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IMPUESTO A LA RENTA

El impuesto a la renta se configura como un tributo directo, de carácter natural y


subjetivo, que grava la renta de las personas. En otras palabras, se trata de un
impuesto que grava la renta o ganancia que se ha producido a partir de una
inversión o de la rentabilidad de cierto capital. Se puede tratar también del producto

de un trabajo dependiente o independiente. En términos más sencillos, el

impuesto a la renta es un tributo que, como ya se ha dicho, grava las


rentas o aquellos ingresos que se configuran como utilidades o
beneficios. Estos ingresos provienen de una cosa o actividad, constituyéndose la
renta, a partir de todos los beneficios, utilidades e incrementos de patrimonio que se
perciban o devenguen, cualquiera sea su naturaleza, origen o denominación.

Este impuesto encuentra su origen en la Edad Media, a fines del siglo XVIII, bajo la
forma de aduanas y sucesiones. Lo anterior surge en Europa, más específicamente
en Inglaterra, cuando se estableció el cobro de un impuesto extraordinario que tenía
como fin cubrir los costos de necesidades excepcionales. Esta práctica fue luego
transmitida y asumida por otros países tales como Alemania, Francia en Europa, y en
el el nuevo continente, por los Estados Unidos, así como también ciertos países de
Latinoamérica, donde no fue asumido como un impuesto de cobro temporal, sino
que se implantó como un cobro permanente.

Como se trata de un impuesto sobre la renta, es necesario comprender en forma


clara se qué se trata ésta, la que se constituye como el ingreso gravable neto o la
denominada base imponible. Entre los ingresos gravables están aquellos obtenidos
de un trabajo de relación dependiente, o bien, aquellos obtenidos de negocios
unipersonales o de empresas o sociedades que se hayan constituido. Se considerarán
también, dentro de este grupo, a los ingresos obtenidos de los rendimientos
financieros que se generan a partir de las inversiones de capital, aquellos que
provienen de herencias o premios como las loterías, exportaciones, los derechos de
autor o las patentes. Considerando este tipo de ingresos, la base imponible, se
constituye como la diferencia entre el ingreso gravable y las deducciones, de esta
manera, se obtiene la base imponible que se encontrará sujeta al impuesto que se
deberá pagar.

Otro concepto importante, aplicable a muchos países, es el de los tramos


impositivos. Este consiste en que el impuesto a la renta no crece de manera lineal
con las ganancias, utilidades o sueldo de una persona, sino que el porcentaje a
gravar aumenta por "tramos", o sea que permanece fijo hasta llegar a una cierta
cantidad estipulada en las leyes correspondientes, para luego aumentar y
permanecer fijo en cuanto a su porcentaje hasta que las utilidades alcancen un
nuevo valor. Por lo mismo, es que en estos casos es conveniente derivar parte del
sueldo a instrumentos como ahorros previsionales voluntarios y otros que permitan
rebajar impuestos y optimizar el uso de los recursos para cada persona. Por lo
mismo surge la obligación de informarnos para decidir la mejor utilización de nuestro
dinero.

CATEGORÍAS DEL IMPUESTO A LA RENTA

1. PRIMERA CATEGORÍA, las rentas reales (en efectivo o en especie) del


arrendamiento o sub - arrendamiento, el valor de las mejoras, provenientes de
los predios rústicos y urbanos o de bienes muebles. 

2. SEGUNDA CATEGORÍA, intereses por colocación de capitales, regalías, patentes,


rentas vitalicias, derechos de llave y otros. 

3. TERCERA CATEGORÍA, en general, las derivadas de actividades comerciales,


industriales, servicios o negocios. 
4. CUARTA CATEGORÍA, las obtenidas por el ejercicio individual de cualquier
profesión, ciencia, arte u oficio. 

5. QUINTA CATEGORÍA, las obtenidas por el trabajo personal prestado en relación


de dependencia. 

