Está en la página 1de 22

Paco Bezerra

GROOMING
Una CHICA de aspecto infantil y un HOMBRE con la cara de James Stewart,
pero vestido y peinado como Cary Grant, están sentados en el banco de un
parque.
Atardece.
El HOMBRE mira al frente.
Silencio.
La CHICA también.
Silencio.
HOMBRE.- Julio iglesias alterna sus estudios secundarios con el fútbol como
jugador amateur del Real Madrid.
HOMBRE.- ¿Sabes quién es Julio Iglesia?
La CHICA no responde.

HOMBRE- Es un cantante español.


Silencio.
HOMBRE.- Un día, el portero titular del equipo se lesiona y el entrenador le
comunica a julio Iglesias que debutará el próximo domingo. Julio celebra con sus
amigos y con su novia, su debut como titular del Real Madrid, pero esa misma
noche sufre un accidente de Auto y se queda paralítico. Ingresa en el hospital, lo
operan y comienza una larga fase de recuperación. Poco a poco, sus amigos y su
novia dejan de visitarlo y se queda solo, en la clínica.
El HOMBRE sigue mirando al frente.
La CHICA también.
HOMBRE.- Cada vez que daban esa película daba la casualidad de que estaba en
casa de mi abuela. Ella nunca me dejaba ver el final. Cuando a Julio lo llevaban a
la clínica, siempre la cambiaba. Decía que era una pena y que no entendía por
qué tenían que hacer películas como ésas. Yo le explicaba que después del
hospital venía la parte final, que lo había visto en el tráiler: Julio se retira a un
hotel, comienza a cantar y se hace famoso. Pero mi abuela decía que no, que,
después de lo que había pasado, era imposible que sucediera algo así.
Silencio.
HOMBRE.- ¿Ves ese huevon de enfrente?
La CHICA no responde.

HOMBRE.- Llegó hace un rato largo, se colocó justo al otro lado del estanque, en
donde está ahora, y empezó a tirarle gusanitos a los patos. ¿Tú crees que se los
comen?
La CHICA no responde.
HOMBRE.- Me apostaría el cuello a que piensa que vestir como una cucaracha y
tirar esa mierda al estanque lo hace ver bien, con estilo. Ése es el problema. La
gente está muy equivocada. Pero hay poco que hacer. Con idiotas como esos no
se puede hablar, entre otras cosas porque nunca te hacen caso. Y aunque te lo
hicieran daría lo mismo. ¿Sabes por qué?
La CHICA no responde.
HOMBRE.-porque Los idiotas como ese nunca entienden nada de lo que les
dices. Se creen que les hablas porque tú eres igual de idiota que ellos.
Silencio.
HOMBRE.- Dentro de muy poco ya no se podrá ir al cine. Lo leí el otro día en un
periódico de esos que regalan por la calle: “Las diez cosas que desaparecerán de
aquí a diez años“. ¿Te gusta el cine? Cuál es tu película favorita.
La CHICA no responde.
HOMBRE.- La que hayas visto más veces. ¿Conoces Con la muerte en los
talones?
La CHICA no responde.
HOMBRE.- En mitad de una llanura, a Cary Grant le persigue una avioneta. Él no
sabe por qué. Entonces, busca un sitio donde esconderse. A lo lejos ve un maizal,
corre, se mete dentro, la avioneta planea sobre el maizal, empieza a fumigar y
Cary Grant casi se asfixia. Hasta que aparece un camión cisterna y Cary Grant
aprovecha, sale del maizal y corre de nuevo hacia la carretera, pero el camión no
se para y casi lo atropella. La avioneta cambia de sentido, vuelve a dirigirse a él,
pero no calcula bien, se desestabiliza y se estrella contra el depósito del camión,
que explota por los aires y todo se llena de gasolina, humo y fuego. Cuando
vuelven a enfocar a Cary Grant, no tiene ni un solo rasguño. ¿Sabes por qué?
La CHICA no responde.
HOMBRE.- Cary Grant es un héroe. Todo lo contrario de James Stewart, un tipo
traumatizado y cobarde que se pasa el día en pijama mirando a través de unos
prismáticos la vida de los demás. Yo tampoco lo sabía, me enteré hace poco,
pero dicen que Cary Grant y James Stewart son la misma persona.
El HOMBRE se da cuenta de que tiene suelto el cordón de uno de sus zapatos.

