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Atenci N Conjunta
Atenci N Conjunta
niveles altos y bajos de IJA que se presentan durante las distintas pleados hoy en día para el autismo incluyen medidas relaciona-
etapas del desarrollo del niño. En el extremo inferior quizá se das. Por ejemplo, el guión de observación para el diagnóstico
encuentre un niño que establece el contacto visual con un cuida- del autismo (ADOS, del inglés, Autism Diagnostic Observation
dor mientras manipula o toca un juguete mecánico que está inac- Schedule) [17], el referente para el diagnóstico del autismo en la
tivo o un niño que va cambiando la mirada entre un juguete mecá- actualidad, no sólo incluye medidas de la atención conjunta
nico en marcha y el cuidador; esto representa el desarrollo tem- sino que también refleja la noción de una disociación del des-
prano de la ‘referenciación’ social. En el nivel más elevado, un arrollo en la atención conjunta. Las medidas empleadas para el
niño podría señalar con el dedo un juguete mecánico en marcha o diagnóstico con los niños más pequeños (ADOS módulo 1) in-
las imágenes de un libro antes de que los señale el cuidador y esto cluyen la evaluación de la IJA y de la RJA. El ADOS módulo 2
puede ocurrir con o sin contacto visual coordinado. Asimismo, un fue diseñado para ser usado con niños en una etapa más avanza-
niño puede acercar un juguete a la cara del cuidador con la inten- da del desarrollo y, aunque incorpora medidas de la IJA y de la
ción de mostrarle el objeto en vez de dárselo. La naturaleza cróni- RJA, sólo incluye los datos referidos a la IJA en el algoritmo de
ca y esencial de un deterioro en la realización de la IJA queda puntuación diagnóstica.
demostrada por el hecho de que las diferencias observadas en la Las alteraciones que afectan a la atención conjunta y la orien-
IJA de niños con autismo entre los 2 y los 6 años de edad permi- tación social son lo que distinguen los niños con ASD de aquellos
ten predecir con bastante acierto su tendencia a iniciar la interac- que se desarrollan con normalidad y de los que tienen retraso
ción social espontáneamente con otras personas entre 7 y 10 años mental [18]. El desarrollo de la atención conjunta es una condi-
más tarde [13]. ción previa fundamental de gran parte de la adquisición temprana
Tanto las conductas de la RJA como las de la IJA parecen del lenguaje [19] y la atención conjunta parece ser un pronóstico
cumplir funciones sociales significativas y son de vital impor- fiable de la habilidad lingüística concurrente [20,21].
tancia en el desarrollo de la cognición social. Los niños con En los niños más mayores con autismo, uno de los construc-
autismo manifiestan deterioros fuertes en el desarrollo de la tos más robustos que sugiere la existencia de una diferencia en
atención conjunta desde los 12 o 18 meses de edad. Las investi- la cognición social de niños autistas y los que no tienen autismo
gaciones sugieren que la IJA, a diferencia de la RJA, está rela- es la teoría de la mente (ToM, del inglés, Theory of Mind), o el
cionada con diferencias individuales en la intensidad de los sín- constructo de la metacognición. La ToM refleja las habilidades
tomas sociales en los niños autistas en edad preescolar [14]. Es de que dispone un individuo para comprender el hecho de que
probable que tanto la IJA como la RJA reflejen integraciones otros poseen sus propias intenciones mentales que pueden ser
distintas de los procesos sociocognitivos y socioemotivos [15]. dirigidas o compartidas [22]. Varios investigadores han sugeri-
Se plantea la hipótesis de que la IJA refleja la tendencia a iniciar do la existencia de fuertes vínculos entre la atención conjunta y
conductas de coordinación de atención social espontáneamente la ToM [23-27]. En un estudio se realizó un seguimiento de una
mientras que la RJA es una medida de la tendencia a responder muestra de 13 niños con un desarrollo típico con edades com-
a una señal realizada por otra persona para indicarle que hay prendidas entre 20 y 44 meses y, después de tener en cuenta las
que cambiar el punto de atención [15]. En concreto, la tenden- diferencias en el CI y en el desarrollo del lenguaje, la medida de
cia a iniciar espontáneamente episodios en los cuales se com- la alternancia de la mirada en la IJA a los 20 meses resultó ser
parte la experiencia afectiva de un objeto o acontecimiento con un factor pronóstico significativo del funcionamiento de la ToM
un interlocutor social parece ser un componente importante de a los 44 meses [28].
