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Comunidad y Ecosistema: Dos niveles de organización biológica.

La naturaleza está organizada en diecinueve niveles o más, comprendidos entre lo

subatómico y el universo, sin embargo, la ecología se centra en el estudio de cinco de ellos:

los individuos organismos, la población, la comunidad, el ecosistema y la biósfera.

Algunos estudiosos han incluido la ecosfera. En el presente ensayo se abordarán los

aspectos relevantes de la comunidad y el ecosistema.

En primer lugar, es preciso definir la comunidad, entendiéndose como el conjunto

de poblaciones de animales y plantas que se interrelacionan en un área determinada. Se le

denomina también biocenosis. Por tanto, la diversidad de los seres vivos que constituyen la

comunidad, corresponde a una de sus características. En la coexistencia de las diversas

especies de organismos vivos se establece interrelaciones que generan estabilidad y

dinamismo en este nivel de organización. Esta diversidad se expresa mediante el índice de

diversidad, que representa la riqueza de especies en la comunidad: su estado funcional o

edad.

La estructura de la comunidad desde el punto de vista funcional se refiere a la

distribución en el espacio de los individuos de cada especie. Varía, de acuerdo al medio, en

forma vertical u horizontal. La estratificación vertical, está conformada por un estrato

superior y uno inferior. El estrato superior hay presencia de luz solar y se encuentran los

organismos productores, mientras que en el estrato inferior se acumula la materia orgánica

y dominan los organismos consumidores. En cuanto a la estratificación horizontal, se

estudia la vegetación, en forma de circunferencias concéntricas, desde el exterior al interior.


Los ecosistemas, como conjunto de comunidades interrelacionadas entre ellas y su

medio, tienen la tendencia de evolucionar desde una etapa de inestabilidad hasta una etapa

estable (clímax), y esto se da a través de la sucesión. La sucesión se entiende como el

proceso por el cual una comunidad es sustituida por otra en un espacio determinado. Las

especies pioneras son aquellas que empiezan a colonizar un medio donde hay condiciones

favorables para la vida, pero poco habitado. La sucesión primaria se da cuando el medio no

ha sido habitado, mientas que si ya lo ha sido, se habla de sucesión secundaria. Existes,

además, las sucesiones regresivas, que no terminan en un clímax, donde los factores

bióticos son los que modifican el medio. La sucesión se caracteriza porque la composición

de las especies vegetales y animales continuamente cambia, así como la diversidad de

especies y la biomasa aumentan y se hacen más complejas las cadenas tróficas.

De esta manera, es preciso mencionar que son diversas son las causas que ocasionan

cambios en las comunidades, entre las que destacan, factores biológicos, geológicos o

edáficos y factores climáticos. Los factores biológicos son los más frecuentes, en los que se

producen cambios físicos y químicos del medio por la acción de los organismos vivos:

enriquecimiento del suelo por la muerte de organismos vivos, la competencia por alimento

y territorio, entre otros. Los factores edáficos o geológicos como la erosión, la

sedimentación, la orogénesis, entre otros, producen modificaciones del suelo y los

sucesivos cambios en la comunidad. Por último, los factores climáticos, en los que existen

variaciones de las condiciones climáticas del lugar, por ejemplo, sequías prolongadas,

inviernos muy pronunciados, lluvias abundantes, entre otros.

Habiendo estudiado las comunidades, corresponde a los ecosistemas, como nivel de

organización superior inmediato. El ecosistema se entiende como el conjunto de


organismos vivos que se interrelacionan entre sí y con el medio, en un lugar y tiempo

determinado. Tomando en cuenta esta definición, un ecosistema está constituido por

componentes abióticos y bióticos. Los componentes abióticos, son aquellos cuya naturaleza

es no viva, y comprende el medio donde viven los organismos vivos: el clima, las

sustancias orgánicas e inorgánicas, el suelo, entre otros. Los factores bióticos corresponden

a los organismos vivos que de acuerdo a su dependencia alimentaria se clasifican en:

organismos productores, capaces de sintetizar su propio alimento a partir de agua, dióxido

de carbono y energía solar; los consumidores primarios, que se alimentan de plantas, en el

medio terrestre, y de fitoplancton, en el medio marino; los consumidores secundarios son

aquellos que se alimentan de los primarios; y los consumidores terciarios, que se alimentan

de otros animales carnívoros. Existen, además, los organismos descomponedores, que se

alimentan de la materia orgánica muerta.

Esta forma de clasificación sugiere la forma en cómo se organizan los individuos en

la cadena alimentaria o trófica, mediante la cual existe un intercambio de energía entre los

distintos niveles para garantizar las funciones vitales de los organismos que los constituyen.

Entendemos la energía como la capacidad para producir trabajo, entendiéndose trabajo,

como cualquier actividad. La energía solar, es empleada, junto con el Co2 y el agua, por los

organismos productores para sintetizar alimento, es decir, energía química, que es

transformada, a través del metabolismo celular en energía mecánica y térmica. De esta

manera se explica el flujo energético en el ecosistema.

Es importante destacar que entre las distintas especies que forman parte del

ecosistema se llevan a cabo relaciones interespecíficas. Dependiendo del tipo de


interacción, pueden ser beneficiosas o negativas para una o ambas especies. Podemos

considerar las siguientes:

1. Comensalismo, en el cual se establece una relación en la cual una de las dos

especies se beneficia, y la otra no sufre daño alguno.

2. Mutualismo, es la relación beneficiosa para ambas especies.

3. Parasitismo, consiste en que el parásito pasa gran parte de su vida extrayendo

alimento de su huésped, generando efectos negativos para éste, incluso la muerte.

Existen ectoparásitos, que se obtienen su alimento del exterior de huésped, y los

endoparásitos, cuyo alimento lo obtienen en el interior del huésped.

4. Depredación, es la relación donde una especie consume rápidamente a su presa.

5. Amensalismo: una de las especies cohíbe a la otra, sin obtener beneficio de ello.

6. Competencia, cuando dos o más especies compiten por factores de alimentación o

abióticos. Esto genera la sobrevivencia del más apto.

Conclusión:

Por medio del estudio de la comunidad y el ecosistema, se puede comprender las

distintas formas en cómo los organismo se relacionan entre sí y con el medio que los rodea.

Esto implica el flujo organizado de energía: la energía solar para la síntesis de alimento, en

forma de energía química, que será transformada en energía térmica (calor) y mecánica

(movimiento). Lo podemos ver a través de la cadena alimenticia, estructurada en diversos

niveles, siendo el primero de ellos el más importante y que sostiene los demás, constituido

por los organismos productores; seguidos por los consumidores: primarios, secundarios y

tercias, y los organismos descomponedores. Asimismo, es importante destacar el papel de


la sucesión como fenómeno de sustitución de una comunidad por otra en un biotopo como

consecuencia de efectos desestabilizadores, tanto biológicos, como edáficos y climáticos.

Todos estos procesos corresponden a la capacidad de la naturaleza de tender siempre a las

condiciones de equilibrio y estabilidad.

Referencias

Campbell, N. y Reece, J. (2007). Biología .Editorial Médica Panamericana.

Irausquín, Y. (2001). Ciencias Biológias 8. Editorial Actualidad Escolar 2000.

Mazparrote, S. y Ceniceros, J. (1985). Fundamentos de Ecología. Editorial Biósfera.

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