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LA PERSONA HUMANA FRENTE A SU REALIDAD ACTUAL

La realidad social en que estamos viviendo actualmente

La realidad actual esta en continuo cambio, como consecuencia del desarrollo


científico, técnico que día a día va avanzando, al igual que los problemas
económicos que actualmente afectan a todas las naciones, unido a las malas
políticas de los gobiernos, hacen de nuestros pueblos una situación compleja de
definir y que nos lleva a analizar las diferentes situaciones que estamos
viviendo.

Debemos considerar que existen varias realidades sociales que actualmente


afectan a muchas naciones, como por ejemplo el grave problema de la
emigración, el mismo que trae consigo la separación familiar con las
consecuencias de infidelidades, hijos abandonados en manos de abuelos, solos
u otros familiares, el crecimiento económico en algunos casos, pero con la
pérdida de valores han creado una sociedad cada día más materialista y
consumista.

Los grandes índices de pobreza, cada vez mas los ricos son mas ricos y los
pobres son más pobres, y lógicamente que los ricos llegan a tener sus bienes por
el trabajo y sacrificio de los pobres. Existe una marcada desigualdad social,
fruto de la injusticia, la falta de equidad, la pobreza, marginaciones y más
aspectos sociales.

La globalización como un fenómeno complejo que tiene varias dimensiones


(económicas, políticas, culturales, comunicacionales, etc.), y es la dimensión
económica que se sobrepone y condiciona a las restantes lo cual ha ocasionado
un proceso promotor de inequidades y múltiples injusticias. Ante esta realidad
deberíamos construir una globalización diferente la que debe estar marcada por
la solidaridad, por la justicia y por el respeto de los derechos humanos que nos
lleve a contemplar los rostros de quienes sufren y están marcados por la
pobreza, el creciente desempleo y subempleo y que necesitan de nuestra
solidaridad y proyecciones de futuro.

Esto ha ocasionado la delincuencia y por ende la inseguridad social cada día


mas creciente, la delincuencia es otro de los graves problemas sociales que están
marcando a la realidad actual, los centros de retención (prisiones) están
saturados por la presencia de delincuentes comunes, los mismo que viven
situaciones deplorables con la falta de higiene, falta de espacio físico, precarias
condiciones alimenticias, desordenes internos con pelas, crímenes y abusos de
autoridad. Es necesaria y urgente la defensa constante de los derechos de la
persona para construir un mundo mas humano que si es posible con la ayuda de
personas de buena voluntad.

La creciente corrupción económica que se da en todos los niveles, tanto público


como privado donde no hay transparencia y vemos que esto viene ligado al
narcotráfico o narco negocio que como consecuencia destruye el tejido social y
económico. Sabemos que debemos frenar la corrupción, para esto necesitamos
la reconstrucción de la persona y que en su conciencia tenga como prioridad el
bien común por encima del bien particular, y el servicio como una actitud
constante a favor de los más débiles y necesitados. Necesitamos crecer en
valores humanos para construir una sociedad más justa.

El cuidado del medio ambiente hoy en una necesidad, las políticas de gobierno
frente a las transnacionales mineras tienden a favorecer a estas y no son tomadas
en cuanta las comunidades que son las afectadas y desfavorecidas, vemos con
agrado nuevos programas para el cuidado de nuestros recursos naturales, esto
de manera especial a través de grupos ecologistas que son firmes y radicales en
sus posturas y ayudan a reflexionar en esta problemática.

La situación actual es realmente compleja con varios problemas sociales que


necesitan de hombres y mujeres nuevas para la construcción de una nueva
sociedad la cual debe cimentarse en los valores que tengan como principio
fundamental la defensa, formación, promoción de la persona humana en todas
sus dimensiones.

Es posible distinguir entre diferentes tipos de realidades ya que, ante la amplitud


del concepto, se suelen circunscribir los hechos a ciertos sectores o
considerarlos de formas particulares para realizar un recorte. En este sentido,
puede decirse que la realidad social es una construcción simbólica desarrollada
por una sociedad determinada.

Es importante entender la diferencia entre la realidad objetiva (aquella que


existe independiente del observador) y la realidad subjetiva (“construida” de
acuerdo con la perspectiva individual). La realidad social, en este sentido, es
una combinación de múltiples subjetividades, que lleva a que una comunidad
analice lo que ocurre a partir de ciertos parámetros, prejuicios, etc.

La realidad social actual poco o nada tiene que ver con las de tiempos anteriores.
Así, en concreto esta es fruto de una serie de cambios que han propiciado que
ahora esté determinada por un descenso de la natalidad y un aumento de la
esperanza de vida, una concentración demográfica palpable en las grandes
ciudades, la incorporación de la mujer al mercado laboral, el aumento de la clase
media, el desarrollo de la sociedad del ocio, la modernización de los sistemas
de comunicación y de los transportes, la diversidad de los tipos de familias.
Todo eso es fruto de una evolución de la sociedad y también del desarrollo de
distintas intervenciones que se establecen dentro del ámbito social, tanto a nivel
individual como grupal e incluso comunitariamente hablando.

