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© Estrada — Formacion ética y ciudadana. are Cribs 4: Conde i -a ética aristotélica: una teoria centrada en la nocin de virtud J ‘Nuestras acciones cotidianas se encuentran normalmente orientadas por una finalidad determinada. El sentido de lo que hacemos parece depender de su conexi6n con ciertos objetivos © metas. Por ejemplo, una persona decide aceptar un dificil y sactificado trabajo que le han offefido: lo hace porque preten- de ganar mas dinero y necesita ms dinero porque quiere com- Prarse una casa mas grande que aquella en la que vive; tiene el objetivo de comprarse una casa més grande porque ha decidi- do casarse y tener hijos; desea formar una familia porque con- sidera que hacerlo constituye un elemento esencial de una vida que valga la pena. Cada acci6n apunta a un objetivo definido y se vuelve comprensible en funci6n de él Segiin Arist6teles, los fines son los “bienes” a los que apun- tan las acciones. Como afirma en las lineas iniciales de la Etica a Nicémaco: “Todo arte y toda investigaci6n e, igualmente, toda ‘acci6n y libre eleccién parecen tender a algiin bien; por esto se ba afirmado, con razén, que el bien es aquello hacia Ig que to- das las cosas tienden’" Si cada una de nuestras acciones tiende a un bien que las motiva y las justifica, una de las preguntas claves para la ética seri: ;cual es el bien supremo entre todos los que puede alcan- zar el hombre? Los primeros pasos de la respuesta de Arist6te- les pueden resumirse asi * Todos estin de acuerdo en que la felicidad es el bien més ele- vado, * La felicidad no es buscada como un medio para alcanzar al- £0 distinto de ella misma; por esa raz6n puede afirmarse que constituye el fin Gltimo de las acciones. * Todos concuerdan en que felicidad significa lo mismo que “vi- vir bien” o “estar bien” * Sin embargo, existen profundos desacuerdos cuando quere- mos especificar en qué consiste “ser feliz” o “vivir bien”. Para enfrentar esta dificultad Arist6teles introduce un nuevo concepto: el de virtud, El ejercicio de las virtudes constituye, desde su punto de vista, la condicién indispensable para desa rrollar una vida buena o feliz La virtud moral Arist6teles define virtud moral con los siguientes términos: ‘La virtud moral tiene que ver con los placeres y dolores, porque or causa del placer hacemos lo malo y nos alejamos de lo bue- ‘no por causa del dolor. De abt la necesidad de baber sido edu- cados de cierto modo ya desde j6venes... de manera que nos re- gocifemos y nas dolamos como se debe: esta es la correcta edu- cacion” Para Aristoteles, las virtudes son formas de comportarsé frente a las pasiones: el deseo, la ira, el miedo, la envidia, la osadia, la alegria, el afecto o el odio, la nostalgia; los celos, la compasi6n, etc. Las pasiones son estados de nimo que van aks 197 Madre juntoa su hijo, Estudiante recibiendo un diploma, Montanista Negando a la cima, 5 acompafiados de placer o de dolor. Segin Aristoteles, no podemos ser ni. elogiados ni criticados por sentir esas pasiones, sino por el modo como nos comporta- mos frente 2 ellas. Por ejemplo, cuando una persona nos insulta 0 nos dice algo que no nos gusta, podemos sentir ira. Esto no estasni bien ni mal. La cuestion es coe mo reaccionamos, Obramos en forma equivocada tanto si permanecemos imperturbables ante cualquier insulto ‘como si reaccionamos violentamente en toda situacion semejante, No es correcto permitir que las personas nos digan cualquier cosa, ni tampoco es correcto reaccionar indignados o con agresividad ante cualquier afirmacion que no nos complace. Arist6teles sostiene que el com- portamiento correcto consiste en adoptar una actitud “mesurada” Pero jqué es una actitud mesurada? Aristoteles am- pila la caracterizacion de la idea de virtud mediante la reoria del término medio. La virtud es el término medio entre dos extremos: entre un exceso y un defecto (es decir, la carencia de algo). Anibos extremos se oponen igualinente a la vitud ¥, por lo tanto, pueden ser con siderados vicios Hay dos clases de término medio: aquel que lo es en sf mismo y aquel que.lo es con relaciin a nosotros Por ejemplo, entre unas'gotas de vino y diez litos.el término medio‘en sf puede ser de aproximadamente éinco litros; Sin embargo, esa cantidad no es el término medio con respecto atnosotros. Dependiendo de las ostumbres y de las caracteristiéas fisicas de cada per Sona, el término medio puede ser'de dos vasos para al- gunos y de tres para otros, Aetuar virwosamente requie> fe que determinemos frente @ las distintas situaciones Coneretas, por medio de-la deliberaci6n racional, cual te al término medio para nosotros, y que tengamos la apacidad de actuar en forma coherente con los resul- tados de esa deliberaci6n. Ta