estatua del rey y, en cambio,
adoraron solo a Dios. Como resultado, fueron arrojados a un horno de fuego, pero Dios los protegió y no
sufrieron ningún daño.

4- Daniel: Daniel se negó a adorar a otros dioses y mantuvo su adoración solo a Dios, a pesar de enfrentar la
muerte como consecuencia.

TERCER PROPÓSITO: LLEVAR MUCHO FRUTO Y BENDICIONES.

El tercer propósito es llevar más fruto para el Señor y recibir de Él mayores bendiciones.

“De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho
fruto”. Juan 12:24

Este pasaje es una metáfora que Jesús utiliza para enseñar sobre la importancia del sacrificio y la muerte en la vida
cristiana. Jesús compara su propia muerte con la de un grano de trigo que tiene que caer en la tierra y morir antes de
poder dar fruto.

Al igual que el grano de trigo, si Jesús no hubiera muerto, no podría haber salvado a la humanidad. Su muerte fue
necesaria para producir mucho fruto en la forma de la salvación y la vida eterna para todos aquellos que creen en Él.

Además, esta metáfora también puede aplicarse a la vida cristiana en general. Si queremos producir mucho fruto en
nuestra propia vida, debemos estar dispuestos a sacrificar nuestras propias necesidades y deseos para seguir a Jesús y
cumplir su voluntad. A veces, esto puede significar morir a nuestros propios intereses egoístas para vivir en obediencia a
Dios.
En resumen, Juan 12:24 nos enseña que la muerte y el sacrificio son a menudo necesarios para producir mucho fruto en
la vida cristiana. Debemos estar dispuestos a morir a nosotros mismos para seguir a Jesús y cumplir su voluntad, y al
hacerlo, podemos esperar una vida fructífera y bendecida en Él.

Las mayores bendiciones y victorias de nuestras vidas se obtienen después de atravesar las dificultades más grandes en
nuestra vida.

En conclusión, aunque ser un discípulo de Cristo no nos hace inmunes a las pruebas y tribulaciones de la vida, la Biblia
enseña que Dios permite estas situaciones por una razón. Las pruebas y tribulaciones que Él permite en nuestras vidas
son parte de todas las cosas que nos ayudan a bien, por lo tanto, para el creyente, todas las pruebas y tribulaciones
deben tener un propósito divino.

2.      Pablo tuvo que sufrir grandes dificultades para poder llegar a ser el gran apóstol a los gentiles.
3.      Jacob tuvo que sufrir terriblemente en su vida para llegar a ser uno de los patriarcas de la nación de Israel.
4.      José tuvo que sufrir el desprecio de sus hermanos, ser vendido como esclavo e ir a parar a la cárcel por un crimen
que no cometió antes de llegar a ser el gobernador de Egipto.
5.      En general los hombres y mujeres que han alcanzado gran testimonio delante de Dios tuvieron que atravesar
grandes negaciones, sufrimientos, enfermedades, fracasos, traiciones y un verdadero bautismo de dolor .

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