Está en la página 1de 174

tejiendo

sueños
y realidades

aportaciones del paradigma holográfico


a la psicoterapia ericksoniana

serie nuevos paradigmas de la ciencia

2
GUILLERMINA KRAUSE

tejiendo
sueños
y realidades

aportaciones del paradigma holográfico


a la psicoterapia ericksoniana

3
Segunda reimpresión, noviembre 2016, Ciudad de México.
Primera reimpresión, noviembre 2013, Ciudad de México.
Segunda edición, 2007, Ciudad de México.
Primera edición abril, 2005, Ciudad de México.

D.R. © 2005, Guillermina Krause Espinosa

diseño de la colección y portada: Carmen Ramírez H.


corrección de estilo: Malú de Dios

Todos los derechos reservados

D.R. © Alom Editores, S.A. de C.V.


José Ma. Velasco Nº 72-402
tels.: 8500-6161, 8500-6767
alom@grupocem.edu.mx
www.grupocem.edu.mx
www.hipnosis.con.mx

ISBN 968-6513-24-8

Queda rigurosamente prohibida, sin autorización de los titulares


del copyright, bajo las sanciones establecidas por las Leyes, la reproducción
Total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos
la reprografía el tratamiento Informático, así como la distribución de ejemplares
de la misma mediante alquiler o préstamo públicos.

Impreso y hecho en México

4
El Logotipo del Centro Ericksoniano de México es un glifo del Calendario Sagrado
Maya o Tzolkin.
Se llama CIMI, el Enlazador de Mundos y representa un puente. Es también el
glifo del cambio. Queremos enlazar la Ciencia y la Espiritualidad, la Investigación y el
Trabajo Clínico, los distintos tipos de Medicinas y técnicas de Sanación, el
Conocimiento y el Servicio, La Razón, el Cuerpo y la Emoción, el Afuera y el Adentro,
sirviendo de puente entre el pasado, el presente y el futuro de las personas que nos
consultan, sirviendo de enlace entre las personas, familias y grupos que llegan a
nosotros.
Al adoptar como Logo este símbolo sagrado, formalmente nos ofrecemos como
canales para realizar, desde nuestro lugar y en la medida que nos corresponda, este
enlace, trabajando como un equipo que colabora, participa y crece en conjunto.

5
A Jacobo Hazan Levy que hizo posible que
este sueño se convirtiera en realidad

6
ÍNDICE

PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN

PRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN

INTRODUCCIÓN

I. PREPARANDO EL CAMINO
Hipnosis clásica
La hipnosis natural

II. GUÍA EN EL SENDERO DE LA MENTE


La psicoterapia de Milton H. Erickson y sus contribuciones
¿Qué es la psicoterapia ericksoniana hoy?
De la epistemología tradicional a la moderna
Centro Ericksoniano de México

III. MIRANDO POR LA CERRADURA


Conexiones de Erickson con el paradigma holográfico
Cuatro episodios personales

IV. EL UNIVERSO EN UNA GOTA DE ROCÍO


La mecánica cuántica
Einstein y la teoría de la relatividad
La paradoja EPR
El principio de incertidumbre
El inconsciente colectivo y la sincronicidad

7
El modelo holográfico
El orden implícito del Universo
El Universo y el cerebro como hologramas
El modelo holográfico de la conciencia
El holograma como modelo de una nueva descripción de la realidad
La teoría de los campos morfogenéticos y la resonancia
Las estructuras disipativas
El orden y el caos
Complejidad, caos y estructuras fractales
Teoría del bootstrap
Hipótesis Gaia

V. ABRIENDO VENTANAS

ANEXO
Génesis de una idea

GLOSARIO

BIBLIOGRAFÍA

8
PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN

Realmente, estoy muy orgullosa de presentar esta segunda edición de Tejiendo sueños y
realidades, aportaciones del paradigma holográfico a la psicoterapia ericksoniana, de
Guillermina Krause. La primera edición se agotó en menos tiempo del esperado. La
sencillez y profundidad con que trata temas tan complicados para aquellos no
adentrados en los temas de la Física Cuántica, hizo que muchos lectores interesados lo
devoraran y pasaran de mano en mano.
Mientras tanto, Guillermina, investigadora de corazón, retomó el reto: continuó
estudiando estos temas y digiriéndolos aún más para ayudarnos a comprender qué
sucede cuando trabajamos con estados amplificados de conciencia como en la
psicoterapia ericksoniana y por qué ésta es tan espectacularmente eficiente, casi mágica.
Retomó el reto y nos presenta ahora esta nueva edición.
¿Qué nos aporta de nuevo esta edición?
Los principales cambios están en el capítulo IV. El Universo en una gota de rocío,
que contenía los temas: “Einstein y la teoría de la relatividad”, “El Universo y el cerebro
como hologramas”, “La teoría de los campos morfogenéticos y la resonancia” y “Las
estructuras disipativas”. A estos temas, Guillermina agrega otros nuevos que los
completan, aclaran y relacionan mejor entre sí. Con la misma claridad nos presenta
ahora: “La mecánica cuántica”, “La paradoja EPR”, “El principio de incertidumbre”, “El
inconsciente colectivo y la sincronicidad”, “El modelo holográfico”, “El orden implícito
del Universo”, “El modelo holográfico de la conciencia”, “El holograma como modelo
de una nueva descripción de la realidad”, “El orden y el caos”, “Complejidad, caos y
estructuras fractales”, “La teoría del bootstrap” y la “Hipótesis Gaia”.

Antes de terminar esta presentación, quiero agradecer nuevamente a tres grandes


amigos: Carlos Cendejas, Salvador Corrales Ayala y Gabriela de la Vega, rectores de la
Universidad Insurgentes, la Universidad de la Comunicación y la Universidad de
Londres, respectivamente, su apoyo para publicar este libro que inició la serie de Nuevos
Paradigmas de la Ciencia. Los cuatro estamos conscientes de la necesidad de dar a
conocer estos temas a nuestros estudiantes y al público en general en estos tiempos.

Querido lector, lectora, ¡disfruta este libro!

Teresa Robles Centro Ericksoniano de México, A.C.

9
PRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN

Es para mí un gusto y un honor presentar este libro que inicia la serie Nuevos
Paradigmas de la Ciencia.
Este libro y esta serie aparecen gracias al apoyo de cuatro instituciones de ALPES
(Alianza para la Educación Superior) que se sitúan así a la vanguardia de la ciencia en
nuestro país y en el mundo: Universidad de la Comunicación, Universidad de Londres,
Universidad Insurgentes y Centro Ericksoniano de México.
Y quiero agradecerle a Guillermina Krause por haber aceptado el reto de hacer una
tesis teórica incursionando en estos campos que dan un sustento nuevo a la psicoterapia
ericksoniana y a muchas otras disciplinas más y por presentarnos temas tan complejos en
un lenguaje simple y ameno.
Yo recomiendo Tejiendo sueños y realidades, aportaciones del paradigma
holográfico a la psicoterapia ericksoniana, a cualquier persona que quiera asomarse a
las ciencias de frontera, expandir la visión del mundo, de la vida y del Universo que ha
tenido hasta ahora y expandir su conciencia.
El lector que se asome a estas páginas encontrará propuestas fascinantes, intrigantes,
que le harán reflexionar y soñar y que explican los cambios “milagrosos“ que se dan a
través de la psicoterapia ericksoniana.
La autora nos habla de cómo a través de los estados amplificados de conciencia
tocamos otras realidades, dimensiones, universos, y nos muestra cómo esos estados
aparecen también de manera espontánea en nuestra vida cotidiana. Podemos aprender a
reconocerlos y aprovecharlos o podemos provocarlos a través de la psicoterapia
ericksoniana.
Estoy segura de que la lectura de este libro, más allá de proporcionar ideas y
conceptos nuevos, dejará a sus lectores con llenos de interrogantes y deseos de seguir
incursionando por los Nuevos Paradigmas que están surgiendo en la Ciencia en el
mundo de hoy.
Un último punto. Cuando Guillermina estudió con nosotros la Maestría, yo me refería
a toda la información del Universo adentro de mi, de ti, de todos, como Parte Sabia.
Ahora prefiero llamarla Sabiduría Universal. Sabiduría, porque es toda la información
del Universo y Universal, porque está en cada una de sus partes.

Teresa Robles
La Paz, Baja California Sur, 16 de marzo del 2005

10
INTRODUCCIÓN

El descubrimiento de que la diferencia entre enfermedad mental y estado amplificado de


conciencia se encuentra en que, en el segundo caso, quien experimenta este estado lo
puede manejar y, en términos de la doctora Robles, “abrir y cerrar su ancho de banda”1 y
el enfermo mental no, fue para mí muy importante.
Años atrás, Stephen Hawking en Historia del tiempo, también había hecho tambalear
mi sistema de conocimientos, al preguntarse que si el espacio tiene varias dimensiones
¿por qué el tiempo debería tener sólo una? Es decir, si existe ancho, alto, fondo para el
espacio ¿por qué para el tiempo no? ¿Por qué, si se puede recordar el pasado, no se
puede “recordar” el futuro?2
Al comprobar que, mediante terapia ericksoniana, un enfermo lleva siete años de que
remitió cáncer de colon, sin quimioterapia ni medicinas y otro más tiene controlado el
dolor del trigémino, al grado de que le permite llevar su vida normal, por lo que al dolor
le llama “mi pequeño acompañante”; más la notable recuperación en la atención a
pacientes esquizofrénicos que en el Centro Ericksoniano de México (CEM) han logrado,
me plantearon grandes preguntas que se unieron a la inquietud arriba esbozada.
La atemporalidad del tiempo (si me permiten que use esta frase), su no linealidad, la
unificación con el Universo y el estado amplificado de conciencia que se logra con la
psicoterapia ericksoniana se unen y demandan una explicación. Una explicación que nos
ayude a comprender y a sanar la enfermedad tanto física como mental y, para esto, me
parece que podemos tomar elementos de distintas disciplinas para ir concretando marcos
de referencia que expliquen el trabajo ericksoniano, desde el del propio Milton H.
Erickson hasta el del
CEM.
Gracias a la Teoría de la relatividad de Einstein que rompió con el paradigma anterior,
recientemente, físicos como Stephenn Hawking, David Bohm, Fritjof Capra, David Peat
y el Premio Nobel, Ilya Prigogine; biólogos como Rupert Sheldrake, filósofos como
Renée Weber, neurofisiólogos como Karl Pribram, psicólogos como Ken Wilber y
muchos más, han dado a luz varios trabajos que podrían inscribirse en lo que parece ser
un nuevo paradigma de la ciencia, un paradigma totalmente original que involucra a
muchas ciencias en común y con el que, los enfoques y las concepciones tradicionales
acerca de las ciencias, están siendo cuestionados; en física con la no linealidad del
tiempo, el orden implicado, el principio de incertidumbre, los procesos de no-equilibrio
que condujeron a conceptos nuevos como la autoorganización y las estructuras
disipativas; en neurología por medio del paradigma holográfico y en química y biología

11
con la teoría de los campos morfogenéticos y la resonancia, más la teoría de los fractales
y del caos.
El nuevo paradigma señala que es la conciencia la que crea la apariencia del cerebro,
del cuerpo y de todo lo que interpretamos como mundo físico, lo que puede explicar el
proceso de sanación porque, si la aparente estructura física del cuerpo es solamente una
proyección holográfica de la conciencia, es claro que modificando la percepción de las
cosas, se puede llegar a la curación. Lo que ahora consideramos milagrosas curaciones,
serían estados debidos a cambios de conciencia que, a su vez, efectuarían cambios en el
holograma del cuerpo. Nuevas técnicas controversiales de curación, como la de
visualización, utilizadas en la psicoterapia ericksoniana, se explicarían muy bien en el
marco holográfico ya que imágenes pensadas son tan reales como la realidad. La
atemporalidad que Freud y Jung3 llevaron hasta el inconsciente hace válida la pregunta
de si el inconsciente, gracias a esta atemporalidad, puede conocer el futuro por medio de
estas técnicas y, en ese caso, si le es posible traer un presente correspondiente a un
futuro en el que la salud campea.
La física cuántica ha cambiado el papel del terapeuta, de observador pasivo al de
participante activo, de acuerdo al principio de incertidumbre de Heisenberg4 y le ha dado
a la conciencia el papel de creadora de la realidad; lo que nos permite preguntarnos si es
la conciencia del observador la que interviene y desencadena todos los posibles
resultados que se observan. Según el principio de incertidumbre es la predisposición del
observador la que provoca que un electrón responda como onda o partícula, es decir,
como energía o materia; por esto, a nivel cuántico es posible que sea la mirada del
terapeuta la que crea las interacciones con el paciente. Y como dice Pearcey, lo que está
“ahí afuera” sólo aparece gracias a la participación del “ahí adentro” y de sus
posibilidades de medición5.
También se ha estudiado el envío de señales más rápidas que la luz, elemento
indispensable para el establecimiento de una definición de pasado y futuro para todo el
Universo, por lo que romper esta barrera tal vez descarte una explicación física o
energética para la premonición y la transmisión de información a distancia por algún
medio físico porque, simplemente, la señal no se desplaza6 porque todo es uno, ya que
no existe separación entre los electrones. Que es lo que sostiene David Bohm, que
plantea los conceptos de orden implícito o plegado y orden explícito o desplegado (que
de aquí en adelante mencionaré como órdenes implícito y explícito) para intentar abrir
una vía en la indeterminación espacio-temporal de la mecánica cuántica y estudia al
Universo como a una totalidad en movimiento7.
Capra, Bohm y Pribram, con el paradigma holográfico, proponen que, tanto el
cerebro como el Universo, funcionan holográficamente o, lo que es lo mismo, equivale a
estar interconectados todos con todos o, lo que es mejor, ser uno y todo a la vez, con lo
que toma sentido la metáfora de Blake8, de que podemos sentir al Universo en una gota
de rocío.
La búsqueda de la conciencia llevó a Bohm a creer que en el campo cuántico todo

12
está interconectado y que la naturaleza es un todo continuo, por eso, con la intervención
terapéutica, con la mirada del terapeuta presuponiendo salud, se podría estar accediendo
a ese espacio de realidad oculto, a ese orden implícito. Lo que pasa es que aquí, el
pensamiento toma una velocidad vertiginosa al tratar de seguir al de Bohm que dice que
es posible que el Universo esté inserto en un Superuniverso y que, tal vez, detrás del
nivel de realidad de éste haya un infinito de otros desarrollos9.
Hawking piensa que, con el modelo del holograma, se puede sugerir que podríamos
vivir en una superficie cuatridimensional (tres dimensiones espaciales más una temporal)
que es la frontera de una región de cinco dimensiones, con las restantes dimensiones
enrolladas en una escala muy pequeña. El estado del Universo en dicha membrana
codificaría lo que está pasando en la región de cinco dimensiones. Esta quinta dimensión
la añade el tiempo imaginario, con lo que está sobrepasando la teoría del holograma y
presenta la teoría de los universos membranas en la que los universos se expanden en un
espacio que no es la imagen especular de lo que hay en su interior. Espacio en el cual se
podrían formar y expander otras burbujas. Él dice que “la holografía codifica la
información acerca de lo que hay en una región del espacio en una superficie de una
dimensión menos. En el modelo de universos membrana, la holografía sería una
correspondencia biunívoca entre los estados correspondientes en una dimensión más
elevada”10. Y que, a mi parecer se acerca a la concepción de Bohm del Universo
comprendido en un Superuniverso detrás del cual hay otros desarrollos, ¿a los que se
accede, entre otras, gracias a la intervención terapéutica?
La relatividad puso en claro que no hay nada absoluto, todo es relativo. Y el concepto
de holismo de Bohm plantea que todo está interconectado, no sólo espacial sino también
temporalmente. Totalidad y orden implícito están fuera de la tercera dimensión. Lo que
equivale a decir que cada punto, representa a todo el Universo, en todos los tiempos, en
el que éste no tiene principio ni fin. Lo que es el tiempo imaginario de Hawking11.
Dentro del holismo la materia sería un estado particular de un pensamiento-emoción-
conciencia sujeto al orden implícito así, la pregunta de si es la conciencia del terapeuta la
que produce una reestructuración en la función de onda del paciente redireccionándola
puede tener aquí su explicación.
Bohm también plantea la existencia de variables ocultas no locales, en donde estos
órdenes están implícitos unos dentro de otros y en estrecha relación12. En este punto me
surge la pregunta de si el no estar en equilibrio con el orden implícito ¿se traduce en
enfermedad? Y, al reequilibrarse, reestructurarse ¿en salud? Un niño, atendido en el
CEM de cáncer, logró sanar haciendo que sus células enfermas “observaran” a sus
células sanas. Al lograr la sanación ¿lo logró accediendo a estas variables ocultas no
locales? ¿O gracias a que cada parte de un holograma contiene toda la información que
se encuentra en el todo en donde, desde luego, está la información de salud?
El holograma sostiene que la parte tiene acceso al todo y, como el cerebro funciona
como un holograma, éste tiene acceso a un todo mayor, a un campo o esfera de
frecuencia holística por lo que la intervención terapéutica puede llevar al paciente a que

13
trascienda los límites espaciales y temporales y acceda a este todo. Este acceso a un todo
mayor supera al espacio-tiempo hasta constituirse uno con el Universo13.
En el CEM se dice que la terapia, al lograr los estados amplificados de conciencia,
conecta con la información del Universo, es decir, con el paradigma holográfico.
Algunos pasajes de la vida de Erickson remiten claramente a conexiones que tuvo con el
paradigma holográfico en las que resolvió problemas14.
Todos estos supuestos se ven reforzados con la teoría de los fractales, que son formas
geométricas, complejas y detalladas en su estructura a cualquier nivel de ampliación y
son autosimilares, es decir, cada pequeña porción del fractal puede ser vista como una
réplica a escala reducida del total.
La autosimilitud repite sus estructuras, desde el nivel más fundamental, hasta el nivel
más complejo. Pribram cree que la estructura del cerebro se puede asemejar con los
fractales pues un holograma, cuando se divide, contiene la imagen total en cada
fragmento, lo que sucede con la autosimilitud de los fractales.
Para soñar con una sociedad sana también nos podemos apoyar en la teoría de los
campos morfogenéticos que expone que todos los modelos vibratorios (conocimiento,
evolución, ideas, inconsciente colectivo, estados amplificados de conciencia) están al
alcance de todos. Es gracias a la memoria colectiva (o la psicología transpersonal de
Grof15) que cada experiencia humana es almacenada en el campo morfogenético, es por
eso que la experiencia de ampliación y crecimiento de conciencia de varias personas, se
fortalece en el campo morfogenético y puede influenciar a otras.
El campo morfogenético de Sheldrake postula la existencia de una memoria colectiva
ligada a la conciencia de todo lo existente, incluido el hombre y su sociedad. Para
nuestro trabajo ericksoniano se puede usar como metáfora el fenómeno del diapasón
que, al vibrar y acercarlo a otro diapasón, lo contagia, haciendo que emita las mismas
vibraciones, lo que hace posible pensar que el cerebro, por medio de la psicoterapia
ericksoniana, puede ser llevado a un módulo holográfico cuatridimensional que está
vibrando en un estado que se traduciría en salud y lo llevaría hasta sí a través de la
mente. La doctora Robles dice que Grinberg-Zilberbaum afirma que la vibración del
cerebro del terapeuta sano hace vibrar al otro en la misma frecuencia y, además, muchos
autores también lo dicen, lo que es muy sabido en psicoterapia, al analizar resultados de
distintos tipos de terapia: la sanación depende más de la personalidad del terapeuta y de
su interés por el paciente.
La teoría de los campos morfogenéticos y la resonancia explican cómo el ADN sabe
que debe duplicarse como un órgano u otro pues responde a las directrices del campo
morfogenético, “resonando” con respecto a éste. Estos campos implican la existencia de
una memoria colectiva en donde están almacenadas todas las experiencias de las
especies vivientes.
Pribram dice que, por una parte, está el espacio-tiempo y por otro, el espectro y
nosotros seleccionamos lo que llevamos hacia adentro. Bohm añade que estamos

14
adaptados para captar el espacio-tiempo. Los procesos principales se realizan fuera del
espacio-tiempo, en el dominio espectral por la simple razón del ahorro de espacio en el
manejo de un inmenso cúmulo de información. Para imaginar al dominio espectral
podemos utilizar el ejemplo del ecualizador de un equipo de música. Las barritas que
suben y bajan, indican los diferentes componentes frecuenciales de la señal sonora que
se está escuchando. O bien el ruido que se escucha al sintonizar mal una estación de
radio. Ese ruido puede no serlo, puede ser música16.
Las teorías de los campos morfogenéticos de Sheldrake y de los fractales de
Mandelbrot, explican la conexión con la información del Universo dentro de los seres
humanos así como con el paradigma holográfico por lo que, bajo ciertas circunstancias,
el acceso al inconsciente colectivo, a los estados amplificados de conciencia, al
conocimiento, está al alcance de todos.
Y nos quedan las estructuras disipativas de Ilya Prigogine. Se dice que un sistema es
disipativo si su energía se degrada en forma de calor, que en parte no es transformable
en otras formas de energía menos degradada.
Según la clásica segunda ley de la termodinámica, un sistema aislado ha de ir
perdiendo (disipando) toda la energía libre que posee con lo cual su entropía se
maximiza. Un sistema en equilibrio térmico ya no disipa más y se halla en un estado de
máxima entropía. Si un sistema se halla en las cercanías del equilibrio, sus tendencias
espontáneas e irreversibles lo son hacia el equilibrio. La fuerza impulsora es la de
producir entropía. Por definición, en el equilibrio ya no se puede producir más entropía.
Pero no abundan los sistemas aislados, por lo que Prigogine demostró que una nueva
forma para estructuras ordenadas puede existir en las recién expresadas condiciones y les
dio el nombre de estructuras disipativas en las que el orden y el desorden, el
determinismo y el azar son diferentes estados de un mismo fenómeno. Y, de acuerdo a
Prigogine, la conciencia es una de estas estructuras disipativas.

La ciencia abre una puerta, al explicar los diferentes comportamientos de acuerdo a los
resultados esperados. El principio de incertidumbre de Heisenberg dice que se obtiene la
respuesta esperada.
Georges Didi-Huberman, en su libro Invention de l'hysterie, mantiene la tesis de que
la histeria fue reinventada en La Salpêtrière por Jean-Martin Charcot y su manera de
estudiarla. Charcot se ajustaba más a la teoría que a los hechos. En el tristemente célebre
hospital parisino daba sus acreditadas Lecciones de los Martes en el anfiteatro. Éste se
llenaba con toda clase de personalidades, desde médicos, escritores, artistas, hasta
aristócratas y curiosos. Una enferma que se volvió famosa, gracias a estas lecciones de
los martes fue Augustine, una joven de 15 años y medio, diagnosticada como
histericoepiléptica, es decir, incurable que, martes a martes, era presentada en estas
lecciones. Y, martes a martes, con toda regularidad, la joven caía en crisis. Charcot habla
de ella como de un ejemplo con una gran regularidad, muy clásico, pues Augustine se
contorsionaba y alucinaba en horas fijas, en realidad, en las horas fijadas por las sesiones

15
hipnóticas o las lecciones del anfiteatro. Charcot utilizaba la hipnosis con sus pacientes
pero diciendo que sólo las personas enfermas eran sujetos hipnotizables; la hipnosis era
considerada como un estado neurótico, por excelencia. Didi-Huberman sostiene que la
fabricación de imágenes (la gran galería de fotografías) de las histéricas de La
Salpêtrière, así como la histeria misma, fue una operación de simulación, una gran
puesta en escena17.
También ahora se sabe que el mismo comportamiento, visto por diferentes sociedades
recibe distintos calificativos, con sus terribles implicaciones. Por ejemplo, provoca el
apelativo de santo en una sociedad y de loca en otra18. Una filósofa francesa se encuentra
con un psicoanalista hindú. Él está trabajando sobre Ramakrishna, el gran místico
Bengalí de finales del siglo XIX. Ella se da cuenta de que la historia le es muy familiar y
busca y encuentra, el libro De l'angoisse a l'extase de Pierre Janet en el que habla sobre
Madeleine que es tratada, durante 22 años, por él en La Salpêtrière, sólo que años
después de la estancia en este hospital de la pequeña Augustine.
Estaba claro, Madeleine era la gemela de Ramakrishna: el mismo discurso, el mismo
cuerpo, el mismo rostro. Los dos emplean exactamente las mismas metáforas: la gota de
agua en el océano, el grano de arena en la playa y la obsesionante presencia de los
sentimientos que los asaltan, los transportan, los hacen volar sobre el mundo y los
vuelven ligeros como el aire, como burbujas flotantes que muy pronto se disuelven.
En Occidente a estos estados los califican, hasta la fecha, de enfermedad mental. Ya
Michel Foucault en Historia de la locura en la época clásica hacía ver que Francia no
estaba en posibilidad, dado su positivismo, de reconocer a ningún místico ni, mucho
menos, su utilidad social y terapéutica19.
En el CEM20 se dice que todo es según el color del cristal con que se mira y que por
eso, los mismos síntomas que hacían que la paciente francesa fuera considerada loca,
servían para probar que el indio era santo.
Y esto abre una puerta porque, al igual que es la mirada la que enferma, esa misma
mirada puede lograr la sanación, pues el terapeuta hace que el paciente espere la salud y,
por lo tanto, la recrean juntos. Yo creo que no se trata sólo de la mirada del terapeuta, se
trata, tal vez, de la conexión de dos seres, terapeuta y paciente que, por medio del acceso
al campo cuántico, provocan la respuesta esperada.
Utilizando los conceptos de no linealidad y discontinuidad, junto a una percepción
diferente del tiempo, dentro del orden implícito, que sugiere una cosmovisión alternativa
en la que el Universo está caracterizado por la interconectividad y el holismo, sería
posible ver a la enfermedad mental, de acuerdo a la metáfora de la doctora Robles, como
a una irrupción dentro del ancho de banda mental con que nos movemos, que permite el
acceso a otros campos, a una comunicación a otros tiempos20. La diversidad a que nos
lleva el paradigma holográfico, con su propuesta de que, en cada uno de nosotros, está
contenida la información del Universo, nos permite nuevas interpretaciones. En este
Universo la parte, al tener acceso al todo, lo modifica y explica por qué es la mirada del
observador la que le da forma al fenómeno.

16
Aquí es necesario hacer una consideración acerca de nuestra cultura del sufrimiento
que nos lleva a construir la realidad de acuerdo a ella y hace que captemos,
seleccionemos, dentro del gran conglomerado de frecuencias y las transformemos en
percepciones sensoriales, aquellas frecuencias que nos llevan a la enfermedad.
Me gustaría mencionar que la realidad holográfica es difícil de percibir pero la
psicoterapia ericksoniana nos puede llevar a esos momentos en que sí la percibimos y
nos conecta con los cerebros individuales, que son pedazos de un holograma mayor y
accedemos a toda la información existente en el sistema cibernético total porque nos
permite cruzar el límite que divide (en el anterior paradigma) mente, cuerpo y espíritu.
Lo que representa que se accede a una memoria colectiva, de la que nos hablan Jung y
Sheldrake en donde están almacenadas, permanentemente, las experiencias de todas las
especies vivientes, influyendo sobre las conductas y desarrollos de la evolución de
aquellas y, a su vez, siendo influidas por éstos. Recordemos que tenemos tanta edad
como la información que gira a través de uno: 5 mil millones de años (edad de los
diversos átomos), un año (el tiempo que tardan estos átomos en reemplazarse dentro de
nuestros tejidos) o tres segundos (el tiempo que tarda una célula en revolver sus enzimas
para procesar comida, aire, agua)21.
Un interrogante interesante son los actos poshipnóticos; se piensa que el acto
poshipnótico no está conscientemente motivado, sino que deriva de una situación remota
de la que el sujeto no es consciente y que interrumpe la actividad consciente e, incluso,
puede ser totalmente diferente a ella. No se ha tenido en cuenta que con las sugestiones
poshipnóticas se desarrolla un estado mental especial, que no se limita a la tarea
poshipnótica. Por otro lado, también muestra que la mayoría del trabajo experimental se
ha realizado sin intentar definir previamente el estado poshipnótico y sin considerar que
éste podría influir en el procedimiento experimental. De hecho, no se ha intentado
definir el acto poshipnótico, excepto en términos de los resultados que produce, los
procesos mentales y las pautas de respuesta que han permitido que estos resultados sean
omitidos. En realidad, se ha asumido que el acto poshipnótico es una actividad
provocada en respuesta a una orden dada durante el estado de trance y caracterizada de
diferentes niveles de amnesia, automatismo y compulsividad.
Como consecuencia de esta inadecuada determinación de la naturaleza y carácter exactos
del acto poshipnótico, gran parte de ese trabajo experimental ha conducido a resultados
insatisfactorios o contradictorios y, por lo tanto, existe la necesidad de que se lleven a
cabo más estudios sobre la conducta poshipnótica como fenómeno específico más que
como medio para estudiar otros procesos mentales22.

Como vemos, existe un amplísimo campo abierto ante nosotros para que ahondemos en
él. Sabemos que la etiqueta de no sanación, de “esto no se puede cambiar”, de “es
incurable”, no es cierta, porque hay casos de recuperación y aunque sólo se trate de un
único caso de sanación, es digno de estudio y de investigación23. Es por eso que
necesitamos marcos nuevos que nos den estrategias y líneas de trabajo que nos
expliquen fenómenos que los marcos de referencia que tenemos actualmente, como los

17
de la psiquiatría, la teoría psicoanalítica, las teorías de la personalidad, la psicopatología
y hasta de la misma teoría de sistemas, no están explicando. El desarrollo de la ciencia
abre nuevas perspectivas a la psicoterapia ericksoniana, por lo que es necesario un nuevo
paradigma, un nuevo marco teórico, que le abra caminos y líneas de trabajo,
posibilidades y puertas. Los marcos teóricos de que disponemos ahora ya no están dando
cuenta de los fenómenos que trabajamos, algunos etiquetan y cierran puertas24. Dios nos
libre de que nos diagnostiquen como esquizofrénicos, bipolares, enfermos psiquiátricos,
porque no salimos. Etiquetados en estos términos estamos condenados a no sanar.
Tenemos que comprender que el campo cuántico no está separado de nosotros, es
nosotros y que nuestra parte sabia somos nosotros. La psicoterapia que hacía Milton H.
Erickson y la que se realiza actualmente en el CEM, así como los postulados del nuevo
paradigma en la ciencia nos han hecho comprender esta unidad con el Universo que nos
lleva a la salud.
La verdad es que, por el momento, es difícil establecer si con la intervención
terapéutica se llega al orden implicado del que habla Bohm en el paradigma holográfico
o a la memoria colectiva de Jung y de Sheldrake y, ya ahí, se influiría más allá de la
persona, o si, más bien, lo que sucede es que se toman recursos de estos órdenes y como
tienen su propia armonía, con la intervención terapéutica, simplemente, se les permite
actuar.
Mi interés y búsqueda, se une a la del CEM que, con una nueva mirada, atiende a
enfermos psiquiátricos y logra recuperaciones. Yo propongo que lo mismo se puede
lograr con enfermos desahuciados y hasta terminales. Tengo una paciente con
fibromialgia que, después de varias sesiones con psicoterapia ericksoniana, ha logrado
controlar el dolor hasta en un 80% y también un enfermo de VIH que llegó diciéndome
que tenía horror a ponerse de color cobrizo y a empezar a adelgazar y que se decidió a
tomar psicoterapia porque, de color cobrizo ya estaba y había adelgazado
alarmantemente, sin poder detener esta pérdida de peso ni el cambio de color de su piel.
Después de algunas sesiones el color cobrizo casi desapareció y la pérdida de peso no
sólo se detuvo sino que recuperó un kilo 400 gramos de peso.
Con este trabajo quiero contribuir, a través de estos conceptos, a la explicación de lo
que sucede en la psicoterapia ericksoniana y coadyuvar a proponer otros modos de mirar
a la enfermedad física y mental y así derivar algunas líneas para explorar la creación de
estrategias de trabajo con ella.
Mi intención es, a través de encontrar otros modos de mirar a la enfermedad, derivar
líneas para la creación de estrategias de trabajo con ella. Responder a la pregunta de ¿es
la mirada del observador la que le da forma al fenómeno? ¿Es esta mirada la que crea la
enfermedad? Y, si es así, ¿es la mirada del psicoterapeuta ericksoniano la que, al
permitir el acercamiento al paradigma holográfico crea, junto al paciente, la salud?, y a
otras preguntas más. ¿Por qué la mirada del espectador produce respuestas, esperadas, en
los pacientes? ¿Cómo es posible que la misma conducta, ante miradas diferentes, haga
que una sea tachada de enferma y el otro de santo?

18
La psicoterapia y más la ericksoniana por su forma de trabajar, está esperando un
marco teórico que le abra caminos y líneas de trabajo; está esperando que se cree el
nuevo paradigma que permita, que dé cabida, a estos nuevos marcos de referencia, a
estas nuevas concepciones.
También tengo que señalar que el paradigma holográfico, la no linealidad del tiempo,
los campos morfogenéticos y las estructuras disipativas tienen poco tiempo de ser
estudiados y si bien, sus seguidores son investigadores con gran prestigio científico,
algunos de ellos premios Nobel como Prigogine y Gell-Mann y otros como Bohm,
Pribram, Hawking, Gleik, Kauffman, Freeman, Capra que, sin ser premios Nobel, su
reputación científica no es cuestionada, estas ideas tienen muchos detractores y aquí sólo
las propongo como metáforas, como parte de las herramientas que nos permitirán
avanzar, un poco más, en la elaboración del nuevo paradigma psicoterapéutico.

Notas y referencias:
1
ROBLES, T., Cursos Maestría Psicoterapia Ericksoniana, Centro Ericksoniano de
México, México, 2001.
2
HAWKING, S.W., Historia del tiempo. Del Big Bang a los agujeros negros, Crítica,
Barcelona, 1989.
3
ROBLES, T., Lo esencial de por qué la hipnosis produce cambios tan rápidos, Alom
Editores, S.A. de C.V., México, 2000.
4
HEISENBERG, W., La imagen de la naturaleza en la física actual, Seix Barral,
Barcelona, 1976.
5
PEARCEY, N., Orígenes y la “Nueva Era”. Oriente se encuentra con Occidente en el
establecimiento científico, tomado de Internet:
6
http://www.sedin.org/propesp/X0083_04.htm, 1997.
7
CÍA, G.G., El paradigma holográfico cuántico, cuantum lógico y variables físicas en
relación con ESP y PK (Psicokinesis), tomado de Internet:
http://www.ciudadfutura.net/bitacora/fisica/fisica.htm, s/f.
8
BOHM, D., La totalidad y el orden implicado, Kairós, Barcelona, 1992. 8 ROBLES, T.,
Lo esencial de por qué la hipnosis produce cambios tan rápidos, Alom Editores, S.A.
de C.V., México, 2000.
9
BOHM, D., La totalidad y el orden implicado, Kairós, Barcelona, 1992. 10HAWKING,
S.W., El Universo en una cáscara de nuez, Crítica/Planeta, Barcelona, 2003.
11
Ibíd.
12
BOHM, D., La totalidad y el orden implicado, Kairós, Barcelona, 1992. 13Ibíd.
ROBLES, T., Conversación grabada durante la dirección de mi tesis de maestría,
México, 2004.
GROF, E., Psicología transpersonal, Libros Liebre de Marzo, Barcelona, 1993.
16
PRIBRAM, K., Languages of the Brain, Prentice Hall, Englewood Cliffs, 1971.
DIDI-HUBERMAN, G., Invention de l'hysterie. Charcot et l'iconographie

19
photographique de la Salpêtrière, Editions Macula, París, 1982.
CLIMENT, C. y Kakar, S., La folle et le saint, Editions du Seuil, París, 1993.
19
FOUCAULT, M., Historia de la locura en la época clásica, 2 tomos, FCE, México,
1999.
ROBLES, T., “El santo y la loca”, en Saludablemente disfrutando, publicación del
Centro Ericksoniano de México, año 1, núm. 2, México, junio 2003.
CHOPRA, D., Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo, Suma de Letras, Madrid, 2001.
PROCTER, H.G. (comp.), Escritos esenciales de Milton H. Erickson, Volumen 1 y 2
Hipnosis y psicología, Paidós, Barcelona, 2001.
23
CHOPRA, D., Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo, Suma de Letras, Madrid, 2001.
24
ROBLES, T., Conversación grabada durante la dirección de mi tesis de maestría,
México, 2003.

20
1. PREPARANDO EL CAMINO

Hipnosis clásica

Aunque existen precedentes históricos del uso de técnicas similares a la hipnosis


empleadas por los egipcios en los llamados Templos del Sueño1, en Occidente no sería
sino hasta mediados del siglo XVIII cuando se inicia el primer estudio sistemático de lo
que se suponía un estado psicofisiológico especial, que más tarde se conocería con el
término de hipnosis.
El inicio de la historia formal de la hipnosis lo podemos situar en 1765, con los
trabajos de Franz Anton Mesmer y sus curaciones colectivas, aunque la concepción
magnética de Mesmer no era nueva pues algunos planteamientos, ya modernos, se
remontan, cuando menos, al siglo XVI con la propuesta de Paracelso acerca de las
influencias cósmicas, continuadas en el siglo XVII por dos de sus más activos
seguidores: Jean Baptiste Van Helmont y Robert Fludd2.
Sin embargo, la historia considera a Mesmer el primero en desarrollar, aplicar y
divulgar una propuesta, el Magnetismo Animal, con un método sistemático para el
tratamiento de diversas enfermedades nerviosas, con lo que contribuyó, definitivamente,
al abandono de la demonología o de las curas por exorcismo3.
Mesmer, doctorado en medicina y filosofía a los treinta y cinco años de edad en
Viena, escribió su tesis doctoral titulada De Planetarium Influxu, en la que retomó las
teorías de Paracelso sobre la interrelación entre los cuerpos celestes y el ser humano.
Mesmer formuló la Teoría del Magnetismo Animal, que dice que todo ser vivo irradia
un tipo de energía similar o parecido al magnetismo físico de otros cuerpos y que puede
transmitirse de unos seres a otros y tener una aplicación terapéutica.
Mesmer proponía que las enfermedades eran consecuencia de una “aberración de la
armonía orgánica” producida por la concentración inadecuada de un fluido magnético
invisible que se asentaba en el cuerpo humano proveniente del Sol, la Luna, los planetas,
la Tierra, los metales y los animales. Pensaba que la curación consistía en hacer fluir el
magnetismo, retirarlo de una zona del cuerpo y hacerlo llegar a otra, a través de la
voluntad y la concentración mental y con ayuda de ciertos instrumentos externos: una
vasija con agua a la que se añadía limaduras de hierro (“agua magnetizada”) y varillas
del mismo material. Mesmer dice: “Todos los cuerpos celestes tienen una tendencia
recíproca de atracción, que está en razón de su masa y de su distancia. Esta acción se
ejerce más directamente entre los puntos de su superficie que se enfrentan [...] Hay pues,
una ley constante en la naturaleza, que es la de la influencia mutua de todos los cuerpos,
que se ejerce sobre todas sus partes constitutivas y sobre sus propiedades. Esta influencia

21
recíproca y las relaciones entre todos los cuerpos, forman lo que se llama magnetismo”4.
El médico austriaco se instaló en París y, con el paso del tiempo, fue tan grande su
influencia y tan extendida su fama, que se convirtió en el médico tanto de los pobres y
desheredados como de los ricos y poderosos, incluso del rey de Francia. Preparaba un
ambiente especial, a media luz, con música, para realizar ahí su tratamiento, que primero
fue individual y después colectivo. Reunía a los enfermos en grupos y los curaba
“magnetizándolos” con varillas sumergidas en esta agua preparada o con pases manuales
que él les hacía, concentrándose mientras paseaba entre ellos. Los enfermos presentaban
fenómenos somáticos provocados por la sugestión: tosían, sudaban, algunos
convulsionaban y, en muchos casos, obtenían alivio a sus males.
El asunto llegaría hasta la Academia de Medicina de Francia, que determinó que no
existía ningún tipo de influencia o energía magnética en las curaciones mesméricas sin
negar, sin embargo, dichas curaciones.
Serían los discípulos de Mesmer y posteriores investigadores quienes determinarían
que las “milagrosas” curaciones en los trances hipnóticos, llamados sueños magnéticos o
mesmerismo hasta aquel entonces, se producían por una condición llamada sugestión.
Un cirujano escocés, James Braid, fue el primero en acuñar el término hipnosis,
enunciando una de las formas que lo explicaban: “la fijación sostenida de la mirada,
paraliza los centros nerviosos de los ojos y sus dependencias que, alterando el equilibrio
del sistema nervioso, produce el fenómeno”5.
La visión alternativa al Magnetismo Animal la presentó el abate, de origen portugués,
José Custodio de Faria.
Faria, al revisar el juicio que se le hizo a Mesmer, al leer que éste dice que los
pacientes se curaban porque se magnetizaban, se da cuenta que se curaban por la
imaginación. Y él se pone a proponer la imaginación6.
Este clérigo planteó un intento serio de interpretación psicológica de los fenómenos
magnéticos. Sustituyó los procedimientos de pases magnéticos por la de administrar
instrucciones completamente directivas y autoritarias a sus pacientes —sugestiones
hipnóticas. Igualmente, supeditó la importancia del magnetizador a las variables
personales del individuo magnetizado7.
Poco a poco, de la curación se pasó al espectáculo teatral. Hoy en día, cuando se oye
hablar de hipnosis, muchos piensan en una situación de espectáculo. Esa imagen
proviene de que todos hemos estado en contacto con la hipnosis de teatro y, tal vez,
algunos han escuchado que durante el siglo antepasado y principios del pasado, la
hipnosis se utilizó en medicina y psicoterapia y se abandonó, sin saber por qué. Habrá
quien piense que dejó de utilizarse por su ineficacia, otros sabrán que Freud dejó de usar
la hipnosis porque sus pacientes se negaban a recordar lo que él les ordenaba o porque
con ella desaparecían los síntomas y después de un tiempo volvían a aparecer, porque el
conflicto que los había originado quedaba irresuelto8.
Aunque Faria no llegó a crear una escuela, sí influyó en toda una línea de autores que

22
mantuvieron, desde entonces, un pensamiento psicologista o subjetivista9.
Su muerte y la publicación de su libro en 1819, De la cause du sommeil lucide: ou
Etude de la nature de l'homme se produjeron en la antesala de otro periodo de esplendor
del movimiento magnético. Su éxito popular constituía una invitación a que los
representantes de la medicina oficial lo tomaran en serio. Así, en 1820 hubo, junto a
acerbas críticas y nuevos planteamientos, diversas experiencias sobre el magnetismo en
hospitales de París, entre las que destacan las realizadas en La Salpêtrière por Georget y
Rostan, dos prestigiosos médicos del Centro. Aunque el Consejo Superior de Hospitales
suspendió dichas experiencias pronto, resultaron suficientes para atraer la atención de
destacados representantes de la profesión médica10.
Paralelamente, en Gran Bretaña se sucedieron aportaciones de Elliotson, Laycock,
Carpenter y Esdaile sobre el magnetismo y el hipnotismo y sus aplicaciones terapéuticas.
Es en este entorno que Braid interpretaría el núcleo aprovechable del magnetismo desde
los supuestos de la fisiología, la psicología y la patología de su tiempo, concretando su
planteamiento en Neurypnologie (1843) en el que exponía su método y concepción del
mecanismo y propiedades de lo que llamaba sueño nervioso, siendo el hipnotismo la
forma extrema de ese sueño11. Braid, como ya dije más arriba, fue el primero en acuñar
el término hipnosis.
Serían el braidismo, junto con la incorporación de los planteamientos básicos de la
medicina británica, los que abrirían y prepararían la época dorada de los años 80, años
en los que el hipnotismo volvió a ser uno de los centros de interés científico. William
James12, muy interesado por estos fenómenos, resumía el panorama teórico de aquella
década en tres grandes concepciones del estado hipnótico:

· El Magnetismo Animal;
· La teoría de la neurosis, según la cual el estado hipnótico era una condición
patológica en la que ciertas personas predispuestas podían entrar;
· La teoría de la sugestión, que negaba la existencia de un estado especial,
relegando cualquier manifestación hipnótica a fenómenos de sugestión y
sugestionabilidad.

Mientras la primera estaba en franca decadencia, las otras dos mantenían una dura
pugna teórica y metodológica.
Esta controversia alcanzó su punto máximo en la confrontación mantenida por los
representantes de las conocidas como Escuela de La Salpêtrière, encabezada por Charcot
y la Escuela de Nancy, encabezada por Bernheim.
Hacia 1870, Jean-Martin Charcot se encargó de una sala especial de La Salpêtrière,
reservada a pacientes histéricas y epilépticas, motivo por el cual extendió sus estudios de
anatomopatología del sistema nervioso a los trastornos histéricos.
Probablemente por la influencia de Charles Richet, Charcot comenzó a utilizar el

23
hipnotismo como una forma de provocar fenómenos histéricos en sus experiencias.
López-Piñeiro y Morales, explican que Charcot y Richet, “en el hipnotismo, concebido
como una neurosis provocada, vieron un modelo en el que estudiar experimentalmente
las neurosis espontáneas y, ante todo la histeria, la grande néurose”13.
A principios de 1882, Charcot expuso sus conclusiones básicas sobre el hipnotismo
ante la Academia de Ciencias Francesa, contribuyendo con su reputación, a que el
denostado hipnotismo fuera, finalmente, aceptado.
En forma resumida, de acuerdo con Tortosa, sus postulados son los siguientes:

· Los indicadores somáticos que tienen lugar en algunos suje-tos bajo hipnosis son
de fundamental importancia porque proporcionan una evidencia legítima de la
ausencia de simulación.
· Los fenómenos hipnóticos pueden presentar un agrupamiento especial en tres
estadios distintos —catalepsia, letargia y sonambulismo— siendo esta última la
forma más perfecta de hipnotismo, que debe tomarse por tipo —el gran
hipnotismo.
· Las manifestaciones del hipnotismo pueden desarrollarse independientemente de
toda sugestión; tan sólo la gente que sufre neurosis de tipo histérico es susceptible
de ser hipnotizada.
· El hipnotismo en su forma más pura, debe ser considerado como un estado
patológico.

Al mismo tiempo, en la ciudad de Nancy, Ambroise Auguste Liébeault inicia lo que


acabaría siendo conocida como la Escuela de Nancy y que sería el principal contrapunto
en la controversia sobre la hipnosis de finales del siglo XIX14.
Mientras que Charcot y sus colegas sostenían que la hipnotizabilidad era un signo de
patología mental, los miembros de la Escuela de Nancy mantenían que se trataba de algo
perfectamente normal y que todos los seres humanos eran más o menos sugestionables y,
por tanto, hipnotizables.
Pero fue Hippolyte-Marie Bernheim el arquitecto y teórico de la Escuela de Nancy.
Ellenberger15 resume su teoría en varios puntos esenciales:

· La sugestionabilidad se encuentra tanto en personas no hipnotizadas como en


sujetos hipnotizados. En cada caso se encuentra presente en varios grados.
· La hipnosis es el estado de sugestionabilidad aumentado por excelencia.
· La hipnosis es un estado fisiológico que únicamente puede obtenerse mediante
sugestiones apropiadas (como más adelante propondría Milton H. Erickson al
decir que el inconsciente sólo acepta aquello con lo que está de acuerdo).
· La hipnosis posee grados de profundidad que pueden medirse mediante la
sugestionabilidad del sujeto hipnotizado.

24
Bernheim desarrolló una metodología sistemática a la que denominó psicoterapia.
Sigmund Freud, en su condición de médico, investigó la hipnosis en profundidad y
fue discípulo de las dos escuelas: de La Salpêtrière, en donde estudió con el Dr. Charcot
y también fue discípulo, en la Escuela de Nancy, del Dr. Bernheim. Al principio de su
carrera, Freud utilizó la hipnosis para el tratamiento de la neurosis.

La hipnosis natural

El modelo tradicional de la hipnosis se apoya en la suposición de que la aplicación de las


técnicas de hipnosis lleva a un estado alterado de conciencia cualitativa y
cuantitativamente diferente del estado de vigilia, como si fuera patológico, aunque la
Escuela de Nancy la supone un estado perfectamente natural, lo que da origen a una
controversia, desde sus inicios, en la época moderna hasta ahora.
Esta controversia representada desde Mesmer vs Faria, Charcot vs Bernheim, Hilgard
vs Barber, se trajo al siglo XX y se contrapusieron hipnosis experimental vs hipnosis
clínica16.
Congruente con los principios de Nancy, Milton H. Erickson desarrolló las técnicas
hipnóticas clásicas dándoles un nuevo sentido e instrumentó nuevas técnicas. Incorporó
todas ellas como parte de un estilo de comunicación en general y de comunicación
terapéutica en particular, eliminando la formalidad y los rituales de la hipnosis clásica,
de modo que se llegó a hablar de que Erickson hacía “hipnoterapia sin trance”. Él usaba
la conversación hipnótica.
En el artículo La hipnosis profunda y su inducción, Erickson subraya que el trance es
un fenómeno natural, que la gente suele experimentar en el curso de sus vidas cotidianas.
Cuando algo nos ensimisma o fascina, estamos experimentando la hipnosis. Erickson la
define como la división de los procesos mentales en procesos conscientes e
inconscientes, a diferencia de lo que entiende la teoría psicoanalítica. El inconsciente de
Erickson se aproxima a lo que Freud denominó preconsciente, esa parte de la mente
capaz de planificar y anticipar el futuro y que se halla en contacto con el mundo externo,
en oposición a lo que se encuentra profundamente enterrado o es de naturaleza instintiva.
Para Erickson, el inconsciente es una parte de nuestro ser, creativa, e incluso sabia.
Ahora se sabe que el trance hipnótico es un estado natural que aparece
espontáneamente mientras la persona sigue despierta, de modo que es posible
mantenerlo, amplificarlo y utilizarlo cuando aparece en el paciente o evocarlo activando
las funciones del cerebro derecho17.
Para despatologizar el calificativo de estados alterados de conciencia, en el CEM se
pasó a hablar de estados alternativos de conciencia y, actualmente, de estados
amplificados de conciencia.
Un estado de trance es un estado de conciencia amplificada, en el que estamos
despiertos de una manera diferente, con la atención más centrada al interior que al

25
exterior. Es el estado amplificado de conciencia menos reconocido en la vida diaria y
probablemente el más desconocido. El trance es un estado de conciencia en que
permanecemos más en contacto con nosotros mismos que con el medio ambiente. La
atención se vuelca hacia aquello que imaginamos y sentimos, más que a lo que
objetivamente pensamos, sin que se pierda el control de la relación con el exterior. Se le
llama hipnosis natural porque le sucede de manera espontánea a, prácticamente, todos
los seres humanos y a algunos otros animales18.
El trance natural es una especie de ensueño despierto durante el que predomina la
actividad del hemisferio derecho. Tal vez tenga la misma función de equilibrio psíquico
que el ensueño dormido. En él se dan respuestas específicas del cerebro derecho, como
el aumento de la sensibilidad a las texturas, la modificación espacio-temporal, el
recuerdo de situaciones olvidadas, o la producción de “alucinaciones”, que se aplican
con un fin terapéutico porque, con el lenguaje no verbal del cerebro derecho, de
sensaciones, imaginación y fantasía, se constituyen en verdaderas herramientas para
cambiar19.
Ahora, en términos de neurofisiología moderna, sabemos que cuando dirigimos
nuestra atención hacia nuestro interior, estamos en un estado amplificado de
conciencia, es decir, despiertos de manera diferente y que uno de los estados
amplificados se conoce como trance hipnótico natural20.
Cada vez que entramos en un estado de trance hipnótico natural nos ponemos en
contacto con nuestras experiencias de vida, con los aprendizajes que hemos ido
acumulando consciente e inconscientemente a lo largo de nuestra historia y que podemos
utilizar para resolver las dificultades que nos presenta la vida en cada momento21.
La persona en trance se da cuenta de que está viviendo de manera distinta, quizás con
emociones que no corresponden a lo que sucede en el mundo de afuera. Corresponden a
lo que está viviendo en su mundo interno22.
Puede también tener percepciones o ideas aparentemente sin sentido que interpreta
como desconcentración o distracción y que, en realidad, corresponden a otra forma de
funcionamiento mental que se conoce como proceso primario del pensamiento. Por
ejemplo, deja de escuchar lo que el otro le cuenta y se mete en sus propios recuerdos. O
si algo de lo que oye pudiera angustiarla, una parte suya sigue escuchando sin escuchar,
es decir, protegidamente, mientras la conciencia se enfoca en lo que tiene que hacer
saliendo de ahí. Para la persona en trance, el símbolo es lo mismo que representa23.
La base de la hipnosis es la sugestión y permite, de manera propositiva, el acceso a
otra secuencia lógica acorde con la cual se producen sucesos internos, que pueden llevar
al cambio y al desarrollo humano. Con ella, se amplía la gama de conciencia y se
complementan dos canales de percepción-expresión, cada uno con su propia lógica,
ambas humanas24.
Durante el trance hipnótico suceden muchas otras cosas: se abren alternativas, el
tiempo parece volverse maleable, plástico, como el que propone la física moderna, como

26
el tiempo de los sueños, donde pasado, presente y futuro coexisten y se mezclan y lo que
parecía opuesto se vuelve complementario. Ni en el trance ni en el sueño hay
incongruencias, ni contradicciones posibles, la luz y la oscuridad, por ejemplo, se
vuelven partes de una misma unidad y hablar del Ruido del Silencio o de que Yo soy Uno
con el Todo de repente cobra sentido25.
Sin dejar de lado al cerebro izquierdo, se hace posible una traducción verbal de lo que
sucede en el cerebro derecho, que es el emocional y subjetivo, a los términos del cerebro
izquierdo, el lógico, formal y objetivo. Ésta es una traducción muy especial, nunca
literal, que pone en palabras las emociones de una manera no exacta sino equivalente y
más rica que una mera descripción, pues agrega al relato imágenes, sensaciones y
emociones que fluyen libremente y complementan lo verbalizado, más allá del juicio
lógico cotidiano y al mismo tiempo sin perderlo. Es probable que todos los estados
amplificados de conciencia sean manifestaciones de un mismo cuerpo funcional en los
cerebros, ya que cuando en uno pasa algo, el otro se entera de lo que ahí ocurre26.
La hipnosis moderna se plantea un trabajo de colaboración y aprendizaje en la
búsqueda de bienestar y desarrollo para la persona que consulta. Por lo que el
hipnotizador es sólo un facilitador del proceso ya que la persona entra en trance por sí
misma y los cambios que se producen en ella se dan a su estilo, de acuerdo con su
historia, sus valores y sus deseos y sólo responde a las sugestiones que encuentran en
ella un eco interno. A fin de cuentas, toda sugestión es autosugestión y toda hipnosis es
autohipnosis27.
Los recursos personales, aunados a la habilidad cuidadosa y creativa del terapeuta,
permiten realizar cambios internos en los términos mismos del cerebro derecho, es decir,
sensaciones, imágenes, modificaciones espacio-temporales. De manera concomitante
con esos cambios internos se produce esa muy especial forma de traducción a la
contraparte, el cerebro izquierdo, que simultáneamente empieza a generar palabras que
traducen la emoción y la complementan, igual que las vivencias del cerebro derecho han
completado la realidad objetiva, emoción y palabras para explicar la propia vida.
La hipnosis ha incrementado su eficacia al pasar de la sugestión directa a la indirecta
y al mantener a la conciencia en un estado de trance despierto que lleva, en forma
natural, a integrar la actividad de nuestros dos hemisferios cerebrales28.
Ahora, la relación hipnotizador-hipnotizado tiende a ser más horizontal, de
cooperación y aprendizaje. Se dice que es una relación entre dos expertos: el experto en
sí mismo, que es la persona que consulta y el experto en las técnicas, para ayudar al
primero a lograr lo que quiere lograr de una manera protegida y saludable, ahorrando
tiempo y dolor29 y mientras la persona “inducida” entra y permanece en trance, sucede
otro tanto con el facilitador que sigue su propio proceso interno, al mismo tiempo que
mantiene la atención puesta en la técnica que está aplicando30.
Lo que se busca, más que profundizar el trance (bloqueando la conciencia) es
amplificarlo y, si acaso, extenderlo un poco más en el tiempo. Por amplificar
entendemos hacer participar en él más funciones del cerebro derecho, por ejemplo, si la

27
persona está recordando con imágenes visuales, ayudarla a que recuerde también con
sensaciones de movimiento, posiciones, texturas, olores y con emociones31.
En cuanto al juicio crítico, la conciencia y la resistencia, la tendencia general en la
hipnosis hoy en día es a simplemente dejar que evolucionen al estilo de cada sujeto, a
medida que se van activando los centros del cerebro derecho que funcionan durante el
estado de trance hipnótico. Erickson utilizaba la resistencia para inducir el trance32. En el
CEM lo que se hace es integrar las funciones de los dos cerebros.

Notas y referencias:
1
ZOR, J. de, La hipnosis. Una desconocida en resurgimiento, HISPAMAP, Sociedad
Hispano Americana de Psicología Aplicada, Departamento de Investigación y
Desarrollo, tomado de Internet: http://www.hispamap.net/informes/info-hip.htm, 2002.
2
TORTOSA, F., “La hipnosis. Una controversia interminable”, en Anales de psicología,
publicación de la Universidad de Murcia, vol. 15, núm. 1, 1999, pp. 325.
3
Ibíd. 4 Ibíd.
5
ZOR, J. de, La hipnosis. Una desconocida en resurgimiento, HISPAMAP, Sociedad
Hispano Americana de Psicología Aplicada, Departamento de Investigación y
Desarrollo, tomado de Internet: http://www.hispamap.net/informes/info-hip.htm, 2002.
6
ROBLES, T., Conversación grabada durante la dirección de mi tesis de maestría,
México, 2004.
7
TORTOSA, F., “La hipnosis. Una controversia interminable”, en Anales de psicología,
publicación de la Universidad de Murcia, vol. 15, núm. 1, 1999, pp. 325.
8
DEON, D.R., “Hipnosis, un poco de historia”, en Revista Crecimiento Interior, núm.
71, año 8, abril, tomado de Internet: http://www.deon.com.ar/hipnosis.html, 2001.
9
TORTOSA, F., “La hipnosis. Una controversia interminable”, en Anales de psicología,
publicación de la Universidad de Murcia, vol. 15, núm. 1, 1999, pp. 325.
10
Ibíd.
11
APARICIO, R., Apuntes sobre el Taller de Jeff Zeig, octubre del 2000 en el
Instituto M.H. Erickson de Madrid, tomado de Internet:
http://usuarios.lycos.es/Rufianin/, 2000.
12
TORTOSA, F., “La hipnosis. Una controversia interminable”, en Anales de
psicología, publicación de la Universidad de Murcia, vol. 15, núm. 1, 1999, pp. 325.
13
Ibíd.
14
DEON, D.R., “Hipnosis, un poco de historia”, en Revista Crecimiento Interior,
núm. 71, año 8, abril, tomado de Internet: http://www.deon.com.ar/hipnosis.html, 2001.
15
TORTOSA, F., “La hipnosis. Una controversia interminable”, en Anales de
psicología, publicación de la Universidad de Murcia, vol. 15, núm. 1, 1999, pp. 325.
16
Ibíd.
17
ROBLES, T., Lo esencial de por qué la hipnosis produce cambios tan rápidos,
Alom Editores, S.A. de C.V., México, 2000.

