Es aquella que combina la práctica conjunta de la enseñanza, la investigación, la
extensión, la producción, la innovación y la socialización del conocimiento en el medio, que generen ingresos para complementar el presupuesto universitario y garantice la sostenibilidad de los planes de desarrollo, con una autogestión que les permite cubrir sus necesidades, las de la comunidad y en general las del país. Para Sanabria, Morales y Ortiz (2015), este tipo de universidad es la que tiene entre sus actividades la generación, difusión y transferencia de conocimiento, convirtiéndose en un actor fundamental en la nueva economía, que entiende el conocimiento como un factor estratégico que genera ventajas competitivas. En este sentido las universidades están llamadas a la transformación social y productiva de un país, porque no solo deben impulsar procesos interactivos de aprendizaje para la innovación, sino contribuir desde los conocimientos y sus capacidades, mediante investigación y enseñanza aplicada a la creación o mejora de bienes o servicios, creando valor que beneficia a la universidad, a la economía del país y a la sociedad. Ahora bien, Tanto la Universidad Empresarial como la Universidad Emprendedora, conllevan a una universidad productiva, aclarando que la Universidad Empresarial se caracteriza por la combinación de la enseñanza, la investigación y la tercera función de capitalizar el conocimiento en pro del crecimiento económico (Etzkowitz, 2004), mientras que la Universidad Emprendedora, de acuerdo a Clark (2004), es aquella que maximiza el potencial de comercialización de sus ideas y crean valor en la sociedad. En tal sentido, al analizar la Universidad Emprendedora, debemos tomar los siguientes elementos centrales que la caracterizan: una estructura organizacional flexible enfocada hacia el mercado, un conjunto de mecanismos que relacionan la universidad con el entorno que la circunda, un grupo de docentes preparados académicamente y motivados para generar iniciativas que satisfagan las necesidades del entorno, una cultura emprendedora en los distintos niveles de la organización y con una nueva fuente de ingreso. De tal manera que, enfocado en el Plan de la Patria 2013-2019, en su Objetivo Nacional. 1.5. Desarrollar nuestras capacidades científico-tecnológicas vinculadas a las necesidades del pueblo, Generales: 1.5.1.3. Fortalecer y orientar la actividad científica, tecnológica y de innovación hacia el aprovechamiento efectivo de las potencialidades y capacidades nacionales para el desarrollo sustentable y la satisfacción de las necesidades sociales, orientando la investigación hacia áreas estratégicas definidas como prioritarias para la solución de los problemas sociales. 2.- Emprendimiento Productivo Nacional. Según Timmons (1989) “El emprendimiento significa tomar acciones humanas, creativas para construir algo de valor a partir de prácticamente nada. ... Drucker (1985) “El emprendimiento es maximizar las oportunidades, es decir, la efectividad y no la eficiencia es la esencia del trabajo”. En este sentido, los emprendimientos productivos apuntalan desde su origen la inclusión social, al dar lugar a bienes o servicios con el objeto de que los procesos de producción y la inserción en el mercado, propicien el desarrollo personal y la integración social de las personas que se hallan excluidos. El objetivo del emprendedor es, a partir de una idea inicial, tener la iniciativa y la decisión de abordar un proyecto empresarial que le permita introducirse en el mercado bien sea fabricando un producto o bien prestando un servicio.
Los emprendimientos socio productivos generan bienes y servicios en los territorios,
con el propósito de que los procesos de producción activen al mercado y facilite el desarrollo personal mediante la integración social de los agentes sociales excluidos. “Hoy en día, el término emprender significa crear o iniciar algo, implica la actitud y aptitud de toda persona o grupo que decide iniciar un nuevo proyecto, aprovechando ciertas oportunidades y poniendo en práctica las ideas que tiene” ( Borrayo, Valdez y Delgado, 2019, p.74). En este sentido, el emprendimiento es la creación de una idea así como consolidarla, y está asociado al modelo económico que prevalece en un territorio. Para Campo-Ternera, Amar-Sepúlveda, Olivero y Huguett (2018), este “es concebido como una actitud, cultura y capacidad personal de crear o desarrollar empresas con una inmersión de creatividad” (p.27).
Asimismo, sostienen Guachimbosa, Lavín y Santiago (2019), que existen una serie de
condiciones tendientes a influir directamente en la actividad emprendedora, como el soporte económico, políticas de apoyo institucional, investigación, desarrollo e innovación, sobre todo en la transferencia del conocimiento, así como también las infraestructuras físicas y de negocio, “las condiciones sociales de aprecio al emprendimiento y por último, aunque no menos importante, los atributos individuales que contemplan características demográficas, percepciones y motivaciones para dar inicio a nuevas empresas sean éstas por necesidad u oportunidad”
3.- Trabajos de Innovación Tecnológica Susceptibles.