Los contribuyentes para fines del Impuesto se clasifican en contribuyentes


domiciliados y contribuyentes no domiciliados en el Perú y; en personas jurídicas,
personas naturales

CATEGORÍA ORIGEN PERSONAS ACTIVIDADES

Arrendamiento o sub - arrendamiento de


PRIMERA CAPITAL NATURAL
bienes muebles e inmuebles, así como las
mejoras de los mismos.

Rentas obtenidas por intereses por


SEGUNDA CAPITAL
NATURAL colocación de capitales, regalías, patentes,
rentas vitalicias, derechos de llave y otros.
CAPITAL + NATURAL / Derivadas de actividades comerciales,
TERCERA
TRABAJO JURÍDICA industriales, servicios o negocios.

 Rentas obtenidas por el ejercicio


CUARTA TRABAJO NATURAL
individual de cualquier profesión, ciencia,
arte u oficio.

Rentas provenientes del trabajo personal


QUINTA TRABAJO NATURAL prestado en relación de dependencia
(sueldos, salarios, gratificaciones,
vacaciones)

QUE GRAVA EL IMPUESTO A LA RENTA


Artículo 1º.- El Impuesto a la Renta grava:
a) Las rentas que provengan del capital, del trabajo y de la aplicación conjunta de
ambos factores, entendiéndose como tales aquellas que provengan de una fuente
durable y susceptible de generar ingresos periódicos.
b) Las ganancias de capital.
c) Otros ingresos que provengan de terceros, establecidos por esta Ley.
d) Las rentas imputadas, incluyendo las de goce o disfrute, establecidas por esta
Ley.
Están incluidas dentro de las rentas previstas en el inciso a), las siguientes:
1) Las regalías
2) Los resultados de la enajenación de:
Terrenos rústicos o urbanos por el sistema de urbanización o lotización.
Inmuebles, comprendidos o no bajo el régimen de propiedad horizontal, cuando
hubieren sido adquiridos o edificados, total o parcialmente, para efectos de la
enajenación.
3) Los resultados de la venta, cambio o disposición habitual de bienes.

Comentario: Con un mejor criterio el artículo 1 de la Ley vigente se estructura en


función a las Teorías del Concepto de Renta que hemos revisado. El literal a) incluye
la teoría de la renta producto como una definición genérica, aunque más adelante
precisa que dicha definición incluye conceptos como las regalías, la venta habitual,
etc. Los literales b) y c) contienen la teoría del flujo de riquezas pero haciendo una
mención expresa a las ganancias de capital como una forma especial de obtención
de renta. Finalmente el literal c) al referirse a las rentas imputadas introduce la teoría
del incremento patrimonial más consumo.

Cabe precisar que las rentas imputadas, las regalías y los supuestos a que se refieren
los numerales 1) y 2) del presente artículo estarán afectos aún cuando no provengan
de actividad habitual.

Artículo 2º.- Para efectos de esta Ley, constituye ganancia de capital cualquier
ingreso que provenga de la enajenación de bienes de capital. Se entiende por bienes
de capital a aquellos que no están destinados a ser comercializados en el ámbito de
un giro de negocio o de empresa.
Entre las operaciones que generan ganancias de capital, de acuerdo a esta Ley, se
encuentran:
a) La enajenación, redención o rescate, según sea el caso, de acciones y
participaciones representativas del capital, acciones de inversión, certificados,
títulos, bonos y papeles comerciales, valores representativos de cédulas
hipotecarias, obligaciones al portador u otros valores al portador y otros valores
mobiliarios.
b) La enajenación de:
1.- Bienes adquiridos en pago de operaciones habituales o para cancelar créditos
provenientes de las mismas.
2.- Bienes muebles cuya depreciación o amortización admite esta Ley.
3.- Derechos de llave, marcas y similares.
4.- Bienes de cualquier naturaleza que constituyan activos de personas jurídicas o
empresas constituidas en el país, de las empresas unipersonales domiciliadas
a que se refiere el tercer párrafo del Artículo 14º o de sucursales, agencias o
cualquier otro establecimiento permanente de empresas unipersonales,
sociedades y entidades de cualquier naturaleza constituidas en el exterior que
desarrollen actividades generadoras de rentas de la tercera categoría.
5.- Negocios o empresas.
6.- Denuncios y concesiones.
c) Los resultados de la enajenación de bienes que, al cese de las actividades
desarrolladas por empresas comprendidas en el inciso a) del Artículo 28°,
hubieran quedado en poder del titular de dichas empresas, siempre que la
enajenación tenga lugar dentro de los dos (2) años contados desde la fecha en
que se produjo el cese de actividades.