28
18
Abia, en ROBLES, T., Concierto para cuatro cerebros en psicoterapia, 1ª
edición, Alom Editores, S.A. de C.V., México, 1990.
19
Ibíd. 20 Ibíd.
21
ROBLES, T. y Abia, J., Autohipnosis. Aprendiendo a caminar por la vida, Alom
Editores, S.A. de C.V., México, 1993.
22
ROBLES, T., Lo esencial de por qué la hipnosis produce cambios tan rápidos,
Alom Editores, S.A. de C.V., México, 2000.
23
Ibíd.
24
Abia, en ROBLES, T., Concierto para cuatro cerebros en psicoterapia, 1ª
edición, Alom Editores, S.A. de C.V., México, 1990.
25
ROBLES, T., Lo esencial de por qué la hipnosis produce cambios tan rápidos,
Alom Editores, S.A. de C.V., México, 2000.
26
Abia, en ROBLES, T., Concierto para cuatro cerebros en psicoterapia, 1ª
edición, Alom Editores, S.A. de C.V., México, 1990.
27
ROBLES, T., Terapia cortada a la medida. Un seminario ericksoniano con
Jeffrey K. Zeig, Alom Editores, S.A. de C.V., México, 1991.
28
ROBLES, T., Cursos Maestría Psicoterapia Ericksoniana, Centro Ericksoniano
de México, México, 2001.
29
ROBLES, T., Lo esencial de por qué la hipnosis produce cambios tan rápidos,
Alom Editores, S.A. de C.V., México, 2000.
30
ROBLES, T., Terapia cortada a la medida. Un seminario ericksoniano con
Jeffrey K. Zeig, Alom Editores, S.A. de C.V., México, 1991.
31
ROBLES, T., Lo esencial de por qué la hipnosis produce cambios tan rápidos,
Alom Editores, S.A. de C.V., México, 2000.
32
Ibíd.

29
II. GUÍA EN EL SENDERO DE LA MENTE

La psicoterapia de Milton H. Erickson y sus contribuciones

La aproximación concienzuda de Erickson es un ejemplo ideal del uso efectivo y


desarrollador de la hipnosis. El desarrollo que hizo de sus habilidades extraordinarias en
la hipnosis y los procesos fue el resultado de muchos factores:

· La observación de su familia cuando se estaba recuperando después de quedar


paralizado como resultado de un ataque de poliomielitis, a los diecisiete años de
edad.
· La observación continuada de cómo las personas cambian naturalmente.
· Retarse con tareas para incrementar su recuperación y desarrollo incluyendo un
viaje extenso en canoa para ayudar a su recuperación.
· Formación médica y psiquiátrica.
· Uso de la autohipnosis para escribir artículos cuando era estudiante y para
controlar el dolor, sobre todo en los últimos años de su vida.
· Entrenamiento y experimentación en la hipnosis por su cuenta, después en el
laboratorio de Hilgard y, en lo sucesivo, durante el resto de su vida. Combinaba
la experimentación con su enfoque de “investigación en acción” mediante el cual
todo paciente, su familia y sus amigos se involucraban, a sabiendas o no.
· Su negativa a limitarse por las teorías e ideas tradicionales sobre la hipnosis.

30
La integración y uso de todas sus habilidades vitales.

Erickson ha sido reconocido como la principal autoridad mundial en hipnoterapia y


psicoterapia breve. Su trabajo permitió que se acuñaran los términos de psicoterapia
ericksoniana e hipnosis ericksoniana. Su trabajo se caracterizó por su precisión, su
esfuerzo constante por mejorar y superarse a lo largo de su vida y su habilidad inaudita
para ir al encuentro de sus pacientes en su modelo del mundo.
Luchador infatigable en contra de la trivialización de la hipnosis en el espectáculo y
lo esotérico, demostró una manera diferente de entenderla como un proceso natural,
suave, no directivo y con una utilidad práctica en la comunicación humana.
Diseñó técnicas alternativas a la hipnosis convencional, como la técnica de confusión,
las metáforas y el uso de anécdotas cuya eficacia ha sido ampliamente demostrada en el
uso clínico.
Según Jeffrey Zeig1 —creador y Presidente de la Fundación Milton H. Erickson de
Phoenix Arizona, estudiante de Erickson, su colaborador personal por más de 14 años y
encargado de la expansión de su trabajo—, Erickson fue un genio, no sólo por su
inteligencia, humanidad, creatividad y perceptividad, sino también por su diligencia en
el desarrollo y el perfeccionamiento de sus capacidades y talentos. Era un genio como
psicoterapeuta, como hipnoterapeuta, como maestro y como ser humano, que supo
transformar sus discapacidades físicas en ventajas.
El modelo de Erickson presente, explícita e implícitamente en sus escritos, es
precursor de muchos de los enfoques que aparecerían décadas más tarde: del
humanismo, cognitivo y construccionista, que supondrían las principales alternativas al
discurso psicoanalítico desde los años cincuenta en adelante.
Su trabajo sigue siendo de gran influencia en terapia familiar y su filosofía es la base
central de la Programación Neurolingüística (PNL) y sus estrategias fueron de las
primeras en ser modeladas por Bandler y Grinder en los inicios del desarrollo de la PNL.
Como padre de la hipnosis moderna, Erickson enseñó a maestros y alivió a sanadores.
Sus años de experiencia con la hipnosis en la clínica y el laboratorio se ponen en juego
para facilitar el cambio terapéutico en los problemas más variados, desde los más
típicamente psicológicos —de los problemas psicóticos al crecimiento personal— hasta
otros de índole más médica —problemas de dolor, dermatológicos, obstétricos,
odontológicos, etcétera—, tanto en adultos como en niños2.
Su concepción de la terapia y el cambio, basada en la utilización de los recursos que
de forma única posee cada persona, se pone de manifiesto no sólo en sus innumerables
reflexiones sino también en los casos trabajados por él3.
Además de delinear diferentes enfoques hipnóticos, Erickson enfatiza que cada
paciente o cliente es un sujeto único y que el terapeuta debe orientarlo todo en torno a
éste, si quiere tener éxito y subraya que la conducta de los sujetos debería reflejar sólo al
sujeto y no las expectativas, creencias y aprendizajes del conductor. El enfoque

31
naturalista de Erickson lo llevaba a aceptar y utilizar la situación que encontraba en el
paciente. Al hacerlo así, la conducta del paciente se convierte en una ayuda decisiva y
forma parte de la inducción al trance.
Insistía que, en cualquier trabajo hipnótico, se debe prestar mucha atención a la
protección total de los sujetos mediante la satisfacción de sus necesidades como
individuos.
La hipnosis profunda y su inducción (1952)4 es un clásico sobre la hipnosis en el que,
en contraste con la mayoría de los trabajos sobre hipnosis que versan sobre la técnica
hipnótica en sí, Erickson sostiene que lo crucial es la propia interpretación y experiencia
del sujeto.
Uno de los preceptos de la vida y trabajo de Erickson era dar la bienvenida a las
oportunidades, a las que recibía como una ayuda para construir sobre dichas
oportunidades5 y pensaba que una de las consideraciones más importantes en la
inducción hipnótica es la de satisfacer adecuadamente las necesidades de los sujetos;
tratarlos como personalidades individualizadas.
A pesar de que fue educado en la tradición psicoanalítica no aceptó la premisa de
incompatibilidad de los impulsos humanos básicos y las normas de la vida civilizada6.
Durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó para el Selective Service y examinó,
literalmente, a miles de conscriptos. De esta experiencia, amplió su comprensión de la
naturaleza humana y obtuvo una apreciación más grande sobre la diversidad de la vida
humana normal. También empezó su comprensión de que un encuentro muy breve
puede tener información significante contenida e intercambiable. Las semillas de sus
escritos y de la terapia estratégica estaban sembradas7.
Aunque él tenía una gran fe en la bondad básica y normalidad de la mayoría de las
personas y las usó como una parte de su terapia, Erickson reconoció a la enfermedad
mental y a las patologías; supo de las profundidades que las enfermedades mentales
pueden crear8.
El acercamiento de Erickson a la psicoterapia es único y representa una innovación
importante en la técnica terapéutica, gracias a los muchos años durante los cuales
desarrolló los métodos de tratamiento eficaces y prácticos, que pueden o no, implicar la
inducción formal del trance9.
Decía que cuando una persona entra en trance, aparece lo que en ese momento le toca
resolver. Y puede ser que aparezca en forma directa, como recuerdos o afectos
dolorosos, o en forma encubierta, simbolizado, de hecho que, de alguna manera, todo lo
que se presenta, incluso los recuerdos de una situación concreta, son símbolos que están
condensando muchas otras situaciones similares10.
Él utilizaba un trance natural y aplicaba hipnoterapia sin trance. Llegó un momento
en el cual, al comprender el mecanismo de funcionamiento de la hipnosis, pudo aplicar
los mismos procedimientos sin necesidad de hacer que el paciente entrase en trance11.
Su nombre es casi sinónimo de metáforas indirectas y narración12. Creía que acercarse

32
a un problema indirectamente era más eficaz porque permitía independencia y dignidad
a los pacientes y desviaba la resistencia porque no se requiere información directa del
paciente. Y no dudó en emplear este acercamiento, a pesar de ser sumamente directivo.
Tampoco dudó en poner en claro que él tenía una moral fuerte y que, la manera correcta
para las personas de comportarse, es con consideración, bondad y respeto hacia ellos y
los otros. Erickson valoró la disciplina del trabajo fuerte y creyó que casi cada
experiencia contiene una valiosa semilla de aprendizaje13.
Erickson exhibió una amplia gama de conducta que incluyó ambas posiciones, la
directiva y la indirecta. Sus técnicas, como en la mayoría de nosotros, cambiaron y se
desarrollaron a través del tiempo.
Poco a poco fue disminuyendo el uso de trance hipnótico formal, para pasar a un
mayor uso del lenguaje hipnótico y de la metáfora en sus terapias. En los últimos años
de su vida, “solamente usaba la hipnosis en aproximadamente el 30% de los casos, en
particular para los de dolores físicos agudos”14.
Fue Watzlawick15 quien denominó “hipnoterapia sin trance”, a las directivas
terapéuticas que, entregadas en una conversación terapéutica sin “rituales hipnóticos”
movilizan al paciente a la acción o modificar su encuadre del problema. Podría afirmarse
que en los últimos años de su carrera, Erickson utilizaba mucho más este tipo de
hipnoterapia que la terapia hipnótica “con trance”.
La terapia estratégica interaccional del Massachusetts Research Institute (MRI),
comenzó a difundirse con la publicación de Cambio. Sin embargo, fue en el año de
1992, fecha de la edición en español, que Watzlawick y Nardone explicaron las bases
hipnóticas de la “hipnoterapia sin trance”16.
En ese volumen, Nardone y Watzlawick describen partes del lenguaje hipnótico de
Erickson y su uso en psicoterapia estratégica (y que Nardone ejemplifica a través de
casos clínicos en Miedo, Pánico y Fobias, 1997). El uso de este lenguaje (verdades
obvias, calcado, metáforas) y la utilización ericksoniana, tienen como objetivo construir
la disposición a cooperar en el paciente, de modo que se avenga a llevar a cabo las tareas
terapéuticas entre sesiones y esté más dispuesto a ser influenciado en la sesión de
terapia17.
Para el terapeuta entrenado en la hipnoterapia de Erickson esos conceptos no son una
novedad; sin embargo, amplían los alcances del lenguaje de influencia desarrollado por
Erickson18.
Erickson fue un terapeuta básicamente orientado hacia el futuro, así, escribió: “El
pasado no puede cambiarse; sólo se cambia la interpretación y el modo que tenemos de
verlo, e incluso, esto se modifica con el paso del tiempo. En consecuencia, en el mejor
de los casos, los modos de ver y las interpretaciones del pasado tienen importancia sólo
cuando embrutecen a una persona en una rigidez. La vida se vive en el presente, para el
mañana. Por lo tanto, la psicoterapia se orienta de modo apropiado con respecto a la vida
de hoy al preparar el mañana, el mes próximo, el año próximo, el futuro, que en sí

33
mismo impondrá muchos cambios en el funcionamiento de la persona en todos los
niveles de su conducta”19.
En el año de 1954, Erickson publica “La pseudorientación en el tiempo como un
procedimiento hipnoterapéutico”. En ese artículo describe cómo, a través de un
procedimiento que implicó el uso de confusión, alucinación y proyección a futuro, los
mismos pacientes describieron los eventos que los llevarían a la resolución de sus
problemas neuróticos20.
Erickson dirigía al paciente hacia el futuro a través de un procedimiento de confusión,
para que alucinara bolas de cristal en las cuales podía ver los eventos que lo habían
llevado a la resolución de los síntomas.
Muchos profesionales sienten que la contribución significativa de Erickson fue el
progreso en el uso de la hipnosis. Otros sienten que fue su uso del lenguaje en una u otra
forma: sugestión indirecta, metáfora, anécdotas, confusión, lazos terapéuticos, etcétera.
Otros dirán que su contribución fue el desarrollo de los conceptos conocidos como
utilización, lenguaje indirecto, hablando con el lenguaje del cliente, etcétera, pero
Lankton cree que el apoyo central de todas estas intervenciones es su acercamiento a la
gente y a sus problemas, o si se prefiere, su posición epistemológica y ontológica.
Erickson no se aferró a ninguna teoría, ninguna norma general. Hacía una teoría
propia para cada paciente. No aplicaba ninguna terapia según una teoría general. No
utilizaba, por ejemplo, el DSMIV para diagnosticar. Intentaba averiguar qué le convenía
a cada paciente21 y su más gran contribución fueron sus notables intervenciones. El
acercamiento de Erickson a los pacientes y los problemas predicen las nuevas
intervenciones, casi sin esfuerzo.
Erickson decía que el terapeuta debe permitir, cuando se está frente al paciente, que
fluya la sabiduría de su mente inconsciente22. Es lo que él hacía.
El hecho de que la recuperación de una enfermedad (o conflicto) frecuentemente
conlleva el establecimiento de un nuevo equilibrio psicológico (o “redistribución de la
libido”), que permite la favorable resolución de una segunda y quizá nada relacionada
enfermedad (o conflicto) llevaron a Erickson, en muchas ocasiones, a un enfoque
psíquico, en vez de somático23.
La forma de Erickson de ver la situación no es la de una visión experta de la verdad
ligada al pasado de una manera causal y lineal. Más bien, su manera es la de un
participante activo, ayudando a crear un contexto para el cambio, descubriendo salud,
recuperando recursos y orientando al paciente hacia la meta actual y futura.
¿Qué es la psicoterapia ericksoniana hoy?

De la epistemología tradicional a la moderna

La psicoterapia ericksoniana se apoya sobre una epistemología que busca el cambio de


la gente. No intenta explicar la verdad o la causa. Es un acercamiento activo a la terapia
que construye sobre los recursos que conducen a las metas deseadas. Terapeutas y

34
pacientes cooperan en la construcción de un conocimiento de las experiencias y de una
comprensión de su significado.
Para explicar el cambio de la psicoterapia tradicional a la moderna, Lankton24 hizo
una crónica del cambio y estableció diferencias entre la epistemología tradicional y la
emergente epistemología ericksoniana. Y se basó en cuatro puntos:

· el propósito y el uso de la sugestión,


· la metáfora como intervención indirecta,
· el significado de un síntoma,
· y qué constituye una curación.

En la epistemología tradicional se favorece el uso de la sugestión directa que se


utiliza por los expertos para decir los temas observados y qué debe hacerse para mejorar
los problemas que el paciente trae al consultorio. En la sugerencia indirecta, por otra
parte, se presenta al paciente de modo que tome de esa situación el valor subjetivo y la
aplique al proceso de recuperación y asociación de las experiencias necesarias para
alcanzar las metas actuales. La sugerencia indirecta asume un paciente activo y
participativo, con una cierta sabiduría innata. El terapeuta aprende de la respuesta del
paciente cuando elabora la ambigüedad presentada, de maneras aún más provechosas. El
uso de la metáfora como intervención indirecta cobra aquí toda su riqueza.
La concepción de un problema o de un síntoma es otra faceta de la epistemología
emergente. La existencia y la continuación del síntoma son muchas cosas: es
información de que el paciente no puede asociarse los recursos necesarios, es una prueba
del paciente para estimular el ambiente, es una comunicación, etcétera. Estas opiniones
son parte de la interacción, orientada a la meta, orientada al futuro. Póngase en contraste
esto, con la opinión de que un síntoma es señal de un conflicto interno del individuo. La
gente está en conflicto, de hecho, cuando no ha solucionado los problemas de una
manera adaptativa y creativa. La característica decisiva entre la vieja y la nueva
epistemología puede estar en la concepción de la prioridad que se le da a la idea de un
síntoma. ¿Es esta lista de experiencias que nosotros llamamos síntoma debido al
conflicto interno o es el síntoma una muestra de las tentativas de la persona de
solucionar un problema emparentado? Parece razonable sugerir que si decimos que un
síntoma es lo primero, estamos en la vieja tradición. Si decimos, es lo último, somos más
exactos y funcionamos desde la visión emergente.
En el área de la curación también se pueden ver reflejadas las diferencias entre estas
dos epistemologías. La opinión tradicional de la curación, como se entendía en la
educación académica, se relaciona con la resolución de un conflicto interno, de la
construcción de la fuerza del ego en el individuo, del retiro de la resistencia, del retiro de
síntomas y, finalmente, de la capacidad para trabajar y amar. El énfasis en este panorama
está en un individuo en un vacío que ha, de alguna manera “trabajado con”
acontecimientos a partir del pasado alrededor de que estuvo en conflicto, sin fuerza del

35
ego y del cual desarrolló distorsiones paratáxicas. Por supuesto, esta aproximación a
menudo comprometía experiencias emocionales correctivas. Éste es un concepto de
curación basado sobre una orientación al pasado. Desde una perspectiva orientada al
futuro, una curación sería evaluada con base en la pérdida del síntoma, desarrollo de
relaciones adaptantes con personas en el ambiente social actual y de la adquisición de
nuevas habilidades para manejar demandas de desarrollo.
Este principio estratégico es válido incluso en áreas de la hipnoterapia como el
manejo del dolor. No basta simplemente con colocar a alguien en trance hipnótico para
aliviar su dolencia. Es menester conocer cómo se manifiesta el constructo del dolor en
ese paciente y cuál es su modo peculiar de respuesta.
En realidad, el desarrollo de un estado de trance es un fenómeno intrapsíquico que
depende de procesos internos. Y la actividad del hipnotizador sólo sirve para crear una
situación favorable. En el funcionamiento de una incubadora podríamos ver una analogía
de este concepto. La máquina proporciona el ambiente favorable que necesitan los
huevos pero, en realidad, el crecimiento de los mismos se debe al desarrollo de unos
procesos vitales que tienen lugar dentro de la cáscara25.

Centro Ericksoniano de México

Erickson daba crédito a la sabiduría alojada en el inconsciente, considerando que el


inconsciente es el aliado más importante de cualquier persona y el recurso más poderoso
porque ahí están las grabaciones de lo vivido.
Pero en el CEM, desde el paradigma holográfico, se habla de la parte sabia de los
seres humanos, como de algo que rebasa al inconsciente porque toma a esta parte sabia
como a toda la información del Universo adentro de los seres humanos.
La psicoterapia ericksoniana permite alcanzar un estado amplificado de conciencia en
el que se está con la atención centrada más al interior que al exterior, como los
producidos por la meditación, la oración y la música26 y, entonces, la persona tiene
cambios en la percepción de sus sensaciones, de su cuerpo, del tiempo y del espacio27.
Al usar la comunicación atenta e inducciones cuidadosamente seleccionadas en el
trance hipnótico, el hipnoterapeuta ericksoniano es sólo un facilitador del proceso, ya
que la persona entra en trance por sí misma y los cambios que se producen en ella se dan
a su estilo, de acuerdo con su historia, sus valores y sus deseos y sólo responde a las
sugestiones que encuentran en ella un eco interno. Toda sugestión es autosugestión y
toda hipnosis es autohipnosis. Pero también, mientras la persona entra y permanece en
trance, sucede otro tanto con el facilitador que sigue su propio proceso interno, al mismo
tiempo que mantiene la atención puesta en la técnica que está aplicando28.
El terapeuta, junto con el paciente, imagina y está en cierta medida en trance y al
favorecer cambios en el otro, favorece cambios en él. Es un proceso de coevolución,
como diría Gregory Bateson, del terapeuta y del paciente. Es un proceso que se da entre
dos seres humanos, es una comunicación de inconsciente a inconsciente, para crecer

36
aprendiendo a usar bien cualidades, defectos, cosas resueltas y cosas por resolver. Se
trata de dos expertos que se encuentran para realizar un trabajo en común29.
Erickson dejó que un caballo regresara solo a su casa porque asumió que el caballo
sabía el camino; lo que implica que cada persona posee los recursos para cambiar y que
el cambio debe ser de acuerdo con ella misma30.
El uso de la hipnoterapia ericksoniana produce resultados efectivos y consistentes en
los pacientes. Esta forma de hipnosis tiene como su intención principal promover la
curación emocional, no sólo una modificación de la conducta. Ha demostrado ser eficaz
para el tratamiento de traumas ya que el uso del trance de esta manera se conecta con el
inconsciente, donde se guardan el trauma y las creencias negativas. Esta forma de
tratamiento se usa con gran éxito, ya que utiliza el propio conocimiento del paciente
dentro de su propia tradición cultural y creencias.
La hipnosis ericksoniana induce un estado de trance, en donde los contenidos del
inconsciente aparecen con facilidad porque toman formas más aceptables para el cerebro
izquierdo, para deshacer nudos y que la persona siga su propia y natural evolución hacia
la salud, el crecimiento, el estar bien con ella misma. Frente al pensamiento lógico del
izquierdo se agrega y privilegia la visión del derecho y es una de las pocas formas de
tratamiento que revitalizan al terapeuta en el quehacer diario31.
La hipnosis es una herramienta maravillosa para facilitar los procesos de cambio. En
la medida que [los terapeutas] se aseguren que esos procesos sean agradables, o con el
dolor mínimo indispensable y en ocasiones hasta divertidos, se encontrarán con menos
resistencias, fluirán con el principio del placer y pacientes y terapeutas crecerán a su
paso, a su estilo y a su ritmo32.
Según Freud, en el inconsciente se encuentra el registro de lo vivido en forma de
huellas mnémicas (que para la física actual estarían en el espacio subcuántico). Esas
huellas estarían formadas por una representación, que es la forma del recuerdo y el
afecto (o energía) que esta huella contiene y que puede desplazarse a otras huellas. Los
físicos nos dirían que incluso a huellas similares de otras personas y otras épocas. Por
este desplazamiento, sucede que a veces una representación o recuerdo acumula el
afecto, la energía de muchas otras huellas similares. Éste es el mecanismo de
condensación que hace que una persona que ha tenido muchos problemas durante un
tiempo y los ha manejado más o menos bien, cuando pasan, llora o se enoja porque
vuela la mosca. En la representación del vuelo de la mosca se juntó todo el afecto o
energía de vida lastimada de muchos otros momentos33.
En el trabajo terapéutico, el reto es encontrar la estructura o el patrón que conecta a
todas las problemáticas que presenta el paciente, para resolverlo en el menor tiempo y, si
es posible de un plumazo, aprovechando los mecanismos de condensación. Es mucho
mejor resolverlo en forma disfrazada (simbolizado) para que sea más cómodo para la
persona (siguiendo el principio del placer)34.
La psicoterapia ericksoniana actual utiliza los mecanismos de la mente inconsciente y
transforma los símbolos o los resuelve en trance sin tratar de interpretarlos, por lo que,

37
de acuerdo con Robles35:

- fluye con el principio del placer, lo que agiliza el cambio,


- la resistencia deja de ser necesaria y desaparece,
- al resolver o modificar un símbolo, se resuelven, al mismo tiempo, todas las
vivencias que estaban ahí condensadas.

Esto era lo que Erickson hacía al utilizar lenguaje metafórico, historias, anécdotas así
como sugestiones indirectas.
En la narración de metáforas, historias y anécdotas opera también lo que Gregory
Bateson llama la pauta que conecta a todas las criaturas vivientes, al cangrejo con la
langosta, a una flor con otra, a los seres humanos con todo y con todos. Erickson decía:
“si quieres que alguien hable de su hermano, háblale tú de tu hermano”. La relación con
el hermano es la pauta que conecta a los dos36.
Si bien es cierto que en el inconsciente se encuentran todas nuestras experiencias y
recursos, también es verdad que se hallan muchas otras cosas. De acuerdo con el
psicoanálisis, lo integran por ejemplo, la energía libre, el instinto de vida y el instinto de
muerte, las pulsiones de vida, la libido y las pulsiones agresivas. En él están los registros
de todo lo vivido y algunos de ellos pueden corresponder a situaciones traumáticas o
muy dolorosas que, si aparecen en un estado de trance y no se manejan adecuadamente,
pueden provocar en la persona una crisis de angustia o incluso una reacción psicótica.
En psicoterapia ericksoniana se les connota como experiencias que fortalecen por el sólo
hecho de haberlas sobrevivido37.
Todo el proceso se deja en manos de la parte sabia de la persona que nos guía
saludablemente, naturalmente, hacia donde sea mejor para nosotros. Nosotros, lo único
que tenemos que hacer es observar con curiosidad qué es lo que aparece, aunque parezca
ilógico o absurdo. Ella, la parte sabia, tiene su propia lógica38.
Todo síntoma se ubica en tres niveles: en el cuerpo, que lo siente; en la mente, con un
significado simbólico, que es parte de nuestra realidad interna; y en la interacción con
los demás, donde casi siempre sirve para algo, por ejemplo, para obtener atención o
agredir indirectamente a los demás39.
Robles40 propone, como una primera línea permanente de trabajo, integrar. Integrar
sensaciones e ideas, integrar los aspectos positivos y negativos de cada momento, de
cada situación.
Desde el psicoanálisis y la Teoría de Sistemas, la patología corresponde a la
estereotipia, es decir, a seguir utilizando soluciones viejas que ya no son adecuadas. El
CEM propone siempre generar alternativas, abrir nuevos caminos para recorrerlos con el
alma y con el cuerpo, disfrutando todo lo posible y aprendiendo de sus dificultades;
probando y ensayando cuáles son buenos para cada quién, cuáles son, como diría Carlos
Castaneda41 en boca de Don Juan, “caminos con corazón”.

38
Al recrear esa persona en trance una situación placentera, está construyendo ya en
ella una realidad en la que se siente como se quiere sentir, vive como quiere vivir y que
es parte del mundo interno que la determina. Esta técnica, que Bandler y Grinder
denominaron Ensayo, es una sugestión que en lugar de palabras utiliza imágenes y
sensaciones42.
Los símbolos y las metáforas son el lenguaje del inconsciente. El “ver” una situación
a través de una metáfora nos ofrece una perspectiva más completa y, por lo tanto, la
posibilidad de generar nuevas alternativas para su solución43.
El trance se logra, entre otras formas, disociando mente consciente e inconsciente, al
disociarlas, orientando cada cerebro a las actividades que le son propias, pone a la
persona de inmediato en un estado de trance pero, siempre que se provoca una
disociación, ya sea para inducir el trance o para trabajar dentro de él, es conveniente
sugerir integración antes de volver a la conciencia44.
Aunque la escena se haya construido en su totalidad, en el CEM, en el que se trabaja
con la respiración como mecanismo de cambio automático, saludable, se considera que
siempre es útil sugerir que el proceso continúa. El inconsciente funciona, entre otras
formas, por asociación y condensación. Cuando soñamos, por ejemplo, integramos en un
personaje elementos de muchos. Al asociar un proceso fisiológico, la respiración o el
soñar, con un proceso intrapsíquico, la transformación de una escena displacentera en
una placentera, ambos quedan condensados, indisolublemente unidos45.
La sugestión se emplea para desencadenar procesos, para aflojar nudos y que el hilo
se estire y fluya de manera natural hacia la integración, el crecimiento, el bienestar, la
capacidad de disfrutar46.
Cuando se desencadenan procesos, el cambio ocurre indirectamente. En primer lugar,
no existe la sugestión desde afuera, ésta opera sólo cuando encuentra un eco interno y se
convierte así en autosugestión. En segundo, los síntomas “vivos” son señal de que abajo
hay un nudo que desenmarañar. Si los eliminamos con “una orden”, aparecerá otro
síntoma indicando que el nudo sigue ahí48.
El orientarse a desencadenar procesos y no a borrar síntomas permite que cada
persona recorra su camino como quiera48.
Se debe hacer camino al andar y sobre una estela en la mar trazar otra y otra más
hasta que quede convertida en la nueva senda que se ve al volver la vista atrás o
adelante49.
En la parte sabia no hay un pensamiento lineal, ni dicotomías, ni contradicciones
posibles, se puede, simultáneamente o en distintos momentos, desatar nudos, hacer
camino al andar o trazar estelas en la mar, según convenga a la realidad que estamos
reconstruyendo y así, por ejemplo, provocar que una estela que se trazó en la mar se
convierta de repente en la senda que no se ha de volver a pisar50.
Los procesos inconscientes son atemporales, como ya lo proponía Freud a principios
del siglo pasado. En la parte sabia no hay contradicción posible, hay

39
complementariedad. En segundo lugar, en todas las conductas participan nuestros dos
cerebros, nuestras dos mentes, aunque en diferente proporción y de maneras distintas.
Pero es algo que se busca pues, entre más capacidades utilicemos, mayores posibilidades
de éxito tendremos. Hay, además, otras respuestas. Douglas G. Flemons en su libro
Completing Distinctions señala, siguiendo a G. Bateson y citando a diferentes autores,
cómo la desconexión entre las partes puede ser sinónimo de enfermedad y restablecer las
conexiones, sinónimo de curación. Conexión es salud, dice Wendell Berry, citado por
Flemons51.
Y, puesto que no podemos aprehender la realidad, la doctora Robles prefiere hablar
de comunicación entre partes, que pueden aprender unas de otras, colaborar en equipo
para el bienestar de la persona completa y hasta darse turnos para actuar sin necesidad de
atropellarse. En terapia lo que se hace es ayudar a reconocer o restablecer las conexiones
entre las partes52. Y a establecer una “aprehensión” de la realidad.
También se puede trabajar con sueños en forma directa y pedir a la persona en trance
que recuerde una pesadilla y entre en ella para vivirla en forma diferente, en donde todo
termina bien. De la misma manera que cuando se reconstruye una escena displacentera,
se sugiere que observe cómo su respiración cambia en ese sueño lo que es necesario
cambiar. En el cerebro derecho, que condensa, la pesadilla no es la representación
simbólica de un problema, sino que es el mismo problema que representa. Al
transformarla y hacer que termine bien, se deshace el nudo que estaba ahí, se entienda o
no el sentido del sueño53.
La metáfora es una representación simbólica y totalizadora de un problema o una
situación, que se basa en experiencias que son universales porque pertenecen a la
naturaleza o a la vida cotidiana. Es lo que representa y, por lo tanto, al transformarse se
transforma también eso que representaba54.
Erickson decía que cuando una persona entra en trance, aparece lo que en ese
momento le toca resolver. Y puede ser que aparezca en forma directa, como recuerdos o
afectos dolorosos, o en forma encubierta, simbolizado, de hecho, de alguna manera todo
lo que aparece; incluso los recuerdos de una situación concreta, son símbolos que están
condensando muchas otras situaciones similares55.
Zeig comenta que mientras las terapias tradicionales proponen: Preparen, Apunten,
Fuego, Erickson hacía: Preparen, Fuego y Apuntaba después.
Preparen implica establecer hipótesis a partir de los elementos con que contamos en
el primer momento: quién envío al paciente, cómo nos contactó, lo que dijo al teléfono,
el motivo de consulta, su aspecto físico, su lenguaje corporal y las expresiones que
enfatiza.
Robles56 propone observar qué sucede en los primeros cinco minutos de la sesión para
decidir cómo intervenir y hacerlo inmediatamente. Ése es el Fuego. Después de la
primera intervención, aparece siempre información que es significativa para la terapia y
que si hubiéramos seguido el esquema tradicional de hacer una historia clínica, explorar
las distintas áreas de la vida de la persona, hubiera tardado mucho en aparecer o no

40
aparecería porque estaba reprimida. Casi siempre la información significativa es
dolorosa, vergonzante o produce temor y por eso se reprime.
La intervención resuelve en forma condensada estas situaciones y eso les permite
salir a la luz, ser recordadas o puestas en palabras57.
La capacidad del terapeuta para elaborar hipótesis acertadas depende de la riqueza de
su formación teórica desde distintos marcos de referencia, por ejemplo, la epistemología
ericksoniana, la psiquiatría, la teoría de la comunicación humana, la teoría de sistemas,
el psicoanálisis, la historia, la antropología y otras más.
También depende de su capacidad de imaginar, de su intuición, de la capacidad que
desarrolle para percibir las emociones de la persona que tiene enfrente y eso se logra
entrando en trance hipnótico durante la sesión a través de:

· imaginar lo que cuenta el paciente,


· ponerse en su lugar,
· buscar situaciones de la propia historia que sean parecidas y, de preferencia, ya
estén resueltas.
· y, básicamente, permitir que se dé una comunicación de inconsciente a
inconsciente.

A partir de la primera producción del inconsciente que aparezca, empezamos a


trabajar inmediatamente con ella con técnicas de hipnosis natural. Las producciones del
inconsciente que aparecen pueden ser, por ejemplo:
Una emoción, el síntoma en sí mismo, un sueño que nos cuenta, una imagen que
describe, un recuerdo, una expresión metafórica. Con esta producción se debe trabajar
inmediatamente porque, según Milton H. Erickson: el inconsciente siempre pone en
primer plano lo que le toca resolver y entonces hay que seguir el camino que nos va
señalando. Además, las producciones del inconsciente condensan muchas situaciones,
representan al todo por la parte y simbolizan, es decir, disfrazan saludablemente lo que
representan58.
Una consideración importante es la necesidad de evitar un fustigamiento repetitivo de
lo obvio. Una vez que los pacientes y el terapeuta tienen una idea clara de lo que se debe
hacer, la reiteración sólo causará fatiga. La aceptación de los deseos y necesidades de los
pacientes, como última y omnipresente finalidad, el saber lo que se ha de hacer y la
confianza en sus capacidades, es todo lo que se necesita para conseguir los resultados
deseados y no la repetición de una serie de instrucciones para conseguir respuestas
específicas59.
En el CEM se plantea que la manera de ver las cosas es nuestro condicionamiento,
nuestra visión del mundo actual y colectiva, la que nos enseñaron nuestros padres, los
maestros, la sociedad. Para sanar hay que acabar con este condicionamiento de que
existe un mundo objetivo, independiente del observador y de que nuestros cuerpos son

41
un aspecto de este mundo objetivo. De que el cuerpo está compuesto por masas de
materia, separadas entre sí en el tiempo y el espacio y que la mente y cuerpo son cosas
separadas e independientes la una de la otra. También debemos acabar con la
importancia que se le da a lo material por sobre la conciencia, a la que se considera
secundaria. De que el tiempo existe como absoluto y somos cautivos de ese absoluto.
Hay que terminar, en fin, con la cultura del sufrimiento. De que éste es necesario, que
forma parte de la realidad y de que somos víctimas de la enfermedad, el envejecimiento
y la muerte.

Notas y referencias:
1
ZEIG, J.K. y Munion, W., Milton H. Erickson, Sage Publications, Londres, 1999. 2
Ibíd.
3
ERICKSON, B.A., Milton H. Erickson. My Voice Will Go With You, tomado de
Internet: http://www.addictionrecov.org/paradigm/P_PR_S98/Erickson.html, 1998.
4
ERICKSON, M.H., La hipnosis profunda y su inducción (1952), en PROCTER,
H.G. (comp.), Escritos esenciales de Milton H. Erickson, Volumen 1 y 2 Hipnosis y
psicología, Paidós, Barcelona, 2001.
5
ERICKSON, B.A., Milton H. Erickson. My Voice Will Go With You, tomado de
Internet: http://www.addictionrecov.org/paradigm/P_PR_S98/Erickson.html, 1998.
6
Ibíd.
7
Ibíd.
8
Ibíd.
9
HALEY, J., Técnicas avanzadas de hipnosis y terapia, 1967.
10
ROBLES, T., Lo esencial de por qué la hipnosis produce cambios tan rápidos,
Alom Editores, S.A. de C.V., México, 2000.
11
Zeig, en APARICIO, R., Apuntes sobre el Taller de Jeff Zeig, octubre del 2000
en el
Instituto M.H. Erickson de Madrid, tomado de Internet:
http://usuarios.lycos.es/Rufianin/, 2000.
12
ERICKSON, B.A., Milton H. Erickson. My Voice Will Go With You, tomado de
Internet: http://www.addictionrecov.org/paradigm/P_PR_S98/Erickson.html, 1998. 13
ZEIG, J.K. (comp.), Un seminario didáctico con Milton H. Erickson. Amorrortu
Editores, Buenos Aires, 1996.
14
WITTEZAELE, J. y García, T., La Escuela de Palo Alto. Historia y evolución de
las ideas esenciales, Herder, Barcelona, 1994.
15
Watzlawick, en PACHECO, M., La terapia ericksoniana en un mundo
posmoderno: hacia una psicoterapia ericksoniana integrativa, 4º Encuentro de
terapeutas ericksonianos de América Latina, Cuernavaca, México, 2003.
16
PACHECO, M., La terapia ericksoniana en un mundo posmoderno: hacia una
psicoterapia ericksoniana integrativa, 4° Encuentro de terapeutas ericksonianos de
América Latina, Cuernavaca, México, 2003.

42
17
Ibíd. 18 Ibíd.
19
O'HANLON, W.H., Raíces profundas, Paidós, Buenos Aires, 1993.
20
PROCTER, H.G. (comp.), Escritos esenciales de Milton H. Erickson, Volumen 1
y 2 Hipnosis y psicología, Paidós, Barcelona, 2001.
21
Zeig, en APARICIO, R., Apuntes sobre el Taller de Jeff Zeig, octubre del 2000
en el
Instituto M.H. Erickson de Madrid, tomado de Internet:
http://usuarios.lycos.es/Rufianin/, 2000.
22
Robles, T., en CORZO, I., Entrevista a Teresa Robles. Un nuevo estilo de hacer
terapia, Alom Editores, S.A. de C.V., México, 2001.
23
PROCTER, H.G. (comp.), Escritos esenciales de Milton H. Erickson, Volumen 1
y 2 Hipnosis y psicología, Paidós, Barcelona, 2001.
24
LANKTON, S., Milton Erickson´s Contribution to Therapy Epistemology —not
Technology, tomado de Internet: http://www.lankton.com/epist.htm, 2000. 25 PROCTER,
H.G. (comp.), Escritos esenciales de Milton H. Erickson, Volumen 1 y 2 Hipnosis y
psicología, Paidós, Barcelona, 2001.
26
ROBLES, T., Revisando el pasado para construir el futuro. Manual de
autohipnosis, Alom Editores, S.A. de C.V., México, 1997.
27
ROBLES, T., Lo esencial de por qué la hipnosis produce cambios tan rápidos,
Alom Editores, S.A. de C.V., México, 2000.
28
Ibíd.
29
ROBLES, T., Concierto para cuatro cerebros en psicoterapia, 1ª edición, Alom
Editores, S.A. de C.V., México, 1990.
30
Ibíd.
31
Ibíd.
32
ROBLES, T., Lo esencial de por qué la hipnosis produce cambios tan rápidos,
Alom Editores, S.A. de C.V., México, 2000.
33
Ibíd.
34
Ibíd.
35
Ibíd.
36
Ibíd.
37
ROBLES, T., Concierto para cuatro cerebros en psicoterapia, 1ª edición, Alom
Editores, S.A. de C.V., México, 1990.
38
ROBLES, T., Revisando el pasado para construir el futuro. Manual de
autohipnosis, Alom Editores, S.A. de C.V., México, 1997.
39
ROBLES, T., Concierto para cuatro cerebros en psicoterapia, 1ª edición, Alom
Editores, S.A. de C.V., México, 1990.
40
Ibíd.
41
Castaneda, en ROBLES, T., Ibíd.
42
ROBLES, T., Ibíd.

43
43
Ibíd.
44
Ibíd.
45
Ibíd.
46
Ibíd.
47
Ibíd.
48
Ibíd.
49
Ibíd. 50 Ibíd.
51
ROBLES, T., Lo esencial de por qué la hipnosis produce cambios tan rápidos,
Alom Editores, S.A. de C.V., México, 2000.
52
Robles, T., en CORZO, I., Entrevista a Teresa Robles. Un nuevo estilo de hacer
terapia, Alom Editores, S.A. de C.V., México, 2001.
53
ROBLES, T., Concierto para cuatro cerebros en psicoterapia, 1ª edición, Alom
Editores, S.A. de C.V., México, 1990.
54.5 Ibíd.
55.6
ROBLES, T., Lo esencial de por qué la hipnosis produce cambios tan rápidos, Alom
Editores, S.A. de C.V., México, 2000.
56 Ibíd. 57 Ibíd. 58 Ibíd.
59
PROCTER, H.G. (comp.), Escritos esenciales de Milton H. Erickson, Volumen 1 y 2
Hipnosis y psicología, Paidós, Barcelona, 2001.

44
III. MIRANDO POR LA CERRADURA

Conexiones de Erickson con el paradigma holográfico

Erickson1 en su artículo “Pantomime Technique in Hypnosis and the Implications”, en


The American Journal of Clinical Hypnosis, julio de 1964, nos habla de sus experiencias
personales con la escritura automática y también del simbolismo de los sueños en
pacientes enfermos de la India y en pacientes enfermos de Massachusets y Michigan,
para lo que utilizó la información facilitada por los doctores Lalkaka y Govindaswamy,
de Bombay, India y de Mysore, Estados Unidos.
También habla de la comparación de pinturas de pacientes norteamericanos con las
de los alemanes que recogió Hans Prinzhorn en “Bildnerei der Geiteskranken” (Verlag,
Berlín, 1923):

Las similitudes son increíbles, hasta que uno se da cuenta de que los sueños y las
pinturas proceden de mentes similares aunque de diferentes estados y de culturas
dispares. A este respecto, en un reportaje publicado en enero de 1940 en el The
Psychoanalitic Quarterly (v. 9, n° 1) este autor, junto a Lawrence S. Kubie, doctor
en medicina, comentó la posible correspondencia u homogeneidad entre las
interpretaciones inconscientes de dos personas pertenecientes a la misma cultura.
En este artículo un sujeto hipnótico tradujo lo que quería decir (lo explicó con
diferentes palabras) lo que antes había escrito bajo trance profundo otro sujeto
totalmente independiente del primero, aparentemente sin saber lo que significaba a
nivel consciente. Ni siquiera el experimentador sabía qué decía ese escrito críptico.
Por lo tanto, el simbolismo común en los sueños de los sujetos enfermos
mentales de India y de Estados Unidos; el simbolismo común en el arte de los
enfermos mentales alemanes de antaño con los recientes pacientes mentales de
Estados Unidos; la traducción de la escritura automática críptica de un sujeto
hipnótico por otro sujeto hipnótico y este artículo sobre la técnica de la pantomima
en hipnosis sugieren lo siguiente: existe un paralelismo de pensamiento y
comprensión que no se basa en la verbalización evocativa de respuestas
específicas, sino que se deriva de manifestaciones de conducta no reconocidas o
apreciadas a nivel consciente2.

Respecto a su experiencia personal con la escritura automática nos cuenta:

Siempre estaba observando. Les contaré la cosa más egoísta que una vez hice.

45
Tenía 20 años, en el primer semestre de segundo año de la universidad, cuando
solicité un empleo en el periódico local, el Daily Cardinal en Wisconsin. Quería
escribir editoriales. El editor, Porter Butz, de buen humor, me dijo que podía
echarlas en su buzón todas las mañanas de camino hacia la escuela. Tenía mucho
que leer y estudiar para llenar mis áridos antecedentes de la granja en literatura,
quería sacar mucho provecho de la educación. Tuve una idea de cómo proceder al
recordar que, cuando era más joven, algunas veces corregía los problemas de
aritmética en mis sueños. Mi plan era estudiar en la noche y después acostarme a
las 10:30 p.m. y dormirme inmediatamente, pero iba a poner mi despertador para
que me despertara a la 1:00 a.m. Planeaba despertar a esa hora y escribir el
editorial y colocar la máquina de escribir sobre las páginas para después dormirme
de nuevo. Cuando desperté a la mañana siguiente, me sorprendió ver un material
escrito a máquina debajo de mi máquina. No recordaba haberme levantado a
escribir. En cada oportunidad escribía los editoriales de esa manera.
A propósito trataba de no leer los editoriales, pero conservaba una copia al
carbón. Colocaba los editoriales sin leer en el buzón del editor y todos los días
buscaba en el periódico para ver si encontraba uno escrito por mí, pero nunca lo
hallé. Al final de la semana vi mis copias al carbón. Había tres editoriales y los tres
habían sido publicados, se trataban principalmente sobre la universidad y su
relación con la comunidad. No reconocí mi propio trabajo cuando lo vi en una
página impresa. Necesité las copias al carbón para probármelo a mí mismo. Me
preguntaba si podía escribir editoriales. No reconocía mis palabras en la página
impresa, lo que me indicaba que había más en mi cabeza de lo que me había dado
cuenta3.

Aquí me parece que empezamos a asomarnos por la cerradura de la puerta pues, tanto el
simbolismo de los sueños, en las pinturas y la escritura automática son, a mi parecer,
medios para conectarse con el paradigma holográfico que da acceso a la información del
Universo que se encuentra dentro de cada persona.
Otros pasajes más de la vida de Erickson hablan clarísimo de conexiones que tuvo
con el paradigma holográfico. Por ejemplo, el pasaje de cuando en la escuela, por la
dislexia que padeció, tenía problemas al no poder distinguir la m del 3; un día le
apareció una luz brillante, como un rayo, en la que vio a la m como un caballito parado
pastando y al 3 fue como a un caballo parado en sus dos patas traseras, relinchando;
nunca más se le volvió a olvidar que el caballo pastando era la m y el caballo
relinchando era el 3. Esa misma luz volvió aparecer otra vez cuando quiso buscar una
palabra en el diccionario. Él, lo que hacía, era buscar en todo el diccionario hasta que
llegaba a la palabra que buscaba. En esta ocasión volvió a aparecer una luz cegadora y
ahí comprendió que el diccionario estaba organizado por orden alfabético y que podía
buscar por letras4.
La doctora Robles se pregunta ¿qué fue esa luz cegadora donde se le hizo un insigth?

46
Ella cree que los insigths se hacen en los estados amplificados de conciencia y que
Erickson estaba en un estado amplificado de conciencia5.
Otro episodio de su contacto con el paradigma holográfico se dio cuando, a los
diecisiete años tuvo su primer ataque de poliomielitis. Habiendo escuchado que el
médico informó a sus padres que no amanecería vivo pidió que colocaran un espejo de
modo que pudiera ver el atardecer reflejado en él. No se sabe qué sucedió pero amaneció
vivo aunque permaneció inconsciente tres días. Lo curioso es que este episodio tenga
que ver con un espejo y el atardecer, “al que los curanderos mexicanos llaman 'la raja
entre los mundos', entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos. Los espejos
son también, en muchas culturas antiguas la puerta entre el mundo de los vivos y el de
los muertos, por esa razón en la tradición judía se cubren los espejos cuando se está
velando un muerto” 6.
La doctora Robles7 piensa que casi todos los genios lo son porque tienen acceso a la
información del Universo dentro de ellos. Los demás seres humanos también tenemos
este acceso pero bloqueado, que es como si no lo tuviéramos. Los genios fluyen con la
información del Universo dentro de ellos, como Bach que decía que escribía la música
que escuchaba.
Lo importante de la psicoterapia ericksoniana es que permite acceder a esa
información, por eso se da la sanación, se da en la misma forma que un genio accede a
sus ideas geniales.

Cuatro episodios personales

La directora del L'Institut Milton H. Erickson de Montréal, Canadá, doctora Liliana


Cané, nos dio en el CEM, en 2000, una conferencia sobre su manera de trabajar. Ella nos
dijo que “entraba” junto con sus pacientes al trance. En el caso de una joven que no
quería salir a la calle y que en trance se veía en una cueva, la doctora Cané la “ayudó” a
empujar una loza que cerraba la puerta y ella y la joven salieron a un hermoso jardín.
En esos momentos empezaba a trabajar como psicoterapeuta y era aún muy directiva
y me encontraba trabajando con un paciente con cáncer en el colon ascendente que se
encontraba detenido. No avanzábamos. Gracias a esta experiencia, le pregunté a mi
paciente si me permitía entrar a su colon para ayudar a su respiración a sacar “eso”. Hay
que decir que nunca le dimos nombre de cáncer a su enfermedad. Estuvo de acuerdo y
bajamos a su colon, su parte sabia iba alumbrándonos el camino. Ahí nos pusimos a
trabajar. Yo veía mis manos que entraban en algo espeso y oscuro y destilaban gotas
gruesas de mis dedos, como petróleo crudo o chapopote. Como tampoco yo llegaba al
fondo de la raíz de “eso”, le pedí que me ayudara más y él, tomándome de la cintura, me
jaló. La cosa se arrancó de raíz y cayó en el piso del consultorio; mi paciente,
incorporándose de un salto, salió del consultorio diciendo, muy agitado, que se iba. Lo
detuve y lo ayudé a tranquilizarse. Ya un poco más tranquilo, me contó la escena como
la acabo de describir, es decir, los dos vivimos lo mismo. Vimos las mismas cosas,

47
podría decir que hasta sentimos igual. Hubo una o dos sesiones más para cerrar su
terapia y la enfermedad desapareció hasta la fecha.
Otro caso es el de una joven con angustia que, desde siempre, no podía estar sola, ni
en su casa ni mucho menos salir sola a la calle. Después de varias sesiones le apliqué
una terapia de regresión para ir a buscar el verdadero origen de su angustia. Esta terapia
consiste en bajar, contando desde 10 hasta cero y, cuando se llega al cero, ahí está lo que
se busca y entonces ya se puede trabajar con ello, digiriéndolo. Cuando iba por el 6 el
cuello se le empezó a engrosar y la voz le cambió a una voz infantil. Ella empezó a
mostrar signos de mucha agitación por lo que decidí traerla de nuevo a la superficie. Ya
en la superficie, me miró tranquilamente y con una voz entre infantil y adolescente me
dijo que no tuviera miedo, que lo volviera a bajar porque era necesario. Algo me hizo
pensar que estaba en lo correcto, que tenía que bajar y así lo hicimos. Volvió a pasar lo
mismo, los cambios en su rostro y cuello y su angustia que cesó, completamente, cuando
íbamos en el 3. Al llegar a cero estaba absolutamente tranquila. Al salir me relató que
una mano lo había arrastrado a una especie de pirámide en donde había visto a un
hombre atado con cadenas a un muro de piedra, se escuchaban gritos de dolor y ella era
un niño como de 10 años. A partir de esta sesión ella pudo empezar a hacer una vida
normal, estar sola en casa y salir a la calle, también sola. Meses después, me trajo, muy
agitada, un ejemplar de la revista Muy interesante dedicado a Babilonia y Caldea. En la
portada estaba la reproducción de un zigurat. Mostrándome la revista me dijo ¿te
acuerdas de cuando bajé a buscar el verdadero origen de mi angustia? Pues al lugar que
me metieron era algo muy parecido a este dibujo, sólo que más ancho y menos alto.
Un tercer episodio es el de un enfermo de VIH, desesperado porque estaba seguro de
que ya se iba a morir. Estaba adelgazando alarmantemente y tenía un fuerte color
cobrizo. Me decía que esta batalla ya la había perdido a lo que le respondí que eso nunca
se podía decir porque había gente que, hasta muerto, había ganado batallas, cuanto más
él que todavía estaba vivo.
Este hombre es un teatrero, así que rápidamente me dijo, sí el Cid Campeador ganó su
última batalla ya muerto. Y empezamos a trabajar pero no se concentraba. La angustia lo
sacaba del trance, según él. Me puse a hablarle en conversación hipnótica y también
según él, no pasaba nada, pero me decía que le llamaba la atención que, independiente
de lo que hablábamos, él estaba viendo algo blanco que flotaba en el aire y cositas muy
pequeñas que corrían como si estuvieran en una playa y huían hacia el mar. Terminamos
la sesión y mientras pasaban sus familiares a buscarlo, prendió la televisión, porque le
interesaba ver algo de las noticias. La primera imagen que salió en la pantalla lo dejó
mudo. Era la escena en que el Cid Campeador, en esa película viejísima con Sofía Loren
como doña Jimena, salía de su castillo, ya muerto y atado a Babieca, su caballo y echaba
a los moros hacia el mar. Mi paciente me dijo, es lo que estaba viendo mientras hablaba
contigo. Exactamente, lo blanco que flotaba era la capa blanca del Cid sobre las ancas de
Babieca y los puntitos son los moros que huyen hacia sus embarcaciones en el mar. A
partir de ahí detuvo la pérdida de peso y empezó a recuperarse un poco. A la fecha

48
seguimos trabajando de cuando en cuando.
Un cuarto episodio se presentó durante la terapia de una enferma de fibromialgia.
Esta mujer, de cuarenta y seis años de edad, fue jubilada en su empresa por enfermedad.
Cuando iniciamos la psicoterapia sus dolores corporales eran de tal grado que vivía
drogada con los medicamentos que tomaba para combatir los dolores. En la terapia
íbamos avanzando, aunque lentamente. Una vez me dijo: “Quisiera pedirle a mi parte
sabia que, de una vez y para siempre, se vaya el dolor, ¿se puede?” Le contesté que era
cuestión de pedírselo y que ella sabría qué era lo que tendría que hacer. Así se hizo y, en
un momento dado, “alguien” se levantó del cuerpo de ella y se fue por la puerta. Ese
alguien nunca volvió la cara. Era de figura delgada, alta, pelo lacio y hasta debajo de los
hombros, con una especie de túnica. Toda la silueta muy transparente. No supimos si era
hombre o mujer. Mi paciente me dijo: “Le di las gracias a mi parte sabia y me despedí
del dolor ¿te fijaste que ni siquiera volvió la cara?”. Su pregunta era completamente
natural pues para las dos era evidente que ambas habíamos compartido la experiencia. A
partir de esa sesión el dolor se le redujo un 80%, cosa que tolera y le permite ya no
tomar drogas para controlarlo. Desgraciadamente interrumpió la terapia pero me llama
por teléfono de vez en cuando y dice estar bien.

Estos cuatro episodios son, a mi parecer, muestras de cuando, por medio de la


conciencia amplificada que se logra con la psicoterapia ericksoniana, terapeuta y
paciente entran en ese dominio de salud que está flotando en el Universo y lo lleva hasta
la persona. Así, por medio de la psicoterapia se accede a ese campo atemporal, fluyente
y de transformación constante y se toman recursos de él o se le deja actuar.
Nosotros los terapeutas, al esperar salud ayudamos a los pacientes a crear salud
porque se llega al convencimiento de que el ser humano, como todo el Universo, es
constantemente rehecho, de nuevo, a cada segundo porque los seres vivos somos
organismos fluyentes potenciados por millones de años de inteligencia y lo lógico y
normal es que este fluir lleve hacia la salud.

Notas y referencias:
1
Erickson, en PROCTER, H.G. (comp.), Escritos esenciales de Milton H. Erickson,
Volumen 1 y 2 Hipnosis y psicología, Paidós, Barcelona, 2001.
2
Ibíd.
3
ROSSI, Sharp y Ryan (ed.), Material biográfico de Healing in Hypnosis: Milton H.
Erickson, Irvington Publishers, Inc., Nueva York, adaptado por John McWhirter,
tomado de Internet: http://www.sctsystemic.com/deshiperick.htm, 2001.
4
CORZO, I. y Robles, T., “Un rayo de luz”, en Saludablemente disfrutando, publicación
del Centro Ericksoniano de México, año 1, núm. 2, México, junio 2003.
5
ROBLES, T., Conversación grabada durante la dirección de mi tesis de maestría,
México, 2004.
6
ROBLES, T., “Su lucha contra la muerte”, en Saludablemente disfrutando, publicación

49
del Centro Ericksoniano de México, año 1, núm. 3, México, agosto 2003.
7
ROBLES, T., Conversación grabada durante la dirección de mi tesis de maestría,
México, 2004.

50
IV. EL UNIVERSO EN UNA GOTA DE ROCÍO

Es necesario, para desarrollar mejor mi idea, hacer un ligero esbozo acerca de la física
cuántica y de las ciencias de frontera que nos puede ayudar a comprender mejor cómo se
realiza el proceso de sanación y qué es lo que sucede en la psicoterapia ericksoniana, de
acuerdo a la forma en que ésta se trabaja actualmente. Los marcos de referencia que
tenemos ya no están dando cuenta de los fenómenos que trabajamos. Un marco teórico
de la psicoterapia debe abrir caminos y líneas de trabajo, perspectivas y posibilidades,
porque los marcos teóricos de los que se dispone ahora cierran puertas. Etiquetan y dicen
“esto no se puede cambiar”1, no se puede curar. Estoy convencida que este marco
conceptual nos hará avanzar en el entendimiento del fenómeno de conciencia
amplificada que se presenta en el proceso terapéutico ericksoniano y sus modificaciones.
Y esa es la importancia de este recorrido, pues puede apoyar a construir y desarrollar
técnicas más eficaces y a encontrar nuevos marcos de referencia que permitan abrir
estrategias y líneas de trabajo, al tiempo de confluir con el interés del CEM, en donde se
ha trabajado con pacientes psiquiátricos y cuyo trabajo y resultados se pueden ver desde
el punto de vista del paradigma holográfico.

La mecánica cuántica

La teoría cuántica, que se ocupa de lo muy pequeño, de los átomos y de todas las
partículas subatómicas, surge el 14 de diciembre de 1900 cuando Max Planck formula la
idea de que la energía no es infinitamente divisible, sino que puede ser transferida en
unidades discretas llamadas quanta. Es decir, que existe una unidad mínima de energía,
el quantum.
A partir de entonces se constituye una nueva rama de la física, producto de los
trabajos realizados por físicos notables en su búsqueda de la nueva mecánica cuántica en
que actualmente se apoya la física atómica. Así, Einstein empleó el concepto de Plank
para explicar el efecto fotoeléctrico en 1907 y fue por este concepto y no por la teoría de
la relatividad especial y general, por el que recibió el Premio Nobel. Niels Bohr, en
1913, postula la idea del salto cuántico para explicar por qué los espectros atómicos
existen. Pauli descubre el Principio de exclusión, Uhlenbeck y Goudsmit proponen la
existencia del espín semientero del electrón, Heisenberg y Born desarrollan la mecánica
matricial, Luis de Broglie y Schödinger la mecánica ondulatoria y Heisenberg,
nuevamente, el Principio de incertidumbre. La nueva mecánica cuántica nacía obligando
a abandonar algunos conceptos e imágenes de la física clásica2.

