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15/04/20

Educación Artística
Yoemmi Cabrera #04 4toS
Tema: Identidad Latinoamericana y Caribeña.
Identidad Latinoamericana.

El pensamiento evoluciona a partir de una herencia que se inicia antes del nacimiento,
se nutre de cuanto aceptamos como verdadero y cambia con las nuevas creencias
resultantes del trato con los demás, del confrontamiento con situaciones ambientales y
del resultado de nuestras reflexiones. Como resultado, el conocimiento es relevo de
ideas, creencias aceptadas que con el paso del tiempo son corregidas, ratificadas o
rechazadas. El conocimiento parte de algo para luego evolucionar, pero en sus
procesos no actúa solo el individuo, también interviene el grupo social que comunica la
identidad cultural. El individuo puede compartir, rechazar y hasta reformar la cultura,
pero nunca apartarla. La cultura forma parte del individuo como su propia piel,
constituye su identidad cultural. La cultura es parte de él y está sujeta a los mismos
procesos de conocimiento, sólo que los realiza con la lentitud que requiere asimilar los
procesos individuales.

El sentido de identidad lo confiere la cultura del grupo social a que pertenece el


individuo. La cultura también es fuente que satisface el instinto social del individuo.
Ella consta de verdades acordadas por el grupo social, es resultado de vivencias
presentes y pasadas que se comunican a través de diálogos, escritos y legados.

Las culturas, aun habitando regiones naturales idénticas, no son iguales. Su diferencia
la establece el modo como sus individuos resuelven los obstáculos que el ambiente
exterior interpone. Los problemas para el desarrollo social y las formas de solucionarlos
son la base para comparar las culturas. Para poder apreciar y comprender nuestra
propia cultura, es necesario el contacto respetuoso con culturas diferentes. En las
demás culturas podemos encontrar el espejo que nos devuelve nuestra propia imagen
cultural. Cada cultura es comparable con una arboleda que ha echado raíces en un
mismo suelo y que ofrece su variedad y semejanza de árboles, de ramas y de frutos.
Identidad Caribeña.

La identidad caribeña se puede definir como los elementos, características generales o


específicas que identifican a este conjunto de islas como una gran identidad colectiva.
Según Olivero y Pozo la identidad caribeña tiene una gran variedad de contextos. Esto
se puede explicar desde el punto de vista geográfico, histórico y cultural. Estos
conceptos básicos hacen que en el Caribe se compartan un sin numero de costumbres,
tradiciones y culturas.

En el Caribe, desde un aspecto geográfico, se compone de las Antillas Mayores, Antillas


menores y el conjunto de islas que las rodea. Cabe mencionar que se comparte un
mismo clima, teniendo generalmente las mismas temperaturas y siendo partícipes de
los cambios climatológicos que año tras año enfrentan. Comparten un verdoso y
parecido paisaje, lo cual da un ambiente familiar entre islas.

El Caribe se distingue por su similar historia. Somos parte de un gran evento histórico,
en el que nos involucra un gran descubrimiento. Según Olivero y Pozo quienes citan a
Alejo Carpentier diciendo: “Ha sido descubierta América y de repente por una serie de
circunstancias, resulta que nuestra caribe se hace teatro de la primera simbiosis, del
primer encuentro registrado en la historia entre tres razas que como tales no se habían
encontrado nunca: la blanca de Europa, la india de América y la africana.

Una simbiosis monumental de tres razas por su riqueza y sus posibilidades de


aportaciones culturales que habrían de crear una civilización enteramente original.
También nos muestra el efecto y consecuencias que conllevó este proceso. Este
proceso de crear una raza y cultura única y variada a la vez se ha definido por años.
Este mestizaje ha creado un gran arco de similitudes entre las costumbres, tradiciones
y razas compartidas en el caribe.

Según Darcy Riveiro, un determinado conjunto de hechos culturales caracteriza al


grupo de países que surgieron a expensas del mar caribe. Estos hechos se describen
como: un clima tropical con amplios paisajes verdes y temperaturas moderadas, la
fauna compuesta por animales pequeños, el mar rico en recursos marinos, en el cual la
pesca ocupa un lugar destacado. La sociabilidad, el sentido del humor, la pasión por
los juegos, la tremenda asimilación del ritmo, la danza, las fiestas, la inconfundible
música, la religión y la superstición son características que afloran en la mentalidad
común del caribeño.

Origen del Arte Caribeño.

