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La Era del Internet de Las Cosas

Introducción al loT
En términos simples, el Internet de las cosas (IoT) hace referencia a la tendencia constante de conectar todo tipo de objetos físicos al
Internet, especialmente aquellos que quizá ni se imagina. Puede ser cualquier tipo de elemento, desde objetos domésticos comunes, como
los refrigeradores y las bombillas; recursos empresariales, como las etiquetas de envío y los dispositivos médicos; hasta elementos
portátiles sin precedentes, dispositivos inteligentes e incluso ciudades inteligentes que solo existen gracias al IoT.

Para ser más específicos, el término IoT hace referencia a los sistemas de dispositivos físicos que reciben y transfieren datos a través de
redes inalámbricas sin la intervención humana. Lo que lo hace posible es la integración de dispositivos informáticos sencillos con sensores
en todo tipo de objetos. Por ejemplo, un "termostato inteligente" ("inteligente", por lo general, significa "IoT") recibe datos de la ubicación
de su automóvil inteligente mientras conduce, y los utiliza para ajustar la temperatura de su casa antes de que llegue. Esto se logra sin su
intervención y genera el resultado es mejor
que si tuviera que ajustar la temperatura
manualmente antes de salir o al regresar.

Un sistema de Internet de las cosas


tradicional, como el hogar inteligente
descrito anteriormente, funciona
enviando, recibiendo y analizando datos
de forma permanente en un ciclo de
retroalimentación. Según el tipo de
sistema de IoT, las personas o la
inteligencia artificial y el aprendizaje
automático (AI/ML) pueden llevar a cabo
el análisis casi de inmediato o en cierto
tiempo. Piense otra vez en el ejemplo del
hogar inteligente. Para predecir el
momento óptimo para controlar el
termostato antes de que llegue a casa, su
sistema de IoT puede conectarse a la API
de Google Maps para obtener
información sobre los patrones de tráfico en tiempo real de su área, y puede utilizar los datos sobre sus hábitos de conducción que el
automóvil recopila a largo plazo. Además, las empresas de servicios públicos pueden analizar los datos de IoT que recopilan de los clientes
que tienen termostato inteligente, con el fin de optimizar el sistema a mayor escala.

Los consumidores ponen atención al avance tecnológico que implica el IoT cuando se habla de los riesgos de confidencialidad y seguridad
inherentes a las tecnologías como los relojes inteligentes pIoortátiles. Si piensa adoptar un proyecto de IoT en la empresa, es importante
entender la perspectiva del consumidor, sobre todo si el usuario final es el público en general. Pero seguramente también querrá saber
sobre el IoT desde la perspectiva de los casos de uso empresariales.

Internet de las cosas empresarial


Desde la perspectiva de la TI empresarial, las soluciones del IoT permiten que las empresas mejoren sus sistemas actuales y diseñen puntos
de conexión completamente nuevos para los clientes y los partners. Sin embargo, también generan nuevos desafíos para la TI. El volumen
de datos que un sistema de dispositivos inteligentes es capaz de producir es impresionante; de ahí el nombre " big data". Pero integrar el
big data a los sistemas actuales y configurar el análisis para actuar en consecuencia puede ser complicado. Además, la seguridad del IoT es
un aspecto fundamental que debe considerarse a la hora de decidir cuán abierta debe ser una plataforma de IoT. Aun así, para muchas
empresas el IoT ha demostrado que vale la pena el esfuerzo. Es posible encontrar casos de uso empresariales exitosos en casi todos los
sectores.

Ejemplos de IoT empresarial:


Internet de las cosas industrial (IIoT): imagínese el ciclo de vida de la maquinaria pesada que se utiliza en las obras en construcción. Con el
tiempo, las personas que operan los equipos los someten a distintos niveles de esfuerzo, así que es de esperarse que haya averías debido a
una gran variedad de razones durante las operaciones. Ahora, considere la implementación de sensores especializados en las partes de la
maquinaria que son más propensas a las roturas y al uso excesivo. Los sensores no solo se utilizan para realizar un mantenimiento
predictivo y mejorar el
desempeño de las personas (ejemplo de recopilación y análisis
de datos en tiempo real), sino también para transferir los datos
a la fábrica, para que los ingenieros mejoren los diseños de los
modelos nuevos (ejemplo de análisis de datos a largo plazo).