51
Einstein y la teoría de la relatividad

Einstein, en 1905, con su Teoría especial de la relatividad, rompe con la concepción de


la física clásica que consideraba a la materia como dura y sólida y a la energía como
ondulatoria y etérea.
En ella describe cómo se mueven los objetos a través del espacio y del tiempo.
Muestra que el tiempo no es una cantidad universal que exista por sí misma al margen
del espacio. Por el contrario, futuro y pasado son simplemente direcciones, como arriba
y abajo, izquierda y derecha, adelante y atrás, en algo llamado espacio-tiempo. Antes de
Einstein se creía que en el tiempo sólo es posible ir en dirección al futuro pero, la
verdad, es que se puede avanzar conforme a un cierto ángulo3.
En 1915 Einstein le agrega la gravedad a su fórmula especial de la relatividad con lo
que elabora la Teoría general de la relatividad con su ecuación E = mc2 (en donde c es
la velocidad de la luz) y demuestra que la materia es, sencillamente, una forma de
energía, con lo que nos entrega una importante deducción sobre la identidad de la masa y
de la energía; ambas son dos consecuencias del mismo objeto físico: la masa es energía
ultracondensada y la energía es masa ultradiluida.
Esta nueva concepción de la realidad es tan importante que hizo posible los avances
en la ciencia que han permitido el desarrollo de la era tecnológica en la que vivimos
porque, gracias a estas nuevas ideas, se pudieron elaborar, entre otros, las celdas
fotoeléctricas, los rayos láser, se ha avanzado en la comprensión del Universo y se
construyeron computadoras cuánticas.
Pero si bien Einstein fue uno de los principales contribuyentes a la mecánica cuántica,
rehusó aceptar la interpretación de que el Universo es fundamentalmente aleatorio e
impredecible y que su estructura es holística, en tal forma que es imposible observar
nada en el Universo sin cambiar lo que observamos, por el acto mismo de observar.
Einstein respondió a la primera interpretación diciendo: “Dios no juega a los dados
con el Universo”, y a la segunda con: “Dios es sutil, pero no malvado”4.
Leopoldo García Colín (brillante Doctor Honoris Causa de la UNAM, 2007) en Niels
Bohr: científico, filósofo, humanista cuenta, magistralmente, el desarrollo del
pensamiento físico de este momento:

A mediados de la década de los veintes las contradicciones se habían agudizado y


el trabajo de Bohr estimuló su resolución. La primera idea introducida por Bohr y
que desempeña un papel fundamental en la comprensión de la mecánica cuántica,
es el llamado Principio de correspondencia con el que pudo conciliar los
complejos problemas que se originaron por el descubrimiento del cuanto de luz y
el del núcleo atómico de Rutherford. Cuando el cuanto de acción de Plank es muy
pequeño, comparado con la acción que aparece en el sistema por describirse, hay
una reconciliación entre la descripción clásica de la naturaleza, que contiene la
regla de que la naturaleza no ‘pega brincos’, con la forma discontinua en que el

52
campo de radiación y un átomo intercambian energía.
Es sin embargo notable que, a pesar de aceptar y usar la teoría de los cuantos,
Bohr no podía reconciliarse con el concepto de cuanto de luz de Einstein. Su
argumento, e insistía mucho en él, era que la definición de frecuencia de un cuanto
de luz que determina su energía, es per se, un concepto que se origina en la teoría
ondulatoria de la luz. Einstein pensaba que una teoría correcta de la luz debería
combinar, en alguna forma, aspectos corpusculares y ondulatorios de manera que
la energía luminosa esté concentrada en regiones pequeñas del espacio. De hecho,
Einstein siempre se empeñó en experimentos por medio de los cuales pudiese
descubrir desviaciones del principio de superposición, hipótesis central sobre la
que descansa toda la energía ondulatoria. Los avances más notables a lo largo de la
diludicación de estas dificultades tuvieron lugar entre los años 1924 y 1926 en el
Instituto que Bohr dirigía en Copenhague (ahora Instituto Niels Bohr) y en los
cuales tuvo el papel central, no sólo como actor sino como promotor de las
acciones. En los años 1924-1925, Werner Heisenberg, visitante regular del
Instituto, tuvo la idea de formular rigurosamente las leyes de la mecánica cuántica
consistentemente con el Principio de correspondencia. Usando una teoría de H.
Kramers, también colaborador de Bohr, acerca de la dispersión de la luz, encontró
una forma adecuada de transcribir la mecánica, en el sentido cuántico, por medio
de las cantidades que describen la transición de un estado a otro, así como la
dispersión de la luz por un átomo. Este enfoque condujo a la formulación de la
teoría cuántica por M. Born, P. Jordan y el propio Heisenberg y casi
simultáneamente, pero independientemente, por P. A. M. Dirac. Usando dicho
método algebraico, el átomo de hidrógeno fue bellamente resuelto por Pauli en
1925 aunque él mismo hizo notar que todavía esa formulación carecía de un
aspecto dinámico que permitiera estudiar el movimiento de una partícula en el
espacio y en el tiempo. Mucho menos, era compatible con la Teoría de la
relatividad especial.
En esos mismos años, 1924-1926, se produjeron otros sucesos que ocasionaron mayor
confusión en esta naciente mecánica. Basándose en el dualismo onda partícula,
introducido por Luis de Broglie, en 1924 Schröedinger desarrolló la llamada mecánica
ondulatoria. En 1926, Pauli muestra la relación matemática entre la versión de
Heisenberg y la de Schröedinger y, en el mismo año, este último demuestra que ambas
teorías son completamente equivalentes. Posteriormente Dirac y Jordan dan unificación
matemática al contenido físico de estas teorías y aflora de manera singular la pregunta
crucial: la vieja paradoja cuántica que considera la relación entre ondas y partículas, no
se confina a la luz misma, es ahora extensiva a las partículas materiales.
La evolución de los hechos subsecuentes es sorprendente y amena. En julio de 1926,
durante una visita a Münich, Heisenberg asistió a un seminario de Schröedinger sobre la
temperatura física de la mecánica ondulatoria, objetando fuertemente la tesis de
Schröedinger sobre la base de que ni siquiera la ecuación de Planck para la radiación del
cuerpo negro podría obtenerse de ella. W. Wien, quien ocupaba la cátedra de física

53
experimental de la Universidad de Münich insistió, autoritariamente, que se debía poner
un ‘hasta aquí’ a todo eso de los brincos cuánticos y el romanticismo atómico. En
septiembre de ese mismo año, Schröedinger visitó a Bohr en Copenhague y, ante el
acoso de este último, confesó que su interpretación era vaga, no explicaba la ley de
Planck y así, cada vez que Schröedinger admitía una falla, Bohr lo llevaba por cada
punto oscuro mediante discusiones un tanto laboriosas. Schröedinger enfermó y, como
huesped de Bohr, guardó cama en casa de éste. Tanto lo atosigó Bohr que, en el colmo
de la desesperación, un día gritó: ‘¡Sí, debemos continuar con esos malditos brincos
cuánticos, lamento haber empezado a trabajar en la teoría atómica!’. A ello Bohr
suavemente le respondió: ‘Pero nosotros te lo agradecemos mucho pues has permitido
que la física atómica haya dado un paso sustancial hacia delante’. Aún cuando
Schröedinger dejó Copenhague desanimado, Bohr había extraído de estas discusiones las
ideas que le permitirían llegar a entender completamente la mecánica cuántica.
Esta anécdota sirve de preámbulo para mostrar el problema central de la mecánica
cuántica. Respecto a la interpretación física de Heisenberg y Bohr, los dos exponentes
más brillantes y profundos del grupo, tomaron derroteros diferentes. El primero nunca
aceptó la versión ondulatoria de Schröedinger como parte integral de una teoría cuántica.
La solución llegó durante una noche de insomnio de febrero de 1927 cuando, en
palabras de Heisenberg, paseando por el parque Faelledpark, en una noche limpia y
clara, de cielo estrellado, para respirar un poco de aire fresco antes de dormir, se le
ocurrió la idea ‘obvia’ de que debería postularse que la naturaleza sólo permitiría
aquellas situaciones experimentales que pudiesen describirse con el formalismo de la
mecánica cuántica. Esto implicaría, como se deduce del formalismo matemático, que si
A y B son dos variables que no conmutan entre sí, no pueden medirse simultáneamente.
¡La posición y el ímpetu de una partícula no son simultáneamente mensurables! Esto
condujo a Heisenberg a formular su famoso Principio de incertidumbre.
Bohr se encontraba en Noruega de vacaciones, lo cual permitió a Heisenberg madurar
bien sus ideas, escribirlas, discutirlas con Pauli, quien las aceptó y estimuló de inmediato
y tener una primera versión de un escrito para presentárselo a Bohr a su regreso.
Aquí es importante mencionar que Bohr había tomado un sendero opuesto al de
Heisenberg aceptando como parte de la interpretación física el aspecto ondulatorio de la
mecánica cuántica propuesto por Schröedinger pero se logró establecer, mediante
muchos ejemplos, en los cuales el concepto ondulatorio apareció como herramienta
natural, que las relaciones de incertidumbre surgen de la relación entre la descripción
espacio temporal y la conservación ímpetu-energía en procesos atómicos.
Cuando Bohr vio el trabajo elegante y formal de Heisenberg expresó no sólo cierto
escepticismo sino descontento. Su objeción fundamental fue que Heisenberg no
introducía el dualismo entre ondas y partículas. Después de varias semanas de
discusiones, algunas arduas y tensas y con la participación decisiva de Oskar Klein,
llegaron finalmente a la conclusión de que en realidad ambas posturas son
completamente equivalentes y que las relaciones de incertidumbre son un caso particular

54
de una dualidad onda-partícula, ahora conocida como el Principio de
complementariedad, idea que se le ocurrió a Bohr durante unas vacaciones que tomó en
Noruega, a donde se fue a esquiar. Este principio está íntimamente relacionado con el
carácter de la descripción mecánico-cuántica de la naturaleza lo cual implica que ciertos
conceptos, indispensables para una descripción completa, son en cierto sentido
contradictorios entre sí y la complementariedad expresa este tipo peculiar de
contradicción. Esta postura resume lo que hoy en día se conoce como la interpretación
de la Escuela de Copenhague de la mecánica cuántica.
En el otoño de 1927 tuvo lugar el Congreso Solvay en Bruselas sobre el tema
Electrones y Fotones, que cerró este maravilloso periodo de la historia de la teoría
atómica. En un círculo integrado por personalidades como Planck, Einstein, Lorentz,
Bohr, de Broglie, Schröedinger, Born, Heisenberg, Kramers, Pauli, Dirac y otros, las
discusiones rápidamente se enfocaron hacia el famoso duelo entre Bohr y Einstein sobre
el grado en que la teoría atómica, en su concepción presente, podría considerarse como
la solución final de las dificultades que se habían discutido a lo largo de varias décadas5.

La paradoja EPR

Al madurar Einstein estaba, en forma creciente, en conflicto con lo establecido por “La
Interpretación de Copenhagen”. El establishment estaba especialmente molesto por el
hecho que Einstein persistía en meter a Dios en la discusión. Bohr, exasperado,
finalmente le dijo a Einstein que dejara de decirle a Dios cómo debía crear el Universo.
Einstein aparecía continuamente con experimentos increíblemente ingeniosos, que el
llamaba Gedanken Experiments (experimentos de choque), para refutar la interpretación
de Copenhagen. Max Born, otro físico con Premio Nobel, defensor de la interpretación
de Copenhagen, dijo que cada vez que recibía uno de estos experimentos, sabía que tenía
por delante muchas semanas de tarea para convencer a Einstein que la interpretación de
Copenhagen no era refutada por su experimento Gedanken.
Finalmente, en 1935, Einstein y dos de sus discípulos en Princeton aparecieron con el
experimento final mediante el cual Einstein creía demostrar que la interpretación de
Copenhagen era una descripción incompleta de la realidad y que en la naturaleza había
variables ocultas, que eran ignoradas por la interpretación de Coponhagen. Si
pudiéramos descubrir y medir estas variables ocultas, entonces el Universo sería
determinista y podríamos observar sin cambiar lo observado. Este experimento es
conocido como la Paradoja de Albert Einstein, Boris Podolsky y Nathan Rosen o EPR.
Lo que la EPR demostró fue que si dos electrones están correlacionados cuánticamente,
por ejemplo, por una fuente de origen común, si enviamos uno a la Luna y otro a Marte,
entonces, según la teoría de Copenhagen, el acto de observar el electrón en la Luna,
instantáneamente, no a la velocidad de la luz, pertuba al electrón en Marte. Esto
contradice la Teoría especial de la relatividad, que postula que en ninguna parte del
Universo se puede enviar una señal a una velocidad superior a la de la luz. Por tanto,

55
según Einstein, la interpretación de Copenhagen es una descripción incompleta de la
realidad y hay variables ocultas en la naturaleza6. Para dar una muestra del
acaloramiento de la discusión basta mencionar que el título del artículo de Einstein,
Podolsky y Rosen (EPR) es: “¿Se puede considerar completa la descripción mecánico-
cuántica de la realidad física?”. Y que, pocos meses después, Niels Bohr contestó a las
objeciones de este trabajo con otra publicación que lleva precisamente el mismo título.

La mecánica cuántica pasa la prueba de la ciencia por cuanto predice y controla la


realidad en forma práctica y ha permitido desarrollar los lásers, la holografía, los
superconductores, los superfluidos, aparatos microelectrónicos, predecir la conducta
química de elementos y moléculas y hacer muchas otras cosas prácticas según la
formulación de Copenhagen de Heisenberg, Schrödinger, Dirac y Feynman. Lo que hace
pensar que debe ser verdadera. Sin embargo la EPR también es verdadera. Por tanto
había una paradoja. Bohr solucionó la paradoja declarando categóricamente que en este
caso la mecánica cuántica y no la relatividad hacía la predicción correcta. Naturalmente,
Einstein no podía aceptar esto y él y Bohr dejaron de hablar sobre estos temas y su
amistad, anteriormente muy cálida, se enfrío, a pesar de los esfuerzos de David Bohm
por reconciliarlos.

El principio de incertidumbre

El mundo de probabilidades planteado por el físico teórico alemán Werner Heisenberg


ejerció una importante influencia en el campo de la física y la filosofía del siglo XX. Su
extensa obra sobre la teoría de la estructura atómica, con el apoyo y colaboración de
Pascal Jordan, Max Born y Wolfgang Pauli, tiene aportaciones importantes en la ruptura
con el mundo clásico. Heisenberg desarrolla un modelo matemático abstracto llamado
mecánica matricial para explicar las longitudes de onda de líneas espectrales, realiza la
predicción de dos formas de hidrógeno molecular y elabora modelos teóricos del núcleo.
Sin embargo, su más brillante contribución a la física, enunciada en 1927 y que le valió
el Premio Nobel en 1932, fue la formulación del Principio de incertidumbre.
Hawking, al referirse a la visión probabilística de la mecánica cuántica y del
Principio de incertidumbre de Heisenberg, conocido también como de indeterminación,
lo resume así: “hay un límite en la precisión con el cual podemos determinar, al mismo
tiempo, la posición y la cantidad de movimiento de una partícula”. Le Vigan dice: “una
cantidad de luz, proyectada sobre una partícula para determinar su posición, modifica la
velocidad de ésta y, en consecuencia, hace indeterminable su posición”. A su vez, Ken
Wilber, afirma: “en términos simples cuanto más sabemos acerca de una mitad del
mundo subatómico, tanto menos podemos saber de la otra mitad”. Otros autores señalan
que podemos conocer la posición actual de una partícula subatómica, pero a costa de
perder precisión en el conocimiento de otras variables (por ejemplo su velocidad), ya
que nuestra observación de su posición afecta de manera no controlable el equilibrio
atómico (incluso una observación de manera precisa podría destruirlo). En forma

56
inversa, podemos establecer con gran aproximación la velocidad de un electrón, pero
renunciando a conocer con precisión su posición actual o futura. Esto nos indica que
para poder obtener información sobre las diferentes probabilidades de posición del
electrón se tiene que tratar no sólo como partícula, sino también como onda que se
propaga y cuya forma nos da información. Este principio representa un cambio radical
frente al espíritu de la física clásica. Todos los autores coinciden en señalar que hay un
límite en la precisión de cualquier observación del mundo atómico o subatómico, lo que
permite afirmar que en la concepción del universo de la física cuántica se establecen
leyes fundamentalmente diferentes, en términos probabilísticos y ya no determinísticos7.
Los términos de la física clásica están siendo abandonados por la física moderna dado
las fuertes evidencias de que el átomo no está formado exactamente de partículas
separadas. En general, todos los modelos mecanicistas corpusculares (la realidad como
partículas sólidas) están cediendo ante los modelos ondulatorios (la realidad como
vibración u onda). Si parecía claro hace 100 años que “todo era materia”, después “todo
es energía”, hoy, lo que parece más correcto afirmar es que “todo es vibración”8.
Ahora los físicos creen que las partes del átomo, que antes se consideraban sólidas,
protones, neutrones y electrones, son paquetes de energía congelada y, en lugar de ver al
mundo como una colección de objetos separados y sólidos, están comenzando a
contemplarlo como un único y subyacente campo de fuerzas, como una red
interconectada de energía. La física cuántica ha venido a darle al Universo nuevas
interpretaciones. Desde el momento en que dice que no es posible fijar la posición de un
electrón en un instante dado, sino que hay una “probabilidad de que ocupe tal o cual
punto”9. Que, a nivel subatómico, la materia no existe con certeza en un lugar definido,
sino que muestra una “tendencia a existir”. Que es imposible determinar
simultáneamente la posición y la velocidad de una partícula; que para conocer uno de
estos datos no se puede evitar alterar el otro. Lo que quiere decir que es imposible
observar la realidad sin cambiarla por lo que, si se quiere demostrar que la luz es de
naturaleza ondulatoria o que es partícula, sólo se necesita seleccionar el experimento
apropiado10.
También cambió el papel del científico, de observador pasivo al de participante
activo, por lo que Capra afirma que “el electrón no tiene propiedades objetivas que no
dependan de mi mente”11. Y Bohm apunta que “es la conciencia del observador la que
interviene y desencadena todos los posibles resultados que se observan” y que “el
electrón, si tenemos en cuenta que responde a un significado de su entorno, está
observando el entorno: hace lo mismo que los seres humanos”12.
A partir del Principio de incertidumbre de Heisenberg, el ser humano empezó a
comprender que todo depende del punto de vista del observador. No es que no exista
nada, ni de que sea la mente quien lo crea, sino que existe fuera de la mente, en forma
potencial, como probabilidad y vamos y tomamos lo más probable13 y que, a nivel
subatómico “no existen propiedades de las cosas, sino sólo propiedades de
interacciones” con el experimentador. Lo que está “ahí afuera” no aparecería en absoluto

57
si no fuese por la participación de la peculiar constitución del “ahí adentro” y de sus
artefactos medidores14.
Con los avances en física cuántica, el propio Einstein ha sido rebasado. Él creía que
ninguna señal o influencia podía viajar más rápidamente que la luz. Ahora se ha visto
que no es así, lo que tiene su importancia porque, la ausencia de señales más rápidas que
la luz, es un elemento vital en el establecimiento de una definición de pasado y futuro
para todo el Universo. Romper la barrera de la luz es equivalente a enviar señales al
pasado. La ausencia de señales más rápidas que la luz, descarta una explicación física o
energética para la premonición y la transmisión de información a distancia por algún
medio físico15.

El inconsciente colectivo y la sincronicidad

La teoría de la sincronicidad fue desarrollada por el psicólogo suizo Carl Gustav Jung.
Esta teoría desborda los límites de cualquier ciencia empírica, pues se introduce en la
filosofía, la teología y el estudio comparado de las religiones. Aquí, los arquetipos, el
inconsciente colectivo, las leyes de la física cuántica, independientes de los principios de
la física clásica, crean un orden no causal al existir un fundamento general llamado
sincronicidad. Es la mediación entre la materia y la mente o la física y la psicología
profunda.
Jung comprendió la estructura y dinámica de la psique en su teoría de los arquetipos y
el inconsciente colectivo. Para él, más allá de la esfera del inconsciente personal,
investigada por Freud, se extiende un ámbito de disposiciones colectivas que no se
originan en la experiencia personal, ni se vuelven inconscientes al ser expulsadas de la
conciencia por su incompatibilidad con los ideales del yo, sino que constituyen las
condiciones formales de la conducta humana y de las posibilidades de representación, en
tanto que predisponen la psique a reproducir imágenes míticas semejantes en todos los
tiempos y lugares. Se trata una especie de dominantes inconscientes que Jung denomina
arquetipos, cuyas características primordiales son su universalidad y su autonomía con
respecto al yo conciente, de modo que constituyen el fundamento anímico suprapersonal
presente en todos los hombres.
La mente no es para Jung una tabula rasa. La conciencia y todas las funciones
psíquicas son posibles y adquieren su forma típicamente humana gracias a las tendencias
originadas en los dominantes del inconsciente colectivo. Estos dominantes se hacen
manifiestos en las analogías formales que es posible constatar en las producciones de la
fantasía de distintos individuos y en general en los grandes monumentos culturales y
religiosos de la humanidad. Por eso, Jung llamó al inconsciente colectivo lo psíquico-
objetivo, dado que representa la condición a priori de la conciencia y de sus contenidos
y asegura la unidad de la experiencia y la creatividad imaginativa del ser humano.
El arquetipo es una posibilidad dada a priori de la forma de la representación. No se
heredan las representaciones sino las formas, que desde este punto de vista,

58
corresponden exactamente a los instintos, los cuales también están determinados
formalmente. No obstante, además de ser imágenes que corresponden a los instintos y
cumplir la función biológica de asegurar el funcionamiento de estos, los arquetipos
presentan un aspecto que Jung denomina espiritual en tanto que se oponen a la
compulsividad propia de lo instintivo y ganan una autonomía que es experimentada
como numinosa. En el conflicto entre lo instintivo y lo espiritual se juega para Jung la
dinámica de la psique. La imagen que entra en la conciencia en los fenómenos de
sincronicidad es una imagen arquetípica.
La cuestión de por qué se establece una relación de significado entre una imagen
psíquica y un hecho exterior, es resuelta por Jung con la hipótesis de un sentido objetivo
en la naturaleza, el cual es descubierto por la conciencia. Esta hipótesis está presente en
el pensamiento chino tanto como en la filosofía antigua y medieval de la naturaleza y
encuentra su máxima expresión en la armonía preestablecida de Leibnitz.
Existe una convergencia muy grande entre Hegel y Jung. Hegel descubre la historia y
su esfuerzo tiene como fin la reconciliación del hombre con su propio destino histórico.
Jung descubre el inconsciente colectivo, es decir, todo lo que precede a la historia
personal del ser humano y se dedica a descifrar las estructuras y la dialéctica con
intención de facilitar la reconciliación del hombre con la parte inconsciente de su vida
psíquica y conducirle a la reintegración de su personalidad. A diferencia de Freud, Jung
tiene en cuenta la historia; los arquetipos, estructuras del inconsciente colectivo, están
cargados de “historia”. Ya no se trata, como en Freud, de una espontaneidad “natural”
del inconsciente de cada individuo, sino de una inmensa cantera de “recuerdos
históricos”: la memoria colectiva donde en su esencia sobrevive la historia de toda la
humanidad.
El físico David Peat en su obra Sincronicidad afirma que: “Al igual que los físicos
buscan una teoría de campo unificada, Carl G. Jung y otros buscaban la sincronicidad,
esto es, el principio unificador tras las coincidencias significativas, la conciencia
individual y la totalidad del espacio y el tiempo”16.
En este libro Peat describe la amistad que se fraguó entre el físico Wolfgang Pauli,
Premio Nobel de Física en 1945, conocido por su famoso Principio de exclusión
aplicado a las órbitas atómicas y el psicólogo Carl Gustav Jung.
Jung y Pauli trabajaron arduamente y encontraron que la psicología analítica tiene
conceptos que son asombrosamente análogos a los creados por los físicos como Bohr,
Heisenberg y el propio Pauli, para quienes la situación epistemológica de la física en el
siglo XX, con principios como el de complementariedad onda-partícula y la denominada
constante de Plank, así como con descubrimientos como el de la radioactividad,
cuestionan la validez absoluta de las leyes naturales y operan una relativización del
determinismo causal, es decir, de la creencia en la validez absoluta del principio de
causalidad; a la vez que ponen en evidencia la imposibilidad de conocer objetivamente
la naturaleza representando exhaustivamente su entera legalidad, de modo que puedan
realizarse predicciones sobre un sistema con exactitud.

59
La paradoja EPR y el teorema de Bell que prueba la conexión y correlación de la
física entre sistemas no relacionados causalmente y fenómenos muy vinculados al
espíritu donde se presume que la comunicación de la información es instantánea, hacen
pensar a Pauli que la ciencia de la microfísica, a causa de su básica situación
“complementaria”, se enfrenta con la imposibilidad de eliminar los efectos del
observador mediante correcciones determinables y por tanto tiene que abandonar, en
principio, toda comprensión objetiva de los fenómenos físicos. Sólo vemos ahora leyes
estadísticas con posibilidades primarias. Apoyan esta hipótesis las experiencias del
matemático alemán K.F. Gauss del siglo XVIII y las del francés H. Poincaré, también
sobre las relaciones matemáticas y del inconsciente con conexiones estables.
Muchos físicos actuales buscan las “conexiones” en la naturaleza más que en las
leyes causales. Jung y Pauli están convencidos de que hay una unidad psicofísica: el
unus mundus (el mundo único dentro del cual la materia y la psique no están
discriminados ni separados). Pauli es partidario de la creencia de que puede haber una
interrelación entre la psique inconsciente y los procesos biológicos y microfísicos.
Esto es expresado bellamente por Heisenberg cuando afirma que al investigar la
naturaleza el hombre no encuentra ante sí más que a sí mismo.
La investigación de Jung no se interesa específicamente por el problema de la
causalidad en la física, sino que, teniendo como referencia la situación de esta ciencia, se
orienta hacia la búsqueda de un campo general de la existencia humana donde los
acontecimientos acausales sean hechos posibles y reales; esto es, un ámbito de la
experiencia del hombre cotidiano, tan amplio como el mundo de la necesidad, en donde
la vida se vea determinada por fenómenos inexplicables causalmente. Este es el mundo
del azar.
Pero los eventos casuales que interesan a Jung son excepciones a la regla. El método
estadístico ofrece sólo la posibilidad de pensar un fenómeno como regido por la
causalidad o por la probabilidad matemática, pero las coincidencias a las que se refiere
son coincidencias significativas para el individuo que las vivencia, entre las cuales, no
obstante, es impensable un vínculo causal. Para interpretarlas, hace falta encontrar otro
principio explicativo, en búsqueda del cual Jung toma y reformula los conceptos de la
teoría schopenhaueriana del destino. A pesar de su explicación estrictamente
determinista, Schopenhauer ofrece un modelo que le sirve a Jung como punto de partida
para pensar las coincidencias desvinculadas causalmente pero conectadas por medio del
significado. Jung toma de Schopenhauer la idea de que casual significa la coincidencia
en el tiempo de algo que no es unido causalmente, a partir de la cual propone el término
sincronicidad, para referirse ya no solamente a lo simultáneo en el tiempo, sino a “la
coincidencia temporal de dos o más acontecimientos, no relacionados entre sí
causalmente, cuyo contenido significativo es idéntico o semejante”. Igualmente, las
analogías de Schopenhauer permiten pensar acontecimientos que además de estar
determinados por cadenas causales diferentes, pueden vincularse entre sí mediante
conexiones transversales significativas17.

60
Jung y Pauli coinciden en que “existe en la naturaleza un principio de vinculación no
causal que se manifiesta a través de las coincidencias significativas”. Continúan los
científicos: “Existe una estrecha relación entre acontecimientos interiores y exteriores
que vivimos. Relación ésta que no puede ser explicada por principio de causa y efecto,
pero sin embargo, tiene sentido para el observador. Hay que anotar que no está jugando
para nada el azar ni la casualidad: tiene una génesis simultánea entre estados psíquicos
relacionados con manifestaciones de la vida real, son espontáneos, sincrónicos,
reiterativos. Es la sincronicidad que es la coincidencia en el tiempo de dos o más sucesos
no relacionados causalmente, que tienen el mismo significado o un significado
parecido”18.
Jung19 afirmaba que: “las coincidencias significativas no pueden concebirse como la
pura casualidad, cuanto más se multiplican y cuanto mayor y más precisa es la
correspondencia, ya no pueden considerarse pura casualidad, sino que, por falta de una
explicación causal, deben considerarse combinaciones significativas y propone en su
libro Sincronicidad dos continuos independientes: causalidad y sincronicidad con lo que,
Espacio, tiempo y causalidad, la tríada de la física clásica, se vería completada con la
sincronicidad para convertirse en una tétrada, un cuaternio que hace posible el juicio
completo. La sincronicidad es para los otros tres principios lo que la unidimensionalidad
del tiempo es para la tridimensionalidad del espacio.
Más adelante, Pauli le propuso a Jung algunas modificaciones que desembocaron en
el Continuo final de Wolfgang Pauli y Carl G. Jung en el que la Energía indestructible
se corresponde al Continuum Espacio-Tiempo y una Conexión constante a través del
efecto (la Causalidad) se corresponde con una Conexión inestable a través de la
contingencia, equivalencia o significado (la sincronicidad)20, con lo que se está hablando
de la posibilidad de un “principio conector acausal”: la sincronicidad, que son “sucesos
únicos, significativos y acausales que implicarían alguna forma de patrón”21.
La hipótesis de la sincronicidad es la de suponer una “conexión”, en el sentido literal,
entre la mente y la materia, en lo psíquico y lo físico. Como afirma Jung: “Si la ley
natural fuera una verdad absoluta entonces, lógicamente, no podría haber ningún proceso
que se saliese de ella. Pero, dado que la causalidad es una ley estadística, se mantiene
como tal a nivel medio y, por consiguiente, da lugar a excepciones que de alguna forma
han de poder experimentarse, es decir, han de ser reales”. En donde la “coincidencia
temporal significativa” se da en “la coincidencia de un estado psíquico con su proceso
objetivo correspondiente, cuyo acontecer tiene lugar simultáneamente”22. Así, se puede
plantear a la sincronicidad como la alternativa o complemento “mental” de la causalidad
física. Recordemos que lo físico y lo mental son ámbitos tradicionalmente enfrentados
en nuestra cultura, enfrentamiento que llegó a su apogeo con el dualismo cartesiano.
Jung23, en el I Ching. El libro de las mutaciones, del que escribió el “Prólogo” en
1949, dice que “la sincronicidad es un concepto que configura un punto de vista
diametralmente opuesto a la causalidad. Dado que esta última es una verdad meramente
estadística y no absoluta, constituye una suerte de hipótesis de trabajo acerca de la forma

61
en que los hechos se desarrollan uno a partir de otro, en tanto que la sincronicidad
considera que la coincidencia de los hechos en el espacio y en el tiempo significa algo
más que un mero azar, vale decir, una peculiar interdependencia de hechos objetivos,
tanto entre sí, como entre ellos y los estados subjetivos (psíquicos) del observador o los
observadores”.
Peat afirma que el modelo de Jung y Pauli no presenta la sincronicidad y la
causalidad como dos conceptos irreconciliables sino como percepciones dobles de una
misma realidad fundamental. Y termina afirmando que la sincronicidad es el puente
entre mente y materia, es decir, donde los mecanismos causales se reducen a la
confusión absoluta (como en el universo subatómico), aparece una comprensión
“ecológica” en donde cada suceso no es sino una parte más del sistema total dotada,
además, de significación para el sujeto observador (por ejemplo el científico). Y esto no
se afirma como una metáfora sino en su sentido literal24.
Hay un ejemplo de David Bohm que ilustra la existencia de órdenes de realidad
implícitos que suponen, por conexión no causal, la existencia de variables ocultas no
locales sincrónicas. Es el ejemplo de dos cámaras de televisión en ángulo recto filmando
a un pez en el agua. Las dos imágenes suponen dos perspectivas del pez, el cual,
percibiéndolas, no entiende que es él mismo, el mismo fenómeno, en dos perspectivas
diferentes bidimensionales. También se presenta esta metáfora por medio de un
científico que desconociera la tecnología de la televisión el cual encontraría, a lo sumo,
una fuerte correlación estadística entre el comportamiento de ambas variable (dos
imágenes en movimiento) pero carecería del cuerpo teórico necesario para entender la
realidad del fenómeno. Su teoría podría, perfectamente, describir y predecir la relación
entre los dos “peces-partículas”, pero esta teoría se basaría en una ilusión25.
Finalmente y ampliando este ejemplo, encontramos otra descripción parecida dada
por el bioquímico inglés Rupert Sheldrake en el que relata lo que podría suceder si un
supuesto científico, que no supiera nada acerca de un televisor ni de la existencia de
ondas electromagnéticas, intentara investigarlo. Al principio podría pensar que contiene
pequeños seres cuyas imágenes ve en la pantalla. Cuando mirara adentro y encontrara
transistores y lámparas podría adoptar una hipótesis similar a la de los reduccionistas: las
imágenes resultan de una interacción entre esas partes mecánicas. Esta hipótesis
quedaría respaldada si descubriera que al sacar algunas partes la imagen se distorsiona o
desaparece. Si en este punto alguien sugiriera que la imagen no resulta de estas partes
sino que depende de influencias invisibles que entran en ellas, el investigador rechazaría
la idea con desdén. Argumentaría que el televisor pesa lo mismo cuando está encendido
y cuando está apagado. Admitiría que ahora no puede explicar todo a partir de las
interacciones entre las partes de la caja, pero que sin duda podrá hacerlo alguna vez.
Comparada con la potencia de salida eléctrica que alimenta el televisor, la potencia de la
señal de TV es muy débil y sutil. Pero es obviamente crucial26”.
Esta analogía es similar a la de Bohm de las dos cámaras de televisión y el pez. En
ambos casos, los teóricos del nuevo paradigma señalan procesos ocultos en otra

62
dimensión que trascienden las correlaciones entre las partes mecánicas.
Las ondas electromagnéticas en VHF y UHF de la emisora de televisión son variables
ocultas sincrónicas respecto al televisor, puesto que no poseen ubicación espacial (no
locales) y, dentro de su ángulo de cobertura, gozan de ubicuidad total. Además no son
“causa” de la imagen, sino que las ondas, esté encendido y/o sintonizado el aparato,
existen con independencia de él y no tienen naturaleza material como el receptor. El que
esté sintonizado o no, no es un problema de causa y/o efecto de la vibración de la
ultrafrecuencia, sino que son la misma realidad en dos planos distintos. Y lo que
percibimos (las películas y documentales) son completamente ajenos a la tecnología y la
naturaleza ondulatoria de la señal. Caben interpretaciones causales reduccionistas: el
giro del dial del aparato “causa” la imagen, las ondas “chocando” contra la antena crean
las figuras, etcétera. Pero tales explicaciones nunca desvelarían la profunda naturaleza de
la vibración, de la sincronicidad. La concepción de la realidad como unus mundus, es
una de las consecuencias más significativas de añadir la sincronicidad a la triada espacio,
tiempo y causalidad. Esto implica reconocer la necesidad de construir modelos de
interpretación del mundo que lo conciban de manera unitaria. En esta medida, la teoría
de la sincronicidad representa un aporte importante en la búsqueda de la unidad del
mundo, perdida para el pensamiento moderno, así como un intento de superación de las
dicotomías propias de éste, ofreciendo una problemática fecunda para pensar el orden
del mundo.
El modelo holográfico

Un holograma es una imagen tridimensional que se crea al emplear en una fotografía un


rayo de luz coherente (láser). Para obtener un holograma, el objeto que se va a
fotografiar se baña con la luz de un rayo láser. Después, un segundo rayo láser se cruza
con la luz reflejada del primer rayo y el área, en la cual los dos rayos se juntan, se
fotografía. Cuando se revela la película, aparecen líneas claras y oscuras sin sentido.
Pero, cuando se ilumina con otro rayo láser, de la película revelada surge una imagen
tridimensional del objeto original fotografiado27. Además, este método tiene la notable
característica de que si se parte la imagen por la mitad, en cada una de las dos mitades
aparece la imagen tridimensional entera; no importa cuántas veces se la divida, cada
fragmento revela la imagen completa y tridimensional del original. A diferencia de las
fotografías normales cada parte de un holograma contiene toda la información que se
encuentra en el todo. Dicho de otro modo, en un holograma cada parte de la imagen
interpenetra todas las demás partes, de la misma forma que en el Universo no local
pensado por Bohm todas sus partes se interpenetran.
El holograma, como sistema especial de almacenamiento óptico, muestra que cada
parte individual de la foto contiene toda la imagen de la forma condensada. La parte está
en el todo y el todo está en cada parte, una especie de unidad-en-la-diversidad y
diversidad-en-launidad. Es decir, que la parte tiene acceso al todo.
Para explicar el paradigma holográfico, el científico y divulgador de la ciencia

63
mexicano José Luis Díaz28 utiliza esta hermosa metáfora:

Está usted frente a un estanque de agua en un bosque. No hay viento. La superficie


lisa y bruñida ante sus ojos es un espejo que refleja los árboles de la orilla opuesta
y el sol del atardecer. Algunas hojas secas flotan inmóviles, aquí y allá, sobre el
agua. Imagine que toma tres piedras de diferente tamaño y las arroja, una tras otra,
a puntos diferentes del estanque. Las piedras caen con segundos de diferencia y, de
acuerdo con su peso y velocidad de caída, se forman en el agua ondas de diferente
amplitud que se propagan en círculos crecientes y silenciosos a partir del punto
central donde la piedra rompió la superficie. El frente de cada círculo avanza
diáfanamente extendiéndose a una velocidad constante y una amplitud decreciente.
Los frentes de onda se encuentran, se entrelazan, se traspasan y continúan su viaje
centrífugo hasta rebotar en las orillas. Las hojas flotantes, al ser alcanzadas por las
ondas, en vez de desplazarse, simplemente suben y bajan cabalgando la onda en su
sitio. La superficie del estanque es ahora una danza de círculos que se dilatan y
entrelazan en pautas de interferencia y zonas en calma. Poco a poco los árboles y el
Sol, rotos en fragmentos parpadeantes por la deformación del líquido espejo,
vuelven a reunirse y a tomar su forma. Suponga usted ahora que tuviera los datos
físicos necesarios sobre las leyes que rigen el movimiento descrito y que incluyen
la velocidad de propagación de las ondas, la viscosidad del agua y la intensidad o
amplitud de la onda que depende del tamaño de la piedra y su velocidad de
entrada. Con estos datos podría, desde cualquier punto del estanque en el que
ocurran interferencias de las ondas, determinar el tamaño de las piedras y su
tiempo y lugar precisos de entrada. Es decir, en cada punto de la superficie
deformada por las ondas está codificada la información del todo. El movimiento de
las ondas consiste en un número de ondulaciones que se denominan un tren de
ondas. El pulso de un tren no consiste en una vibración pura de una sola
frecuencia, ya que otras vibraciones de diferentes frecuencias están superimpuestas
sobre la onda mayor, como sucede con una cuerda de guitarra al ser tañida. De esta
forma, un pulso consiste en un grupo de vibraciones de diferentes frecuencias,
amplitudes y fases. Estas características de las ondas fueron aplicadas por un
matemático y egiptólogo francés, Jean Baptiste Joseph Fourier para analizar el
movimiento periódico. En el caso del estanque esto podría visualizarse al observar
detenidamente el movimiento de la hoja sobre la superficie al paso de la onda, un
movimiento que equivale a la ‘armonía’ musical.

En 1947, Dennis Gabor describió el principio del holograma usando el cálculo


diferencial y el cálculo integral de Leibnitz, lo que no es un azar, pues el holograma nos
hace recordar la mónada del mismo Leibnitz. Gabor lo denominó “holograma”
combinando los vocablos griegos “holo” (total) y “grama” (imagen o mensaje). El
inconveniente que tuvo el investigador para completar su tarea fue la imposibilidad de
hallar la fuente adecuada de luz para sus experimentos. El láser aún no había sido

64
descubierto. Recién en 1965, gracias a la invención del rayo láser, Emmeth Keith y Juris
Upatnicks pudieron realizar lo que Gabor dejó en teoría. Sin embargo, Gabor recibió en
1971 el Premio Nobel de Física por sus investigaciones a este respecto.
El modelo holográfico expresa que hay un Universo infinito, no local, holográfico
que contiene nuestro Universo local finito, así como una infinidad de otros Universos.
Este Universo infinito es uno de información pura y verdadera. Los fenómenos cuánticos
en nuestro Universo son una expresión del orden implícito del Universo holográfico
expresándose en el orden explícito de nuestro Universo local. El Universo holográfico
contiene toda su información en cada punto, como un holograma corriente. Por tanto,
nuestro Universo local contiene toda la información del Universo holográfico en cada
punto local. Las variables ocultas son quanta de información que pasan por el campo
cuántico desde el orden implícito del Universo holográfico al orden explícito de nuestro
Universo local. La materia en nuestro Universo local es transformada por esta
información en proporción directa a su grado de evolución. Estos conceptos conducen a
un modelo generalizado de la evolución.
El modelo holográfico permite una nueva visión del Universo, al que siempre hemos
percibido fragmentado y, para percibirlo en su plenitud, algunos han recurrido a las
filosofías orientales como Capra, al inconsciente colectivo como Jung, o al holograma
como Karl Pribam y David Bohm.

El orden implícito del Universo

En los inicios de su carrera, David Bohm, físico teórico de la Universidad de Londres y


antiguo colaborador de Einstein en Princeton (quien dijo que Bohm sería el que llevaría
a cabo su frustrada búsqueda del campo unificado, de la Ciencia de la totalidad)
demostró que la paradoja EPR era válida para otros objetos cuánticos, tales como
fotones y neutrones y no solamente para los electrones. Por tanto, la paradoja es llamada
ahora la paradoja EPRB.
En 1951, bajo la estrecha influencia personal de Einstein, David Bohm empezó a
desarrollar un nuevo modelo de la mecánica cuántica de variables ocultas, mientras aún
era instructor en Princeton y continuó desarrollándolo durante el resto de su vida. A este
modelo, convalidado por los experimentos de Alain Aspect, se le conoce como el
Modelo Holográfico o del Orden Implícito del Universo.
En su teoría de las Variables ocultas no locales Bohm plantea, tal como se dijo más
arriba respecto al televisor, la existencia de variables ocultas, no sólo en el sentido de las
variables intervinientes, sino como aquellas pertenecientes a otro ámbito, nivel u orden
que no operan de modo causal, ni temporal ni localmente. Bohm dice que estos órdenes
están implicados unos dentro de otros y que están en íntima relación. Las variables de un
orden más implicado respecto a otro representan una relación de tipo no causal ni local.
Y estos órdenes no son abstracciones sino realidades físicas en el más amplio sentido del
término29.

65
En otras palabras, los hechos observados no son sino un estado particular (materia) de
una vibración con orden y parámetros radicalmente distintos, aunque unidos por un
significado común. La representación modelizada de problemas pudiera requerir la
explicitación de tantas variables que complicaría el modelo mientras que su exclusión
aumentaría, significativamente, el monto de la varianza no explicada.
Lo anterior nos remite a un viejo problema metodológico ligado a variables fantasma,
ficticias o de holgura. Tanto en unas ciencias como en otras, se habla de variables
ocultas, inobservables, para dotar de mayor significación a los modelos usualmente
débiles en poder explicativo. Por ejemplo, que dos variables covaríen no implica su
conexión causal, es decir, que una sea causa de la otra. Un ejemplo obvio es el hecho de
que el número de ahogados en el mar correlacione de forma estadísticamente
significativa con la venta de helados. Ello, lógicamente, no implica que lo primero sea
consecuencia de lo segundo. Podemos hablar de correlación entre ambas variables pero
la significación real del fenómeno sólo puede establecerse si, además, introducimos la
variable oculta o interviniente verano o estaciones del año30.
Pero hagamos un poco de historia. En 1965 el físico irlandés, John Stewart Bell31,
muy influenciado por David Bohm, demostró que si la paradoja EPR era correcta,
entonces podían haber variables ocultas, pero debían ser no locales. La “localidad” se
refiere a un Universo donde las cosas están relacionadas en tal forma que no pueden
interactuar a una velocidad superior a la de la luz y partió de las dos suposiciones básicas
del teorema EPR: ausencia de señales más rápidas que la luz y existencia de realidad
objetiva y determinó las relaciones que se dan entre las mediciones de las partículas 1 y
2, tanto en el momento y la posición, como en su dirección y spin (giro) y demostró que
las variaciones en una partícula eran, inmediatamente, seguidas por la otra, pero la
paradoja EPR, al decir que ciertas cosas no son locales, afirma que están fuera de nuestro
espacio y tiempo y pueden interactuar, a algún nivel, instantáneamente, sin importar la
distancia que pueda haber entre ellas. Finalmente en 1981 un equipo de físicos franceses
lidereados por Alain Aspect demostró que la EPR y Bell tenían razón. Aspect con su
equipo32 hizo una serie de experimentos en los que se examinaban, simultáneamente, los
ángulos de polarización de dos fotones emitidos por un mismo átomo y que se movían
en direcciones opuestas. Los resultados eran inequívocos: Einstein no tenía razón al
creer que la incertidumbre no es intrínseca a la naturaleza. Recordemos su famosa frase
“Dios no juega a los dados”. La incertidumbre cuántica se impuso, sí es intrínseca a la
naturaleza. La manera en que el experimento pone de manifiesto la diferencia entre la
teoría cuántica y una teoría “realista” cualquiera es de un cierto interés. Los
experimentadores deseaban comprobar hasta qué punto los resultados de las mediciones
en el primer protón estaban relacionadas con las del otro. Según la desigualdad de Bell,
las teorías de tipo “realista” predicen una cierta correlación máxima33. El teorema de Bell
corrobora la interpretación de Bohr sobre la unidad indivisible de dos partículas y sobre
la aseveración de Stapp34 de que el mundo es “fundamentalmente anárquico o
fundamentalmente indivisible”. La mecánica cuántica predice un grado mayor de
correlación, como si las dos partículas cooperaran telepáticamente. Los resultados

66
mostraron una correlación por encima del máximo permitido por la desigualdad de Bell,
confirmando así que la incertidumbre es intrínseca en la física cuántica35. Bohr tenía
razón, pero Einstein también tenía razón cuando acertaba sobre las variables ocultas no
locales. David Bohm demostró que en el Universo hay una infinidad de información
fuera de nuestro tiempo y nuestro espacio.
El experimento de Aspect36, al descubrir que, bajo ciertas circunstancias, los
electrones pueden comunicarse instantáneamente entre ellos, sin importar la distancia
que los separa, ya sea ésta de metros o de billones de kilómetros, muestra que hay un
medio de mandar ondas más rápido que la luz, lo que equivale a romper la barrera del
tiempo. La comunicación a mayor velocidad que la luz puede, tal vez, mostrar que la
comunicación simplemente no se desplaza, porque todo es uno, porque no existe
separación alguna entre los electrones. O, que esta “comunicación a mayor velocidad de
la luz” se debe a la coexistencia del tiempo en el mismo espacio.
Hawking37 amplía esta idea al decir que existe un buen argumento a favor de que haya
más de una dimensión del tiempo y es el de que tres dimensiones del espacio-tiempo —
es decir, dos del espacio y una del tiempo— son claramente insuficientes para cualquier
organismo complejo, aunque también añade que le resulta muy difícil imaginar
semejante Universo.
Hawking cree que habremos de admitir la idea del tiempo imaginario. Lo que
representa un salto intelectual del mismo orden que cuando se pasó a creer que el mundo
es redondo. Explica que cabe concebir el tiempo ordinario y real como una línea
horizontal que va de izquierda a derecha. El tiempo previo está a la izquierda y el
ulterior a la derecha. Pero también es posible considerar otra dirección, arriba y debajo
de la página. Ésta es la llamada dirección imaginaria del tiempo, en ángulo recto con el
tiempo real38.
La razón de introducir el tiempo imaginario es porque materia y energía tienden a
hacer que el espacio-tiempo se curve sobre sí mismo. En el tiempo real esto conduce,
inevitablemente, a singularidades, lugares donde concluye el espacio-tiempo. En las
singularidades no cabe definir las ecuaciones de la física y, en consecuencia, no es
posible predecir lo que sucederá. Pero la dirección del tiempo imaginario se halla en
ángulo recto con el tiempo real, lo que significa que se comporta de manera similar a las
tres direcciones que corresponden al movimiento en el espacio. La curvatura del
espacio-tiempo determinada por la materia del Universo puede conducir a que se reúnan
por detrás las tres direcciones espaciales y la dirección del tiempo imaginario con lo que
constituiría una superficie cerrada, como la de la Tierra. Las tres direcciones espaciales y
la dirección del tiempo imaginario formarían un espacio-tiempo cerrado en sí mismo, sin
límites ni bordes39. Que ayuda a comprender los órdenes implícito y explícito de Bohm.

Al igual que Geoffrey Chew, el creador de la Teoría bootstrap, nuevo modelo físico
de realidad, David Bohm intentó con su “hipótesis holográfica” deducir los principios
básicos tanto de la mecánica cuántica como de la teoría de la relatividad de Einstein. Su

67
paradigma, el modelo holográfico constituye una interpretación original de la física
cuántica inscrita en la filosofía de Jiddu Krishnamurti, quien le otorgó a la teoría algo de
su filosofía de la conciencia. De hecho, este original pensador y maestro se convirtió en
el guía espiritual de David Bohm, en su amigo y en su interlocutor válido para discutir
en profundidad sobre aspectos filosóficos y del pensamiento humano.
El punto de partida de la hipótesis holográfica está constituido por lo que Bohm
denominó “totalidad indivisa” y su objetivo fue el de explorar el orden que aparece
como intrínseco en la red cósmica de relaciones, a un nivel más profundo y no
manifiesto. A diferencia de los planteamientos modernos de la física sobre la
convergencia de orden y desorden, Bohm prefiere seguir usando el constructo de
“orden” para determinar los comportamientos y la dinámica de los sistemas universales.
A este orden, Bohm lo denominó implícito o envuelto y lo describió a través de la
analogía de un holograma en el que, de algún modo, cada parte contiene al todo y, “si se
ilumina cualquier parte del holograma, se reconstruye la imagen entera, a pesar de que
no tendrá tanto detalle como la imagen del holograma completo”40. El mundo real está
constituido según estos principios generales, a través de los cuales el todo se presenta
envuelto en cada una de sus partes, envolviendo a su vez a éstas.
Bohm plantea los conceptos de orden implícito y orden explícito para intentar abrir
una vía en el callejón sin salida de la indeterminación espacio-temporal de la mecánica
cuántica a la hora de explicar la posición de una partícula atómica: la dificultad para
predecir la ubicación, en espacio y tiempo, de cualquier partícula atómica, dentro del
modelo.
El concepto más apropiado de orden para un Universo de totalidad no fragmentada es
el orden implícito o plegado. Para Bohm41: “En el orden implícito, ni el espacio ni el
tiempo son ya los factores dominantes para determinar relaciones de dependencia o
independencia de los diferentes elementos. Es posible que exista una relación básica
diferente por completo entre los elementos y que, por ella, nuestras nociones ordinarias
del espacio y del tiempo, junto con la de partículas materiales existentes por separado,
queden absorbidas en las formas derivadas de este orden más profundo. Estas nociones
ordinarias aparecen en lo que se llama el orden explícito o desplegado, que es una forma
especial y particular contenida dentro de la totalidad general de todos los órdenes
implicados”.
La física se venía moviendo entre coordenadas cartesianas que constituyen el orden
explícito del Universo. Bohm propone desarrollar un nuevo tipo de descripción para
discutir las leyes de la física a partir del orden implícito entendiendo por tal el orden
plegado hacia adentro. La existencia es una totalidad no fragmentada, un movimiento
fluyente, no dividido, sin fronteras y el conjunto completo de las leyes que gobiernan esa
totalidad nos es desconocido y probablemente resultará incognoscible. Bohm sugiere
que “lo que percibimos por los sentidos como espacio vacío es, en realidad una plenitud
que es la base para la existencia de todas las cosas, incluyéndonos a nosotros mismos.
Las cosas que aparecen ante nuestros sentidos son formas derivadas y su verdadero

68
significado solamente se puede ver cuando consideramos la plenitud, en la cual se
engendran y sostienen y en la que acabarán desvaneciéndose”42.
Para explicar su teoría del orden implícito Bohm utiliza un experimento que realizó
en Londres, en donde, en un aparato con dos cilindros concéntricos de vidrio con un
líquido muy viscoso entre ambos, como glicerina y que podía volcarse muy lentamente,
de manera que no había difusión del líquido, se echa una gotita de tinta insoluble en ese
líquido viscoso y se gira lentamente; la gota se absorberá en una hebra invisible y, si se
gira nuevamente, volviendo a la posición anterior, volverá a ser visible. Ahora bien,
puede decirse que la hebra estaba envuelta, es decir, implícita, gracias a esa mezcla
viscosa y no difusa por lo que se puede desplegar la gotita de tinta de la glicerina
girando lentamente hasta la posición original de suerte que no haya difusión. Si se
envuelve otra gotita de tinta se tendría algo muy parecido, pero con una diferencia entre
las dos gotitas de tinta envueltas, puesto que una se despliega en esto y la otra en
aquello. Esta distinción es el orden implícito; no es el orden explícito común que vemos,
que es nuestra descripción corriente de la realidad. Estamos acostumbrados a creer que
todo punto del espacio y del tiempo es distinto y separado y que todas las relaciones se
dan entre puntos contiguos del espacio y del tiempo, pero, en el orden implícito
veremos, en primer lugar, que cuando hemos tomado la gotita y la hemos envuelto, está
en el todo y cada parte contribuye a esta gotita. Imaginemos ahora una situación en la
que añadamos otra gotita. Las dos gotitas están en posiciones diferentes pero, cuando se
envuelven se mezclan de algún modo entre sí y, aunque se distribuyen por el todo, están
entremezcladas; se interpenetran mutuamente, cuando se desenvuelven, se separan y
forman, de nuevo, dos gotitas. “Mientras la gotita de tinta se hallaba implícita o
implicada en la glicerina, parecería que sus partículas estaban caóticamente distribuidas,
pero el hecho de que pueda volver a surgir demuestra que había un orden, un orden
implícito que no alcanzábamos a percibir. Del mismo modo, muchos fenómenos que hoy
no encuentran explicación o parecen azarosos podrían formar parte de un orden implícito
que todavía no se ha desplegado ante nosotros”43. Bohm nos muestra cómo el tiempo y el
espacio son sustancias que se despliegan.
En términos de tiempo, el Universo tal como lo percibimos, con su sucesión de
momentos aparentemente separados, sería la gota de tinta una vez que la manija la haya
estirado hasta untarla bajo forma de una larga cinta. No somos capaces de percibir que el
tiempo en el nivel del superholograma posee una estructura coherente y continua, debido
a que esa estructura está plegada o implícita en el nivel del Universo que conocemos
“secretamente”. El tiempo y el espacio tridimensional no son, a juicio de Bohm, los
únicos procesos que se entienden mejor si se los ve como plegados y desplegados al
interior y al exterior del orden implícito.
A poco andar en sus investigaciones, Bohm descubrió que la hipótesis del holograma
era demasiado estática como para usarla como modelo del orden implícito a nivel
subatómico. Por lo que para expresar la naturaleza esencialmente dinámica de la realidad
subatómica, Bohm acuñó el término holomovimiento, el cual constituye un fenómeno

69
dinámico del que fluyen todas las formas del universo físico. Su teoría del orden
implícito y explícito estudia al Universo como a una totalidad en movimiento, el
holomovimiento44.
Los sistemas materiales, el espacio y el tiempo se despliegan a partir de ese orden
subyacente y cualquier suceso, objeto o entidad del mundo explicado es una abstracción
de una totalidad desconocida de movimiento fluido, el holomovimiento; una totalidad
continua e indivisible, indefinible e inmensurable. Este flujo universal es vida implícita,
es fundamento primario de la vida explícita y como tal es autoexistente y universal45.
Este término de holomovimiento describe cómo el orden implícito se transforma en
explícito. “El holomovimiento es el movimiento básico que se pliega y despliega”46. El
objetivo de su enfoque fue estudiar y analizar el orden implícito en los procesos,
fenómenos de holomovimientos, pero no ocupándose de la estructura de los objetos, sino
de la estructura del movimiento, teniendo en cuenta tanto la unidad como la naturaleza
dinámica del Universo.
Bohm sostuvo que las operaciones del mundo subatómico que manejan los físicos
ortodoxos tienen un solo sentido de explicación de la realidad. Para él la existencia de
otras dimensiones más complejas está por encima de la de los elementos cuánticos del
Universo. Bhom formula la hipótesis de que ciertas variables ocultas explican la
conexión entre partículas subatómicas. Así como él lo entendió, si en verdad existen
tales variables, están en un nivel más profundo de la realidad, que se manifiesta en la
incertidumbre cuántica47.
Los órdenes implícitos o plegados son, en el modelo de Bohm, más reales que los
explícitos o desplegados, de tal forma que la explicación última no puede encontrarse en
el fenómeno explícito o desplegado más que a un nivel operativo, casero, se podría
decir. Si forzamos la investigación, o refinamos los instrumentos hasta límites
determinados, nos toparemos con que la observación debe plantearse en otro nivel y con
otras unidades de análisis o variables que, por el momento, no son objetivables y de las
cuales poco sabemos.
Rupert Sheldrake48 nos dice: “Según esta teoría (del orden implícito) se distinguen
tres reinos principales de existencia: el orden explícito, el orden implícito y una fuente o
base subyacente a ambos. El orden explícito es el mundo de las 'cosas-sucesos'
aparentemente separados y aislados en el espacio y el tiempo. El orden implícito
corresponde a un terreno en que todas las cosas y sucesos están envueltos en completa
totalidad y unidad, que, por decirlo de alguna manera, constituye la base del orden
explícito del mundo que experimentamos a través de los sentidos”.
Existe la necesidad de desacostumbrarnos al orden explícito para así poder darnos
cuenta de la primacía del orden implícito. La mayor evidencia de que vivimos un
momento de crisis del paradigma de la ciencia y de rupturas epistémicas es el hecho de
estos cambios en la visión del orden. El pensamiento se encuentra en el orden implícito,
envuelto, al igual que el lenguaje, la conciencia, la cosmovisión. A un nivel profundo,
conocimiento y materia son inseparables, se hallan interrelacionados, entretejidos. Mente

70
y materia son dos aspectos de un todo, de un orden que posiblemente se desenvuelve, se
despliega en dos órdenes con algún tipo de independencia en cuanto a sus funciones49.
Bohm también utiliza el término reomodo para referirse a una especie de “juego” que
él sugiere. Consiste en re-elevar hasta nuestra atención algún aspecto de la realidad
respecto al resto. La metáfora puede asimilarse al enfoque de una cámara fotográfica que
enfoca cierto rango de la imagen en términos de distancia. Este fenómeno es parecido a
aquél conocido en óptica como profundidad de campo y varía de forma inversamente
proporcional a la apertura del diafragma del objetivo de la cámara, definiendo desde qué
distancia hasta qué otra van a quedar enfocados los objetos. Aquellos que queden fuera
de esta banda resultarán desenfocados. Pues bien, hablando en términos analógicos,
podríamos afirmar que la banda que está enfocada goza de claridad y de explicación
ordenada y causal por medio de modelos deterministas, mientras que lo desenfocado es
el entorno, necesitando de métodos estadísticos y modelos estocásticos para su
desenfocada perspectiva: “el desorden del comportamiento individual en el contexto de
una ley estadística dada es, en general, compatible con la noción de leyes individuales
más detalladas, aplicables a un contexto más amplio”50.
El experimento de Alain Aspect respecto a las direcciones opuestas de dos fotones
emitidos por un mismo átomo llevaron a Bohm a creer que, subatómicamente, la razón
por la cual dos partículas son capaces de mantenerse en contacto es porque su separación
es sólo una ilusión, todo sistema físico es una “totalidad indivisible”51. Agrega que
vemos objetos como las partículas subatómicas separadas unas de otras porque sólo
estamos viendo una parte de la realidad. Esta conexión, aparentemente más rápida que la
luz entre dos partículas, lo que nos está diciendo es que existe un nivel de realidad al que
no tenemos acceso. Ahora bien, si la aparente separación de las partículas subatómicas
no es real, eso significaría que, a un nivel más profundo de la realidad, todas las cosas
del Universo están interconectadas. “Así, los electrones de un átomo de carbón del
cerebro humano están conectados a las partículas subatómicas que forman un salmón,
que nada en los océanos, o con cada corazón que late, o con cada estrella que brilla en el
cielo. Cada cosa interpenetra cada cosa y, a pesar de que la naturaleza humana puede
tratar de categorizar y subdividir los variados fenómenos del Universo, todas las
divisiones son, por necesidad, artificiales y toda la naturaleza es una vasta red sin
costuras”52.
Esto lo corrobora Hawking53 quien, junto con Jim Hartle, dice que quizá el Universo
no tenga fronteras en el espacio ni en el tiempo, que es posible que el Universo no tenga
comienzo ni fin. Para esto recurre a su hipótesis del tiempo imaginario en el que no es
necesario un principio, ni fin del Universo, sino de un continuo. Y estaríamos hablando
de historias del Universo en superficies cerradas, como la superficie de la Tierra, sin
fronteras ni bordes. De un espacio-tiempo cerrado en sí mismo.
Más allá del océano de energía, que se encuentra en el orden implícito, puede haber
otro aún mayor, sólo que nuestro conocimiento se desvanece en ese punto, lo que quiere
decir que, tal vez, después “se descubra otra fuente de energía que, puede presumirse,

71
estaría flotando en otra fuente todavía mayor y así sucesivamente. Se supone que esta
última fuente es inconmensurable y no puede aprehenderse con nuestro conocimiento”54.
Esto es lo que constituiría al superholograma.
A pesar de que Bohm aceptó que no hay manera de saber qué más se encuentra en el
superholograma, se aventura a decir que se puede asumir que contiene más. O como lo
pone él, tal vez el nivel de realidad del superuniverso es solamente un escenario detrás
del cual hay un infinito de otros desarrollos.
Y Hawking55, el positivista, plantea el Universo membrana con una quinta dimensión
y una infinidad de membranas/universos.
Si aceptamos que el superholograma es la matriz que ha dado origen a todo en el
Universo, entonces el pasado, el presente y el futuro existen simultáneamente y, cada
partícula subatómica contiene lo que ha sido o será, cada configuración de materia y
energía que es posible, desde los copos de nieve hasta las ballenas azules o los rayos
gamma. Y debe, por tanto, ser visto como una especie de almacén de “todo lo
existente”56.
Aquí también tiene mucho que decir Hawking57 que, al hablar del tiempo imaginario,
habla de un continuo interminable en donde no hay principio ni fin con lo que se une a
las teorías orientales del Yin Yang y las prehispánicas de la Serpiente mordiéndose la
cola.
Para la relatividad el azar no existe. Las posibilidades del futuro son que no hay nada
absoluto, sino que todo es relativo. Que todo está

98
interconectado, como parece anunciar el concepto de holismo y, para Bohm, el holismo,
no sólo es espacial sino también temporal. Es lo que él llama holomovimiento, totalidad
y orden implícito y está fuera de la tercera dimensión. Es decir que cada punto,
representa a todo el Universo, en todos los tiempos. El Universo tiene como fuente o
matriz generadora un océano de energía, no manifiesto, en el orden implícito. En eso
coincide con muchas religiones orientales. Y, en el siglo XX, con Jiddu Krishnamurti58.
Si Bohm está en lo cierto en sus conjeturas y el Universo es un gigantesco holograma
multidimensional, semejante orden holográfico subyacente no puede menos que tener
profundas consecuencias para muchas de las nociones de la realidad basadas en el
sentido común, por ejemplo, en un universo holográfico el tiempo y el espacio ya no
serían considerados fundamentales debido a que el Universo sería entendido como
poseedor de un nivel más profundo, donde conceptos como el de “localización” pierden
su consistencia; el tiempo y el espacio tridimensional, como las imágenes del pez en los
receptores de televisión, tendrían que ser vistos como proyecciones de este nivel más
profundo. Dicho de otro modo, en el superholograma del Universo el pasado, el presente
y el futuro se pliegan estrechamente entre sí y existen en forma simultánea. Esto sugiere
que incluso sería posible, alguna vez, rescatar del olvido el pasado más distante a partir
de la noción del Universo como un superholograma59.