No constituye ganancia de capital gravable por esta Ley, el resultado de la


enajenación de los siguientes bienes, efectuada por una persona natural,
sucesión indivisa o sociedad conyugal que optó por tributar como tal, que no
genere rentas de tercera categoría:
i) Inmuebles ocupados como casa habitación del enajenante.
ii) Bienes muebles, distintos a los señalados en el inciso a) de este artículo.
(Artículo sustituido por el artículo 3° del Decreto Legislativo N° 945, publicado
el 23 de diciembre de 2003 y vigente a partir del 1 de enero de 2004).

Comentario: El artículo 2 de la Ley se ha dedicado a la ganancia de capital,


presentando en su primer párrafo una definición en la que el elemento determinante
es la naturaleza del bien que es enajenado. Si se trata de un bien de capital,
entonces se puede producir una ganancia en su enajenación, que la ley llama
“ganancia de capital”.
La definición de bien de capital incluye a todo bien que no pertenezca al giro del
negocio o empresa. Esta concepción del bien de capital es bastante amplia, de tal
manera que en principio se refiere a cualquier tipo de bien pero además dicho bien
puede ser de propiedad de una persona natural o jurídica. No obstante, el numeral
4) se refiere a bienes de cualquier naturaleza que constituyan activos de empresas o
personas jurídicas, sin precisar si se trata de activo corriente o activo fijo. Sin
embargo, debemos concordar dicho numeral con el enunciado inicial que precisa
que, para que sea ganancia de capital, no debe pertenecer al giro del negocio o
empresa. Esto último no está libre de dificultades.

El segundo párrafo del artículo 2 de la Ley contiene una relación no exhaustiva de


supuestos en los que se produce la ganancia de capital aunque en su mayoría se
trata de supuestos recogidos del texto de la norma anterior.

El tercer párrafo excluye como bienes de capital a la casa habitación y a los bienes
muebles distintos a valores mobiliarios, de propiedad de personas (no jurídicas) que
no tengan negocio. En el caso de una persona natural con negocio, la venta del local
en que realiza sus actividades será considerada ganancia de capital gravada y
tributará como empresa. Sin embargo, si dicho local lo ocupa parcialmente como
casa habitación, no será ganancia de capital.
En el caso peruano el artículo 5 de la Ley establece que las enajenaciones afectas a
dicho impuesto son las realizadas a título oneroso por lo que no se deberían
considerar como operaciones gravadas las herencias y legados (transferencia por
causa de muerte). De la norma reseñada podría inferirse que si una persona natural
vende un bien mueble que recibió como parte de una herencia, no debería estar
gravado por dicha venta ya que adquirió dicho bien por una eventualidad y a título
gratuito. No obstante, el Reglamento señala que las enajenaciones de bienes
distintos a los títulos señalados en el inciso a) del artículo 2° de la Ley, que hayan
sido adquiridos por causa de muerte, sí serán computables a efectos del Impuesto a
la Renta, salvo que se trate de inmuebles ocupados como casa habitación.
Cabe precisar en este punto que de acuerdo a la Primera Disposición Transitoria y
Final del Decreto Legislativo 945, sólo se gravará la ganancia de capital devengada a
partir del 01.01.2004 por lo que no estará afecta la enajenación de inmuebles cuya
adquisición se realizó antes de dicha fecha. En el caso que comentamos sobre las
adquisiciones por causa de muerte, se deberá entender como fecha de adquisición a
la del fallecimiento del causante para el caso de las sucesiones indivisas o la fecha en
que se dicte la sucesión intestada o se inscriba el testamento en Registros Públicos
para el caso de los bienes que aún no han sido adjudicados a los herederos o
legatarios.

