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Integrantes Trabajo
Integrantes Trabajo
Se puede definir como la teoría general del conocimiento, que se refleja en la concordancia del
pensamiento entre el sujeto y el objeto. En este contexto, el objeto es algo externo a la mente,
una idea, un fenómeno, un concepto, etc., pero conscientemente visto por el sujeto.
El conocimiento es aquello que se presenta cuando alguien aprende algo Es así como el
conocimiento se encuentra estrechamente relacionado con la realidad: no podemos conocer algo
que no existe Conocer implica adquirir nuevas referencias y significados sobre nuestra realidad en
el mundo. Asociamos a menudo el conocer con aprender, comprender o saber algo.
Motórico quiere decir que hay pasos para que el investigador de seguir y cumplir para q esa
investigación genere investigación científica
a) Explicación fenomenológica.
En los últimos tiempos se ha ocupado la concepción fenomenológica en el siglo XX, en la
cual es la pura descripción de lo que aparece es decir describir el proceso de conocer como
es, independientemente sus interpretaciones, pero también se da entender como un
método de investigación para así comprender las experiencias del ser humano que ya ha
vivido y pues la fenomenología tiene en claro lo que significa ser objeto de conocimiento
según Ferrater Mora.
Como también Nicolai Hartmann nos menciona que antes se omitía el análisis de lo que
sucede cuando se conoce y también fue seguido por autores alemanes. Según Francisco
Romero el conocer es una relación ente dos personas, sujeto, en la cual el sujeto se da
entender que cuanto el otro es objeto suyo, y su función es captar aprehender. En cambio,
el objeto no cambia por alguna virtud de conocimiento y más bien modifica en algo. El
objeto que nace en el sujeto se llama objetivo, se da entender que el sujeto tiene
determinaciones de objeto y el termino sujeto y objeto no se agotan en su correlación.
Por este motivo la aprension de que aquí se habla es una representación que proporciona
el fundamento para enunciados. En segundo lugar, hay el problema de cuál sea la
naturaleza de «lo aprehendido» o del objeto en cuanto aprehendido. Finalmente, hay el
problema de la proporción de elementos sensibles, intelectuales, emotivos, etc., en la
representación de los objetos por el sujeto. Puede verse,entonces,que tan pronto como
se vaun poco lejos en la fenomenología del conocimiento se suscitan cuestiones que
podrían llamarse «metafenomenológicas.
c) Hermenéutica
A lo que señala Kaufmann, el esquema teorético cognoscitivo sujeto-objeto pertenece al
pasado; esto incluso en las ciencias naturale sexplicativas,y con mucha más razón en las
ciencias de comprensión hermenéutica.
a) Vulgar
El conocimiento ordinario o vulgar es aquel que se adquiere con la experiencia vital,
aunque puede ser certero, no es demasiado confiable por su falta de fundamentación. Se
trata siempre de conocimientos revelados principalmente por los sentidos, que presentan
a su vez una gradación, porque «lo que ahora denominamos saber vulgar, por lo menos
para el hombre de ciudad, está impregnado de nociones científicas y seudocientíficas que
han ido pasando insensiblemente al uso de todos, organizándose espontáneamente en lo
que se suele llamar verdades de sentido común. Por eso cabe decir que el saber vulgar, en
lo que haya sido influido por nociones científicas, «opera sobre simples asociaciones,
precipitadas generalizaciones nacidas de ejemplos o casos insuficientes, y de semejanzas
y diferencias superficiales, y que el razonamiento por analogía ocupa en él, el lugar que en
la ciencia tiene la inducción científica. En consecuencia, este conocimiento es siempre
superficial, porque se desconocen las verdaderas causas que explican cabalmente los
hechos y, por lo tanto, en ciertos casos, las leyes que los rigen.