72
El Universo y el cerebro como hologramas

Un problema central en neurofisiología es hallar dónde, en qué lugar, se encuentra


almacenada la información en nuestro cerebro y en el de todas las restantes especies.
Experimentos con animales han demostrado que extirpaciones de porcentajes elevados
de distintas partes del cerebro no eliminaban, significativamente, el aprendizaje previo
(por ejemplo, el experimento de Lashley en 1929), lo que parece sugerir que la
información no está almacenada localmente sino repartida en la totalidad del cerebro.
Uno de los avances fundamentales de la neurofisiología ha consistido en el
descubrimiento de relaciones directas entre ciertas áreas cerebrales y funciones
corporales específicas. De esta forma, se han descubierto centros del habla, de la visión,
etcétera; sin embargo, ya en la década de los años veinte, el neurofisiólogo Karl Lashley
había establecido que el daño cerebral parcial no impedía a una persona ejecutar
funciones controladas por las partes faltantes. Cuando una de las áreas localizadas era
destruida, se alteraban las funciones de los órganos sensoriales regulados por ella; sin
embargo, Lashley descubrió que el funcionamiento de nivel superior, como en el caso
del recuerdo de acontecimientos específicos, no era perturbado. Pribram interpreta ese
fenómeno como prueba de que las estructuras responsables de memorizar y recordar no
están localizadas en ninguna parte específica del cerebro, sino que se distribuyen por
cualquier zona del mismo en forma muy parecida a como la imagen de un holograma
está comprendida en todas las partes de éste60.

Karl Pribram61, neurofisiólogo norteamericano de origen checo, es otro de los


pioneros de este nuevo paradigma. Su aportación a la Ciencia de la totalidad, como la
llamaba Einstein, es el modelo holográfico. Pribram fue colaborador de B. F. Skinner, el
fundador de la corriente conductista en psicología y dice que este campo puede ser,
perfectamente, el dominio de la unidad-en-la-diversidad trascendental descrito (y
experimentado) por los grandes místicos y sabios del mundo.
En 1966 Pribram elaboró una teoría de la función cerebral basándose en el
holograma. Su intento se ubicó como el último de una cadena de modelos del cerebro
que se iniciaron con Pascal. Una de las maneras que los científicos han usado para
comprender la función del cerebro ha sido compararla con las máquinas o los artefactos
de comunicación y cálculo más actuales. Pascal sugirió que el cerebro utilizaría en sus
cálculos algún proceso similar al de su elemental máquina para realizar operaciones y
que era poco más que un ábaco semiautomático. En los principios de la telefonía al
cerebro se le comparó con una red de intercomunicaciones similar a un conmutador. Más
tarde se configuró la analogía del cerebro como una computadora electrónica y nació así
la inteligencia artificial. Por ejemplo, se indicó que el cerebro era análogo a la máquina
en su sentido físico, lo que llaman los computólogos el hardware, en tanto que la mente
correspondería a los programas, que constituyen el software. Pribram sugirió que la
mente y el cerebro funcionan de manera similar al holograma y explicaba la memoria de
una manera similar al proceso por el cual, con los datos de un solo punto, podría

73
registrarse y recobrarse una enorme cantidad de información62.

Para Pribram el cerebro funciona con pautas de interferencia constituidas por frentes
de ondas eléctricas. Estos frentes serían las excitaciones o inhibiciones de neuronas y
sinapsis en el árbol de las dendritas o ramificaciones neuronales que, en conjunto,
concibe como pautas de microondas. Ahora bien, si el cerebro transforma las secuencias
viniendo “de alguna otra parte”, de manera matemática, ¿qué es lo que le permite
“conocer” esos hologramas? ¿Quién mira al holograma? ¿Quién los interpreta? ¿Quién
es el “pequeño hombre dentro del pequeño hombre”, lo que Arthur Koestler llamaba “el
fantasma dentro de la máquina”?63.
Según la teoría holográfica, el hecho de que esta información no tenga fronteras, de
que cada parte envuelva y contenga la información del todo, implica que la distinción
entre observador y objeto se borre. Esto es sorprendente ya que quiere decir que existe
una conexión intrínseca entre la conciencia y la realidad física. En suma: no hay un yo
observador en el cerebro o la mente. El holograma cerebral es a la vez físico, en tanto
sucede como una interferencia de frentes de onda, y mental en el sentido de que es
experimentado como una sensación, un pensamiento, un recuerdo o una emoción. “Así
como la información de las ondas del estanque no se puede identificar con el agua o con
la piedra que las engendra, así como la hoja que cabalga en su superficie al paso de la
onda es sólo un instrumento por el que podemos conocer el todo, así como el arcoiris
depende de las gotas de vapor, de la luz del Sol y de alguien que lo vea sin ser idéntico a
ninguno de éstos, la actividad del proceso cerebro-mente forma una unidad de
información continua con el mundo de los objetos y es una parte consciente de ese
mundo”64.
Sus estudios han llevado a Pribram65 a decir que:

Se tiene, por una parte, el espacio-tiempo y el espectro por el otro. Nosotros


seleccionamos de afuera lo que llevamos adentro. Esto significa que el símil de la
lente del ojo para el cerebro es su capacidad de efectuar un proceso matemático,
que ‘capta’ una realidad externa, la refleja y la distribuye en el dominio espectral.
Lo que nos remite a la noción de orden implícito de David Bohm, que señalaba que
lo que parece ser un mundo estructurado no es sino una realidad dinámica y que lo
que hacemos es ‘traducir’ el orden explícito como por medio de una lente. Si así
fuera [significa que] tenemos los lentes que captan el espacio-tiempo. Si los
procesos principales se realizan en el dominio espectral, resulta absurdo efectuar
esa transformación y retransformación. ¿Para qué tendría el cerebro que modificar
una y otra vez lo captado? La razón es la misma que en el caso de las tomografías:
el ahorro de espacio y el manejo de un inmenso cúmulo de información. Es mucho
más sencillo obtener una imagen integral en el dominio espectral y luego revertirla
para formar el objeto. A esta conclusión me ha llevado la evidencia.

74
Este proceso se relaciona con la holografía. Si se piensa que el cerebro decodifica la
realidad de manera matemática, esta operación bien puede realizarse por medio de un
impulso nervioso que se traslada a través de una red de fibras nerviosas que se cruzan
por todo el cerebro, de la misma manera que los patrones de interferencia del rayo láser
se cruzan en toda el área de la película que contiene una imagen holográfica. Pribram
cree que el cerebro es, en sí, un holograma y, si el cerebro funciona como un holograma,
tiene acceso a un todo mayor, a un campo o “esfera de frecuencia holística” que
trasciende los límites espaciales y temporales.
En una conferencia Pribram expuso “una teoría polifacética que podría dar cuenta de
la realidad sensorial como ‘un caso especial’ construido por las matemáticas del cerebro,
pero sacado de un dominio situado más allá del tiempo y del espacio y donde sólo
existen frecuencias. La teoría podría dar cuenta de todos los fenómenos que parecen
contravenir toda la ‘ley’ científica existente, al demostrar que tales restricciones son
producto de nuestros constructos perceptuales. La física teórica ha demostrado ya que
los acontecimientos no pueden describirse en términos mecánicos a niveles subatómicos
[...] Pribram ha reunido, durante una década, pruebas de que la ‘estructura profunda’ del
cerebro es esencialmente holográfica, de modo análogo al proceso fotográfico sin lente
por el que Dennis Gabor recibió el Premio Nobel”66.
Pribram67 dice que, al igual que la física newtoniana sigue sirviéndonos en la vida
práctica, la relatividad para comprender el Cosmos y la cuántica para captar la
microrrealidad, el paradigma holográfico funciona para explicar ciertos aspectos de
nuestra humanidad que no pueden comprenderse por medio de las actuales disciplinas
biológicas o fisiológicas, como el almacenamiento de la memoria.
Nuestra asombrosa habilidad de retirar inmediatamente imágenes del almacén de
nuestra memoria, se entiende mejor si pensamos que el cerebro funciona bajo los
principios holográficos. Por ejemplo, cuando alguien, que conoce a un zorro, escucha la
palabra “zorro”, imagina inmediatamente al animal y no tiene que empezar a buscar en
un inmenso e imaginario archivo mental, empezando desde la a hasta llegar a la z de
zorro.
Una de las cosas más asombrosas del proceso humano de pensamiento, es que cada
información que poseemos está instantáneamente interrelacionada con toda otra
información que tenemos, que es, a su vez, intrínseco al holograma. Porque cada porción
de un holograma está infinitamente interconectada con cada otra porción, tal vez sea el
ejemplo supremo de la naturaleza como sistema cruzado-correlativo68.
Se ha estimado que el cerebro humano tiene la capacidad de memorizar, en promedio,
durante una vida humana, del orden de 10 billones de bits. Esto sería, aproximadamente,
5 veces la información que contiene la Enciclopedia Británica. Ahora bien, los
hologramas tienen una increíble capacidad de almacenamiento de información.
Cambiando el ángulo por el cual dos láseres chocan con un pedazo de película, es
posible grabar diferentes imágenes en la misma superficie. Se ha demostrado que un
centímetro cúbico de película puede contener, aproximadamente, 10 billones de bits de

75
información69.
El almacenamiento de la memoria no es el único enigma neuropsicológico que se
puede entender mejor a la luz del modelo holográfico que hace Pribram del cerebro.
Otro es cómo el cerebro puede traducir la avalancha de frecuencias que recibe vía los
sentidos (frecuencias de luz, frecuencias de sonido, etcétera) y convertirlas a nuestro
mundo concreto de percepciones. Y, justamente, codificar y decodificar es lo mejor que
hace un holograma. Un holograma funciona como una especie de lente, como un aparato
traductor que puede convertir una mezcla sin sentido de frecuencias en una imagen
coherente70.
Pribram cree que el cerebro usa los principios holográficos para, matemáticamente,
convertir las frecuencias que recibe a través de los sentidos, en la realidad de nuestras
percepciones.
En la actualidad se ha logrado reunir una enorme evidencia de que el cerebro usa
principios holográficos para efectuar sus operaciones.
Un cuerpo impresionante de investigación efectuada en muchos laboratorios ha
demostrado que las estructuras del cerebro ven, oyen, gustan, huelen y sienten mediante
un sofisticado análisis matemático de las frecuencias temporales y/o espaciales71.
El paradigma holográfico explica la realidad, sea ésta física, biológica o social, como
una infinita variedad de frecuencias en interacción que forma patrones de interferencia
con nuestro cerebro y, por medio de transformaciones matemáticas, las reduce a patrones
más simples. Aunque inicialmente el cerebro es un holograma dentro de un holograma
mayor indiferenciado (del mismo modo como las teorías psicodinámicas de Freud
sugieren que el niño carece de conciencia de separación entre él y el exterior), el
aprendizaje hace que podamos responder a ciertas frecuencias y no a las
transformaciones constantes de frecuencias. Unos pocos hologramas selectos se
estabilizan y aparentemente se separan unos de otros convirtiéndose en “cosas”. Los
hologramas, formados como memoria, refuerzan la impresión de que hay cosas
separadas y así el mundo espaciotemporal explícito que conocemos evoluciona a partir
del universo implícito de ondas y frecuencias72.
Además, estos campos suponen la existencia de una memoria colectiva donde quedan
permanentemente almacenados las experiencias de todas las especies vivientes,
influyendo sobre las conductas y desarrollos de la evolución de aquellas y, a su vez,
siendo influidas por éstos. La forma en cómo esta influencia se lleva a cabo es por
resonancia mórfica, concepto cercano al de sintonía y sincronía de Jung73.

La respuesta a si el mundo es un holograma sólo se le hizo clara a Pribram cuando


conoció la teoría de David Bohm. Una conversación con su hijo, que es físico, lo llevó a
las teorías recientes de Bohm y se emocionó al descubrir que éste especulaba con que la
índole del Universo podría parecerse más a un holograma, un campo de frecuencias y
potencialidades subyacente a la ilusión de concreción y que señalaba que, desde Galileo,
la ciencia había objetivado la naturaleza al contemplarla a través de lentes74.

76
Pribram se sobrecogió ante el pensamiento de que las matemáticas del cerebro
pudieran ser una forma más cruda de lente. Tal vez la realidad no sea lo que vemos con
nuestros ojos. Si no tuviésemos esa lente es posible que conociésemos un mundo
organizado en el campo de frecuencia. Ni espacio ni tiempo, sino únicamente
acontecimientos. ¿Puede “leerse” esa realidad en ese campo? ¿Y si existe una matriz que
no objetiva a menos que le hagamos algo? Cabe que las propias representaciones del
cerebro, su abstracción, sean idénticas a un estado del Universo75.
Pribram apuntaba las extraordinarias intuiciones de los místicos y de los antiguos
filósofos durante siglos, anteriores a la verificación científica. Un ejemplo lo constituye
la descripción de la glándula pineal como “tercer ojo”. Últimamente se descubrió que la
glándula pineal podría ser una especie de superglándula maestra, puesto que su secreción
de melatonina regula las actividades de la pituitaria, considerada desde hace tiempo la
glándula maestra del cerebro76.
También, en este orden de ideas, habría que reexaminar las obras de Giordano Bruno:
De la causa, del Principio y de la Unidad y Del Infinito del Universo y de los Mundos, a
la luz del modelo holonómico y del orden implícito77.
Bohm78 le permitió a Pribam consolidar la teoría holonómica, al postular que el
holograma es el punto de partida de una nueva descripción de la realidad: el orden
implícito. La realidad “clásica” está centrada sobre las manifestaciones secundarias, el
aspecto explícito de las cosas y no su fuente. Estas apariencias se abstraen de un flujo
intangible, invisible, que no se compone de partes. Se trata de una interconexión
inseparable. Bohm agrega que las leyes físicas primarias no serán descubiertas jamás por
una ciencia que ensaya “quebrar el mundo en sus constituyentes”. No hay entonces
dónde buscar las energías que transmiten la sanación ni los fenómenos parapsicológicos,
porque la matriz transciende el tiempo y el espacio: ella es potencialmente simultánea y
ubicua. Este enfoque permite considerar como posible que todo el saber, el pasado, el
futuro y puede ser que varios otros datos que nos son desconocidos, están almacenados
“en alguna parte”.
Pribram, al comentar la labor de Bohm, formula la hipótesis de que, tal vez, la
cualidad borrosa que presenta la realidad en el plano subatómico no sea más caótica o
aleatoria que el torbellino sin sentido que se observa a simple vista en un holograma
antes de que se haga pasar por él un rayo láser y postula que, incluso en un nivel
asequible para nuestras percepciones, la realidad objetiva sea holográfica y pueda ser
considerada nada más que como un “dominio de la frecuencia”. Esto significa que
quizás ni siquiera el mundo que conocemos está formado por objetos79.
Nosotros podríamos ser mecanismos sensores que se mueven a través de una vibrátil
danza de frecuencias. Pribram sugiere que la razón por la cual trasladamos esa trémula
danza de frecuencia a la solidez y objetividad del Universo tal como lo conocemos,
reside en que nuestros cerebros operan con arreglo a los mismos principios holográficos
que rigen la danza de frecuencias y es capaz de convertirlas en una imagen, en forma
muy similar a como un receptor de TV convierte las frecuencias que recibe en una

77
imagen más coherente80.
En apoyo a su hipótesis de que nuestros sistemas perceptuales funcionan con arreglo
a frecuencias, Pribram señala que existen pruebas indiscutibles de que nuestros sistemas
visuales son también sensibles a las ondas sonoras. Sólo en el reino holográfico de la
conciencia, sugiere, esas ondas son clasificadas y convertidas en percepciones
convencionales. Además, subraya que, incluso en el nivel celular, tanto los animales
como los seres humanos son sensibles a una amplia gama de frecuencias que no
necesariamente traducimos a percepciones. De ello concluye que nosotros no creamos la
realidad ni nos limitamos meramente a recibirla. Pribram escribe: “creo que el cerebro
genera sus propias construcciones e imágenes de la realidad física. Pero al mismo tiempo
las genera en tal forma que entran en resonancia con lo que realmente existe allí”81.
El modelo holográfico de Pribram sobre el cerebro, unido a la teoría de Bohm, pone
de manifiesto que lo concreto del mundo es una realidad secundaria y que lo que “ésta”
es, actualmente, es un conglomerado de frecuencias; y si el cerebro es también un
holograma y solamente selecciona alguna de las frecuencias de este conglomerado y las
transforma matemáticamente en percepciones sensoriales, ¿qué pasa entonces con la
realidad objetiva?82.
Para decirlo de acuerdo al paradigma holográfico, la realidad cesa de existir. Nosotros
somos “receptores” flotando a través de un mar kaleidoscópico de frecuencias y lo que
extraemos de este mar y transformamos en realidad, es sólo un canal de muchos
extraídos del superholograma.
Estos nuevos puntos de vista de la teoría cuántica nos obligan a ver al Universo, no
como una colección de objetos físicos, sino más bien como una red compleja de
relaciones entre las distintas partes de un todo unificado83. A su vez, cuando Pribram84
piensa que el cerebro funciona como un holograma y que la memoria se encuentra
distribuida en todo él, lo que propone es que el cerebro tiene acceso a un todo mayor que
rebasa los límites espaciales y temporales y forma una “unidad con el Universo”. Y no
sólo esto, además, se pregunta “¿y si el mundo real no está hecho, después de todo, con
objetos? ¿Y si es un holograma?”. Si el Universo es un holograma, todo es una ilusión y
depende de la forma en que captamos a este Universo holográfico; así tenemos que el
cerebro es un holograma que interpreta un Universo holográfico y es nuestra visión con
lentes, la que no nos deja percibir la realidad holográfica; y si, como dice la física
cuántica, el espacio y el tiempo mismos son contextuales y su significado está definido
en relación con el modo de observación, el mundo objetivo no existe y la realidad es un
tipo de superholograma en el cual el pasado, el presente y el futuro coexisten85.
Leibnitz86, filósofo del siglo XVIII, describió un sistema de mónadas que coincide
sorprendentemente con el nuevo paradigma, apunta Pribram. Y no sólo fue precursor en
su sistema de mónadas, su descubrimiento del cálculo integral le permitió a Gabor
inventar el holograma, doscientos años más tarde87. Cuando uno se pregunta ¿cómo
surgieron estas ideas milenios antes de que dispusiéramos de las matemáticas para
comprenderlas? Wilber88 responde que, tal vez, en el estado holográfico, en el dominio

78
de la frecuencia, hace 4 mil años sea mañana.
En un Universo holográfico, el mismo tiempo y espacio dejarán de verse como
fundamentales, porque conceptos tales como “localización” desaparecen en un Universo
en el que ya nada está separado de nada; y el tiempo y el espacio tridimensional, como
las imágenes del pez en los monitores de TV, deben verse también como proyecciones
de un orden más profundo. En un nivel más profundo, la realidad es una forma de
superholograma, en la cual el pasado, el presente y el futuro existen simultáneamente89.
A esta nueva figura de la realidad, síntesis de los puntos de vista de Bohm y Pribram,
se le llama El paradigma holográfico y, a pesar de que muchos científicos lo han tomado
con escepticismo, un pequeño grupo de investigadores cree que podría ser el modelo
más exacto de la realidad a que la ciencia ha llegado hasta este momento. Inclusive,
algunos autores creen que puede resolver varios de los misterios que hasta ahora no han
sido explicados por la ciencia90.

El modelo holográfico de la conciencia

Tal vez el aspecto más enigmático de la teoría de Bohm es la forma en que puede
aplicarse a nuestra comprensión de la mente humana y la conciencia. Bohm cree que si
cada partícula de la materia se interconecta con todas las demás, el cerebro mismo puede
ser visto como infinitamente interconectado con el resto del Universo y cree que
semejantes interconexiones podrían incluso proyectar luz sobre el fenómeno de la
conciencia91.
Uno de los grandes misterios ha sido siempre el de la mente y el cuerpo. Expresado
en forma sencilla, ese problema puede enunciarse mediante las siguientes preguntas:
¿existe alguna diferencia fundamental entre la mente y el cuerpo?, ¿qué es la
conciencia?, ¿es ella simplemente la suma de lo que sucede en nuestros cerebros o es
algo más, algo fundamentalmente distinto de la materia y, por lo tanto, quizás capaz de
sobrevivir a la muerte del cuerpo físico?
La respuesta de la ciencia es que no existe ninguna distinción última entre mente y
cuerpo. Conciencia es sinónimo de cerebro y cuando el cerebro muere, todas aquellas
cosas que asociamos a la conciencia (la percepción de nosotros mismos y de otras cosas,
los actos del entendimiento, etcétera) mueren con él. El punto de vista opuesto sostiene
que somos más que la suma de nuestras partes y que cuando morimos algún aspecto de
nuestra conciencia sobrevive.
Si aceptamos esta perspectiva, ahora la pregunta sería la siguiente: ¿qué es ese “algo”
que sobrevive? Un pensador que articuló con inusitada claridad en qué podría consistir
ese “algo” fue el filósofo y matemático René Descartes. Descartes describió la materia
como “sustancia extensa” y, por “sustancia extensa” entendió la materia como algo que
está hecho de distintas formas y existe en el espacio. En contraste con esto, dijo que la
conciencia es “sustancia pensante” y al establecer una distinción tan nítida entre ambas,
consideró claramente que las distintas formas que se presentan en el pensamiento no

79
tienen extensiones o separaciones en el espacio tal como lo conocemos92.
Bohm se muestra particularmente interesado en esa distinción y señala que las
diferencias que Descartes establece entre conciencia y materia son precisamente las
mismas que él indica entre el orden implícito y el orden explícito93. Y que mediante
reflexiones y el examen cuidadoso de lo que sucede en algunas experiencias es posible
obtener nuevas y valiosas claves acerca de la probable conexión entre la conciencia y el
orden implícito94.
Bohm sugiere, por ejemplo, que consideremos el proceso que se opera cuando se
escucha una bella composición musical. En algún momento dado, es posible que sea
ejecutada una sola nota, pero de alguna manera la mente conecta cada nota en el seno de
una sensación de totalidad. Así, uno no experimenta la realidad de la pieza entera
aferrándose al pasado o comparando alguna nota determinada con el propio recuerdo de
las anteriores. Más bien cada nota causa una “transformación activa” de lo que hubo
antes. Dice Bohm: “Uno puede así obtener una sensación directa de la forma en que una
secuencia de notas se pliegan en muchos niveles de conciencia y de cómo en cualquier
momento dado las transformaciones que fluyen de tantas notas plegadas se penetran y se
mezclan entre sí para dar origen a un sentimiento inmediato y primario de
movimiento”95. Además, abunda en que ésta es una manera en que cada uno de nosotros
adquiere experiencia de primera mano acerca de la naturaleza holográfica e implícita de
la conciencia. Esta no es la única prueba disponible que sugiere la posibilidad de que la
conciencia sea holográfica.
Aunque el modelo de Copenhagen es el más alejado del misticismo y, por lo tanto,
más cómodo, dentro del marco de su interpretación, dos grandes científicos, el genio
matemático John Avon Neumann y el físico Eugene P. Wigner, ganador del Premio
Nobel de Física de 1963, propusieron, ya en los años treinta, que los fenómenos
cuánticos se debían a la directa interacción de la mente humana con la realidad material
y reconocieron que la conciencia humana y la realidad cuántica están interconectados en
forma inextricable.
De hecho, una de las explicaciones más atrevida es la que se encuentra en la tesis de
Wigner: el experimentador influye, de forma inextricable, en las observaciones en tanto
que instrumento participante. ¿Cómo? Con su conciencia, con la que produce un
“colapso” en la función de onda (“derrumbándola”), colapso que, teóricamente, el
mecanismo cerebral es capaz de producir96. También tenemos esta afirmación de Bohm,
extraña para un físico: “El electrón, si tenemos en cuenta que responde a un significado
de su entorno, está observando el entorno: hace lo mismo que los seres humanos”97.
También existe un experimento en neurofisiología cerebral de Jacobo Grinberg-
Zylberbaum98, científico mexicano, autor de la Teoría sintérgica, en el que se pretende
demostrar que: “la dicotomía materia-conciencia es falsa y que lo único existente es la
conciencia en diferentes niveles”. En él, Grinberg-Zylberbaum pretendía emular los
famosos resultados obtenidos por la paradoja EPR de 1935, con partículas subatómicas y
observó que cuando dos partículas elementales (por ejemplo, electrones) interactúan y

80
después se separan espacialmente, una modificación posterior en la trayectoria de una de
ellas causa una modificación concomitante en la trayectoria de la otra, con
independencia de la distancia entre ellas. Parece ser que, de algún modo, están en
comunicación o conocen lo que le sucede a la otra, que concuerda con el experimento de
Bell. No hay explicación científica oficial. Einstein se desentendió del asunto
reconociendo su incapacidad para explicarlo. Pero existe una fuerte corriente que
comienza a desempolvar los conceptos de éter y de la conciencia a los niveles cuánticos.
Después de haber comprobado experimentalmente que la tasa de correlación cerebral
interhemisférica y la propia actividad electrofisiológica se volvía similar en sujetos que
estuviesen en comunicación directa (independientemente de los canales sensoriales
habituales), la tesis EPR de Grinberg-Zylberbaum para sujetos humanos es que, después
de que estuvieran en comunicación directa, la separación y/o aislamiento espacial de
cada uno de ellos no implicaría la total incomunicación entre ellos.
“Para ello, pares de sujetos se hicieron interactuar en el interior de una cámara de
Faraday y después fueron separados en dos cámaras aisladas. Una vez en las dos
cámaras, a uno de los sujetos se le estimuló con destellos luminosos y sonidos para
lograr potenciales provocados en la zona del vertex. Al mismo tiempo el otro sujeto
mostró la aparición de 'potenciales transferidos' en la misma zona tal y como puede
observarse en las figuras...”99
“Puesto que el sujeto en el cual se registraron los potenciales transferidos no sabía
cuándo se estimulaba al otro sujeto, los resultados indican que la paradoja EPR existe a
nivel humano”100.
Bohm, en su búsqueda de la conciencia ha realizado contribuciones decisivas a la
física cuántica y a la relatividad, pero, a su vez, la física le enseñó “la necesidad de
comprender que el mundo es un todo”101, lo que lo llevó al modelo holográfico que
propone el neurofisiólogo Karl Pribram para el cerebro.
Trabajando simultáneamente y sin tener contacto directo con David Bohm durante los
años de 1970 a 1980, Pribram también propuso un modelo holográfico de la conciencia.
En apoyo a sus conclusiones, Pribram menciona pruebas de que la memoria no aparece
localizada en ningún área particular o célula individual del cerebro, sino que parece
distribuirse de tal manera que coincide con la totalidad del cerebro.
El modelo de Pribram expone que la noción con la que trabaja la conciencia no se
almacena en ningún lugar especial del cerebro, sino que se encuentra distribuida en toda
su superficie, o en áreas extensas. Cada vez que la información se necesita, se hace una
selección que es captada por todo el cerebro. Y “lo mismo ocurre con el holograma
existente fuera del cerebro”102. En palabras de Pribram, “el holograma del holograma”.
Fueron los estudios de este último sobre la memoria y el funcionamiento del cerebro los
que condujeron a Bohm a la conclusión de que, en muchos aspectos, el Universo opera
como un holograma.
A su vez, el trabajo de Bohm en la física subatómica y en el “potencial cuántico”
llevaron a Pribram a la conclusión de que las entidades físicas, que parecían separadas y

81
discretas en el espacio y en el tiempo, estaban realmente vinculadas o unificadas de una
manera implícita o subyacente. En términos de Bohm, bajo la esfera explícita o
explicada de cosas y acontecimientos separados se halla una esfera implícita de totalidad
indivisa y el todo implicado está simultáneamente disponible para cada parte explícita.
Es decir, el Universo físico parecería ser un holograma gigantesco, estando cada parte en
el todo y el todo en cada parte. Totalidad que se percibe en momentos tales como en las
experiencias cumbre de los visionarios, las experiencias estéticas o místicas
(sincronicidad para Jung, Pauli y Peat); en esos momentos sí que existe esta percepción,
para la cual: “Los fenómenos físicos no son más que subproductos de una matriz
simultánea en todas partes. Los cerebros individuales son sólo trocitos de un holograma
mayor y, en ciertas circunstancias, tienen acceso a toda la información existente en el
sistema cibernético total. El modelo holográfico es una de esas teorías integrales que
abarca toda la vida salvaje de la ciencia y del espíritu. Quizá sea el paradigma
paradójico, sin límites, por el que ha estado clamando nuestra ciencia. Y, en contra de lo
que todo el mundo sabe que es así, quizá no sea el cerebro el que produce la conciencia,
sino más bien la conciencia la que crea la apariencia del cerebro, la materia, el espacio,
el tiempo y todo lo que nos gusta interpretar como universo físico”103.
Nuestras más fundamentales nociones de la realidad se vuelven inciertas porque en
un Universo holográfico, como dijo Pribram, los eventos fortuitos, tendrían que verse
bajo los principios holográficos y, por lo tanto, determinados. La sincronicidad de
significativas coincidencias, de repente tiene sentido y toda la realidad tendría que verse
como una metáfora, ya que los más improbables sucesos expresarían una simetría más
profunda. La creencia de Pribram de que nuestros cerebros construyen,
matemáticamente, evidencia “dura” recibiendo “input” del dominio de las frecuencias
nos lleva, también, a la teoría de los campos morfogenéticos. Se ha descubierto que cada
uno de nuestros sentidos es sensitivo a un rango mucho más grande de frecuencias de lo
que se había pensado antes104.

La investigación y teoría de Pribram abarcan todo el espectro de la conciencia


humana105: el aprendizaje y los trastornos de aprendizaje, la imaginación, el significado,
la percepción, la intención, las paradojas de la función del cerebro. Algunos de sus
conceptos clave, son:

· Los intrincados dispositivos matemáticos del cerebro pueden depender de


interacciones de las uniones entre células (sinapsis) por medio de una red de
fibras finas establecida en los axones ramificantes.
· La información puede distribuirse como holograma. Parece que el cerebro tiene
una capacidad de procesamiento paralelo que apunta a una óptica de modelos en
donde las conexiones están formadas por senderos atravesados por la luz, además
de sus conexiones más limitadas de ordenador digital o lineal. Un modelo de
distribución semejante al del holograma explicaría también cómo, una
determinada memoria, no tiene ninguna ubicación, sino que está esparcida por el

82
cerebro.
· Una especie de efecto estéreo de input sensorial, auditivo, kinestésico, etcétera,
hace que la percepción puntual salte al espacio, como cuando dos altavoces en
estéreo están tan equilibrados que el sonido parece salir de un punto medio entre
ambos. Estos fenómenos implican alternación de frecuencia y relaciones de fase.
· Pribram piensa que la experiencia trascendental también podía implicar cierto
tipo de proyección. Decía que sus observaciones de la experiencia trascendental
señalaban cierto papel de los circuitos en torno a la amígdala y que controlan la
unión de los mecanismos de retroalimentación y de avance en el cerebro. Estos
circuitos han sido la sede de trastornos patológicos, así como lo déjà vu y la
“conciencia sin contenido” de los estados místicos.
· Cree que se demostrará cómo las neuropéptidas, las moléculas grandes
recientemente descubiertas, regulan los emisores cerebrales y representan un
adelanto decisivo en la comprensión de la función del cerebro.
· También cree que la experiencia mística no es más rara que otros fenómenos,
tales como la depresión selectiva del ADN con el fin de formar primero un
órgano y luego otro.
· Apunta que no existe la metáfora, o, en cierto sentido, que toda metáfora es
cierta. “Todo es isomorfo”. (En la filosofía oriental: “Como arriba es abajo; como
abajo es arriba”106.)
· La sincronicidad, coincidencia significativa. tiene sentido en un Universo
significativo, holográfico. Pribram propone que hasta la distribución aleatoria
está basada en principios holográficos y, por lo tanto, está determinada. “La
incertidumbre de la ocurrencia de los acontecimientos sólo es superficial”. Hay
simetrías subyacentes y no sólo acontecimientos fortuitos y cita las observaciones
recientes de “giros” en la física y la insistencia de Einstein en que “Dios no juega
a los dados con el Universo”.

Pribram estableció que el cerebro crea el espacio, el tiempo, los objetos y la realidad
exterior misma. Y Aspect propuso a través de sus observaciones en el laboratorio, en
París en 1982, que todas las partículas del Universo están interconectadas entre sí en
forma instantánea o, quizás, fuera del tiempo.
Esta especulación lleva a un cambio radical en el concepto de ciencia. Bohm, por
ejemplo, espera que la ciencia y el arte lleguen a fundirse algún día; dice que esta
separación es sólo temporal, ya que no existía en el pasado y no hay motivos para que
exista en el futuro. Horgan107 dice: “En el futuro de la ciencia va a haber algo que se
parecerá bastante a la poesía”. La ciencia va a seguir, con toda seguridad, la senda ya
recorrida por la filosofía, la literatura, el arte y la música.

El holograma como modelo de una nueva descripción de la realidad

83
Según lo ve Bohm, si el Universo es no local en un nivel subcuántico, esto significa que
la realidad es, en última instancia, un tejido sin costura y que sólo nuestros propios
modos de pensar nos llevan a dividirla en categorías arbitrarias como “mente” y
“cuerpo”, lo cual nos conduce también a estimar que la vida está fundamentalmente
separada de la no vida. Para Bohm no hay dualidad porque ambas categorías son
secundarias y derivadas y están incluidas en un fundamento común superior.
Bohm considera que incluso la vida misma presenta aspectos de un orden implícito
inscritos en toda ella, por ejemplo, de acuerdo con los acontecimientos biológicos
convencionales, una semilla contiene una cantidad muy pequeña de la sustancia material
real que estará contenida finalmente en la planta que crecerá de ella. La mayor parte de
sustancia de la planta viene del suelo, del agua, del aire y de la luz solar. De acuerdo con
las teorías modernas, lo que la semilla realmente contiene es información bajo la forma
de ácido desoxirribonucleico (ADN) y de alguna manera es esta información lo que
dirige la acción del ambiente para que forme la planta correspondiente. Sin embargo, al
ser la planta formada, mantenida y disgregada por el intercambio de materia y energía
con su ambiente, ¿en qué punto podemos decir que hay una distinción tajante entre lo
que está vivo y lo que no lo está? Del mismo modo, cuando una molécula de dióxido de
carbono cruza de pronto el límite de una célula y entra en una hoja, no empieza a vivir
en forma súbita, ni tampoco una molécula de oxígeno muere de golpe cuando la hoja la
expulsa a la atmósfera. Según lo entiende Bohm, esa falta de límites entre lo que está
vivo y lo que no lo está subraya de nuevo la inoperancia de un enfoque estrictamente
mecanicista del Universo. En vez de tratar de dividir al Universo en partes que están
vivas y partes que no lo están, es preferible el enfoque que lo ve como a una totalidad
continua, en la cual tanto las cosas vivientes como las que no viven constantemente se
pliegan y se desenvuelven.
Podría decirse que en el suelo, en el aire y en el agua existe un conjunto de átomos
que finalmente se convertirán en una planta. Según el punto de vista común, no puede
decirse con propiedad que estén vivos, pero a juicio de Bohm es posible que el orden
que identificamos como viviente ya se encuentra implícito en aquellos átomos
incorporados al superholograma de la realidad, tal como el orden que reconocemos en la
gota de tinta está ya plegado a la glicerina.
Estas apariencias se abstraen de un flujo intangible, invisible, que no se compone de
partes. Se trata de una interconexión inseparable. Y también dice que la ciencia que
pretende separar el mundo en sus partes no puede descubrir las leyes físicas primarias.
Esta ausencia de separación entre mente y cuerpo, afirma Bohm, puede conducir a
nuevas evaluaciones de nosotros mismos y de nuestro rol en el Universo, por ejemplo, si
el Universo es holográfico y cada cerebro humano “penetra” en otro cerebro humano (y
ciertamente en toda otra partícula del Universo), en algún nivel que está más allá de la
experiencia subjetiva común, la raza humana bien podría consistir en un solo organismo.
Pero respecto a la posibilidad de que esta situación de interconexión pueda introducir
fenómenos similares a la percepción extrasensorial (PES), Bohm se manifiesta muy

84
cauteloso: “Personas distintas que de algún modo están sintonizadas entre sí pueden
desarrollar nociones comunes a ambas al mismo tiempo. Esto casi no podría
diferenciarse de lo que entendemos por telepatía”. En rigor, Bohm cree que si lo
paranormal existe, “sólo es posible comprenderlo por referencia al orden implícito,
puesto que en ese orden todo está en contacto con todo y, en consecuencia, no hay
ninguna razón intrínseca para que lo paranormal sea imposible”108.
Así pues, Bohm cree que algún día podría ser factible para la gente percibir el
fundamento común, superior y multidimensional en el que la conciencia y la materia ya
no estén separadas y, en esencia, sean una especie de “mente del cuerpo”. Bohm no sabe
dónde ni cómo puede ser percibido ese plano superior, sólo dice que “es una realidad
más profunda y más hacia dentro” que “no es mente ni cuerpo, sino más bien una
realidad dimensional más alta aún”109 y, aunque no podría decir cuántas dimensiones
tendría esa realidad más alta, sugiere que en el nivel superholográfico el Universo podría
tener tantas dimensiones como partículas subatómicas hay en nuestro mundo
tridimensional, es decir, una cantidad aproximada de 10 a la 89. Incluso, afirma que ese
nivel superholográfico podría no ser más que una “mera etapa” más allá de la cual existe
“una infinitud de nuevos avances”110.
¿Qué otros rasgos podrían caracterizar semejante fundamento común más alto y
multidimensional? Bohm escribe que: “Es vasto y rico y está en permanente estado de
plegarse y desplegarse, dotado de leyes que en su mayoría sólo son vagamente
conocidas”111. Pero debido a que la conciencia y la materia, la vida y la no vida son una y
la misma cosa, su totalidad misma debe ser entendida como dotada de esas cualidades.
En otras palabras, la naturaleza misma debe ser vista como un organismo viviente y
dadas las diversidades y la riqueza de formas que el superholograma perpetuamente
derrama, es válido concluir que “tiene propósito” y posee una “intencionalidad
profunda”. Toda la creatividad y la capacidad de intuición profunda que nosotros
mismos experimentamos también deben ser vistas como una derivación de ese
fundamento común. En este sentido, podríamos decir que la naturaleza nos ha hecho ir
en busca de ella misma. Tal vez por eso exista en todos nosotros un profundo impulso
hacia la comprensión del Universo112.
Por lo tanto, ya no sería correcto seguir hablando del nivel multidimensional de la
naturaleza como si se tratara de un plano material, más bien, concluye Bohm, “se le
podría llamar, con igual propiedad, Idealismo, Espíritu, Conciencia. La separación de
dos elementos (la materia y el espíritu) es una abstracción. El fundamento es siempre
uno”113.
Las implicaciones de esta teoría son muy profundas para cualquier aspecto de la vida
humana, así como para la ciencia, por ejemplo, los fenómenos de estados amplificados
de conciencia, que reflejan estados modificados del sistema nervioso, pueden ser
considerados en lo sucesivo como debidos a un afinamiento con la matriz invisible que
genera la realidad concreta (gracias a ese mismo sistema nervioso). Esto puede hacer
posible la interacción con la realidad a un nivel primario, dando origen a la

85
precognición, psicokinesis, sanaciones, distorsión de la duración del tiempo, aprendizaje
ultra rápido, etcétera. Se piensa en las experiencias de unidad con la conciencia cósmica,
en las convicciones de que la realidad ordinaria es una ilusión, en las descripciones de un
vacío paradojalmente lleno, todo esto confusamente descrito después de la meditación,
de ejercicios diversos, o consumo de alucinógenos por los cosmonautas del
inconsciente114.
La reacción ante los puntos de vista de Bohm es variada. Algunos investigadores
como el físico Terry Clark de la Universidad de Sussex hablan acerca de Bohm en
términos muy respetuosos: “Para nosotros, los más jóvenes, Bohm fue una inspiración al
tratar de salir de esos cerrados puntos de vista filosóficos que la escuela de Bohr fundó
en las décadas de 1920 y 1930 y las siguientes”115.
Pero también, muchos científicos critican lo sostenido por Bohm. El físico Abner
Shimony de la Universidad de Boston dice: “Es necesario tributarle un enorme respeto y
abrirle amplio crédito por sus importantes realizaciones en el campo de la física; pero si
uno se empeña a fondo en entender sus ideas y aún así no lo consigue, uno no puede
menos que remitirse a su propio juicio”. Lo que Shimony le critica a Bohm es que
todavía no haya ofrecido la formulación matemática clara de sus teorías. Otros
argumentan que las ideas de Bohm todavía no son suceptibles de ser sometidas a
demostración experimental, la cual constituye la prueba de fuego de toda teoría
científica116.
Hay que señalar que Bohm siempre puso en relieve que a su teoría le faltaba mucho
para estar completa y que la base matemática sólo era tentativa. Señalaba que así como
se idearon métodos que por fin permitieron poner a prueba la conjetura de Einstein-
Podolsky-Rosen, también se han de elaborar técnicas que permitan a los investigadores
probar o refutar sus especulaciones sobre la existencia de una realidad subcuántica. La
mayoría de los físicos, sin embargo, no prestan atención a la obra de Bohm porque se
basan en la convicción de que más allá del cuanto no hay nada. Rechazan tajantemente
la posibilidad de lo contrario. Y, ya que aún no se ha encontrado una comunicación
instantánea entre objetos separados por el espacio y el tiempo, los conocimientos
actuales sostienen que la comunicación instantánea nunca puede ocurrir. Esta es,
entonces, una de las lecciones más importantes que pueden extraerse de la tarea de
Bohm: al margen de los detalles específicos de su teoría, está el hecho de que él es una
voz que disiente y uno de los pocos físicos de reconocido nivel con valor para poner en
juego su “prestigio” por la convicción de que en el reino subatómico suceden más cosas
que las explicadas por la teoría actual117.
Es conveniente subrayar que este paradigma ha surgido de mentes privilegiadas:
Pribram, neurocirujano e investigador del cerebro, amigo del maestro de zen occidental
Alan Watts y de Bohm, físico teórico, colaborador de Einstein y amigo íntimo de
Krishnamurti.

La teoría de los campos morfogenéticos y la resonancia

86
A principios de la década de los ochentas, Rupert Sheldrake, bioquímico inglés, Director
del Centro de Investigaciones Bioquímicas de la Universidad de Cambridge, revolucionó
el campo de la ciencia biológica e impactó otras disciplinas como la física y la
psicología a partir del desarrollo de su hipótesis sobre la resonancia mórfica y los hábitos
de la naturaleza. Basándose en nociones vagas acerca de los campos morfogenéticos
planteados por Weiss en 1939, el autor formula una teoría demostrable a partir de esta
hipótesis.
Sheldrake118 se plantea varias preguntas: ¿Qué es lo que hace a un sistema optar por
uno de los caminos posibles en un determinado proceso físico-químico? ¿Qué permite
que las cosas tengan una forma determinada? ¿Qué genera que las moléculas se agrupen
de una determinada manera y las sociedades se comporten de acuerdo a patrones
predecibles? ¿Somos producto de una memoria colectiva? ¿Cómo distingue el ADN que
debe, según donde esté, duplicarse como piel, uña o cartílago?, etcétera. Para responder
a estas cuestiones propuso la existencia de los campos morfogenéticos. Éstos se
asemejarían a campos magnéticos que dirigen la duplicación del código genético
biológico y son los responsables de la especialización del ADN en órganos diferentes, el
mecanismo para llevarlo a cabo sería la resonancia mórfica. De esta manera, el ADN
respondería de forma diferencial al duplicarse de acuerdo a las directrices del campo
morfogenético, “resonando” con respecto a éste, dando lugar a la teoría que él bautizó
como la Formación causativa.
La naturaleza ya no se concibe como gobernada por leyes inmutables. Tiene memoria
y ésta se propaga por medio de un proceso de conexión no material denominado
resonancia mórfica. Toda la naturaleza es evolutiva y según su hipótesis de la
Formación causativa, la memoria es inherente a la naturaleza. Esta memoria es
acumulativa y mediante la repetición se hace habitual. Las leyes que creemos inmutables
obedecen a la observación de estos hábitos. Afirma Sheldrake119 que: “Las cosas son
como son porque fueron como fueron. La naturaleza de las cosas depende de unos
campos mórficos que son regiones no materiales que actúan a través del tiempo y del
espacio. Se localizan tanto en los sistemas que organizan como a su alrededor
[...] no desaparecen: son patrones organizativos de influencia potenciales y pueden
volver a aparecer en otro tiempo y lugar, en el momento y lugar en que las condiciones
físicas sean las adecuadas. Cuando vuelven a aparecer contienen en ellos mismos un
recuerdo de sus existencias físicas anteriores”.
El proceso en el cual el pasado se hace presente en los campos mórficos es lo que
Sheldrake denomina resonancia mórfica, es decir, el proceso que conlleva la transmisión
de influencias causales formativas que actúan a través del tiempo y el espacio.
En vez de leyes naturales, son estos hábitos los que pasan a condicionar los procesos
de evolución y crecimiento. Las estructuras no son inmutables sino que cambian, al
mismo tiempo que cambia el sistema con el que está asociado. Esta acumulación de
hábitos a través del espacio y el tiempo Sheldrake lo llama la presencia del pasado. En
consecuencia, si creamos hábitos en nuevas estructuras y éstas alcanzan una masa crítica

87
entonces, este hábito se incorporará como campo mórfico a esa estructura.
Casi toda la naturaleza es inherentemente caótica e indeterminada. Los campos
morfogenéticos de todos los sistemas pasados se hacen presentes en sistemas similares
subsecuentes e influyen en ellos de forma acumulativa a través del tiempo y el espacio.
Son campos de forma, patrones, estructuras que ordenan la naturaleza generando una
causación formativa. Estos sistemas naturales son autoorganizados y responden a una
concepción evolutiva diferente a los campos tradicionales de la física.
El autor se interroga: “¿Evolucionan las leyes de la naturaleza? ¿O acaso la realidad
física evoluciona mientras las leyes de la naturaleza permanecen inalterables?120 La
suposición según la cual las leyes de la naturaleza son eternas es el último gran legado
de la vieja cosmología. El concepto de leyes de la naturaleza es metafórico [...] no hay
motivo alguno para suponer que estas regularidades son eternas. Las regularidades de un
Universo evolutivo evolucionan: eso es lo que significa evolución”121.
Al pensar que la memoria pudiera ser inherente a la naturaleza de las cosas, los
fenómenos no se originarían exactamente de igual modo la primera vez que se
produjeran que después de haberse producido millones de veces. Es por ello que
utilizando una página web y apoyado por otros investigadores, se ha dado a la tarea de
propagar por la red diversos ejercicios con la intención de probar, a partir de algunos
experimentos, la incidencia de estos hábitos en las repuestas dado que: “Si un fenómeno
se convierte en más habitual, tiende a producirse con mayor probabilidad a medida que
se repite una y otra vez”122.
Existen ya varios experimentos que parecen dar la razón a Sheldrake quien, para
probar su teoría de los campos morfogenéticos, hizo un experimento en el que colaboró
el canal ITV de Gran Bretaña. En este programa se mostró, a una audiencia de unos 2
millones de espectadores, un dibujo que contenía una imagen oculta. “Unos minutos
después se enseñó la respuesta y se ‘fusionó’ de nuevo con la imagen enigmática, de
manera que la imagen anteriormente oculta era evidente. Al final del programa se volvió
a mostrar el mismo dibujo. Unos días antes de la transmisión televisiva se mostraron
ambos dibujos a un grupo de sujetos de Gran Bretaña, Europa, África y América para,
unos días después, mostrarlos a otro grupo comparable con el anterior. Se tomaron
precauciones de que fueran aquellos que no hubiesen visto el programa (ni tuviesen
noticia de él) los que contestaran las pruebas posteriores. Además se presentaron 2
dibujos parecidos, sirviendo el que no fue revelado como control. El aumento de
individuos que acertaron el dibujo mostrado posteriormente fue un 76% superior,
estadísticamente significativo al nivel del 1%, frente al 9% superior del dibujo control”,
y explica que se debe a que la imagen correcta “ya era conocida” en el campo
morfogenético123.
Para corroborar, en física se dice que si se hace vibrar un diapasón, se producirán una
serie de ondas sonoras llamadas oscilaciones sinusoidales; acercando otro diapasón, tales
oscilaciones lo contagiarán, haciendo que emita la misma clase de oscilaciones. Esto
hace posible pensar al cerebro como a un módulo vibratorio que puede ser impresionado

88
por un módulo holográfico cuatridimensional; así, el cerebro traduciría la realidad a
través de un modelo holográfico reproducido. A lo que se acaba de exponer, la antigua
tradición oriental lo llama el mundo ilusorio; es decir, que la verdadera realidad consiste
en un universo vibratorio (materia-energía) que el hombre traduce a través de la
mente124.
El cosmos evoluciona y hoy se compara más a un organismo en desarrollo que a una
“máquina eterna”125. Es por ello que Sheldrake126 adelanta otra hipótesis: “Tal vez tenga
sentido pensar que el Universo entero es un organismo que lo incluye todo. Si fuera así,
por analogía con todos los organismos que contiene, el Universo entero tendría un
campo mórfico que incluiría, influiría e interconectaría a los campos mórficos de todos
los organismos que contiene”.
Desde la perspectiva de la complejidad, los planteamientos de Sheldrake tienen que
ver con muchos de los principios del pensamiento complejo. Vale destacar sin embargo
los posibles papeles de los campos mórficos —a todos los niveles de complejidad—
cuyas propiedades hipotéticas son la autoorganización; la posibilidad de organización de
patrones espacio-temporales de actividad vibratoria o rítmica; el servir como atractores
de los sistemas bajo su influencia hacia formas características y patrones de actividad; la
capacidad de interrelacionarse dentro y fuera de ellos en una jerarquía u holarquía; el
hecho de ser estructuras probabilísticas y contener una memoria acumulativa dada por la
resonancia mórfica con todos los sistemas similares anteriores y la memoria del pasado
propio; su especial condición creativa y autocreativa expresada en palabras como
adaptabilidad, flexibilidad, ingeniosidad y recursos.
La teoría de los campos morfogenéticos expone que el conocimiento, evolución,
ideas, inconsciente colectivo, estados amplificados de conciencia están al alcance de
todos y que la memoria colectiva almacena todas las experiencias humanas en el campo
morfogenético por lo que, si un número suficiente de personas evoluciona y hace crecer
su conciencia, el modelo de esa experiencia crecerá al interior del campo vibracional,
hasta el punto de influenciar otras personas127.
Para corroborar lo anterior y al contrario de lo que las teorías de Charles Darwin
postulan, existen teorías que afirman que es la cooperación entre especies y ecosistemas
lo que explica mejor la evolución, en vez de la competencia. Es lo que Erich Jantsch
(físico y biólogo) plantea con lo que él llama Coevolución: “El desarrollo de las
estructuras en lo que se llama microevolución refleja el desarrollo de las estructuras de la
macroevolución y viceversa. Las microestructuras y las macroestructuras evolucionan
juntas y en conjunto... los cambios que se producen en la microescala instantáneamente
producen cambios en la macroescala y viceversa”. Ninguno de ambos causa los otros en
el sentido habitual128. Es pues una teoría cooperativa, no competitiva.
Al pensamiento de Sheldrake y en sincronicidad absoluta se articulan sin esfuerzo los
planteamientos de David Bohm sobre la totalidad y el orden implícito que, además,
postula la existencia de una memoria colectiva biunívocamente ligada a la conciencia de
todo lo existente, incluido el hombre y su sociedad129; así como el paradigma holográfico

89
de Pribram; los conceptos de autopoiesis; el Cosmos creativo de Laszlo y los esbozos de
un paradigma de la complejidad que se autoconstruye y autogenera al decir de Maturana.
También Grinberg-Zylberbaum coincide con los postulados de Pribram, Bohm y
Sheldrake.

Las estructuras disipativas

Tomé de José Luis Díaz130 su clara descripción de las estructuras disipativas:

Una nueva ampliación de estas teorías se dio en los años sesenta con el trabajo del
químico ruso-belga Ilya Prigogine, quien se interesó por entender los mecanismos
de cinética de los sistemas químicos, lo que le valió el Premio Nobel en 1977.
Además, Prigogine nos ha dejado un texto fascinante sobre estas teorías y sus
implicaciones, La nueva alianza. En esencia, la idea de Prigogine es que los
sistemas modifican su organización y operaciones de manera global y
relativamente brusca cuando las condiciones internas o externas son lo
suficientemente cambiantes como para sacar al sistema de su equilibrio. Una vez
fuera de equilibrio el sistema puede desorganizarse o adquirir una nueva
organización más apropiada a las nuevas condiciones. Prigogine denominó a estos
procesos de acomodación autógena disipativos y enriqueció considerablemente la
noción de los sistemas complejos, no sólo como aquellos dotados de mecanismos
para autorregular su equilibrio (homeostasis) y dirigir sus transformaciones por
rutas prestablecidas (homeorresis), sino como aquellos capacitados para generar
nuevas funciones y estructuras en presencia de presiones del medio. De esta
manera, la transformación disipativa de Prigogine está caracterizada por el
desequilibrio, la ruptura de las funciones e interacciones existentes, la generación
de novedad y la reformulación de las funciones. Esta idea viene a resolver la
antigua paradoja sobre cómo es posible la aparición de sistemas cada vez más
ordenados y organizados en la evolución, ya que los sistemas, constituidos por
elementos materiales y en concordancia con la segunda ley de la termodinámica,
tienden al desorden.
Un caso particular de transformación, estrechamente vinculado al anterior, es el
proceso de cambio descrito por el matemático y topólogo Rene Thom bajo el
sorprendente nombre de Teoría de las catástrofes. En un sistema en equilibrio
suele suceder que una variable empieza a modificarse sometiendo al sistema entero
a un proceso adaptativo para mantener su equilibrio. En caso de que la variable
continúe operando y lleve al sistema hasta un pico de tensión, el sistema no puede
sino tomar dos opciones opuestas. Por ejemplo, si nos acercamos lentamente a un
perro bravo, el animal no se mueve pero empieza a emitir signos de agresión. Si lo
presionamos aún más llega un momento en el que el perro sólo puede hacer una de
dos cosas: atacar o huir. Este tipo de bifurcaciones y reordenamientos a partir del
desequilibrio se ha convertido en una de esas teorías felices de la ciencia que tiene

90
aplicaciones a múltiples niveles, desde el acomodo de las placas tectónicas y la
producción de sismos hasta la evolución de grupos humanos como familias y
oficinas.

