La Revolución Mexicana

Entre 1910 y 1917 México vivió momentos de conflicto muy relevantes que
marcaron definitivamente a varias generaciones: se trata de la Revolución
mexicana. La finalidad principal fue evitar que Porfirio Díaz, quien acaparó el poder
durante 35 años, se mantuviera en este por más tiempo. Este malestar general se
expresó de diferentes formas y surgieron grupos armados con distintas
motivaciones, lo que hizo que el conflicto se complejizara mucho más y que, por lo
tanto, se extendiera durante siete años. La acción detonante de la Revolución
mexicana tuvo lugar luego de la victoria electoral de Porfirio Díaz, quien salió
electo presidente de México para el periodo entre 1910 y 1914. Entre los reclamos
que exigían transparencia en los procesos electorales se alzó la voz de Francisco
Madero, quien también fue candidato a la presidencia.
Plan de San Luis
Madero lideró el Plan de San Luis, cuya principal finalidad fue poner sobre la mesa
la importancia de los derechos de los trabajadores, entre otros aspectos de
relevancia para la sociedad mexicana. El plan debía ejecutarse el 20 de noviembre
de 1910, pero algunos participantes fueron descubiertos antes de esta fecha, por
lo que decidieron alzarse en armas con anticipación.
Al lado de Madero lucharon importantes líderes mexicanos, como Pancho Villa,
Pascual Orozco y Emiliano Zapata. Muy pronto la Revolución mexicana rindió
frutos: el 25 de mayo de 1911 Porfirio Díaz renunció a su cargo como presidente.
Madero fue el sucesor de Díaz en la que denominaron la primera elección legal y
democrática de México en 30 años. En el transcurso de la Revolución mexicana
fallecieron más de un millón de hombres y mujeres. Sin embargo, la liberación
política de México fue fundamental para el desarrollo de una sociedad más
igualitaria y evolucionada.