Las raíces de la historia de la pintura en el Caribe poseen un discurso multicultural


pleno. Los colonizadores instalaron y traspasaron estilos pictóricos a los hacedores de
arte del Caribe, mientras otros creadores se construyeron en la coyuntura de la
esclavitud y las relaciones entre mulatos y colonizadores. Hoy día, gran parte de la
temprana producción artística en la región funge como un documento histórico que
permite trazar singulares aspectos de la colectividad y su cultura.

La época precolombina es la primera de las coyunturas en las que nace el arte del
Caribe. En la tierra que hoy es Puerto Rico, fueron los habitantes aborígenes de la isla
quienes plasmaron pinturas rupestres en lugares como la isla de Mona y el pueblo de
Morovis, según declara el historiador Osiris Delgado. Otro contexto en el arte de Puerto
Rico es, por supuesto, el arte que germina de la colonización española, a partir del
siglo XVI. Lugo Ferrer expone, por ejemplo, que un dibujo al carbón en una pared del
castillo de San Felipe de El Morro data, de acuerdo con Delgado, antes del año 1585.
En Curazao y Bonaire, las pinturas rupestres también sirven como recuerdo de los
inicios artísticos, al igual que en varias partes del mundo como el Caribe y América
Latina. Las artes en las mencionadas islas holandesas ─descubiertas entre los siglos
XIX y XX─ presentan imágenes ornamentales del firmamento, mientras que en Aruba
quedan plasmados cuerpos humanos y animales en dibujos asociados con una
finalidad de ritual.

Como cualquier conversación sobre el Caribe, la colonización es pieza clave para


entender los procesos sociales, económicos, políticos y culturales de dicha región. El
surgimiento de la pintura en los países caribeños estuvo ligado a los viajes y las
estadías de artistas de las metrópolis en el Caribe, como aquellos provenientes de
Inglaterra que se asentaron en Jamaica a partir del siglo XVIII. Como era de
esperarse, el arte de ese momento en el Caribe fue una imitación de las corrientes
artísticas europeas ─retratos y paisajes─ del siglo XVIII y XIX.

Rodríguez Morey señala que estos artistas tuvieron como denominador común una
expresión pictórica primordialmente religiosa. En Cuba, amplía Rodríguez Morey, las
comunidades religiosas (franciscanos y dominicos) incentivaron dicho desenvolvimiento
a partir de los siglos XVII y XVIII.

Historia del Arte Caribeño.

Aunque la mayoría de los aficionados al arte moderno están familiarizados con


leyendas como Jean-Michel Basquiat y Frida Kahlo, el arte caribeño y latinoamericano
tiene una rica historia que data de casi 4000 años.

Mucho antes de que Colón emprendiera el camino hacia el Nuevo Mundo y


"descubriera" tierras colonizadas durante siglos, culturas como los aztecas, los incas y
los taínos elaboraban obras de arte, joyas y arquitectura latinoamericanas magistrales
que rivalizaban con todo lo que sus homólogos griegos y romanos.

Durante el período Clásico (200-900 d.C), los mayas se convirtieron en la cultura más


destacada, con arte centrado principalmente en la agricultura y la fertilidad que incluía
glifos, escritura jeroglífica, esculturas y murales, así como logros arquitectónicos como
la pirámide de Chichén Itzá .

En el siglo XII, las culturas como los toltecas (conocidas por sus columnas
independientes), los mixtecos (murales caracterizados por diseños geométricos) y
los aztecas (esculturas de piedra y cráneos elaboradamente decorados) habían
cobrado importancia.

Durante el siglo XVIII, la pintura al óleo era el medio utilizado por los artistas de la
época para representar sus narrativas. Una de estas trataba el tema de la esclavitud
negra, la que fue contada e interpretada a través de la mano y la mirada particular de
un amplio espectro de artistas antillanos. La producción artística caribeña habría de
tener como rúbrica, a través del tiempo, una paleta intensa de color derivada de la
naturaleza, anclada ésta en la vida de los pueblos y de la urbanidad.

El Inca se especializó en textiles de diseño intrincado, cerámica, piedra y


especialmente esculturas hechas de oro (que se equiparaba con su dios del sol, Inti).

En el Caribe, las islas de las Antillas Mayores estaban salpicadas de comunidades de


indios taínos, cuyas formas expresivas de escultura, tejido, cerámica y joyería
continúan influyendo en la cultura local actual. las Antillas Mayores estaban salpicadas
de comunidades de indios taínos, cuyas formas expresivas de escultura, tejido,
cerámica y joyería continúan influyendo en la cultura local actual.295 x 400 ·
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Características del Arte Caribeño.