Son las personas que conviven en una misma sociedad, por lo tanto, las que
construyen la realidad social a partir de las interacciones que mantienen entre sí
y con el entorno. En este proceso dinámico, la comunicación juega un rol
esencial para la transmisión de los conceptos y para compartir las ideas.

Por extensión, la realidad social es influenciada por los medios de comunicación


masiva, que permiten llevar un mismo mensaje a múltiples receptores de
manera simultánea. Esto revela el poder que tienen los medios: una idea
transmitida a través de ellos puede modificar la realidad social, es decir,
modificar la forma en que la comunidad entiende aquello que sucede adentro
de su propia sociedad.

Además de todo lo expuesto, se hace importante conocer otros datos de interés


y relevantes acerca de la llamada realidad social, tales como estos:

➢ Varía con el tiempo y también con lo que sería la asimilación de nuevos


conceptos de carácter empírico que se van descubriendo de manera
paulatina.
➢ Dentro de la misma se incluyen un sinfín de factores económicos tales
como la fuerza de trabajo, las crisis financieras, los medios de
producción, el consumo.
➢ La realidad social está constituida y cambiada por diversos elementos
como son las propias personas que forman parte de la misma, las
comunidades, las instituciones, los sistemas de comunicación existentes,
las motivaciones de cada uno de sus individuos, los controles que están
establecidos socialmente, las normas y los roles.

LA NORMA MORAL Y LA REALIDAD ACTUAL

Existe un número plural de valores entre los que sobresalen los religiosos, éticos
y morales. Todos son importantes, pero sin los Valores Morales los que más
pierden su sentido y su mérito. Estos valores son sumamente valiosos, porque
orientan nuestra conducta y nos ayudan a vivir en paz.

Es sabido que los valores morales perfeccionan al hombre y son producto de la


educación, originalmente en el seno de la familia y del entorno en el cual se
desenvuelve (escuela, lecturas, etc.).

Sin embargo, vemos que en nuestra sociedad existen hombres y mujeres


conocidos por sus actitudes y hechos apegados a la moral y buenas costumbres,
pero con una especie de doble moral, aceptada por muchos o casi todos como
parte circunstancial del devenir humano, en los negocios primordialmente y en
el comportamiento en la sociedad en general.

Así lo expresó un gran pensador francés cuando dijo ‘Las virtudes se pierden
en el interés, como los ríos se pierden en el mar’. Y entristece pensar que esas
virtudes de las cuales habla el pensador francés se pierdan por el materialismo
existente en la sociedad moderna en donde vale más parecer que ser. El interés,
léase ambición desmedida o codicia y otros vicios, lo practican a diario hombres
que por su maravillosa educación y actitudes son considerados valiosos y
ejemplo para los demás.

Sin embargo, en sus negocios o donde ejercen sus actividades profesionales o


empresariales, se dedican a la práctica del engaño disimulado, del robo
encubierto, de la deslealtad, de la falta de solidaridad y otros vicios, cuando los
vemos despachando menos productos del que dicen entregar; poniéndose de
acuerdo con la competencia para fijar precios, desmejorando la calidad y
cantidad, con el fin de ganar más o derrotar al competidor, pagando salarios
ínfimos, restringiendo la libertad de sus colaboradores y prometiendo lo que no
darán jamás.

Estos hombres que vemos a diario, considerados como ejemplo de personas con
altos valores morales, son por lo menos falsos prohombres, que nos engañan
promoviendo algo que ellos mismos no creen, pues su pensamiento y actitud
están condicionados a su bienestar, a su libertad y a su conveniencia. Son ídolos
con pies de barro.

Por esto, los valores morales deben ser enseñados desde la infancia, en los
hogares, para lo cual esos progenitores deben practicarlos como ejemplo a sus
hijos en medio de la vorágine que vivimos en esta sociedad moderna. No
debemos olvidar que actualmente pesan más los valores materiales que los
morales, lo que nos lleva a desenvolvernos en un ambiente de doble cara en el
cual tiene más importancia el dinero que posees que los méritos que has
acumulado a lo largo de la vida.

Duele ver cómo alumnos universitarios que fracasan materias en sus respectivas
escuelas, acuden a una autoridad más alta para que manden la orden de que sean
aprobados. ¿Qué clase de profesionales serán más adelante? Desde el momento
en que ese estudiante prefiere pasar la materia artificialmente, podemos darnos
cuenta de la falta de valores en su existencia y que, poco importan sus
conocimientos sino hacer ver y aparentar que ha aprobado la materia.
Esos ciudadanos de doble moral están destinados al fracaso en su vida porque,
aunque deseen triunfar, irán trastabillando y dando tumbos. Una vez que
cometen un error, continúan haciéndolo para tapar el primero que llevaron a
cabo.

Deseamos tener una sociedad en valores morales, en donde predominen las


causales de una vida plena de satisfacciones, llana en dificultades y donde
puedan caminar con la frente en alto.

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