la IJA [16]. Una parte significativa de la alteración de la IJA en Los ámbitos de la comunicación social que parecen ser la
el autismo puede explicarse por la atenuación de la tendencia a base de la cognición social son la reciprocidad afectiva, la aten-
iniciar episodios de afecto positivo compartido con un interlo- ción conjunta y la teoría de la mente [12]. La reciprocidad afec-
cutor social [11]. tiva es la fase inicial de la comunicación social y comienza
La iniciación de peticiones de una conducta (IBR, del in- entre los 0 y los 6 meses de edad; se caracteriza por el intercam-
glés, Initiating Behavior Requests), o dirigir la atención para bio de señales emocionales entre el cuidador y el niño [29]. Esta
solicitar ayuda en la obtención de un objeto o un acontecimien- conducta representa una forma precoz de la atención conjunta
to, implica el uso de contacto visual y de gestos para iniciar la pasiva, que evoluciona hacia la iniciación de la atención conjun-
coordinación de la atención con otra persona para solicitar ayu- ta propiamente dicha y, a la edad de 30-36 meses, viene seguida
da en la obtención de un objeto o de un acontecimiento. de la capacidad para la teoría de la mente [30]. Quizá ésta sea
Al igual que los otros componentes de la atención conjunta, una perspectiva del desarrollo social complejo un tanto arbitra-
existen niveles más altos y más bajos de presentación de la IBR ria pero estos tres constructos del desarrollo social y, concreta-
en los niños durante su desarrollo. En el extremo inferior, un mente, la atención conjunta proporcionan un enfoque dimensio-
niño establecerá contacto visual con un cuidador cuando un nal que permite la evaluación clínica cuantitativa, el seguimien-
juguete en marcha se detiene o cuando dicho juguete se le quita to de la evolución y las investigaciones sobre los correlatos neu-
al niño. También es posible observar cómo el niño extiende los ronales de la cognición social [12].
brazos hacia un juguete que está fuera de su alcance, con o sin
contacto visual. Las representaciones más altas de la IBR inclu-
yen: dar u ofrecer un juguete al cuidador o señalar con el dedo CORRELATOS NEURONALES
índice para indicar un juguete u objeto deseado; los dos casos DE LA COGNICIÓN SOCIAL
pueden suceder con o sin contacto visual coordinado. La determinación de los correlatos neuronales de la cognición
Actualmente, la alteración de la atención conjunta, y más social es un ámbito de investigación activo en el campo del
especialmente una habilidad para iniciar la atención conjunta autismo. Hay varios estudios que indican que en el autismo el
deficiente, se considera un síntoma fundamental del autismo y reconocimiento de los rasgos faciales no se lleva a cabo correc-
gran parte de los instrumentos de diagnóstico y de cribado em- tamente [31-35]. A la región de la circunvolución fusiforme la-
teral se le ha llamado la zona facial fusiforme y, junto con la han llevado a la hipótesis de que la corteza frontal dorso-me-
amígdala, el polo temporal, la corteza prefrontal, la corteza dial y el cíngulo anterior contribuyen al desarrollo de la capa-
frontal inferolateral y los surcos temporales superiores, juega un cidad del niño para mantener representaciones de una escena
papel importante en el procesamiento de los rasgos faciales que incluye un interlocutor social, un objeto interesante y a sí
[32,33]. Se ha sugerido que los datos semánticos abstractos aso- mismo, mientras cambia su centro de atención con agilidad
ciados con las caras se codifican en la región de la circunvolu- entre estos diferentes focos al iniciar conductas de atención
ción fusiforme y de allí se recuperan para realizar los cómputos conjunta [26].
sociales; también se ha sugerido que la hipoactivación del área
facial fusiforme que se produce en el autismo puede interpretar-
se como el reflejo de un mecanismo cognitivo social fundamen- IMPLICACIONES CLÍNICAS DEL DÉFICIT SOCIAL:
tal que constituye la base del trastorno [33]. UN ENFOQUE EN LA ATENCIÓN CONJUNTA
Las investigaciones de neuroimagen que estudian construc- Las investigaciones sobre el desarrollo cortical indican que el
tos sociales específicos se han centrado en la determinación de número de conexiones sinápticas entre las neuronas aumenta
los correlatos neuronales de la ToM y los resultados parecen de manera espectacular durante los primeros años de vida [42].
indicar que la actividad cerebral en la corteza frontal dorso- A partir de entonces, el volumen cerebral medio, medido se-
medial (las áreas de Brodmann 8/9) y en las áreas subcorticales gún la densidad sináptica, disminuye progresivamente [43].
