Comenzaremos este trabajo siguiendo las preguntas guías, planteadas por el
profesor. Comenzando con el interrogativo, “¿en qué se basa la distinción entre “lo bueno” y “lo agradable”?”. Lo agradable, por lo que logramos entender en este texto, es aquello que nosotros hacemos por la satisfacción propia, lo cual al hacerlo nos da algún tipo de placer. Lo bueno, por su parte, es aquello que hacemos o que debemos hacer, aunque no nos convenga. Los seres humanos nacemos con una ley moral incorporada en nuestra cabeza, esta ley, nos habla sobre cuando nos proponemos algo, debemos asegurarnos de que todo eso que nosotros queremos, también lo deseamos para los demás, es decir, lo que yo creo que vale para mí también, debe valer para los demás. Cuando el individuo actúa bien, y en favor de los demás, espera que los demás actúen de igual forma consigo, y esto estaría bien según el autor. Sin embargo, si actúa mal, desea ser la excepción, ya que no quiere que las demás personas actúen igual consigo. Para concluir esta pregunta, Kant sostiene el imperativo categórico, y sus funcionamientos para determinar las acciones humanas. Para este autor, lo que define si un acto es bueno o no, varía según su intención. Existen tres tipos de actos: los malos, que van contra todo lo bueno, los correctos pero no buenos, que son aquellos que hacen un acto bueno, pero sin la intención. Un ejemplo de esto podría ser, una persona cuyo objetivo u intención es vaciar su heladera, pero le da aquello que extrae a personas de la calle. Según Kant, esta no sería una acción buena ya que, para hacerlo, la intención debería ser únicamente darle comida a gente sin hogar, aunque no deja de ser correcta, ya que se encuentra obrando para el beneficio de otras personas. Y los actos buenos, que ya fueron explicados anteriormente. Imperativo categórico: Esta ley moral nos indica qué debemos hacer y como respuesta obtenemos, que lo que es bueno es lo que nos conviene a todos. Según Kant, si escuchamos a nuestra conciencia, vamos a actuar siempre bien, ya que es aquello que queremos para nosotros, no solamente para mi persona. El imperativo categórico se divide en tres formulaciones, la primera dice “actúa como si quisieras que esta acción se convirtiera en ley universal, es decir, que los demás hicieran lo mismo”, esto lo podemos ver de forma más coloquial, cuando decimos el dicho “no hagas lo que no te gustaría que te hagan”. Un ejemplo de esta formulación, es cuando en un espacio de trabajo, en los tiempos de descanso te permite ingresar alimentos para consumirlos en ese periodo de tiempo. ¿Pero que pasaría si ese día no has podido llevar tu comida y tenés hambre? ¿Serias capaz de consumir el alimento de otro?, pero esta situación hipotética convertida en tu perjuicio, no te causaría el mismo efecto, ya que aborrecerías que alguien consumiera tu alimento. Por lo tanto, si todos siguiésemos a nuestra conciencia, nadie consumirá nada ajeno, ni haría algo que perjudique a los demás. La segunda formulación dice lo siguiente, “trata a las personas como un fin y no como un medio” Esto significa, no marcar diferencia en cuanto a las personas que ayudamos, ya sea por raza, sexo, genero, religión, orientación política, clase social, etc. Y por último, tenemos las tercer formulación, que dice “actúa como si quisieras ser el ejemplo de los demás”. En esta, si la acción que realizamos las demás personas la ve pueden tomar tu ejemplo y coincidir con tu pensamiento con tu acción y replicar la misma. La felicidad para Kant, es aquel amor propio, pero a la vez es un tema demasiado complejo, ya que, para yo poder dar felicidad, primero necesito darme amor a mí mismo y aceptarme como soy. Por ello, para muchas personas la felicidad es tener riquezas, pero, ¿qué pasa cuando las personas tienen riquezas? ¿no se dan cuenta que al tener todo esto, pueden tener envidias, problemas, intrigas, etc.? Para otros la felicidad en cuanto a la salud implica sacrificar muchas cosas para poder conservarla y para otras personas, la felicidad puede estar en el conocimiento, aunque con ese conocimiento podemos llegar a notar cosas y situaciones que no querríamos entender o saber. El autor expresa que no es una idea de la razón sino de la imaginación, la cual está basada en la necesidad y en la esencia del ser humano. La felicidad según algunos filósofos que ya trabajamos anteriormente, va de la mano con la virtud, porque es la virtud en la que constituye un alto bien al que puede aspirar un ser racional, sin embargo, Kant afirma que la felicidad y la virtud, son dos elementos totalmente distintos, sólo que se están limitando a controlar al uno y al otro. Por eso la virtud y la felicidad constituye el más alto bien, pero nunca van a estar en el mismo nivel. Para el ser humano, es prácticamente imposible definir la felicidad, ya que en busca de ella se encuentra con tristezas, debido a que, en el camino en busca de ella, podes encontrarte con imposibilidades las cuales no te dejen tener una felicidad plena. Además, para el ser humano es imposible de encontrar una sola forma de ser feliz, ya que todos los individuos son distintos y encuentran la felicidad en distintas cosas, personas, situaciones, etc. ¿Por qué el “imperativo categórico” se despega de todo fundamento empírico?: El imperativo categórico se basa en como debe actuar la sociedad para que se obre en el bien de todos, mientras que el fundamento empírico es de carácter personal e individual, por lo que sería imposible adaptar a toda una sociedad a los mismos criterios, vos sentís, ves y pensas como individuo, no en conjunto como sociedad.
Isabella Bautista, Ailen Zimmermann y Lautaro Gazza 6to SH2