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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

CENTRO UNIVERSITARIO DEL NORTE -CUNOR-

INGENIERO AGRÓNOMO

MACROECONOMÍA

ING. RICARDO PORTILLO

INVESTIGACIÓN BIBLIOGRÁFICA

ERICK JULIO ALBERTO AC PACAY 201945352

18/12/2022 COBÁN, ALTA VERAPAZ


Introducción

En el siguiente documento se analizan tres componentes de vital importancia en la

macroeconomía que nos dan una perspectiva de las cómo afectan las dinámicas

microeconómicas a nivel global; El consumo, junto con el ahorro y la renta, tienen un papel

fundamental en la evolución económica de cualquier país. Un alto consumo con relación a

la renta se traduce en poca inversión y a bajas tasas de crecimiento futuras; un gran ahorro,

por el contrario, suele implicar un alto nivel de inversiones y elevadas tasas de crecimiento

futuras. Las relaciones del consumo y de la inversión con el nivel de producción son muy

distintas según en qué parte del ciclo económico nos encontremos.

La importancia del consumo en cualquier economía desarrollada queda reflejada en su

porcentaje con respecto al PIB. En concreto, durante la última década este porcentaje ha

sido siempre cercano o superior al 60%, convirtiendo al gasto de los consumidores en el

principal componente de la demanda agregada y el motor del gasto de una economía a corto

plazo. El consumo y el ahorro son dos variables macroeconómicas esenciales para entender

tanto el crecimiento a corto como a largo plazo. Uno de los conflictos entre los objetivos de

la política económica era precisamente el crecimiento a corto plazo frente al crecimiento a

largo plazo: a mayor consumo presente, menos ahorro y menos inversión hoy, y menor

consumo futuro
Reseña

El consumo, la renta, y el ahorro son componentes que tienen un impacto muy

importante en la economía, y que se ven influenciados directamente por la política

monetaria de un país, de manera que pueden ser indicadores del comportamiento de la

misma. Para entender la realidad económica lo interesante es ver los elementos que están

detrás de las decisiones de consumo o ahorro. Es decir ¿qué factores influyen en las

elecciones de consumo o inversión? Pues los condicionantes económicos van más allá de

las convicciones religiosas o morales. Es importante entender primero los patrones de gasto

individuales, para poder trasladar después estas ideas al comportamiento del consumo

agregado. Esta transición del comportamiento familiar a tendencias nacionales es el

principio que guía la metodología macroeconómica: se comienza estudiando y

comprendiendo la actividad económica individual y después se suma o agrega la totalidad

de los individuos para estudiar cómo funciona la economía en general.

Es sumamente interesante este razonamiento inductivo, lo cual hace del documento una

herramienta interesante para dar tener una juicio correcto de como la economía se ve

influenciada por factores externos, y como esto impacta en la misma.


El consumo, el ahorro y la renta

La renta, el consumo y el ahorro están estrechamente relacionados entre sí. Más

concretamente, el ahorro personal es la parte de la renta disponible que no se consume; el

ahorro es igual a la renta menos el consumo. (ABC, 2003)

Según ABC (2003) Los estudios económicos han mostrado que la renta es el principal

determinante del consumo y del ahorro. Los ricos ahorran más que los pobres, tanto en

términos absolutos como en términos porcentuales. Las personas muy pobres no pueden

ahorrar nada; más bien, si tienen alguna riqueza o pueden pedir préstamos, tienden a

desahorrar. Es decir, tienden a gastar más de lo que ganan, reduciendo así el ahorro

acumulado o endeudándose más.

El consumo y el ahorro son dos variables macroeconómicas esenciales para entender

tanto el crecimiento a corto como a largo plazo. Recordar que uno de los conflictos entre

los objetivos de la política económica era precisamente el crecimiento a corto plazo frente

al crecimiento a largo plazo: a mayor consumo presente, menos ahorro y menos inversión

hoy, y menor consumo futuro. (Méndez, 2020)

El consumo es el gasto final de los hogares e instituciones sin fines de lucro.

