DISTRITO HISTÓRICO-ARQUEOLÓGICO

ÁREA GEOGRÁFICA ESPECIAL DENOMINADA CON HALLAZGOS

HISTÓRICOS ESTRUCTURALES Y ARQUEOLÓGICOS UBICADA EN LOS
TERRENOS DE MEDIO MUNDO Y DAGUAO
AL INTERIOR DE LA ANTIGUA BASE NAVAL "ROOSEVELT ROADS"

PLAN DE MANEJO
Para la Gestión, Protección y Conservación de los
Recursos Patrimoniales Histórico-Arqueológicos

UNA APORTACIÓN DE LA

FUNDACIÓN PARA LA PROTECCIÓN DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO, INC.

Edición parcial preliminar de cortesía

en reacción al Borrador del Plan de Manejo del Área natural protegida
Medio Mundo y Daguao, del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico

Autora:

Maritza Torres Martinez, Arqueóloga

Julio 2013

Este documento formará parte del Plan de Manejo del Área Natural Protegida de Medio Mundo y Daguao en
los terrenos de la antigua base naval de "Roosevelt Roads" en los pueblos de Ceiba y Naguabo, Puerto Rico.
 Fundación para la Protección del Patrimonio Arqueológico

Tabla de contenido página

1. Introducción al compromiso con los recursos arqueológicos 3

2. Justificación y necesidad 8

3. Lugares arqueológicos identificados versus la necesidad 11

4. Objetivos del plan 13

5. Planificación administrativa estructurada y estratégica 14

6. Organización, dirección y control 17

7. Implantación y ejecución estratégica por un Fideicomiso o Fundación 19

8. Política pública cultural aplicable a protección y conservación 27

9. Conclusiones y Recomendaciones 31

10. Referencias bibliográficas 34

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1. Introducción al compromiso con los recursos arqueológicos

El arqueólogo es un especialista que estudia las sociedades pasadas a través de los
artefactos y ecofactos dejados por éstas. Utiliza herramientas de la biología, geología,
ecología, sociología y antropología, entre otras ciencias ambientales y sociales. Es un
científico interdisciplinario que alcanza todo el ambiente natural del ecosistema y sus
efectos en las culturas que nos precedieron.1 Según el Plan Maestro, los terrenos
comprendidos por el área natural protegida de Medio Mundo y Daguao, han sido calificados
como Preservación de Recursos por el Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico. Se
contempla además, la interconexión física de algunas parcelas aisladas. Las clasificaciones
de conservación y las zonas de amortiguamiento y conectividad, crean nuevas áreas
pendientes de evaluar junto a las áreas protegidas y no protegidas. Esto ha sido evaluado
y preparado desde el punto de vista de ecología y conservación ambiental. Ahora bien, ante
la gran cantidad de yacimientos arqueológicos detectados en los terrenos de la antigua
base naval de "Roosevelt Roads", según los estudios realizados por la marina y
conservados en los archivos de la Oficina Estatal de Conservación Histórica y su alta
probabilidad de continuar apareciendo, es evidente la necesidad de buscar estrategias que
ayuden a garantizar las tareas de proteger, conservar, custodiar y liberar las áreas
rescatadas, estrategias que no se han presentado. Es imperativo y muy importante que se
reconozca y se cree conciencia sobre la situación en que queda toda el área, desde el
punto de vista de la arqueología ambiental.

El Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico (FCPR) y el Departamento de

Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), entraron en un acuerdo Bonafide,2 según
explica su Plan de Manejo, con el propósito de colaborar y compartir responsabilidades en
el cuido, protección y manejo de los recursos naturales, históricos y arqueológicos
existentes en los terrenos de la antigua base naval. Sin embargo, nos preguntamos lo
siguiente: ¿Cómo el DRNA y el FCPR pueden formalizar este acuerdo comprometiéndose a

1
M.T.M. Jul/2013
2
Acuerdo del 5 de marzo de 2007.
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compartir responsabilidades en el cuido, protección y manejo de los recursos históricos y

arqueológicos existentes en los terrenos, cuando ninguna de las dos entidades posee los
arqueólogos, ni la infraestructura necesaria para cumplir ese compromiso? Además,
¿cómo puede el DRNA hacer acuerdos con la ley de otra agencia? El DRNA custodia la ley
111 para proteger cuevas, cavernas y sumideros, pero no posee la ley 112 del Consejo de
Arqueología Terrestre (CAT), adscrito al Instituto de Cultura Puertorriqueña, para la
protección a los recursos arqueológicos terrestres, que son los que nos interesa a todos, en
este caso. Por otro lado, tampoco se ha tomado en cuenta la Ordenanza municipal No. 4,
de la jurisdicción del Municipio de Ceiba, que establece la política pública sobre los
yacimientos arqueológicos históricos, incluyendo los de la antigua base naval "Roosevelt
Roads."

La Fundación para la Protección del Patrimonio Arqueológico ha auscultado y

evaluado minuciosamente, la determinación del acuerdo anterior, junto a consulta colectiva
con otras organizaciones arqueológicas y culturales, entre ellas una de las que ha realizado
estudios en el área. Tomamos como base los estudios realizados lo cual ha sido
sorprendente la inmensa cantidad de recursos con yacimientos arqueológicos identificados,
que deben albergar las evidencias correspondientes, como osamentas humanas, artefactos,
ecofactos y arte rupestre, que son íconos de las pasadas culturas, lo cual comprende
nuestro patrimonio nacional.

Hasta el momento, con las investigaciones realizadas detalladas en apéndice, se ha

identificado un total de 34 yacimientos arqueológicos, de los cuales 27 se detectaron entre
los años 1994-1996, entiéndase en sólo 2 años, mediante un estudio efectuado por la
marina, en alrededor del 25 % de los terrenos que comprenden toda la antigua base. Entre
los años 2004-2005, fueron identificados los otros 7 recursos arqueológicos restantes,
dentro de un radio de 79 acres, con un potencial entre moderado a alto, de encontrar más
recursos en yacimientos arqueológicos, según sus autores. Ahora bien, de todos los
detectados hasta el momento, según las investigaciones, 22 son elegibles y 3
potencialmente elegibles, es decir 25 elegibles de un total de 34, entiéndase que sólo una
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minoría de 8 recursos con yacimientos arqueológicos, fueron dejados fuera de la

nominación, pero que siguen estando presentes. Así que 25 cualifican para el Registro
Nacional de Lugares Históricos, según los informes redactados. Por otro lado, existe un alto
porcentaje que quedó sin evaluar. A pesar de que se ha cumplido con el requisito de un
MOA3 de identificar recursos arqueológicos, según el 36 CFR, parte 800.4(a) hasta la (c),
esto no significa que se hayan quedado sitios con yacimientos arqueológicos de suma
importancia sin identificar. Es importante destacar aquí, que todos estos sitios
arqueológicos se encuentran con todos sus recursos "in situs" bajo los terrenos de la
antigua base.

El Boletín No. 15 del Registro Nacional del Departamento del Interior de los Estados
Unidos, nos orienta sobre cómo definir categorías de propiedades históricas. Refiere como
Distrito el área que cuenta con una significativa concentración, vinculación o continuidad de
lugares, edificios, estructuras u objetos unidos históricamente o estéticamente por el
desarrollo físico. El distrito tiene su importancia por ser una entidad unificada, incluso
cuando se compone de una amplia variedad e interrelación de recursos que puede
transmitir una impresión visual del entorno histórico general. También, puede reflejar
actividades de propiedades funcionalmente relacionadas, como por ejemplo, un área que
incluye elementos residenciales e industriales, comerciales, sitios, estructuras o los objetos,
es decir, un conjunto de sitios arqueológicos relacionados.

Como resultado de lo anteriormente expuesto y de las investigaciones arqueológicas

realizadas, hemos observado y analizado que toda el área al interior de la antigua base
naval "Roosevelt Roads" ha sido identificada como un área geográfica arqueológica
especial, como un Distrito Histórico-Arqueológico. El mismo posee un alto grado de
probabilidades de continuar aflorando o descubriendo recursos arqueológicos, ya que el
área se prestaba para conexión inmediata con los aborígenes provenientes de las

3
"Memorandum of Agreement" con fecha del 23 de enero de 2007.
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pequeñas islas. La gran cantidad de recursos arqueológicos que han surgido, es la mejor
manifestación de una evidencia contundente.