El arte caribeño se caracteriza por sus colores brillantes, el estilo naif, y un agudo
sentido del humor. Los principales objetos que se perciben en sus obras son las
grandes frutas deliciosas, los paisajes exuberantes, las montañas y bahías de la costa,
la vida cotidiana de las mujeres en los mercados. Caracterizado por representar las
formas humanas de manera abstractas, fuertemente influenciada por el simbolismo del
Vudú.

El arte caribeño, el cual responde a la idiosincrasia única de esta región, se caracteriza


muy particularmente por el color, la línea y la forma. A su vez, responde a lo fácil, lo
fluido y al estar libre de interferencias, refleja, como denominador común, a este
conjunto de pueblos. Son las mismas cualidades que constituyen la médula de sus
fundamentos principales y que permiten una cierta libertad imaginativa e interpretativa
por parte del espectador.

Por otra parte, las influencias que proceden de la política, la sociedad, la religión y la
economía hacen que este arte sea muy técnico, precisamente como consecuencia de
las vivencias históricas en el Caribe. Estas influencias, desde la colonización hasta el
presente, han marcado y dejado una huella indeleble, participando cada una de ellas
en la identidad cultural de cada país.

El color y la forma desempeñan un papel clave en la expresividad de la obra artística.


El arte caribeño se expresa a través de sus gamas de colores brillantes, líneas
grotescas y delicadas y formas extrovertidas y sutiles formando un arte dinámico que
se identifica con su procedencia geográfica.

Pintura. Es por esto que cada país puede identificar sus costumbres y valores
emblemáticos en la pintura, y viceversa. Individual y colectivamente los caribeños
pueden encontrarse, como si se mirasen ante un espejo, en las muestras pictóricas
producidas por los artistas caribeños.

El Caribe es, en definitiva, uno lleno de color vivo e intenso, de esencia alegre y de
costumbres similares que llevan a sus artistas a crear tendencias y, con ellas, a
enfrentar desafíos nuevos. No importa la época vivida, la pintura caribeña lleva, desde
sus primeros artistas hasta el presente, un distinguido movimiento de ricas variantes;
por lo que el perfil caribeño es uno de líneas inalcanzables en tanto inimitables.

Pintores Latinoamericanos.
Fernando Botero (Colombia, 1932):

Fernando Botero Angulo es un pintor, escultor y dibujante colombiano, domiciliado


en Pietrasanta (Italia), París, Mónaco y Nueva York.

Botero nació el 19 de abril de 1932 en Medellín, en el seno de la familia conformada


por David Botero, Flora Angulo y su hermano cuatro años mayor, Juan David. En 1936
nace su hermano menor, Rodrigo, y fallece su padre.

A partir de 1938 realiza estudios de primaria en el Ateneo Antioqueño y el bachillerato


en la Bolivariana.

Realizó ilustraciones para un periódico local (El Colombiano), con lo que financiaba sus
estudios, redactó un artículo sobre Picasso, lo que le acarreó la expulsión del Colegio
Bolivariana, plantel en el que estudiaba, ya que sus dibujos fueron considerados como
obscenos, y debió culminar sus estudios en el Liceo de la Universidad de Antioquia.
Itinera entre sus afamados estudios de esculturas de Pietra Santa, Italia y los de
pintura en París (Francia), Nueva York (Estados Unidos de América) y de Montecarlo
(Principado de Mónaco); así mismo, dedica tiempo al dibujo algunos días del año en
Zihuatanejo, México y Rionegro, en Colombia.

Estilo y técnicas.

Las creaciones artísticas de su autoría llevan impresa una sui generis e irreverente
interpretación del estilo figurativo, denominado por algunos como «boterismo», el cual
impregna de una identidad inconfundible a las iconográficas obras, reconocibles no
sólo por la crítica especializada, sino también por el gran público, incluyendo niños y
adultos por igual, constituyéndose en una de las principales manifestaciones del arte
contemporáneo a nivel global.
Este pintor figurativo es famoso por distorsionar las formas hacia una gordura
extrema. Sus pinturas y esculturas son fáciles de identificar. Es uno de los artistas
latinoamericanos vivos más cotizados hoy en día.

Diego Rivera (México, 1886- 1957):

Diego Rivera fue un destacado muralista mexicano de ideología comunista, famoso


por plasmar obras de alto contenido político y social en edificios públicos. La obra de
Diego y de su esposa, la pintora Frida Kahlo, se influyeron mutuamente. Fue creador
de diversos murales en distintos puntos del ahora llamado Centro Histórico de la
Ciudad de México, así como en la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo,4 y en
otras ciudades mexicanas (Cuernavaca y Acapulco), norteamericanas y sudamericanas
(Buenos Aires, San Francisco, Detroit y Nueva York).