HOMBRE.- Al principio parece extraño, dos tipos diferentes no pueden ser el


mismo, pero la cosa es que mientras Cary Grant representa lo que a Hitchcock
le hubiese gustado ser, un tipo apuesto y decidido, James Stewart era un reflejo
de su verdadera personalidad: un huevon traumatizado, tímido y cobarde. Se fue
el idiota de los patos.,,, Átamelo.
La CHICA sigue mirando al frente.
HOMBRE.- El zapato.
La CHICA deja de mirar al frente y dirige su vista hacia el zapato del HOMBRE.
HOMBRE.- Átamelo.
La CHICA retira su vista del zapato y, por primera vez, mira al HOMBRE.
HOMBRE.- Átamelo.
Silencio.
La CHICA, lentamente, se levanta del banco y se arrodilla en el suelo, junto al
zapato del HOMBRE.
HOMBRE.- Hitchcock me ha ayudado a entender cosas que no tienen que ver con
el cine ni nada de eso.
La CHICA agarra los cordones del zapato del HOMBRE y comienza a
atárselos.
HOMBRE.- Hitchcock me ha ayudado, más bien, a entender cosas que tienen que
ver conmigo.
La CHICA termina de atarle los cordones al HOMBRE.
HOMBRE.- Gracias.
La CHICA se levanta del suelo, se sienta en el banco y vuelve a mirar al frente.
HOMBRE.- Me llamo Leonardo. Me lo puso mi madre. La gente cree que fue por
Di Caprio, pero sólo por edad, y a menos que te pares tres segundos a pensarlo,
no tiene mucho sentido. Fue por Da Vinci, ese italiano que hacía de todo. ¿Sabes
quién fue Da Vinci?
La CHICA, que sigue mirando al frente, no responde.
HOMBRE.- Estudié Piano, Arquitectura y Bellas Artes. De joven tenía un grupo.
Tocaba la guitarra y escribía las letras. Pero lo que más me gusta es el cine, las
películas. Yo tengo talento, ¿sabes? Soy un artista. El problema es que me da lata
perder el tiempo y prefiero juntarme con niñas lindas como tú que me la pongan
dura.
El HOMBRE saca de uno de sus bolsillos un taco de tarjetas, hace una especie
de abanico con ellas y se las muestra a la CHICA.
HOMBRE.- Elige una carta.
La CHICA no responde.
HOMBRE.- Elige.
La CHICA mira las tarjetas.
HOMBRE.- Lo siento, pero tienes que elegir.
La CHICA se lo piensa y, finalmente, elige una tarjeta, que el HOMBRE agarra
y retira de su mano.
HOMBRE.- La situación es la de siempre. Yo te hago una pregunta. Si la aciertas,
puedes volver por donde has venido, pero, si la fallas… La cosa es que
tengo un problemilla y me gustaría pedirte un pequeño favor. Historia,
Literatura, Arte, Ciencias Naturales, Cine o Deportes.
La CHICA se pone de pie.
HOMBRE.- A dónde vas.
CHICA.- Se está haciendo tarde.
HOMBRE.- Vuelve a sentarte en el banco, me estás poniendo nervioso.
CHICA.- Me dijo que no me tocaría.
HOMBRE.- Y no lo voy a hacer.
CHICA.- Usted no tiene dieciséis años.
HOMBRE.- Dices eso porque aún no me conoces.
CHICA.- Qué quiere.
HOMBRE.- Historia, Literatura, Arte, Ciencias Naturales, Cine o
Deportes.
La CHICA continúa de pie.
CHICA.- ¿Si elijo me va dejar ir?
HOMBRE.- No te lo voy a repetir.
CHICA.- Está bien: Historia.
HOMBRE.- Te estoy esperando.
CHICA.- ¿?
HOMBRE.- He dicho que te sientes.
Silencio.
La CHICA baja su mirada, vuelve a sentarse en el banco y el HOMBRE lee la
tarjeta.
HOMBRE.- Quién fue la primera mujer en viajar al espacio: Adriana Sklenarikova,
Svetlana Savitskaja, Valentina Terechkova o Sally Ride. Tiempo.
La CHICA parece que se lo piensa, pero, finalmente, no responde.
HOMBRE.- Tiempo.
La CHICA no responde.
HOMBRE.- Por probar no pierdes nada.
La CHICA no responde.
HOMBRE.- Di una. Quién sabe.
La CHICA no responde.
HOMBRE.- A lo mejor tienes suerte.
CHICA.- La cuarta.
HOMBRE.- ¿Sally Ride?
El HOMBRE mira el dorso de la tarjeta y comprueba la respuesta.
HOMBRE.- No era una pregunta fácil. Lo siento.
El HOMBRE le cede la tarjeta a la CHICA para que ésta pueda comprobar la
respuesta.
HOMBRE.- Sabes lo que va a pasar ahora, ¿no?
La CHICA vuelve a mirar al frente.
HOMBRE.- Será sólo un momento. No voy a hacerte daño.
Silencio.
HOMBRE.- Tú confía en mí…
Silencio.
HOMBRE.- Y todo saldrá bien.
El HOMBRE se abre la bragueta de su pantalón.
Silencio.
La CHICA sigue mirando al frente.
HOMBRE.- Ya verás, te va a gustar. Dentro de lo que cabe, y tal y cómo está el
mundo, en el fondo, hasta has tenido suerte de dar conmigo.
Silencio.
HOMBRE.- Creéme, Carolina, si te digo que podría haber sido mucho peor.
La CHICA se pone de pie.
HOMBRE.- Date la media vuelta y ponte de rodillas en el suelo.
La CHICA se da la media vuelta y se coloca frente al HOMBRE.
Silencio.
El HOMBRE se saca el pene a través de la bragueta de su pantalón y la
CHICA se arrodilla.
Silencio.
La CHICA acerca despacio su boca al pene del HOMBRE y comienza, muy
suave,a practicarle una felación.
Silencio.
La CHICA continúa practicándole una felación al HOMBRE, hasta que éste
eyacula y vuelve a guardarse el pene dentro del pantalón. La CHICA se echa a
un lado y escupe una buena cantidad de saliva al suelo.
Silencio.
HOMBRE.- No estarás enfadada conmigo, ¿verdad?
La CHICA no responde.
HOMBRE.- Qué vas a hacer ahora.
La CHICA no responde.
HOMBRE.- ¿No me vas a responder?
CHICA.- Supongo que irme para mi casa.
HOMBRE.- Por qué. ¿No estás segura?
CHICA.- ¿?
HOMBRE.- Como has dicho: “supongo que irme para mi casa”, no sé, a lo mejor
es que no estás segura. Puede que vivas lejos, que vayas a quedarte en casa de
alguna amiga o no sé, a lo mejor es más sencillo que todo eso y, directamente, es
que no quieres hablar conmigo.
La CHICA no responde.
HOMBRE.- Te conozco desde hace poco, pero, ¿sabes de qué me da la
impresión, Deyanira?
La CHICA no responde.
HOMBRE.- De que no confías en mí. Vuelve a sentarte en el banco.
CHICA.- Lo siento, pero tengo que irme
HOMBRE.- He dicho que te sientes en el banco.
La CHICA no hace ni dice nada.
HOMBRE.- ¿O no me has oído?
La CHICA no hace ni dice nada.
HOMBRE.- Vuelve a sentarte en el banco.
La CHICA no hace ni dice nada.
HOMBRE.- Si quieres por las buenas, por la buenas, pero si prefieres tener
problemas…
CHICA.- Por qué me hace esto.
HOMBRE.- Por qué te hago qué.
CHICA.- Me gustaría volver a casa.
HOMBRE.- ¿Y? Qué ocurre. ¿Vives lejos?
CHICA.- Más o menos.
HOMBRE.- Y eso qué quiere decir. ¿Eres siempre tan ambigua? Qué significa
más o menos.
CHICA.- Cerca del aeropuerto.
HOMBRE.- Mucho ruido, ¿no?
CHICA.- ¿?
HOMBRE.- Me refiero a los aviones.
CHICA.- Estoy acostumbrada.
HOMBRE.- ¿Y estas apurada?
CHICA.- Todas las noches cenamos a esta hora
HOMBRE.- Entonces, si estas¿no?
CHICA.-
HOMBRE.- apurada
La CHICA no responde.
HOMBRE.- Te lo digo porque, si quieres, puedo acercarte.
CHICA.- No tiene que molestarse.
HOMBRE.- No es molestia ninguna, al contrario, tengo el auto ahí detrás.
CHICA.- No se preocupe. Tomare la micro
HOMBRE.- No me preocupo, pero me quedo mucho más tranquilo.
CHICA.- Se lo estoy diciendo en serio.
El HOMBRE se pone de pie.
HOMBRE.- Yo también.
La CHICA da un paso atrás.
HOMBRE.- He dicho que te sientes en el banco.
CHICA.- Vine hasta aquí e hice lo que me dijo…
HOMBRE.- Por la autopista son quince minutos.
CHICA.- Ahora le toca a usted.