virtud es un bdbito; somos virtuosos cuanclo ac- tuamos de la manera debida no esporidicamente sino de forma sostenida y regular. Pero, aunque la virtud es habito que requiere de la educacion y de la reiteracion de ciertas conductas, no puede ser tuna accién mecin- ca, exige también Ia deliberacin racional y la elecci6n consciente frente a los casos concretos, Otra de las con- Giciones que hacen posible la prictica de la virtud, la iis basica quiz4, es que’debemos tener libertad para optar entre distintas alternativas. Una persona que no ‘actia libremente no puede.ser ni elogiada ni criticada desde e] punto de vista moral. ‘Afiche de la pelicula Otelo, basada en a obra de.teatro de Wiliam Shakespeare quie tiene un final trigico a causa de los eles desmiedidos desu protagonist. Un filbsofo entre personificaciones del viio ya vitud, de Orazio Sanmacchini ooh Are EN) ORSON WELLES PROTAGONISTA SHAKESPEARE rene t \ f _4-avirtud como término medio Definir la virtud como el término medio relativo a no- sotros implica hacer entrar en juego las tradiciones y con- venciones del grupo social al que pertenecemos. Volvien- do al ejemplo anterior, para decidir cudnto vino es acon- sejable beber, no basta con tomar en cuenta la resistencia > [a tolerancia de nuestro cuerpo al alcohol; ademas debe= ‘mos considerar las convenciones sociales que se aplican a situaci6n en la que nos encontramos: el término medio probablemente no seri el mismo si nos hallamos en un al- muerzo tras el cual debemos reanuclar nuestro trabajo que si estamos en una fiesta, Del mismo modo, la virtud de la valentia —definida como el término medio entre un defec- to (a cobardia) y un exceso (la temeridad)— requiere en tiempos de paz conductas muy diferentes de las que exi- ge durante una guerra, Durante una guerra es valiente la persona que ni huye del combate ni se expone constante- mente a peligros innecesarios sin importarle que la maten. En tiempos de paz la Valentfa no requerird, normalmente, Poner en riesgo la vida, sino hacer frente a otra clase de contingencias y dificultades (en el trabajo, la familia, el es- tudio, et¢.), Hay que evitar dos confusiones bastante comunes, La primera consiste en considerar que la teoria del término medio alienta una forma de vida gris o mediocre. Aunque la virtud consiste en un punto medio entre un exceso y un dlefecto, es, desde el punto de vista de lo mejor y del bien, un extremo, segiin Aristételes, La segunda confusién que puede surgir se vincula a la afirmacién de Arist6teles segdn la cual “por causa del pla- cer hacemos lo malo’. El filésofo griego no es un hedonis- ta (bedoné significa, en griego, “placer” o “goce"), es decir, rechaza la idea de que la bisqueda del placer y Ia evita. ci6n del dolor constituyan criterios adecuados para estable- cer la correccién moral de las acciones. Pero esto no impli- ca que tenga una visién negativa del placer. Aristoteles concibe el placer (tanto el que proviene de sensaciones corporales como el que produce la actividad de pensar) co- mo un complemento de las actividades: se trata de. una sensacion agradable que acompafia el desarrollo sin trabas ni obsticulos de una actividad especifica. El deportista siente placer cuando desarrolla su actividad en forma ple- na y adecuada, cuando juega bien; el misico siente placer cuando ejecuta con destreza una partitura; el intelectual, cuando descubre una idea novedosa o desarrolla una argu. ‘mentacién consistente. En cada caso, el placer, segtin escri- be Arist6teles, acompafia y perfecciona la actividad. Ser vir- tuoso implica tener la capacidad de reprimir los impulsos inracionales que conducen al exceso y los temores: que pueden paralizamos. La virtud no se opone al placer en ge- neral, se opone a ciertos placeres, mientras que pasibilita ottos: permite sentir placer “como es debido’. © Estrada Formacion ética y ciudadana, Atletas compitiendo en las Olimptadas de 1948, Santiago Ramén y Cajal, premio ‘Nobel de Medicina en 1906 por sus investigaciones |f acerca dela BY estructura de! sistema nervioso. Louis Armstrong, Virtuoso trompetista, misico de Jazz: 27 Un jugador de fatbol, por ejemplo, para llegar'a ser un buen jugador debe hacer diversos esfuerzos que pueden implicar reprimir el deseo de gozar de ciertos placeres: deberd desarrollar un duro entrenamiento fisi- co y llevar una dieta estricta. Jugar bien un partido, por otra parte, puede exigir que domine su ira (si un juga- dor rival lo provoca o desafia) y el temor (por ejemplo, a suftir una lesion durante el juego). El placer debido en. este caso es el que acompafia las buenas jugadas, el que permite ganar no de cualquier forma (haciendo trampa © lesionando a los mejores miembros del otro equipo), sino como ganan los buenos jugadores: por su destreza, su