La evolución secuencial de las estructuras disipativas de Prigogine presenta una visión


de cómo el orden y el desorden, el determinismo y el azar pueden ser, simplemente,
diferentes estados del mismo fenómeno. Llega un umbral donde la estructura de un
evento cambia radicalmente mediante un “salto” para configurarse conforme a otra
estructura muy distinta: por ejemplo, la nieve posee una estructura interna fuertemente
definida, distinta a la correspondiente al estado líquido, al hielo o vapor.
“Prigogine ha ampliado o reinterpretado la termodinámica demostrando que su
segunda ley también puede señalar el surgimiento de nuevas estructuras e indicando de
qué manera el orden nace del caos. Revelando todas las implicaciones de la segunda ley,
Prigogine pudo demostrar que cuando flujos de materia y energía sostienen a un sistema
apartado de su punto de equilibrio, es posible que crezcan nuevas formas y órdenes de
estructuras”131.
La termodinámica, la ciencia del calor, puso de manifiesto, ya en el siglo XIX, la
posibilidad de procesos irreversibles, la existencia de una flecha en el tiempo, por la
función de la entropía, que es una magnitud matemática para cuantificar el desorden.
En termodinámica existen tres principios básicos, el segundo, relacionado con la
termodinámica de los procesos irreversibles, afirma que el calor no puede pasar por sí
mismo —sin gasto adicional de energía— de un cuerpo con temperatura inferior a otro
con temperatura superior. Este principio está íntimamente ligado al concepto de
entropía, que es la tendencia universal de la energía a dejar de circular. La entropía
aumenta en un sistema de la misma manera en que aumenta el desorden y es considerada
una medida de ese desorden132.
La Segunda Ley de la Termodinámica es la más universal de las leyes físicas. En su
interpretación más general, establece que, cada instante, al expandirse, el Universo se
hace más desordenado. Hay un deterioro general pero inexorable hacia el caos. Uno de
los patrones fundamentales de comportamiento que encontramos en el mundo físico es la
tendencia de las cosas a desgastarse y agotarse. Las cosas tienden, para usar un término
especializado, hacia un estado de equilibrio termodinámico.
El punto clave es que todo sistema tiende a ir del orden al desorden cuando se le deja
seguir su voluntad. En otras palabras, el Universo marcha en la dirección descendente y
degenerativa de una organización decreciente. Con el paso del tiempo, toda la energía
del Universo llegará a ser energía térmica de bajo nivel y sin orden y el Universo habrá
muerto al experimentar lo que comúnmente se conoce como muerte térmica. Arthur
Eddington133 se refirió a la Segunda Ley como a la Flecha del Tiempo, indicando que la
flecha constantemente apunta hacia abajo.
En la termodinámica se reconoce la diferencia entre procesos reversibles e
irreversibles; desde sus comienzos, cuando nace para el estudio de la transferencia de

91
calor y la conversión de calor en trabajo, se advierten límites a la acción y evolución de
estos sistemas.
Von Bertalanffy134 clasifica los sistemas en sistemas abiertos y sistemas cerrados. Los
primeros están representados por los organismos y los segundos por los objetos de la
física ordinaria. En un sistema aislado la entropía tiende a aumentar en los procesos
irreversibles o a permanecer invariable en los procesos reversibles, esto es, los sistemas
aislados tienden a la entropía a través de procesos irreversibles.
En los sistemas cerrados, el equilibrio final es una consecuencia necesaria. Pero si se
observa la naturaleza, una célula, una ciudad, se encontrará que son sistemas abiertos, en
procesos continuos de intercambio con el medio, es decir, son sistemas complejos. El
segundo principio de la termodinámica, el principio entrópico, nos dice que no podemos
predecir el futuro de un sistema complejo.
Al desarrollar las ideas sobre procesos irreversibles, investigadores de la dinámica del
no equilibrio demuestran algo escandaloso a ojos del ideal clásico de la ciencia: el azar y
la irreversibilidad pueden dar lugar al orden y a la organización. Es así como, develando
todas las implicaciones de la Segunda Ley, Prigogine135 pudo demostrar que cuando
flujos de materia y energía sostienen a un sistema apartado de su punto de equilibrio, es
posible que crezcan nuevas formas y órdenes de estructuras. Y encontró que los seres
vivos, sistemas abiertos, presentan comportamientos que siguen una organización
creciente; estos comportamientos, a su juicio, son indicadores de conciencia. Al tratar de
describirlos elaboró la termodinámica de los sistemas abiertos.
La tesis fundamental de Prigogine es que hay una tendencia al orden en los sistemas
abiertos y está relacionada con su Teoría de las estructuras disipativas. Esta teoría
desmiente la tesis de la ciencia tradicional, para la cual la emergencia de lo nuevo era
una pura ilusión y que consideraba la vida en el Universo como un fenómeno fruto del
azar, raro e inútil, como una anomalía accidental en una lucha quijotesca contra el
absoluto dictamen de la Segunda Ley de la Termodinámica y de la entropía, que
terminaría inexorablemente en la muerte térmica como perspectiva final. Prigogine
invierte completamente este modo de ver las cosas.
Lejos del equilibrio la materia adquiere nuevas propiedades; por ejemplo, las grandes
corrientes hidrodinámicas o los relojes químicos funcionan con señales que se
transmiten a todo el sistema, su materia se hace sensible y se organiza. Esto se debe a
que en estas situaciones de no-equilibrio las ecuaciones no son lineales, es decir, hay
muchas propiedades posibles, son las distintas estructuras disipativas136.
Para comprender la idea central de la teoría, debemos recordar que en un nivel
profundo de la naturaleza nada está fijo; todo está en un movimiento continuo; aun una
roca es una danza continua de partículas subatómicas. Por otra parte, algunas formas de
la naturaleza son sistemas abiertos, es decir, están envueltos en un cambio continuo de
energía con el medio que los rodea. Una semilla, un huevo, como cualquier otro ser
vivo, son todos sistemas abiertos. Prigogine llama a esos sistemas abiertos estructuras
disipativas, es decir, que su forma o estructura se mantiene por una continua

92
“disipación” (o consumo) de energía. Como el agua se mueve en un remolino y al
mismo tiempo lo crea, la energía se mueve a través de las estructuras disipativas y
simultáneamente las crea. Todo ser viviente y algunos sistemas no vivientes, como
ciertas reacciones químicas, son estructuras disipativas. En estos casos, se habla de la
aparición de orden mediante fluctuaciones. Prigogine y Stengers137 proponen, con su
diálogo ciencia-naturaleza sobre los procesos disipativos, a la irreversibilidad y a la
flecha del tiempo como a un sistema físico con un desenvolvimiento antientrópico que
indicaría la presencia de algún aspecto de la conciencia.
Una de las ilustraciones preferidas de Prigogine es la explicación de la llamada
inestabilidad de Benard. Ésta ocurre cuando en una cocina se calienta una olla de agua o
cuando el calor levanta en el desierto pequeñas partículas de arena en el aire nocturno.
“Si la olla de agua se calienta lentamente, el calor al principio se mueve hacia el agua
fría a través de la conducción. Puesto que ninguna parte del líquido está lejos del
equilibrio termal, la superficie queda llana e imperturbada. Sin embargo, cuando el agua
del fondo se calienta y, por lo tanto, es más densa, intenta subir mientras que, al mismo
tiempo, el agua más fría baja. Bajo estos flujos en lucha, el agua ahora está lejos del
equilibrio y contiene una mezcla de flujos, remolinos y espirales... de hecho, ya ha
empezado el caos. Cuando la velocidad de calentamiento sigue aumentando, no obstante,
se alcanza un punto crítico en el que el sistema entero pasa del desorden al orden. Esto
ocurre cuando el calor ya no se puede dispersar lo suficientemente rápido sólo a través
de movimientos fortuitos y los pequeños remolinos de repente aumentan en flujos a gran
escala. Casi mágicamente, el movimiento del líquido se convierte en una serie de
corrientes estables de convección que producen un enrejado ordenado de corrientes
hexagonales. Estas células de Benard se pueden ver a veces en la superficie de una taza
de café que se enfría cuando se observa desde un determinado ángulo. Patrones similares
se pueden observar si uno sobrevuela el desierto por la noche”138.
Cuanto más compleja sea una estructura disipativa, más energía necesita para
mantener todas sus conexiones. Por ello, también es más vulnerable a las fluctuaciones
internas. Se dice, entonces, que está “más lejos del equilibrio”. Debido a que estas
conexiones solamente pueden ser sostenidas por el flujo de energía, el sistema está
siempre fluyendo. Cuanto más coherente o intrincadamente conectada esté una
estructura, más inestable es. Así, al aumentar la coherencia se aumenta la inestabilidad.
Pero, esta inestabilidad es la clave de la transformación. La disipación de la energía,
como demostró Prigogine con refinados procedimientos matemáticos, crea el potencial
para un repentino reordenamiento139.
La teoría de Prigogine puede llegar a tener un impacto en la ciencia en general, ya
que explica los procesos irreversibles en la naturaleza, es decir, el movimiento hacia
niveles de vida y organización siempre más altos. Prigogine, cuyo interés primario había
residido en la historia y en las humanidades, había advertido que la ciencia, en general,
ignoraba esencialmente el concepto de tiempo y su teoría surge para cubrir la brecha
crítica que había existido entre la física y la biología, constituyéndose en el lazo entre los
sistemas vivos y el Universo —aparentemente sin vida— en que se desarrollan. Se

93
podría decir que su teoría enlaza el nivel biológico con las leyes físico-químicas: no se
afirma una simple reducción sino que se admite que lo biológico constituye algo nuevo
pero relacionado con lo anterior.
Un fenómeno irreversible es también el origen de la organización biológica. La
primera formación de un organismo vital puede parecer altamente improbable si la
dejamos librada a las solas leyes combinatorias en un nivel molecular simple, en tanto se
requeriría tiempos larguísimos superiores a la historia del Universo, antes de la
confirmación de un ser viviente. Prigogine muestra que en realidad estos procesos donde
se genera orden a partir del caos son bastante frecuentes en la naturaleza. De este modo,
inserta el tiempo en el interior de la ciencia y en la naturaleza. El Universo evoluciona,
gracias a tres exigencias: la irreversibilidad, la aparición de la probabilidad y la
coherencia. El cambio de planteamiento es notable: el Universo evoluciona
irreversiblemente; la reversibilidad y la simplicidad clásicas son casos particulares.
En su libro El fin de las certidumbres, Prigogine y Stengers140 señalan que “la
irreversibilidad ya no sólo aparece en fenómenos simples. Está en la base de una
multitud de fenómenos nuevos, como la formación de torbellinos, las oscilaciones
químicas o la radiación laser. La irreversibilidad ya no se puede identificar con una
simple apariencia que desaparecería si se tuviera acceso a un conocimiento perfecto. Es
condición esencial de comportamientos coherentes en el seno de poblaciones de miles y
miles de millones de moléculas. Sin la coherencia de los procesos irreversibles de no
equilibrio sería inconcebible la aparición de la vida en la Tierra”.
Un número muy grande de los fenómenos que conocemos son irreversibles. Entre
ellos se pueden mencionar, por ejemplo, el envejecimiento de los seres humanos y de
todos los seres vivos, la disipación de energía mecánica por fricción en cualquier motor
y la disipación de la energía al fluir una corriente eléctrica por un conductor.
El aporte fundamental de la teoría de Prigogine consiste en poner de manifiesto que la
naturaleza posee la capacidad de generar nuevas estructuras, diferentes de la simple
agregación de componentes.
Esta teoría se relaciona con aspectos relevantes de la vida cotidiana. Ofrece un
modelo científico de transformación a todo nivel, ya que explica el rol crítico de la
tensión en la transformación y su ímpetu en la naturaleza. Los principios que rigen las
estructuras disipativas ayudan a entender los profundos cambios en psicología,
aprendizaje, salud, sociología y aun en política y economía. La teoría, por ejemplo, ha
sido utilizada por el Departamento de Transporte de Estados Unidos para prever el flujo
del sistema de tráfico y científicos de las más variadas disciplinas la emplean en sus
especialidades.
Las implicaciones de esta nueva filosofía natural del orden a partir del desequilibrio
tienen consecuencias profundas. Por ejemplo, la vida en la Tierra se caracteriza por
haber surgido y alcanzado estadios superiores de organización en situaciones alejadas
del equilibrio. Aun conociéndolo en detalle no podemos predecir la trayectoria de un
sistema complejo. El Universo no es una máquina regida por leyes inmutables

94
especificadas desde dentro, sino un proceso de cambios adaptativos, muchas veces
violentos. El Universo es inestable y por eso evoluciona y, más importante que cualquier
clasificación, es el desarrollo de una “ciencia con conciencia” como postulaba Prigogine.

El orden y el caos

En un esfuerzo común por comprender la complejidad que entraña la naturaleza, físicos,


biólogos, astrónomos y economistas crearon un modelo teórico que les permitiera
aprehender este conocimiento. Esta nueva ciencia —que algunos consideran disciplina—
llamada Teoría del caos ofrece un método para descubrir orden y concierto donde antes
sólo se veía el azar, la irregularidad, lo impredecible, en una palabra lo caótico. Su
principal ley es hasta el desorden tiene sus reglas141.
El sustento del caos como una nueva ciencia se debe al matemático, físico y filósofo
francés Henri Poincaré quien, a fines del siglo XIX, a partir del planteamiento
matemático de las ecuaciones diferenciales no lineales, dio explicación a los sistemas
dinámicos característicos del mundo no lineal. Poincaré destruyó la imagen clásica de la
naturaleza al dudar de la estabilidad del sistema solar y asomar la posibilidad de curiosas
órbitas erráticas y caóticas haciéndose la pregunta de ¿qué pasaría si al sistema ideal de
dos cuerpos se añadía el movimiento de un tercer cuerpo? Con esta pregunta y su
descubrimiento, Poincaré ocasiona un inmediato cuestionamiento al “majestuoso
paradigma newtoniano, que había servido a la ciencia durante casi dos siglos. Poincairé
reveló que el caos, o el potencial para el caos, es la esencia de un sistema no lineal y que
aun un sistema completamente determinado como los planetas en órbita, podía tener
resultados indeterminados. En cierto sentido había visto que la realimentación podía
magnificar los efectos más pequeños. Había advertido que un sistema simple podía
estallar en una perturbadora complejidad”142.
Estos ataques al paradigma newtoniano se vieron reforzados posteriormente con el
descubrimiento de Max Planck sobre la discontinuidad de la energía expresada en
cuantos y la propuesta sobre la relatividad de Albert Einstein.
De acuerdo a la mecánica newtoniana, el mundo es un mecanismo regido por leyes
naturales, eternas e inmutables. Estas leyes que pueden ser expresadas a través de
ecuaciones matemáticas deteminan que bajo circunstancias idénticas, resultan siempre
cosas idénticas y si las circunstancias varían levemente, el resultado también cambiará
en forma proporcionalmente pequeña. Pero ocurre que, a veces, una diferencia pequeña
en las causas produce una enorme diferencia en los efectos, este tipo de comportamiento
es lo que se conoce con el nombre de fenómeno caótico143.
Nuestro mundo está lleno de fenómenos que parecen caóticos, aunque en realidad se
rigen por reglas estrictas pero difíciles de desentrañar por la gran cantidad de variables
implicadas o de combinaciones generadas, un sistema caótico es entonces “un sistema
determinista que, bajo ciertas circunstancias, presenta una dinámica no lineal totalmente
irregular e impredecible”144.

95
Hay una frase de Sorman145, “El Universo ya no es un reloj, sino un caos” que
comporta una nueva idea de la complejidad, lejos ya del paradigma clásico. La mecánica
cuántica (Principio de incertidumbre de Heisenberg, constante de Planck, etcétera) abre
un mundo de incertidumbres y probabilidades, mientras la Teoría especial de la
relatividad nos ofrece nuevas descripciones del tiempo. Estos precedentes de la Teoría
del caos, junto a la matemática de Mandelbrot, generan grietas en el paradigma
mecanicista y su mundo ordenado. Más bien, la teoría del caos evidencia que hay otras
dimensiones subyacentes al mundo ordenado de Kepler o Newton; dimensiones que se
configuran en la matemática del caos como espacios de incertidumbre, probabilidad,
impredecibilidad, no-linealidad, complejidad, irreversibilidad o bifurcación.
En la matemática del caos, las cosas no ocurren al azar, las condiciones iniciales son
determinantes, pero el producto —por ser dinámico y complejo— entraña un resultado
prácticamente impredecible. Su aplicación se basa sobre tres supuestos científicos:

· Los sistemas simples pueden generar comportamientos complejos.


· Los sistemas complejos causan comportamientos sencillos.
· Las leyes de la complejidad tienen validez universal y se despreocupan de los
detalles de los micro componentes de un sistema146.

En 1963 Edward Lorenz, profesor de meteorología, empezó a utilizar una


computadora para tratar de predecir el clima. Esto se consideraba inútil ya que, aunque
los meteorólogos pensaban que el clima obedecía a leyes precisas, es tan grande el
número de variables que intervienen en su desarrollo que no habría forma de obtenerlas,
de proporcionarlas a una computadora y menos aún de manejarlas matemáticamente
para obtener un resultado confiable. Lorenz intentó una nueva ruta. Consideró tres
variables importantes del clima en una ecuación tomada de la hidrodinámica y programó
a la computadora para que desarrollara una reconstrucción dinámica del clima. Con esta
fórmula la máquina realizó una secuencia de eventos que en parte simulaban algunas de
las dinámicas de la atmósfera. Un buen día resolvió repetir una secuencia, pero, en vez
de reproducir la que ya tenía en su totalidad, decidió empezar desde la mitad para
ahorrar tiempo. Metió las variables tal y como se encontraban en ese momento y echó a
andar el programa. Para su sorpresa se encontró con que las líneas del segundo
desarrollo se iniciaron igual que el primero pero que divergían progresivamente de éste
hasta volverse por completo distintas. Esto parecía totalmente imposible porque violaba
el principio determinista de la ciencia. Al investigar la causa de la divergencia encontró
que la máquina había sido programada para usar tres decimales de los resultados previos,
en lugar de seis, ya que se suponía que diferencias tan pequeñas no podrían alterar el
resultado global. Fue así como Lorenz descubrió que diferencias mínimas en las
condiciones iniciales de un sistema podrían tener consecuencias formidables en su
evolución y vio que eso es debido a los rizos retroalimentadores y reiteraciones del
sistema caótico que representa la atmósfera. Una mariposa parece no ser nada

96
comparándola con las enormes fuerzas físicas que actúan en la atmósfera. Sin embargo,
después de la experiencia de Lorenz no resulta difícil pensar que tal vez, el batir de las
alas de una mariposa produzca un tornado en el otro lado de la Tierra (después de
múltiples retroalimentaciones y/o bifurcaciones del sistema). Resulta sencillo entender
que la “mariposa” no es un elemento aislado del sistema caótico sino que forma parte de
éste y por tanto todo lo que ella haga, de alguna manera, va influir en todo lo demás;
pero sería imposible demostrarlo. Esto enseñó a Lorenz que por muy potentes y veloces
que sean las computadoras del futuro, jamás se podrá vaticinar el tiempo que se tendrá
mañana con un cien por ciento de seguridad: un pájaro, una mariposa o incluso un
suspiro, podrían invalidar hasta los cálculos más meticulosos. Esta imagen es
escalofriante y le da un intenso aroma de realismo al conocido verso de T. S. Eliot: “¿me
atreveré a trastornar al Universo?147.

En las últimas dos décadas la nueva aproximación matemática ha eliminado el conjunto


cada vez más abultado de ecuaciones, sustituyéndolas por otras mucho más simples que
toman en consideración el flujo temporal; se trata de las ecuaciones diferenciales no
lineales. En estos modelos, lo que antiguamente consistía en el resultado del cálculo se
convierte sencillamente en una nueva entrada al sistema de ecuaciones. Tales sistemas
fluidos en los que los estados resultantes se toman como nuevas condiciones del propio
sistema tienden a exhibir una conducta caótica, es decir, comportamiento desorganizado,
azaroso y desordenado. Sin embargo, la ciencia que ha resultado de la aplicación de este
nuevo enfoque matemático, la Teoría del caos, ha demostrado que tal comportamiento
es desordenado sólo en apariencia y que está constituido por un complejo orden
dinámico.
En conformidad con el precepto central de la teoría de los sistemas generales, según
la Teoría del caos los sistemas no lineares son aquellos que sólo pueden ser descritos por
la interacción de sus componentes y no por la mera adición de ellos. Es por esta
característica que la ruta de desarrollo de un sistema, como por ejemplo la turbulencia de
la atmósfera o de los fluidos, cambia drásticamente cuando cualquiera de los aspectos,
como la temperatura o la viscosidad, se modifican, así sea mínimamente. Estos sistemas
exhiben también conducta repetitiva o periódica y conducta no periódica entremezcladas
y se pueden observar en sistemas vastamente diferentes en tamaño y en constitución,
como una galaxia y un remolino de agua. En este sentido, es probable que el remoto
padre de la moderna Teoría del caos haya sido Leonardo da Vinci quien notó y dibujó
pautas de turbulencia comunes a pequeñas porciones de un arroyo de agua y a grandes
movimientos de masas de aire y nubes, captando de esta manera una de las
características centrales de los sistemas caóticos que se denomina escalamiento. En otras
palabras, independientemente del sistema que sea modelado, los sistemas dinámicos
muestran conductas que son cuantitativamente idénticas y a las que se conoce como
Constantes de Feigenbaum148.
Durante mucho tiempo, los científicos echaron en falta herramientas matemáticas para
tratar los sistemas caóticos, de modo que trataron de evitarlos en la investigación teórica.

97
Sin embargo, en los años 70, el físico Mitchell Feigenbaum, determinó ciertos patrones
consistentes en la duplicación de ratios cuando un sistema tiende hacia el caos (estas
cantidades son conocidas como los números de Feigenbaum). Además, estos patrones
están vinculados con la geometría fractal, que también exhibe ciertas afinidades con la
Teoría de las catástrofes que es un término para desarrollar un sistema de modelado
matemático más satisfactorio a la hora de tratar con los eventos naturales radicalmente
discontinuos (por ejemplo un metal que “cede” repentinamente) que los que puede
proveer el tradicional cálculo diferencial. Fue introducido por René Thom y atrajo
muchos investigadores de las ciencias biológicas y sociales149.

La representación gráfica de los sistemas dinámicos no lineales ha sido uno de los


éxitos más notorios y difundidos de la Teoría del caos y las ciencias de la
complejidad. Estas gráficas se basan en la idea de estado espacial. El estado
espacial es una gráfica en la cual cada eje se asocia a una variable dinámica, como,
por ejemplo, posición y velocidad. Un punto en la gráfica representa entonces el
estado del sistema en un momento dado. Cuando el sistema cambia, el punto se
mueve y dibuja una trayectoria que constituye, así, la historia del sistema. Este
tratamiento de los datos es extraordinariamente significativo en la historia de la
ciencia, ya que la graficación científica se ha basado hasta este momento en la
gráfica cartesiana. En efecto, Descartes descubrió la manera de convertir la
geometría en números asignando coordenadas a los puntos en el espacio. La Teoría
del caos convierte a los números en figuras geométricas asumiendo que son
coordenadas en un espacio imaginario que se denomina estado o fase espacial.
Usando este tratamiento las dimensiones del sistema se desarrollan de manera
continua y espectacular en la que algunos elementos pueden disiparse, mientras
que otros emergen, conformando de esta manera trayectorias que sugieren
mecanismos de desarrollo complejos muy acordes con los que observamos en los
organismos vivos y en los procesos históricos, los cuales no son totalmente
previsibles ni totalmente azarosos.

Una propiedad de estas gráficas es que, con el tiempo, una de variables del sistema
tiende a predominar sobre las demás y se constituye en un atractor. La fuerza atractora
que opera y deforma la trayectoria de una gráfica multidimensional se ha bautizado con
el jocoso nombre de atractor extraño. Para visualizar esto mejor imaginemos el
movimiento de un péndulo. Si dibujamos ese movimiento en una gráfica se crea una
espiral por la desaceleración del péndulo. Independientemente del impulso inicial el
péndulo acabará por rotar en círculos, sea a favor o en contra de las manecillas del reloj.
Cuando el péndulo para se indica en la gráfica con un punto. Es como si el péndulo fuese
atraído por esos círculos finales y ese punto de reposo, el cual, si lo trasladamos a la
realidad, coincidiría con el centro de la Tierra. Los círculos y el punto podrían ser
considerados entonces atractores extraños.
En los sistemas más complejos los atractores se mueven, se combinan y recombinan

98
de tal forma que una computadora puede trazarlos en gráficas de estado espacial. En el
modelo matemático el parámetro de la ecuación que representa la fricción se manifiesta
en los valores que son producto del cálculo de la propia ecuación que se expresan en las
gráficas. En el caso de las ecuaciones lineales, las líneas de desarrollo del sistema se
comportan regular y periódicamente, pero en el caso de las ecuaciones no lineales las
líneas se comportan de manera extraña, semiperiódica. Una vez más las oscilaciones
hacia el desorden y hacia el orden son características de los sistemas complejos,
incluidos los sistemas vivos y los mentales. Una de las características de las imágenes
generadas por estas ecuaciones es la del escalamiento: la misma forma fundamental se
reproduce en diversas escalas de amplificación. La más famosa de estas ecuaciones
recursivas fue elaborada por Benoit Mandelbrot y es conocida como la Geometría de los
fractales. Las gráficas resultantes de estas ecuaciones evocan de inmediato sistemas
naturales como las ramas de los árboles, los helechos, las ramificaciones de los vasos
sanguíneos o de los bronquios. Y como las muñecas rusas que se reproducen una dentro
de otra a diferentes escalas, los fractales se ven igual al microscopio y a gran escala.

La Teoría del caos modifica de manera radical el objetivo de la ciencia de


buscar leyes que permitan la predicción exacta y coloca a la variación y al cambio
en el centro del interés. El mundo deja definitivamente de ser un mecanismo de
reloj. De hecho los cálculos recientes revelan que incluso el Sistema Solar,
probablemente el que los científicos han considerado uno de los más estables y
previsibles, se comporta como un sistema imprevisible, de tal forma que sin una
información infinitamente precisa de la posición, velocidad y órbita de cada uno de
sus componentes, cualquier cálculo basado en las leyes de Newton sería totalmente
erróneo en un lapso tan corto (en términos de la vida del Universo) como 4
millones de años.
Si consideramos que todos los sistemas naturales están interconectados por
efectos mariposa empieza a aclararse una de las grandes dificultades de la física
teórica, la flecha del tiempo, el hecho, tan familiar, de que el tiempo fluye en una
sola dirección y que nunca se ha visto a un río fluir del mar hacia su fuente. En
efecto, sólo un sistema aislado exhibiría reversibilidad temporal y el hecho de que
no ocurra en nuestro mundo implica que, finalmente, el Universo es un sistema,
pero un sistema complejo y dinámico en el cual el orden y el desorden se
combinan150.

Al igual que existen diversos tipos de orden, también existen diversos tipos de caos. Por
ejemplo, el denominado caos con sentido. Los fractales, los virus y multitud de
fenómenos en la naturaleza son una muestra de este tipo de caos. Estas estructuras están
formadas por elementos azarosos que les confieren una base de existencia y acción
caótica. Sin embargo, cuando se percibe la suma de las interacciones en su conjunto, ésta
adquiere un sentido. La Teoría del caos sostiene que no hay líneas simples en la
naturaleza: cualquier línea, vista desde una escala diferente, resulta ser una sucesión de

99
formas, de irregularidades, curvas, etcétera. El caos también sugiere que algunas cosas
no tienen justo una, o dos o tres dimensiones, sino que su dimensión está en un valor
intermedio entre ellas y las define así como dimensiones fractales o no lineales151.
Todo, desde el átomo hasta la célula, desde una pequeña ave hasta el Cosmos, lleva
un reloj interior que mide su paso individual del tiempo “la magnitud del proceso que ha
experimentado”. Según la Teoría del caos los sistemas tienden a autoorganizarse,
preservando su equilibrio interno al tiempo que retienen una cierta medida de apertura
hacia el mundo exterior. Algo semejante sucede con el tiempo: cada elemento de un
sistema posee su propia medida singular de la magnitud del proceso interior que se está
desarrollando respecto al entorno exterior. Sin embargo los “relojes” internos de todos
los sistemas más pequeños se acompasan perfectamente. Esta conexión con el entorno
de sistemas que tienen su propia medida temporal, enriquece el tiempo y lo llena de
dimensiones. Cuando la vida corre peligro, por ejemplo, el tiempo parece entrar en otra
dimensión. Un espacio donde es posible pensar en muchas cosas a la vez y en el que se
puede decidir lo que se va a hacer. Pareciera que se entra en una temporalidad que es
diferente a la del resto del mundo. Es como si cada acontecimiento dentro del paisaje se
desarrollara según un tiempo individual con su propia medida de ser y de movimiento.
Esa experiencia del tiempo, quizá no sea una simple ilusión producto del exceso de
adrenalina, sino una clara visión momentánea de cómo son realmente las cosas en las
dimensiones del tiempo. Acaso sea que al desconectar el tiempo mecánico del reloj se
puedan experimentar los matices del tiempo fractal, la experiencia vivida pueda
expandirse dentro del tiempo y sea posible actuar en consonancia con el ritmo interior,
permitiendo que este ritmo interno esté en armonía con el ritmo del sistema del
Universo. Al formar parte de un sistema relacionado, aunque cada uno está siguiendo su
propio reloj interior, milagrosamente resulta que todos los relojes individuales están
sincronizados, están en armonía aunque tienen ritmos temporales diferentes, dinámicos,
siempre cambiantes: esta extraña sincronización es una de las características del caos152.
La Teoría del caos traspasa las disciplinas científicas tradicionales enlazando tipos de
desorden y de irregularidad que aparentemente no tienen nada que ver entre sí: desde la
turbulencia del tiempo meteorológico hasta los complicados ritmos del corazón humano,
desde los torbellinos que se forman detrás de una piedra en un arroyo, hasta las
misteriosas fluctuaciones del mercado de valores.
El caos se encuentra en la naturaleza. Si se observa con detenimiento a las hormigas,
su comportamiento global es sorprendente: el número de individuos activos, a lo largo
del tiempo, fluctúa con una periodicidad de unos 25 minutos. Cada cierto tiempo ningún
elemento está activo. Ese ciclo de actividad podría ser sólo un reflejo de sincronización,
sin embargo, la actividad individual es totalmente aperiódica, caótica, sin ningún tipo de
regularidad intrínseca. Al aumentar el número de individuos aparece un comportamiento
colectivo hasta que —para cierta densidad de hormigas— comienzan a aparecer
oscilaciones regulares. Si artificialmente se cambia la densidad de las hormigas la
colonia redefine sus fronteras, para volver a la densidad óptima que les permite mantener

100
la autoorganización. En esa densidad crítica el sistema se comporta como un todo, a
medio camino entre el orden y el desorden.
Durante muchos años la noción de la existencia de un orden universal que rige el
destino de todo lo que ha sido, es y será, predominó en el pensamiento científico y
filosófico como una idea vertebral de la racionalidad humana. El nuevo paradigma que
promueve un pensamiento diferente que afirma que la existencia del caos no es una
trasgresión, una ruptura circunstancial, sino que forma parte constitutiva de la
naturaleza, de la sociedad, del Universo, poco a poco ha ido aplicándose a todo. En
varios campos de la indagación científica, la idea de caos, de desorden, de
indeterminación e incertidumbre ha empezado a orientar la búsqueda de los científicos
para dar respuesta a las muchas interrogantes que el Universo, la naturaleza y la sociedad
plantean.
Per Bak, Lee Smolin y bioquímicos como Stuart Kauffman, entre otros, consideran
que la evolución de las especies sobre nuestro planeta funciona como un sistema global
con capacidad de autorregularse, es decir, supone que el mecanismo de evolución de las
distintas especies se encuentra íntimamente acoplado, de tal manera que, por ejemplo, la
desaparición de unas especies influye en la evolución del conjunto de las demás,
provocando que la biosfera como un todo se vea afectada, lo cual genera ciertas
reacciones espontáneas dentro de ella, que tienden a contrarrestar esos efectos153.
Ilya Prigogine ha llamado a este fenómeno “orden por fluctuaciones”, noción que se
asemeja a la de “criticalidad autoorganizada”, propuesta por el físico Per Bak. La
hipótesis de Bak es que los sistemas dinámicos evolucionan de modo natural hacia un
estado crítico, y una vez que han llegado a él exhiben una propiedad muy característica:
una perturbación pequeña puede desencadenar respuestas de diversa magnitud, desde
una respuesta pequeña, que no modifica sustancialmente el estado del sistema, hasta una
respuesta extrema, que provoque el colapso total del mismo. Bak propone una analogía
visual que ayuda a comprender mejor esta idea. Si se lanza un pequeño chorro de arena
sobre una bandeja circular el montón crece firmemente hasta que alcanza el límite y de
repente, más arena —un solo grano, por ejemplo— puede desencadenar avalanchas de
todo tipo, ya sea una avalancha pequeña, intrascendente, una avalancha de mediana
intensidad, o una tan grande que lleve al montón de arena a derrumbarse por completo.
El montón, cuando no recibe más arena adicional, representa el sistema en el estado
crítico, donde una ínfima perturbación fortuita, puede arrastrarlo hacia un nuevo e
imprevisible estado154.
Se han presentado numerosos modelos formales que exhiben comportamientos
autoorganizativos. Los de Kauffman sugieren que la autoorganización sería una
propiedad esencial para que un sistema pueda evolucionar por selección natural. Si tal
dependencia se confirmara, la noción de evolución por selección natural debería
reformularse.
Hoy se tiene la certeza de que en los caminos de la naturaleza, hay accidentes que
escapan al control de lo previsible. En ocasiones —cuando se encuentra en estado crítico

101
— una muy pequeña variación dentro del sistema puede dar origen a otro régimen de
funcionamiento. Cuando un sistema se ve afectado por perturbaciones aleatorias,
modifica su estructura, se reorganiza. Literalmente, el sistema se organiza a sí mismo, en
respuesta a la intervención de un factor azaroso. La característica fundamental de este
proceso es que al término del mismo, se ha producido un incremento de la complejidad
del sistema.
En los sistemas inestables las leyes de la naturaleza escapan al comportamiento
determinista y se tornan fundamentalmente probabilistas. En la cosmovisión de
Prigogine155, el futuro no puede estar determinado porque está sometido al azar, a las
fluctuaciones, a las bifurcaciones y a amplificaciones. Asevera que se trata de un nuevo
principio de incertidumbre que sostiene que más allá de cierto umbral de complejidad,
los sistemas siguen rumbos imprevisibles, pierden sus condiciones iniciales y no se
pueden invertir ni recobrar. Esta nueva forma de mirar a la naturaleza cobra un nuevo
sentido, es un reconocimiento de sus potencialidades creativas, arropadas bajo el manto
de la posibilidad y sin la finitud de la certidumbre.

Complejidad, caos y estructuras fractales

Benoit Mandelbrot, matemático de la multinacional IBM y profesor de la Universidad de


Yale, descubrió, también a principio de la década de los años 70, una geometría
totalmente nueva: el fractal.
Fractal viene del latín fractua, que significa irregular, aunque a Mandelbrot también
le gustan las connotaciones de fraccional y fragmentario que posee la palabra156. Los
fractales forman una vasta familia de objetos matemáticos cuyo comportamiento puede
enmarcarse en la teoría geométrica de la medida y permite estudiar objetos naturales
muy diversos.
Un fractal es, básicamente una figura geométrica; pero definirlo no es sencillo,
porque se puede correr el riesgo de formalizar una definición imposible de ser aplicada a
toda la familia de fractales existentes. No obstante, todos los fractales tienen algo en
común: todos nacen producto de la iteración, repetición de un proceso geométrico
elemental que da lugar a una estructura final de una extraordinaria complicación
aparente, por ello se dice que son autosemejantes, es decir que las figuras se repiten una
y otra vez de una forma infinita.
Una definición de diccionario, hecha por el mismo Mandelbrot para la enciclopedia
Microsoft Encarta 95, de fractal es: “Un fractal es una forma geométrica que es compleja
y detallada en estructura a cualquier nivel de ampliación. A menudo los fractales son
autosimilares, esto es, tienen la propiedad de que cada pequeña porción del fractal puede
ser vista como una réplica a escala reducida del total”157. Un ejemplo de fractal es el de
“copo de nieve”. Originalmente concebida por Helge von Koch en 1904, es una curva
construida tomando un triángulo equilátero y desarrollando iterativamente triángulos
equiláteros sobre el tercio medio de los lados que son progresivamente más pequeños.

102
Los fractales poseen características importantes y desconcertantes158:

1. Su resultado sería una figura de área finita pero con un perímetro de longitud
infinita, consistente en un número infinito de vértices.
2. Matemáticamente, tal curva carece de tendencia, es decir, no es diferenciable en
ningún punto.
3. Autosimilitud, cada pequeña porción del fractal puede ser vista como una réplica
a escala reducida del total.
4. Pueden generarse por iteración.

En este extraño objeto geométrico, matemáticamente sencillo de obtener, subyacen


propiedades realmente sorprendentes. El observar un fractal con detalle puede revelar
resultados fascinantes: parece que el contorno de la figura está compuesto de infinitas
auto-réplicas, a todas las escalas, a las que sea posible intentar explorar. Por más que se
intente acercar el foco de observación, por más reducido que sea el entorno escogido
para visualizar la imagen, nunca se alcanza un límite en el cual quede una simple curva,
por el contrario, a mayor detalle, la complejidad caótica de la curva parece infinita. Este
tipo de figura cuyo comportamiento es tan caótico como de singular belleza, fue descrito
por los matemáticos del siglo XIX como “monstruos matemáticos”, por ser objetos con
propiedades geométricas que escapan al comportamiento lineal, predecible, previsible,
aburrido. Un sistema caótico es, sin lugar a dudas, mucho más difícil de tratar, pero
mucho más divertido. Sin la presencia del caos no habría sorpresa y no existiría la
posibilidad de irrumpir en nuevos estados ordenados de figuras complejas para describir
dentro del macroorden de la naturaleza, el microcaos del proceso íntimo de formación de
figuras fascinantes, llenas de sorprendentes patrones de simetría. Estos monstruos —
acuñados hoy bajo el término de fractales— tienen un perímetro infinito y sin embargo
un área finita. ¿Cómo puede ser esto?
La geometría fractal se adapta a la naturaleza de manera mucho más precisa que la
geometría euclidiana clásica. Es así que las nubes no son esferas, que las costas no son
círculos o que los relámpagos no son líneas. Sin embargo, ninguno de ellos es amorfo;
su forma es más compleja y puede ser descrita mejor con esta nueva geometría. De
acuerdo con el ejemplo de Benoit Mandelbrot, si medimos la longitud de un terreno con
una vara obtenemos un resultado de X número de varas. Si repetimos el procedimiento
con varas cada vez más cortas, el número de varas será cada vez mayor y, en el caso de
terrenos teóricamente planos y lisos, el número de varas pequeñas siempre será múltiplo
de las varas mayores. Ahora bien, si el terreno es accidentado, el número de varas chicas
excederá al de las grandes en proporción mayor a su diferencia de tamaño, porque
aquéllas medirán más detalles del terreno que éstas. La relación matemática entre estos
números, que suele tener constancias en las formas naturales, es el campo de la
geometría de los fractales. Es en este sentido que los Hsu encontraron que las
frecuencias y tiempos de la música de Bach y de Mozart se ajustan a la teoría159.

103
El concepto dimensión es algo que difiere radicalmente de la geometría euclídea a
que estamos acostumbrados. En la geometría fractal éste es un objeto que revela más y
más detalles conforme se amplía, al grado de permitirnos pensar que podemos ver al
Universo en un grano de arena. Unido a este conocimiento, tenemos que la autosimilitud
repite sus estructuras, desde el nivel más fundamental, hasta el nivel más complejo. De
esta manera, la dimensión de un fractal debe ser tomada como un exponente a la hora de
medir su tamaño. Un fractal, así, carece de dimensión objetiva o cuantitativa, pues
depende de un componente cualitativo: la dimensión efectiva que elijamos para medir.
En el caso de dos dimensiones euclídeas, ésta oscila entre 1 y 2. La máxima complejidad
(2) viene expresada en la famosa curva de Peano, la cual tiene tantas sinuosidades que
alcanza todos los puntos de un plano pero que nunca se cruza consigo misma.

Gastón Julia, matemático francés de principios de siglo XX que, junto a Pierre Fatou,
estudió por primera vez las formas de los conjuntos que llevan su nombre, intuyendo su
gran complejidad. Su trabajo permaneció desconocido durante mucho tiempo, incluso
para la mayoría de los matemáticos, hasta que a alguien se le ocurrió representar un
conjunto de Julia en un computador.
Un conjunto de Julia no es más que el resultado de iterar una ecuación cuadrática en
el plano complejo. “Se entra en el campo de los fractales gracias a la computación en
donde fractal es la novedosa figura geométrica llena de colores siendo clásicas las
imágenes creadas por Mandelbrot, obtenidas matemáticamente y que esconden
propiedades sorprendentes. Al explorar en la computadora el contorno de la figura,
haciendo 'zoom' sobre ella, parece que el borde de la figura está compuesto de infinitas
auto-réplicas a todas las escalas en las que nos pongamos a explorar. Por mucho que
afinemos y por muy reducido que sea el entorno de exploración nunca llegamos a un
límite en el cual quede una simple curva, sino que la complejidad caótica de la figura
parece infinita”160.
Todos los copos de nieve tienen la misma geometría hexagonal básica pero no hay
dos copos de nieve idénticos. Los copos se forman debido a que en las capas frías de la
atmósfera se empiezan a condensar gotitas microscópicas de agua alrededor de una
ínfima mota de polvo, estas gotitas se van pegando alrededor del “nucleador” de tal
manera que el copo comienza creciendo desde adentro hacia afuera. Debido a la gran
complejidad de los copos de nieve y a la existencia de algunos fractales similares a
copos de nieve, como la llamada curva de von Koch, durante algún tiempo se consideró
que los copos de nieve eran también fractales, aunque ahora existen algunas dudas al
respecto ya que presentan mucha mayor simetría y regularidad de la que sería esperada
en un fractal161.
En la actualidad, los diseños fractales permiten crear los más variados paisajes
planetarios, ejemplo de su utilización en el cine, se encuentra en las películas El imperio
contra ataca y El retorno del Jedi. Los fractales también son usados para diseñar
árboles, nubes, moléculas de proteínas y células cancerígenas, para facilitar su estudio en

104
un intento por describir el comportamiento y la evolución en estado natural. De igual
forma, se utilizan en la dinámica económica, el movimiento browniano (movimiento
caótico de las moléculas en fluidos), el agrietamiento de los materiales de construcción,
la contaminación de las aguas subterráneas, etcétera162.
En la naturaleza pueden encontrarse estos fenómenos, tal vez más de los que en un
primer momento cabría imaginar. Además de las líneas costeras, los paisajes naturales y
las cadenas montañosas también tienen características fractales. En biología también
pueden encontrarse numerosos ejemplos de fractales, por ejemplo la membrana que
cubre el hueso de la nariz es tal que la relación entre área y volumen encerrado no sigue
un patrón geométrico, sino fractal. “Las montañas no son conos, las nubes no son
esferas, los rayos no viajan en línea recta, los ritmos dinámicos no son totalmente
regulares. Estos esquemas geométricos, como abstracción de la realidad natural,
pertenecen al mundo mental, pero no se reflejan tal cual en la naturaleza física y no
permiten una comprensión y descripción real de los fenómenos dinámicos naturales.
Expresan una belleza conceptual, pero para la comprensión de la complejidad del caos
en la naturaleza, se han demostrado inútiles. Y justamente por ello se ha venido
hablando de caos en la naturaleza, mientras que ahora, con la nueva geometría fractal,
podemos hablar de orden dentro del caos”163.
El principio de Autosemejanza de los fractales —característica del paradigma de la
complejidad— ha dado nacimiento a una nueva comprensión estética y a nuevas
concepciones de carácter filosófico y metafísico que se acercan mucho a viejas
concepciones esotéricas tradicionales. Se ha dado inicio a un nuevo camino, con rumbo
hacia una nueva concepción estética, donde ciencia y arte estarán profundamente
armonizados en un todo indisoluble con la filosofía.
La formación de uniones entre las células de los capilares pulmonares; la relación
entre el volumen del cerebro y el área de la superficie que lo encierra en los mamíferos,
las hojas de helecho, los corales, las nubes, los cráteres de la Luna o de Marte, la
descarga y nivel de crecida de los ríos, las fracturas de las rocas, los cristales de nieve,
los árboles, el sistema sanguíneo, el sistema nervioso, las agrupaciones de galaxias, los
remolinos turbulentos, el recorrido de los rayos en el cielo, la propagación de la
epidemia en una población y la formación cristalina de los minerales son ejemplos de
fractales naturales, mas no ideales. Su formación ya no puede decirse que sea el
resultado de un hecho fortuito, sino que obedece a las leyes de la geometría fractal.
Mandelbrot164 ha sugerido que todos los fenómenos naturales, montañas, nubes,
galaxias, etcétera, son fractales por naturaleza y pueden considerarse el punto de unión
entre el orden y el caos, entre el determinismo y el azar, entre la turbulencia y la vida...
que nacen de una iteración mecánica.
Pribram165, a su vez, cree que la estructura del cerebro pudiera tener similitud con los
fractales dado que un holograma es una imagen captada cuando un rayo láser, al ser
enviado contra otro, alcanza a reflejarse en un objeto antes de chocar y que éste, cuando
se fragmenta, contiene la imagen total en cada fragmento. “Existe relación entre la física

105
lineal del holograma y la física no lineal de los fractales, en el sentido de que siempre se
trata de un conjunto de mecánica lineal; o, en otras palabras, lo no lineal está formado
por segmentos de pequeños componentes lineales. Siempre coexisten en conjunto”.

Teoría del bootstrap

Otra teoría que describe el carácter holístico y dinámico del Universo físico es la
Ilamada Teoría bootstrap, iniciada en los años 60 por el físico Geoffrey Chew. La
Teoría bootstrap considera al Universo como a un tejido de relaciones dinámicas,
autoconsciente y autorregulado, pero no reconoce la necesidad de que existan leyes de
validez universal: el orden está en el conjunto y no habría por qué poder observarlo en
las partes aisladas. Se aceptan algunos principios básicos inherentes al método científico,
pero se niega que haya leyes, ecuaciones o constantes aplicables en todos los ámbitos. El
orden no estaría más que en la interconexión de todos los procesos subatómicos. Esta
teoría Ileva la relatividad a la esfera del conocimiento166.
En inglés, to pull oneself by the bootstraps es un giro idiomático. Proviene de que las
botas suelen tener unos bucles o tiras en su parte superior —llamados bootstraps—por
los que se las levanta para calzarlas; el giro idiomático equivale a “levantarse por los
tiros de las botas”, algo absurdamente imposible. En el lenguaje cotidiano, la expresión
perdió su sentido literal y significa, más bien, arreglárselas solo. La idea provino del
libro Las aventuras del barón de Münchhausen, una obra con fantásticos relatos de
viaje, caza y guerra escrita en alemán en el siglo XVlll por Karl Friedrich Hieronymus
Freiherr von Münchhausen, traducida en la época al inglés por E.R. Raspe, idioma en el
que el giro se hizo conocido, ya que en alemán no significa nada. En uno de los
episodios del libro, el valiente protagonista consigue evitar caerse a un río por el
procedimiento de sostenerse en el aire por sus bootstraps.
La Teoría bootstrap pretendió proporcionar una teoría eminentemente democrática en
la cual todos los hadrones jugaran papeles cualitativamente iguales y estuvieran
compuestos unos por otros. Así, el protón sería un estado ligado de un neutrón con un
mesón Pi cargado positivamente (Pi+), o de un protón y un Pi0, o de otra combinación de
hadrones caracterizada por tener ciertas propiedades iguales a las del protón (carga
eléctrica, momento angular, etcétera). A su vez un Pi+ es un estado ligado de un protón
y un antineutrón y tres mesones Pi, etcétera. Esto tiene su correlato experimental en el
hecho de que, si se transfiere suficiente energía a un protón, se lo puede fragmentar en
dos partes: un neutrón y un Pi+, o cualquier otra de infinitas posibilidades167.
Geoffrey Chew señaló en una entrevista que ofreció a la televisión británica en los
años 80, que el mayor descubrimiento que podía ocurrir en la ciencia en ese siglo sería la
aceptación científica de que todos los fundamentos teóricos que se han ido esbozando
hasta el día de hoy, sólo constituyen acercamientos a fenómenos más complejos o
simples de la naturaleza misma.

106
Esta aparente permisividad en las ciencias nació, según Fritjof Capra, a partir de la
física moderna con la contribución significativa de genios como Albert Einstein, quien
revolucionó el pensamiento científico de su época con su Teoría de la relatividad. Por su
parte, Niels Bohr y Werner Heisenberg también introdujeron cambios radicales en la
ciencia física gracias a su interpretación de la mecánica cuántica, interpretación que
Einstein no aceptó, como recordamos168.
Geoffrey Chew con su teoría de las partículas bootstrap buscó unificar la mecánica
cuántica y la Teoría de relatividad y construyó un puente teórico que manifiesta en su
plenitud tanto los aspectos cuánticos como los relativistas y, al mismo tiempo, representa
una ruptura radical con la totalidad del enfoque de las ciencias occidentales.
El bootstrap es abordado bajo la óptica no sólo de una teoría, sino también como un
enfoque, un proceso y una filosofía. Chew precisó que la naturaleza no puede ser
reducida a elementos fundamentales, como bloques fundamentales de materia, por
ejemplo, sino que la conformación de la naturaleza debe entenderse plenamente a partir
de la autoconsistencia, pues “las cosas existen en virtud de sus relaciones mutuamente
consistentes y toda la física debe atenerse exclusivamente a la condición de que sus
componentes sean consistentes entre sí y consigo mismos” 169.
La estructura matemática del bootstrap recibió el nombre de matriz E y se basa en el
concepto de la matriz de esparcimiento, propuesta originalmente en los años 40 por
Werner Heisenberg en su mecánica matricial y la formulación matemática de la
mecánica ondulatoria de Erwin Schrödinger. Adicionalmente, en este proceso tuvo una
valiosa contribución el físico italiano Gabriele Veneziano quien, en 1974, aplica la
topología a la física para definir las categorías ordinales de la interconexión de los
procesos subatómicos. Esta teoría se ha convertido, a lo largo de las dos últimas décadas,
en una compleja estructura matemática, muy idónea para combinar los principios de la
mecánica cuántica y la Teoría de la relatividad e ir mas allá de la “ecuación
fundamental” de Heisenberg, formular y sistematizar una teoría global de las partículas
subatómicas; es decir, desechar la vieja idea de que los ladrillos fundamentales de la
materia eran los electrones, protones y neutrones. Bajo esta teoría no se acepta ninguna
entidad fundamental en absoluto. “Muchos físicos han contribuido a dicho desarrollo,
pero Geoffrey Chew ha sido la fuerza unificadora y el guía filosófico de la Teoría de la
matriz E, así como Niels Bohr fue la fuerza unificadora y el guía filosófico en cuanto a
la teoría cuántica con medio siglo de antelación170.
Por más de veinte años, Chew y sus colaboradores han utilizado esta hipótesis como
una filosofía científica que no sólo abandonó la idea de los bloques fundamentales de
materia, sino que no acepta ninguna entidad fundamental en absoluto, o sea, ninguna
constante, ley, teoría ni ecuación fundamental. Desde esta perspectiva, el universo físico
se ve como una red dinámica de sucesos interrelacionados y ninguna de las propiedades
de cualquier parte de dicha red es fundamental o más importante que otra, pues todas se
desprenden —tarde o temprano— de propiedades de otras partes y la consistencia global
de sus interrelaciones determina la estructura de la totalidad de la red.

107
Para Capra, la Teoría bootstrap constituye uno de los sistemas más profundos del
pensamiento de la ciencia occidental, pues el solo hecho de que no se acepte ninguna
entidad fundamental, hace que la investigación científica unifique los criterios y, a la
vez, los acepte todos como verdades relativas, como una red de relaciones, como pautas
dinámicas de una red de sucesos interconectados.
“Asimismo, es tan ajena a nuestras tradicionales formas de pensar científicas que sus
únicos adeptos son una pequeña minoría de físicos. La mayoría de ellos prefiere seguir
el enfoque tradicional, que siempre ha sido partidario de encontrar elementos
constituyentes fundamentales de la materia. Por ello, la investigación física básica se ha
caracterizado por la penetración permanentemente progresiva en el mundo de
dimensiones submicroscópicas, para introducirse en los reinos de los átomos, núcleos y
partículas subatómicas171”.
De aquí en adelante ha seguido la progresión de elementos; así, los átomos, los
núcleos y los hadrones (es decir, los protones, neutrones y otras partículas fuertemente
interactivas) han sido considerados, en su momento, “partículas elementales”. Sin
embargo, ninguno de ellos se ha podido ajustar a los avances que han surgido en materia
microscópica. En cada ocasión experimental, dichas partículas han resultado ser, a su
vez, estructuras compuestas. Asimismo, en cada desarrollo científico, los físicos siguen
albergando la esperanza de que la próxima generación de elementos (y de científicos)
demostrará ser la de los componentes definitivos de la materia. En este sentido, los
últimos candidatos a bloques básicos han sido los denominados quarks, elementos
constitutivos hipotéticos de los hadrones, cuya existencia le parece bastante dudosa a
algunos investigadores.
Chew, en contraste con la mayoría de los científicos, no buscó un descubrimiento
decisivo que demostrara la verdad de su teoría, su reto fue más bien la construcción, con
mucha paciencia y lentitud, de una red interconectada de conceptos, de los cuales
ninguno fuera más fundamental que el otro. “Conforme progresa la teoría, las
interconexiones de esta red adquieren cada vez mayor precisión y el conjunto de la red
está cada vez, por así decirlo, mejor enfocado”172.
Según Capra, en este proceso recursivo, la hipótesis se hace cada vez más compleja y
emocionante, porque a medida que el bootstrap va incluyendo un mayor número de
conceptos, éstos se van explicando de mejor manera mediante la autoconsistencia global
de la red conceptual. En este sentido, Chew cree que la Teoría bootstrap incluirá más
adelante los principios básicos de la teoría cuántica, nuestra concepción del espacio-
tiempo macroscópico y, por último, nuestra percepción de la conciencia humana.
La conclusión lógica, afirma Chew, es que la Teoría bootstrap significa en definitiva
que la existencia de la conciencia, en conjunto con los demás aspectos de la naturaleza,
es fundamental para que funcione la autoconsistencia del conjunto de relaciones. Algo
similar planteaba el pensador Gregory Bateson con su idea de la pauta que conecta. Para
Bateson, sin duda, la pauta que conectaba todo era la mente humana; según este profesor
del Esalen Institute, la mente y la naturaleza constituyen necesariamente una unidad o

108
mejor dicho, la mente constituye la esencia de la vida.
En la actualidad, el aspecto todavía más emocionante del bootstrap es la necesidad de
incluir la concepción de espacio y tiempo, vigente de sobremanera en casi todas las
investigaciones físicas. En esta teoría, no existe el continuo espacio-tiempo, pues según
Chew, “uno no debe intentar expresar los principios de la mecánica cuántica en un
espacio-tiempo aceptado con antelación. Éste es el fallo de la situación actual”. Y agrega
Chew, que la Teoría bootstrap acabará por brindar explicaciones simultáneas para
aspectos tan disímiles como el espacio-tiempo, la mecánica cuántica y el significado de
la realidad cartesiana. Todos estos fundamentos se unirán en esta hipótesis, pero sin
empezar necesariamente con la idea de espacio-tiempo como base clara y concreta. “Me
parece evidente que los principios cuánticos convierten en inevitable la idea de que la
realidad objetiva cartesiana es una aproximación. Uno no puede aceptar los principios de
la mecánica cuántica y, al mismo tiempo, afirmar que nuestras ideas habituales sobre la
realidad externa son una descripción exacta. Se pueden producir abundantes ejemplos
que demuestren cómo un sistema sujeto a principios cuánticos comienza a manifestar un
comportamiento clásico cuando llega a ser lo suficientemente complejo. Esto es algo que
se ha hecho repetidamente. En realidad, podemos demostrar que el comportamiento
clásico emerge como aproximación al comportamiento cuántico. Por consiguiente, la
concepción clásica cartesiana de los objetos y toda la física son aproximaciones. No veo
cómo podrían ser exactas. Deben depender de la complejidad de los fenómenos
descritos. Es evidente que un elevado grado de complejidad puede llegar a nivelarse de
tal modo que en efecto produzca simplicidad. Este efecto hace que la física clásica sea
posible”173. Chew aspira a deducir los principios de la mecánica cuántica, incluido el
Principio de incertidumbre de Heisenberg, el concepto de espacio-tiempo macroscópico
(o el fundamento de la Teoría de la relatividad), las características de observación y de
la medición y los conceptos básicos de nuestra realidad cartesiana cotidiana.
Tal vez, la Teoría bootstrap constituye una teoría totalizante y unificadora de todos
los planteamientos y conceptos fundamentales de física a partir de Newton. Su
invitación representa una mirada holística de los fenómenos en los cuales todos tienen su
“espacio de verdad” en un marco de referencialidad determinado, a través de la
autoconsistencia global de esta teoría.
Chew piensa que la ciencia del futuro ya ha dejado de necesitar bases sólidas,
cimientos firmes, que la metáfora de la construcción piramidal del conocimiento será
sustituida por la red o el entrelazamiento, en el cual ninguna parte es más fundamental
que la otra. La Teoría bootstrap no considera a ningún concepto como absoluto, sino que
busca encontrar puntos débiles en todos nuestros conceptos anteriores y con esto ampliar
nuestra mirada de conocimiento.
A diferencia de las disciplinas tradicionales, el bootstrap no parte de alguna pregunta
fundamental, pues no hay fundamentos firmes. De hecho, la descripción de un tema
puede empezar a partir de una gran variedad de puntos de partida, pues el científico se
guía por la consistencia y cada vez que ésta aumenta nos sugiere que los fundamentos

109
teóricos están incompletos, pues se va más allá de las estructuras de preguntas y
respuestas.
El futuro del bootstrap y de todas las ciencias está en la observación de la naturaleza
y de los fenómenos humanos a partir de un mosaico de teorías y modelos entrelazados,
al estilo bootstrap, pues ninguno de ellos será más fundamental que los demás y todos
deberán entregarse consistencia mutuamente. “Este tipo de ciencia acabaría por ir más
allá de las distinciones disciplinarias convencionales y se servirá del lenguaje más
apropiado para describir los distintos aspectos de la estructura polivalente e
interrelacionada de la realidad”174.
La Teoría bootstrap guarda cierta similitud con la teoría del orden implícito de David
Bohm. Ambos enfoques están basados en una visión del mundo como red dinámica de
relaciones. Es decir, se reconoce el carácter dinámico de los procesos vitales; atribuyen
un papel central al concepto de orden guardando las diferencias en cada caso, pues en
Chew se manifiesta tácitamente la necesaria convivencia y sublime complicidad entre
orden y desorden. En Bohm, en cambio, el orden es aquél proceso total que incluye el
orden del Universo y de la mente. Así, Bohm y Krishnamurti dicen que “si el cuerpo no
está funcionando debidamente, aún si un cáncer se está desarrollando, hay un cierto
orden en la célula cancerosa; sólo está creciendo según un patrón diferente que tiende a
quebrar la resistencia del cuerpo. Sin embargo, en su totalidad tiene cierta clase de
orden”175; utilizan matrices para representar el cambio y la transformación y, la topología
para clasificar las categorías de orden, lo cual podría permitir su posible fusión en un
futuro.