HOMBRE.- ¿Has pensado ya en lo que vas a decir cuando llegues y te pregunten
de dónde vienes?
CHICA.- No se lo voy a contar a nadie.
HOMBRE.- ah si?.. pero y yo cómo lo sé.
CHICA.- Si lo que quiere es que me suba en su auto, lo siento, pero no lo voy a
hacer.
HOMBRE.- Por qué.
CHICA.- Porque esto no fue lo que hablamos.
HOMBRE.- Cuándo.
CHICA.- Anoche.
HOMBRE.- ¿Anoche?
CHICA.- Sí. Por chat.
Nunca revele sus contraseñas o números de tarjetas de crédito en una conversación de mensajes
instantáneos. Para evitar infecciones de virus o gusanos en el equipo, no acepte ni abra nunca un
archivo o vínculo de un mensaje instantáneo hasta que compruebe su autenticidad con el
remitente.
HOMBRE.- Primera escena, si te hace gracia, escribe: ja, ja, ja. Un tipo se cae al
río y se queda negro. Segunda escena: otro tipo se cae al mismo río y también se
queda negro. Tercera escena: otro tipo se cae al mismo río y también se queda
negro. Cómo se llama la película.
La CHICA no responde.
HOMBRE.- Río deja Neiro.
Silencio.
HOMBRE.- Qué pasa. ¿No te da risa?
CHICA.- ¿Río deja Neiro? No conozco ninguna película que se llame así.
HOMBRE.- Se abre el telón 1º acto: sale un ciego tratando de ver una película.
2º Acto: sale el mismo ciego tratando de leer un libro.
3º Acto: sale el mismo ciego tratando de ver la televisión.
¿Cómo se llama la película?...
La CHICA no responde.
HOMBRE.- Visión Imposible
Silencio.
CHICA.- Perdona, pero yo no te conozco
HOMBRE.- Si quieres que hablemos de otra cosa…
CHICA.- No es eso, es sólo que no sé quién eres.
HOMBRE.- Entonces ¿por qué aceptaste mi solicitud de amistad?
CHICA. Para saber quién eres . pero si no te identificas te elimino y bloqueo
HOMBRE.- Ya es tarde para eso
CHICA.- ¿Qué?...
HOMBRE.- Charlamos hace tiempo.
CHICA.- Dónde.
HOMBRE.- En el chat, imagino.
CHICA.- Qué chat.
HOMBRE.- O en Tuenti, ahora no me acuerdo.
CHICA.- Qué edad tienes.
HOMBRE.- Dieciséis.
CHICA.- Cuál es tu nick.
HOMBRE.- ¿Mi qué?
CHICA.- En el Tuenti, tu nick. No me sale tu foto.
HOMBRE.- Perdona, pero a veces no entiendo lo que escribes.
CHICA.- En el Tuenti. Cuál es tu nombre.
HOMBRE.- Dani_Grant Te envié unas fotos no hace mucho, delante de un pulpo.
CHICA.- Qué pulpo.
HOMBRE.- En un parque de atracciones. Sin camiseta. Un pulpo. ¿No te
acuerdas?
CHICA.- Sigue sin salirme tu foto.
HOMBRE.- Es que este computador no es mío.
CHICA.- Entonces, mejor hablamos otro día.
HOMBRE.- Espera.
CHICA.- En serio. Tengo cosas que hacer.
HOMBRE.- Un segundo.
CHICA.- Lo siento, pero no suelo hablar con gente sin foto.
HOMBRE.- Hay algo importante que me gustaría decirte. He jackeado tu face. he
cambiado tu contraseña y tu pregunta secreta. Si cierras tu face ya no podrás
abrirlo.
Acabo de robarte tus cuentas de correo con todos tus mensajes dentro y entrado a
tus imágenes en tu computador y tu celular. Como lo he hecho. No te lo diré. No
es sencillo. Además sería como revelar los secretos del mago
Silencio.
HOMBRE.- Si no cambias la pregunta secreta, por defecto, aparece siempre la
misma: el nombre de tu mascota. La primera vez que hablamos te pregunté si te
gustaban los animales. Yo te dije que tenía un perro, Manolo, y tú me hablaste de
tu periquito: Jimmy Jimmy. Hace semanas que entro a tus cuentas y veo todas tus
fotos. Creo que me he enamorado de ti.
En la pantalla aparece una petición de webcam para iniciar una vídeollamada.
Mr.Hitchcock desea iniciar una vídeollamada con Carolina16. Aceptar (Alt+C)
Rechazar (Alt+D)
HOMBRE.- Acepta, por favor.
La CHICA no responde.
HOMBRE.- O te quedas sin cuenta.
La CHICA no responde.
HOMBRE.- Tú decides.
La CHICA no responde.
HOMBRE.- Está bien, como quieras, pero luego no digas que no te avisé.
La CHICA acepta la invitación, entra en la red digital de comunicación
Messenger y su imagen aparece en la pantalla del computador del HOMBRE.
HOMBRE.- Súbela, por favor.
La CHICA no hace ni dice nada.
HOMBRE.- La cam. No te veo bien.
La CHICA sube la webcam.
HOMBRE.- Un poco más.
La CHICA sigue subiendo la webcam hasta colocarla a la altura de su cara.
HOMBRE.- Está desenfocada.
La CHICA acerca su mano al objetivo de la webcam y, poco a poco, va
enfocándose la cara hasta que se ve completamente nítida.
HOMBRE.- Cómo te llamas.
La CHICA no responde.
HOMBRE.- Quiero oír tu voz. Dime tu nombre.
La CHICA responde hablando frente a la webcam.
CHICA.- Carolina.
HOMBRE.- Y qué edad tienes.
CHICA.- Dieciséis.
HOMBRE.- Tengo unas fotos muy lindas tuya. Acostumbras a sacarte fotos en
ropa interior. Y ahoras enque sales como dios te mandó al mundo. ¿crees en
dios?
La CHICA no responde.
HOMBRE.- ¿quieres verlas? Sales muy linda En serio. Te van a gustar.
CHICA: Pero esas fotos son personales, yo no las he compartido con nadie.
HOMBRE: Están en tu celular y se guardan como archivos a los que yo puedo
acceder. Ya te lo expliqué. En estos tiempos, donde la tecnología es tan avanzada
ya nada es personal.
SILENCIO
HOMBRE.- Qué harías si mandase estas fotos a todas las direcciones que tienes
y lo viesen tus contactos. O peor aún, si la subiese a un portal de fotos
pornográficas.
La CHICA no responde.
HOMBRE.- Carolina, ¿estás ahí?
La CHICA no responde.
HOMBRE.- Por cierto, qué haces mañana.
La CHICA no responde.
HOMBRE.- En una de las direcciones, en tu lista de contactos, pones papá.
Supongo que papá será tu padre.
CHICA.- Por favor, no hagas eso.
HOMBRE.- Sé de un sitio que paga muy bien por este tipo de fotos
CHICA.- No mandes esas fotos a nadie. Por favor. No quería que nadie las
viera…
HOMBRE.- Al otro lado del puente que divide la ciudad hay un parque, con un
lago.Tiene cuatro entradas. ¿Lo conoces?
La CHICA no responde.
HOMBRE.- La puerta del norte es la que está más cerca del estanque. Nada más
entrar, detrás de las escaleras que bajan a los jardines, hay dos caminos. En el de
la derecha, al principio, hay una estatua de un ángel con un pájaro en la cabeza.
Si tomas el camino de la estatua y sigues derecho, llegas sin problema a una
plaza,pequeña, sin fuente, ni escultura, sólo con un banco. Camina hasta el banco
ysiéntate. Mañana, por la tarde, a las siete y media. Tú sola.
Silencio.
HOMBRE.- Te aseguro que soy el primer interesado en eliminar estas fotos y en
no Mandárselas a nadie. Así que espero que estés de acuerdo conmigo y que no
me des opción.
*****
El HOMBRE y la CHICA siguen de pie, junto al banco.
HOMBRE.- Lo que menos me gustaría es que te llevaras una impresión
equivocada de mí.
CHICA.- El autobús está a punto de pasar.
HOMBRE.-¿Vas a dejarme con la palabra en la boca?
CHICA.- No me gustaría perderlo.
HOMBRE.-¿Y no puedes esperar siquiera un minuto?
CHICA.- Es que ya no pasan más.
HOMBRE.- Qué ocurre luego con los malentendidos.
CHICA.- ¿?
HOMBRE.- En qué trabaja tu padre.
La CHICA mira su reloj.
HOMBRE.- ¿Fabrica relojes? ¿Los vende?
La CHICA vuelve a mirar al HOMBRE.
HOMBRE.- ¿Tiene una tienda?
CHICA.- El autobús está a punto de pasar.
HOMBRE.- ¿Podemos cambiar de tema o vamos a estar todo el rato hablando del
autobús?