El Plan de Manejo del Fideicomiso, presenta una situación de responsabilidad

compartida. El Plan del FCPR señala que el DRNA establece la política pública, está
llamado por ley a establecer aquellos mecanismos que redunden en el manejo y la
administración más eficaz de estas áreas. Por otro lado, también menciona al Fideicomiso
como una entidad privada, establecida en 1970, dedicada a proteger y enaltecer los
recursos. Su misión es proteger tierras de valor ecológico, histórico y cultural,
conservándolas a perpetuidad para el beneficio de todos los puertorriqueños.

La visión del Plan de Manejo del FCPR, es, según cita su documento: "lograr la
protección de los procesos ecológicos y de los recursos naturales y arqueológicos
excepcionales del ANPMMD4 y sus ecosistemas adyacentes para perpetuar sus valores y
funciones naturales para el beneficio y disfrute de la ciudadanía en general, en especial los
residentes de los municipios de Ceiba y Naguabo." Al examinar la visión del documento,
hemos detectado que la composición administrativa del FCPR carece de un cuerpo
arqueológico especializado que le permita cumplir a cabalidad con su visión de lograr
proteger y gestionar el manejo adecuado de los recursos arqueológicos. Cuando
examinamos las metas de dicho documento, encontramos que van dirigidas hacia mejorar
las actividades utilizando el verbo como principal protagonista, pero no basta con
proponerse y decir que van a promover, proteger, conservar, mejorar, asegurar, identificar,
fomentar, estimular, incrementar el conocimiento. Hay que identificar la metodología y
estrategias a seguir para lograr esas metas.

Tomando como base, el compromiso de seriedad que el Fideicomiso de

Conservación ha hecho con Puerto Rico y con las comunidades de Ceiba y Naguabo,
exponemos este Plan de Manejo a los Recursos Arqueológicos, junto a las estrategias que
necesitan para lograr las metas propuestas. El mismo, también va dirigido a cualquier otra
4
Áreas Naturales Protegidas de Medio Mundo y Daguao.
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entidad que adquiera la responsabilidad de proteger, conservar y/o rescatar los recursos
arqueológicos que se encuentran en el área especial identificada.

1.1 Este Plan de Manejo para los recursos culturales arqueológicos naturales, históricos y
prehistóricos, se confeccionó para que todos los ocupantes de los terrenos de la antigua
base Roosevelt Roads, incluyendo al Fideicomiso de Conservación y su nueva unidad Para
la Naturaleza, cuenten con una guía a seguir, al momento de explorar o investigar, planificar
diseñar, construir, remodelar, restaurar e intervenir en algún tipo de actividad en edificios o
que conlleve movimiento de terrenos dentro de toda la propiedad. Para los efectos de este
Plan, todos los terrenos de la antigua base, son considerados áreas protegidas dentro de
unas zonas protegidas, debido a la alta existencia y sensitividad a los hallazgos de
asentamientos humanos de culturas pasadas, que son los recursos de valor patrimonial.

1.2 Este Plan se ha fundamentado en los más altos estándares de política pública cultural
aplicable y formará parte complementaria, esencial e indispensable del Plan de Manejo de
los Recursos Ambientales del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico, así como de
cada nuevo integrante que ocupará un espacio en el gran complejo de esta propiedad. Es
una guía fundamental que les da a conocer las herramientas por las que serán evaluados.

1.3 Todos los integrantes que pasan a ocupar la propiedad, en su interés por proteger,
conservar y salvaguardar los recursos arqueológicos conocidos y por conocer en las
diversas áreas de la zona protegida, se acogen al Plan para el Manejo de los Recursos
Culturales (MRC), no sólo con el objetivo de cumplir con las leyes estatales y federales, sino
con el objetivo de adquirir un compromiso de cooperación colectiva para proteger y
conservar las áreas naturales y culturales potenciales dentro de las zonas.

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2. Justificación y necesidad

2.1 La gran cantidad de lugares arqueológicos encontrados en los terrenos de la antigua

base, a través de estudios investigativos realizados con una mínima intervención, ha
resultado tan sorprendente, que es sólo una muestra de la riqueza arqueológica que se
encuentra en esa localidad. Los estudios realizados han dejado recursos sin tocar y es un
porcentaje, demasiado alto como para pasar desapercibido por algunos. Los pronósticos
de los especialistas en arqueología nos previenen y nos dan conocimiento sobre los lugares
con asentamientos humanos de pasadas culturas, que van en aumento en todo el área
geográfica, actualmente en cuestionamiento. Esta información es tan valiosa, que de por sí
justifica la implantación urgente de un Plan de Manejo para gestión, protección y
conservación de estos recursos, que constituyen una de las riquezas naturales de
importancia única, que posee este lugar. Categoriza sus áreas conocidas y por conocer en
zonas a ser unas protegidas, otras conservadas y algunas, en zonas de rescate de los
recursos arqueológicos para dar paso a nuevas construcciones y áreas turísticas. Este
trabajo estará delegado a las agencias gubernamentales, especialistas de protección y
conservación y por último, lo más importante, las comunidades de Ceiba y Naguabo que
son los protagonistas principales y pioneros en la misión de los pueblos de proteger sus
recursos arqueológicos, como lo que son, los tesoros de los pueblos de la humanidad.

2.2 Esta situación crea la necesidad de una entidad privada o pública, oficina o
departamento con la infraestructura necesaria para atender la responsabilidad legal que
tiene el Estado Libre Asociado de Puerto Rico para con sus recursos arqueológicos dentro
de los terrenos de la antigua base, ya que el mismo está expuesto a vandalismo constante,
saqueos y perturbación de maquinaria pesada que puede impactar las áreas protegidas y
las naturales no protegidas, al igual que los recursos arqueológicos dentro de las diversas
zonas. De acuerdo a la entidad u oficina, será necesario legislar, para formalizar sus
funciones y la responsabilidad de los ocupantes al interior de los predios con esta oficina,
leyes y reglamentos del Gobierno de Puerto Rico, que protegen los recursos arqueológicos.

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Las áreas protegidas naturales presentan una situación de alta presencia y multiplicidad de
yacimientos arqueológicos que van apareciendo en aumento en los sectores parcialmente
evaluados de forma directa, y que incluye también a los parcialmente evaluados de forma
indirecta. Esto crea una situación inevitable, que provoca la urgencia de implantar un plan
con las medidas preventivas y correctivas necesarias para estar preparados ante la
aparición de más lugares con asentamientos humanos de las pasadas culturas. Además de
cumplir con las leyes estatales y federales, aplicables a la metodología científica para
manejar adecuadamente estos recursos, la existencia de un plan arqueológico servirá como
instrumento indispensable para justificar la necesidad de recursos económicos estatales o
federales y rendir cuentas sobre el uso responsable de los mismos.

2.3 Con la transferencia de estos terrenos a Puerto Rico, se hace notable su encanto, su
gran extensión territorial, su majestuosa naturaleza nativa y riqueza en tesoros
arqueológicos únicos. Esto lo convierte en un Área Geográfica Especial dotada de muchos
atractivos dignos de un manejo adecuado y bien pensado. Amerita la compleja necesidad
de ser atendido como tal, con especial atención, cuidados y con la importancia turística que
tiene, junto a la inmensa perspectiva de movilizar el área este de la isla hacia un desarrollo
económico próspero, bien planificado y maniobrado.

2.4 Es necesario un organismo que pueda convocar y unir a todos los sectores que de una
forma u otra tendrán inherencia o algún tipo de participación dentro de las diversas zonas
del Área Geográfica Arqueológica completa, para formar una gran Alianza, con la
participación de representantes de las comunidades activas internas y externas de los
pueblos de Ceiba y Naguabo. Este organismo gubernamental debe ser uno compartido,
para que las promesas, acuerdos y negociaciones no se vean afectadas por la multiplicidad
de esfuerzos y palabras empeñadas por unos y no cumplidas por otros. Tendrá la
responsabilidad de unir a otras entidades y participantes, a especialistas de diversas
profesiones de interés para formar una sola voz que trabaje a favor del buen manejo y
cuidado en lo siguiente:

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2.4.1 Servir de facilitador y mantener la unidad de palabra empeñada y cumplida

entre los sectores que se unen para mejorar la calidad del servicio en el sector.

2.4.2 Gestionar el compromiso del sector desarrollista económico con la importancia

que tienen las alternativas de vía verde, la realización de los estudios arqueológicos
correspondientes junto a todo el proceso de permisos para las áreas naturales y de
valor histórico, antes de remover terreno y desarrollar su proyecto, para que
cumpla con tener los permisos que lo cualifiquen.

