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Universidad Galileo

Andrea López
Puntuación

Que es el internet de las cosas

Computación Aplicada l
¿Qué es el internet de las cosas?
La Internet de las cosas, o IoT, es un sistema de dispositivos electrónicos interconectados
que puede recopilar y transferir datos a través de una red inalámbrica sin intervención de
personas.
Engloba mucho más que las computadoras portátiles y los teléfonos inteligentes: casi
cualquier cosa con un interruptor de encendido y apagado puede potencialmente
conectarse a Internet, lo que la convierte en parte de la IoT. Por ejemplo, una "cosa" en la
Internet de las cosas podría ser una persona con un implante de monitorización cardíaca,
una cámara que transmita en directo las imágenes de animales salvajes en aguas costeras
o un auto con sensores incorporados para alertar al conductor de posibles riesgos.
Básicamente, cualquier objeto al que se le pueda asignar una dirección de Protocolo de
Internet (IP) y pueda transferir datos a través de una red, puede ser parte de la Internet de
las cosas.

¿Cómo funciona la Internet de las cosas?


Un sistema IoT consiste en sensores o dispositivos que se comunican con la nube
mediante una forma de conectividad. Una vez que los datos llegan a la nube, el software
los procesa y define si es necesario realizar alguna acción, como ajustar los sensores o
dispositivos, sin que el usuario deba intervenir o enviar una alerta.
Existen cuatro elementos diferentes en un sistema IoT completo: Sensores o dispositivos,
conectividad, procesamiento de datos y una interfaz de usuario. Analicemos cada uno:

Sensores o dispositivos
Recopilan datos de su entorno. Un dispositivo puede tener varios sensores; por ejemplo,
un teléfono inteligente contiene un GPS, una cámara, un acelerómetro, y demás.
Básicamente, el sensor o los sensores recopilan datos del entorno para un propósito
particular.

Conectividad
Una vez que el dispositivo recopiló los datos, debe enviarlos a la nube. Esto se produce de
diferentes formas: puede ser por conexión Wi-Fi, Bluetooth, satélite, redes de baja
potencia y área amplia (LPWAN) o mediante conexión directa a Internet vía Ethernet. La
opción particular de conectividad dependerá de la aplicación IoT.

Procesamiento de datos
Una vez que los datos llegan a la nube, el software los procesa y define si realizar o no una
acción. Puede ser enviar una alerta o ajustar automáticamente los sensores o dispositivos
sin intervención del usuario. Sin embargo, hay momentos en que el usuario debe
intervenir, y allí es donde entra en juego la interfaz de usuario.
Interfaz de usuario
Si la intervención del usuario es necesaria o si quiere controlar el sistema, la interfaz de
usuario lo hace posible. Cualquier acción realizada por el usuario se envía en la dirección
opuesta a través del sistema. Desde la interfaz de usuario a la nube, y de vuelta a los
sensores o dispositivos para llevar a cabo el cambio solicitado.
La conectividad, la red y los protocolos de comunicación particulares utilizados por los
dispositivos habilitados para la web variarán en función de las aplicaciones IoT específicas.
Cada vez más, la IoT utiliza la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático para
facilitar y agilizar los procesos de recopilación de datos.

Ejemplos:
Seguridad en el hogar: con la ayuda de un sistema de alarmas y cámaras que puedes
gestionar a través de un smartphone.
Mejora de la calidad de vida en las grandes ciudades: a través del estudio previo de las
condiciones y la creación de modelos sostenibles en cuanto al consumo de energía, el uso
de recursos, el análisis de sistemas de riesgo, etc.

Monitoreo de pacientes: para estar al tanto del estado de salud de pacientes con


diferentes enfermedades, o para la prevención de las mismas.
Termostatos inteligentes: que reciban información acerca del tiempo que te queda para
llegar a casa, extrayendo datos del vehículo que conduces. Cuando estés a cierta distancia,
se ajustarán a la temperatura deseada.

Frigoríficos inteligentes: que detectan cuando un alimento se va a terminar y realizan


el pedido online.

Ganadería: permite realizar un seguimiento de todos los animales y asegurar su


bienestar.

Agricultura: para optimizar el uso de la maquinaria, supervisar el estado de los cultivos y


anticipar posibles plagas o un clima desfavorable.

Textiles inteligentes: con el fin de que ciertas prendas se limpien o se calienten solas


cuando sea necesario.

Movilidad: dispositivos que permiten ahorrar combustible en tu vehículo, conocer el


estado de las carreteras en tiempo real, los principales lugares de interés, etc.

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