Normalmente se sitúa entre 55 % y 70 % del PIB. Se divide en:

1. Consumo de bienes durables (por ej: autos, refrigeradores). 2. Consumo de bienes

no durables (por ej: comida, ropa). 3. Servicios (por ej: cortes de pelos, transporte)

Función del consumo y función del ahorro

Según Ramos (2015) Una de las relaciones más importantes de toda la macroeconomía

es la función del consumo, que muestra la relación entre nivel de gasto y consumo y el
nivel de renta disponible. Este concepto, introducido por Keynes, se basa en la hipótesis de

que existe una relación empírica estable entre el consumo y la renta. La relación entre el

consumo y la renta se denomina función de consumo, donde el gasto de consumo es

exactamente igual a la renta disponible: el hogar no es ni un prestario ni un ahorrador.

Según Méndez (2020) La teoría más elemental del consumo, aquella introducida y

comprobada empíricamente por John M. Keynes en 1936. La teoría keynesiana básica del

consumo consiste en afirmar que existe una relación estable, previsible y positiva (o

directa) entre el consumo y la renta disponible. Si las familias disponen de más renta

disponible, desearán comprar más bienes y servicios; en cambio, a menos renta disponible,

menos deseos de consumir. Matemáticamente, la correspondencia entre renta disponible y

consumo planeado se convierte en una de las ecuaciones generales más importantes de toda

la macroeconomía y recibe el nombre de función de consumo:

La función de consumo nos indica el gasto en consumo que planean realizar las familias

para cada nivel de renta disponible, ceteris paribus (esto es, suponiendo que todo lo demás

permanece constante). De forma explícita, la función de consumo tiene dos componentes

(Ramos, 2015)

 Gasto mínimo, que no depende del nivel de renta sino de otros factores distintos

de la renta, se le conoce con el nombre de consumo autónomo (o consumo

independiente) y lo designamos con la expresión C0.

 El otro componente es el gasto que depende de la renta. Esta parte de la función

de consumo, conocida como consumo inducido o consumo dependiente (c Yd )


nos indica cómo varía el consumo cuando varía la renta disponible. El parámetro

c es un valor positivo denominado propensión marginal a consumir

La función de ahorro muestra la relación entre el nivel de ahorro y la renta. Esta función

de ahorro procede directamente y es la distancia vertical entre la recta de 45o y la función

de consumo. Si se encuentra por arriba de la recta su ahorro va ser negativo, si muestra un

desahorro el ahorro va ser positivo. (Ramos, 2015)

Como se ha deducido de las páginas precedentes, el consumo y el ahorro no son dos

decisiones independientes: el gasto de consumo más el ahorro siempre es igual a la renta

disponible. Por lo tanto, el ahorro es la parte de la renta disponible que no se consume (no

hay que confundir el ahorro, que es una variable flujo, con los ahorros, una variable stock).

(Méndez, 2020)

Así mismo el autor menciona que las familias ahorran, principalmente, por motivos de

precaución, con el fin de acumular un patrimonio que les permita afrontar con cierta

seguridad la incertidumbre futura ante pagos repentinamente altos o ingresos

inesperadamente bajos. Entre estas causas imprevisibles que llevan a las familias a ahorrar

en el momento presente, se pueden citar el temor a quedarse sin empleo, la aparición de

incidentes en el ámbito del hogar que supongan un desembolso importante de dinero

(enfermedades, averías, viajes inesperados, etc.) y la posibilidad de no disponer de

pensiones públicas de jubilación.