2.4.3 Planificación estratégica en el desarrollo turístico de áreas protegidas y

hallazgos arqueológicos manejados por los peritos en conservación y arqueología del
DRNA y el FCPR, y su nueva división Para la Naturaleza, así como de otras
entidades que se unen en el mismo esfuerzo, con los especialistas de cada entidad
que establecerán el manejo arqueológico adecuado para estas áreas.

2.4.4 Es urgente y necesario formar un cuerpo arqueológico asesor preparado que

funcionará como facilitador para agilizar, dar seguimiento y orientar adecuadamente
a las entidades y desarrollistas de negocios que vienen a construir sus proyectos a
este sector, y guiarlos en el cumplimiento de leyes y reglamentos estatales y
federales que regulan el desarrollo y actividad de movimiento de terrenos en Puerto
Rico. Esto será de gran ayuda para agilizar el desarrollo de comerciantes locales
que desconocen los procesos, y en especial a los extranjeros.

2.4.5 Planificación estratégica armonizada con la gerencia de proyectos relacionados

entre sí, dentro de las zonas turísticas. Es decir, por ejemplo, no permitir la
construcción de un vertedero o cementerio que afectará el atractivo turístico,
depreciará el valor de las propiedades y desmoralizará el Área Geográfica
Arqueológica y sus zonas de interés histórico. Éstos pueden ser construidos fuera
de esta área y las zonas turísticas, que se estarán constantemente visitando.

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2.4.6 Planificación estratégica en el desarrollo turístico del área, tomando en

consideración la existencia del Depositario Arqueológico Nacional, ya diseñado y
actualmente en planificación para el área al interior de la antigua base naval
"Roosevelt Roads." El mismo proveerá actividades para el público en general.
Pondrá a disposición de los visitantes, un gran complejo de museos con salas de
exhibiciones diversas. Estará preparado para recibir los recursos arqueológicos
provenientes de distintos pueblos e islas. Proveerá servicios como depositario a islas
vecinas y países que lo necesiten y soliciten, según sus necesidades. Éste llegará
muy adecuado y armonizado con el turismo en general y con la necesidad de
albergar y proteger los tesoros arqueológicos, teniendo en cuenta que el Gobierno de
Puerto Rico carece de un depositario nacional de tal magnitud e importancia para
nuestras islas, así como para los países que necesiten los servicios de éste.

3. Lugares arqueológicos identificados versus la necesidad

3.1 Es importante señalar, que la ciencia arqueológica no sólo estudia la prehistoria y el

ambiente que le rodea, sino también que existe una arqueología histórica. De esta forma,
se cubren dos periodos importantes, entre los que se encuentran varias culturas de
distantes épocas e incomparables recursos arqueológicos. Aclarado este importante dato,
es necesario detallar lo siguiente:

3.2 Ha sido localizado e identificado 36 edificios, todos elegibles para el Registro Nacional
de lugares Históricos.

3.3 Según los estudios realizados entre 1994 a 1996, más del 25% de la estación naval fue
investigada y como resultado, se identificaron 27 sitios arqueológicos, sólo en esos 2 años.

3.4 En tan sólo un verano de 2004, fueron identificados 4 sitios.

3.5 En el año de 2010, fueron identificados 3 sitios (RR-9/CE-34, RR-10, y RR-11/CE-35)

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3.6 La cantidad de sitios arqueológicos identificados se ha pronosticado en aumento, según

los estudios realizados. Esto ha ocasionado una urgencia y la inminente necesidad de
trazarse objetivos reales y metas alcanzables para llegar a formar un cuerpo arqueológico
especial que tome el control. Este cuerpo arqueológico será responsable de utilizar los
conocimientos científicos de la arqueología y ciencias ambientales, al igual que las áreas de
protección y conservación que provee las leyes y reglamentos estatales, federales e
internacionales, cuando se trata de patrimonio mundial. Es aquí donde se encuentran las
herramientas de aplicación adecuadas para que los sitios, puedan ser gestionados
adecuadamente, rescatados cuando sea necesario para liberar áreas para la construcción,
protegidos y conservados, siguiendo las especificaciones reglamentarias provistas por estas
leyes.

La Necesidad

3.7 En el caso del Fideicomiso de Conservación (Para la Naturaleza) la necesidad se

manifiesta de carácter urgente y se proyecta permanente, ya que fuera de estas áreas de la
antigua base, poseen múltiples propiedades con una alta cantidad de recursos con
yacimientos arqueológicos que requieren el trato y la gestión adecuada, con motivo del
cumplimiento de las leyes y reglamentos arqueológicos aplicables, para ser tramitados
precisamente con los procesos reglamentarios adecuados que requieren estos recursos,
según las leyes aplicables que se detallan en la sección 8 de este documento. Un cuerpo
arqueológico con la infraestructura necesaria es una estrategia extraordinaria para ser
incluida como parte de los acuerdos pendientes de realizar. Es un error pensar que lo único
que se hace en arqueología es excavar, envuelve muchos trabajos y otros procesos, es
mucho más que eso. Hay que hacer informes, inventarios, documentar, investigaciones
científicas y exponer todo a la disposición de los académicos en las universidades y
estudiantes que van formándose de forma interdisciplinaria con múltiples especialidades.
Esto es una necesidad que no está siendo provista en ningún sitio en Puerto Rico. Los
académicos buscan áreas donde los estudiantes puedan innovar en las ciencias
ambientales en general y esto incluye a la arqueología. Además, las comunidades a nivel
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de voluntarios o ciudadanos científicos se van concientizando en la necesidad de

profesiones en las distintas especialidades de las ciencias ambientales. Son éstos los que
van llegando a las universidades a formarse académicamente y pasan a llenar las vacantes
del futuro, que son los que cuidarán las áreas protegidas del Puerto Rico del mañana.

4. Objetivos del plan

4.1 Crear conciencia de la gran necesidad de una oficina y un cuerpo arqueológico que
atienda, junto a los elementos naturales, todos los yacimientos arqueológicos que posee en
sus terrenos el FCPR y el DRNA. Ahora es más urgente esta necesidad, con el gran
aumento de estos yacimientos en los nuevos terrenos que van adquiriendo, en los terrenos
de la antigua base de "Roosevelt Roads," incluyendo los recursos con yacimientos
arqueológicos no excavados y que permanecen dentro de las áreas protegidas y expuestas.

4.2 Proyectar el área de la antigua base naval en un gran Distrito Histórico y Turístico
Especial con zonas de gran interés arqueológico, entre otras, cuyos encantos atractivos y
demás características ambientales, históricas, turísticas y arqueológicas posee.

4.3 Dar a conocer las leyes arqueológicas estatales y federales que les aplican al momento
de iniciar cualquier actividad o movimiento en los terrenos dentro de la propiedad.

4.4 Prevenir impactos a los recursos arqueológicos por falta de conocimiento, ya que el
desconocimiento no exime el cumplimiento ni las penalidades de las leyes. A través de la
prevención, evitar la destrucción de patrimonio nacional, sea en la naturaleza, en las
estructuras históricas antiguas o bajo la superficie de la tierra de toda el Área Geográfica
Arqueológica Especial.

4.5 Prevenir impactos adversos planificando con inteligencia y estrategias con anticipación,
tomando en consideración, las vías verdes, las leyes aplicables a Puerto Rico, como Estado
Libre Asociado y como territorio de los Estados Unidos.

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4.6 Preservar los yacimientos arqueológicos históricos y precolombinos existentes en los

terrenos de la antigua base naval.

4.7 Promover el conocimiento, la investigación ambiental y apreciación de la flora y fauna

nativa enfatizando su uso como modo de vida y subsistencia en pasadas y presentes
culturas.

4.8 Dar a conocer y concientizar sobre la necesidad de un Depositario Arqueológico

Nacional para Puerto Rico con un complejo de museos, almacenaje y áreas de
administración y laboratorio para fomentar la investigación científica y procesar los
laboratorio requeridos, para mantener en óptimas condiciones los artefactos museables, en
las áreas de historia natural y arqueología temática diversa y turística, para que ofrezca
servicio a los municipios de Puerto Rico, islas adyacentes y países que lo requieran en la
protección de los recursos arqueológicos.

4.9 Promover la apreciación y el desarrollo de destrezas en las áreas de arqueología,

historia, arquitectura histórica, conservación de estructuras históricas, artesanías, ecología,
botánica, energía sustentable, autogestión comunitaria, ecoturismo y desarrollo ambiental y
económico sustentable a través de peritos en arqueología que se integren a las actividades
de las áreas protegidas y expuestas.