habilidad, su inteligencia para armar jugadas. Aunque Aristételes sostiene que el placer acompaita al ejercicio de las virtudes, rechaza la idea de que estas sean un medio para alcanzar el placer. Las acciones que encarnan virtudes, como la moderacin, la justicia, la pru- dencia, la generosidad, etc., son valiosas por si mismas y no meramente como medios para alcanzar otra cosa. {A En sintesis, el ejercicio de la virtud presupone: * que el sujeto tenga libertad para actuar o abstenerse de hacerlo; ‘ * que sea consciente, que sepa lo que hace (aunque la virtud es habito, la acci6n virtiosa no puede ser me- cénica); * que las acciones seah elegidas tras una deliberacion racional; Laescuela de Atenas, fresco de Rafael (1508-1511) Enelcentro, Aristoteles. 28 * que sean elegidas por si mismas, por su propio v. Y No meramente con vistas a otra cosa; * que el sujeto actéie en forma decidida, con firmeza de cardcter, al llevar a la practica la conducta elegida; '* que su acci6n tenga continuidad, que no constituya un caso aislado dentro de su conducta habitual: no se dice que alguien es justo porque actué con justicia una vez, sino porque acta regularmente de esa for- ma, Por iltimo, para poder ser puestas en prictica, las virtudes requieren de la disponibilidad de ciertos bienes exteriores y de ciertos recursos. Cuando nos vemos afectados por grandes dificultades, cuando nos encon- tramos, por ejemplo, en la absoluta miseria 0 en total islamiento de nuestros semejantes, parece mis dificil que podamos actuar virtuosamente o llevar consecuen- temente una vida feliz. Para practicar la virtud de la ge- nerosidad, pongamos por caso, necesitamos disponer de ciertos recursos que podamos ofrecer a los otros. Pa- ra realizar acciones justas necesitamos de otros con res- ecto a quienes —y con quienes— actuar justamente; esto supone, ademas, que mantenemos una relacién adecuada con ellos: debemos ser hombres libres con capacidad de elecci6n, ciudadanos que nos hallamos en el mismo plano de igualdad. Asimismo, practicar la virtud de la moderacién (en la comida, la bebida, etc.) presupone la disponibilidad de ciertos objetos. ‘© ieteeda - Foceastia Aten y Cataden, aia © Estrada ~ Formacion ética y ciudadana. 10, q La prudencia como virtud central Segtin Aristételes, una forma adecuada de aclarar en Para Arist6teles, la virtud central es la prudencia. A di- qué consiste la prudencia es establecer las caracteristicas de ferencia de otras virtudes como la valentia a justicia, amo las personas que solemos llamar prudentes, Poseen dicha deraci6n, etc, la prudencia no es una virtud moral Virtud aquellos “que saben juzgar lo que es bueno y sino intelectual. Puede definirsela como la ra- conveniente’s 26n atinente a los asuntos pricticos: cémo * para su propia vida, pero no en un sentido debemos actuar frente a los problemas parcial (por ejemplo, para su salud o su forta- cconeretos que se nos presentan en nues- Ks leza fisica), sino para su vida completa; ra vida diaria, La prudencia es la “raz6n feumenaie * no solo pam’ si mismos sino para todos los priictica’, es la raz6n aplicada a la tarea Jee miembros de la comunidad, de cleterminar qué es bueno y malo para el ser humano, Hay una relacién de dependencia proca entre la prudencia y las virtudes mo- rales; la prudencia hace posible que deci damos, frente a una situaci6n concreta, si debemos ser valientes, justos 0 ambas co- sas, 0 si corresponde aplicar al caso una vir tud diferente. Sin la prudencia las virtu- des morales pierden toda coherencia sentido; nos faltarfa la capacidad para establecer un orden de prioridad entre ellas y para coordinarlas arménicamen- te, Pero, ala ve7, sin las virtudes morales a prudencia queda rebajada a una mera as tucia, a una mera capacidad de cdlculo que no reconoce limites morales. Por tanto, para comprender en forma _ cabal en qué consiste la_prudencia, Arist6teles recomie: “1a examinar la con- ducta de las personas que la comunidad Teconoce como prudentes o a las que se atrbuyen las virudes fundamentales: los fy hombres pablicos mis reconocidos, grandes estadistas, legistadores, jueces, que no solo consideran lo que es bueno para ellos mismos sino para toda la comunidad. Busto de Pericles (495-429 a, C), del escultor ateniense Cresilas. Pericles fue uno de los estadistas més importantes de la Grecia cldsica, reconocido por su honestidad, su firmeza y su inteligencia. Restos del camino hacia el égora de Atenas, EI égora (plaza) era un espacio ablerto para la reunién de los ciudadanos. Alrededor de ella se enconiraban los edificios civles y religiosos. 29 Filosofia- vaquero TRABAJO PRACTICO: LA ETICA DE ARISTOTELES Luego de leer detenidamente las fotocopias, responder: 2.

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