Frente a este carácter de depósito o sedimento que singulariza al saber común –que para
el hombre de ciudad está impregnado de nociones científicas y seudocientíficas que han
ido pasando insensiblemente al uso de todos, organizándose espontáneamente en lo que
se suele llamar verdades de sentido común-, el saber científico y filosófico posee un
sentido marcadamente arquitectural, se distribuye en planos jerárquicos. Se puede
sintetizar la diferencia entre ambos géneros de conocimiento diciendo que el saber
científico-filosófico es saber metódico, y el vulgar no lo es. Se satisface con un
conocimiento empírico, asistemático.
b) Científico
El conocimiento científico está representado por la actitud consciente y deliberada del
sujeto por indagar y conocer el mundo que lo circunscribe. Es, por lo tanto, un
conocimiento causal, general y metódico. Sino hay creencia, aunque por causalidad haya
verdad y exista prueba, pero ésta no se halle en poder de quien formula la afirmación, no
podremos hablar de conocimiento. En la actualidad, dice Klimovsky, ninguno de los tres
requisitos se considera apropiado para definir el conocimiento.
Según algunos epistemólogos, lo que resulta característico del conocimiento que brinda
la ciencia es el llamado método científico, un procedimiento que permite obtenerlo y
también, a la vez, justificarlo. Entre los métodos que utiliza el científico se pueden señalar
métodos definitorios, métodos clasificatorios, métodos estadísticos, métodos hipotético-
deductivos, procedimientos de medición y muchos otros, por lo cual al hablar del método
científico es referirse en realidad a un vasto conjunto de tácticas empleadas para construir
el conocimiento. Cuando se habla de ciencia, el epistemólogo citado sugiere hacer ciertas
distinciones. Por ello en lugar de pensar en disciplinas prefiere pensar en «problemas
básicos» que orientan distintas líneas de investigación. Según su objeto y su método-en
cuadrarían en el género próximo de las «ciencias del espíritu» o también llamadas
«ciencias de la cultura», cabe señalar que las mismas estudian el ámbito propiamente
humano de la realidad, el hombre en su peculiaridad y como creador y habitante del
mundo de la cultura y la cultura misma34. Además, si los hechos sociales no pueden
entenderse de la misma manera que cualquier otro hecho, a saber, por la observación, la
conjetura y la argumentación, entonces el estudio de la sociedad nunca podrá llegar a ser
científico y, por lo tanto, tampoco una guía confiable parala política social y la acción
política. Sin embargo, lejos está de ser una herramienta neutral, el derecho tiene muchos
presupuestos filosóficos e ideológicos. Pero más allá de ello, «considerado exclusivamente
como un cuerpo de ideas y entendido de una manera amplia, el derecho es un sistema de
normas, opiniones expertas, precedentes legales y debates sobre el comportamiento
social permisible, prohibido y obligatorio.
Sin embargo, lejos está– dice-de ser un campo aislado, la legislación y la prudencia pueden
considerarse como una rama emergente de la tecnología, en un pie de igualdad con las
ciencias de la administración, y la práctica del derecho como un servicio a la par con la
práctica médica y el asesoramiento en ingeniería. Y también se vale de la filosofía, en
particular de la lógica, la epistemología, la filosofía moral, la filosofía política y, desde
luego, la filosofía legal que está constituido por conceptos, juicios y raciocinios y no por
sensaciones, imágenes, pautas de conducta, etc. Sin duda, el científico percibe, forma
imágenes que esas ideas pueden combinarse de acuerdo con algún conjunto de reglas
lógicas con el fin de producir nuevas ideas que es así no se amontonan caóticamente o,
simplemente, en forma cronológica, sino que se organizan en sistemas de ideas, esto es
en conjuntos ordenados de proposiciones.
Sin perjuicio de lo dicho como carácter general, cabe advertir que no todos los
conocimientos que se tienen por científicos presentan esa certeza absoluta. Al lado de los
conocimientos ciertos, la masa de los probables es enorme. «Ante todo, toda ley inductiva
es meramente probable, por muy elevada que sea su probabilidad. En ciencias como la
geología y la biología, no sólo se admiten conocimientos de cuya verdad no se está
absolutamente seguro, sino que conviven hipótesis o teorías distintas para dar cuenta de
los mismos hechos.