4.10 Lograr la inclusión de la ciencia arqueológica en la programación organizacional

científica del FCPR Y el DRNA dirigirla hacia la preocupación institucional, defensa,
protección y conservación de los recursos naturales que incluyen a los seres humanos que
dieron origen a nuestra cultura, a través de un modo de vida de subsistencia natural.

5. Planificación administrativa estructurada y estratégica

5.1 Para proteger y conservar los recursos arqueológicos es necesario hacer un

compromiso incuestionable con la gestión del patrimonio de la humanidad, que son los

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tesoros más valiosos de los pueblos, y Puerto Rico como parte de éstos. No basta con decir
que lo va a hacer y al final no hacerlo. Desde el inicio, hay que identificar las partes
involucradas y las que faltan como necesidad de prioridad, como lo es la arqueología para
poder cuidar adecuadamente los recursos ambientales y dentro de éstos, los arqueológicos.

5.2 ¿Quién adquiere este compromiso en ley? Toda entidad pública o privada que recibe
por herencia, donación o compra terrenos en el Estado Libre Asociado de Puerto Rico, y en
este caso en particular, al igual que cualquier otro, el Fideicomiso de Conservación de
Puerto Rico y su nueva unidad Para la Naturaleza,5 son los que adquieren esta
responsabilidad de proteger y conservar los yacimientos histórico-arqueológicos naturales
conocidos y por conocer en los terrenos privados o gubernamentales.

5.3 ¿Qué se exige al planificar y qué se quiere planificar? Planificar exige acción de parte de
la persona o entidad que hace el compromiso. Este compromiso debe manifestarse, sin que
quede la más mínima duda de que la necesidad está siendo atendida con el rigor
reglamentario que las leyes de Puerto Rico y Estados Unidos requiere, y con el mayor
respeto con que deben manejarse estos recursos. Se quiere planificar la forma correcta y
adecuada de gestionar los recursos arqueológicos de áreas protegidas y no protegidas, ya
que, en su caso particular, es una opción de colaboración atender las no protegidas.

5.4 ¿Qué significa proteger? Conlleva a la acción, significa hacer que no sufra daño ni
exponerlo al peligro de forma directa e indirecta, ya sea natural o provocado por el hombre.
No hay otra forma responsable de demostrar que queremos proteger y conservar un
recurso, que hacerlo a la vista de todos los pueblos sin que se preste a confusiones, es
decir, el mensaje debe llegar claro a todos, de que cuidamos los recursos y queremos
conservarlos.

5.5 ¿Cómo se procede y qué incluye? La tarea de la administración conlleva identificar e

interpretar los objetivos que se pretenden lograr y eso comprende diversos elementos para

5
Para la Naturaleza.
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su ejecución. Para administrar es imperativo incluir un equipo de trabajo que se dedique a la

especialidad de la arqueología, y que trabaje junto al personal ambiental, ya que la
arqueología se practica con las herramientas de la biología, geología, antropología y demás
ciencias ambientales, entre otras.

5.6 La planeación es el primer paso del proceso administrativo, define la situación, se basa
en el análisis de experiencias pasadas, fija la acción a seguir, establece los principios que
originalmente orientan a las partes, los planes, la secuencia necesaria para realizarla y el
tiempo.

5.7 Este plan preliminar debe llevarse a su máximo progreso, a través de las intervenciones
durante su desarrollo, y mostrar mediante su puesta en práctica, los procedimientos
administrativos de cómo cuidar los recursos arqueológicos de Medio Mundo y Daguao, de
acuerdo a las condiciones actuales que presenta. Debe incluir las estrategias a utilizar para
mantener bien cuidado un recurso arqueológico, de forma tal que no pierda sus
características y propiedades con el paso del tiempo. El proceso administrativo comprende
las actividades interrelacionadas de manera estructurada: planificación, organización,
dirección y control de todas las actividades que implican relaciones humanas, tiempo y
dinero.

5.8 Una estrategia muy buena que se utiliza para que un cuerpo arqueológico provea
servicios a las áreas protegidas y/o no protegidas pero con yacimientos arqueológicos, es
las subvención de los servicios por alianzas, intercambios o acuerdos entre las partes
interesadas en resolver lo que ocasiona la necesidad, como por ejemplo, liberar un área de
los recursos para propósitos particulares, que puede conllevar un rescate por especialistas
de los artefactos, ecofactos y demás objetos para llevarlos al museo, o por el contrario,
gestionar adecuadamente la administración de protección y conservación.

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6. Organización, dirección y control de una oficina de arqueología

6.1 La oficina que corresponde a arqueología, dentro de cualquier infraestructura, debe

tener un director administrativo, preferiblemente un arqueólogo con experiencia y consciente
de la protección y conservación, cualificado académicamente y con las credenciales del
Consejo de Arqueología Terrestre, de maestría o doctorado y/o estudios doctorales
completados con tesis en proceso, pero debe estar cualificado para realizar arqueología en
Puerto Rico. Deberá gestionar la gerencia de los recursos culturales arqueológicos y demás
trabajos a realizarse en coordinación con la dirección general, así como proveer
entrenamiento y supervisión al personal arqueológico subordinado.

6.1.1 Debe tramitar la documentación necesaria para estar al día y en cumplimiento

con las agencias gubernamentales para someter los proyectos que conllevan remoción de
terreno o alteración a una estructura histórica. Ejemplos sobre esto lo encontramos en el
uso de maquinaria pesada para remover el terreno de la superficie o subsuelo, trazar una
ruta o sendero con máquina, para crear, alterar o cambiar paredes, puertas, pisos,
remodelaciones que conllevan huecos en la estructura, añadir secciones de la estructura
histórica que faltan, arreglar escaleras, entre otros, que no conlleven máquina a presión a
estructuras en ladrillo y mampostería. Estos trámites incluyen una evaluación sobre la
necesidad del servicio, por medio de identificar en qué recurso y exponer su análisis escrito.

6.1.2 Debe realizar los procesos metodológicos para la obtención de permisos, por
cada intervención que conlleve movimiento de terreno en las instalaciones físicas.

6.1.3 Será necesario consultar las leyes estatales y federales, depende la

procedencia de los fondos para el proyecto, de manera tal que comprenda el proceso de
realización de informes arqueológicos y la reglamentación aplicable. Esto lo preparará
mejor para realizar los informes correspondientes de los trabajos arqueológicos que se
realicen dentro de los predios de terreno que le toca intervenir o excavar, así como para las
investigaciones de especial interés y propósito, tomando en cuenta las necesidades.
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6.1.4 Deberá realizar un inventario de los yacimientos arqueológicos conocidos

dentro de los terrenos de su incumbencia y ubicarlos en un cuadrángulo topográfico.

6.1.5 Deberá buscar la información de cada uno de ellos y mantenerlos disponibles

para el público general, para orientar al FCPR y proveer la información que es pública a las
visitas de consulta. Deberá mantener la información disponible para investigadores en
general y estudiantes de los recursos arqueológicos del pueblo de Puerto Rico, bajo su
custodia. Deberá estar autorizado a recibir visitas de Puerto Rico y el extranjero.

6.1.6 Deberá realizar un Plan de Manejo por cada uno de los sitios arqueológicos,
que tenga bajo su jurisdicción. Deberá aplicar en cada plan estrategias gerenciales de
manejo y otras particulares de tratamiento a los recursos por tipología y cultura. Deberá
enseñar a sus subalternos a realizar planes de manejo especializados.

6.1.7 Deberá organizar y realizar las investigaciones y excavaciones arqueológicas

con el cuerpo arqueológico e infraestructura necesaria, que como estrategia se ha
establecido, sólo si está autorizado por el Consejo de Arqueología Terrestre para esas
ejecutorias, en caso de construcción y con las credenciales académicas que lo califican, y/o
las que sean necesarias en los terrenos bajo su jurisdicción, en caso de la práctica
académica.

6.1.8 Deberá estar capacitado para supervisar otros arqueólogos de menor nivel o
jerarquía y arqueotécnicos destacados en las distintas instalaciones físicas bajo su
incumbencia y estar igualmente capacitado para trabajar con biólogos, geólogos, geógrafos,
arquitectos, ingenieros y grupos de personas grandes y controlados.

