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Las manos de mi madre

Alfredo Espino

Manos las de mi madre, tan acariciadoras, (TODOS)


tan de seda, tan de ella, (TODOS) blancas y bienhechoras. (HOMBRES)
¡Solo ellas son las santas, solo ellas son las que aman, (SOLISTA HOMBRE)
las que todo prodigan y nada me reclaman! (MUJERES)
¡Las que por aliviarme de dudas y querellas, (SOLISTA HOMBRE)
me sacan las espinas y se las clavan en ellas! (TODOS)
Para el ardor ingrato de recónditas penas, (HOMBRES)
no hay como la frescura de esas dos azucenas. (MUJERES)
¡Ellas cuando la vida deja mis flores mustias (SOLISTA HOMBRE)
son dos milagros blancos apaciguando angustias! (MUJERES)
Y cuando del destino me acosan las maldades, (SOLISTA HOMBRE)
son dos alas de paz sobre mis tempestades. (TODOS)
Ellas son las celestes; las milagrosas, ellas, (SOLISTA MUJER)
porque hacen que en mi sombra me florezcan estrellas. (SOLISTA MUJER)
Para el dolor, (SOLISTA MUJER) caricias; (TODOS) para el pesar, (SOLISTA
MUJER) unción; (TODOS)
¡Son las únicas manos que tienen corazón! (TODOS)
(Rosal de rosas blancas de tersuras eternas: (MUJERES)
aprended de blancuras en las manos maternas). (HOMBRES)
Yo que llevo en el alma las dudas escondidas, (SOLISTA HOMBRE)
cuando tengo las alas de la ilusión caídas, (SOLISTA HOMBRE)
¡Las manos maternales aquí en mi pecho son (MUJERES)
como dos alas quietas sobre mi corazón! (HOMBRES )
¡Las manos de mi madre saben borrar tristezas! (MUJERES)
¡Las manos de mi madre perfuman con terneza! (TODOS)

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