La CHICA no responde.
HOMBRE.- A lo mejor es que no trabaja en nada y está cesante. Últimamente
hay mucha gente sin trabajo. Puede ser, ¿no?
La CHICA no responde.
HOMBRE.- No sé, Carolina, porque me ofrezco a acercarte en auto y no
quieres, y te digo que me digas en qué trabaja tu padre y tampoco quieres, pero
luego sí que quieres que confíe en ti y que te deje que te vayas como si nada.
No sé si me entiendes.
CHICA.- No me gusta hablar del tema.
HOMBRE.- Qué tema.
CHICA.- De mi padre.
HOMBRE.- Por qué.
La CHICA se encoge de hombros.
HOMBRE.- ¿Está enfermo?
CHICA.- No.
HOMBRE.- Entonces, qué le pasa.
La CHICA baja la mirada dirigiendo su vista al suelo.
CHICA.- No lo sé. Nunca lo he visto.
Silencio.
CHICA.- Ni si quiera sé si existe.
HOMBRE.-Debe ser duro
La CHICA eleva la vista y vuelve a mirar al HOMBRE.
CHICA.-¿Puedo irme, por favor?
HOMBRE.- No saber quién es tu padre, digo. ¿Vives sola, entonces? ¿O tienes
más hermanos?
CHICA.- No va a dejar que me vaya, ¿verdad?
HOMBRE.- Si hay algo que quieras contarme, cualquier cosa, es sólo que me
gustaría que supieras, Carolina, que aquí tienes un amigo y que puedes confiar
en mí.
La CHICA no resiste más y rompe a llorar.
HOMBRE.- Carolina…
La CHICA sigue llorando.
HOMBRE.- Carolina…
CHICA.- Deje que me vaya, por favor.
HOMBRE.- Está bien, pero contesta a lo que te pregunto.
CHICA.- Soy hija única. Vivo con mi mamá.
HOMBRE.- ¿Las dos solas o con más gente?
La CHICA, que sigue llorando, se derrumba contra el suelo.
HOMBRE.- Carolina, te he hecho una pregunta.
CHICA.- Vivimos con su pareja.
HOMBRE.- El de tu madre.
CHICA.- Sí.
HOMBRE.- Y en qué trabaja su pareja.
La CHICA, que sigue llorando, no responde.
HOMBRE.- Porque de algún sitio tendrá que sacar para comer. ¿O no come?
La CHICA, que parece que ha parado de llorar, mira al HOMBRE desde el
suelo.
HOMBRE.- Qué te pasa. Carolina.
CHICA.- Por qué me hace tantas preguntas.
HOMBRE.- Y tú por qué nunca me contestas.
La CHICA no responde.
HOMBRE.- ¿Te gusta hacerte la interesante?
CHICA.- No.
HOMBRE.- Entonces, por qué no respondes a lo que te pregunto.
CHICA.- Hormigón pretensado.
HOMBRE.- Qué es eso.
CHICA.- No sé ¿me puedo ir?
HOMBRE.- No lo sabes.
CHICA.- No.
HOMBRE.- Y cómo dices que se llama.
CHICA.- Hormigón pretensado.
HOMBRE.- Digo el pololo de tu madre.
CHICA.- Lo hace para que lo pierda, ¿verdad?
HOMBRE.- Creí que había quedado claro que no volveríamos a hablar del
autobús.
CHICA.- Marian.
HOMBRE.- ¿?
CHICA.- Me preguntó por el nombre del novio de mi mamá, ¿no? Se llama
Marian.
HOMBRE.- Qué nombre es ése. Ningún hombre se llama así.
CHICA.- Es extranjero.
HOMBRE.- De dónde.
CHICA.- De Haiti.
HOMBRE.- Un Negro. (silencio)…Y qué mide.
CHICA.- ¿?
HOMBRE.- ¿Es más alto o más bajo que yo?
CHICA.- ¿?
HOMBRE.- ¿Crees que soy hueon ?
La CHICA no responde.
HOMBRE.- Contesta, ¿crees que soy hueon?
La CHICA no responde.
HOMBRE.- Pude haber elegido cualquier otra dirección de tus contactos en el
Messenger, pero, precisamente, fui a escoger la de tu padre. Anoche. Ni siquiera
sabes si existe pero en tu lista de contactos está . Curioso, ¿no te parece?
La CHICA se levanta y da un paso atrás.
CHICA.- No se mueva de ahí.
El HOMBRE se mira las puntas de los zapatos.
HOMBRE.- ¿Tú me has visto moverme?
CHICA.- Si da un solo paso más…
HOMBRE.- Qué.
CHICA.- Grito.
HOMBRE.- ¿Lo ves?, ya te va saliendo el carácter.
CHICA.- Si vuelve a tocarme, le juro que grito.
HOMBRE.- Me gusta lo que haces al hablar, eso que haces con la boca.
CHICA.- Será mejor que dejemos las cosas como están.
HOMBRE.- ¿Y lo peor? ¿Has pensado en lo peor? Yo sí, es una costumbre. No sé
si buena o mala, pero es algo que hago bastante: pensar en lo peor, de cualquier
cosa, de mentir, por ejemplo.
CHICA.- Yo he cumplido con mi parte.
HOMBRE.- ¿Sabes qué es lo peor de mentir?
CHICA.- Ahora le toca a usted.
HOMBRE.- Que una vez que te pillan, luego, siempre tienes que contar la verdad.
CHICA.- La gente no miente por gusto.
HOMBRE.- Y por qué lo hacen, según tú.
CHICA.- Porque no todo el mundo está preparado para oír la verdad.
HOMBRE.- Dónde has aprendido a hablar así.
CHICA.- Así, cómo.
HOMBRE.- Así, como lo estás haciendo.
CHICA.- Escucho y, luego, hablo, en ese orden.
HOMBRE.- Eso no tiene mucho misterio.
CHICA.- No se crea, hace falta paciencia.
HOMBRE.- Por cierto, no sé la tuya, pero la mía empieza a agotarse. ¿Vas a
decirme ya en qué trabaja tu padre o vas a seguir haciéndote de rogar?
CHICA.- No me hago de rogar.
HOMBRE.- Pues no se nota, porque no paras de poner problemas
CHICA.- No estoy poniendo problemas
HOMBRE.- Por el Messenger parecías más inteligente, pero ya veo que era sólo
una impresión mía.
CHICA.- Hace tiempo que no vive con nosotras.
HOMBRE.- Quién.
CHICA.- Mi padre. Es chofer del metro. Pero no lo veo desde hace año y
medio porque desde que mi madre lo echó, él no ha vuelto a aparecer.
HOMBRE.- ¿Y es verdad que tu mamá sale con un haitiano negro? ¿ A tu mamá
le gustan los negros?
CHICA.- Qué importa eso.
HOMBRE.- Digo que si es verdad.
CHICA.- No, no es verdad.
HOMBRE.- Y por qué me mientes.
CHICA.- No le he mentido.
HOMBRE.- Pero lo inventaste
CHICA.- no, no lo inventé
HOMBRE.- Ah entonces eres tú la que sale con el haitiano. Es a ti a le que te
gustan los negros.
CHICA.- No. Yo no tengo pololo
HOMBRE.- Entonces, quién mierda sale con el haitiano
CHICA.- Mi padre.
CHICA.- Aunque, según mi madre, están a punto de dejarlo porque el haitiano
siempre ha estado enamorado de su novia de toda la vida, y no de mi padre,
como él piensa.
HOMBRE.- Es gay.
CHICA.- Quién.
HOMBRE.- Tu padre.
CHICA.- A usted qué le parece.
HOMBRE.- ¿Y te han tocado alguna vez?
CHICA.- Quién.
HOMBRE.- Tu padre. O el haitiano
CHICA.- De qué habla.
HOMBRE.- Digo si te han tocado.
CHICA.- ¿Toca usted a su hija mientras se ducha? Mi padre puede ser un
estúpido, y un inmaduro, como casi todos los hombres, pero es un caballero.
HOMBRE.- Qué has dicho.
CHICA.- Que mi padre puede ser un inmaduro, pero que es un caballero.
HOMBRE.- Antes. Repite lo que has dicho.
CHICA.- No sé de qué me habla.
HOMBRE.- ¡Repítelo!
El HOMBRE rodea a la CHICA y se pone a sus espaldas.
HOMBRE.- Te estai metiendo problemas mocosa de mierda. Vuelve a sentarte.
La CHICA se da la media vuelta y encara al HOMBRE.
CHICA.- Lo que vaya a contarme voy a oírlo igual ahí sentada que aquí de pie.
HOMBRE.- Por qué has dicho eso.
CHICA.- Si le digo la verdad, creo que preferiría no saberlo.
HOMBRE.- ¿Te estás burlando de mi?
CHICA.- No. Sólo que hay cosas que una vez que se dicen… Es como si se
abriera una puerta que jamás pudiera volverse a cerrar.
HOMBRE.- Qué puerta. De qué hablas.
CHICA.- De su hija. Me preguntó por ella, ¿no?
HOMBRE.- ¿?
CHICA.- Es curioso, pero cada vez que voy, siempre hay algo que me llama la
atención. Los clientes, por ejemplo, entran, eligen un par de marraquetas o un
paquete de tallarines y ya quieren irse de allí. A la gente no le gusta comprar en el
Lider, por eso hay siempre peleas en las cola, las cajeras y los que trabajan dentro
son todos tan feos, yo creo que para que los clientes se vayan rápido y pueda
seguir entrando gente.
Silencio.
El HOMBRE sonríe.
CHICA.- ¿Te parece gracioso?
No hay réplica.
CHICA.- No era un chiste. Hay días en los que, mientras a usted se le hielan las
manos reponiendo bolsas de mariscos dentro de los congeladores, yo voy a su
casa y digo que soy ejecutiva bancaria. ¿Su mujer no se lo ha comentado?.
Silencio.
CHICA.- No sabe lo fácil que es engañar a la gente con una credencial falsa y un
par de papeles que parezcan importantes. Bueno, el punto es que ido un par de
veces a sus casa. Usted sábelo que tramitan los bancos para prestar dinero.¿ de
verdad que su señora no se lo ha comentado?. Su casa es Bonita pero muy
pequeña, entiendo que necesiten dinero para agrandarla. Entonces, cuando voy ,
su mujer, muy amable, siempre me invita a un café, y yo, por educación, lo acepto,
aunque no debería, porque el café me hace mal. Me dan ganas de ir al baño. Así
que le pido permiso a su mujer, pero su casa tiene un pasillo difícil y siempre me
equivoco de puerta, y, sin saber cómo, aparezco en una especie de escritorio con
un notebook encima de una mesa. Suelo resistir la tentación, pero hoy, no sé por
qué, no fui capaz y me lo llevé. Antes de venir al parque lo encendí y lo vi.
Primero, mis fotos; luego, el de todas las demás, incluido el de su hija, dentro de la
tina
La CHICA vuelve a sentarse en el banco.
CHICA.- No sé si le he respondido a la pregunta.
No hay réplica.
CHICA.- Su mujer es bastante fea, pero su hija es preciosa. Y muy
fotogénica. No es que en vivo no sea linda, pero sale mucho mejor en las fotos.

