Síntesis de la Función Tutorial y la Tutoría en la Escuela

La función tutorial se concibe como el apoyo docente hacia los estudiantes en las
múltiples brechas que estén impidiendo la estimulación de su conocimiento y desarrollo
cognitivo, siendo de carácter continuo, progresivo, adecuación, atención, auto
orientativa y coordinada, ya que se requiere de la presencia de múltiples agentes tales
como el profesor, escuela, familia y el contexto social.
Asumiéndose como una acción de mayor criterio, responsabilidad y compromiso para
cualquier educador, pues no es solo solucionar las dificultades académicas, sino el
desarrollo integral del alumnado, sea intelectual, emocional, de carácter, social y sobre
todo humano, por lo que debe ser carácter dinámico y directo con el sujeto para un
adecuado proceso de acción tutorial.
La acción tutorial es la orientación que realiza el maestro-tutor con los alumnos/as de un
mismo grado o grupo de clase y ser caracteriza por ser cooperativa, compartida y
dinamizadora, estructurado por tres niveles, primero el servicio externo que satisface
necesidades de carácter especial e interdisciplinar, el segundo nivel compuesto el
departamento de orientación cuyo carácter es colegiado y por último de atención
personal realizado por el docente y es carácter cooperativo.
El principal objetivo de la acción tutorial es personalizar la enseñanza de acuerdo con
las necesidades de cada alumno, estimulando la interacción de múltiples agentes
educativos en los procesos educativos y prevenir situaciones de aprendizaje.
Para una adecuada tutoría en la escuela se debe tener presente dos aspectos que son
indispensables; la figura del tutor porque a través de su motivación, interés, relación con
el equipo docente y liderazgo determinara el desarrollo del alumnado, el otro aspecto es
las diferentes etapas educativas es decir en los diferentes niveles, pues en cada uno tanto
tutor como alumno realizar diferentes funciones.
En el nivel primario, el tutor le corresponde ayudar al alumno, ser un mediador con la
familiar, gestionar la adaptación curricular, coordinarse con el equipo docente en los
procesos evaluadores, además ser un orientador y observador de la familia.
En el nivel secundario, el tutor debe estimular la autonomía y relaciones de los alumnos,
personalizando así su proceso de aprendizaje, ser un interlocutor en el centro y
coordinar la actividad docente por medio de metodologías y procesos de evaluación.