Internet de las cosas en la agricultura: el IoT ha revolucionado


la agricultura de varias formas, incluso a través del uso de
sensores de humedad. Con la instalación de una serie de
sensores de humedad en los campos, los agricultores ahora
pueden recibir datos más precisos y predecir cuándo regar los
cultivos. Es más, los sensores de humedad se conectan a las
aplicaciones de IoT que controlan la maquinaria de riego en sí y
la activan automáticamente en función de los datos de los
sensores, sin necesidad de intervención humana.

Internet de las cosas en la logística y el transporte: una de las


primeras implementaciones de IoT en el sector de la logística y
el transporte consistió en etiquetar contenedores de envío con
dispositivos de identificación por radiofrecuencia (RFID). Estas
simples etiquetas almacenan datos digitales que un lector
puede registrar a través de ondas de radio, siempre y cuando la RFID
se encuentre a una cierta distancia de un lector. Al principio, esto
permitió que las empresas de logística realizaran un seguimiento de la llegada de los contenedores a ciertos puestos de control en que
estaban instalados los lectores de RFID, por ejemplo los depósitos o las terminales portuarias de carga. Sin embargo, gracias a los avances
en IoT se han desarrollado dispositivos de seguimiento inteligentes que funcionan con baterías para reemplazar la RFID. Estos dispositivos
pueden transferir datos permanentemente a las aplicaciones de IoT sin la necesidad de lectores in situ, así que las empresas pueden
analizar los datos de los envíos en tiempo real en cada tramo de la cadena de suministro.

Internet de las cosas en la educación: ciertamente en este rubro los países más avanzados tecnológicamente como lo son Estados Unidos,
Alemania, Japón o Finlandia, están mucho más avanzados, sin embargo, más o menos todos los países están desarrollando algunos
elementos que probablemente ya estén disponibles para finales del 2020 en la mayoría de las naciones con recursos económicos y
energéticos estables como:
∙ Pizarras interactivas: Las pizarras digitales interactivas modernas permiten a los profesores presentar lecciones multimedia, mostrar
proyectos y presentaciones de los estudiantes y facilitar actividades de colaboración para resolución de problemas. ∙ Monitorización y
control en el campus: Comunicación bidireccional que puede incluir iluminación, ventilación, climatización, ocupación de espacios,
presencia, consumos energéticos, emisiones de CO2, seguridad, control de accesos. Respecto al control de presencia, los avances
recientes en la IoT portátil (wearables), podrían revolucionar la forma en que los miembros de la facultad rastrean la asistencia y la
ubicación en el campus de sus estudiantes. Con las oportunas medidas para cumplir el Reglamento General de Protección de Datos
(RGPD).
∙ Campus inteligentes (smart campus): Conjugando IoT con otras tecnologías como Big Data, Inteligencia Artificial y Cloud
Computing, los campus inteligentes están sirviendo como laboratorios de pruebas para muchos proyectos de smart cities, ya que
las universidades son entornos ideales para desarrollar y probar iniciativas de IoT y un campus se puede considerar una réplica en
miniatura de una ciudad en cuanto a movilidad, proveedores, gestión de edificios, gestión de jardines y parques, electricidad,
agua, telecomunicaciones y otros suministros, gestión de residuos, etc.