¿Las hace usted mismo?


No hay réplica.
CHICA.- Las fotos, me refiero. ¿O llama a algún amigo?
No hay réplica.
CHICA.- Que edad tiene. Su hija ¿13? ¿15?.
Silencio
CHICA: Mire, Lo de que le gusta el cine, escribir letras y tocar la guitarra, se lo
creo, perolo de Leonardo y todo eso, me parece que, ni por Da Vinci, ni por Di
Caprio. Te llamas Manuel Romero y trabajas como reponedor en un
supermercado lider
La CHICA agarra un paquete de tabaco.
CHICA.- Ya te dije que la gente no mentía por gusto.
La CHICA saca un cigarro del paquete.
CHICA.- ¿Te apetece un cigarrillo?
No hay réplica.
CHICA.- Es light. Aunque, en realidad, es todo un poco mentira porque llevan más
basura que los normales y dicen que son más adictivos.
Silencio.
El HOMBRE, lentamente, se dirige de nuevo al banco y vuelve a sentarse junto
a la CHICA, esta vez de forma inversa a como se encontraban al principio.
El HOMBRE mira al frente.
CHICA.- Lo que menos me gustaría, Manuel, es que te llevaras una impresión
equivocada de mí.
Silencio.
CHICA.- ¿De verdad no quieres un cigarrillo?
HOMBRE.- No fumo.
CHICA.- Haces bien. El tabaco es una mierda.
La CHICA prende el cigarro
CHICA.- Yo lo estoy dejando.
La CHICA le da otra calada al cigarro.
CHICA.- A ver si lo consigo.
El HOMBRE sigue mirando al frente.
CHICA.- Átamelo.
No hay réplica.
CHICA.- Agáchate y átamelo.
El HOMBRE mira a la CHICA.
HOMBRE.- Quién eres.
CHICA.- El zapato.
El HOMBRE mira el zapato de la CHICA.
La CHICA vuelve a darle otra calada al cigarro.
CHICA.- qué esperas.
El HOMBRE vuelve a mirar a la CHICA.
HOMBRE.- No tiene cordones.
CHICA.- Qué importa.
La CHICA fuma de nuevo.
CHICA.- Tú átamelo.
Silencio.
El HOMBRE, finalmente, se levanta y se arrodilla junto al zapato de la CHICA.
CHICA.- ¿Vienes mucho a este parque?
No hay réplica.
CHICA.- De día, para mi gusto, es bastante feo, pero por la noche tiene su
encanto, le pasa como a ti.
El HOMBRE, desde el suelo, vuelve a mirar a la CHICA.
CHICA.- Levántate y vuelve a sentarte en el banco.
El HOMBRE obedece a la CHICA, se levanta del suelo y vuelve a sentarse en
el banco.
CHICA.- Ge, erre, doble o, eme, i, ene, ge: grooming. ¿Lo habías oído alguna
vez?
HOMBRE.- ¿?
CHICA.- a mi suena como el nombre de un confite o no suena como un vídeo
juego, también podría ser una marca de desodorante…
¿A ti, a qué te suena.?
No hay réplica.
CHICA.- A nada, ¿verdad?
No hay réplica.
CHICA.- Te dire por qué: este país está lleno de inútiles que piensan que el
castellano es muy ordinario, poco técnico y que estas cosas quedan mejor en un
idioma que nadie entiende. Ciberacoso sexual a menores hubiese quedado más
claro, pero grooming… No sé a ti, pero a mí, personalmente, no me gusta. Es
corto y suena sofisticado, eso sí, pero me parece feísimo. Tú qué opinas.
No hay réplica.
CHICA.- Que se llame grooming cuando podría haberse quedado con ciberacoso
sexual a menores.
No hay réplica.
CHICA.- No te importa.
No hay réplica.
CHICA.- Estas cosas, digo, te dan igual.
No hay réplica.
CHICA.- Pues deberían, aunque sólo fuese por la cuenta que te trae. Por cierto,
hablando de cuentas, cuántas tienes: , MySpace, Tuenti, Facebook,instagram
Twitter y qué más. Las vi todas. Se que son tus cuentas personales pero en estos
tiempos, donde la tecnología es tan avanzada ya nada es personal.

