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Introducción al loT
En términos simples, el Internet de las cosas (IoT) hace referencia a la tendencia constante de conectar todo tipo de objetos físicos al
Internet, especialmente aquellos que quizá ni se imagina. Puede ser cualquier tipo de elemento, desde objetos domésticos comunes, como
los refrigeradores y las bombillas; recursos empresariales, como las etiquetas de envío y los dispositivos médicos; hasta elementos
portátiles sin precedentes, dispositivos inteligentes e incluso ciudades inteligentes que solo existen gracias al IoT.
Para ser más específicos, el término IoT hace referencia a los sistemas de dispositivos físicos que reciben y transfieren datos a través de
redes inalámbricas sin la intervención humana. Lo que lo hace posible es la integración de dispositivos informáticos sencillos con sensores
en todo tipo de objetos. Por ejemplo, un "termostato inteligente" ("inteligente", por lo general, significa "IoT") recibe datos de la ubicación
de su automóvil inteligente mientras conduce, y los utiliza para ajustar la temperatura de su casa antes de que llegue. Esto se logra sin su
intervención y genera el resultado es mejor
que si tuviera que ajustar la temperatura
manualmente antes de salir o al regresar.
Los consumidores ponen atención al avance tecnológico que implica el IoT cuando se habla de los riesgos de confidencialidad y seguridad
inherentes a las tecnologías como los relojes inteligentes pIoortátiles. Si piensa adoptar un proyecto de IoT en la empresa, es importante
entender la perspectiva del consumidor, sobre todo si el usuario final es el público en general. Pero seguramente también querrá saber
sobre el IoT desde la perspectiva de los casos de uso empresariales.
Internet de las cosas en la educación: ciertamente en este rubro los países más avanzados tecnológicamente como lo son Estados Unidos,
Alemania, Japón o Finlandia, están mucho más avanzados, sin embargo, más o menos todos los países están desarrollando algunos
elementos que probablemente ya estén disponibles para finales del 2020 en la mayoría de las naciones con recursos económicos y
energéticos estables como:
∙ Pizarras interactivas: Las pizarras digitales interactivas modernas permiten a los profesores presentar lecciones multimedia, mostrar
proyectos y presentaciones de los estudiantes y facilitar actividades de colaboración para resolución de problemas. ∙ Monitorización y
control en el campus: Comunicación bidireccional que puede incluir iluminación, ventilación, climatización, ocupación de espacios,
presencia, consumos energéticos, emisiones de CO2, seguridad, control de accesos. Respecto al control de presencia, los avances
recientes en la IoT portátil (wearables), podrían revolucionar la forma en que los miembros de la facultad rastrean la asistencia y la
ubicación en el campus de sus estudiantes. Con las oportunas medidas para cumplir el Reglamento General de Protección de Datos
(RGPD).
∙ Campus inteligentes (smart campus): Conjugando IoT con otras tecnologías como Big Data, Inteligencia Artificial y Cloud
Computing, los campus inteligentes están sirviendo como laboratorios de pruebas para muchos proyectos de smart cities, ya que
las universidades son entornos ideales para desarrollar y probar iniciativas de IoT y un campus se puede considerar una réplica en
miniatura de una ciudad en cuanto a movilidad, proveedores, gestión de edificios, gestión de jardines y parques, electricidad,
agua, telecomunicaciones y otros suministros, gestión de residuos, etc.
Considere el ejemplo de la RFID en el sector de la logística y el transporte. El primer dispositivo que mencionamos almacena datos digitales
que envía a un dispositivo de lectura mediante el uso de ondas de radio. Ese dispositivo de lectura recibe las ondas de radio, y
luego pone a disposición la información para su análisis; sin
embargo, la comunicación entre la RFID y el lector siempre es
unidireccional. El dispositivo de RFID en sí no puede recibir
actualizaciones del lector, y el lector no puede enviar los datos o las
instrucciones de vuelta a la RFID. Esto limita el seguimiento de los
contenedores a los registros de llegada a ciertos sitios, en lugar de
poder realizar una supervisión constante. Pero ¿qué ocurriría si el
dispositivo de IoT que realiza el seguimiento de los contenedores se
pudiera comunicar con los sensores de IoT instalados en un vehículo
sin conductor que los transportara, y todo estuviera conectado a un
sistema de análisis de datos gestionado por la empresa de logística?
Para lograrlo, dicha empresa de logística necesitaría mucha de la potencia informática disponible en los dispositivos de
IoT físicos, especialmente para el automóvil sin conductor. En lugar de ser simples dispositivos que envían y reciben
datos, siempre a la espera de instrucciones de un centro de datos centralizado a través de Wi-Fi, los dispositivos de IoT
tendrían que procesar los datos y tomar decisiones por su cuenta. A esta implementación de potencia informática más
cerca de los bordes externos de una red, en lugar de en un centro de datos centralizado, se la conoce como edge
computing.