En síntesis, conocimientos científicos son los ciertos y los muy probables. La ciencia nos da
una explicación satisfactoria de la realidad material y espiritual, fundamentada en
rigurosas comprobaciones. «Indagaciones y prueba suelen ir juntas en la metodología
científica, y los métodos de la inducción, por ejemplo, contienen todas las precauciones
imaginables para el rigor y seguridad de los resultados. Tampoco resulta exacto definirlo
como el conjunto de «leyes» que explican las relaciones entre los fenómenos, como
sostenía el positivismo, porque no abarcaría muchas ciencias, como la historia, por
ejemplo, que no formula leyes.
En síntesis, estas definiciones tradicionales y muy corrientes son hoy objetadas por no
abarcar muchas ciencias culturales como la historia, el derecho, etc. Reconocidas hoy con
tal jerarquía. Catenacci expone también que es un conocimiento causal, preocupado tanto
por conocer su objeto de estudio como por dar una explicación de este. Así como por
estructurar métodos adecuados de transmisión de dichos conocimientos. Esto es, inserto
coherentemente en un sistema de verdades relacionadas unas con otras y afirmadas en
un sistema consistente de principios y postulados.
El conocimiento científico, «por más probado y justificado que esté, no es ciencia sino está
organizado metódicamente, sino está sistematizado. La ciencia es un sistema, saber
jerarquizado y ordenado según principios». Como es lógico, cuando se dice «ciencia», o
“la ciencia, así en general, se hace referencia a esa forma peculiar de conocimiento que es
el saber científico, porque en realidad, no hay una, ciencia general, distinta de las ciencias
particulares. El estudio puede ser muy profundo, pero aun así no debe trascender el marco
impuesto por el respectivo objeto, ya que, de pasar tal límite, se estaría incursionando en
el ámbito de otra disciplina.
c) Filosófico
El conocimiento filósofo y científico se caracteriza por la actitud de conocer. Se convierte
en un objetivo de estudio dónde lo problematiza y busca solución con conocimientos de
ciencia propia y crítica, el hombre piensa y trata de llevar un orden de razón al mundo y
a la vida.
El hombre indaga las razones más profundas para conocer el mundo que lo rodea. El
filosofar existe en la vida ordinaria, el objetivo es la interpretación de ciencia en la
humanidad donde muestra al hombre el sentido de su vida.
Podemos mencionar, entre ellas, la forma de concebir la verdad; la certeza del saber;
la determinación del método del conocer.
Pero también hay otro tipo de conocimiento en el cual este mundo se ha traspasado
de alguna manera, un conocimiento que ha superado lo útil y lo inmediato, para
simplemente situarse en la admiración –en el ocio- de las cosas que nos rodean, esto
es, el “mundo del espíritu”
Entre ellos, se destacan: cómo es el conocimiento (descripción); qué es (esencia); cuáles son
sus fuentes(origen); cuáles son sus alcances y límites (posibilidad); cuáles Son las leyes que
rigen este proceso (explicación); el universo con sus cosas y sus hechos, ¿existe con
independencia de que alguien lo conozca?; etcétera. El problema gnoseológico se presenta,
pues, como el problema de los problemas en lo que respecta a cuestiones de validez, verdad
y realidad, pero, dicho está, su solución adecuada todavía no se vislumbra y las teorías se
mantienen aún en la etapa de especulación filosófica.
La gnoseología es una rama de la filosofía que estudia la naturaleza, el origen y el alcance del
conocimiento.”, etcétera, pertenecen a una disciplina filosófica llamada de varios modos:
“teoría del conocimiento”, “crítica del conocimiento”, “gnoseología”, “epistemología”. La
gnoseología n investiga los conocimientos particulares, sino el conocimiento en general,
aunque puede establecer los límites y el fundamento y de otros conocimientos particulares.