Otro determinante del ahorro es el tipo de interés. Superado el límite de consumo que

cubre las necesidades mínimas de un individuo o familia, si los intereses que ofrecen los
bancos son muy altos, más gente restringirá su consumo y colocará sus ahorros en aquellos

activos donde les permita obtener una alta rentabilidad. (Ramos, 2015)

Si bien aceptamos todos estos condicionantes del ahorro, en nuestro estudio y por

motivos de simplicidad, seguimos la teoría keynesiana básica, donde la principal razón que

guía el ahorro de las familias es la renta disponible. Según esto, dada la simetría entre

ahorro y consumo, podemos obtener la función de ahorro restando a la renta disponible la

función de consumo:

La función de ahorro expresará, ceteris paribus, cuál es el ahorro planeado para cada

nivel de renta disponible. Y, al igual que la función de consumo, también tiene dos partes:

 El desahorro autónomo (So) es un número negativo que indica el endeudamiento

o disminución del ahorro (desahorro) necesaria para financiar el consumo

autónomo. Por esta razón, So es el valor opuesto a Co.

 El ahorro inducido (sYd ) recoge la parte del ahorro que depende o varía con el

nivel de renta disponible.

Naturalmente, la relación entre el ahorro y la renta disponible es positiva: a medida que

las familias disponen de más renta, querrán ahorrar más (y viceversa). Esto nos lleva a

representar la función de ahorro también como una línea recta creciente, la función de

ahorro no es más que la imagen reflejada de la función de consumo. (Ramos, 2015)


Determinación del consumo

Supongamos que C = 200 + 0,8Yd . En este caso, el consumo autónomo alcanza siempre

el valor 200 (Co = 200) porque no varía con la renta disponible. En cambio, el consumo

inducido sí será distinto para cada nivel de renta disponible. Consideremos, a modo de

ejemplo, sólo dos posibles situaciones:

• Si Yd = 2.000 ⇒ C = 200 + 0,8·2.000 = 1.800 ⇒ Los 1.800 se dividen en 200 de

consumo autónomo y 1.600 de consumo inducido por el nivel de renta 2.000.

• Si Yd = 3.000 ⇒ C = 200 + 0,8·3.000 = 2.600 ⇒ Los 2.600 se dividen en 200 de

consumo autónomo y 2.400 de consumo inducido por el nivel de renta 3.000

Ahorro es equivalente a inversión

Según Economipedia (2017) La diferencia entre los ingresos y los gastos de consumo de

una persona o de una familia se llama ahorro. Cuando el dinero ahorrado se usa para

adquirir un bien que generará ganancias, se está haciendo una inversión. El ahorro ayuda a

proteger el nivel de vida de las personas ante situaciones de pérdida de ingresos o posibles

reducciones en el ingreso futuro, como la cesantía o ante el aumento imprevisto de los

gastos debido, por ejemplo, a una enfermedad.

Además, el ahorro permite acceder a bienes que tienen un costo importante en relación

con el ingreso personal o familiar sin recurrir al endeudamiento. Antes de invertir, es

importante tener claro cuáles es el objetivo, qué es lo que se quiere obtener ahorrando. Por

ejemplo, costear las próximas vacaciones, arreglar tu habitación o cambiar tu bicicleta.

Las metas que consiguen con un ahorro constante de sólo algunos meses se conocen

como objetivos de corto plazo. En cambio, si las metas financieras tienen que ver con
reunir el pie para comprar una casa, el financiamiento de la educación futura de los hijos o

ahorrar para mejorar las condiciones de jubilación, se trata de objetivos de mediano o largo

plazo. Una vez que se cuenta con un plan de ahorro con un propósito determinado, se

requiere invertir el dinero ahorrado con el fin de obtener una ganancia

Ahorro de un gobierno

Según (Lopéz, 2019) El ahorro público lo realiza el estado, el cual también recibe

ingresos a través de impuestos y otras actividades, a la vez que gasta en inversión social, en

infraestructura (carreteras, puentes, escuelas, hospitales, etc.), en justicia, en seguridad

nacional, etc. Cuando el Estado ahorra quiere decir que sus ingresos son mayores que sus

gastos y se presenta un superávit fiscal, el caso contrario conduciría a un déficit fiscal.

También se puede ahorrar invirtiendo en diversos activos como pueden ser, bienes

inmuebles, instrumentos de inversión o fondos de retiro AFORES.