adyacentes del cíngulo anterior son los correlatos más fiables de Esta reducción del volumen cerebral conlleva un proceso de
la ejecución de las tareas requeridas por la ToM [36,37]. La selección de la proliferación inicial de conexiones neuronales
investigación de los procesos implicados en el inicio de la con- sinápticas que se realiza por medio de los efectos de la expe-
ducta social ha resultado ser más difícil que el estudio de los riencia para dar lugar a un sistema de conexiones más funcio-
procesos implicados en la percepción de la conducta social. nal y eficiente [44,45]. Variaciones en los datos de entrada pro-
Para estudiar el inicio de una conducta social se necesita típica- cedentes del ambiente y de los estímulos durante un período
mente un paradigma que proporcione a los individuos unos con- inicial sensible de plasticidad neuronal pueden producir unos
textos ecológicamente válidos que les motiven a generar metas efectos fundamentales sobre aspectos fisiológicos, morfológi-
y conductas sociales. La ausencia de paradigmas de este tipo ha cos y funcionales del desarrollo del sistema nervioso central
limitado la exploración de los correlatos neuronales de las con- que establecen las bases de un desarrollo neuroconductual típi-
ductas sociales auto-iniciadas, como la IJA. co o atípico en el futuro [46]. Así, en las etapas tempranas del
A pesar de las dificultades que entraña la investigación de desarrollo, una deficiencia significativa de la entrada y/o salida
los correlatos neuronales de la atención conjunta, hay una de información de los sistemas cerebrales puede generar unos
reducida serie de datos que sugieren la existencia de un grado patrones de conexiones estables, difusos y sobreabundantes
considerable de solapamiento entre las regiones cerebrales que, que hacen que el sistema sea funcionalmente atípico. En con-
según los estudios de neuroimagen, son disfuncionales en las secuencia, el desarrollo de conductas basadas en este sistema
tareas relacionadas con la ToM y las áreas corticales que pare- difuso y sobreabundante puede realizarse de una manera que
cen estar implicadas en la IJA. Por ejemplo, algunos estudios dista de ser óptima.
preliminares indican que hay una correlación entre las asime- Con cierta frecuencia, los niños exhiben una tendencia a
trías en la potencia alfa de las regiones frontales del cerebro ejecutar conductas de orientación social y, en última instancia,
observadas en los electroencefalogramas (EEG) realizados en numerosos episodios de coordinación de la atención social, o
reposo y las mediciones de IJA en niños pequeños con autismo atención conjunta, y esto puede ser una experiencia crítica du-
[15,38]. En un estudio también se compararon las conductas de rante un período determinado de su desarrollo que sirve para
la IJA (por ejemplo, mostrar un bote que contiene juguetes) organizar el neurodesarrollo social [47]. Por otra parte, en el
con las de la IBR (por ejemplo, dar un bote que contiene jugue- caso de los niños con autismo, una alteración de la orientación
tes para solicitar ayuda para abrir el bote) para determinar cuá- social y de la atención conjunta puede dar lugar a un empobre-
les son los sistemas cerebrales asociados al inicio espontáneo cimiento de las formas fundamentales de entrada de informa-
de la conducta ‘social’ de dirigir la atención (IJA) frente a la ción social que empeora el neurodesarrollo social atípico a tra-
conducta ‘instrumental’ de dirigir la atención (IBR). Los resul- vés de una atenuación del proceso normal de experiencias
tados de este pequeño estudio con PET indicaban que la activi- [47,48]. El desarrollo deficiente de la atención conjunta puede
dad metabólica en los hemisferios frontales, y especialmente llevar al niño con autismo a alejarse del patrón típico de inter-
en el hemisferio frontal izquierdo, pronosticaba el desarrollo cambio social, lo que podría contribuir a la generación de una
de la IJA. alteración neurológica secundaria en el autismo [48].
Como ya hemos mencionado, existen vínculos claros que Se cree que los episodios de atención conjunta, y más con-
relacionan la IJA y la ToM, y los datos de imagen sobre la eje- cretamente los que inicia el niño, son una fuente de datos úni-
cución de tareas sugieren que no sólo la corteza frontal dorso- cos para los niños. Por ejemplo, cuando enseñan algo, los niños
medial sino también las regiones más orbito-frontales y tem- tienen la oportunidad de realizar un seguimiento de su propia
porales juegan un papel en el inicio de la atención conjunta. Se experiencia con un objeto (por ejemplo, el disfrute), mientras
han realizado estudios en adultos que indican que las deficien- al mismo tiempo observan la respuesta de un interlocutor
cias en las emociones y la conducta social son secundarias a social (por ejemplo, la dirección de su mirada y afecto) ante el
lesiones en la región ventromedial de la corteza prefrontal y objeto y su propio comportamiento. Así, una atenuación de la
que esto sucede incluso si las lesiones que afectan a estas áre- atención conjunta priva a los niños autistas de la oportunidad
as ocurren antes de la edad de 16 meses [39-41]. Estas obser- de llevar a cabo un procesamiento del ego y de otra informa-
vaciones, junto con las pocas investigaciones que se han reali- ción social que puede ser de vital importancia en el desarrollo
zado sobre los correlatos neuronales de la atención conjunta, socio-cognitivo [26]. Este modelo de autismo puede ayudarnos
a comprender aquellos elementos que resultan esenciales en el prana puede ser más efectiva que aquellas que se llevan a cabo
planteamiento de acciones de intervención efectivas. Más espe- más tarde y que las intervenciones más profundas e intensivas
cíficamente, este tipo de modelo puede contribuir a explicar lo pueden producir desenlaces más positivos que aquellas que lo
que se ha observado reiteradamente: que la intervención tem- son en menor grado [48].
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