Los griegos introdujeron en la literatura filosófica, y con un sentido preciso, los términos
que nos sirven todavía para designar esta disciplina: los vocablos gnosis (“conocimiento”) y
episteme (“saber”, traducido a veces asimismo por “ciencia”)60, aunque con frecuencia los
problemas gnoseológicos eran subordinados a cuestiones “ontológicas”. En modo alguno
quiere decir esto que los filósofos aludidos no trataran el problema del conocimiento con
detalle: no se puede decir que, por ejemplo, los escépticos o San Agustí no dedicaran muchos
esfuerzos a esclarecer la posibilidad (o imposibilidad) del conocimiento y los tipos de
conocimiento. Sin embargo, es plausible sostener que sólo en la época moderna (con varios
autores renacentistas interesados por el método y con Descartes, Malebranche, Leibniz,
Locke, Berkeley, Hume y otros) el problema del conocimiento se convierte a menudo en
problema central-si Dice Ferrater Mora que
el problema -y los problemas- del conocimiento han sido tratados por casi todos los filósofos,
pero la importancia que ha adquirido la teoría del conocimiento como, “disciplina filosófica”
especial es asunto relativamente reciente.
Las cuestiones más salientes, en lo que concierne al “problema del conocimiento”, son
pues las siguientes: la descripción del fenómeno del conocimiento o fenomenología del
conocimiento; la cuestión de la posibilidad del conocimiento; la cuestión del fundamento del
conocimiento; la cuestión de las formas posibles del conocimiento (Ferrater Mora). Pero
todavía no se concebía el estudio del conocimiento como pudiendo dar impulso a una
“disciplina filosófica especial”.
Corrientes de pensamiento:
Realistas: se puede conocer lo real que existe fuera del espíritu, dicen que el hombre es
capaz de conocer con la experiencia la razón.
Para el racionalismo, hay en nuestro conocimiento dos partes: el saber que los sentidos
nos transmiten y que, si bien lo produce de algún modo las cosas al obrar sobre nosotros,
es una versión muy singular de las cosas mismas según la índole de los sentidos, una
traducción de las cosas al lenguaje de nuestra sensibilidad; y el saber racional, capaz de
darnos las cosas mismas si lo ejercemos con las precauciones debidas.
En muchos casos se admite que ambas formas de conocimiento son intuitivas, pero a
veces se establece, o propone, que el conocimiento intuitivo es distinto de todas las demás
formas de conocimiento. Puede hablarse asimismo de conocimiento inmediato,
equivalente a una intuición o aprehensión directa del objeto conocido o cognoscible; y de
un conocimiento mediato, equivalente a una serie de inferencias y razonamientos.
Los universales son ideas, conceptos y enunciados que elabora la mente y que tiene un valor o
validez universal, es decir, que se predican sin excepción de todos los entes que comprende
(por ej., el concepto hombre; todo cuanto se predica de ese concepto –animal racional- se
predica de todo hombre sin excepción).
c) “Falacia naturalista”
Todos ellos cuestionan iusnaturalismo el error lógico que significa deducir un derecho (deber),
de un hecho (ser); es imposible, sostienen, que de premisas que constatan estados de hecho
puedan inferirse premisas normativas que establezcan un deber, trayendo en su apoyo una
conocida afirmación de Pincaré: “si las premisas de un silogismo están ambas en indicativo, la
conclusión estará igualmente en indicativo. Existiría la imposibilidad de pasar del ser al deber
ser, porque sería incomunicables; en otras palabras, de que algo “sea” no podría afirmarse que
“deba ser” y, en tal sentido, de una inclinación natural (como sostenía la escolástica), no
puede deducirse un deber-ser, un deber o ley natural.
a) Ontológica:
Caracterizada porque su interés primordial es el ser el “objeto.”
Platón, Aristóteles, Tomás de Aquino fueron impulsados hacia el saber de la realidad
objetiva de las cosas. La ontología, filosofía fundamentada en el ser y no la conciencia.
b) Subjetivista:
Actitud filosófica orientada hacia el “sujeto” (desconfianza y duda), más no al ser “objeto”.