El ahorro público se entiende como la diferencia entre los ingresos y el consumo

realizado. En este caso, al hablar del ámbito público de la economía estaríamos

refiriéndonos al volumen total de fondos que una administración o un Gobierno conserva

tras hacer frente a sus compromisos de gasto público y teniendo en cuenta unos ingresos

previos. (Galán, 2017)

Tras recibir fondos públicos por la vía de recaudación de impuestos a través de otros

métodos de financiación como la venta de deuda pública, el Estado debe hacer frente a sus

compromisos sociales por medio del gasto en infraestructuras, sanidad, el pago de subsidios

públicos y prestaciones,etc. La aparición de ahorro público no necesariamente suele

suponer la buena acción de un Gobierno. Esto se explica porque puede suceder que la

aparición de superávits fiscales sea una consecuencia de políticas fiscalmente muy fuertes


con altos niveles de impuestos o por planes de gasto público poco significativos. (Lopéz,

2019)

Ahorro externo y ahorro nacional

El ahorro —nacional y externo— constituye la fuente de financiamiento de la inversión

(financiera y no financiera) de una economía (Galán, 2017). En tiempos de crisis, nos

muestra la cantidad de recursos que se podría destinar para hacer frente a contingencias y

para realizar inversiones tanto dentro como fuera del país.

Según Economipedia (2017) El ahorro nacional corresponde a la parte del ingreso

disponible que no se gastan en bienes y servicios de consumo final. Esta variable se deriva

de la agregación del ahorro de los distintos sectores institucionales, esto es, Hogares,

Gobierno general, Sociedades financieras y Empresas no financieras

Para cada sector, su definición varía de acuerdo con sus características particulares. En

los Hogares, por ejemplo, el ahorro es la porción del ingreso disponible de las familias no

destinada a consumo final, es decir, la fracción no consumida ni transferida. En este caso, el

ahorro incluye además los aportes o contribuciones a los fondos de pensiones, tanto

obligatorias como voluntarias. Por su parte, en el Gobierno, equivale al ingreso disponible

bruto, que incluye recaudación de impuestos, transferencias y prestaciones sociales netas,

deduciendo el consumo final efectivo. En las finanzas públicas, el concepto equivalente es

el resultado operativo neto. En las Sociedades financieras y no financieras, el ahorro

equivale a su ingreso disponible bruto, es decir, el ingreso empresarial descontando las

rentas distribuidas, impuestos y transferencias corrientes netas (Chile, 2020)


Según el Banco central de Chile (2020) Por su parte, el ahorro externo —o ahorro del

resto del mundo— corresponde al saldo de la cuenta corriente de la Balanza de Pagos. Si

hay un superávit de la cuenta corriente, hay un ahorro externo negativo y viceversa. El

equilibrio ahorro e inversión es Inversión =Ahorro nacional + Ahorro externo.


Bibliografía

ABC. (31 de Octubre de 2003). El consumo, la renta y el ahorro. Obtenido de

https://www.abc.com.py/articulos/el-consumo-la-renta-y-el-ahorro-726601.html

Chile, B. c. (2020). EL AHORRO NACIONAL Y EXTERNO, EVOLUCIÓN Y

COMPARACIÓN INTERNACIONAL. Obtenido de

https://www.bcentral.cl/documents/33528/2547064/CCII_2020T4_2.pdf/ab500b6c-

1aa6-45b0-79a1-b2e7611c99e1?t=1622829462807

Galán, J. (7 de enero de 2017). Economipedia. Obtenido de Ahorro público:

https://economipedia.com/definiciones/ahorro-publico.html

Lopéz, D. (1 de enero de 2019). Ahorro . Obtenido de eleconomista:

https://www.eleconomista.es/diccionario-de-economia/ahorro

Méndez, J. (26 de abril de 2020). Introducción a la macroeconomía. Obtenido de

http://www.degregorio.cl/pdf/3-comportamiento_de_agentes.pdf

Ramos, V. (2015). Introducción a la macroeconomía . Bilbao: Universidad del País Vasco.

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