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Introducción
Este ejercicio surge como una Síntesis de mucho de lo que vamos exponiendo en este Portal
y de todo lo que vamos aprendiendo a lo largo del Camino. También surge como resultado de
una experiencia concreta sumamente transformadora. Contada de forma breve, esta
experiencia fue así: luego de varios días de procesos intensos, y de venir trabajando en mi
mismo, y luego de muchas idas y venidas emocionales con seres muy cercanos a mi, estaba
sentado en una roca en un río, en un estado de angustia, confundido, sin poder disfrutar de
toda la hermosura del paisaje ni del rumor del agua ni del aroma de las hierbas. Como para
agregar a este estado, me sentía solo, y mucho de lo que sucedía alrededor me llevaba a más
pesar: veía una familia compartiendo, abuelos con sus hijos y nietos, etc. y desde un lugar de
carencia sentía ganas de estar viviendo una situación similar, y me preguntaba, ¿por qué no
me toca eso a mi?. Este proceso y estado que estaba experimentando venían de la mano de
una decisión que yo creía que tenía que tomar. Estando en la roca podía observar distintos
aspectos de mi personalidad bien marcados que tomaban el mando alternadamente: una
parte más pasiva o yin, que siempre tiende a quedarse y a no actuar y a ser demasiado
pequeñita y a sentir que todo pesa demasiado, otra parte más activa o yang, que siempre
quiere romper, cambiar, soltar, dejar, pero desde un lugar no demasiado armónico y que suele
traer más sufrimiento. Y se me ocurrió, desde un lugar de mucha sinceridad y simpleza,
preguntar internamente, “¿cuál parte de mi es la más alineada con mi Ser Superior? ¿La parte
pasiva que tiende a no actuar, o la parte activa que tiende a romper y dejar?” y la respuesta se
dió clarísima: “Ninguna de las dos”, y esta respuesta fue acompañada por un estado inefable,
más allá de palabras, un estado de absoluta ecuanimidad y claridad. Y de allí surgió este
ejercicio, ya que comprendí que se había dado la Conexión con el Ser Superior. Todo el
sufrimiento, el pesar, la soledad y las dudas se habían disipado. Pude Ver y Sentir la
Naturaleza, los Árboles, los Cantos de los Pájaros, el Constante Rumor del Agua corriendo
debajo mío, el Cielo claro, la Luna saliendo tras el Cerro, el Ser que estaba a mi lado, todo
Estaba allí, en Armonía, en Unidad.
Comprendí que lo Único Verdaderamente Importante en nuestra Existencia es Esta Conexión.
Todo lo demás sólo son experiencias, podemos tomar decisiones, que pueden cambiar los
paisajes y vivencias, tal vez más alineadas con lo Superior, podemos aprender de estas
vivencias, pero lo Importante e Imperecedero es Esta Conexión.
Si bien la Conexión con el Ser Superior sólo depende de nosotros, en algunas ocasiones
puede ser recomendable que nos asistamos con algún/a terapeuta experimentado/a cuando
se trata de trabajar con nuestros bloqueos y situaciones internas.
Si de todas formas tenemos el impulso de comenzar con el trabajo nosotros mismos, hay un
método muy simple pero muy poderoso que puede ayudarnos (*).
El Primer Paso es identificar cual es el bloqueo o situación a resolver.
Si, por ejemplo, tengo conflictos con mi padre o mi pareja, puedo sentarme en una silla, y
colocar delante mío una silla vacía, de forma tal que si hubiera alguien sentado, nos
estaríamos mirando el uno al otro. A continuación cerramos nuestros ojos y “sentamos
energéticamente” al ser con el cual queremos trabajar y lo miramos a los ojos (es importante
siempre sentir que nos miramos mutuamente a los ojos). Luego, con nuestra voz interior, le
decimos todo lo que tengamos para decirle. Podemos descargar todo lo que sea, incluso una
profunda ira que también puede expresarse físicamente, ya que estaremos trabajando con el
Ser de la otra persona, y en ese Estado nada puede ser lastimado o dañado. Por el contrario,
es sumamente aliviador para ambas partes cuando se suelta la negatividad que se lleva
adentro, muchas veces oculta en nuestra sombra. Una vez que, sinceramente, sintamos que
ya hemos dicho todo y ya nos hemos descargado, nos detendremos a escuchar atentamente
lo que ese ser tenga para decirnos, y luego le decimos “Si”, y lo tomamos. En el caso de
nuestros padres, luego de realizados estos pasos, es sumamente saludable invitarlos a que
energéticamente permanezcan detrás de nosotros como apoyándonos: nuestra madre detrás
de nuestro hombro izquierdo, y nuestro padre detrás de nuestro hombro derecho. Incluso
podemos visualizar cómo nos apoyan sus manos en cada hombro. Muchas veces son
asombrosos los cambios y liberaciones que se suelen dar con este tipo de ejercicios. Y este
tipo de trabajo de liberación podemos retroalimentarlo preguntando a nuestro Ser Superior si
hay algún aspecto nuestro con el cual nos queda pendiente trabajar.
El camino de nuestra Evolución es siempre ascendente, como una espiral que se eleva
infinitamente a niveles más y más sutiles. Que la Verdadera Dicha, la Verdadera Paz, la
Verdadera Felicidad, la Verdadera Abundancia, la Verdadera Inspiración, el Verdadero Amor,
la Verdadera Salud, el Verdadero Equilibro y la Verdadera Voluntad Siempre nos acompañen
en el Camino.