IoT y edge computing


¿Qué características debe tener un teléfono inteligente para ser "inteligente"? La respuesta obvia es que incluyan un procesador
informático y un sistema de hardware asociado que permitan que el teléfono presente una interfaz gráfica, ejecute un sistema operativo,
se conecte al Internet y ejecute aplicaciones, entre otras tareas. En el ejemplo anterior del termostato en el hogar inteligente, la respuesta
es similar. El termostato es "inteligente" porque incluye un sistema informático que puede recibir y transferir datos sin intervención
humana.
En el ámbito del IoT, la capacidad de los dispositivos para utilizar la potencia informática se está volviendo cada vez más valiosa como
medio para analizar los datos en tiempo real con rapidez, y por una buena razón. El hecho de tan solo enviar o recibir datos puede ser un
paso importante en una solución de IoT, pero el envío, la recepción y el análisis de datos de forma conjunta con las aplicaciones de IoT
generan muchas posibilidades.

Considere el ejemplo de la RFID en el sector de la logística y el transporte. El primer dispositivo que mencionamos almacena datos digitales
que envía a un dispositivo de lectura mediante el uso de ondas de radio. Ese dispositivo de lectura recibe las ondas de radio, y
luego pone a disposición la información para su análisis; sin
embargo, la comunicación entre la RFID y el lector siempre es
unidireccional. El dispositivo de RFID en sí no puede recibir
actualizaciones del lector, y el lector no puede enviar los datos o las
instrucciones de vuelta a la RFID. Esto limita el seguimiento de los
contenedores a los registros de llegada a ciertos sitios, en lugar de
poder realizar una supervisión constante. Pero ¿qué ocurriría si el
dispositivo de IoT que realiza el seguimiento de los contenedores se
pudiera comunicar con los sensores de IoT instalados en un vehículo
sin conductor que los transportara, y todo estuviera conectado a un
sistema de análisis de datos gestionado por la empresa de logística?

Para lograrlo, dicha empresa de logística necesitaría mucha de la potencia informática disponible en los dispositivos de
IoT físicos, especialmente para el automóvil sin conductor. En lugar de ser simples dispositivos que envían y reciben
datos, siempre a la espera de instrucciones de un centro de datos centralizado a través de Wi-Fi, los dispositivos de IoT
tendrían que procesar los datos y tomar decisiones por su cuenta. A esta implementación de potencia informática más
cerca de los bordes externos de una red, en lugar de en un centro de datos centralizado, se la conoce como edge
computing.

En un Modelo de cloud computing, los servicios y los recursos


informáticos suelen estar centralizados en grandes centros de
datos, a los que acceden los usuarios finales en el "borde" de una
red. Este modelo genera beneficios económicos y una capacidad
de intercambio de recursos más eficiente. Sin embargo, las nuevas
experiencias para los usuarios finales, como el IoT, necesitan
potencia informática
más cerca de donde realmente está el dispositivo físico o la fuente
de datos,
es decir, en el "borde" de la red.

Para eso sirve el edge computing, que es un modelo que distribuye


los recursos
informáticos al "borde" de una red cuando es necesario, y cuando
no, los centraliza
en un modelo de nube. Es una solución al problema de tener que
brindar información
procesable con rapidez, con datos que requieren acción inmediata.
La coordinación
de una flota de vehículos sin conductores que transporten
contenedores con
dispositivos de seguimiento inteligentes es un ejemplo interesante,
pero
también hay muchas implementaciones más pequeñas y prácticas.

Pensemos nuevamente en el ejemplo de la obra en construcción.


Imagínese que la empresa también desarrolló una herramienta con
bluetooth en un lugar de trabajo que envía datos a través de los
teléfonos
inteligentes de los trabajadores, lo cual ayuda a la empresa a rastrearla
para evitar pérdidas. Ahora imagínese que diez empleados trabajan con
ese dispositivo todo el día, así que sus teléfonos inteligentes
constantemente mandan una señal al servidor para indicar dónde se
encuentra la herramienta. Obviamente, esa actividad redundante en el
servidor puede sobrecargar el sistema de la empresa. Pero si se
desarrollan aplicaciones de IoT que puedan ejecutarse en los teléfonos
inteligentes de los trabajadores, se podrá impulsar la inteligencia hacia
ellos, al "extremo" de la red, para analizar y reducir la cantidad de señales
innecesarias al servidor.
Profr. Elihú Antonio Chávez EPO85 y EPO15

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