6.1.9 Deberá realizar los informes arqueológicos científicos de los trabajos

realizados, a la altura de un perito y deberán cumplir con la reglamentación estatal y federal
aplicable en cada caso. Deberán lucir listos para publicación y consulta de los
investigadores y serán sometidos al Instituto de Cultura Puertorriqueña, cuando aplique, o a
la Oficina Estatal de Conservación Histórica, según aplique en casos con fondos federales.
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En casos de proyectos académicos, el profesional aplicará los mismos procesos detallados

y deberá proveer una copia a la academia, luego de haber contado con sus profesionales
para la realización de los trabajos.

6.2 Si bien es cierto que la planeación es un proceso fundamental para la administración de

los recursos culturales, y que la estructura general del plan puede ser aplicada a cualquier
sitio arqueológico de gran envergadura y extensión, es aún más cierto que requiere la
organización, dirección y el control necesaria para llevar a cabo con éxito la administración
de un Plan estrictamente para la gestión del manejo arqueológico.

6.3 Organizar conlleva agrupar, ordenar y coordinar las actividades necesarias para
conseguir los fines formulados y deseados. Organizar pretende proyectar y crear los
mecanismos administrativos necesarios, asigna funciones, autoridad, responsabilidad y
jerarquía, establece las relaciones que entre dichas unidades debe existir para alcanzar el
éxito. El fin es coordinar la interrelación entre todos los recursos humanos subordinados
para obtener el máximo aprovechamiento de los recursos materiales y económicos.

7. Implantación y ejecución estratégica por un Fideicomiso o Fundación

7.1 Se requiere tomar medidas urgentes para la implantación y ejecución de este Plan de
Manejo. La entidad a cargo deberá poseer una infraestructura existente y los recursos
humanos necesarios para abrir una oficina de arqueología. Deberá ejecutarse como sigue:

7.1.1 El arqueólogo director requiere de un espacio para oficina, lo suficientemente

amplio para que haya lugar para el biólogo y los arqueólogos auxiliares, así como
investigadores visitantes. Deberá estar preparado académicamente con las
cualificaciones necesarias y experiencia en la gestión y manejo de los recursos
arqueológicos, aplicar las teorías necesarias y justificar las metodologías científicas
relacionadas a las distintas áreas de estudio y variedad de culturas. Si no sabe hacer
este trabajo, no podrá leer, reconstruir e interpretar el pasado correctamente, podría

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enfrentar problemas de interpretación durante la realización de su trabajo y después

durante la confección interpretativa en el informe final. Los informes que van al gobierno,
los cuales deben llegar con los más altos estándares de ortografía y redacción estructurada
en español, podrían ser devueltos por los evaluadores para responder preguntas de teoría,
metodologías e interpretación. En fin, debe haber un arqueólogo versado en arqueología,
en administración gerencial y supervisión, preparado para trabajar con empleados, recibir
investigadores de la isla y del extranjero. Las investigaciones realizadas en coordinación
con los biólogos y demás investigadores en ciencias, deberán ser presentadas en los foros
públicos preparados para ello. Como mínimo podrá comenzar a operar esta oficina con un
total de 3 arqueólogos, uno cualificado que ejerza como director y otros dos como
auxiliares. Una vez se formalice la dinámica de los trabajos por el arqueólogo director, se
identificarán los recursos para traer al menos 4 arqueotécnicos. A medida que se
desarrollen y vayan en aumento los trabajos de esta oficina, podrá comenzar operaciones y
coordinar con ciudadanos científicos, provenientes de universidades, escuelas y público en
general local y/o del exterior.

7.1.2 El espacio de oficina deberá contar con un área amplia para almacenamiento
de artefactos excavados, guardar equipo y materiales, deberá contar además con el
área para un laboratorio y finalmente, más adelante en el proceso una sala para
montar exhibiciones de los materiales para museo, que tanto gustan y atraen al
público general. En total, un mínimo de 4 áreas bien distribuidas.

7.1.3 El área de laboratorio es una necesidad y atractivo turístico para ser coordinado
con el ciudadano científico o voluntario, al igual que las excavaciones de campo.
Debe incluir entrenamiento a los voluntarios por los empleados de la nueva oficina de
arqueología y el proceso exige mantener un control. Existe un manejo científico
especial y adecuado para cada tipo de material que no se debe olvidar por la
importancia científica que tiene, como son el material en cerámica, concha de
caracol, madera, piedra, huesos de fauna, huesos humanos, vidrio y otros. También

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existe un tratamiento especial para las muestras que irán a laboratorios especiales
para buscar cronología, una fecha a través del estudio del carbono 14.

7.1.4 Deberá contar con su equipo de trabajo y materiales, es decir, una

computadora, una impresora y los materiales oficinescos para escribir, imprimir,
encuadernar y archivar. Otros materiales de campo serán necesarios como gps,
picos, palas, palustres, libretas a prueba de agua, bolsas para materiales, tabla o
catálogo de suelos, literatura sobre flora, fauna y arqueología, entre otros.

7.1.5 Como medida de protección y evitar las multas para la entidad a cargo de
establecer el Plan de Manejo y la oficina de arqueología, deberá informar al
presidente, que el proceso establece notificar al Instituto de Cultura Puertorriqueña,
como parte del acuerdo "bonafide" contraído, la existencia de la nueva oficina dentro
de sus instalaciones y solicitar un recurso del gobierno, sin costo, para que provea
información al personal de la nueva oficina, en las últimas actualizaciones para
el cumplimiento de reglamentos estatales y federales estrictamente arqueológicos.
Todo el personal podrá ser entrenado por el arqueólogo director gerencial. De esta
manera la entidad a cargo, sea un Fideicomiso o Fundación u otro, no se verá más
expuesta a violaciones de leyes y reglamentos que, de otro modo, le ocasionaría las
penalidades y multas que dicta la ley o leyes que se hayan violado, al igual que un
impacto al presupuesto de cualquier entidad.

7.1.6 Deberá comenzar sus funciones con un expediente para cada propiedad que
tenga el Fideicomiso o Fundación, a través de las islas. Cada propiedad cuenta con
sus recursos naturales y arqueológicos, por lo que deberá comenzar por los
expedientes que tienen recursos arqueológicos ya conocidos y notificados al Instituto
de Cultura Puertorriqueña. Existe un procedimiento para ello, que aprenderá en el
entrenamiento con el arqueólogo director. Deberá coordinar con su presidente las
prioridades, desarrollos pendientes de proyectos y los desarrollos futuros. También
esta oficina ofrecerá oportunidades para que el público participe a través de los
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programas para ciudadanos científicos y visitas del público para las actividades en
curso y más adelante para gestionar la sala de museo, cuando pueda tener piezas
expuestas, se expondrán con la autorización y coordinación del Instituto de Cultura,
ya que los artefactos y piezas excavadas pertenecen al estado, pero el Fideicomiso
puede firmar un acuerdo de custodia semi-permanente. El Instituto de Cultura
visitaría cada uno o dos años las salas de museo como parte del control de inventario
y supervisión gubernamental para el cumplimiento de los parámetros del estado.

7.1.7 Deberá contar con una secretaria (o) u / oficinista, que puede ser la del
departamento o de la oficina general, cuando existe una infraestructura
administrativa. Asistirá a los arqueólogos, coordinará las visitas, redactará ”flyers" y
"brochures" y preparará documentos internos como los inventarios y realizará
propuestas para solicitud de fondos disponibles para la oficina de arqueología,
archivará y preparará la redacción de informes.

7.1.8 Finalmente, tendrá el personal inicial para comenzar y enriquecer las

actividades del Fideicomiso o Fundación, u otra entidad y mucho trabajo para
realizar. Éstos atenderán los recursos arqueológicos de todas las propiedades que
posee, que adquiere la entidad y que actualmente se encuentran desatendidas en
el aspecto arqueológico.

7.1.9 Los sitios arqueológicos son muchos dentro de las propiedades del Fideicomiso
de Conservación, por ejemplo, el descuido de éstos no ha sido visto con buenos ojos
por funcionarios del gobierno y observadores de entidades privadas. Esto no ha
hablado muy bien del FCPR ni de DRNA. Es hora de comenzar a corregir
insuficiencias de algunos fantasmas del pasado. El arqueólogo trabaja con
sociedades del pasado y el ambiente natural en la que fueron desarrolladas estas
sociedades. El arqueólogo tiene la necesidad de leer ese pasado científico con la
asistencia de las ciencias ambientales.