HOMBRE.- Estoy seguro de que podemos llegar a un acuerdo.


CHICA.-¿Utilizas programas espía?
HOMBRE.- Escúchame.
CHICA.- Los virus, cómo se llaman.
HOMBRE.- Te juro que…
CHICA.- Los gusanos, ¿los compartes?
HOMBRE.- Carolina…
CHICA.- A cuántas has jacqueado, almacenas tanta pornografía infantil que podría
tener tu propia página.
HOMBRE.- ¿No me vas a dejar hablar?
CHICA.- Brigrada de cibercrimen ¡¿te suena?
HOMBRE.-que
CHICA.- La Brigrada del Ciber Crimen. LA PDI . ¡te suena? Tal vez te suene más
que Grooming
HOMBRE.- Dónde está mi computador
CHICA.- Te lo estoy intentando decir desde hace un rato, pero, por lo que sea, o
no te interesa o no me estás prestando demasiada atención: Policia de
Investigaciones. Brigada de Cibercrimen. delincuenciaTecnológica. Piratería de
señales, estafa en el comercio electrónico, pornografía
infantil y casos de grooming. Te camuflas bajo la identidad de una menor, eliges
un nombre, un nick, entras en un chat, esperas a que alguien te contacte y, en
cuanto sospechas de algún usuario: detectas la IP de su computador o de sus
celulares y le investigas
en su propio domicilio. Ésa es una posibilidad.
La CHICA se pone de pie.
CHICA.- La otra es ésta.
Silencio.
El HOMBRE mira a la CHICA.
CHICA.- La agente continúa haciéndose pasar por la menor y acude a la cita.
Silencio.
El HOMBRE sigue mirando a la chica.
CHICA.- El problema es que, como no pueden meter a menores como señuelos, la
PDI no tiene más remedio que echar mano de colaboradoras: actrices con
aspecto infantil y cosas por el estilo. Aunque lo ideal es que el trabajo lo
desempeñen las propias agentes de la unidad. Se viene por la mañana temprano,
se monta el dispositivo, se cablea bien a la supuesta menor y se comprueban las
señales de
audio y de vídeo. Cuando llega la hora, la cita es grabada por los agentes desde
puntos estratégicos. Hay lugares en los que resulta más difícil, espacios cerrados
y cosas así, pero en sitios como éste no suele haber problema. El parque es
grande y está lleno de árboles.
Silencio.
El HOMBRE, lentamente, mira a su alrededor.
CHICA.- Cuando la niña decide que la información es suficiente y que la situación
ya no da para más…
La CHICA camina hasta el borde del estanque.

CHICA.- Hace una señal.


La CHICA saca de su muñeca una goma elástica, se da la media vuelta, y se la
muestra al HOMBRE.
CHICA.- La señal es siempre la misma. Cuando la chica se recoge el pelo.
Entonces, los agentes que vigilan escondidos, salen de sus puestos y rodean a la
pareja.
Silencio.
CHICA.- ¿Sabes lo que hacen con él?
No hay réplica.
CHICA.- A dónde se lo llevan.
No hay réplica.
CHICA.- Una vez que lo rodean
Silencio.
CHICA.- ¿sabes lo que le hacen a tipos como tú en la cárcel?... ¿te lo imaginas?

