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La Persona Humana Frente A Su Realidad Actual
La Persona Humana Frente A Su Realidad Actual
Los grandes índices de pobreza, cada vez mas los ricos son mas ricos y los
pobres son más pobres, y lógicamente que los ricos llegan a tener sus bienes por
el trabajo y sacrificio de los pobres. Existe una marcada desigualdad social,
fruto de la injusticia, la falta de equidad, la pobreza, marginaciones y más
aspectos sociales.
El cuidado del medio ambiente hoy en una necesidad, las políticas de gobierno
frente a las transnacionales mineras tienden a favorecer a estas y no son tomadas
en cuanta las comunidades que son las afectadas y desfavorecidas, vemos con
agrado nuevos programas para el cuidado de nuestros recursos naturales, esto
de manera especial a través de grupos ecologistas que son firmes y radicales en
sus posturas y ayudan a reflexionar en esta problemática.
La realidad social actual poco o nada tiene que ver con las de tiempos anteriores.
Así, en concreto esta es fruto de una serie de cambios que han propiciado que
ahora esté determinada por un descenso de la natalidad y un aumento de la
esperanza de vida, una concentración demográfica palpable en las grandes
ciudades, la incorporación de la mujer al mercado laboral, el aumento de la clase
media, el desarrollo de la sociedad del ocio, la modernización de los sistemas
de comunicación y de los transportes, la diversidad de los tipos de familias.
Todo eso es fruto de una evolución de la sociedad y también del desarrollo de
distintas intervenciones que se establecen dentro del ámbito social, tanto a nivel
individual como grupal e incluso comunitariamente hablando.
Son las personas que conviven en una misma sociedad, por lo tanto, las que
construyen la realidad social a partir de las interacciones que mantienen entre sí
y con el entorno. En este proceso dinámico, la comunicación juega un rol
esencial para la transmisión de los conceptos y para compartir las ideas.
Existe un número plural de valores entre los que sobresalen los religiosos, éticos
y morales. Todos son importantes, pero sin los Valores Morales los que más
pierden su sentido y su mérito. Estos valores son sumamente valiosos, porque
orientan nuestra conducta y nos ayudan a vivir en paz.
Así lo expresó un gran pensador francés cuando dijo ‘Las virtudes se pierden
en el interés, como los ríos se pierden en el mar’. Y entristece pensar que esas
virtudes de las cuales habla el pensador francés se pierdan por el materialismo
existente en la sociedad moderna en donde vale más parecer que ser. El interés,
léase ambición desmedida o codicia y otros vicios, lo practican a diario hombres
que por su maravillosa educación y actitudes son considerados valiosos y
ejemplo para los demás.
Estos hombres que vemos a diario, considerados como ejemplo de personas con
altos valores morales, son por lo menos falsos prohombres, que nos engañan
promoviendo algo que ellos mismos no creen, pues su pensamiento y actitud
están condicionados a su bienestar, a su libertad y a su conveniencia. Son ídolos
con pies de barro.
Por esto, los valores morales deben ser enseñados desde la infancia, en los
hogares, para lo cual esos progenitores deben practicarlos como ejemplo a sus
hijos en medio de la vorágine que vivimos en esta sociedad moderna. No
debemos olvidar que actualmente pesan más los valores materiales que los
morales, lo que nos lleva a desenvolvernos en un ambiente de doble cara en el
cual tiene más importancia el dinero que posees que los méritos que has
acumulado a lo largo de la vida.
Duele ver cómo alumnos universitarios que fracasan materias en sus respectivas
escuelas, acuden a una autoridad más alta para que manden la orden de que sean
aprobados. ¿Qué clase de profesionales serán más adelante? Desde el momento
en que ese estudiante prefiere pasar la materia artificialmente, podemos darnos
cuenta de la falta de valores en su existencia y que, poco importan sus
conocimientos sino hacer ver y aparentar que ha aprobado la materia.
Esos ciudadanos de doble moral están destinados al fracaso en su vida porque,
aunque deseen triunfar, irán trastabillando y dando tumbos. Una vez que
cometen un error, continúan haciéndolo para tapar el primero que llevaron a
cabo.