En contra de los deseos de su padre, que prefería que ingresase en el Colegio Militar, a
partir de 1896 comenzó a tomar clases nocturnas en la Academia de San Carlos de la
capital mexicana, donde conoció al célebre paisajista José María Velasco. En 1905,
recibió una pensión del Secretario de Educación, Justo Sierra, y en 1907, otra del
entonces gobernador de Veracruz, Teodoro A. Dehesa Méndez, que le permitieron
viajar a España a hacer estudios de obras como las de Goya, El Greco y Brueghel e
ingresar en el taller de Eduardo Chicharro, uno de los retratistas más sobresalientes en
Madrid.

A partir de entonces y hasta mediados de 1916, alternó su residencia entre México,


Ecuador, Bolivia, Argentina, España y Francia, país este último en el cual tuvo los
primeros contactos con los artistas de Montparnasse. Tuvo acercamientos con Alfonso
Reyes Ochoa, Pablo Picasso y Ramón María del Valle-Inclán y, en general, con aquellos
que participaron en las nuevas corrientes de Europa, como el cubismo, en el que
también Diego se vio envuelto. Ese mismo año, en París, nació su primer hijo, llamado
Diego, fruto de su unión con Angelina Beloff que, sin embargo, murió al año siguiente.
En 1917, influido por las pinturas de Paul Cézanne, se introdujo en el
postimpresionismo, y logró captar la atención con sus acabados y vivos colores, a
diferencia de otros muralistas mexicanos que aún no cobraban popularidad.

Hacia 1920, y gracias al entonces embajador de México en Francia, Alberto J. Pani,


Rivera abandonó el país, y también a Angelina Beloff, y emprendió un viaje a Italia,
donde comenzó el estudio del arte renacentista. En 1921, Rivera regresó a México,
donde participó en el renacimiento de la pintura mural, iniciado por otros artistas y
patrocinado por el gobierno en las campañas emprendidas por Vasconcelos y en las
cuales participó al lado de los muralistas mexicanos José Clemente Orozco, David
Alfaro Siqueiros y Rufino Tamayo, así como el artista francés Jean Charlot.

Frida Kahlo (México, 1907- 1954):

Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón fue una pintora mexicana.2 Su vida estuvo
marcada por el infortunio de contraer poliomielitis y después por un grave accidente en
su juventud que la mantuvo postrada en cama durante largos periodos, llegando a
someterse hasta a 32 operaciones quirúrgicas.3 Llevó una vida poco convencional.3 Su
obra pictórica gira temáticamente en torno a su biografía y a su propio sufrimiento.
Fue autora de 150 obras, principalmente autorretratos, en los que proyectó sus
dificultades por sobrevivir. La obra de Frida y la de su marido, el pintor Diego Rivera,
se influyeron mutuamente. Ambos compartieron el gusto por el arte popular mexicano
de raíces indígenas, inspirando a otros pintores mexicanos del periodo
posrevolucionario.

En 1939 expuso sus pinturas en Francia gracias a una invitación de André Breton,
quien intentó convencerla de que eran «surrealistas», aunque Kahlo decía que esta
tendencia no correspondía con su arte ya que ella no pintaba sueños sino su propia
vida. Una de las obras de esta exposición (Autorretrato-El marco, que actualmente se
encuentra en el Centro Pompidou) se convirtió en el primer cuadro de un artista
mexicano adquirido por el Museo del Louvre. Hasta entonces, Frida Kahlo había
pintado solo privadamente y a ella misma le costó admitir que su obra pudiese tener
un interés general. Aunque gozó de la admiración de destacados pintores e
intelectuales de su época como Pablo Picasso, Vasili Kandinsky, André Breton o Marcel
Duchamp, su obra alcanzó fama y verdadero reconocimiento internacional después de
su muerte, especialmente a finales de los años de 1980 y principios de 1990 por
coleccionistas como la cantante Madonna.

La vida de Frida estuvo marcada desde muy temprana edad por el sufrimiento físico y
las enfermedades que padeció. El primero de estos infortunios consistió en una
poliomielitis que contrajo en 1913, dando inicio a una serie de sucesivas
enfermedades, lesiones diversas, accidentes y operaciones. Esta primera enfermedad
la obligó a permanecer nueve meses en cama y le dejó una secuela permanente: la
pierna derecha mucho más delgada que la izquierda. Animada por su padre y como
parte de su rehabilitación, Frida practicó diversos deportes, algunos poco usuales en la
sociedad mexicana de su época para una niña, como fútbol o boxeo.