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7.1.10 Si se cuidan los recursos naturales, no debe descuidarse el ser humano del
pasado enterrado en esos recursos, las culturas humanas del pasado nos ofrece
nueva información importante. Entonces, la naturaleza posee una información
científica que no está siendo leída, por lo cual las investigaciones de flora y fauna se
encuentran incompletas si no se estudia el factor natural humano como sociedad
del pasado que se desarrolló en medio de ese hábitat nativo. La investigación
científica se ha quedado rezagada y se encuentra en pañales en el área de la
arqueología. Los bolsillos arqueológicos no están siendo investigados por que se le
ha dado más atención a la flora y la fauna para la protección y conservación por los
ambientalistas. Pero existe una razón más fuerte para cuidar nuestro ambiente
natural, son los recursos arqueológicos que se albergan en la naturaleza. La
conservación natural y preservación arqueológica e histórica dependen de la
conservación ambiental.

7.1.11 Deberá registrar los recursos arqueológicos e informarlos al Gobierno de

Puerto Rico y/o someterlos a nominación del Registro Nacional, aquellos que
cualifiquen. Esa estrategia abre las puertas a solicitar más fondos federales que
necesitarán para el manejo y gestión de los recursos arqueológicos. Para
subvencionar esta oficina, recomendamos establecer los parámetros necesarios de
nómina y presupuesto aproximado y negociar los fondos, que deberá recuperar el
Fideicomiso más adelante, ya que las ejecutorias de esta nueva oficina solicitarán
fondos y además, constituyen un atractivo turístico interno y externo.

7.2 Es necesario iniciar los procesos y dar seguimiento a las labores que implican proteger y
conservar. Hay que tomar en consideración que los sitios arqueológicos tienen diferentes
condiciones naturales de emplazamiento geográfico y geomorfológico, variada estratigrafía,
diverso potencial y tipología de materiales y artefactos culturales diversos, entre otros
múltiples aspectos, que hacen único e irrepetible a cada uno de los yacimientos
arqueológicos existentes y los otros que se van descubriendo.

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7.3 Este plan analiza la situación actual, plantea las necesidades apremiantes y también
actuales, enumera metas, objetivos y acciones, identifica recursos, limitaciones y presenta
alternativas diversas de solución a las mismas. Presenta estrategias y actividades de
continuidad en el Manejo de los Recursos Culturales (MRC). Las actividades de este
manejo serán incorporadas a los Planes de Manejo subsiguientes que serán exclusivos
para las áreas específicas particulares, y que se manifiestan con necesidades únicas, según
su localización, estado actual y futuro. La planeación alcanza la evaluación del contexto
general en que se encuentran los recursos en cada una de las áreas naturales protegidas a
ser intervenidas, evaluadas o trabajadas para el futuro disfrute del público en general,
mediante sus respectivos programas a implantarse junto al desarrollo propuesto.

7.4 La ejecución consiste en realizar las investigaciones científicas y estudios pertinentes

para los que ha sido creada la oficina de arqueología y entrenado el personal que estará
laborando en ella.

7.5 Las prioridades son los recursos arqueológicos que serán impactados en un futuro
inmediato y los que forman parte de los proyectos del Fideicomiso o Fundación.

7.6 Ahora bien, con esta gran responsabilidad, no basta con decir que vamos a proteger y a
conservar, sino que, hay que ofrecer métodos y explicar las formas de acción metodológica
que utilizaremos para dar esos cuidados, mantenimiento y seguimiento, entre otros. Esto
conlleva nuevos planes de trabajo subsiguientes, planes de protección y conservación,
planes de acción para procedimientos inmediatos, planes de seguridad, tomar en
consideración el aspecto cronológico secuencial de las medidas tomadas, las acciones
realizadas, las que están por realizar y los detalles sobre las actividades pendientes para
lograrlo a corto y largo plazo. De esta forma, se les estará mostrando a los gobiernos y a
las comunidades académicas que el Fideicomiso o DRNA tiene una oficina que es todo un
centro de investigaciones científicas de clase única. Demostrará a los integrantes de los
pueblos que se está cumpliendo con el compromiso adquirido y la responsabilidad de
custodiar los recursos arqueológicos que se comprometen a proteger, conservar y manejar.

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7.7 La conservación es el aprovechamiento de los recursos naturales renovables sin

destruirlos. Pero en arqueología, conservación no es precisamente protección y su concepto
es diferente. Abarca esta última, pero también comprende el mantenimiento, el
aprovechamiento sostenible, la restauración, el rescate y el realce del medio ambiente
natural, así como aprovechar los mismos para adelantar en el desempeño de la entidad.

7.8 Este compromiso va acompañado de la educación a futuras generaciones, de forma tal

que se cumpla la misión ministerial de preparar los futuros especialistas que formarán parte
de los profesionales que cuidarán las áreas naturales y arqueológicas protegidas. Para los
propósitos de la política pública cultural, se considera recurso cultural a todo vestigio de
intervención humana que constituya evidencia de la diversidad y variabilidad de las
actividades y relaciones de individuos o sociedades y sus interrelaciones con el medio
ambiente natural, en una perspectiva espacial y temporal.

7.9 La designación de un recurso cultural se fundamentará principalmente en su valor

histórico o prehistórico y su relación con el medioambiente natural, derivado de su
asociación a un aspecto de la historia humana y/o su evolución. Los recursos culturales
arqueológicos, históricos, arquitectónicos, naturales o antropológicos pueden comprender
paisajes, yacimientos, sitios, estructuras y materiales, sean éstos objetos ecofactos
naturales o artefactos culturales. Pueden presentarse en forma aislada o en conjuntos,
constituir bienes muebles y/o inmuebles sobre la superficie, el subsuelo o subacuáticos y
estar conformados por elementos manufacturados y/o naturales. Las actividades de manejo
de los recursos culturales (MRC) están basadas en un conjunto de principios y prácticas
que asegurarán su identificación, evaluación y tratamiento, ponderando su valor histórico y
potencial científico en toda situación que pudiera afectarlos.

7.10 Las actividades estratégicas de ejecución del Plan de Manejo deberán funcionar con
sus respectivos programas. Están basados en un conjunto de principios y prácticas que
asegurarán su identificación, evaluación y tratamiento, ponderando su valor histórico y
potencial científico en toda situación que pudiera afectarlos. El manejo estará guiado,

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además de otras normas o estándares detallados a continuación, por los siguientes

principios:

7.10.1 Principios Educativos – Acciones con responsabilidad intelectual dirigidas a proteger

y conservar el recurso histórico a salvaguardar: a. Propósito b. Valores c. Método d.
Investigación e. Ampliar conocimientos f. Diálogo g. Debate h. Colaboración i. Difusión.
7.10.2 Principios de Respeto – No ocasionar daño al recurso que es irremplazable.
7.10.3 Principios de Integridad – Esfuerzo por permanecer firmes en estos principios.
7.10.4 Principios de Protección – Reconocer la necesidad y llevarlo a la acción.
7.10.5 Principios de Preservación – Acciones para acondicionar las facilidades.
7.10.6 Principios de Conservación – Crear conciencia y acciones para salvaguardar.
7.10.7 Principios de Conocimiento – Promover la comprensión en conservación.
7.10.8 Principios de Beneficio Público – Conlleva innovar para educar en conservación.
7.10.9 Principios de Investigación Científica y Metodológica – Disponible a la academia.
7.10.10 Principios de Valor Histórico, Arquitectónico y Arqueológico – Preservar
7.10.11 Se deberá incorporar las prácticas del manejo a los recursos culturales, que son las
que dicen las tareas diarias de la práctica.
7.10.12 Se deberá incorporar, igualmente, las actividades del MRC, que son las que
constituyen el conjunto de acciones interdisciplinarias e integrarlas para la conservación del
patrimonio cultural.
7.10.13 Deberá incorporar los distintos tratamientos que requieren los recursos
arqueológicos y las tareas a realizar que conlleva de cada uno, por ejemplo, los recursos
coloniales o históricos a base de ladrillo y mampostería, entre otros, que no deben estar
expuestos a químicos y los recursos prehistóricos que requieren tratar los artefactos en
concha de caracol, piedra (lítica), cerámica en barro cocido y otros como las osamentas
humanas. Todos requieren tratamientos individualizados especiales que deberán detallarse.
7.10.14 Deberá incorporar el aprovechamiento sostenible junto a las medidas generales de
conservación y protección, como son por ejemplo, los procedimientos para minimizar daños
y los medios de prevención, al igual que las posibilidades de futura actividad.