Uno de los teóricos que une las hipótesis del bootstrap y del holomovimiento es el
psiquiatra formado en psicoanálisis Stanislav Grof. Pese a su formación freudiana, Grof
precisa que la mayoría de las teorías científicas que surgieron en el siglo XIX y
principios del XX siguieron el modelo de la física newtoniana y el psicoanálisis no
estuvo exento de esta influencia.
Según Grof, “los criterios que se utilizan para definir la enfermedad mental, así como
el sentido de la identidad, el reconocimiento del tiempo y el espacio, la percepción del
medio ambiente, etcétera, exigen que las percepciones y puntos de vista del individuo se
ajusten al marco newtoniano/cartesiano. La visión cartesiana del mundo no es sólo el
marco principal de referencia, sino que se considera la única descripción válida de la
realidad. Todo lo demás lo consideran psicótico los psiquiatras convencionales”176. Y, de
acuerdo a sus experiencias transpersonales, descubrió que la conciencia humana es capaz
de trabajar sobre la base de dos modos complementarios de concienciamiento, el modelo
newtoniano/cartesiano, que percibe la realidad cotidiana en términos de objetos
independientes, a través del espacio tridimensional y en un tiempo lineal; pero asimismo,
en el nivel transpersonal se trascienden las limitaciones habituales de percepción
sensorial y de razonamiento lógico y la percepción de objetos sólidos es sustituida por
las pautas fluidas de energía. De esta manera, los síntomas de una enfermedad mental
bien pueden interpretarse como manifestaciones de cierta interferencia entre ambos

110
estados de la conciencia, el newtoniano/cartesiano y el transpersonal, pues pareciera que
existe una incompatibilidad entre el hecho de percibir la realidad de un modo puramente
transpersonal y dejando de lado la percepción del mundo cotidiano a la usanza de
Newton y Descartes.
El enfoque bootstrap de este psiquiatra demostró que distintas escuelas psicológicas
podían integrarse en un sistema coherente, pues ocupaban distintos niveles y
dimensiones de la conciencia, conformando un modelo holotrópico que, como lo dice
Bohm, las partes contienen al todo y viceversa.
La concepción de que ningún concepto se considera como absoluto ha hecho que la
ciencia occidental tradicional, con sus acostumbradas preguntas, formuladas con toda
claridad y verificadas experimentalmente sin ambigüedad, no le haya asignado el
carácter de ciencia a la Teoría bootstrap. Pero lo que sí es indiscutible es que la
contribución de Chew, con la formulación de los principios de esta teoría, ha sido un
aporte clave, no sólo en el desarrollo de la física cuántica, sino también en la
construcción del nuevo paradigma. Haciendo inevitable la idea de que la metáfora del
conocimiento ya no es la del “edificio” o la “realidad objetiva” del paradigma
cartesiano; la nueva metáfora del conocimiento es como una red sin cimientos firmes, es
una aproximación a la realidad y no una descripción exacta como se creyó durante
mucho tiempo.
Las filosofías orientales como el Hinduismo, Budismo, Taoísmo, Zen, practicadas por
el propio Capra, Heisenberg, Chew y otros físicos y pensadores occidentales
contribuyeron a que estos científicos percibieran el mundo físico de otra manera y
tuvieran una nueva visión de la realidad; en forma más ecológica y en total armonía con
las tradiciones espirituales. Los rayos cósmicos, las cascadas de energía, las partículas y
los átomos de los elementos percibidos durante la danza cósmica del Universo o la
danza de Shiva, experimentada por Capra177, en un atardecer mientras observaba el
movimiento de las olas, son un testimonio de cómo sus investigaciones físicas cobraron
vida. Lo anterior nos demuestra que el misticismo ha constituido una importante fuente
filosófica en la construcción del nuevo paradigma de la complejidad y que la conciencia
debe ser un aspecto esencial del Universo a ser incluido en la futura teoría de los
fenómenos físicos.

Hipótesis Gaia

En 1969, el investigador británico James Lovelock lanzó al mundo científico una


desconcertante hipótesis: La Tierra es un ser vivo creador de su propio hábitat. La idea
de considerar a la Tierra como un ser viviente es arriesgada, pero no descabellada; sin
embargo, cuando en 1969 Lovelock presentó oficialmente su Hipótesis Gaia en el marco
de unas jornadas científicas celebradas en Princeton, Estados Unidos, no encontró
ningún eco entre la comunidad científica. Para la gran mayoría, Gaia no era más que un
interesante ejercicio de imaginación. Quién iba a creerse que nuestro planeta es una

111
especie de superorganismo en el que, a través de procesos fisicoquímicos, toda la
materia viva interactúa para mantener unas condiciones de vida ideales178.
Pero para Lovelock, lo importante no es “saber si Gaia es o no una descripción
verdadera de la Tierra. Pronto las evidencias experimentales y las consecuencias de
nuestras acciones perturbadoras nos darán la respuesta”. Lo que hoy importa es crear las
bases para una práctica empírica de la medicina planetaria.
La enseñanza de la composición del planeta Tierra a partir de las descripciones
adecuadas de las leyes de la física y química, constituyó una buena y sólida visión
victoriana, precisa James Lovelock. Es decir, este mundo finito, ordenado y con límites
estables y medibles ya no sólo ha sido producto o responsabilidad de las visiones que se
perpetuaron gracias a Newton y Descartes, sino también es posible culpar a la monarquía
inglesa, por ejemplo, puesto que en definitiva la imposición de modelos sociopolítico-
económicos también ha contribuido a formatear nuestra concepción de la vida misma y
nuestras capacidades para adentrarnos al conocimiento profundo. En un sentido
contrario al paradigma victoriano, un modelo planetario de dinámica celular es lo que
nos ofrecen los científicos James Lovelock y Lynn Margulis para describir la naturaleza
como un nuevo estado ecológico de la vida179.
En un paseo por el pueblo, Lovelock comentó su investigación al novelista William
Golding y éste le propuso el nombre de Gaia que, además de ser el nombre de la diosa
de la Tierra en la mitología griega, es una palabra simple, de cuatro letras y no se refería
exclusivamente a las siglas de un experimento concreto que tanto gustaban a los
científicos de la época, señaló posteriormente Lovelock en sus habituales conferencias.
Sin embargo, Gaia no constituye una mera descripción de los procesos autopoiéticos de
la vida en nuestro planeta, que representa un espejo para mirar de una manera distinta
cómo la vida moldea las condiciones de la Tierra y las perfecciona al máximo a medida
que transcurre el tiempo180 sino a partir de la biología.
Las investigaciones que derivaron en el planteamiento gaiano, comenzaron en 1965,
cuando Lovelock y su colega Dian Hitchcok trabajaban en el Jet Propulsion Laboratory,
en Pasadena, California. En ese momento, se les había encomendado la tarea de
examinar críticamente los experimentos que se habían propuesto para buscar vida en
Marte. Señala Lovelock que en ese entonces se tenían muchas esperanzas de encontrar
vida en el planeta marciano y además, “se creía que el descubrimiento de vida en
cualquier lugar fuera de la Tierra sería un acontecimiento trascendental que ampliaría
tanto nuestra visión del Universo como de nosotros mismos, por lo que valía la pena
intentarlo”181.
A pesar de que Hitchcok y Lovelock no estaban en desacuerdo con estos anhelos
humanos, ya en ese tiempo consideraban que los experimentos propuestos eran
demasiado geocéntricos para ser exitosos, incluso pensando en que sí había vida en
Marte. Es decir, dichos experimentos buscaban modelos de vida similares, por no decir
iguales, a la Tierra en un planeta que era totalmente diferente al nuestro. Lovelock se
preguntaba si era posible diseñar un modelo, fórmula o hipótesis más general de

112
experimentos para detectar vida, un paradigma que reconociera lo vivo en la forma que
fuese y una de sus ideas, basándose en la química orgánica, fue buscar las incoherencias
en la composición química de la atmósfera planetaria y en la superficie para observar si
habían sustancias o procesos inexplicables.
“La idea que había detrás de esto era que si el planeta realmente tenía vida, esa vida
se vería obligada a utilizar la atmósfera como fuente y depositaria de materias primas y,
también, como medio conveniente para el transporte de sus productos. Tal uso de una
atmósfera planetaria se revelaría a través de cambios en su composición química, que
eran muy improbables como consecuencia de los procesos fortuitos de la química de lo
no vivo. Era un modo de examinar Marte que hacía muy pocas suposiciones sobre los
detalles de la vida, si realmente existía”182.
Para comprobar este pronóstico, Hitchcok y Lovelock necesitaban un planeta con
vida y el único que tenían a la mano, por el momento, era la Tierra. Así que organizaron
un experimento teórico con un telescopio imaginario de infrarrojos en Marte, es decir,
ambos investigadores observarían el comportamiento de nuestra atmósfera, situados
“imaginariamente” en el planeta marciano y se quedaron sorprendidos por la
composición de gases en la atmósfera terrestre, en la cual conviven tranquilamente gases
tan reactivos como el oxígeno y el metano. Así, el punto de partida de esta investigación
fue preguntarse sobre la existencia de algún proceso en la superficie de la Tierra que
pudiera ordenar la secuencia de fenómenos intermediarios inestables y reactivos de una
manera programada para lograr este propósito y concluyeron que este proceso,
inevitablemente, debía ser la vida.
Con estos lentes, Lovelock y Hitchcok pudieron demostrar que no había vida en
Marte, situación que les costó su puesto en el proyecto antes mencionado, dado que el
patrocinador, la National Aeronautics and Space Administration (NASA), necesitaba
fuertes razones para ir a Marte. Sin embargo, cuando Lovelock regresó a Inglaterra en
1966, todavía se hacía el siguiente planteamiento: ¿cómo el planeta Tierra mantiene una
composición atmosférica tan constante y equilibrada si está compuesta por gases
sumamente reactivos?
Una pregunta más compleja y enigmática para Lovelock era entender cómo una
atmósfera tan inestable podía ser perfectamente adecuada, en su composición, para la
vida. En este sentido, la Tierra vista desde esta perspectiva y considerando la atmósfera
de varios planetas como Venus y Marte, tampoco tenía razón de ser, puesto que la
existencia permanente de gases reactivos en una atmósfera determinada no tiene ningún
sentido. Pensando hipotéticamente que podemos observar la atmósfera terrestre desde
Marte, por ejemplo, ésta aparecía ante nosotros sin vida. Lovelock llegó a la conclusión
de que en la atmósfera no importa la cantidad de gases, sino cómo éstos fluyen en ella.
“Fue entonces cuando empecé a preguntarme si podía ser que el aire no fuera
solamente un entorno para la vida sino una parte de la vida misma. Por decirlo de otra
manera, parecía que la interacción entre la vida y el medio ambiente, del cual el aire
forma parte, era tan intensa, que el aire podría considerarse similar al pelo de un gato o

113
al papel de un nido de avispones; algo no vivo, sino hecho por cosas vivas para sostener
el entorno elegido”183.
A finales de los años 70, los únicos científicos que tomaron en serio la investigación
de Lovelock fueron el geoquímico sueco Lars Gunar Sillen y la bióloga norteamericana
Lynn Margulis.
De aquí en adelante, Margulis y Lovelock buscaron las pruebas necesarias para
sostener la Hipótesis Gaia. Los primeros fundamentos estuvieron centrados en
experimentos termodinámicos que pretendieron determinar hasta qué punto la
composición de la Tierra y el aire podía ser distinta a estados de equilibrio. La respuesta
a esta interrogante fue que la diferencia entre estados de orden y caos constituye una
medida de la reducción de su entropía debido a la presencia de la vida.
Para ambos investigadores, la vida en el planeta Tierra constituye una anomalía, pues
es como si respirásemos un tipo de aire que podría asemejarse al gas premezclado que
entra en un horno o en un motor de combustión interna y esta situación es muy inestable,
nos precisa James Lovelock.
Esto los llevó a hacerse numerosos interrogantes sobre la supervivencia, equilibrio y
autorregulación del planeta mismo como, por ejemplo, ¿por qué la delgada atmósfera del
planeta no escapa al espacio? Nuestra transparente envoltura de aire, comparada con las
atmósferas que cubre a los planetas vecinos es contrastante. Los otros planetas están
compuestos, casi exclusivamente, por dióxido de carbono y un porcentaje mínimo de
nitrógeno. Por el contrario, en la Tierra, la atmósfera está compuesta por nitrógeno en un
79%, oxígeno en un 21% y apenas el 0.03% de bióxido de carbono.
En 1971, Lovelock detectó que las algas costeras liberan a la atmósfera el dimetil
sulfuro (DMS) y comprobó que este gas estimula la formación de núcleos de
condensación para el vapor de agua, lo que a su vez eleva la concentración nubosa que,
lógicamente, oscurece la superficie permitiendo que desciendan las temperaturas. Pero,
del mismo modo que el calor hace crecer y multiplicarse las algas en los océanos, el frío
dificulta su proliferación, por lo que disminuye la producción de dimetil sulfuro, se
forman menos nubes y comienza una nueva escalada térmica.
Otra pregunta es ¿porqué el pH (potencial de hidrógeno o grado de acidez o
alcalinidad) se mantiene neutro en la atmósfera? El grado de acidez del aire, el agua y la
tierra se mantienen siempre alrededor de un valor neutro (pH 8); el óptimo para la vida a
pesar de que la gran cantidad de ácidos producidos por la oxidación en la atmósfera de
los óxidos nitrosos y sulfurosos liberados por la descomposición de la materia orgánica
deberían haber hecho aumentar la acidez terrestre hasta un pH 3, comparable al vinagre.
Sin embargo, la naturaleza dispone de un neutralizador biológico para que esto no
suceda; la biosfera se encarga de fabricar, por medio de los procesos metabólicos de los
seres vivos, alrededor de mil megatoneladas anuales de amoniaco (una substancia muy
alcalina) que resulta ser la cantidad necesaria para anular la acumulación excesiva de los
agresivos ácidos.

114
Una pregunta más es la de ¿cómo es posible que el nivel salino medio no supere el
3.4% cuando la cantidad de sales que lluvias y ríos arrastran hacia los océanos desde
hace 80 millones de años, es idéntica a toda la actualmente contenida en ellos? De haber
continuado este proceso, el agua de los océanos, completamente saturada de sal, habría
llegado a ser mortífera para cualquier forma de vida. ¿Por qué entonces los mares no son
más salados? Todo esto es posible gracias a la intervención reguladora de Gaia.
Otra muestra de esta regulación es el permanente estado de equilibrio de un
componente tan importante como el oxígeno. La proporción del 21% es la dosis óptima
para la vida en el planeta.
Bastaría tan sólo un aumento del 4% en el nivel atmosférico actual para poner al mundo
en grave peligro, porque al 25% incluso el detritus húmedo del suelo de la selva tropical
ardería como una tea al caer un solo relámpago.
Estos sólo son algunos ejemplos de autorregulación de los que, según Lovelock, se
vale la biosfera para hacer de este planeta un mundo confortable y parece que funcionan
a pesar de las grandes catástrofes que ha sufrido la Tierra a lo largo de las eras y del
maltrato que en la actualidad recibe con la destrucción de la capa de ozono, la lluvia
ácida, el efecto invernadero, etcétera184.
Para el creador de la Hipótesis Gaia, la verdadera amenaza consiste en alterar
drásticamente aquellas regiones donde residen los circuitos primarios del control
planetario: el cinturón de selvas tropicales y las plataformas continentales185.
Las pruebas reunidas a través de los años por Margulis, Lovelock y por el científico
Michael Whitfield, les han permitido demostrar, casi sin duda alguna, que la Tierra
constituye una construcción biológica.
“Todos los comportamientos de la superficie de la Tierra se mantienen en un estado
constante, muy lejos de las expectativas de la química, a través del gasto de energía de la
biosfera. El próximo paso es demostrar que esta construcción está perfeccionada al
máximo por la biosfera contemporánea. Existen razones para sospechar que la
información necesaria para establecer la existencia de Gaia como sistema de control está
oculta en las pruebas termodinámicas. En este momento, no existe ninguna descripción
física formal de la vida en sí misma, y puede ser que se necesite este mismo formalismo
para demostrar Gaia”186.
La otra manera de enfocar la Hipótesis Gaia fue a través de la cibernética. La forma
habitual de examinación cibernética de un planteamiento consiste en comparar el
comportamiento real de la Tierra con el de un modelo dinámico y esto es lo que hizo el
científico Robert Garrels y sus colegas al investigar sobre los ciclos de algunos de los
elementos principales que fluyen a través de las partes de la superficie de la Tierra, como
por ejemplo, los océanos, corteza y atmósfera.
Al ver los efectos de la presencia vital en un modelo dinámico, Garrels concluyó que
el entorno de la superficie terrestre puede ser considerado como un sistema dinámico
protegido contra las perturbaciones por eficaces mecanismos de realimentación.

115
Asimismo, Michael Whitfield ha examinado en profundidad los ciclos de los elementos
en los océanos y ha concluido “que las maquinaciones de las cosas vivas desempeñan un
papel importante en la distribución y abundancia de los diversos elementos que están
dispersos en el mar”187.
Los procesos de autorregulación en los sistemas están fuertemente presentes en las
teorías de Autopoiesis, Autoorganización y Autorreferencia. Los científicos chilenos
Humberto Maturana y Francisco Varela, creadores de la Teoría de la autopoiesis, nos
precisan que los sistemas constituyen unidades cerradas pues son las estructuras las que
especifican las perturbaciones que vienen del medio externo, así los procesos más
importantes se dan dentro y no fuera del sistema. De esta manera, “su dinámica de
estado da como resultado interacciones con el medio y la dinámica de estado dentro del
medio da como resultado interacciones con el sistema vivo”188.
En el caso de autoorganización, el trabajo de Ilya Prigogine sobre las estructuras
disipativas y los estados fluctuantes lejanos del equilibrio ha sido significativo, pues en
los procesos autorregulantes, el orden y el desorden conviven en máxima armonía. En
este sentido, las partículas disipativas aumentan el orden y la estructura interna de los
sistemas, obteniéndose un nuevo estado que se forma a expensas del orden y la energía
del entorno. Para Heinz von Foerster, la reglamentación de la propia reglamentación
para decidir las propias decisiones, es decir la autorreferencia, posibilita a los sistemas
diferenciarse de su entorno y a su vez, establecer lazos con él189.
Nos precisa Lovelock que otra forma de examinar cibernéticamente al planeta Tierra
es preguntarse por la función que cumple cada gas en el aire o cada componente en el
mar. En el caso del oxígeno, éste determina el potencial químico del planeta y hace
posible, cuando hay algo combustible, encender un fuego o accionar un motor de
combustión interna en cualquier parte del mundo y muchas cosas más, por ejemplo que
respiremos, que vivan las plantas y flores, etcétera.
En el caso del metano, éste forma parte de un circuito de realimentación relacionado
con la regulación del oxígeno, pues cualquier componente funcional de un sistema
activo debe estar regulado y en el caso del oxígeno, que si bien no es el gas más
abundante en nuestro planeta, es el más dominante, la regulación de este último es muy
grande. Aun cuando Margulis, utiliza el concepto de “simbiosis” para referirse al origen
de formas de vida más avanzada en nuestro planeta, los gases en la Tierra también se
comportan de manera simbiótica, pues se necesitan unos de otros.
Por su parte, Sagan y Muller descubrieron la función del amoníaco, al sugerir que
nuestro joven planeta tiene una atmósfera rica en este gas, el cual, mediante su capacidad
de absorber la radiación infrarroja, actúa como una manta que mantiene caliente al
planeta a pesar de que el Sol está más frío. Otros investigadores que no gustan del
amoníaco, precisan que el bióxido de carbono produciría el mismo efecto.
Si bien la Hipótesis Gaia no ha recibido fuertes críticas en su composición teórica, el
movimiento ecológico ha sugerido que las ideas gaianas dan luz verde a las industrias
para contaminar a voluntad, pues se cree que la realimentación gaiana siempre protegerá

116
al entorno contra cualquier daño que pueda hacerle el ser humano.
En este sentido, Lovelock argumenta que si bien las hipótesis científicas se utilizan a
menudo como metáforas en discusiones sobre problemáticas humanas, e inclusive se
sacan de contexto como ocurrió con la teoría de Darwin que supuestamente validó la
moralidad del capitalismo liberal o algunos movimientos racistas, Gaia sólo constituye
un espejo para ver las cosas desde otra manera distinta190.

Notas y referencias:
1
ROBLES, T., Conversación grabada durante la dirección de mi tesis de maestría,
México, 2003.
2
Ley Koo, E., en GARCÍA COLÍN, L., Mazari, M., Moshinsky, M. (coord.), Niels Bohr:
Científico, filósofo, humanista, La ciencia para todos, Fondo de Cultura Económica,
Secretaría de Educación Pública y Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, México,
2003.
3
HAWKING, S.W., Agujeros negros y pequeños universos, Grupo Editorial Planeta,
México, 2002.
4
Ley Koo, E., en GARCÍA COLÍN, L., Mazari, M., Moshinsky, M. (coord.), Niels Bohr:
Científico, filósofo, humanista, La ciencia para todos, Fondo de Cultura Económica,
Secretaría de Educación Pública y Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, México,
2003.
5
García Colín L., en GARCÍA COLÍN, L., Mazari, M., Moshinsky, M. (coord.), Niels
Bohr: Científico, filósofo, humanista, La ciencia para todos, Fondo de Cultura
Económica, Secretaría de Educación Pública y Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología, México, 2003.
6
Obregón, O., en GARCÍA COLÍN, L., Mazari, M., Moshinsky, M. (coord.), Niels Bohr:
Científico, filósofo, humanista, La ciencia para todos, Fondo de Cultura Económica,
Secretaría de Educación Pública y Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, México,
2003.
7
RAIZA ANDRADE Y CADENAS, E., Pachano, E., Pereira, l.M., Torres, A., El
Paradigma Complejo. Un cadáver exquisito, Universidad Interamericana de Educación
a Distancia de Panamá, UNIEDPA, tomado de Internet:
http://csociales.uchile.cl/publicaciones/moebio/14/andrade.htm, s/f.
8
BOHM, D., La totalidad y el orden implicado, Kairós, Barcelona, 1992. 9
HEISENBERG, W., Diálogos sobre la física atómica, Universidad Autónoma de
Puebla, México, s/f.
10
CAPRA, F., El punto crucial. Ciencia, sociedad y cultura naciente, Estaciones,
Buenos Aires, 1999.
11
Ibíd.
12
Bohm, en WEBER, R., Diálogos con científicos y sabios, la búsqueda de la
unidad, Libros Liebre de Marzo, Barcelona, 1990.
13
PEARCEY, N., Orígenes y la “Nueva Era”. Oriente se encuentra con Occidente

117
en el establecimiento científico, tomado de Internet:
http://www.sedin.org/propesp/X0083_04.htm, 1997.
14
Ibíd.
15
CÍA, G.G., El paradigma holográfico cuántico, cuantum lógico y variables
físicas en relación con ESP y PK (Psicokinesis), tomado de Internet:
http://www.ciudadfutura.net/bitacora/fisica/f_Hlt158791881i_Hlt158791881sica.htm,
s/f.
16
PEAT, F.D., Sincronicidad. Puente entre mente y materia, Kairós, Barcelona,
1989.
17
GÓMEZ RINCÓN, C.M., La sincronicidad como principio de interpretación
para un mundo unitario en la obra de C.G. Jung, tomado de Internet:
http://www.adepac.org/P06-4.htm, s/f.
18
Ibíd.
19
JUNG, C., Sincronicidad, Alianza Editorial, Madrid, 1970.
20
PEAT, F.D., Sincronicidad. Puente entre mente y materia, Kairós, Barcelona,
1989.
21
Ibíd.
22
JUNG, C., Sincronicidad, Alianza Editorial, Madrid, 1970.
23
Jung, en WILHELM, R., I Ching. El libro de las mutaciones, Editorial
Hermes/Sudamericana, Buenos Aires, 1989.
24
GRANDÍO, A., El paradigma emergente en la ciencia, Capítulo 2, tomado de
Internet: http://www3.uji.es/~agrandio/tesis/Te2.htm#2.3.4, 1996.
25
BRIGGS, J.P. y Peat, F.D., A través del maravilloso espejo del Universo, Gedisa.
Barcelona, 1989.
26
Ibíd.
27
MODERN ADVAITA, El Universo como un holograma. ¿Existe la realidad
objetiva o es el Universo un fantasma?, Centro Ericksoniano de México, traducción de
Cinthia Orozco de Gortari, s/f.
28
DÍAZ, J.L., El ábaco, la lira y la rosa. Las regiones del conocimiento, Fondo de
Cultura Económica, México, 1997.
29
GRANDÍO, A., El paradigma emergente en la ciencia, Capítulo 2, tomado de
Internet: http://www3.uji.es/~agrandio/tesis/Te2.htm#2.3.4, 1996.
30
Ibíd.
31
Bell, en CAPRA, F., La trama de la vida. Una nueva perspectiva de los sistemas
vivos, Anagrama, Barcelona, 1996.
32
Aspect, en CÍA, G.G., El paradigma holográfico cuántico, cuantum lógico y
variables físicas en relación con ESP y PK (Psicokinesis), tomado de Internet:
http://www.ciudadfutura.net/bitacora/fisica/fisica.htm, s/f.
33
CÍA, G.G., El paradigma holográfico cuántico, cuantum lógico y variables
físicas en relación con ESP y PK (Psicokinesis), tomado de Internet:
http://www.ciudadfutura.net/bitacora/fisica/fisica.htm, s/f.

118
34
S tapp, en CAPRA, F., El punto crucial. Ciencia, sociedad y cultura naciente,
Estaciones, Buenos Aires, 1999.
35
CÍA, G.G., El paradigma holográfico cuántico, cuantum lógico y variables
físicas en relación con ESP y PK (Psicokinesis), tomado de Internet:
http://www.ciudadfutura.net/bitacora/fisica/fisica.htm, s/f.
36
Aspect, en MODERN ADVAITA, El Universo como un holograma. ¿Existe la
realidad objetiva o es el Universo un fantasma?, Centro Ericksoniano de México,
traducción de Cinthia Orozco de Gortari, s/f.
37
HAWKING, S.W., Agujeros negros y pequeños universos, Grupo Editorial
Planeta, México, 2002.
38
Ibíd. 39 Ibíd.
40
CAPRA, F., Sabiduría Insólita. Conversaciones con personajes notables, Editorial
Kairós, Barcelona, 1994.
41
BOHM, D., La totalidad y el orden implicado, Kairós, Barcelona, 1992.
42 Ibíd.

43 LUNA, R., En torno al paradigma holográfico. O totalidad en movimiento, en Nuestros

marcos de referencia, Cuaderno de trabajo, Centro Ericksoniano de México, s/f.


44 BOHM, D., La totalidad y el orden implicado, Kairós, Barcelona, 1992.

45 SHELDRAKE, R., Una nueva ciencia de la vida. La hipótesis de la causación

formativa, Kairós, Barcelona, 1990.


46 B OHM, D. y Peat, F.D., Ciencia, orden y creatividad. Las raíces creativas de la

ciencia y la vida, Kairós, Barcelona, 1988.


47 CORRAL QUINTERO, R., El universo como holograma multidimensional y su

conexión con la mente, tomado de Internet:


http://www.infoamerica.org/documentos_pdf/bohm02.pdf, s/f.
48 SHELDRAKE, R., Una nueva ciencia de la vida. La hipótesis de la causación

formativa, Kairós, Barcelona, 1990.


49 BOHM, D. y Peat, F.D., Ciencia, orden y creatividad. Las raíces creativas de la

ciencia y la vida, Kairós, Barcelona, 1988.


50 BOHM, D., La totalidad y el orden implicado, Kairós, Barcelona, 1992.

51 LUNA, R., En torno al paradigma holográfico. O totalidad en movimiento, en Nuestros

marcos de referencia, Cuaderno de trabajo, Centro Ericksoniano de México, s/f.


52 MODERN ADVAITA, El Universo como un holograma. ¿Existe la realidad objetiva o

es el Universo un fantasma?, Centro Ericksoniano de México, traducción de Cinthia


Orozco de Gortari, s/f.
53 HAWKING, S.W., Agujeros negros y pequeños universos, Grupo Editorial Planeta,

México, 2002;
El Universo en una cáscara de nuez, Crítica/Planeta, Barcelona, 2003.
55
54 BOHM, D., La totalidad y el orden implicado, Kairós, Barcelona, 1992. HAWKING,
S.W., El Universo en una cáscara de nuez, Crítica/Planeta, Barcelona, 2003.
56
MODERN ADVAITA, El Universo como un holograma. ¿Existe la realidad

119
objetiva o es el Universo un fantasma?, Centro Ericksoniano de México, traducción de
Cinthia Orozco de Gortari, s/f.
57
HAWKING, S.W., Agujeros negros y pequeños universos, Grupo Editorial
Planeta, México, 2002;
El Universo en una cáscara de nuez, Crítica/Planeta, Barcelona, 2003. 58
KRISHNAMURTI, J., Fundación Krishnamurti Hispanoamericana, tomado de Internet:
http://www.fkhispanoamericana.org/, 2002.
59
MODERN ADVAITA, El Universo como un holograma. ¿Existe la realidad
objetiva o es el Universo un fantasma?, Centro Ericksoniano de México, traducción de
Cinthia Orozco de Gortari, s/f.
60
PRIBRAM, K., Languages of the Brain, Prentice Hall, Englewood Cliffs, 1971.
61
Pribram, en WILBER, K., Bohm, D., Pribram, K., Keen, S., Ferguson, M.,
Capra, F., Weber, R. y otros, El paradigma holográfico. Una exploración en las
fronteras de la ciencia, edición a cargo de Ken Wilber, Kairós, Barcelona, 2001.
62
DÍAZ, J.L., El ábaco, la lira y la rosa. Las regiones del conocimiento, Fondo de
Cultura Económica, México, 1997.
63
S/a, El mundo no existe. Parte II El Universo es un Mar de frecuencias, tomado
de Internet: http://krishnamurticastaneda.blogspot.com/2006/08/el-mundo-no-
existeparte-ii.html, 2006.
64
DÍAZ, J.L., El ábaco, la lira y la rosa. Las regiones del conocimiento, Fondo de
Cultura Económica, México, 1997.
65
PRIBRAM, K., “Cerebro decodificador. Percepción: un haz de realidad”,
entrevista realizada por V. Guerrero Mothelet, en La Jornada, México, lunes 8 de
diciembre de 1997.
66
Pribram, en WILBER, K., Bohm, D., Pribram, K., Keen, S., Ferguson, M.,
Capra, F., Weber, R. y otros, El paradigma holográfico. Una exploración en las
fronteras de la ciencia, edición a cargo de Ken Wilber, Kairós, Barcelona, 2001.
67
PRIBRAM, K., “Cerebro decodificador. Percepción: un haz de realidad”,
entrevista realizada por V. Guerrero Mothelet, en La Jornada, México, lunes 8 de
diciembre de 1997.
68
MODERN ADVAITA, El Universo como un holograma. ¿Existe la realidad
objetiva o es el Universo un fantasma?, Centro Ericksoniano de México, traducción de
Cinthia Orozco de Gortari, s/f.
69
Ibíd. 70 Ibíd.
71
WILBER, K., Bohm, D., Pribram, K., Keen, S., Ferguson, M., Capra, F., Weber,
R. y otros, El paradigma holográfico. Una exploración en las fronteras de la ciencia,
edición a cargo de Ken Wilber, Kairós, Barcelona, 2001.
72
BRIGGS, J.P. y Peat, F.D., A través del maravilloso espejo del Universo,
Gedisa, Barcelona, 1989.
73
JUNG, C.G., Sincronicidad, Alianza Editorial, Madrid, 1970.
74
S/a, El mundo no existe. Parte II El Universo es un Mar de frecuencias, tomado

120
de
Internet: http://krishnamurticastaneda.blogspot.com/2006/08/el-mundo-no-existeparte-
ii.html, 2006.
75
Ibíd. 76 Ibíd.
77
MICHEL, A., El holograma, modelo del Universo, traducido y extractado por
Carmen Bustos de Question de Editions Retz, París, tomado de Internet:
http://www.alcione.cl/nuevo/index.php?object_id=149, s/f.
78
Ibíd.
79
Ibíd.
80
Ibíd. 81 Ibíd.
82
LUNA, R., En torno al paradigma holográfico. O totalidad en movimiento, en
Nuestros marcos de referencia, Cuaderno de trabajo, Centro Ericksoniano de México,
s/f.
83
CAPRA, F., El punto crucial. Ciencia, sociedad y cultura naciente, Estaciones,
Buenos Aires, 1999;
HAWKING, S.W., Agujeros negros y pequeños universos, Grupo Editorial Planeta,
México, 2002;
El Universo en una cáscara de nuez, Crítica/Planeta, Barcelona, 2003.
84
Pribram, en WILBER, K., Bohm, D., Pribram, K., Keen, S., Ferguson, M.,
Capra, F., Weber, R. y otros, El paradigma holográfico. Una exploración en las
fronteras de la ciencia, edición a cargo de Ken Wilber, Kairós, Barcelona, 2001.
85
Bohm y Pribram, en WILBER, K., Bohm, D., Pribram, K., Keen, S., Ferguson,
M., Capra, F., Weber, R. y otros, El paradigma holográfico. Una exploración en las
fronteras de la ciencia, edición a cargo de Ken Wilber, Kairós, Barcelona, 2001. 86
LEIBNITZ, W., Principios de la monadología, Universidad Complutense, Madrid,
1998.
87
WILBER, K., Bohm, D., Pribram, K., Keen, S., Ferguson, M., Capra, F., Weber,
R. y otros, El paradigma holográfico. Una exploración en las fronteras de la ciencia,
edición a cargo de Ken Wilber, Kairós, Barcelona, 2001.
88
Ibíd.
89
MODERN ADVAITA, El Universo como un holograma. ¿Existe la realidad
objetiva o es el Universo un fantasma?, Centro Ericksoniano de México, traducción de
Cinthia Orozco de Gortari, s/f.
90
Ibíd.
91
CORRAL QUINTERO, R., El universo como holograma multidimensional y su
conexión con la mente, tomado de Internet:
http://www.infoamerica.org/documentos_pdf/bohm02.pdf, s/f.
92
Ibíd.
93
Ibíd.
94
Ibíd. 95 Ibíd.
96
PEAT, F.D., Sincronicidad. Puente entre mente y materia, Kairós, Barcelona, 1989. 97

121
Bohm, en WEBER, R., Diálogos con científicos y sabios, la búsqueda de la unidad,
Libros Liebre de Marzo, Barcelona, 1990.
98
GRINBERG-ZYLBERBAUM, J., Psicofisiología del poder, INEC, México,
1988.
99
I bíd.
100I bíd.
101
B ohm, en WEBER, R., Diálogos con científicos y sabios, la búsqueda de la unidad,
Libros Liebre de Marzo, Barcelona, 1990.
102
P RIBRAM, K., Languages of the Brain, Prentice Hall, Englewood Cliffs, 1971.
103
W ILBER, K., Bohm, D., Pribram, K., Keen, S., Ferguson, M., Capra, F., Weber, R. y
otros, El paradigma holográfico. Una exploración en las fronteras de la ciencia,
edición a cargo de Ken Wilber, Kairós, Barcelona, 2001.
104
D ÍAZ, J.L., El ábaco, la lira y la rosa. Las regiones del conocimiento, Fondo de
Cultura Económica, México, 1997.
105
W ILBER, K., Bohm, D., Pribram, K., Keen, S., Ferguson, M., Capra, F., Weber, R. y
otros, El paradigma holográfico. Una exploración en las fronteras de la ciencia,
edición a cargo de Ken Wilber, Kairós, Barcelona, 2001.
106
K ybalión, el, Editora y Distribuidora Dos Tomos, Colección Tercer Milenio, 1997.
107
H organ, en DAVIES, P., La mente de Dios. La base científica para un mundo
racional, McGraw-Hill, Madrid, 1993.
108
M ICHEL, A., El holograma, modelo del Universo, traducido y extractado por Carmen
Bustos de Question de Editions Retz, París, tomado de Internet:
http://www.alcione.cl/nuevo/index.php?object_id=149, s/f.
109
B OHM, D., La totalidad y el orden implicado, Kairós, Barcelona, 1992.
110 Ibíd. 111I bíd. 112 Ibíd. 113
Ibíd.
114
S/a, El mundo no existe. Parte II El Universo es un Mar de frecuencias, tomado
de Internet: http://krishnamurticastaneda.bloogspot.com/2006/08/el-mundo-noexiste-
parte-ii.html, 2006.
115
MICHEL, A., El holograma, modelo del Universo, traducido y extractado por
Carmen Bustos de Question de Editions Retz, París, tomado de Internet:
http://www.alcione.cl/nuevo/index.php?object_id=149, s/f.
116
Ibíd. 117 Ibíd.
118
SHELDRAKE, R., Una
nueva ciencia de la vida. La
hipótesis de la causación
formativa, Kairós, Barcelona,
1990.
119
Ibíd. 120I bíd.
121I bíd.
122I bíd.

122
123I bíd.
T RONCONI, S., El cerebro, tomado de Internet:
http://www.espande.it/Spagnolo/pagine/Dossier/celebro.html, s/f.
S HELDRAKE, R., Una nueva ciencia de la vida. La hipótesis de la causación
formativa, Kairós, Barcelona, 1990.
126I bíd.
T RONCONI, S., El cerebro, tomado de Internet:
http://www.espande.it/Spagnolo/pagine/Dossier/celebro.html, s/f.
B RIGGS, J.P. y PEAT, F.D., A través del maravilloso espejo del Universo, Gedisa.
Barcelona, 1989.
M ICHEL, A., El holograma, modelo del Universo, traducido y extractado por Carmen
Bustos de Question de Editions Retz, París, tomado de Internet:
http://www.alcione.cl/nuevo/index.php?object_id=149, s/f.
130
D ÍAZ, J.L., El ábaco, la lira y la rosa. Las regiones del conocimiento, Fondo de
Cultura Económica, México, 1997.
131I bíd.
132
R AIZA ANDRADE Y CADENAS, E., Pachano, E., Pereira, L.M., Torres, A., El
Paradigma Complejo. Un cadáver exquisito, Universidad Interamericana de Educación
a Distancia de Panamá, UNIEDPA, tomado de Internet:
http://csociales.uchile.cl/publicaciones/moebio/14/andrade.htm, s/f.
133
E ddington, en BRIGGS, J.P. y Peat, F.D., Espejo y reflejo: del caos al orden. Guía
ilustrada de la teoría del caos y la ciencia de la totalidad, Gedisa, Barcelona, 1990. 134B
ERTALANFFY, L. von, Teoría general de los sistemas, Fondo de Cultura Económica,
México, 1991.
135
P RIGOGINE, I., ¿Tan sólo una ilusión? Una exploración del caos al orden, Tusquets
Editores, Barcelona, 1993.
136I bíd.
137
P RIGOGINE, I. y Stengers, I., El fin de las certidumbres, Alianza Editorial, Madrid,
1996.
138
P EAT, F.D., Sincronicidad. Puente entre mente y materia, Kairós, Barcelona, 1989.
139
R AIZA ANDRADE Y CADENAS, E., Pachano, E., Pereira, L. M., Torres, A., El
Paradigma Complejo. Un cadáver exquisito, Universidad Interamericana de Educación
a Distancia de Panamá, UNIEDPA, tomado de Internet:
http://csociales.uchile.cl/publicaciones/moebio/14/andrade.htm, s/f.
140
P RIGOGINE, I. y Stengers, I., El fin de las certidumbres, Alianza Editorial, Madrid,
1996.
141
R AIZA ANDRADE Y CADENAS, E., Pachano, E., Pereira, L.M., Torres, A., El
Paradigma Complejo. Un cadáver exquisito, Universidad Interamericana de Educación
a Distancia de Panamá, UNIEDPA, tomado de Internet:
http://csociales.uchile.cl/publicaciones/moebio/14/andrade.htm, s/f.
142
B RIGGS, J.P. y PEAT, F.D. (1994). Espejo y reflejo: del caos al orden. Guía

123
ilustrada de la teoría del caos y la ciencia de la totalidad, Gedisa, Barcelona, 1990.
143
R AIZA ANDRADE Y CADENAS, E., Pachano, E., Pereira, L.M., Torres, A., El
Paradigma Complejo. Un cadáver exquisito, Universidad Interamericana de Educación
a Distancia de Panamá, UNIEDPA, tomado de Internet:
http://csociales.uchile.cl/publicaciones/moebio/14/andrade.htm, s/f.
144I bíd.
S ORMAN, G., Los verdaderos pensadores de nuestro tiempo, Seix Barral, Barcelona,
1991.
146I bíd.
R AIZA ANDRADE Y CADENAS, E., Pachano, E., Pereira, L.M., Torres, A., El
Paradigma Complejo. Un cadáver exquisito, Universidad Interamericana de Educación
a Distancia de Panamá, UNIEDPA, tomado de Internet:
http://csociales.uchile.cl/publicaciones/moebio/14/andrade.htm, s/f.
D ÍAZ, J.L., El ábaco, la lira y la rosa. Las regiones del conocimiento, Fondo de Cultura
Económica, México, 1997.
149I bíd. 150I bíd.
R AIZA ANDRADE Y CADENAS, E., Pachano, E., Pereira, L.M., Torres, A., El
Paradigma Complejo. Un cadáver exquisito, Universidad Interamericana de Educación
a Distancia de Panamá, UNIEDPA, tomado de Internet:
http://csociales.uchile.cl/publicaciones/moebio/14/andrade.htm, s/f.
152I bíd.
153I bíd. 154I bíd.
155
P RIGOGINE, I., El tiempo y el devenir, Gedisa, Barcelona, 1983.
156
B RIGGS, J.P. y Peat, F.D., A través del maravilloso espejo del Universo, Gedisa,
Barcelona, 1989.
157
E ncarta' 95 Multimedia Enciclopedia Microsoft, Chaos Theory, 1994.
158
B RIGGS, J.P. y Peat, F.D., A través del maravilloso espejo del Universo, Gedisa,
Barcelona, 1989.
159
D ÍAZ, J.L., El ábaco, la lira y la rosa. Las regiones del conocimiento, Fondo de
Cultura Económica, México, 1997.
160
R AIZA ANDRADE Y CADENAS, E., Pachano, E., Pereira, L.M., Torres, A., El
Paradigma Complejo. Un cadáver exquisito, Universidad Interamericana de Educación
a Distancia de Panamá, UNIEDPA, tomado de Internet:
http://csociales.uchile.cl/publicaciones/moebio/14/andrade.htm, s/f.
161I bíd.
162I bíd. 163I bíd.
164
M ANDELBROT, B.B., Los objetos fractales. Forma, azar y dimensión, Tusquets
Editores, Barcelona, 1996.
165
P RIBRAM, K., “Cerebro decodificador. Percepción: un haz de realidad”, entrevista
realizada por V. Guerrero Mothelet, en La Jornada, México, lunes 8 de diciembre de
1997.

124
166
L UNA, R., En torno al paradigma holográfico. O totalidad en movimiento, en
Nuestros marcos de referencia, Cuaderno de trabajo, Centro Ericksoniano de México,
s/f.
167
E SPINOZA, F., Aullando con los lobos o de complicidades ocultas del Bootstrap, el
holomovimiento y la hipótesis Gaia en las ciencias de la comunicación, tomado de
Internet: http://www.tercermilenio.ucn.cl/francis.htm, s/f.
168I bíd.
C hew, en CAPRA, F., Sabiduría Insólita. Conversaciones con personajes notables,
Kairós, Barcelona, 1994.
C APRA, F., Sabiduría Insólita. Conversaciones con personajes notables, Kairós,
Barcelona, 1994.
171I bíd.
C hew, en CAPRA, F., Sabiduría Insólita. Conversaciones con personajes notables,
Kairós, Barcelona, 1994.
173I bíd.
C APRA, F., Sabiduría Insólita. Conversaciones con personajes notables, Kairós,
Barcelona, 1994.
K RISHNAMURTI, J. y Bohm, D., Más allá del tiempo, Kairós, Barcelona, 1998. 176G
rof, en CAPRA, F., Sabiduría Insólita. Conversaciones con personajes notables, Kairós,
Barcelona, 1994.
C APRA, F., El Tao de la física, Kairós, Barcelona, 1991.
S/a, Teoría Gaia. La tierra como sistema vivo, tomado de Internet:
http://orbita.starmedia.com/~dalai591/teoria_gaia.htm, s/f.
179
L UNA, R., En torno al paradigma holográfico. O totalidad en movimiento, en
Nuestros marcos de referencia, Cuaderno de trabajo, Centro Ericksoniano de México,
s/f.
180
T HOMPSON, W.I., Gaia: Una manera de saber, corregida por W.I.T. e incluyendo la
introducción y la conclusión, Kairos, Barcelona, 1990; Lovelock, James, GAIA.
Implicaciones de la nueva biología, 3ª edición, Editorial Kairós S.A., Barcelona -
España, febrero de 1995, 224 págs., [pág. 93.]
181I bíd.
182I bíd. 183I bíd.
184
E SPINOZA, F., Aullando con los lobos o de complicidades ocultas del Bootstrap, el
holomovimiento y la hipótesis Gaia en las ciencias de la comunicación, tomado de
Internet: http://www.tercermilenio.ucn.cl/francis.htm,, s/f.
185
S/a, Teoría Gaia. La tierra como sistema vivo, tomado de Internet:
http://orbita.starmedia.com/~dalai591/teoria_gaia.htm, s/f.
T HOMPSON, W.I., Un modelo para la dinámica planetaria y celular de J. Lovelock.
Implicaciones de la nueva biología, Kairós, Barcelona, 1995.
187I bíd. 188I bíd.
E SPINOZA, F., Aullando con los lobos o de complicidades ocultas del Bootstrap, el

125
holomovimiento y la hipótesis Gaia en las ciencias de la comunicación, tomado de
Internet: http://www.tercermilenio.ucn.cl/francis.htm,, s/f.
190I bíd.

126
V. ABRIENDO VENTANAS

Einstein y sus colegas, al romper los antiguos paradigmas, reacomodaron el tiempo y el


espacio en una nueva geometría que no tenía principio ni fin, bordes ni solidez y cada
partícula sólida del Universo resultó ser un fantasmal manojo de energía que vibraba en
un inmenso vacío. El antiguo modelo del espacio-tiempo quedó hecho trizas,
reemplazado por un atemporal y fluyente campo de transformación constante. Este
campo cuántico no está separado de nosotros es nosotros1.
Para regresar a la salud sólo hay que llevar la persona de nuevo a esta realidad,
hacerla tomar contacto con toda la información del Universo dentro de ella y eso se
logra por medio de la psicoterapia ericksoniana. Por medio de ella se lleva a la persona
al paradigma holográfico, a ese campo atemporal, fluyente y de transformación
constante y, pienso que es válido creer que, por medio de la psicoterapia ericksoniana, se
accede al orden implicado y se toman recursos de él o, tal vez, simplemente se le permite
actuar, porque ese orden tiene su propio equilibrio.
En el trabajo psicoterapéutico, al esperar salud se crea salud. Lo que está de acuerdo
al Principio de incertidumbre de Heisenberg que, al decir que dos propiedades
relacionadas de una partícula no pueden ser medidas exactamente al mismo tiempo,
porque se modifican, lleva a la conclusión de que es el observador el que crea la acción
esperada. O, lo que es lo mismo, todo depende del punto de vista del observador. Vemos
lo que esperamos ver. También, recordemos que, de acuerdo al paradigma holográfico,
los campos morfogenéticos y la teoría de los fractales, se generan formas, gracias a que
está la información del todo en cada parte y es la intención la que lleva a una parte en
especial.
Este paradigma tiene la ventaja de la inmensa creatividad de esta nueva visión del
mundo; el ser humano, como todo lo demás en el Cosmos, es constantemente rehecho,
de nuevo, a cada segundo. Los seres vivos son organismos fluyentes potenciados por
millones de años de inteligencia, porque el cerebro es un holograma dentro de un
holograma mayor indiferenciado, el aprendizaje hace que: “aprendamos a responder
principalmente a ciertas frecuencias y no a las transformaciones constantes de
frecuencias. Unos pocos hologramas selectos se estabilizan y aparentemente se separan
unos de otros convirtiéndose en ‘cosas’. Los hologramas, formados como memoria,
refuerzan la impresión de que hay cosas separadas y así el mundo espaciotemporal
explícito que conocemos evoluciona a partir del universo implícito de ondas y
frecuencias”2.
En este trabajo he hablado de los Templos del Sueño de los antiguos egipcios en los
que la gente sanaba. Nosotros, aunque no lo traté aquí, sabemos de las curaciones de

127
nuestros chamanes y yerberos y hasta de los danzantes que curan a la gente y todos
hemos oído hablar de los sueños de la Biblia, premonitorios y simbólicos. Todo esto, a
mi parecer, son formas distintas de ampliar el ancho de banda; lo que Jung llamaba, con
otras palabras, el contacto con otros niveles de la realidad de otras dimensiones, por eso
la gente sanaba y sana.
También está el trabajo de Mesmer. El magnetismo animal, que tiene que ver con el
Universo sin costuras, en donde todo está unido, que es como el Universo membrana de
Hawking y la transmisión instantánea de Aspect.
Las curaciones que sucedían en las sesiones de Mesmer pueden encontrar una
explicación en el paradigma holográfico, en el que el cerebro traduce la realidad (un
Universo vibratorio, materia-energía), el Universo sin costuras que permite la
comunicación instantánea de una mente a otra, como el efecto físico del diapasón que
vibra haciendo que otro que se le acerque emita la misma clase de oscilaciones, entre
otras explicaciones más que surgen de todas estas teorías.
La nueva realidad introducida por la física cuántica nos ha posibilitado, por primera
vez a los legos, a aprehender la inteligencia que subyace bajo el mundo visible. Einstein,
Bohr, Heisenberg, Bohm y los demás pioneros de la física cuántica, comprendieron que
el modo aceptado de ver el mundo físico era falso y nos enseñaron que el cuerpo físico,
como todos los objetos materiales, es una ilusión; tratar de manipularlo puede ser como
asir la sombra y pasar por alto la sustancia. El mundo invisible es el verdadero mundo y
es de aquí de donde podemos extraer el inmenso poder creativo de nuestra parte sabia.
Por medio de la conciencia aprehendemos esta realidad; ella está, siempre, generando
información. Basta el más leve cambio de conciencia para que la energía y la
información formen nuevos patrones. Si los viejos hábitos son tan destructivos es porque
no se permite que surjan a la existencia patrones nuevos3. La psicoterapia ericksoniana
ayuda a generar cambios en los viejos patrones y, al conectar al campo cuántico abre una
puerta para que se dé un retorno al estado que evoca la curación y la
autorreorganización.
En su estado esencial, el ser humano está compuesto de energía y de información, no
de materia sólida. Esta energía e información es un fluyente de infinitos campos de
energía e información que abarcan al Universo.
La información es tanto mental como ideas, sentimientos, deseos y corporal. La
bioquímica del cuerpo es un producto de la conciencia. Creencias, pensamientos y
emociones crean las reacciones químicas que sostienen la vida en cada célula.
La inteligencia puede expresarse por igual como pensamiento o como molécula. Una
emoción básica, como el miedo, se puede describir como sensación abstracta o como
tangible molécula de la hormona adrenalina. Sin la sensación no hay hormona, sin la
hormona no hay sensación. De la misma manera, no hay dolor sin las señales nerviosas
que transmiten el dolor; no hay alivio para el dolor sin las endorfinas que se ajustan a los
receptores del dolor para bloquear esas señales. La revolución que llamamos medicina

128
mente-cuerpo se basó en este descubrimiento: dondequiera que va un pensamiento, un
elemento químico lo acompaña. El cuerpo es capaz de producir cualquier respuesta
bioquímica, una vez que la mente recibe la sugerencia adecuada. Al igual que pasaba
con Mesmer, que lograba hacer que sus pacientes “imaginaran” y sanaran.
Una célula enferma es el producto final de la conciencia que ha olvidado cómo
mantenerse sana. Recordemos al niño enfermo de cáncer del CEM que remitió su
enfermedad “diciéndole” a sus células enfermas que observaran a las sanas y vieran
cómo éstas le hacían para estar bien.
Porque el campo de la vida humana es abierto e ilimitado. En su plano más profundo,
el cuerpo carece de edad y la mente, al igual que el inconsciente, no tiene edad y
desconoce el tiempo. Es la conciencia la que crea el tiempo que experimentamos. El
único tiempo existente es el que capta nuestra conciencia. Por eso es que, en realidad,
sólo existe el presente; pasado y futuro son proyecciones mentales. La teoría de la
relatividad dice que todo tiempo, pasado, presente y futuro está ocurriendo ahora y que
si modificamos cualquiera de ellos, modificamos todos, incluso el pasado. El presente
sería como la estación de radio que estamos sintonizando4.
Aunque las cosas de allí afuera parecen reales, no hay prueba de la realidad aparte
del observador. No hay dos personas que compartan exactamente el mismo Universo.
Cada visión del mundo crea su propio mundo. La realidad es una construcción personal
y social y nunca sabremos si el blanco que una persona ve es el mismo blanco que ve
otra persona. Watzlawick dice que una de las pocas cosas que realmente podemos
conocer es lo que la realidad no es5.
Allí afuera sólo hay, en realidad, datos sin forma, en estado bruto, esperando ser
interpretados por el que percibe. Tomas una “sopa cuántica en flujo, radicalmente
ambigua”, como la llaman los físicos y utilizas tus sentidos para congelar esa sopa en el
mundo sólido tridimensional. Sir John Eccles, el eminente neurólogo británico, pincha la
ilusión sensorial con una aseveración asombrosa, pero irrefutable: “Debemos
comprender que no hay color en el mundo natural, ni sonido; nada de ese tipo, ni
texturas, ni diseños, ni belleza ni aromas...” En pocas palabras, ninguno de los hechos
objetivos en los que solemos basar nuestra realidad es fundamentalmente válido6.
Y es que no hay un mundo objetivo independiente del observador, como lo demuestra
el principio de incertidumbre de Heisenberg, ni tampoco cualidades absolutas en el
mundo material, por ejemplo, una silla. Para un ser humano no es un objeto muy grande,
para una hormiga es inmenso, para uno, la silla es un objeto sólido pero un electrón la
atraviesa sin problema alguno, ¿cuánto pesa esa silla aquí, en el planeta Tierra y cuánto
pesa en la Luna?; es falso decir que existe siquiera un mundo independiente allí afuera.
El mundo es un reflejo del aparato sensorial que lo registra. El sistema nervioso humano
capta sólo una fracción insignificante, menos de una parte por mil millones, de la energía
total que vibra en el medio.
Otros sistemas nerviosos, tales como el de un murciélago o el de una serpiente, reflejan
un mundo diferente que coexiste con el nuestro. El murciélago percibe un mundo de

129
ultrasonido; la serpiente un mundo de luz infrarroja, ambos ocultos para nosotros. Lo
que nos lleva a la limitación de la aprehensión de la realidad por nuestros sentidos.
Estamos acostumbrados a ver y sentir como sólidas algunas cosas, pero la física dice que
están compuestas de átomos y que en ellos la materia sólida es nada más el núcleo y los
electrones girando alrededor. Todo lo demás es hueco, está vacío. La doctora Robles7 se
pregunta si este espacio “¿está vacío o lleno de un espacio subcuántico donde se registra
todo lo que pasa por nuestro cerebro, por todos los cerebros de toda la humanidad en
todos los tiempos?”.
Este vacío está impreso con información, aun antes de que se exprese información
alguna. Así como en la memoria existen, silenciosamente, miles de palabras sin que se
pronuncien, el campo cuántico contiene el Universo entero de forma inexpresada; así ha
sido desde la Gran Explosión, cuando millones de galaxias estaban comprimidas en un
espacio millones de veces más pequeño que el punto con que acaba esta frase. Sin
embargo, antes de ese punto infinitesimal, la estructura del Universo existía de forma
inmanifiesta8.