El problema de la certeza del conocimiento y la necesidad de contar con ideas claras y
distintas es el inaugurado por Descartes en sus meditaciones, elevando el nivel de
principio a someter a duda todo lo que sea susceptible de conocer. El centro de atención
del filosofar ya no es más el mundo, sino el sujeto pensante. Lo radical no es el ser, sino la
conciencia. El ser no es la medida de las cosas. Su lugar es ahora ocupado por el mismo
hombre. La filosofía principal es como llegar a partir de mi conciencia a conocer “el mundo
exterior.
c) Existencialista:
Filosofía presentada en tiempos de crisis, cambios de épocas históricas; Cómo la Edad
Antigua, Media, Moderna y Contemporánea. Los filósofos existencialistas se centraron en
el análisis de la condición humana, la libertad y la responsabilidad, individual, las
emociones, así también como el significado de la vida.
La filosofía existencialista se caracteriza principalmente por sus reacciones contra la
filosofía tradicional; y la tarea de esta, es llamar al ser humano a que se oponga
radicalmente al impulso de huir hacia la inautenticidad de su existencia, diciéndose a favor
de sus propias posibilidades para realizarse a sí mismo.
El conocimiento ínsito dilucidar y que se entiende por* conocer algo y que las condiciones
con necesarias para *conocer*
Saber algo es lo mismo para sostener que ese algo es verdadero, porque la verdad es
condición del conocimiento y conocer es aprender los objetos sus modos y relaciones. Por
eso que la gnoseología se centra en la cuestión de la verdad y ´para ello resulta necesario
abordar y aunque mas no sea brevemente las diferentes nociones de verdad.
a) Crítica” y “criticismo”.
El planteamiento en general de la filosofía es crítico. Crítica no es lo mismo que
«criticismo». La filosofía moderna es cuestionada por su «criticismo», en cuanto
proyecta aislar el pensamiento de toda fuente, vínculo o presupuesto, con la idea
de tomarlo como punto de partida «puro» para reconstruir nuevos
conocimientos. Todo Se trata pues de examinar las condiciones para que nuestra
mente llegue a un conocimiento verdadero, y ver hasta qué punto lo consigue. El
método de la gnoseología es reflexivo por cuanto importa un examen de valor
sobre el conocimiento mediante actos de auto-conocimiento, lo cual no implica
una auto justificación, sino una averiguación ponderada de cómo conocemos la
realidad, con el objeto de clarificar lo que realizamos naturalmente afín de evitar
desviaciones.
Tufo argumenta que es común aceptar la teoría de la correspondencia para mencionar que
las elecciones judiciales tienen que basarse en hechos que estén dedicados a la realidad
para que sean consideradas justas y necesarias desde dicha visión, lo más relevante es que
los hechos tienen que establecerse correctamente sobre la base de pruebas importantes y
pertinentes como condición fundamental para la correcta aplicación de las normas jurídicas.
2) Como coherencia.
3) Como utilidad.
La comprobación fáctica de un evento determinado (por ejemplo, que ahora haga frío)
hace que el mismo sea verdadero.
Sin embargo, se critica a esta concepción porque la simple conformidad con un hecho
sensible no basta dado que es menester reconocer algún elemento inteligible en las
proposiciones (en el ejemplo citado, hay que interpretar el frío como fenómeno
sensible).
5) Como consenso.
Los enunciados según Haber más en el sentido de la teoría consensual de la verdad implican
que no se puede atribuir un predicado a un objeto, si y solo si, cualquier otro que pudiera
entrar en coloquio con el que emite ese enunciado atribuiría el mismo predicado al mismo
objeto. Esta posición podría aplicarse a las verdades que se dirigen a la acción (la “verdad
práctica” no es la adecuación con el ser, sino con el “deber ser”), pero resulta difícil referirla
a las verdades “teóricas”.