HOMBRE.- Esta mañana, en la bodega del super que huele a humedad y a leche
—los cartones se rompen y la leche se pudre—, estaba la radio puesta
derrepente, reconocí los diálogos, agarré una silla, me senté y la vi. Era La vida
sigueigual. Al final, Julio canta. Hace tiempo que conozco la canción, pero nunca
le había prestado atención a la letra. Dice que lo intentes o no, ganes o pierdas,
llores o rías, triunfes o te hundas en la miseria, friegues o no friegues, el suelo
volverá a llenarse de mierda. Supongo que si mi abuela nunca quiso que la viera,
sería por algo.
CHICA.- Cómo se llaman los gusanos.
HOMBRE.- Cada vez que me ducho, rezo, para que se vaya por el desagüe.
CHICA.- ¿Intercambias las fotos, los videos?
HOMBRE.- Y me restriego.
CHICA.- Quién te enseñó a configurar los virus.
HOMBRE.- Fuerte, con una esponja.
CHICA.- ¿En serio piensas que una niña de mi edad se comportaría como lo estoy
haciendo yo en una situación como ésta?
El HOMBRE mira de nuevo a la CHICA.
HOMBRE.- Hay algo que estás intentando decirme y que, por alguna razón, yo no
estoy entendiendo, ¿verdad?
CHICA.- No me preguntes por qué, Manuel, pero me da la impresión de que tú
tampoco confías mucho en mí.
El HOMBRE mira de nuevo la goma elástica de la CHICA y se da cuenta de
quecontinúa entre los dedos de ésta.
HOMBRE.- Recógetelo.
La CHICA no hace ni dice nada.
HOMBRE.- El pelo.
La CHICA no hace ni dice nada.
HOMBRE.- qué esperas.
La CHICA no hace ni dice nada.
HOMBRE.- Recógetelo.
El HOMBRE vuelve a mirar a su alrededor.
CHICA.- Por el Messenger parecías más inteligente, pero ya veo que era sólo una
impresión mía.
La CHICA camina de nuevo dirección al banco y vuelve a sentarse en él.
HOMBRE.- Enséñamela.
CHICA.- El qué.
HOMBRE.- La placa.
CHICA.- Qué placa.
HOMBRE.- Los ratis siempre llevan una placa.
CHICA.- Siempre, no. Sólo cuando estamos de servicio.
HOMBRE.- Y tú, hoy, estás de vacaciones.
CHICA.- No exactamente, sólo es mi día libre.
HOMBRE.- Qué casualidad.
CHICA.- Yo no lo llamaría así.
HOMBRE.- Y cómo lo llamarías.
CHICA.- Creo que me has malinterpretado.
HOMBRE.- Imagino que cobrarás bien. Sacarse fotos en pelota y Chuparsela a
desconocidos, eso se pagará con bonos extras
CHICA.- Manuel, a veces vengo sola.
Silencio.
CHICA.- Sin avisar a nadie.
La CHICA le mete la mano al HOMBRE en el bolsillo de su pantalón.
HOMBRE.- Qué haces.
La CHICA saca del bolsillo del pantalón del HOMBRE el taco de tarjetas que
antes utilizara éste con ella.
CHICA.- Para que me entiendas, tengo dos trabajos, muy distintos, como James
Stewart y Cary Grant, pero que, en el fondo, son el mismo. En uno hago lo que
tengo que hacer y en el otro lo que realmente me gustaría.
La CHICA comienza a barajar las tarjetas.
CHICA.- No sé si sabes que en las cárceles a las únicas personas que aíslan de
los demás presos es a los terroristas y a la gente como tú. Bueno después de
hacerle cosas que yo creo que no te van a gustar
La CHICA deja de barajar el taco de tarjetas.
CHICA.- O tal vez sí te gsuten. Tampoco digo que te tires al suelo y que te
pongas a besarme los pies,pero te comento que es de bien nacidos ser
agradecidos. Y me sorprende,sinceramente, que a estas alturas, ni siquiera me
hayas dado las gracias.
La CHICA forma un abanico con las tarjetas y se las muestra al HOMBRE.
CHICA.- Tú aún no te has dado cuenta, pero hoy es tu día de suerte.
El HOMBRE no hace ni dice nada.
CHICA.- Prueba y verás.
El HOMBRE no hace ni dice nada.
CHICA.- Elige una.
El HOMBRE no hace ni dice nada.
CHICA.- La que quieras.
El HOMBRE no hace ni dice nada.
CHICA.- Lo siento, pero tienes que elegir.
HOMBRE.- Por qué.
CHICA.- Porque yo también tengo un problemilla. Y, como tú, necesito que me
hagas un pequeño favor.
HOMBRE.- ¿?
CHICA.- La movida es la de siempre. Te hago una pregunta, si la aciertas, puedes
coger y volver por donde has venido, pero, si la fallas…
La CHICA saca un sobre cerrado.
CHICA.- Me gustaría que le echaras un vistazo a esto.
El HOMBRE mira el sobre.
CHICA.- Lo siento, pero tienes que elegir.
El HOMBRE vuelve a mirar a su alrededor.
CHICA.- Te dije que vine sola.
El HOMBRE mira de nuevo a la CHICA.
CHICA.-¿O es que no me crees?
HOMBRE.- Por qué me lo has contado.
CHICA.- El qué.
HOMBRE.- Todo.
CHICA.- Qué es todo.
HOMBRE.- Quién eres y a qué te dedicas.
CHICA.- Querías conocerme, ¿no?
HOMBRE.- ¿?
CHICA.- O, al menos, eso me dijiste, que estabas enamorado de mí. Pues aquí
me tienes. Ahora viene lo difícil. Ahora tienes que demostrármelo.
Silencio.
HOMBRE.- Carolina…
CHICA.- No me llames Carolina.
Silencio.
HOMBRE.- Y cómo quieres que te llame.
CHICA.- A ti cómo te gustaría.
HOMBRE.- Por qué no hablamos claro.
CHICA.- Nada puede apetecerme más.
HOMBRE.- Querías pedirme algo, ¿no?
CHICA.- Sí.
HOMBRE.- Y por qué no lo haces directamente y nos dejamos de preguntas y
respuestas.
CHICA.- Primero, por educación.
HOMBRE.- Qué educación.
CHICA.- Tú me has dado una oportunidad. Yo también te la quiero dar a ti. Y
segundo, porque no me gusta jugar con ventaja.
HOMBRE.- ¿?
CHICA.- Yo sé quién eres, en dónde vives quien es tu esposa, quien es tu hija y a
qué te dedicas. No veo por qué tú no vas a poder saberlo todo sobre mí también.
El HOMBRE se levanta de golpe y comienza a caminar hacia el estanque.
HOMBRE.- Esto es de locos.
La CHICA se levanta tras él y lo persigue con el abanico de tarjetas en la
mano.
CHICA.- Lo siento, pero tienes que elegir.
El HOMBRE se para en seco y se da la media vuelta.
HOMBRE.- ¿Y si me niego?
CHICA.- No sé a ti, pero a mí ésta no me parece forma ninguna de empezar una
relación.
HOMBRE.- Qué pasa si no lo hago, ¿eh?
CHICA.- No sé, imagínatelo
HOMBRE.- ¿Y si no tengo imaginación?
CHICA.- Entonces, prueba y mira a ver lo que pasa.
HOMBRE.- Esto es ridículo.
CHICA.- En la vida hay que elegir. Cuando uno quiere tenerlo todo, eso es lo
ridículo. Es el primer comentario inteligente que haces en toda la tarde.
Felicidades.
HOMBRE.- No te burles de mí.
CHICA.- No lo estoy haciendo. Todo lo contrario. Tan sólo me alegro de que seas
tú mismo el que, aunque sea poco a poco, se vaya dando cuenta.
HOMBRE.- Si vuelves a aparecer por mi casa…
CHICA.- Paso a paso, Manuel. Las cosas han de hacerse paso a paso y con
cabeza. Piénsalo. Y no vayas a decir nada que te comprometa. Mi consejo es que
te calles durante cinco, o diez segundos, sí, mejor diez, y que, después, digas
algo, como poco, constructivo, o que, al menos, deje de empeorar las cosas.
Largo silencio.
HOMBRE.-Literatura
La CHICA, que sigue ofreciéndole al HOMBRE el abanico de tarjetas, sonríe.
Silencio.
Finalmente, el HOMBRE se decide, agarra una tarjeta, y la CHICA se la quita
rápidamente de la mano.
La CHICA lee la tarjeta.