La percepción parece automática pero, en realidad, es un fenómeno aprendido. El


mundo en que se vive, incluida la experiencia del cuerpo, está completamente inspirado
en el modo en que se aprendió a percibirlo. Si se cambia la percepción, se cambia la
experiencia del cuerpo y del mundo.
Tenemos el concepto de Bohm acerca de la semilla que contiene ya a la planta que
crecerá de ella. La mayor parte de la sustancia de la planta viene del suelo, del agua, del
aire y de la luz solar pero, lo que la semilla realmente contiene es información bajo la
forma de ácido desoxirribonucleico (ADN), información que dirige la acción del
ambiente para que forme la planta correspondiente. Pero, en el intercambio de materia y
energía de la planta con su ambiente ¿en qué punto se puede decir que hay una distinción
entre lo que está vivo y lo que no lo está? Cuando una molécula de dióxido de carbono
cruza el límite de una célula y entra en una hoja, no empieza a vivir en forma súbita, ni
tampoco una molécula de oxígeno muere de golpe cuando la hoja la expulsa a la
atmósfera. Por esto, Bohm dice que en vez de dividir el Universo en partes que están
vivas y partes que no lo están, es preferible el enfoque que ve al Universo como una
totalidad continua, en la cual tanto las cosas vivientes como las que no viven,
constantemente se pliegan y se desenvuelven. Por lo que constatamos que la realidad es
un tejido sin costura al que sólo nuestros propios modos de pensar nos llevan a dividirla
en categorías arbitrarias como mente y cuerpo.
La ausencia de separación entre mente y cuerpo nos puede conducir a nuevas
evaluaciones de nosotros y de nuestro rol en el Universo. Si el Universo es holográfico y
cada cerebro humano penetra en otro cerebro humano (y, claro en toda otra partícula del
Universo) explica perfectamente que en terapia se dé la comunicación de inconsciente a
inconsciente y que lo universal sean los estados amplificados de conciencia.
Los impulsos de inteligencia crean el cuerpo de formas nuevas a cada segundo. Lo

130
que equivale a la suma total de estos impulsos y, al cambiar los esquemas, uno cambiará.
Eso es lo que se logra con la psicoterapia ericksoniana que, gracias al nuevo paradigma
puede explicar el fenómeno de la intuición o del cambio repentino en terapia. Al acceder
a la información que se encuentra en el campo cuántico se puede poner nuevamente en
línea la bioquímica del cuerpo. No hay bioquímica fuera de la conciencia; cada célula
del cuerpo tiene perfecta conciencia de qué piensa y siente sobre sí misma la persona.
Cuando, por medio de la psicoterapia ericksoniana se cambia la interpretación de
alguien, se produce también un cambio en su realidad. En el nuevo paradigma el control
de la vida pertenece a la conciencia.
De acuerdo a Chopra9: “Todo lo que yo pueda experimentar comienza y termina con
la conciencia; cada pensamiento o emoción que captura mi atención es un diminuto
fragmento de conciencia; todas las metas y expectativas que me fijo están organizadas
en la conciencia. Lo que los antiguos sabios llamaban ser se puede definir, según los
términos de la psicología moderna, como un continuo de conciencia y el estado conocido
como conciencia de unidad es el estado en que la conciencia es completa: la persona
conoce todo el continuo de sí misma sin máscaras, ilusiones, vacíos ni fragmentos
quebrados”.
Lo que nos enseña el nuevo paradigma es que las emociones no son hechos fugaces,
aislados en el espacio mental; son expresiones de la conciencia, materia fundamental de
la vida. Nuestra conciencia convierte el campo cuántico en realidad material común.
La psicoterapia ericksoniana ayuda a entrar en la realidad cuántica. Nuestra Parte
Sabia (como se le llama en el CEM) nos abre las puertas a nuestro mundo interno, que
son las puertas al mundo externo, al inconsciente colectivo, al campo subcuántico o al
Universo10.
Nuestra memoria está grabada en el campo mórfico, o campo subcuántico. Según la
física moderna, en el espacio “vacío” entre unos y otros, adentro de nosotros y de todo lo
que existe en el Universo, hay diferentes campos, todos en el mismo espacio. Están por
ejemplo, el campo gravitacional y el campo electromagnético. En este último se
encuentran todas las ondas de todos los programas de radio y televisión al mismo
tiempo. Aquí no vemos nada, pero si encendemos una televisión, podemos recibir las
ondas de los programas de cada uno de los canales, que estaban aquí. Uno de estos
campos es el campo subcuántico o mórfico11.
De acuerdo a la doctora Robles12, “cada persona transmite a este campo sus vivencias
con un ancho de banda y una frecuencia. Y ahí quedan grabadas. Cuando quiere
recordarlas, utiliza su cerebro a manera de receptor y las capta y las recupera de ahí.
Puede hacerlo mientras su ancho de banda esté en la misma posición que cuando las
transmitió. Por ejemplo, si nuestro cerebro pudiera sintonizar diferentes estaciones igual
que en un radio, cuando quiera recordar lo que grabó en el 1030 del cuadrante, tiene que
estar sintonizado en el 1030 y no en el 850. Si trata de recordar eso desde el 1020, tal
vez lo recupere con ruido, sin tanta claridad.

131
Cuando estamos en un estado amplificado de conciencia, por ejemplo, en trance
hipnótico, nuestro ancho de banda se amplía y podemos percibir más grabaciones
del campo mórfico, pero además podemos movernos con facilidad a lo largo del
cuadrante y sintonizarnos con su presente, en el 1030 o con su pasado, que tal vez
esté en el 710 o en el 850 y que ella en ese momento no recuerda porque está en el
1030.
Erickson decía que si respirábamos al ritmo del otro lo acompañábamos mejor
que si le dábamos la mano. Yo creo que si nos sintonizamos con él, lo
acompañamos todavía más, tal vez ocupemos el mismo espacio dentro del
Universo, que es un holograma. William Blake nos habla de sentir al Universo en
una gota de rocío, esto sería sentir a la persona, sentirnos en una imagen, en una
emoción, en esa gota de rocío que es cada instante en la terapia.

La sintonización es un elemento del campo morfogenético. Tenemos el caso de los


pacientes hindúes y norteamericanos que nos permite ilustrar lo que sucede cuando
algunas personas, al estar sintonizadas por el padecimiento, desarrollan nociones
comunes y, en ocasiones hasta al mismo tiempo, lo que es válido también para personas
sanas.
La psicoterapia ericksoniana es sistémica, por las implicaciones del campo mórfico,
porque “cuando trabajas en trance y tocas y transformas huellas de situaciones de vida
grabadas en el campo subcuántico, estás también trabajando con las huellas de los otros
que participaron en esas situaciones y esos cambios los afectan para bien. Y lo que tú
trabajes con esos registros modificándolos saludablemente afecta también a toda la
humanidad”13.
Lo que logra la psicoterapia ericksoniana es poner al alcance de todos estos modelos
vibratorios (conocimiento, evolución, ideas, inconsciente colectivo, estados amplificados
de conciencia) de los campos morfogenéticos.
Es gracias al campo morfogenético que se avanza más rápido en grupo. La memoria
colectiva hace que cada experiencia humana sea almacenada al interior del campo
morfogenético; si un número suficiente de personas evoluciona y hace crecer su
conciencia, entonces el modelo de aquella experiencia se fortalecerá al interior del
campo vibracional, hasta el punto de influenciar otras personas, las cuales vivirán la
misma experiencia.
Creo, junto con la doctora Robles, que al conectarse al campo morfogenético en la
terapia se puede afectar al inconsciente colectivo por lo que somos capaces de afectar a
toda la humanidad, porque estamos modificando, transformando saludablemente el
inconsciente colectivo. La propuesta del campo mórfico, el paradigma holográfico, es la
sustentación, desde la física, a la afirmación de todos somos uno14.
Para Milton H. Erickson nuestra mente inconsciente era como una parte sabia, porque
ahí estaban las experiencias de nuestros primeros años de vida que, para él, constituyen
aprendizajes estructurantes que nos sirven de base para resolver cualquier situación que

132
la vida nos presente. A éstos se suman todas nuestras experiencias de vida posteriores. Si
pensamos que en el campo mórfico están todas las experiencias de vida de toda la
humanidad en todos los tiempos (el inconsciente colectivo de Jung) todas esas
experiencias son aprendizajes a los que podemos acceder a través del trance. El campo
mórfico sería como el armario eternamente abierto, eternamente transformándose de
todo el Universo que podemos utilizar y mejorar15.
La psicoterapia ericksoniana ayuda a entender que nosotros somos nuestra parte
sabia, que el mundo físico, incluido nuestro cuerpo, es una reacción del observador; que
todos estamos conectados a patrones de inteligencia que gobiernan el Cosmos entero.
Nuestros cuerpos son partes de un cuerpo universal; nuestras mentes, un aspecto de la
mente universal; el tiempo no existe como absoluto. El tiempo es eternidad cuantificada,
atemporalidad cortada por nosotros en fragmentos y trozos (segundos, horas, días,
años)16. Lo que llamamos tiempo lineal es un reflejo de nuestro modo de percibir el
cambio y eso es lo que tenemos que cambiar, así como nuestra percepción de lo
inmutable. Tenemos que saber que no somos víctimas, ineludibles del tiempo, de la
enfermedad y el sufrimiento y que, dejando fluir nuestra parte sabia, a la información del
Universo adentro de cada uno de nosotros, extraeremos de ella todo su potencial infinito.
Los poetas han cantado mejor este paradigma. Me gustaría cerrar este escrito con
varios versos de algunos de estos personajes preclaros:

William Blake

Para ver el mundo en un grano de arena,


Y el Cielo en una flor silvestre, Abarca el infinito en la palma de
tu mano Y la eternidad en una hora.
Crear una pequeña flor es labor de siglos. Proverbios del infierno

Si las puertas de la percepción se depurasen, todo aparecería a los hombres como


realmente es: infinito. Pues el hombre se ha encerrado en sí mismo hasta ver todas
las cosas a través de las estrechas rendijas de su caverna. Las bodas del cielo y el
infierno

Walt Whitman

Canto de mí mismo ( fragmento )

Yo me celebro y yo me canto,
Y todo cuanto es mío también es tuyo,
Porque no hay un átomo de mi cuerpo que no te pertenezca.
(Traducción de Jorge Luis Borges)

133
Notas y referencias:
1
CHOPRA, D., Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo, Suma de Letras, Madrid, 2001.
2
BRIGGS, J.P. y Peat, F.D., A través del maravilloso espejo del Universo, Gedisa,
Barcelona, 1989.
3
CHOPRA, D., Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo, Suma de Letras, Madrid, 2001.
4
ROBLES, T., Lo esencial de por qué la hipnosis produce cambios tan rápidos, Alom
Editores, S.A. de C.V., México, 2000.
5
Ibíd.
6
CHOPRA, D., Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo, Suma de Letras, Madrid, 2001.
7
ROBLES, T., Lo esencial de por qué la hipnosis produce cambios tan rápidos, Alom
Editores, S.A. de C.V., México, 2000.
8
CHOPRA, D., Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo, Suma de Letras, Madrid, 2001.
9
Ibíd.
10
Robles, T., en CORZO, I., Entrevista a Teresa Robles. Un nuevo estilo de hacer
terapia, Alom Editores, S.A. de C.V., México, 2001.
11
Ibíd.
12
Ibíd.
13
Ibíd.
14
Ibíd.
15
Ibíd.
16
CHOPRA, D., Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo, Suma de Letras, Madrid, 2001.

134
ANEXO

Génesis de una idea


1401-1464. Nicolás de Cusa quien fuera, según Hoffmann, el “auténtico fundador de la
filosofía alemana”, nació en la ciudad de Kues (razón por la que se lo llama “El
Cusano”), en el año 1401. Es un antiaristotélico que continúa la tradición medieval de
origen neoplatónico. El mundo es la explicatio o el despliegue de Dios. El Universo
separa lo que en Dios se halla unido y por ello no es infinito, pero sí es ilimitado, sin
centro ni límite externo y en continuo movimiento. La Tierra, que se encuentra en el
Universo, también se mueve. Cada cosa refleja al todo, al Universo y a Dios lo que viene
a ser un preanuncio de las mónadas de Leibnitz.
Su cosmología también es un anticipo de los avances del Renacimiento y la Ciencia
moderna. Se le considera precursor de Copérnico y también, por el método matemático
de contar y medir que introduce en las Ciencias Naturales, de Kepler.
1584. Giordano Bruno se basó en Nicolás de Cusa y afirma que los contrarios coinciden
en la unidad. Sustituyó el Cosmos ordenado y finito por un Universo infinito, inmenso y
no enumerable, compuesto por infinitud de mundos semejantes al nuestro. “Todo este
orbe, esta estrella, no estando sujeta a la muerte y siendo imposibles la disolución y la
aniquilación en la Naturaleza, de tanto en tanto se renueva a sí mismo cambiando y
alterando todas sus partes. No hay un arriba o abajo absolutos, como enseñó Aristóteles;
ninguna posición absoluta en el espacio; sino que la posición de un cuerpo es relativa a
la de los otros cuerpos. En todos lados hay un incesante cambio relativo de posición a
través del Universo y el observador siempre está en el centro”. El Universo y mundo
dejan de ser sinónimos para incluirse uno en el otro. No hay esferas transparentes: los
astros vagan libremente por el espacio y también desaparecen las regiones celestes
porque todos los astros se componen de los mismos elementos. El movimiento es
espontáneo. El Universo es pues, como un gigantesco animal, en el sentido en que todo
está animado y dirá que existe un alma del mundo que todo lo anima y genera el
movimiento, siendo éste, la causa de todo. Sobre la causa, el principio y la unidad,
1584.
1710. George Berkeley, también conocido como el Obispo Berkeley, fue un filósofo
irlandés cuyo principal logro fue el desarrollo de la filosofía conocida como idealismo
subjetivo, resumido en la frase Esse est percipi (Existir es ser percibido). Esta teoría
propone que los seres humanos sólo pueden conocer directamente sensaciones e ideas de
objetos, pero no abstracciones como la materia extensa y el ser y dice que la materia sólo

135
existe en la medida en que ésta es percibida.
1714. Gottfried Wilhelm von Leibnitz, descubridor del cálculo integral y diferencial dijo
que, por debajo del Universo material hay una realidad metafísica que le sirve de base y
lo genera. Espacio y tiempo, masa y movimiento de la física y transferencia de energías
son construcciones intelectuales. Su descripción de un sistema de “mónadas” coincide,
sorprendentemente, con el paradigma holográfico.
1827. El botánico escocés Robert Brown estudió al microscopio, en 1827, una
suspensión de granos de polen sumergidos en agua y observó que esas partículas se
movían en forma caótica. A cualquier escala de tiempo, por pequeña que fuese, la
partícula cambiaba constantemente de dirección y de velocidad. Después de los trabajos
de Maxwell y, sobre todo, de los de Einstein y Perrin, realizados medio siglo después, se
hizo claro que el movimiento browniano no era sino el efecto visible que resultaba del
choque de las moléculas de agua con las partículas de polen. Según el modelo que se
desarrolló, después de cada colisión se pierde la información sobre las velocidades
adquiridas en el choque previo, por tanto ya no son correlacionables la velocidad y la
posición entre sí y sólo es posible conocer una distribución promedio de velocidades.
1902. William James propuso que el cerebro filtra normalmente una realidad mayor.
1905. Albert Einstein publicó la Teoría especial de la relatividad.
1905. C. Scheider, biólogo, sugirió que la percepción es forma y la forma percepción, de
manera análoga a como nuestro cuerpo es formado según la morfogénesis del embrión,
con lo que nació el concepto de paradigma holográfico.
1907. Henri Bergson dijo que la realidad última es un impulso vital que sólo es
comprensible por intuición. El cerebro proyecta la realidad mayor.
1914-1918. Carl Gustav Jung crea el inconsciente colectivo. A diferencia del concepto
freudiano, el inconsciente de Jung es extraordinariamente rico y complejo. Mientras que
Freud se apoyaba en el materialismo positivista anglosajón (St. Mill, Spencer) y alemán
(Haeckel, Moleschott), Jung se encuentra influido por la filosofía de la naturaleza y sus
profundidades que va de Eckhardt a Dilthey pasando por Cusa, Paracelso, Boheme,
Hegel y en parte Nietzsche y su inconsciente colectivo es el resultante, no sólo de las
interacciones socioculturales políticas y religiosas, sino también de sus propias raíces
ancestrales, que se encuentran en los albores de la primigenia humanidad.
Jung también soñó con el territorio de los muertos y el renacimiento de los mismos.
Para él, esto representaba el inconsciente mismo; no aquel “pequeño” inconsciente de
Freud, sino un nuevo inconsciente colectivo de la humanidad. Un inconsciente que podía
contener todas las muertes, no sólo nuestros fantasmas personales y empezó a considerar
que los enfermos mentales estaban poseídos por estos fantasmas, en una época donde se
supone que nadie creía en ellos. Concluyó de allí que estaba ante un patrimonio de
imágenes interiores que desde los primeros tiempos eran comunes a toda la humanidad y

136
que constituían el nivel más profundo de cada alma humana; a este nivel de la mente la
llamó Inconsciente colectivo y a las imágenes allí existentes Arquetipos. Estos
Arquetipos no es que estuvieran simplemente allí en las profundidades oscuras de la
psique humana, de donde emergían y hacia donde, de nuevo, se sumergían, sino que
forman los centros de fuerza y lugares de transbordo de toda la energía psíquica y por
ello tienen un papel vital en el mantenimiento del equilibrio interno y de la vitalidad
interior del individuo.
1915. Einstein publica su Teoría general de la relatividad y abre las puertas a la ciencia
contemporánea.
1927. Heisenberg con su Principio de incertidumbre vino a darle al Universo nuevas
interpretaciones. Desde el momento en que dice que no es posible fijar la posición de un
electrón en un instante dado, sino que hay una “probabilidad de que ocupe tal o cual
punto”.
1929. Alfred Whitehead, matemático y filósofo, describió la naturaleza como un gran
nexo en expansión de acontecimientos que no terminaban en la percepción sensorial.
Dualismos del tipo de espíritu/materia son falsos; la realidad es inclusiva y entrelazada.
1929. Karl Lashley, neurocientífico, maestro de Pribram, publicó su gran cuerpo de
investigación en donde demostraba que la memoria específica no se encuentra en ningún
sitio especial del cerebro sino que está distribuida por todo él.
1947. Dennis Gabor empleó el cálculo de Leibnitz para describir la posible fotografía
tridimensional: la holografía. Sus ecuaciones abstractas vinieron a concretizarse,
primero, con el rayo láser y, luego, en 1965, con el invento del holograma por Emmett
Leith y Juris Upatnicks.
1950. Carl Gustav Jung expone su hipótesis de que la sincronicidad es una “conexión”,
en el sentido literal, entre la mente y la materia, en lo psíquico y lo físico. “Si la ley
natural fuera una verdad absoluta, entonces lógicamente no podría haber ningún proceso
que se saliese de ella. Pero, dado que la causalidad es una ley estadística, se mantiene
como tal a nivel medio, y, por consiguiente, da lugar a excepciones que de alguna forma
han de poder experimentarse, es decir, han de ser reales”. “La coincidencia de un estado
psíquico con su proceso objetivo correspondiente, cuyo acontecer tiene lugar
simultáneamente”.
Junto con el físico W. Pauli, coincide en que existe en la naturaleza un principio de
vinculación no causal que se manifiesta a través de las coincidencias significativas.
1962. Edward Lorenz habla sobre el movimiento de las partículas a nivel cuántico o el
tiempo metereológico, que tiende a desarrollar patrones aleatorios en la medida que
interactúa con sistemas locales más complejos.
El concepto de atractor es central en la teoría del caos. Hasta el trabajo de Lorenz, se
suponía que los sistemas caóticos tendían hacia un equilibrio estable (el punto fijo) o

137
atractores del periodo (los ciclos estatales). Sin embargo, Lorenz descubrió que algunos
sistemas, aun cuando se encuentren en un modelo familiar, sin embargo, nunca se
repiten exactamente. Además del punto fijo tradicional, ciclos del límite y atractores del
toro hay, también, “el atractor extraño”, que caracteriza a los procesos caóticos.
1965. Emmett Leith y Juris Upatnicks anunciaron que habían construido hologramas con
el recién inventado rayo láser.
1969. Karl Pribram, investigador del Centro de Estudios Avanzados y de las Ciencias
del Comportamiento de la Universidad de Stanford (California), que había trabajado con
Lashley como neurocirujano, propuso que el holograma constituía un poderoso modelo
para los procesos cerebrales. Pribram dio con lo que le faltaba a Lashley y dedujo que la
memoria es almacenada en el cerebro como un holograma. Nacía así el modelo
holográfico del cerebro.
60s. Eugene Dolgoff, parapsicólogo e investigador, plantea que sus experiencias de
finales de la década de los años 60, que demuestran que no hay transferencia de energía
en los fenómenos psíquicos, confirman la naturaleza holográfica de la realidad pues nada
se mueve de un lado a otro, simplemente porque en la concepción holográfica de la
materia no existe el otro lado.
60s. El físico Eugene P. Wigner, premio Nobel de 1963, formula la hipótesis de que el
experimentador influye de forma inextricable en las observaciones en tanto que
instrumento participante. ¿Cómo?, con su conciencia: produciendo un “colapso” en la
función de onda (“derrumbando” la función de onda), colapso que, teóricamente, el
mecanismo cerebral es capaz de producir.
60s. John Bell partió de las dos suposiciones básicas del teorema EPR (Einstein-
Podolsky-Rosen): ausencia de señales más rápidas que la luz y existencia de realidad
objetiva y determinó las relaciones que se dan entre las mediciones de las partículas 1 y
2, tanto en el momento y la posición, como en su dirección y spin (giro) y demostró que,
en este caso, Einstein estaba equivocado y Niels Bohr tenía razón. El teorema de Bell
corrobora la interpretación de Bohr sobre la unidad indivisible de dos partículas y que el
mundo es “fundamentalmente anárquico o fundamentalmente indivisible”.
1971. El físico David Bohm, que había trabajado con Einstein, propuso que la
organización del Universo podía ser holográfica y, con sus “variables ocultas”, plantea
un orden implicado oculto tras la apariencia ordenada de la realidad.
Su teoría del orden implicado y desplegado estudia al Universo como a una totalidad
en movimiento (holomovimiento). Este término de holomovimiento describe cómo el
orden implicado se transforma en desplegado. El holomovimiento es el movimiento
básico que se pliega y despliega.
1976. G.G. Globus, neurocientífico, plantea que todos los mundos posibles, en el sentido
de los universos paralelos de Wheeler, Everett y otros, están dentro del cerebro, en un

138
estado de latencia conocido como superposición cuántica. Con respecto a la dualidad
cuántica entre observador y observado, se adapta a la condición de aislamiento, de
soledad, esto sugiere precisamente una subjetividad inaccesible a la observación externa,
característica propia de la conciencia.
1977. Pribram especuló sobre las unificadoras implicaciones metafísicas de la síntesis.
1977. Ilya Prigogine, premio Nobel de Química en 1977, con sus Estructuras disipativas
que presentan una atractiva visión de cómo el orden y el desorden, el determinismo y el
azar pueden ser, simplemente, diferentes estados del mismo fenómeno. La conciencia es
una de estas estructuras.
Prigogine propone, con su diálogo ciencia-naturaleza sobre los procesos disipativos,
la irreversibilidad y la flecha del tiempo como a un sistema físico con un
desenvolvimiento antientrópico que indicaría la presencia de algún aspecto de la
conciencia. Él encontró que los seres vivos, con sistemas abiertos que presentan
comportamientos que siguen una organización creciente, son indicadores de conciencia.
1979. Gregory Bateson crea el modelo del doble vínculo, determinante en la teoría de la
esquizofrenia y punto de base de la moderna terapia de familia.
1983. Benoit Mandelbrot descubre la geometría fractal. Los fractales son formas
geométricas complejas, detalladas y autosimilares.
Mandelbrot ha sugerido que todos los fenómenos naturales (montañas, nubes,
galaxias, etcétera) son fractales por naturaleza.
1985. El biólogo Rupert Sheldrake desarrolla la teoría de los campos morfogenéticos.
Éstos se asemejarían a campos magnéticos que dirigen la duplicación del código
genético biológico, siendo los responsables de la especialización del ADN en órganos
diferentes. El mecanismo para llevarlo a cabo sería la resonancia mórfica que da lugar a
la teoría que él bautizó como la formación causativa.
Estos campos suponen la existencia de una memoria colectiva donde quedan
permanentemente almacenadas las experiencias de todas las especies vivientes,
influyendo sobre las conductas y desarrollos de la evolución de aquellas y, a su vez,
siendo influidas por éstos. El concepto de resonancia mórfica, es muy próximo al de
sintonía y al inconsciente de Jung.
1987. David Bohm: “Es la conciencia del observador la que interviene y desencadena
todos los posibles resultados que se observan”. “El electrón, si tenemos en cuenta que
responde a un significado de su entorno, está observando el entorno: hace lo mismo que
los seres humanos”.
1988. El físico y filósofo de las ciencias, David Peat en su obra Sincronicidad. Puente
entre mente y materia afirma que la sincronicidad es una serie de “sucesos únicos,
significativos y acausales que implicarían alguna forma de patrón”.
Peat afirma que la sincronicidad es el puente entre mente y materia; es decir, donde

139
los mecanismos causales se reducen a la confusión absoluta (como en el Universo
subatómico), aparece una comprensión “ecológica” donde cada suceso no es sino una
parte más del sistema total dotada, además, de significación para el sujeto observador
(por ejemplo el científico). Y esto no se afirma como una metáfora sino en su sentido
literal.
1988. Fritjof Capra plantea que, a nivel subatómico, la materia no existe con certeza en
un lugar definido, sino que muestra una “tendencia a existir”, por lo que dice que si lo
que se quiere es demostrar que la luz es de naturaleza ondulatoria o es partícula, sólo se
necesita seleccionar el experimento apropiado. Porque, de acuerdo al Principio de
incertidumbre sabemos que no es posible determinar simultáneamente la posición y la
velocidad de una partícula y como, además, para conocer uno de estos datos no se puede
evitar alterar el otro, es imposible observar la realidad sin cambiarla. Todo esto lo lleva a
afirmar que el papel del científico cambió, de observador pasivo al de participante activo
y que “El electrón no tiene propiedades objetivas que no dependan de mi mente”.
1988. Jacobo Grinberg-Zylberbaum, plantea que la dicotomía materia-conciencia es
falsa y que lo único existente es la conciencia en diferentes niveles.
1991. Pribram analiza la contribución de cada estructura cerebral al proceso perceptivo,
desde la retina hasta la corteza frontal, en el marco de nuevos procesos matemáticos.
También usa modelos cuánticos para dar cuenta de los niveles de procesamientos
dendríticos y nanoneurológicos de la función perceptual. Con esto afirma que el cerebro
es una entidad holográfica que interpreta un Universo holográfico. Los conductores de la
conciencia, cita Pribram, serían unas estructuras microtubulares de proteínas (los
microtúbulos), alojados en el citoplasma por todo el cuerpo y, en particular en el
cerebro, en las neuronas.
1993. Terence McKenna, etnobotánico e investigador de los estados alternativos de la
conciencia, plantea que el ADN y las partículas subatómicas operan de acuerdo con
principios holográficos.
1995. Stephen Hawking, especialista en relatividad global y cosmología, postula que la
conciencia es el producto de un fenómeno de coherencia cuántica en el cerebro.
90s. Stuart Hameroff, anestesiólogo e investigador en esta área, dice que la red de
microtúbulos dentro de la red neuronal, sería el escenario en donde es desarrollado el
drama cuántico de la conciencia.
De acuerdo con Grandío, las características esenciales del nuevo paradigma pueden
resumirse en:
· La materia no existe. El fenómeno ondulatorio parece incluirla como un caso
particular (dotado de cierta permanencia) dentro de él.
· Los modelos mecánicos lineales, de causa-efecto, no pueden dar cuenta de una
realidad cuya complejidad trasciende la posibilidad de explicación de tales

140
modelos.
· Las antiguas dicotomías mente-cuerpo, natural-social, espíritu-materia, individuo-
colectividad, egoísmoaltruismo, etcétera, son diferentes niveles de una misma
realidad indivisible, de un “holomovimiento” único.
· La relación entre niveles se da más de forma sincrónica que diacrónica, de modo
que las “variables implicadas” carecen también de localidad espacial en beneficio
de una cierta “ubicuidad”.
· El cerebro humano parece percibir únicamente frecuencias, además de ser él una
parte de esas frecuencias, dotada de cierta permanencia. La percepción se da por
resonancia. Sin embargo, siendo ésta esporádica y parcial, el resto del trabajo lo
ejecutan nuestras representaciones de la realidad que, en cuanto a imágenes que
son, “construyen” activamente la realidad. Así, nuestras representaciones son el
sesgo de la percepción y el origen de la dualidad sujeto-objeto.
· Parece existir cierta evidencia de la existencia de una memoria colectiva que
interrelaciona todo y que es, a la vez causa y efecto, que “va junto a” la realidad
(campo de complejidad) indiferenciadamente.
· El caos y el orden, el azar y el determinismo son subproductos de esta
representación del campo de complejidad; deben a esa representación, su
particular grado de caos y/o su orden. De todo caos surge un orden y de todo
orden surge un caos. A su vez, un caos “objetivo” puede cobrar, para nuestros
ojos, orden si cambiamos nuestra representación del fenómeno (y viceversa). Es
de destacar también todo el nuevo desarrollo matemático de las llamadas
estructuras fractales mediante las cuales ya se puede representar,
matemáticamente, el origen del caos y el orden y su articulación empírica.
· Dado el continuo mente-materia y la estrecha vinculación entre todos los niveles
de lo existente, las supuestas leyes inmutables del Universo (sean físicas,
biológicas o sociales) se asemejan más a unas leyes cambiantes,
interdependientes y en evolución que a algo eterno estable y fijo "fuera" del
Universo mismo y ajeno a su devenir.
El esquema de este nuevo paradigma queda expuesto en la tabla siguiente:

Tópico Tema clave Autor(es) Metáfora


1 El despliegue de Dualismo Alfred La naturaleza
Dios, las mónadas. espíritu/materia es Whitehead como un gran nexo
falso. desde Nicolás en expansión.
de Cusa y
Gottfied
Wilhelm von
Leibnitz.
2 Imposibilidad de Principio de Werner Tendencia a existir
determinar incertidumbre. Heisenberg de la materia.

141
simultáneamente la desde Robert
posición y velocidad Brown.
de una partícula.
3 Rompimiento con la Teoría de la Albert Einstein. Los objetos se
concepción de relatividad, mueven a través
la física clásica que especial y general. del espacio y del
consideraba tiempo. Y futuro y
a la materia como pasado son
dura y sólida y a la simplemente
energía como direcciones.
ondulatoria y etérea.
Tópico Tema clave Autor(es) Metáfora
4 Sincronicidad. Causalidad/tiempo. David Peat Dos cámaras y el
Sincronicidad. desde Carl G. pez.
Jung.
5 Órdenes implicados Variables ocultas David Bohm, Paradoja ERP.
órdenes explicados no locales. Jacobo
estadística/causalidad. Holomovimiento. Grinberg
Zylberbaum,
desde William
James y C.
Scheider.
6 Cerebro holográfico. No localidad de la Karl Pribram Experimento de
información: el desde Henri Lashley: ablación
todo en las partes. Bergson, Karl parcial del cerebro.
Lashley y
Dennis Gabor.
7 Sistemas no lineales. Sensibilidad a las Edward El efecto
condiciones Lorenz. mariposa.
iniciales.
8 Campos Información activa Rupert El científico y el
morfogenéticos. por resonancia Sheldrake. televisor.
mórfica.
Generación de
patrones.
9 Estructuras Termodinámica: Ilya Prigogine. Ejemplo del cazo
disipativas. caos y orden. de agua.
10 Estructuras fractales. Matemática Benoit Curva de Peano.
iterativa: caos y Mandelbrot.

142
orden.
11 Amplificación de la El inconsciente es Milton H. Ensueño despierto.
conciencia. una parte de Erickson.
nuestro ser,
creativa, e incluso
sabia.
Fuente: A. Grandío (1996) y G. Krause.
Para la elaboración de este esquema partí del medioevo (alto) occidental, sin por eso,
negar la validez de las experiencias místicas de Oriente, ni las aportaciones de la Edad
Antigua, Platón, entre otros.

143
GLOSARIO

C
CUÁNTICA (ver Teoría cuántica). En 1900, M. Planck plantea la famosa ecuación que
da lugar al nacimiento de la cuántica, como solución para el problema de radiación de
los cuerpos negros, problema que se remonta a los trabajos de Rayleigh, J. Jeans y W.
Wien. Sin embargo, la comunidad de físicos prestó muy poca o ninguna atención a los
trabajos de Planck.
En 1905 Albert Einstein sugiere, que la luz se propaga en la forma de cuantos
de energía. Por su parte, en 1913 N. Bohr anuncia, ante la Academia Prusiana de
Ciencias, su teoría cuántica del átomo de hidrógeno. Posteriormente, en 1925, W.
Heisenberg descubre la mecánica cuántica, de suerte que hacia 1926 la mecánica
cuántica ya había captado todo el interés de parte de numerosos físicos.
En la historia del desarrollo de la teoría cuántica se encuentran figuras
prominentes como A. Einstein, N. Bohr, M. Born, P. Jordan, P. Dirac, W. Pauli,
W. Heisenberg, L. de Broglie, E. Schrödinger y, en el desarrollo matemático de la
física cuántica, se destacan A. Sommerfeld y C. Schaefer.

Física cuántica. Ver en la letra F.

Gravedad cuántica. Teoría que hace confluir la mecánica cuántica y la relatividad


general.

Mecánica cuántica. La mecánica cuántica es una rama de la física con un amplio


campo de aplicabilidad, que se utiliza para describir el comportamiento de la
materia desde escalas microscópicas. Es la teoría desarrollada a partir del principio
cuántico de Planck y del principio de incertidumbre de Heisenberg.
El estudio de fenómenos a escala microscópica mediante las hipótesis de la
cuantización de la energía y la dualidad onda-partícula fue desarrollado bajo el
nombre de Mecánica Cuántica por Erwin Schrödinger, Werner Heisenberg, Paul
Dirac y otros, alrededor de 1925-1926.
A diferencia de la Teoría Mecanicista de Newton, la Teoría cuántica tiene dos
características básicas:
1. El movimiento es generalmente discontinuo en el sentido de que la acción
está constituida por cuantos indivisibles (que implican también que un electrón,
por ejemplo, pueda pasar de un estado a otro sin pasar por todos los estados
intermedios).
2. Las entidades, como los electrones, pueden mostrar propiedades
diferentes (por ejemplo, como partícula, como onda, o como algo intermedio),
dependiendo del entorno en el que existan y desde el que están sujetas a

144
observación.

Teoría cuántica. Comprende aspectos al mismo tiempo relativos a la naturaleza de


la realidad, esto es, al comportamiento de los fenómenos (cuánticos) y al papel del
observador en la naturaleza.
La teoría cuántica nació como una teoría física y permaneció durante mucho
tiempo vinculada a la física, razón por la cual es común su simplificación como
física cuántica. Sin embargo, posteriormente tuvo desarrollos en varios otros
dominios, siendo los más destacados, quizás, los de la química y los de las ciencias
de la información; se dice entonces, química cuántica y computación cuántica,
respectivamente.
D
DOMINIO ESPECTRAL. Al hablar de dominio espectral se está hablando del
desarrollo en serie de Fourier para señales periódicas. [Transformada discreta de Fourier.
Algoritmo Fast Fourier Transform (FFT). Programación del algoritmo FFT.
Transformada de Fourier de una secuencia periódica.]
Detalles. El dominio espectral abarca tiempo y frecuencia. Como no se puede
analizar al dominio temporal, por falta de herramientas matemáticas, se utiliza el
desarrollo en serie de Fourier, padre del álgebra lineal. Básicamente la
Transformada de Fourier se encarga de convertir una señal del dominio del tiempo,
al dominio de la frecuencia, de donde se puede realizar su antitransformada y
volver al dominio temporal.
Un ejemplo de representación en frecuencia, puede ser el ecualizador de un
equipo de música. Las barritas que suben y bajan, indican los diferentes
componentes frecuenciales de la señal sonora que se está escuchando. Esto, lo hace
ni más ni menos, que un integrado que realiza precisamente la transformada de
Fourier de la forma más rápida posible FFT, o Fast Fourier Transform.
El trabajo con la señal en frecuencia, no sólo sirve como información, sino que
se puede modificar, de forma que es ampliamente utilizada en filtros, procesado de
la imagen y el sonido, comunicaciones modulaciones, líneas de transmisión,
etcétera y otro tipo de aplicaciones más curiosas: estadística, detección de
fluctuaciones en los precios, análisis sismográfico, etcétera.
Pribram lo utiliza para señalar que tenemos, por una parte, el espacio-tiempo y,
por la otra el espectro y que nuestro cerebro selecciona de afuera lo que lleva hacia
adentro.

E
ENTROPÍA. Magnitud matemática para cuantificar el desorden.
Medida del desorden de un sistema físico: número de redistribuciones de las

145
partes del sistema que no implican un cambio de su aspecto global.

ESTRUCTURAS DISIPATIVAS. Definición: Se dice que un sistema es disipativo si


su energía se degrada en forma de calor, que en parte no es transformable en otras
formas de energía menos degradada. Una estructura es disipativa en la medida que
ayuda a los mecanismos disipativos.
Según la clásica segunda ley de la termodinámica, un sistema aislado ha de ir
perdiendo (disipando) toda la energía libre que posee con lo cual su entropía se
maximiza. Un sistema en equilibrio térmico ya no disipa más y se halla en un
estado de máxima entropía. Si un sistema se halla en las cercanías del equilibrio,
sus tendencias espontáneas e irreversibles lo son hacia el equilibrio. La fuerza
impulsora es la de producir entropía.
Por definición, en el equilibrio ya no puede producir más entropía (principio de la
mínima producción de entropía).
Pero no abundan los sistemas aislados, por lo cual puede haber sistemas alejados del
equilibrio (como el planeta iluminado o el cerebro con nutrientes) que no pueden llegar a
él —aunque lo buscan espontáneamente— porque mientras tanto siguen recibiendo
aportes de energía externa (el sol, la glucosa en sangre).
Prigogine ha demostrado que una nueva forma para estructuras ordenadas puede
existir en las recién expresadas condiciones. Les dio el nombre de estructuras
disipativas. Así enfatizó que solamente pueden existir en conjunción con ciertos
ambientes.
La más característica de esas estructuras disipativas es la inestabilidad de Bénard.
Lo que afirma Prigogine es que aunque no halló para esta rama de la física
incorporada a la mecánica estadística, una nueva constante universal, por lo menos ha
encontrado una desigualdad matemática, un criterio de evolución universal. Así como
hay transiciones de fase en la física lineal, con roturas de simetría, muy cercanas al
equilibrio (como el hielo que se funde), también las hay en la física no-lineal donde las
estructuras disipativas se vuelven inestables y tienden a veces hacia patrones de
organización coherente que minimizan la energía libre y disminuyen los grados de
libertad.
Prigogine propone que dentro de un sistema complejo nolineal lejos del equilibrio
existen subsistemas fluctuantes. De vez en cuando se combinan y amplifican las
fluctuaciones y se disrumpe la estructura previa, ocasión en la cual aparece una
bifurcación, un punto de bifurcación. La teoría no puede predecir, por adelantado, si el
resultado será una estructura de dinámica caótica o una estructura autoorganizada con un
orden superior, un orden por fluctuaciones. En este último caso, como la estructura
necesita de energía externa para seguir organizada, es aceptable llamarla estructura
disipativa, puesto que necesita más energía externa que la estructura nodisipativa (más
simple) previa reemplazada. Tiene un límite para su evolución y es la falta de capacidad

146
para eliminar más y más calor. Los seres vivientes funcionan como sistemas disipativos,
autoorganizados por fluctuaciones ambientales.
Cabe destacar que no todos los autores aceptan incondicionalmente estas
afirmaciones. Por ejemplo, un crítico de las ideas de irreversibilidad de Prigogine
es Jean Bricmon.

FÍSICA. Es la ciencia que busca las leyes fundamentales de la naturaleza. Las ramas de
la física estudian el movimiento de los cuerpos, el comportamiento de la luz y de la
radiación, el sonido, la electricidad y el magnetismo, la estructura interna de los átomos
y núcleos atómicos, el comportamiento de los fluidos (líquidos y gases) y las
propiedades de los materiales, entre otras cosas

Física cuántica. Estudia las leyes de la naturaleza para sistemas muy pequeños
(del tamaño de electrones y átomos). A esta escala los procesos de transferencia de
energía no ocurren de manera continua como en la escala macroscópica; las
partículas se comportan como ondas y las ondas como partículas y las leyes de la
física son no determinísticas sino probabilísticas.
No hay que confundir la física cuántica con la física nuclear; lo que ocurre es
que, como el núcleo atómico es un sistema muy pequeño, también se encuentra
sujeto a leyes cuánticas.

Física nuclear. Estudia las leyes que rigen el comportamiento de los núcleos
atómicos: las fuerzas que mantienen unidos a los protones y neutrones, los
procesos de decaimiento radiactivo y los estados energéticos de los núcleos.
Física de partículas. Término creado por Sir Arthur Eddington con el que se refiriere a
la Segunda Ley de la termodinámica como la “Flecha del Tiempo”, indicando que la
flecha constantemente apunta hacia abajo.
Esta dirección o flecha del tiempo muestra que los fenómenos suceden según un
orden que va del pasado al futuro. Este carácter direccional del tiempo va unido a la
concepción lineal de éste y a su carácter unidimensional (diferencia de la
tridimensionalidad espacial) que, unido al espacio, forma el continuo espacio-tiempo de
3+1 dimensiones.

Flecha termodinámica del tiempo. El segundo principio de la termodinámica, al


señalar que en los sistemas aislados la entropía aumenta, proporciona un criterio para
decidir la orientación temporal. Así, por ejemplo, si se rompe una estatua y estalla en
una gran cantidad de fragmentos, ha aumentado la entropía (el sistema pasa a tener más
“desorden”) y la experiencia muestra que nunca, de manera espontánea, se vuelve a
recomponer la escultura. Según la interpretación de Boltzman esto es así no porque sea

147
absolutamente imposible, sino porque es altamente improbable. El aumento de la
entropía nos permite distinguir entre el pasado y el futuro.
Recientemente se ha abordado la naturaleza del tiempo físico a partir de las ciencias
físico-químicas, conduciendo a otras perspectivas que completan la concepción
termodinámica clásica de la flecha del tiempo.
A partir del estudio de los sistemas alejados del equilibrio, algunos autores, como
Prigogine, han destacado el carácter esencialmente irreversible del tiempo, de forma que
dicha irreversibilidad no depende solamente de la ínfima probabilidad de que un suceso
que genera mayor entropía pueda darse a la inversa, sino de que el carácter direccional
del tiempo y su irreversibilidad le son inherentes. De hecho, la reflexión de Prigogine se
efectúa más en el ámbito de la química y de los llamados sistemas alejados del
equilibrio, más cercanos al paradigma de las ciencias de la vida que a los de la física que
trata fundamentalmente con lo inerte. Por ello, no es de extrañar que desde este punto de
vista se haga más hincapié en los fenómenos de la irreversibilidad puesto que, aunque
desde la perspectiva física predomine la noción de crecimiento de la entropía, desde la
perspectiva biológica (evolución, paso a lo complejo, creación de la cultura, aumento de
la información, etcétera), predomina la noción de la irreversibilidad. En este contexto se
sitúan también las investigaciones sobre el caos, que permiten explicar fenómenos de
autoorganización a partir de sistemas sin estructura aparentemente definida (aunque
siguen siendo modelos semi-deterministas, engendrando un concepto paradójico: el de
azar predecible, aunque no plenamente determinista en el sentido clásico).

Flecha psicológica del tiempo. Psicológicamente, la direccionalidad del tiempo se


muestra señalando que hay recuerdos del pasado, pero no hay memoria del futuro.

Flecha cosmológica del tiempo. Por otra parte, la cosmología contemporánea, basada
mayoritariamente en la hipótesis del Big Bang, sustenta que el Universo está en
expansión, lo que determina la llamada flecha cosmológica del tiempo. Según Stephen
Hawking las tres flechas del tiempo van unidas, mantienen la misma dirección y se
relacionan con el llamado principio antrópico aunque, según Roger Penrose, será la
unificación de las teorías físicas de la relatividad y de la mecánica cuántica (una teoría
cuántica de la gravedad) la que permitirá una auténtica comprensión de la flecha del
tiempo.
La conexión de la(s) flecha(s) del tiempo con el principio antrópico que sustentan
algunos teóricos actuales de la cosmología (entre ellos el propio Stephen Hawking), hace
pensar en formulaciones filosóficas clásicas, como la hipótesis de la evolución creadora
de Bergson, aunque, por supuesto, sin la carga mística inherente al pensamiento de dicho
autor.
H
HOLOGRAMA. Del griego holos: global, todo y de gram: mensaje.

148
L
LEYES DE NEWTON. Leyes que describen el movimiento de los cuerpos a partir del
concepto de un espacio y un tiempo absolutos. Mantuvieron su validez hasta el
descubrimiento de Einstein de la relatividad especial.

M
MECÁNICA. Estudia el movimiento de los cuerpos. Algunas ramas tradicionales de la
mecánica son la cinemática, que estudia la descripción del movimiento; la dinámica, que
estudia las fuerzas que causan el movimiento; la estática, que estudia los sistemas donde
el equilibrio de fuerzas mantiene al sistema en reposo; y la mecánica de ondas, que
estudia el movimiento periódico.

Mecánica cuántica. Es la rama de la física que se utiliza para describir el


comportamiento de la materia desde escalas microscópicas.
El estudio de fenómenos a escala microscópica mediante las hipótesis de la
cuantización de la energía y la dualidad onda-partícula fue desarrollado bajo el
nombre de Mecánica cuántica por Erwin Schrödinger, Werner Heisenberg, Paul
Dirac y otros, entre 1925-1926.

MÓNADAS. La concepción que Leibnitz tiene de la sustancia se asemeja a propósito a


la “forma sustancial” aristotélica. Llama mónadas a estos infinitos centros de energía.
Las mónadas o substancias simples son las únicas substancias verdaderas y las cosas
materiales no son más que fenómenos, aunque bien fundados y coordinados.
Leibnitz no sólo habla de la mónada en cuanto átomo o elemento indivisible y
último, sino también en cuanto totalidad. Cada mónada es un espejo de la
totalidad, tiene en sí la representación de todo el Universo. Además, hay mónadas
que dominan a grupos de mónadas inferiores, como es el caso de las almas de los
seres vivos. Estas mónadas dan unidad al conjunto.
Las mónadas, siendo absolutamente simples, no pueden descomponerse en
partes y, por tanto, no pueden perecer. Dios las crea directamente y sólo Él las
puede aniquilar. Por su simplicidad, no pueden recibir nada de afuera y no se
comunican entre sí. Las mónadas no tienen ventanas. Su acción es espontánea, no
proviene de la causalidad sino de la finalidad. Cada mónada representa al Universo
entero, aunque no necesariamente de un modo consciente. La aparente interacción
de las substancias entre sí se debe a la “armonía preestablecida por Dios al crear”,
por lo que cuando cada mónada obra espontáneamente lo hace en armonía total
con las demás. Para graficar esta teoría recurre Leibnitz a una comparación que ya
había formulado Geulincx
(ocasionalismo): lo que Dios hizo al crear el mundo fue algo similar a lo que hace
el relojero que fabrica dos relojes; cada uno de ellos marca la misma hora que el

149
otro con el sólo hecho de seguir su propio mecanismo y sin relacionarse con el
otro.

MUERTE TÉRMICA. Los físicos piensan que este fenómeno está afectando al
Universo desde su inicio y que culminará con la estabilización de todo sistema de tal
manera que no existirán diferencias de energía calórica, lo que llevaría naturalmente a la
ausencia de actividad, produciéndose una muerte térmica del Universo.

N
NÚMERO IMAGINARIO. Construcción matemática abstracta. Los números reales y
los imaginarios pueden ser interpretados como las posiciones de puntos en un plano, de
manera que, en cierto sentido, los números imaginarios son perpendiculares a los
números reales ordinarios.
O
ÓRDENES
IMPLICADO /EXPLICADO. La lucha por parte de Einstein de mantener una idea
de realidad objetiva, llevó a él y a alguno de sus discípulos, como David Bohm, a
explicar lo inexplicable de la física cuántica por la existencia de variables
desconocidas que agregarían conocimiento para poder dar una explicación lógica a los
comportamientos y resultados de los experimentos cuánticos. Si se conocieran estas
variables escondidas, los físicos podrían dar resultados precisos y no probabilísticos
como hasta ahora.
El fundamento principal de Bohm era que el mundo es nolocal, esto significa
que lo que ocurre en un lugar del Universo a una partícula afecta instantáneamente
al resto de las partículas del Universo. Es decir, todo forma parte de un único
sistema interconectado. La hipótesis de Bohm era entonces que variables ocultas
eran las que explicaban las misteriosas conexiones que se detectaban entre las
partículas subatómicas. Para Bohm lo que percibimos como partículas separadas,
en un sistema subatómico, no lo están, sino que en un nivel más profundo de la
realidad son meramente extensiones del mismo algo fundamental. El nivel de la
realidad en que las partículas parecen estar separadas, es decir el nivel en el cual
vivimos, Bohm lo denominó el nivel explicado. El sustrato más profundo de la
realidad, aquel en el que la separación desaparece y todas las cosas parecen
convertirse en parte de una totalidad sin discontinuidades, Bohm lo llamó el orden
implicado.
Para ilustrar cómo un nivel de totalidad continua puede aclarar esas
correlaciones sin apelar a transmisiones de señales más veloces que la luz, Bohm
ofreció el siguiente ejemplo. Imaginemos una pecera donde nada un pez. El mismo
es filmado por dos cámaras de TV; una enfocada hacia el frente y la otra hacia el
costado de la pecera. Cada una de éstas, está conectada a un televisor. Imaginemos

150
también que nosotros no vemos las cámaras dado que están detrás de unas
mamparas y sólo tenemos conocimiento de la pecera por lo que vemos proyectado
en los dos televisores. Es así que podemos suponer que estamos mirando dos peces
diferentes y que cuando uno de ellos realiza un movimiento, el otro también realiza
otro movimiento. Si el pez A está de frente, el pez B estará de costado y, si de
repente, el pez A se pone de costado, el pez B se pondrá de frente. Si seguimos
suponiendo que son dos peces diferentes, podríamos deducir que entre ambos
existe una correlación que se manifiesta en forma instantánea, o también que uno,
mediante algún mecanismo oculto, le informa al otro instantáneamente cuándo
realizará un cambio de posición. Esto, conociendo cómo está establecido el
experimento sabemos que no es correcto, no hay tal transmisión de información, ni
un grado de correlación perfecta; ocurre que, a un nivel profundo y desconocido
para nosotros (atrás de las mamparas), ambos peces son la misma cosa, es decir
están interconectados como parte de un todo. Esto que dice Bohm es
aproximadamente análogo a lo que nos ocurre, cuando medimos las correlaciones
de dos partículas subatómicas separadas entre sí por una distancia tal que sólo
transmitiendo la información a una velocidad superior a la de la luz, o mediante
alguna conexión misteriosa entre ambas, podrían darse los resultados de los
experimentos tal como se dan. Las dos pantallas corresponden al mundo tal como
lo conocemos, es el orden explicado. La pecera donde está el pez tal como es, es el
orden implicado. Las imágenes que ofrecen las pantallas de TV son proyecciones
bidimensionales de una realidad tridimensional. Según Bohm, nuestro mundo
tridimensional es la proyección de una realidad multidimensional aún más alta.

P
PARADOJA EPR. La paradoja de Einstein, Podolski y Rosen (EPR), ha constituido un
reto a las creencias de la mayoría de los físicos, pues toca una de las suposiciones
básicas de todo trabajo científico: la predecibilidad. La creencia de la mayoría de los
físicos es que la naturaleza tiene que ser estrictamente causal; los sucesos al azar, como
por ejemplo: el lanzamiento de dados, cuyo resultado no es predecible, se debe a una
ignorancia momentánea de los datos iniciales y a una imposibilidad de tomar en cuenta,
en las ecuaciones descriptivas, todos los factores implicados en las ecuaciones de
evolución y no a una propiedad intrínseca de la naturaleza. Esta creencia ha conducido a
algunos físicos a afirmar que la mecánica cuántica debe considerarse como una
formulación estadística de una teoría más fundamental; la incertidumbre cuántica
debería, según esta interpretación, ser considerada de la misma clase de incertidumbre
que se presenta en la formulación de la mecánica estadística. La paradoja EPR,
precisamente, apunta en esa dirección, tratando de mostrar que la incertidumbre cuántica
no es intrínseca a la naturaleza. En la paradoja EPR, dos entidades, como los electrones,
que se combinan al principio para formar una molécula y que después se separan,
muestran una peculiar relación no local que puede describirse como una conexión no

151
causal de elementos que están separados.

PEANO, CURVA DE. En 1890 Giuseppe Peano publicó un artículo titulado “Sur une
courbe qui remplit toute une aire plane”. Esta curva, como la de Hilbert, tiene la
propiedad notable de “llenar” el plano, en el sentido de que pasa por cualquier punto, por
ejemplo, del cuadrado unidad. Se demuestra que ambas tienen dimensión topológica
igual a 1.

PRINCIPIO ANTRÓPICO. Idea según la cual vemos al Universo como le vemos


porque, si fuera diferente, no estaríamos aquí para observarlo.

PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE. Principio formulado por Heisenberg según el


cual no podemos conocer con exactitud y simultáneamente la posición y la velocidad de
una partícula. Cuanto mayor es la precisión con que conocemos una, menor es la
precisión con que podemos conocer la otra.
Es muy posible que uno de los dogmas más intrigantes en el notoriamente
complejo estudio de la física cuántica sea el llamado “principio de incertidumbre
de Heisenberg”, principio que revela una característica distinta de la mecánica
cuántica que no existe en la mecánica newtoniana. Como una definición simple,
podemos señalar que se trata de un concepto que describe que el acto mismo de
observar cambia lo que se está observando.
En 1927, el físico alemán Werner Heisenberg se dio cuenta de que las reglas de
la probabilidad que gobiernan las partículas subatómicas, nacen de la paradoja de
que dos propiedades relacionadas de una partícula no pueden ser medidas
exactamente al mismo tiempo. Por ejemplo, un observador puede determinar o
bien la posición exacta de una partícula en el espacio o su impulso (el producto de
la velocidad por la masa) exacto, pero nunca ambas cosas simultáneamente.
Cualquier intento de medir ambos resultados conlleva a imprecisiones.
Cuando un fotón, emitido por una fuente de luz, colisiona con un electrón, el
impacto señala la posición del electrón. En el proceso, sin embargo, la colisión
cambia la velocidad del electrón. Sin una velocidad exacta, el impulso del electrón,
en el momento de la colisión, es imposible de medir.

R
RELATIVIDAD, TEORÍA DE LA. Dice, en términos muy gene-
rales, que las leyes de la física son independientes del marco de referencia, por lo que no
puede haber un marco de referencia “absoluto”. Uno de sus postulados dice que la
velocidad de la luz es constante (300,000 km/s aproximadamente) e independiente de la
velocidad relativa entre la fuente y el observador.
Este sencillo postulado está en contradicción con la mecánica newtoniana
clásica. Si se deducen las

152
consecuencias de los postulados de la relatividad, se concluye que el tiempo y la
distancia dependen del marco de referencia, la materia tiene energía cuando está en
reposo (la famosa e = mc2), etcétera.
Sin embargo, los efectos relativistas sólo se observan en situaciones extremas,
tales como velocidades cercanas a la de la luz. Para las velocidades que
observamos en objetos más cotidianos, la diferencia entre los resultados de la
mecánica clásica y la relativista se vuelve insignificante. Por eso las leyes de
Newton se usaron durante siglos sin que se notaran excepciones y se siguen usando
cuando el efecto relativista no es significativo.
Relatividad especial. Teoría de Einstein (1905) basada en la idea de que las leyes de la
ciencia deben ser las mismas para todos los observadores, independientemente de su
movimiento, en ausencia de campos gravitatorios. Con la aparición de la teoría de la
relatividad restringida o especial, el valor absoluto de las medidas de distancia, duración
y masa —que fueran postulados inamovibles de la física clásica— fueron arrinconados.
Einstein, en la formulación de la teoría, estructura un nuevo marco para describir los
fenómenos físicos, pero con una absoluta independencia de las velocidades de los
sistemas en que se efectúan las mediciones. Junta el espacio tridimensional con la única
dimensión del tiempo en una inseparable unidad y llega así a un continuo espacio-
temporal de cuatro dimensiones. En esta fusión del espacio y del tiempo existe una
magnitud —el llamado intervalo— que permanece invariable, aun cuando los números
de medidas que atañen a las longitudes y duraciones del mismo fenómeno, en sistemas
con distintas velocidades, sean tan diferentes como se quiera. Se ve, pues, que lejos de
demostrar que “todo es relativo”, la teoría restringida o especial indica la manera de
formular las leyes de la mecánica para que posean valor absoluto.
Una de las consideraciones fundamentales de la teoría especial einsteniana es la
negación de la existencia del “espacio absoluto” y del “tiempo absoluto”. Einstein nos
lleva a asumir que todo cuanto necesitamos hacer es seleccionar una “estructura de
referencia” para poder relacionar con ella los acontecimientos universales. Cualquier
estructura de referencia (la Tierra inmóvil, el Sol inmóvil o, incluso, nosotros mismos,
inmóviles) sería válida; sólo nos resta elegir aquélla que nos parezca más conveniente.
Así, las medidas de espacio y tiempo son “relativas” respecto a una estructura de
referencia elegida arbitrariamente y de aquí que se haya llamado a la idea einsteniana
“teoría de la relatividad”.
Los postulados de Einstein
· El principio universal de la relatividad. Las leyes de todos los fenómenos físicos tienen
la misma expresión entre sí en los sistemas inerciales.
· Este principio es la generalización hacia toda la física del “Principio de Relatividad de
Galileo” para la mecánica.
Sostiene la imposibilidad de detectar el movimiento uniforme de un sistema, mediante
la realización en su interior de cualquier experimento físico.
· La independencia de la velocidad de la luz. La velocidad de la luz en el vacío es

153
independiente de la velocidad del objeto emisor y del observador.
Este principio puede ser extendido a fotones, a partículas cuya masa en reposo es
nula, etcétera. Implica un abanico de velocidades bastante extraño para las percepciones
comunes de la naturaleza humana.

Relatividad general. El escenario de la teoría restringida, corresponde a un Universo


ideal que sólo comportaría movimientos uniformes y rectilíneos. Sin embargo, en el
Universo real, donde actúa la fuerza de gravedad, los movimientos son acelerados, tanto
el de la manzana que cae a tierra como el de los planetas en su traslación alrededor del
Sol. Esto Albert Einstein lo asume en su teoría de la relatividad general (1915) que está
basada en la idea de que las leyes de la ciencia deben ser las mismas para todos los
espectadores, sea cual sea su movimiento. Explica la fuerza de la gravedad en términos
de la curvatura de un espaciotiempo cuadrimensional.
La masa y la energía son conceptos equivalentes. La masa puede convertirse en otras
formas de energía (como, por ejemplo, ondas de luz) y al contrario. De aquí sale la
famosa fórmula: e = mc2
(e = energía, m = masa, c = velocidad de la luz)

La gravedad es una fuerza de atracción universal que sufren todos los objetos con
masa, sea este un electrón o una estrella.
Según Newton la fuerza de gravedad aparece automáticamente siempre que hayan
dos masas. ¿Cuál es el problema con esta teoría?
Para entender las dificultades con la teoría de Newton, que motivaron a Einstein
a buscar una solución mejor, consideremos el siguiente experimento imaginario:
La Tierra y la Luna se atraen gravitacionalmente en forma recíproca.
Supongamos que la Luna cambia de lugar repentinamente (por ejemplo como
consecuencia de un impacto con un asteroide). La Tierra siente ahora una fuerza de
gravedad más intensa porque la Luna se encuentra más cerca. La pregunta es:
¿Cuánto tiempo le toma a la Tierra para “sentir” la nueva posición de la Luna?
Según la teoría clásica de Newton este tiempo es 0.0 segundos, es decir, la
acción de la gravedad se transmite a una velocidad infinita.
Esto es imposible. Sabemos que la máxima velocidad que se da en la naturaleza
es la velocidad de la luz, lo cual es, justamente, el postulado primordial que usó
Einstein para su Teoría de la Relatividad Especial. Este dilema se resuelve con la
Teoría de la Gravedad de Einstein o Teoría de la Relatividad General.
La teoría de la Relatividad General dice que:
· La gravedad (o atracción entre cuerpos con masa) es consecuencia de la forma del
espacio.
· La fuerza que sentimos cuando nos movemos en un sistema acelerado (por
ejemplo cuando el autobús frena) tiene la misma naturaleza que la fuerza de

154
atracción entre masas (por ejemplo la fuerza de gravedad que ejerce la Tierra
sobre la Luna).
Una forma muy resumida, de expresar el punto central de la Teoría de la
Relatividad General, es diciendo que la gravedad es equivalente a la curvatura del
espacio, lo que es lo mismo: El espacio-tiempo es curvo y la gravedad es la
manifestación de esa curvatura.