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7.10.15 Capacitación y entrenamiento a través de un programa de seguimiento para el

personal del cuerpo arqueológico, que se irá nutriendo durante el transcurso de su
implantación, con cada una de las necesidades pendientes de trabajar, como por ejemplo
los detalles de cada tratamiento a los recursos que mencionamos en el punto no. 7.10.13,
según continúen apareciendo los recursos y las distintas formas de trabajarlos, al igual que
los planes de manejo que serán necesarios crearlos para adecuarlos a las distintas
necesidades que requieren solución.

8. Política pública cultural aplicable a protección y conservación

Como parte de la política pública establecida, se manejará los recursos culturales de

las áreas protegidas bajo custodia, a través de planes, programas y proyectos orientados a
la conservación, investigación científica y uso público. El conjunto de esas actividades
integradas en una estrategia constituye el MRC, cuyo carácter será interdisciplinario y
participativo de acuerdo a los distintos niveles de competencia: científico, técnico,
administrativo y de vigilancia preventiva. Es la política pública establecida en cada
jurisdicción la que requiere nominar al Registro Nacional los sitios que cualifiquen para que
sean protegidos por generaciones presentes y futuras.

8.1 Leyes Estatales con jurisdicción primaria

8.1.1 Ley 374 para preservar los valores de Puerto Rico, proteger estructuras y lugares
especiales, antes de conceder cualquier permiso relacionado a construcción, de uso u
otro, para un sitio histórico o para una zona histórica, de 1949.

8.1.2 El Reglamento de Sitios y Zonas Históricas (Reglamento de Planificación Núm. 5), de

2002 y demás reglamentos y resoluciones aplicables.

8.1.3 Ley 89 para conservar los valores culturales puertorriqueños, entre otros, de 1955.

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8.1.4 Ley 111 para la Protección de cuevas, cavernas y sumideros de Puerto Rico de 1987.

8.1.5 Ley 10 para Protección de los sitios y Recursos arqueológicos Subacuáticos de 1987.

8.1.6 Ley 112 para la Protección del Patrimonio Arqueológico Terrestre del año 1988. Ésta
establece multas y penalidades para los violadores de Puerto Rico.

8.1.7 Ley 183 Orgánica de la Oficina Estatal de Conservación Histórica del año 2000. Media
Orden Ejecutiva desde el 31 de julio de 1985, Boletín Administrativo Núm. OE-4498-1985, que
adscribe la Oficina Estatal de Preservación Histórica a su Oficina, para desarrollar las actividades
requeridas bajo la Ley Federal del 15 de octubre de 1966 (P.L.89-665).

8.1.8 Ley 161 para la Reforma del proceso de permisos del año 2009.

8.1.9 Ordenanza municipal No. 04 de protección que establece política pública sobre los
yacimientos arqueológicos del Municipio de Ceiba, incluyendo los terrenos de la antigua Base Naval
Roosevelt Roads.

8.2 Leyes Federales con jurisdicción territorial

8.2.1 "Antiquities Act of 1906" - para declarar monumentos públicos e históricos,

estructuras históricas y prehistóricas, y otros objetos de interés histórico o científico que se
encuentran en las tierras de propiedad o controladas por el Gobierno de los Estados Unidos
para ser monumentos nacionales, y pueden reservar como parte de estos paquetes de la
tierra, de los límites de lo que en todos los casos se limitarán a la zona más pequeña
compatible con el cuidado y manejo de los objetos que deben protegerse. Cuando estos
objetos se encuentran en una zona cubierta por un derecho imperfecto de buena fe o en
espera en la propiedad privada, las vías, o la parte de ella que fuere necesaria para el
cuidado y manejo del objeto, puede renunciar al gobierno, y el Secretario del Interior queda
autorizado a aceptar la renuncia de tales contratos en nombre del Gobierno de los Estados
Unidos. Cualquier persona que se apropie, excave, lesione o destruya cualquier ruina

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histórica o prehistórica o un monumento, o cualquier objeto de la antigüedad, situada en las

tierras de propiedad o controladas por el Gobierno de los Estados Unidos, sin la autorización
del Secretario del Departamento del Gobierno que tenga jurisdicción sobre las tierras en las
que decían que se encuentran las antigüedades, deberá, en caso de condena, una multa en
una suma de no más de quinientos dólares o ser encarcelado por un período de no más de
noventa días, o sufrirá multa y/o reclusión, a discreción del tribunal.

8.2.2 "Historic Sites Act of 1935" - ...se trata de una política nacional para preservar los
sitios públicos de uso histórico, edificios y objetos de la nación con significado de la
inspiración y el beneficio de la gente de los Estados Unidos.

8.2.3 "Archaeological and Historic Preservation Act of 1960" - Proveer para la preservación
de los sitios históricos de América, edificios, objetos y antigüedades de importancia
nacional, y para otros propósitos, según fue aprobado el 21 de agosto 1935 [Ley de Sitios
Históricos, según enmendada, 16 USC 461-467] estableciendo de manera específica para la
conservación de los datos históricos y arqueológicos (incluyendo reliquias y las muestras)
que de otro modo podrían ser irreparables pérdidas o destruidas como resultado de (1) las
inundaciones, la construcción de caminos de acceso, la construcción de los trabajadores de
comunidades, la reubicación de las vías férreas y carreteras, y otras alteraciones de la
lluvia, causados por la construcción de una presa por cualquier agencia de los Estados
Unidos, o por cualquier persona física o jurídica titular de una licencia emitida por la agencia
o (2 ) cualquier alteración del terreno causada como resultado de cualquier construcción
Federal del proyecto o actividad con licencia federal o programa.

8.2.4 Ley Nacional de Preservación Histórica de 1966, enmendada en el 2006 - los

fundamentos históricos y culturales de la Nación deben ser preservadas como una parte
viva de nuestra vida y desarrollo de la comunidad con el fin de dar un sentido de la
orientación para el pueblo estadounidense ... la preservación de este patrimonio
irremplazable es de interés público, por lo que su legado vital de beneficios culturales,

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educativos, estéticos, inspirado, económicos, y la energía se mantienen y enriquecen las

futuras generaciones de estadounidenses.

8.2.2.4.1 Código de Regulación Federal 36, Parte 800, Protección de propiedades

históricas (enmiendas incorporadas efectivo el 5 de agosto de 2004).

8.2.5 Ley de Protección a Recursos Arqueológicos de 1979 - Los recursos arqueológicos en

tierras públicas y tierras indígenas son una parte accesible e irremplazable del patrimonio de
la Nación; estos recursos están en peligro cada vez más por su atractivo comercial, las
leyes federales existentes no proporcionan protección adecuada para evitar la pérdida y
destrucción de estos recursos arqueológicos y los sitios resultantes de excavaciones y
saqueos descontrolados; y hay una gran cantidad de información arqueológica que ha sido
obtenida legalmente por particulares para propósitos no comerciales, y que voluntariamente
podrían ser puestos a disposición de los arqueólogos e instituciones profesionales. El
propósito de esta Ley es garantizar, en beneficio presente y futuro del pueblo
estadounidense, la protección de los recursos arqueológicos y sitios que están en tierras
públicas y tierras indígenas, y promover una mayor cooperación e intercambio de
información entre el autoridades gubernamentales, la comunidad arqueológica,
profesionales y particulares que tienen colecciones de recursos arqueológicos y los datos
que se obtuvieron antes del 31 de octubre 1979 [fecha de la promulgación de esta Ley].
8.3 No olvidemos que las comunidades son parte de esos pueblos de la humanidad,
quienes son los dueños de ese patrimonio. Por otra parte, es imprescindible que
entendamos, que para cumplir con este ineludible compromiso, es nuestro deber crear la
infraestructura necesaria y adecuada para ello. Por tal motivo, a esto se une, el requisito de
reclutar el recurso humano capacitado, experimentado y, sobre todo responsable, para
realizar una excelente labor con la protección y conservación de los recursos arqueológicos.
Esto resulta en el cumplimiento de sólo uno de los requisitos mínimos de primer orden y
forma parte de la planificación estratégica de una entidad responsable, comprometida con el
buen trato que exigen las leyes estatales y federales, que debemos dar a los recursos
arqueológicos patrimoniales.
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9. Conclusiones y Recomendaciones

El mensaje es claro, las leyes han sido revisadas y los tiempos han cambiado.
Debemos destacar que toda el área ha sido clasificada como Distrito Histórico-
Arqueológico susceptible a la continua aparición de hallazgos de recursos patrimoniales.
Entre los lineamientos generales para guiar el uso de estos terrenos y sus 17 zonas internas
identificadas, hemos repasado los siguiente en el Plan Maestro: implantar programas de
educación y divulgación; lograr un balanceado desarrollo urbano rural juiciosamente;
proteger el ambiente planificando el desarrollo; identificar, proteger y conservar los terrenos
de alto valor natural que forman parte del patrimonio; identificar, proteger, preservar y
restaurar los sitios y zonas históricas... incluso aquellas estructuras y recursos que son
parte del patrimonio histórico-cultural y reducir a un mínimo el deterioro de los recursos
naturales; lograr la sana convivencia y la armonía social a través de la educación y creación
de oportunidades de progreso para todos los ciudadanos, propiciando la participación
ciudadana, así como el acceso a la información, entre otros.