La innovación tecnológica abarca situaciones que tienen como consecuencia el lanzamiento de nuevos productos en el mercado por parte de las empresas, así como la mejora o rediseño de los ya existentes o el cambio en la industria y sus procesos internos. 4.- Procesos productivos de las cadenas que conforman los motores de la economía nacional. Los Motores Productivos Agroalimentario, Farmacéutico; Industrial; Exportador; Economía Comunal; Hidrocarburos; Petroquímico y Minero. Así mismo para los sectores: Turismo; Construcción; Forestal; Industrial Militar; Telecomunicaciones e Informática; Banca y Finanzas; Industrias Básicas, Estratégicas y Socialistas y Automotriz. 5.- ¿Cuáles son las empresas de propiedad social en Venezuela. Son empresas cuyo objetivo y rasgos especiales, no debe verse como figuras jurídicas sino como un modelo único de un nuevo sistema económico en construcción a partir de la CRBV, dentro del conjunto de normas, del Plan Nacional y del nuevo marco legal que las especifica. En tal sentido, el decreto 3.895 Desarrollo Endógeno y Empresas de Producción Social del 12 de septiembre de 2005, señala: "las empresas de producción social son unidades productivas comunitarias que tienen como objetivo fundamental generar bienes y servicios que satisfagan las necesidades básicas y esenciales de las comunidades y su entorno (alimentación, vestimenta, vivienda, educación y salud) a través del trabajo digno de hombres y mujeres". De acuerdo a Mas Herrera (2007), las empresas de producción social son: "entidades completas, cuya misión se fundamenta en la formulación e implementación de nuevas formas de producción social eficientes y eficaces, acompañadas de procesos de distribución de beneficios con justicia, equidad y reciprocidad entre toda la comunidad que participe; a través de la utilización de técnicas propias y tecnología de vanguardia, en el contexto del socialismo bolivariano de Venezuela". Así mismo, el principal objetivo de estas empresas es que sean de propiedad colectiva, generando puestos de trabajo estables, con una producción fundamentada en la solidaridad, la cooperación, la complementariedad, reciprocidad y la sustentabilidad donde el trabajador tenga un compromiso social y procure su desarrollo integral, además de que la producción se destina a satisfacer las necesidades básicas y esenciales de la colectividad, desarrollan las cadenas productivas, incorporando valor agregado nacional (Redes Productivas), mantienen precios de ventas solidarios en sus productos y servicios, impulsan la desconcentración territorial y, la descentralización económica, operan en forma armónica con el medio ambiente. Por otro lado, La remuneración de los trabajadores se realiza bajo el criterio del aporte de trabajo que cada quien realice y reinversión de sus excedentes en la producción social, no en la generación de lucro. Es importante enfatizar que las empresas de producción social se dividen en tres tipos como son: Según su objeto: EPS de Producción; EPS de Servicio y EPS de Comercialización. Según la naturaleza del Capital: EPS de Capital Estatal, EPS de Capital Privado, EPS de Capital Mixto y EPS de Capital Comunitario. Según su tamaño: Unidades de producción comunitaria, Unidades de servicio comunitarios o Unidades de Comercialización comunitario. - Producción Comunitaria: son aquellas emplazadas hacia la producción de bienes o insumos para las industrias básicas, petroleras o mineras; en dicha esta clasificación pueden ser incluidas empresas agropecuarias. - Comercialización Comunitaria: están comisionadas para distribuir y comercializar los bienes producidos, garantizando los bajos costos de la cadena productiva, ejemplo de ellas son las empresas del sector terciario. - Servicios Comunitarios: Están dedicadas a la prestación de servicios tales como: agua, electricidad, telecomunicaciones, recolección de residuos, comedores y lavanderías populares, alimentación, y seguridad, entre otros, dentro de la comunidad. El artículo 70 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRVB, 2009) establece que son medios de participación y protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía, (…) y en lo económico, las instancias de atención ciudadana, la autogestión, la cogestión, las cooperativas en todas sus formas, incluyendo las de carácter financiero, las cajas de ahorro, la empresa comunitaria y demás formas asociativas guiadas por los valores de la mutua cooperación y la solidaridad. En tal sentido, la Constitución promueve la creación de diferentes organizaciones de carácter económico con el fin de incentivar la Por su parte, el artículo 118 del texto fundamental reconoce el derecho de los trabajadores y trabajadoras, así como de la comunidad para desarrollar asociaciones de carácter social y participativo, como las cooperativas, cajas de ahorro, mutuales y otras formas asociativas. Asimismo para poder analizar la naturaleza jurídica de las empresas de producción social, debe destacarse la existencia de dos conceptos otorgados por parte del Estado, según el Decreto Nº 3.895 sobre Desarrollo endógeno y empresas de producción social de fecha 12 de septiembre de 2005), el cual dispone que: Son unidades de producción comunitaria, constituida bajo la figura jurídica que corresponda, tiene como objetivo fundamental generar bienes y servidos que satisfagan las necesidades básicas y esenciales de la comunidad y su entorno, Incorporando hombres y mujeres de las misiones, privilegiando los valores de solidaridad, cooperación, complementariedad, reciprocidad, equidad y sustentabilidad, ante el valor de rentabilidad o de ganancia. Y el concepto señalado por el Instrumento Normativo Interno sobre la Promoción, Funcionamiento y Fiscalización de las Empresas de Producción Social (EPS), dictado por el Ministerio de Industrias Básicas y Minería de fecha del 20 de junio de 2006 publicado en la Gaceta Oficial Nº 38.462 de la República Bolivariana que dispone que: Las Empresas de Producción social (EPS) asumirán compromisos que generen beneficios en las comunidades en que se desenvuelven. Al analizar los dos conceptos de Empresas de Producción Social, se observa que sus elementos característicos son la igualdad y la solidaridad; ahora bien, sin la existencia de un basamento jurídico será muy difícil construirla, tomando en cuenta las figuras previamente señaladas. Hasta los momentos, la herramienta regidora existente de las empresas de producción social, más completo, es el Decreto Nº 3.895, pero el mismo presenta imprecisiones; más aún, cuando su campo de aplicación se limitó durante mucho tiempo a las industrias básicas, mineras y petroleras.