S
SINCRONICIDAD. Jung dice que: “Si la ley natural fuera una verdad absoluta,
entonces lógicamente no podría haber ningún proceso que se saliese de ella. Pero, dado
que la causalidad es una ley estadística, se mantiene como tal a nivel medio y, por
consiguiente, da lugar a excepciones que, de alguna forma, han de poder experimentarse,
es decir, han de ser reales”.
En una de las tres formas admitidas por este autor, la coincidencia temporal
significativa se da en: “La coincidencia de un estado psíquico con su proceso
objetivo correspondiente, cuyo acontecer tiene lugar simultáneamente”.
De modo que podemos plantear la sincronicidad como la alternativa o
complemento mental de la causalidad física.
Lo físico y lo mental son ámbitos tradicionalmente enfrentados en nuestra
cultura. Tal enfrentamiento llegó a su apogeo con el dualismo cartesiano.
El modelo de Jung no presenta la sincronicidad y la causalidad como dos
conceptos irreconciliables sino como “percepciones dobles de una misma realidad
fundamental” (Peat).
Así, Peat afirma que la sincronicidad es el puente entre mente y materia, es
decir, donde los mecanismos causales se reducen a la confusión absoluta (como en
el Universo subatómico), aparece una comprensión “ecológica” donde cada suceso
no es sino una parte más del sistema total dotada, además, de significación para el
sujeto observador (por ejemplo el científico). Y esto no se afirma como una
metáfora sino en su sentido literal.

SISTEMAS. Los sistemas son clasificados en:

Sistemas abiertos. Son los sistemas más comunes. Este tipo de sistema tiene
intercambio de materia y energía con el exterior. Un ejemplo: automóvil (entra
combustible, aceite, aire. Salen gases de escape, desechos, se produce energía).

Sistemas cerrados. En estos sistemas sólo hay intercambio energético con el


exterior. No hay intercambio de masa. A su vez se pueden dividir en:
· Sistemas no aislados: Sólo intercambio energético con el exterior. Ejemplo: el
equipo de frío de un refrigerador doméstico. El fluido de trabajo circula en

155
circuito cerrado y sólo hay intercambios de calor o energía eléctrica con el
exterior. Otro sistema que (en la práctica) se puede considerar como sistema
cerrado no aislado es la Tierra.
· Sistemas aislados: No hay intercambio ni de masa ni de energía con el exterior.
En la práctica estos sistemas son una abstracción cómoda para analizar
situaciones.

T
TEORÍA CLÁSICA. Teoría basada en conceptos anteriores a la relatividad y la
mecánica cuántica. Supone que los objetos tienen posiciones y velocidades bien
definidos. Según el principio de Heisenberg esto no es verdad a pequeñas escalas.

TEORÍA CUÁNTICA. (ver Cuántica). La importancia de la teoría cuántica comprende


aspectos al mismo tiempo relativos a la naturaleza de la realidad, esto es, al
comportamiento de los fenómenos (cuánticos) y al papel del observador en la naturaleza.
La teoría cuántica nació como una teoría física y permaneció durante mucho
tiempo vinculada a la física, razón por la cual es común su simplificación como
física cuántica. Sin embargo, posteriormente tuvo desarrollos en varios otros
dominios, siendo los más destacados quizás los de la química y los de las ciencias
de la información; se dice, entonces, química cuántica y computación cuántica,
respectivamente.

TEORÍA DE LA GRAVITACIÓN UNIVERSAL DE NEWTON.


Teoría que establece que la fuerza de atracción entre dos cuerpos es proporcional al
producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los
separa. Fue superada por la relatividad general.
TEORÍA HOLOGRÁFICA. Idea según la cual los estados cuánticos de un sistema en
una región del espacio-tiempo pueden ser codificados en la frontera de dicha región.

TEORÍA RELATIVISTA DEL CAMPO CUÁNTICO. El modelo del principio de


incertidumbre de Heisenberg utiliza una característica del mundo cuántico que es
absolutamente general: para “ver” el mundo cuántico atómico, hemos de dispersar otras
partículas cuánticas de los objetos que queremos observar. Lógicamente, para explorar el
microcosmos de las partículas cuánticas necesitamos pequeñas sondas y las más
pequeñas son las propias partículas cuánticas. Los físicos exploran el micromundo
observando choques de partículas cuánticas. Cuanto más elevados son el momento y la
energía de las partículas que colisionan, menor es la longitud de onda y menores son las
distancias que pueden resolver. Por esta razón, los físicos que pretenden estudiar
distancias cada vez más pequeñas, necesitan máquinas que aceleren las partículas
cuánticas con energías cada vez más elevadas y luego las hagan chocar con otras
partículas que constituyen el objetivo.

156
Actualmente, dotado el círculo mundial de los físicos experimentales con
poderosas máquinas aceleradoras de partículas empotradas, ha sido posible abrir
una ventana al mundo del interior del núcleo atómico, la pequeña masa central del
átomo, sólo una diezmilésima de su tamaño total. El núcleo lo componen
primordialmente dos tipos de partículas, el protón, que posee una unidad de carga
eléctrica, y el neutrón, similar al protón en varios aspectos, pero sin carga eléctrica.
Protones y neutrones tienen interacciones muy fuertes que los unen estrechamente
formando el núcleo. Los físicos deseaban estudiar esta fuerza, porque creían que en
ella residía la clave de la estructura básica de la materia. Pero nadie podía haber
previsto el rico y complejo mundo de partículas que engendraba esta vigorosa
fuerza nuclear, ni lo mucho que tardaría en descubrirse una teoría verdaderamente
fundamental que explicase aquella fuerza. Quedaban por delante décadas de
estudio. Los frutos se empezaron a ver a finales de la década de 1940. Los físicos
descubrieron unas cuantas partículas más que interactuaban vigorosamente junto a
protones y neutrones; las denominaron mesones pi. Luego, en la década de 1950,
cuando construyeron aceleradores de energía aún mayor, fueron encontrando más
y más partículas que interactuaban vigorosamente, entre ellas hiperones, mesones
K, mesones Rho, partículas extrañas, todo un mundo de partículas de número
probablemente infinito. Todas estas partículas, que interactuaban potentemente,
recibieron el nombre colectivo de hadrones, que significa fuertes, pesadas y
densas. La mayoría son bastante inestables y se descomponen rápidamente en
hadrones más estables. ¿Qué podría estar diciendo la naturaleza? Esta proliferación
de diferentes géneros de partículas subatómicas parecía una broma. Según cierto
postulado tácito de la física, a medida que uno se acerca al nivel más bajo, la
naturaleza se hace más simple y no más complicada.
Hoy día ha quedado ratificada esa fe en la sencillez de la naturaleza. En la actualidad,
se ha llegado a tener un alto nivel de certidumbre que la materia del Universo está
constituida por dos grandes familias de partículas: los hadrones y los leptones.
Los hadrones participan en las cuatro interacciones fundamentales posibles entre
partículas y son los únicos que presentan las llamadas interacciones fuertes. Son
partículas compuestas, fabricadas con base en seis entidades básicas, que se conocen
como quarks. Este modelo quark de la estructura hadrónica, que propusieron en 1963
Murray GellMann (e independientemente George Zweig) quedó plenamente confirmado
por una serie de experimentos que se efectuaron en el acelerador lineal de Stanford en
1968.
Los físicos consideran hoy a los hadrones como manifestaciones de la dinámica de
unos cuantos quarks que orbitan unos alrededor de otros, agrupados en una pequeña
región del espacio, una simplificación inmensa si la comparamos con el mundo infinito
de partículas. En varios sentidos, esta simplificación era similar a la que lograron los
químicos del siglo XIX, cuando llegaron a la conclusión de que podían formarse miles
de compuestos moleculares a partir de unas ocho docenas de elementos atómicos.

157
A finales de la década de 1970, tras importantes descubrimientos
experimentales y teóricos, se completó una nueva imagen del micromundo
subatómico. Las unidades básicas de la materia, como ya lo hemos mencionado, se
agruparon en dos grandes familias, a las cuales hay que agregarle una antifamilia.
Las interacciones de las partículas y antipartículas que conforman estas familias
podían explicar, en principio, todas las cosas materiales del Universo. Lo que
implicaba un paso sustancial dentro del concierto de la empresa que conforman los
científicos para comprender la naturaleza. Ello, ha representado una poderosa
herramienta conceptual necesaria para entender mejor los enigmas del Universo.
Al modelo matemático que describe esas partículas y sus interacciones se le
denomina el “modelo estándar”. Es importante que encontremos un medio de
imaginar el micromundo de partículas cuánticas. ¿De qué clase de “material” están
compuestas esas partículas? ¿Cómo podemos concebir el mundo cuántico y sus
distancias subnucleares? Para abordar estas cuestiones, los físicos han inventado
un lenguaje sumamente matemático, denominado “teoría relativista del campo
cuántico”. Esta teoría proporciona la estructura conceptual para concebir las
interacciones de partículas cuánticas, lo mismo que la física newtoniana
proporciona la estructura conceptual precisa para pensar en el movimiento de los
planetas.

TERMODINÁMICA. Leyes desarrolladas en el siglo XIX para describir el calor, el


trabajo, la energía y la entropía y su evolución en los sistemas físicos.
Es la parte de la física que se encarga del estudio de la energía térmica
(movimiento desordenado a nivel molecular), de su transformación entre sus
distintas manifestaciones, como el calor y de su capacidad para producir un
trabajo. Las leyes de la termodinámica permiten saber si un proceso (también
llamado cambio de estado) es posible, cuánta energía se transfiere, y además si es
espontáneo. Esto tiene una aplicación muy amplia en procesos químicos y
biológicos, así como en ingeniería de motores, refrigeradores y máquinas térmicas
en general.
Está íntimamente relacionada con la mecánica estadística de la que se pueden derivar
numerosas relaciones termodinámicas.
La termodinámica estudia los sistemas físicos a nivel microscópico, mientras que la
mecánica estadística suele hacer una descripción microscópica de los mismos.
Las 8 leyes de Newton y de Maxwell, las tres que rigen el movimiento de una
partícula y la ley de gravitación universal, así como las leyes de Coulomb, Ampere,
Faraday y la que postula la inexistencia del monopolo magnético, constituyen, en
principio, un conjunto completo de reglas para entender el comportamiento de los
cuerpos materiales. Sin embargo, en los albores de la Revolución Industrial, un grupo de
ingenieros, químicos y físicos, se dio cuenta de que al estudiar los procesos que ocurren
con la materia en bulto es conveniente trabajar con nuevos conceptos, ajenos a la

158
mecánica clásica de Newton, que tan exitosa había sido al tratar el movimiento de
partículas aisladas, como los planetas que giran alrededor del Sol, por ejemplo. Se creó
así una nueva ciencia, la termodinámica, que tiene un pie en la química y otro en la
física. En poco más de un siglo, quedaron firmemente establecidas sus tres leyes, que
son de aplicación muy general.

Ley cero de la termodinámica. Esta curiosa nomenclatura se debe a que los científicos
se dieron cuenta, tardíamente, de la necesidad de postular lo que hoy se conoce como la
ley cero: si un sistema está en equilibrio con otros dos, estos últimos, a su vez, también
están en equilibrio. Cuando los sistemas pueden intercambiar calor, la ley cero postula
que la temperatura es una variable de estado y que la condición para que dos sistemas
estén en equilibrio térmico es que se hallen a igual temperatura.

Primera ley de la termodinámica. También conocida como la ley de la conservación


de la energía. Establece que la energía interna es también una variable de estado. La
energía interna es la suma de las energías provenientes de todas las interacciones que
sufre un sistema: por un lado, tenemos el trabajo mecánico que se realiza cuando dos
sistemas interactúan por medio de una fuerza; por otro lado, se tiene el intercambio de
calor o el de masa, que también puede producirse. Si en un sistema ocurre un proceso
que lo lleva de un estado de equilibrio a otro, el trabajo realizado y el calor transferido
pueden tomar un valor diferente, según el tipo de procesos que ocurran y el orden en que
éstos se realicen. Un cuerpo macroscópico no acumula calor o trabajo. Empero, si se
acumula la suma de trabajo y calor decimos que la energía interna total es una variable
de estado. Nótese que lo anterior lleva implícita la ley de conservación de la energía.

Segunda ley de la termodinámica. Ley que afirma que la entropía siempre aumenta.
Con numerosos enunciados, quizás el más conocido es el que dice que la entropía de
un sistema aislado aumenta con el tiempo. Esta ley se puede enunciar de muchas formas,
todas equivalentes: existe un límite para la eficiencia de cualquier máquina térmica; el
calor no puede fluir espontáneamente de un sistema frío a otro caliente; la entropía, que
mide el desorden dentro del sistema, es una variable de estado y nunca disminuye en un
sistema aislado.
La Segunda Ley de la Termodinámica es la más universal de las leyes físicas. En su
interpretación más general, establece que cada instante el Universo se hace más
desordenado. Hay un deterioro general pero inexorable hacia el caos. Uno de los
patrones fundamentales de comportamiento que encontramos en el mundo físico es la
tendencia al desgaste. Las cosas tienden, para usar un término especializado, hacia un
estado de equilibrio termodinámico. En todas partes podemos encontrar ejemplos de la
Segunda Ley de la Termodinámica. Los edificios se derrumban, la gente envejece, las
montañas y las costas se erosionan, los recursos naturales se agotan. Todo sistema tiende
a ir del orden al desorden cuando se le deja seguir su voluntad. El Universo marcha en la
dirección descendente y degenerativa de una organización decreciente. Las posesiones

159
materiales se deterioran, y los organismos vivientes finalmente volverán a ser polvo, un
estado de completo desorden.
TIEMPO. Hasta antes de Einstein, se creía que si existía una constante en el Universo,
es decir, una medida referencial inmutable, esa debía ser el tiempo y es así que se creía
que el tiempo era la medida del Universo. Con el desarrollo de sus dos Teorías de la
Relatividad, la Teoría de la Relatividad Especial (1905) que afirma que la luz siempre se
propaga a una velocidad constante y que esta velocidad es una constante absoluta;
cualquier otro movimiento es relativo. Y su Teoría de la Relatividad General (1915), que
es, esencialmente, una teoría de la gravitación como resultado de las distorsiones del
espacio-tiempo geométrico, Einstein derrumbó esta creencia, casi elevada a la calidad de
dogma, afirmando que el tiempo no es una constante sino una variable, que va a cambiar
dependiendo del punto tomado como referencia, es decir, que no todas las partículas son
regidas por un mismo tiempo, o por el mismo reloj medidor del tiempo.
Además, Einstein afirmó que el Universo sí tenía una constante y ésa era la
velocidad de la luz, diciendo que la velocidad de la luz siempre se mantenía con el
mismo valor independiente de los puntos de referencia.
En 1970, Hawking logró aplicar las técnicas de Penrose y añadir algunas
propias para demostrar que si la Relatividad General estaba en lo cierto, debió
existir una singularidad en el pasado que constituyó el principio del tiempo.
Con lo que se llega a la concepción moderna de que ni el tiempo ni el espacio
son, en absoluto, independientes de los estados materiales. Son una forma de
existencia de la materia y los describen las mismas ecuaciones de la dinámica. El
tiempo va indisolublemente unido a los estados materiales y puede medirse
mediante una estructura métrica.

Absoluto. Idea sobre la cual podría haber un reloj universal. La teoría de Einstein
de la relatividad demostró que no puede haber un tiempo absoluto.

Imaginario. Tiempo expresado en números imaginarios ( Hawking ).


De Planck. Vale unos 10-43 segundos en un espacio-tiempo de dimensionalidad
más elevada.

UNIVERSO MEMBRANA. Superficie o membrana cuatridimensional en un espacio-


tiempo de dimensionalidad más elevada.

160
BIBLIOGRAFÍA

APARICIO, R., Apuntes sobre el Taller de Jeff Zeig, octubre del 2000 en el Instituto
M.H. Erickson de Madrid, tomado de Internet: http://usuarios.lycos.es/Rufianin/, 2000.
BASTIDE, R., El sueño, el trance y la locura, Amorrortu editores, Buenos Aires, s/f.
BATESON, G., Espíritu y naturaleza, Amorrortu editores, Buenos Aires, 1997.
BECHTEL, W., Filosofía de la mente. Una panorámica para la ciencia cognitiva,
Tecnos, Madrid, 1991.
BELL, E.T., Last Universalist, tomado de Internet: http://wwwchaos.umd.edu/, s/f.
BERTALANFFY, L. VON, Teoría general de los sistemas, México, FCE, 1991.
BOHM, D., La totalidad y el orden implicado, Kairós, Barcelona, 1992.
____, y Peat, F.D., Ciencia, orden y creatividad. Las raíces creativas de la ciencia y la
vida, Kairós, Barcelona, 1988.
BRIGGS, J.P. y Peat, F.D., A través del maravilloso espejo del Universo, Gedisa,
Barcelona, 1989.
____, Espejo y reflejo: del caos al orden. Guía ilustrada de la teoría del caos y la
ciencia de la totalidad, Gedisa, Barcelona, 1990.
Capra, F., El Tao de la física, Kairós, Barcelona, 1991.
____, La trama de la vida. Una nueva perspectiva de los sistemas vivos, Anagrama,
Barcelona, 1996.
____, El punto crucial. Ciencia, sociedad y cultura naciente, Estaciones, Buenos Aires,
1999.
CHOPRA, D., Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo, Suma de Letras, Madrid, 2001.
CÍA, G.G., El paradigma holográfico cuántico, cuantum lógico y variables físicas en
relación con ESP y PK (Psicokinesis), tomado de Internet:
http://www.ciudadfutura.net/bitacora/fisica/fisica.htm, s/f.
CLIMENT, C. y Kakar, S., La folle et le saint, Editions du Seuil, París, 1993.
CORRAL QUINTERO, R., El universo como holograma
multidimensional y su conexión con la mente, tomado de Internet:
http://www.infoamerica.org/documentos_pdf/bohm02.pdf, s/f.
CORZO, I., Entrevista a Teresa Robles. Un nuevo estilo de hacer terapia, Alom
Editores, S.A. de C.V., México, 2001.
____, y Robles, T., “Un rayo de luz”, en Saludablemente disfrutando, publicación del
Centro Ericksoniano de México, año 1, núm. 2, México, junio 2003.

161
CROTTI, M.A., La teoría especial de la relatividad (RE). Conceptos, fundamentos y
análisis crítico. Última modificación: 10 d e s e p t i e m b r e d e 2 0 0 1 , t o m a d o d e
I n t e r n e t : http://www.geocities.com/newmodel2k/, 2001.
DAVIES, P., La mente de Dios. La base científica para un mundo racional, McGraw-
Hill, Madrid, 1993.
DEON, D.R., “Hipnosis, un poco de historia”, en Revista Crecimiento Interior, núm.
71, año 8, abril, tomado de Internet: http://www.deon.com.ar/hipnosis.html, 2001.
DÍAZ, J.L., El ábaco, la lira y la rosa. Las regiones del conocimiento, FCE, México,
1997.
DIDI-HUBERMAN, G., Invention de l'hysterie. Charcot et l'iconographie
photographique de la Salpêtrière, Editions Macula, París, 1982.
DURKHEIM, E., Las reglas del método sociológico, La Pléyade, Buenos Aires, 1974.
Encarta'95 Multimedia Enciclopedia Microsoft, Chaos Theory, 1994.
ERICKSON, B.A., Milton H. Erickson. My Voice Will Go With You, tomado de
Internet: http://www.addictionrecov.org/paradigm/ P_PR_S98/Erickson.html, 1998.
ERICKSON, E.M., About Erickson: His Physical Struggles, tomado de Zeig, J.K.,
Experiencing Erickson: An Introduction to the Man and His Work, Brunner Mazel
Publishers, Inc., New York, 1985, tomado de Internet: http://www.erickson-
foundation.org/ health.htm, 1996.
ERICKSON, M.H., Haley, J. y Weakland, J., “A Transcript of a Trance Induction with
Commentary”, en Haley (ed.), Advanced techniques of hypnosis and therapy: Selected
papers of Milton H. Erickson, M.D., Norton, Nueva York, 1967.
____, Rossi, E.L. y Rossi, S.I., Hypnotic realities: The induction of clinical hypnosis and
forms of indirect sugges, Irvington Publishers, Inc., Nueva York, 1976.
____, y Rossi, E.L., Hypnotherapy: An exploratory casebook, Irvington Publishers, Inc.,
Nueva York, 1979.
____, “The Indirect Forms of Sugestión”, en Rossi (ed.), The collected papers of Milton
H. Erickson on hypnosis: Vol. 1. The nature of hypnosis and suggestion, Irvington
Publishers, Inc., Nueva York, 1980.
____, Experiencing hypnosis: Therapeutic approaches to altered state, Irvington
Publishers, Inc., Nueva York, 1981.
ESCALANTE, M., Cursos Maestría Psicoterapia Ericksoniana, Centro Ericksoniano de
México, México, 2001.
ESPINOZA, F., Aullando con los lobos o de complicidades ocultas del Bootstrap, el
holomovimiento y la hipótesis Gaia en las ciencias de la comunicación tomado de
Internet: http://www.tercermilenio.ucn.cl/francis.htm, s/f.
FOERSTER, H., Las semillas de la cibernética, Gedisa, Barcelona, 1991.
FOUCAULT, M., Enfermedad mental y personalidad, Paidós, Barcelona, 1984.

162
____, Historia de la locura en la época clásica, 2 tomos, Fondo de Cultura Económica,
México, 1999.
GARCÍA COLÍN, L., MAZARI, M., MOSHINSKY, M. (coord.),
Niels Bohr: Científico, filósofo, humanista, La ciencia para todos, Fondo de Cultura
Económica, Secretaría de Educación Pública y Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología, México, 2003.
GELL-MANN, M., El quark y el jaguar. Aventuras en lo simple y lo complejo, Tusquets
Editores, Barcelona, 1998.
GILLIGAN, S., “Developing a Relationship with the Self with Age Regresión”, Second
Conference on Ericksonian Hypnosis and Psychotherapy, Pensylvannia (Cinta de audio.
Trad.: María E. Viveros), tomado de Internet:
http://www.hipnoterapiaestrategica.cl/artinflupacheco.htm, 1991.
GÓMEZ RINCÓN, C. M., La sincronicidad como principio de interpretación para un
mundo unitario en la obra de C. G. Jung. Tomado de Internet:
http://www.adepac.org/P06-4.htm, s/f.
GORTARI, E. de, “La relación entre la ciencia y la filosofía”. Varios autores: La
filosofía y la ciencia natural, Grijalbo, México, 1977.
GRANDÍO, A., El paradigma emergente en la ciencia, Capítulo 2, tomado de Internet:
http://www3.uji.es/~agrandio/ tesis/Te2.htm#2.3.4, 1996.
GRINBERG-ZYLBERBAUM, J., Psicofisiología del poder, INEC, 1988.
GROF, E., Psicología transpersonal, Libros Liebre de Marzo, Barcelona, 1993.
____, El juego cósmico, Kairós, Barcelona, 1999.
GROS, F., Foucault y la locura, Ediciones Nueva Visión, Buenos Aires, 2000.
GUERRERO, G., Richard Bandler, co-creador de la Programación neurolingüística y
creador de Human Design Engineering, tomado de Internet:
http://www.avantel.net/~aguerra/rbandler.html, 2000.
HALEY, J., Dr. Erickson´s Personality and Life, tomado de Internet:
http://www.erickson-foundation.org/early.htm, 1967. ____, Técnicas avanzadas de
hipnosis y terapia, 1967.
____, Terapia no convencional: Las técnicas psiquiátricas de Milton H. Erickson,
Amorrortou Editores, Buenos Aires, 1999.
HAVENS, R.A., La sabiduría de Milton H. Erickson, Irvington
Publishers, Inc., tomado de Internet:
http://www.henrybolduc.com/spanishArticles/DR%20Milton%20 Erickson.htm, 1985.
HAWKING, S.W., Historia del tiempo. Del Big Bang a los agujeros negros, Crítica,
Barcelona, 1989.
____, Agujeros negros y pequeños universos, Grupo Editorial Planeta, México, 2002.
____, El Universo en una cáscara de nuez, Crítica/Planeta, Barcelona, 2003.

163
HEISENBERG, W., Diálogos sobre la física atómica, Universidad Autónoma de
Puebla, México, s/f.
____, La imagen de la naturaleza en la física actual, Seix Barral, Barcelona, 1976.
INGARFIELD, T., Milton Erickson y la hipnosis ericksoniana, tomado de Internet:
http://www.sctsystemic.com/deshiperick.htm, 2001.
Institute Milton H. Erickson, Documentos de la Biblioteca Privada de Patrick Bellet,
Avignon, Provence, Francia.
JUNG, C.G., Sincronicidad, Alianza Editorial, Madrid, 1970.
____, Los complejos y el inconsciente, Alianza Editorial, Madrid, 1970.
____, La interpretación de la naturaleza y la psique, Paidós, Buenos Aires, 1994.
KERCKHOVE, D., La piel de la cultura, Gedisa, Barcelona, 1999.
KRISHNAMURTI, J., Fundación Krishnamurti Hispanoamericana, tomado de Internet:
http://www.fkhispanoamericana.org/, 2002. ____, y Bohm, D., Más allá del tiempo,
Kairós, Barcelona, 1998.
Kybalión, el, Editora y Distribuidora Dos Tomos, Colección Tercer Milenio, 1997.
KUHN, T.S., Las estructuras de las revoluciones científicas, Fondo de Cultura
Económica, México, 1990.
KURZWEIL, R., La era de las máquinas espirituales, Planeta, Barcelona, 1999.
LANKTON, S., Milton Erickson´s Contribution to Therapy Epistemologynot
Technology, tomado de Internet: http://www.lankton.com/epist.htm, 2000.
LEIBNITZ, W., Principios de la monadología, Universidad Complutense, Madrid,
1998.
LUNA, R., En torno al paradigma holográfico. (O totalidad en movimiento),
Cuaderno de trabajo, Centro Ericksoniano de México, 2001.
MANDELBROT, B.B., Los objetos fractales. Forma, azar y dimensión, Tusquets
Editores, Barcelona, 1996.
____, La geometría fractal de la naturaleza, Tusquets Editores, Barcelona, 1997.
MICHEL, A., El holograma, modelo del Universo, traducido y extractado por Carmen
Bustos de Question de Editions Retz, París, s / f. tomado de Internet:
http://www.alcione.cl/nuevo/index.php?object_id=149
Modern Advaita, El Universo como un holograma. ¿Existe la realidad objetiva o
es el Universo un fantasma?, Centro Ericksoniano de México, traducción de
Cinthia Orozco de Gortari, s/f.
NARDONE, G. y Watzlawick, P., El arte del cambio, Herder, Barcelona, 1992.
____, Terapia breve: filosofía y arte, Herder, Barcelona, 1999.
O'HANLON, W.H., Raíces profundas, Paidós, Buenos Aires, 1993.
PACHECO, M., La influencia de Erickson en la terapia breve actual y el

164
terapeuta ericksoniano hoy, tomado de Internet:
http://www.hipnoterapiaestrategica.cl/artinflupacheco.htm, 2001.
____, La terapia ericksoniana en un mundo posmoderno: hacia una psicoterapia
ericksoniana integrativa, 4° Encuentro de terapeutas ericksonianos de América
Latina, Cuernavaca, México, 2003.
PEARCEY, N., Orígenes y la “Nueva Era”. Oriente se encuentra con Occidente
en el establecimiento científico, tomado de Internet:
http://www.sedin.org/propesp/X0083_04.htm, 1997.
PEAT, F.D., Sincronicidad. Puente entre mente y materia, Kairós, Barcelona, 1989.
PLATÓN, Diálogos socráticos, Clásicos Jackson, Vol. II, Éxito, Barcelona, 1957.
POPPER, K., El porvenir está abierto, Tusquets Editores, Barcelona, 1995.
____, El cuerpo y la mente, Paidós, Buenos Aires, 1997.
PRIBRAM, K., Languages of the Brain, Prentice Hall, Englewood Cliffs, 1971.
____, “Entrevista a Karl Pribram”, en Conciencia Planetaria, publicación de Heptada,
núm. 2, Madrid, 1991.
____, “Cerebro decodificador. Percepción: un haz de realidad”, entrevista realizada por
V. Guerrero Mothelet, en La Jornada, México, lunes 8 de diciembre de 1997.
PRIGOGINE, I., ¿Tan sólo una ilusión? Una exploración del caos al orden, Tusquets
Editores, Barcelona, 1993. ____, El tiempo y el devenir, Gedisa, Barcelona, 1983.
____, y Stengers, I., El fin de las certidumbres, Alianza Editorial, Madrid, 1996.
PROCTER, H.G. (comp.), Escritos esenciales de Milton H. Erickson, Volumen 1 y 2
Hipnosis y psicología, Paidós, Barcelona, 2001.
RAIZA ANDRADE Y CADENAS, E., PACHANO, E., PEREIRA, L. M., TORRES, A.,
El Paradigma Complejo. Un cadáver exquisito, Universidad Interamericana de
Educación a Distancia de
P a n a m á , U N I E D PA , t o m a d o d e I n t e r n e t :
http://csociales.uchile.cl/publicaciones/moebio/14/andrade.htm
ROBLES, T., Concierto para cuatro cerebros en psicoterapia, 1ª edición, Alom
Editores, S.A. de C.V., México, 1990.
____, Terapia cortada a la medida. Un seminario ericksoniano con Jeffrey K. Zeig,
Alom Editores, S.A. de C.V., México, 1991.
____, Revisando el pasado para construir el futuro. Manual de autohipnosis, Alom
Editores, S.A. de C.V., México, 1997.
____, Lo esencial de por qué la hipnosis produce cambios tan rápidos, Alom Editores,
S.A. de C.V., México, 2000.
____, Cursos Maestría Psicoterapia Ericksoniana, Centro Ericksoniano de México,
México, 2001.
____, Conversación grabada durante la dirección de mi tesis de maestría, México, 2003.

165
____, “El santo y la loca”, en Saludablemente disfrutando, publicación del Centro
Ericksoniano de México, año 1, núm. 2, México, junio 2003.
____, “Su lucha contra la muerte”, en Saludablemente disfrutando, publicación del
Centro Ericksoniano de México, año 1, núm. 3, México, agosto 2003.
____, Conversación grabada durante la dirección de mi tesis de maestría, México, 2004.
____, y Abia, J., Autohipnosis. Aprendiendo a caminar por la vida, Alom Editores, S.A.
de C.V., México, 1993.
ROSENBLUETH, A., Mente y cerebro, Siglo XXI, en coedición con Colegio Nacional,
México, 1994.
ROSSI, Sharp y Ryan (ed.), Material biográfico de Healing in Hypnosis: Milton H.
Erickson, Irvington Publishers, Inc., Nueva York, adaptado por John McWhirter,
tomado de Internet: http://www.sctsystemic.com/deshiperick.htm, 2001.
SHAZER, S. de, Claves para la solución en terapia breve, Paidós, Barcelona, 1991.
SHELDRAKE, R., Una nueva ciencia de la vida. La hipótesis de la causación
formativa, Kairós, Barcelona, 1990.
SORMAN, G., Los verdaderos pensadores de nuestro tiempo, Seix Barral, Barcelona,
1991.
THOMPSON, W. I., Un modelo para la dinámica planetaria y celular de J. Lovelock,.
Implicaciones de la nueva biología, Kairós, Barcelona, 1995.
TORTOSA, F., “La hipnosis. Una controversia interminable”, en Anales de psicología,
publicación de la Universidad de Murcia, vol. 15, núm. 1, 1999, pp. 3-25.
TRONCONI, S., El cerebro, tomado de Internet:
http://www.espande.it/Spagnolo/pagine/Dossier/celebro.html, s/f.
VARELA, F., Conocer. Las ciencias cognitivas: tendencias y perspectivas. Cartografía
de las ideas actuales, Gedisa, Barcelona, 1990.
VÁZQUEZ, J.L., ¿Qué es la hipnosis?, Federación Mexicana de Hipnosis, A.C. (FMH)
Centro de Hipnología y Terapia Psicosomática, A.C. (CEHTEP), México, tomado de
Internet: http://www.hypnoland.com.mx/art-col1.html, 2003.
VILAR, S., La nueva racionalidad, Kairós, Barcelona, 1997.
WATZLAWICK, P., ¿Es real la realidad?, Herder, Barcelona, 1979. ____, El lenguaje
del cambio, Herder, Barcelona, 1986.
____, (comp.), La realidad inventada. ¿Cómo sabemos lo que creemos saber?, Gedisa,
Buenos Aires, 1988.
____, et al., El ojo del observador. Contribuciones al constructivismo, Gedisa,
Barcelona, 1995. ____, La realidad inventada, Gedisa, Barcelona, 2000.
____, Beavin, J. y Jackson, D.D., Teoría de la comunicación humana, Herder,
Barcelona, 1997.
WEBER, R., Diálogos con científicos y sabios, la búsqueda de la unidad, Libros Liebre

166
de Marzo, Barcelona, 1990.
WILBER, K., Sexo, ecología y espiritualidad, Gaia, Madrid, 1995.
____, Breve historia de todas las cosas, Kairós, Barcelona, 1996.
____, Bohm, D., Pribram, K., Keen, S., Ferguson, M., Capra, F.,
Weber, R. y otros, El paradigma holográfico. Una exploración en las fronteras de la
ciencia, edición a cargo de Ken Wilber, Kairós, Barcelona, 2001.
WILHELM, R., I Ching. El libro de las mutaciones, Editorial Hermes/Sudamericana,
Buenos Aires, 1989.
WITTEZAELE, J. y GARCÍA, T., La Escuela de Palo Alto. Historia y evolución de las
ideas esenciales, Herder, Barcelona, 1994.
YAPKO, M., Hypnosis and the Treatment of Depressions. Strategies for Change,
Brunner/Mazel, Nueva York, 1992.
ZEIG, J.K. (comp.), Un seminario didáctico con Milton H. Erickson. Amorrortu
Editores, Buenos Aires, 1996.
____, Experiencing Erickson: An Introduction to the Man and His Work, Brunner Mazel
Publishers, Inc., Nueva York, tomado de Internet: http://www.erickson-
foundation.org/health.htm, 1985.
____, y Munion, W., Milton H. Erickson, Sage Publications, Londres, 1999.
ZOHAR, D. La conciencia cuántica, Plaza y Janés, México, 1990.
ZOR, J. de, La hipnosis. Una desconocida en resurgimiento, HISPAMAP, Sociedad
Hispano Americana de Psicología Aplicada, Departamento de Investigación y
Desarrollo, tomado de Internet: http://www.hispamap.net/informes/info-hip.htm, 2002.
ZURDO, A., El mundo fractal, tomado de Internet:
http://www.club.idecnet.com/~azurdoza/fractal/f indice.htm, s/f.
Sin autor:
El mundo no existe. Parte II El Universo es un Mar de frecuencias, tomado de Internet:
http://krishnamurticastaneda.blogspot.com/2006/08/el-mundo-noexiste-parte-ii.html,
2006.
Teoría Gaia. La tierra como sistema vivo, tomado de Internet:
http://orbita.starmedia.com/~dalai591/teoria_gaia.htm, s/f.

167
TÉCNICAS
concierto para cuatro cerebros en psicoterapia, quince años después por Teresa Robles
Te invitamos a que conozcas un libro ya clásico en español sobre psicoterapia ericksoniana, que es la
referencia obligada, no sólo para los estudiosos del tema, sino para todo público interesado en conocer nuevas
propuestas para mejorar su calidad de vida.
terapia cortada a la medida. Un seminario ericksoniano con Jeffrey K. Zeig por Teresa Robles
Trascripción del seminario impartido por el Dr. Jeffrey K. Zeig en la ciudad de México, que propone una
comunicación más eficiente, cortando las intervenciones a la medida de cada paciente y envolviéndolas para
regalo (conversación hipnótica).
la magia de nuestros disfraces por Teresa Robles
En este libro la autora muestra las bases teóricas que sostienen intervenciones ericksonianas, aparentemente
muy simples. Está escrito de manera que nos lleva a reconocernos en cada párrafo, en cada página y abre las
puertas al cambio.
compartiendo experiencias de terapia con hipnosis editado por Elizabeth Méndez
Recopilación de nueve capítulos escritos por terapeutas ericksonianos latinos, de los cuales dos son de corte
teórico y los siete restantes presentan técnicas originales que se pueden aplicar en distintos estilos de terapia.
hipnosis y terapia sexual por Daniel Araoz
Este libro, establece un puente entre la terapia sexual y la hipnoterapia. Propone el concepto de autohipnosis
negativa, así como un método para transformarla en positiva. El autor presenta su esquema de trabajo, junto
con numerosas técnicas, fáciles de aplicar por cualquier terapeuta.
destrezas teatrales psicoterapéuticas por Pedro H. Torres-Godoy con la colaboración de Mario J. Buchbinder
y Elina Matoso
A partir de una interesante experiencia con un grupo de actores, este práctico libro te enseñará cómo aprender
amenos ejercicios que te permitirán desarrollar habilidades teatrales que podrás utilizar en la terapia y en la
vida diaria.
la psicoterapia, un proceso de autoconstrucción: I. los cimientos por Yolanda Aguirre
Primero de dos volúmenes. Un libro de texto sobre Epistemología constructivista y Teoría de Sistemas que
ilustra las explicaciones racionales con cuentos, haciendo que el lector aprenda con sus dos hemisferios
cerebrales.
la psicoterapia, un proceso de autoconstrucción: II. la propuesta por Yolanda Aguirre
Este segundo tomo nos presenta una propuesta psicoterapéutica que utiliza la capacidad creadora que todo ser
humano tiene, y la posibilidad de ponerla a nuestro servicio en la construcción de nuestro propio ser.
jardineros, princesas y puerco espines, construyendo metáforas por Consuelo Casula
Este primer libro de la autora en español es un verdadero tratado sobre la metáfora, uno de los elementos
esenciales del lenguaje hipnótico, para ser aplicada tanto en la psicoterapia como en la enseñanza. Los
distintos lectores y estudiosos del lenguaje hipnótico, de la comunicación indirecta, encontrarán en este libro
justo lo que les interesa.
estrategias de comunicación para el paciente crítico por Katalin Varga
En este libro está plasmada la experiencia de más de 20 años de Katalin Varga y sus colegas trabajando en el
sistema hospitalario. Ofrece ideas prácticas, para lograr una comunicación eficiente y emocionalmente
positiva con el paciente crítico. Estas técnicas de comunicación nos ayudan a lograr la cooperación del

168
paciente, evitar las resistencias y, sobretodo, que tanto pacientes como profesionales de salud establezcan una
relación más humana entre ellos.
constelaciones familiares ericksonianas, una nueva mirada por Cecilia Fabre
Cecilia Fabre integra las aportaciones de tres grandes maestros: Bert Hellinger, Milton H. Erickson y Teresa
Robles para desarrollar una herramienta muy poderosa, eficiente y agradable: las Constelaciones Familiares
Ericksonianas. Un libro para consteladores, ericksonianos y otros tipos de terapeutas.
para volver a disfrutar la vida, manual para trabajar la depresión por Carlos Castro
Un Manual sencillo, práctico y muy eficiente, con sólidas bases científicas, que integra el enfoque cognitivo
con el ericksoniano. Ofrece muchos ejercicios prácticos y estrategias para utilizar con los pacientes. Aunque
está escrito para terapeutas, es interesante y útil también para cualquier persona que sufra depresión.

MANUALES ERICKSONIANOS DE GRUPOS


manual del grupo de crecimiento por Teresa Robles
El primero de una serie de manuales de técnicas ericksonianas para trabajar con grupos, escritos en forma tal
que cualquier terapeuta puede aplicarlos. En cada capítulo se ofrece con conversación hipnótica una visión
original sobre el tema que trata, así como ejercicios para trabajarlo.
manual de grupo para aprender a manejar el estrés, y evitar el síndrome de fatiga profesional crónica, por Teresa
Robles editora
Este es el segundo título de la Serie de Manuales. Como todos nuestros Manuales, trabaja con temas
universales para aprender a manejar en forma sencilla, automática y agradable, los distintos factores, internos
y externos que facilitan la aparición del estrés poniendo el trabajo y dejándolo en manos de la Sabiduría
Universal que, Teresa Robles propone y que es en este momento el eje de su trabajo. Está escrito en forma
sencilla y clara para el coordinador del grupo y ofrece a los participantes, herramientas no sólo para manejar
el estrés, sino para su vida cotidiana.
manual de grupo para terminar con las dependencias por Armelle Touyarot y Teresa Robles
La Terapia Breve orientada a las soluciones y la Psicoterapia Ericksoniana basada en la Sabiduría Universal
se integran en este Manual para trabajar, a través de temas universales, cualquier tipo de dependencia. Las
autoras llevan de la mano al coordinador del grupo con indicaciones precisas para asegurar su éxito.

CASOS CLÍNICOS
salir del túnel y olvidar, hipnosis ericksoniana con sintomatología psicótica por Cinthia de Gortari.
Este libro muestra en cada sesión, cómo la actitud cercana, la mirada compasiva del terapeuta y las técnicas
ericksonianas, pueden resolver problemáticas frente a las que otras psicoterapias se muestran escépticas.

ELIZABETH Y MILTON H. ERICKSON


homenaje a Elizabeth Moore Erickson, mujer extraordinaria, profesional, esposa, madre, compañera por Marilia
Baker.
Te recomendamos este primer libro de la serie que se crea en conmemoración del padre de la terapia breve, la
hipnosis moderna y de su compañera de vida. La obra nos muestra la contribución de Elizabeth a la obra del
Dr. Erickson a través de la sinergia de una pareja que duró cerca de 16 mil días, uno tras otro. Publicado en
inglés y español. seminarios de introducción a la hipnosis, california 1958 por Milton H. Erickson
Este seminario, dictado a un grupo de médicos en la época de madurez de su trabajo, muestra paso a paso su
forma de hacer hipnosis. Es así un excelente punto de partida para principiantes, y aclara ideas a quienes ya
trabajan con hipnosis.
estrategias psicoterapéuticas de Milton H. Erickson, por Dan Short
El autor propone una sistematización de las estrategias psicoterapéuticas del Dr. Erickson, ilustradas con
casos clínicos. Se incluye un capítulo de la terapeuta italiana Consuelo Casula donde explica dos conceptos
Esperanza y Resiliencia, que marcaron la obra del Dr. Erickson.
Milton H. Erickson, un sanador americano, editado por Betty Alice Erickson y Bradford Keeney

169
Es un honor y un placer contar con la publicación de este libro en español, porque además nos ofrece una
visión diferente del Dr. Erickson. Una visión que propone que su trabajo era también espiritual. Y esto queda
claro a través de las aportaciones de las personas más cercanas a él, y de sus amigos, discípulos y
colaboradores.

NUEVOS PARADIGMAS DE LA CIENCIA


tejiendo sueños y realidades, aportaciones del paradigma holográfico a la psicoterapia ericksoniana por
Guillermina Krause.
La autora nos presenta en forma sencilla las últimas propuestas de la física cuántica para entender el
Universo. Estas propuestas fascinantes, ofrecen una explicación a los cambios “milagrosos” que se dan a
través de la psicoterapia ericksoniana. Es un libro de interés general que nos lleva a expandir la conciencia.

AUTOAYUDA – Libros
revisando el pasado para construir el futuro por Teresa Robles
A partir de elementos autobiográficos, la autora nos presenta en lenguaje cotidiano, conceptualizaciones
teóricas, junto con sencillos ejercicios de autohipnosis. Lectores y lectoras se reconocen en estas páginas
constando que, si bien somos únicos e individuales, en el fondo somos muy parecidos.
síndrome de pánico, una señal que nos despierta por Sofía Bauer
La autora menciona que el síndrome de pánico o crisis de angustia, es una señal que aparece para que
cambies tu estilo de vida. Si escuchas su mensaje, puedes curarte. Ofrece ideas y ejercicios prácticos para
disminuir la ansiedad.
la granja de la esperanza, transformando las huellas de la vergüenza editado por Cecilia Fabre.
La vergüenza es universal y puede surgir a partir de distintas experiencias que generan una maraña de
emociones. Este libro de cuentos terapéuticos para niños y grandes te ayudará a manejarla mejor.
abriendo puertas con amor, caminos en la educación de los hijos y en la prevención de problemas futuros por
Angela Cota Guimarães Mendonça y J.Augusto Mendonça.
Es un libro dirigido especialmente a los padres, psicólogos y educadores, donde a través de relatos sencillos,
sobre temas universales, los autores ofrecen ejemplos prácticos y útiles de su vida para enfrentar situaciones
de todos los días.
guía de auto-preparación para el parto que sueñas tener, por Armelle Touyarot
Este libro es una guía de auto-preparación para el acontecimiento “nacimiento” y está construido como un
programa. El objetivo de la autora es que tengas una buena experiencia de tu parto utilizando la hipnosis
ericksoniana. En la medida que vayas avanzando en su lectura podrás darte cuenta si responde a tus dudas, si
tranquiliza tus miedos, si te da las herramientas que necesitas para sentirte lista para ese momento.
creando, sanando, disfrutando, la neuroplasticidad y las metáforas para tu salud o enfermedad, por Elsa Lesser.
Este libro muestra el valor de saber cómo funciona el cerebro humano y cómo lo podemos usar para mejorar
nuestra existencia, aprendiendo nuestras propias metáforas. Casos clínicos como una sólida introducción a la
plasticidad neuronal y a las metáforas y lenguaje de nuestro cuerpo.
las muertas que no son de juárez, siete historias de amor y una canción desesperada: infidelidad y abandono por
Laura Chávez Cázares.
Es un libro que presenta: la problemática de las mujeres que viven violencia, ideas para que los terapeutas
mejoren su práctica en estos casos y ejercicios de auto hipnosis que las mujeres que están en esta situación
pueden utilizar para estar mejor. Gran parte del texto es la presentación de casos.
constelaciones familiares alegorías y mandalas, construyendo mi arcoiris por Elida Montoya de Gómez y Fabiola
Esmeral Vélez.
El trabajo con constelaciones familiares y las técnicas ericksonianas son complementarios, como se muestra
en este libro para trabajar con niños. Las autoras unen las técnicas de constelaciones, la narración de cuentos
(técnicas ericksonianas) y el dibujo (arte terapia) y nos presentan esquemas de trabajo para diferentes
problemáticas.

170
AUDIO
Y si quieres trabajar contigo mismo, evitar la terapia o salir de ella en poco tiempo, prueba nuestra serie de audio
presentada en CD y en audio-cinta. El Centro Ericksoniano de México, a través de Alom Editores, promueve esta
serie con ejercicios sencillos, seguros, protegidos, para que puedas trabajar en casa.
recupera tu fuerza de vida por Teresa Robles
Es como un servicio general que todas las personas deberíamos hacernos de vez en cuando para estar bien en
la vida, como hacemos servicio a nuestros coches y aparatos.
música para entrar en contacto contigo producción Francisco Robles
Dos versiones producidas a partir del Canon de Pachelbel, que te ayudan a entrar adentro de ti. Una, con
instrumentos musicales mexicanos. Otra, con el sonido del mar y un sonido producido con diferentes cantos
de sanación. Esta música es el fondo de los otros materiales de audio. Al escucharla, se reactivan y refuerzan
los procesos desencadenados con los ejercicios que realizaste con ellos.
Yo Soy sanando por Teresa Robles
Estamos en nuestro lugar cuando disfrutamos la vida y tenemos paz interior. Yo Soy Sanando te ayuda a
encontrar tu lugar, cumpliendo tu Misión, resolviendo las dificultades que encuentras en el camino y
despertando tu Sabiduría Interior.
escuchando mi cuerpo, mis emociones y mi espíritu por Iris Corzo
El ser humano es integral: es mente, cuerpo y espíritu. Si vivimos como un todo unificado, obtendremos la
armonía. Esta grabación te invita a atender estos aspectos para favorecer tu bienestar.
salud y enfermedad por Iris Corzo
Salud y enfermedad son partes de la vida. Este audio te invita a enfrentar la enfermedad de una manera
diferente, participando activamente en tu curación, recuperando tu independencia y autonomía, utilizando tus
recursos internos.
para quererte tú a ti justo como necesitas por Teresa Robles
Aprendemos a mirar hacia fuera y olvidamos mirarnos a nosotros mismos. Dejamos de percibir las señales de
nuestro cuerpo, tragamos nuestras emociones. Este CD te ayudará a reconocer tus emociones, escucharlas y
digerirlas. Es ideal para personas que sufren de depresión, ansiedad y/o estrés.
la herencia. música que desata imágenes producción Francisco Robles
Esta música compuesta te lleva a entrar adentro de ti, desencadenando los procesos naturales que requieres en
este momento de tu vida. Contiene una introducción de Teresa Robles para proteger el proceso y un final para
facilitar que te pongas nuevamente en contacto con el mundo externo.
para relacionarte mejor contigo y con los demás por Teresa Robles
Si la vida es una escuela, las relaciones con los demás son la universidad. Este compacto constituye un
servicio general a tus relaciones para ayudar a pasar al postgrado donde nos toca disfrutar la vida con paz
interior.
para volver a dormir como antes, por Montserrat Ramos
Los sueños son parte de nuestros mecanismos para digerir las emociones que vamos acumulando día tras día.
Cuando tenemos muchas indigestas, viene el insomnio. Este CD te ayudará a digerir las emociones viejas y
nuevas de forma agradable y protegida mientras descansas y vuelves a dormir como antes.
construye tu realidad y ayúdanos a construir un mundo mejor, por Teresa Robles
Hoy en día, la Física Cuántica nos dice que el mundo que consideramos real es una proyección, algo como
una ilusión y que nosotros construimos la realidad material. La construimos con nuestra intención, nuestro
deseo y la imaginación. En este CD, aprenderás algo sobre estos temas, pero sobre todo te invitaremos a
hacer un pacto entre tu parte humana y el Dios adentro de ti, para construir tu mundo a tu estilo y ayudarnos
a, entre todos, construir un mundo mejor.
cuentos terapéuticos para chicos y grandes, por Cecilia Fabre
Los cuentos abren la puerta a una comprensión diferente de los problemas abriendo opciones más saludables
para contactar con nuestras emociones y con nuestras experiencias de vida. Con este CD verás que los
cuentos permiten que tanto adultos como niños se conecten con vivencias pasadas de una manera segura y
protegida, poniendo a distancia los problemas mientras de manera cercana se resuelven, aprendiendo de ellos,

171
cómoda y protegidamente.
para relacionarte mejor con tu cuerpo a través del ejercicio y la comida, por Teresa Robles
Nuestro cuerpo es tan sabio que nos provoca hambre cuando le falta combustible y sed cuando necesita
hidratarse. Y para que nunca dejemos de alimentarnos, nos regala el disfrutar la comida. Cuando éramos
chicos, disfrutábamos el ejercicio, que nuestro cuerpo necesita para funcionar bien. Crecemos y mal
aprendemos a comer a la hora de comer, a llevarnos a la boca cualquier cosa cuando tenemos hambre, que
hay comidas sabrosas y otras obligatorias y que hacer ejercicio es una obligación. En este CD, recordarás
cómo escuchar las señales de tu cuerpo y atenderlas para vivir con salud.
aprende autohipnosis, por Teresa Robles
El Dr. Erickson decía que adentro de ti, de mí, está todo lo que necesitamos para resolver las dificultades que
día a día la vida nos presenta para crecer: las grabaciones en nuestra mente inconsciente de nuestras
experiencias de vida. Hoy día la Física Cuántica propone que toda la información del Universo está en cada
una de sus partes, adentro de mí, la misma información que el mar, el sol, la luna y las estrellas. En este CD
aprenderás a despertar esa Sabiduría Universal y a utilizarla conscientemente para resolver esas dificultades.
metáforas universales para el crecimiento personal, por Teresa Robles
El Dr. Milton H. Erickson decía: la vida es dura, es injusta, el dolor existe, pero cómo la vivamos depende
sólo de nosotros. A mí me gusta decir que la vida tiene de todo, también hay muy buenos momentos. Y si es
injusta en nuestra contra, también es injusta a nuestro favor. La vida tiene de todo y siempre estamos
creciendo como las plantas, los animales, como todo en este Universo. Este CD te ofrece en forma agradable,
reflexiones y anécdotas que te ayudarán a disfrutar más esta vida, en los buenos y en los malos momentos.
para relacionarte mejor con tu cuerpo a través del ejercicio y la comida (para personas con diabetes e
hipertensión), por Teresa Robles
La diabetes es una enfermedad, pero también puede ser tu mejor amiga. Puede enseñarte a vivir
saludablemente, cosa que muchas veces hemos olvidado. Nuestro cuerpo es tan sabio que nos provoca
hambre cuando le falta combustible y sed cuando necesita hidratarse. Y para que nunca dejemos de
alimentarnos, nos regala el disfrutar la comida. Cuando éramos chicos, disfrutábamos el ejercicio, que
nuestro cuerpo necesita para funcionar bien. Crecemos y mal aprendemos a comer a la hora de comer, a
llevarnos a la boca cualquier cosa cuando tenemos hambre, que hay comidas sabrosas y otras obligatorias y
que hacer ejercicio es una obligación. En este CD, recordarás cómo escuchar las señales de tu cuerpo y
atenderlas para vivir con salud.
ejercicios para manejar el estrés y evitar el síndrome de fatiga profesional crónica, por Teresa Robles y otros
El estrés y el síndrome de fatiga profesional crónica son parte de los males de nuestro tiempo. El Centro
Ericksoniano de México (CEM) creó a través de algunos de sus maestros un CD de dos volúmenes con
ejercicios para aprender a manejar el estrés y evitar la fatiga profesional crónica y muy pronto nos ofrecerá
también un Manual para trabajar con estos ejercicios en grupos.

FASCÍCULOS
textos selectos
abriendo puertas con amor por Ángela Cota Guimarães Mendonça y J. Augusto Mendonça
Los terapeutas ericksonianos sugieren y proponen a través de contar anécdotas de su vida. Este fascículo es
una selección de textos dirigidos a maestros y padres de adolescentes, donde los autores narran sus
experiencias como padres y como terapeutas.
manual del grupo de crecimiento por Teresa Robles
Asómate a este ameno fascículo que te encantará y en donde encontrarás una manera diferente de ver la vida,
que corresponde a la manera de hacer psicoterapia que estamos construyendo en el Centro Ericksoniano de
México, incorporando otros marcos de referencia.
aprendiendo a caminar por la vida por Teresa Robles
Desde sus primeras páginas, este práctico fascículo Aprendiendo a caminar por la vida, te enseña, de manera
segura y natural a utilizar los instrumentos necesarios, que de alguna forma ya conoces, y poderlos aplicar
efectivamente en tu vida diaria.
ideas prácticas

172
para el manejo de conflictos y algunas reflexiones por Teresa Robles
Es un texto que te invita a mirar y cambiar los aprendizajes que nos hacen competir por el primer lugar, tratar
de ganar aplastando a los demás. Te enseña a colaborar en lugar de competir, a establecer negociaciones
donde todos ganen y a entrar en contacto con tu Sabiduría Interior y la de los demás.
para detectar y prevenir la anorexia y la bulimia entre tus seres queridos por Adriana Barroso y Raúl D Ángelo.
La anorexia y la bulimia son padecimientos que pueden ser mortales y aparecen cada vez más y más
temprano en nuestros adolescentes. Te invitamos a leer este fascículo que te ayudará a conocerlas y
detectarlas con la ayuda del cuestionario que se incluye al final.
TESTIMONIOS
Victoria de las Mercedes por Laura Elena Barrientos
La biografía de una niña que, a pesar de graves errores y negligencia médicos, gracias a su extraordinario
apego a la vida, la dedicación de, sus padres y las “mercedes” de los amigos, ha salido victoriosa sobre
diagnósticos derrotistas.
voces abiertas al Amor Testimonios del Premio Nacional Victoria de las Mercedes l999, editado por Laura Elena
Barrientos.
Si te interesó el primer libro de esta serie, te cautivaremos con el segundo de la colección, en donde
convergen veinte testimonios de vida, veinte vivencias y experiencias de seres humanos (cuidadores,
familiares, discapacitados) que han aceptado el compromiso de vivir con orgullo y con valentía una
existencia que la vida les deparó o que ellos eligieron como Misión.
hay alguien ahí adentro por Susana Carolusson
Éste es un libro acerca de un joven que sufrió un daño cerebral grave a causa de un accidente de bicicleta y de
sus padres. La madre, la autora, nos transmite su experiencia como madre y profesional de la hipnosis para
superar sus miedos, incertidumbres y enfrentar y conquistar a las instituciones rígidas y ayudar a su hijo a
reincorporarse a la vida con limitaciones. Es un libro del que podemos aprender mucho todos, pero
especialmente los profesionales de la salud que trabajan con estas problemáticas y los familiares de personas
con daño cerebral grave.

HELIOS-VESTA
los maestros ascendidos escriben el libro de la vida
Un texto de Metafísica y para aquellos lectores que no comulgan con estas enseñanzas, es un bello cuento de
hadas que, al leerlo, va abriendo puertas, estableciendo conexiones, acercándonos a una realidad y a una
sabiduría diferentes, a través de un camino que va por rumbos distintos de la lógica racional.
encuentra tu misión por Alicia Rodríguez
La presidenta del Comité Internacional de la Bandera de la Paz organización no gubernamental de Naciones
Unidas, nos relata cómo entró en contacto con este símbolo sagrado universal, así como su significado e
importancia para el momento actual, para ayudar a generar la paz al interior de cada ser humano.
transfórmate en Bandera de la Paz, claves para lograr ser una persona armónica y saludable, por medio del
Símbolo de la Bandera de la Paz por Alicia Rodríguez.
La presidenta del Comité Internacional de la Bandera de la Paz, organización no gubernamental de Naciones
Unidas, nos ofrece ideas prácticas y ejercicios para ayudarnos a ser una persona armónica y saludable
utilizando el significado de paz que nos ofrece este Símbolo sagrado universal.
en alas de Luz I, por Ronna Herman
Este libro forma parte de una colección de cuatro libros que tratan sobre la esperanza. A través de sus páginas
nos transmite mensajes sobre el amor: el amor a uno mismo, amor a la vida y cómo disfruta de la experiencia
de ser un ser humano potencialmente espiritual. El libro reafirma nuestra creencia en la unidad ya que sus
mensajes nos ayudan a entender quiénes somos y cómo crear nuestra realidad perfecta, y ayudar a otros a
hacer lo mismo, compartiendo la experiencia de la sabiduría y el amor.

173
Impreso en los talleres de Solar Servicios Editoriales, S.A. de C.V.
Calle 2 número 21, Col. San Pedro de los Pinos,
C.P. 03800 México, D.F
300 ejemplares
México, D.F., noviembre 2016

174

También podría gustarte