Entendemos que el Plan Maestro está a la vanguardia con los tiempos, ahora le toca
al FCPR y al DRNA. En Puerto Rico, los recursos arqueológicos están siendo trabajados
lentamente por falta de recursos, para ponerse al día, marcados en los cuadrángulos
topográficos del gobierno y hasta investigadores privados toman la información geo-
referenciada para llevar los inventarios y registros de los recursos arqueológicos naturales
que existen en la isla. Esto incluye a los terrenos que posee el Fideicomiso de Conservación
de Puerto Rico, quien se ha quedado atrás rezagado y a quien invitamos a ponerse al día.

La falta de integración y seguridad son parte de los problemas de mayor gravedad

que se alzan ante la conservación. Otro aspecto es el de su complicada organización y
administración, por lo general su fragmentación y complejidad protocolar lleva a la división y
paulatinamente a su inacción. No es propio ni conveniente proyectar una impresión
equivocada de irresponsabilidad, de estar incompletos, falta de consideración a los recursos
arqueológicos naturales, falta de interés, preparación o profesionalismo. El resultado de
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todo ello es una duplicación de esfuerzos, vacíos y deficiencias en la protección y

conservación, competencia e influencia, conflictos de intereses. La falta de integración entre
las instituciones responsables de las áreas protegidas, es el motivo principal de la
negligencia en la protección de los recursos, sean éstos naturales o culturales. Es el deber
de todos actualizarse y no quedarse atrás estancados proyectándose mal ante la mirada de
todos. Hay que tomar acción e ir a la par con los tiempos del siglo XXI.

La estrategia es tomar acción ahora a través del acuerdo 'bonafide" que está en
proceso con el DRNA. Recomendamos incluir al Instituto de Cultura Puertorriqueña, a
través del Consejo de Arqueología, que son los que tienen la ley 112 de protección al
patrimonio arqueológico, a unirse en el acuerdo inter-agencial con la entidad privada,
ya que es la entidad que falta para formalizar legalmente ese acuerdo. Los sitios con
recursos son objeto de creciente destrucción y agotamiento, es más acelerado en las
costas. La demanda experimenta un crecimiento acelerado. La Estrategia recomienda que,
para sobreponerse a este problema, se examine las esferas de autoridad de todos los
organismos responsables de los recursos y se actualice una política compartida, que abrace
a todos los sectores dentro de las instalaciones administrativas y físicas, con el fin de
integrar la labor de todos ellos, de manera tal que se proyecten bien y que resulte
satisfactoria, encaminada hacia el éxito. Cada vez hay más investigadores científicos y
académicos en busca de atractivos que les motiven a visitar y realizar nuevas
investigaciones. Debemos provocar que las multitudes deseen visitar las instalaciones
físicas. Debemos convertirnos más atractivos al público general que está cada vez más
preparado en la diversidad de disciplinas, pero en especial, al público que se ha preparado
académicamente y que resulta más exigente, acorde con los tiempos. Éstos a su vez,
traerán a otras entidades y multitudes que buscan los retos.

Al repasar la meta no. 10 del Plan de Manejo del FCPR, leemos: "Proyectar el
desarrollo de una Oficina de Manejo, un Centro de Visitantes y un Centro de Investigación
de la Biodiversidad al ser ubicado en un lugar que pueda proveer acceso a la mayor parte
de los hábitats representados en el ANPMMD", es de notar que no incluye a la ciencia
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arqueológica en sus planes para esta oficina. Recomendamos su inclusión, por la evidente
necesidad, urgencia y méritos. Considerando lo anterior, destacamos la importancia que
tiene la meta del Fideicomiso no. 12 en su Plan de Manejo que dice: "Proveer y mantener la
infraestructura necesaria para el desarrollo necesario de las áreas de conservación,
tomando en cuenta la fragilidad y el balance ecológico de los sistemas naturales,
ambientales, históricos y arqueológicos del ANPMMD." A través de este punto, queremos
concientizar, que es necesario entender y considerar que se debe adquirir a los integrantes
del cuerpo arqueológico para formar parte integral de dicha infraestructura, ya que el trabajo
arqueológico pendiente de realizar, se hace eterno y en aumento dentro y fuera de los
terrenos de "Roosevelt Roads", con una visión más intensa hacia el resto de las
propiedades que posee el FCPR con múltiples yacimientos arqueológicos. De esta manera
enriquecerán su equipo de trabajo con arqueólogos especializados, para que se integren
con esta disciplina en los trabajos tanto de la entidad, como de los grupos participativos, a
saber: Grupo de Planificación Participativa, Grupo Científico Técnico y Grupo de diseño de
Propuestas de Programas. Esto redundará en beneficio directo e indirecto.

Recomendamos la implantación inmediata de este Plan de Manejo para actualizarse

con firmeza, actuar con prudencia, la sensatez llevará hacia las medidas necesarias para
contribuir a resolver los problemas de proteger, conservar actuales que revisten mayor
gravedad e impedir que surjan otros aun peores. Evitemos la monotonía automática. Esto
requiere inmediatez para renovarnos, planificar, educar, capacitar, implantar una mejor y
menos complicada organización y desarrollar mejores estrategias que resulten atractivas al
público general. De esta manera, evitaremos enfrentar los comentarios relacionados a
irresponsabilidad y descuido de los recursos arqueológicos naturales. No es la imagen que
se quiere dar. Para ir a la par de los tiempos con la ciencia y tecnología, necesitamos
renovarnos constantemente. Están invitados a la transformación de cara al siglo XXI. Es
posible innovar a tiempo y el momento de hacerlo es ahora.

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10. Referencias bibliográficas

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10. Architectural Inventory at Naval Station Roosevelt Roads:
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31. Plan de Conservación para la protección del sitio histórico arqueológico que contiene
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Maritza Torres de Investigaciones Arqueológicas Caribe, Inc., 2012.
32. Plan de Manejo para la Protección y Conservación de los Recursos Arqueológicos y
Culturales del Parque Criollo y Jardín Botánico del Municipio Autónomo de Caguas,
Año 2002 Hon. William Miranda Marín, Alcalde, realizado por Maritza Torres
Martínez.
33. Preliminary Cultural Resources Reconnaissance Survey, US Naval Station, Roosevelt
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34. Phase II - Evaluation of Three Archaeological Sites (CE-34, CE-35 and RR-10)
Located on Punta Medio Mundo, Naval Activity, Puerto Rico:
Draft Report (December 2010) SHPO: 07-20-04-02
Final Report (March 2011) SHPO: 07-20-04-02
35. Phase III - Data Recovery Inventory at the 19th Century Estancia of Ceiba, Naval
Activity (February 2011) SHPO: 07-20-04-02
36. Phase III - Data Recovery Inventory at Three Prehistoric Archaeological Sites (CE-11,
CE-32 and CE-33) Ceiba Naval Activity, Vol I y II (March 2011)
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37. Plan Estatal de Conservación Histórica 2012-2016. Oficina Estatal de Conservación

Histórica.
38. Reglamento de Planificación Número 5, 2002. Junta de Planificación de Puerto Rico.
39. Renfrew, Colin y Paul Bahn. Arqueología, teorías, métodos y práctica. 1998.
40. Rock Art at Roosevelt Roads, Ceiba, PR Final Report (November, 1994).
41. Significance Evaluation of Eight Archaeological Sites at the Naval Facility Formerly
Known as Roosevelt Roads, Ceiba (Sites : Ceiba 1, Ceiba 3, Ceiba 5, Ceiba 6/Ceiba
10, Ceiba 9, Ceiba 11, Ceiba 30 and RR-12), Drafts (April 2009/June 2009). Author:
Lisabeth Carlson.
42. Smith, Richard B. Manejo de Recursos Naturales y Culturales en las áreas
protegidas, 1984.

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