CHICA.- Cómo se llama el autor de Alicia en el País de las Maravillas


Hans Cristian andersen Lewis carrol Los hermanos Grimm o CS LEWIS
CHICA.- Tiempo.
HOMBRE.- El último
La CHICA ofrece al HOMBRE el sobre que ella misma sacó hace un momento.
CHICA.- No era una pregunta fácil. Al menos para ti. Lo siento.
El HOMBRE no coge el sobre.
HOMBRE.- No sé dqué significa todo esto, pero…
CHICA.- Por eso, te lo lees y me dices. Sin prisa. Tómate tu tiempo.
La CHICA sigue ofreciéndole el sobre al HOMBRE, hasta que éste lo coge, lo
abre
y saca de dentro una hoja, que desdobla y comienza a leer para sí mismo.
CHICA.- Hay más de 130, tipificadas, tanto en el CIE-10 de la Organización
Mundial de la Salud, como en el DSM-IV de la Asociación Norteamericana de
Psiquiatría. Se llaman parafilias, y pueden padecerse por separado o mezcladas
entre sí.
El HOMBRE termina de leer la carta y vuelve a mirar a la CHICA.
CHICA.- Se supone que eres parafílico cuando el placer sexual no lo encuentras
en la mera penetración, sino en otra actividad. Oler flores, por ejemplo. Ver fumar
a otra persona, comer heces, rozar los genitales de un desconocido, los
criminales, la gente peligrosa… Aunque, según la Medicina Moderna, no tienen
solución alguna que vaya más allá de la prevención de recaídas y de los
tratamientos farmacológicos con acetato de medroxiprogesterona. ¿Sabías que
el monstruo de Amstetten, el austriaco ese que encerró y violó a su hija y a sus
nietos durante años en el sótano de su casa, recibe a diario cientos de cartas de
mujeres proponiéndole favores sexuales?
No hay réplica.
CHICA.- Ni idea, entonces, ¿no?
No hay réplica.
CHICA.- De que eras parafílico.
No hay réplica.
CHICA.- Lo tengo ahí detrás, todo lo que necesitas, dentro de un contenedor. De
todas formas, si queremos estar seguros, podemos coger una piedra y romper
la farola.
Silencio.
HOMBRE.- No es verdad.
CHICA.- El qué.
HOMBRE.- Todo esto. Es una broma.
CHICA.- Me temo que no.
HOMBRE.- Me vas a perdonar, pero no es posible.
CHICA.- Claro que no es posible. Porque los parafilicos como tú no pueden tener
relaciones consentidas. Padeces de sadismo y pedofilia Solo les excita cuando
puedes abusar y controlar la situación. Al conocer a tu esposa me di cuenta que
era una mujer sometida, violentada. Debería denunciarte, pero ya no lo hizo. La
verad es que ya no hará falta.
(vuelve a tomar el moño para amarrarsele el pelo. Juegan con el
CHICA.- Una chica que no hace ni dice nada está sentada en el banco de un
parque. Hasta que aparece un conejo. Bien vestido. Entonces, la chica, no se
sabe muy bien por qué, se interesa por el animal, decide seguirlo y, sin pararse a
pensar en cómo saldrá luego de allí, entra en su madriguera. Cómo se llama la
película
HOMBRE.- De qué hablas ahora.
CHICA.- Alicia en el país de las maravillas. La película basa en el libro que te
pregunté. Lewis Carroll era el autor. Sabías que Lewis Carroll era un pedófilo igual
que tú. La verdad es que yo no leí el libro. Solo vi la película.
HOMBRE.- ¿?
CHICA.- Te lo digo para que veas que yo también he aprendido cosas de las
películas, cosas que no tienen que ver con el cine ni nada de eso, sino que tienen
que ver conmigo. ¿Sabes cómo sigue la película?
No hay réplica.
La CHICA se pone a buscar algo, lo localiza, se levanta del banco y camina
hacia el objeto.
CHICA.- Una vez que la chica entra por el agujero…
La CHICA se agacha y agarra el objeto. Es una piedra.
CHICA.- La madriguera se convierte en otra cosa.
La CHICA vuelve a ponerse de pie con la piedra en la mano.
CHICA.- El túnel cambia de sentido y, tanto la chica como el conejo, se precipitan
por lo que parecen las paredes de un pozo sin fondo.
La CHICA se saca la goma elástica de la muñeca.
CHICA.- Crees que serás capaz de controlarlo y de que, por una vez, vas a
resistirlo, pero los nervios siempre te traicionan. Y si a eso le sumamos que
dentro del agujero la luz es mínima y nunca puede saberse con exactitud a qué
distancia se encuentra uno del precipicio…
La CHICA se recoge el pelo con la goma elástica.
CHICA.- La cosa, evidentemente…
La CHICA apunta en dirección a la farola.
CHICA.- Se complica.
La CHICA lanza la piedra, rompe el cristal de la farola y todo se queda
completamente a oscuras.

*****
En el parque ha amanecido. Ya es otro día.
La CHICA está sentada en el banco, sola.
CHICA.- Cuando el pozo llega a su fin y la chica choca contra el suelo…
La CHICA se pone de pie.
CHICA.- Ésta se levanta y se pone de pie.
La CHICA se mira por encima.
CHICA.- Se mira por encima, para ver si se ha hecho algo, pero se da cuenta de
que sigue intacta.
La CHICA echa un vistazo alrededor del parque.
CHICA.- Entonces se pone a buscar al conejo.
Silencio.
CHICA.- Pero el conejo ya no está.
Silencio.
CHICA.- Ha desparecido.
La CHICA se pone en marcha y comienza a caminar hasta que desaparece.
El lugar se queda vacío.

También podría gustarte