Wilfredo Lam (Cuba, 1902- 1982):

Wifredo Lam nació el 8 de diciembre de 1902 en Sagua la Grande, Cuba. Es el octavo


hijo de Lam-Yam, nacido en Cantón hacia 1820, y emigrado hacia las Américas en
1860, y de Ana Serafina Castilla, nacida en 1862 en Cuba y descendiente mestiza de
familias originarias de África y España.

En 1936, al visitar una exposición de Pablo Picasso se sintió fuertemente atraído hacia
él, tanto artística como políticamente. En 1936, ayudado por su amigo Faustino
Cordón, se une como voluntario al ejército republicano en su lucha contra las tropas
golpistas de Franco. Dibuja carteles antifascistas y es encargado de la dirección de una
fábrica de municiones. La violencia de los combates inspira su gran tela titulada La
Guerra Civil.

En 1938, se fue a vivir a París, donde el propio Picasso lo tomó bajo su tutela y
alimentó su interés por el arte africano y máscaras primitivas. En ese mismo año, viajó
a México donde permaneció con Frida Kahlo y Diego Rivera. La variada herencia
multicultural de Lam así como su relación con la santería, se manifiesta extensamente
en la obra del artista.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Lam vivió la mayor parte del tiempo en el Caribe,
junto con Claude Lévi-Strauss, André Masson y André Breton, cuyo poema Fata
Morgana, Lam ilustró en 1940. En 1941, regresó a la Habana donde fue fuertemente
influenciado por las teorías de Carl Jung. A finales de 1942, comenzó su importante
obra "La Jungla" (1943). Lam desarrolló un estilo propio en el que combinaba el
surrealismo y el cubismo con el espíritu y formas del Caribe.

Recibió numerosos premios y reconocimientos. Su obras se encuentran en los


principales museos del mundo. Se han subastado obras de Lam en todas las subastas
de arte latinoamericano de prestigio mundial, alcanzando también los precios más
altos. Lam murió en París el 11 de septiembre de 1982. Está enterrado en su ciudad
natal.

Antonio Berni (Argentina, 1905- 1981):

blogs
Antonio Berni fue un pintor, grabador y muralista argentino.12Algunos de sus
personajes más notables son Juanito Laguna y Ramona Montiel, representantes de los
sectores más bajos y olvidados del país. Fue nombrado miembro de la Academia
Nacional de Bellas Artes.3

Antonio nació en Rosario, provincia de Santa Fe, el 14 de mayo de 1905. Su padre,


Napoleón Berni, era un sastre nacido en Italia y fue uno de los tantos inmigrantes
europeos que se instalaron en la ciudad durante esos años. Su madre, Margarita Picco,
era argentina hija de inmigrantes italianos radicados en Roldán.

En 1921, ingresó como aprendiz en el taller de vitrales Buxadera y Cía, donde recibió la
enseñanza de su fundador, N. Bruxadera, un artesano catalán. Poco tiempo estuvo en
este taller ya que entre 1914 y 1915 su padre volvió a Italia, y Berni fue enviado a la
casa de sus abuelos en Roldán. A pesar de que Antonio se alojó poco tiempo allí,
estudió pintura en el Centre Catalá de Rosario con los maestros Eugenio Fornells y
Enrique Arian.

En 1920, a los 15 años, expuso sus cuadros por primera vez en el Salón «Mari». La
muestra constó de 17 óleos (paisajes suburbanos y estudio de flores). Expuso
nuevamente en 1923, pero esta vez en la Galería Witcomb de Buenos Aires. Ya por ese
entonces recibía los halagos de los críticos en varios artículos publicados el 4 de
noviembre de 1923 en los diarios La Nación y La Prensa. Sus primeros cuadros
respondieron al impresionismo y al paisajismo.

En 1925, consiguió una beca otorgada por el Jockey Club de Rosario para estudiar en
Europa y en noviembre de ese año llegó a Madrid. En febrero de 1926, el Salón de
Madrid expuso Puerta cerrada, un paisaje madrileño que llamó la atención. Más tarde
pintó otros temas españoles, Toledo y el religioso (1928) y El Torero calvo (1928).

En París asistió a los cursos de los pintores franceses André Lhote y Othon Friesz, en la
Academia libre de la calle Grande Chaumiere. Y aunque estudió solo unos meses allí,
su influencia se dejó sentir en una serie de desnudos figurativos.

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