Artículo 3º.- Los ingresos provenientes de terceros que se encuentran gravados por
esta ley, cualquiera sea su denominación, especie o forma de pago son los
siguientes:
a) Las indemnizaciones en favor de empresas por seguros de su personal y aquéllas
que no impliquen la reparación de un daño, así como las sumas a que se refiere
el inciso g) del Artículo 24º.
b) Las indemnizaciones destinadas a reponer, total o parcialmente, un bien del
activo de la empresa, en la parte en que excedan del costo computable de ese
bien, salvo que se cumplan las condiciones para alcanzar la inafectación total de
esos importes que disponga el Reglamento.

En general, constituye renta gravada de las empresas, cualquier ganancia o ingreso


derivado de operaciones con terceros, así como el resultado por exposición a la
inflación determinado conforme a la legislación vigente.

Comentario: El artículo 3° regula las indemnizaciones. En el literal a) se precisa que


sólo será ingreso gravable el monto que no se destine a reparar el daño. En tal
sentido, no se considera ingreso gravable la parte de la indemnización que se
otorgue por daños emergentes.

En cuanto al literal b) el Reglamento establece las condiciones para que dicho


ingreso no sea gravado, siendo el plazo para la reposición del activo de 18 meses,
salvo que SUNAT autorice un plazo mayor.

El último párrafo del artículo 3° se refiere a la obtención de ganancias por la


empresa en el devenir de su actividad en relaciones con otros particulares,
incluyendo los ingresos por actividades eventuales, accidentales y la proveniente de
transferencias a título gratuito que realice un particular a su favor.[7]

Artículo 4º.- Sólo se presumirá que existe habitualidad, en la enajenación de bienes


hecha por una persona natural, sucesión indivisa o sociedad conyugal que optó por
tributar como tal, en el caso de enajenación de acciones y participaciones
representativas del capital de sociedades, acciones del trabajo, bonos, cédulas
hipotecarias y otros valores: cuando el enajenante haya efectuado en el curso del
ejercicio, por lo menos diez (10) operaciones de compra y diez (10) operaciones de
venta. Para esos fines, tratándose de valores cotizados en bolsa, se entenderá como
única operación la orden dada al Agente para comprar o vender un número
determinado de valores, aun cuando el Agente, para cumplir el encargo, realice
varias operaciones hasta completar el número de valores que su comitente desee
comprar o vender.

La persona natural, sucesión indivisa o sociedad conyugal que optó por tributar como
tal, que no hubiesen tenido la condición de habituales o que habiéndola tenido la
hubiesen perdido en uno o más ejercicios gravables, computarán para los efectos del
Impuesto el resultado de las enajenaciones a que se refieren los párrafos
precedentes sólo a partir de la operación en que se presuma la habitualidad.

En ningún caso se considerarán operaciones habituales ni se computarán para los


efectos de este artículo, las enajenaciones de bienes cuando éstos hayan sido
adquiridos por causa de muerte.

Comentario: El artículo 4° contiene las reglas para establecer cuándo existe


habitualidad por la venta de acciones, participaciones y valores. Nótese que con la
antigua norma sólo se regulaba esta situación para personas naturales pero ahora se
aplica a otros sujetos que no son personas jurídicas. Asimismo ya no hace falta
regular la habitualidad para inmuebles en vista que se ha incorporado la figura de la
ganancia de capital.

Cabe precisar que no son computables para determinar la habitualidad las acciones y
participaciones recibidas de la capitalización de la reexpresión como consecuencia del
ajuste por inflación. No obstante, sí serán computables las operaciones exoneradas
del impuesto

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