Parcial Final Filosofía

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Parcial final Filosofía: Immanuel Kant

Comenzaremos este trabajo siguiendo las preguntas guías, planteadas por el


profesor. Comenzando con el interrogativo, “¿en qué se basa la distinción entre
“lo bueno” y “lo agradable”?”. Lo agradable, por lo que logramos entender en este
texto, es aquello que nosotros hacemos por la satisfacción propia, lo cual al
hacerlo nos da algún tipo de placer. Lo bueno, por su parte, es aquello que
hacemos o que debemos hacer, aunque no nos convenga.
Los seres humanos nacemos con una ley moral incorporada en nuestra cabeza,
esta ley, nos habla sobre cuando nos proponemos algo, debemos asegurarnos de
que todo eso que nosotros queremos, también lo deseamos para los demás, es
decir, lo que yo creo que vale para mí también, debe valer para los demás.
Cuando el individuo actúa bien, y en favor de los demás, espera que los demás
actúen de igual forma consigo, y esto estaría bien según el autor. Sin embargo, si
actúa mal, desea ser la excepción, ya que no quiere que las demás personas
actúen igual consigo. Para concluir esta pregunta, Kant sostiene el imperativo
categórico, y sus funcionamientos para determinar las acciones humanas.
Para este autor, lo que define si un acto es bueno o no, varía según su intención.
Existen tres tipos de actos: los malos, que van contra todo lo bueno, los correctos
pero no buenos, que son aquellos que hacen un acto bueno, pero sin la intención.
Un ejemplo de esto podría ser, una persona cuyo objetivo u intención es vaciar su
heladera, pero le da aquello que extrae a personas de la calle. Según Kant, esta no
sería una acción buena ya que, para hacerlo, la intención debería ser únicamente
darle comida a gente sin hogar, aunque no deja de ser correcta, ya que se
encuentra obrando para el beneficio de otras personas. Y los actos buenos, que ya
fueron explicados anteriormente.
Imperativo categórico: Esta ley moral nos indica qué debemos hacer y como
respuesta obtenemos, que lo que es bueno es lo que nos conviene a todos. Según
Kant, si escuchamos a nuestra conciencia, vamos a actuar siempre bien, ya que es
aquello que queremos para nosotros, no solamente para mi persona.
El imperativo categórico se divide en tres formulaciones, la primera dice “actúa
como si quisieras que esta acción se convirtiera en ley universal, es decir, que los
demás hicieran lo mismo”, esto lo podemos ver de forma más coloquial, cuando
decimos el dicho “no hagas lo que no te gustaría que te hagan”. Un ejemplo de
esta formulación, es cuando en un espacio de trabajo, en los tiempos de descanso
te permite ingresar alimentos para consumirlos en ese periodo de tiempo. ¿Pero
que pasaría si ese día no has podido llevar tu comida y tenés hambre? ¿Serias
capaz de consumir el alimento de otro?, pero esta situación hipotética convertida
en tu perjuicio, no te causaría el mismo efecto, ya que aborrecerías que alguien
consumiera tu alimento.
Por lo tanto, si todos siguiésemos a nuestra conciencia, nadie consumirá nada
ajeno, ni haría algo que perjudique a los demás.
La segunda formulación dice lo siguiente, “trata a las personas como un fin y no
como un medio” Esto significa, no marcar diferencia en cuanto a las personas que
ayudamos, ya sea por raza, sexo, genero, religión, orientación política, clase
social, etc.
Y por último, tenemos las tercer formulación, que dice “actúa como si quisieras
ser el ejemplo de los demás”. En esta, si la acción que realizamos las demás
personas la ve pueden tomar tu ejemplo y coincidir con tu pensamiento con tu
acción y replicar la misma.
La felicidad para Kant, es aquel amor propio, pero a la vez es un tema demasiado
complejo, ya que, para yo poder dar felicidad, primero necesito darme amor a mí
mismo y aceptarme como soy. Por ello, para muchas personas la felicidad es tener
riquezas, pero, ¿qué pasa cuando las personas tienen riquezas? ¿no se dan cuenta
que al tener todo esto, pueden tener envidias, problemas, intrigas, etc.?
Para otros la felicidad en cuanto a la salud implica sacrificar muchas cosas para
poder conservarla y para otras personas, la felicidad puede estar en el
conocimiento, aunque con ese conocimiento podemos llegar a notar cosas y
situaciones que no querríamos entender o saber. El autor expresa que no es una
idea de la razón sino de la imaginación, la cual está basada en la necesidad y en la
esencia del ser humano. La felicidad según algunos filósofos que ya trabajamos
anteriormente, va de la mano con la virtud, porque es la virtud en la que
constituye un alto bien al que puede aspirar un ser racional, sin embargo, Kant
afirma que la felicidad y la virtud, son dos elementos totalmente distintos, sólo
que se están limitando a controlar al uno y al otro. Por eso la virtud y la felicidad
constituye el más alto bien, pero nunca van a estar en el mismo nivel.
Para el ser humano, es prácticamente imposible definir la felicidad, ya que en
busca de ella se encuentra con tristezas, debido a que, en el camino en busca de
ella, podes encontrarte con imposibilidades las cuales no te dejen tener una
felicidad plena. Además, para el ser humano es imposible de encontrar una sola
forma de ser feliz, ya que todos los individuos son distintos y encuentran la
felicidad en distintas cosas, personas, situaciones, etc.
¿Por qué el “imperativo categórico” se despega de todo fundamento empírico?: El
imperativo categórico se basa en como debe actuar la sociedad para que se obre
en el bien de todos, mientras que el fundamento empírico es de carácter personal
e individual, por lo que sería imposible adaptar a toda una sociedad a los mismos
criterios, vos sentís, ves y pensas como individuo, no en conjunto como sociedad.

Isabella Bautista, Ailen Zimmermann y Lautaro Gazza 6to SH2

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