¿Qué significa Reiki?

El Reiki es un sistema de sanación, autosanación y reequilibrio bioenergético; a través de la

imposición de manos se realiza la transmisión de energía universal curativa. Esta energía armoniza y
equilibra el flujo energético en nuestro cuerpo físico y cuerpos sutiles, actuando simultáneamente en el
nivel físico, mental, emocional y espiritual del ser humano; potenciando además la autorrealización, el
crecimiento y la evolución espiritual de los practicantes. La palabra Reiki es de origen japonés, y se
compone de dos silabas:

Rei: energía universal curativa e inteligente, formada por la conciencia y el amor de Dios o energía
divina, que está omnipresente en todo el universo y hace posible el funcionamiento armónico del
cosmos. Ki: fuerza vital, que es la fuerza o energía de naturaleza divina que posibilita la vida, anima a
todo ser viviente y circula por él. En China es el Chi o el Qui; en India es el prana y en el mundo
Occidental ha sido denominada como luz divina, orgón, bioplasma, fuerza ódica. Desde la
antigüedad se sabe que el Ki tiene la cualidad de “ser almacenado”, manipularse y dirigirse con la
fuerza mental y la concentración. “El Ki sigue a la mente” y “la mente dirige el Ki”. Rei y Ki unidos
forman la palabra Reiki, que quiere decir energía universal vital. Energéticamente, Reiki representa
la energía universal transmitida y guiada espiritualmente por el canal. Es recibida, sintonizada y
dirigida por el sistema energético y el Yo Superior del paciente, hacia las frecuencias vibratorias
necesarias, para devolverle a éste el equilibrio energético y la curación.

La energía universal es la energía con la que Dios ha dotado al universo y que posibilita su perfecto
funcionamiento; es una corriente de amor puro de una frecuencia vibratoria muy alta, cuya sustancia es
el amor universal, cósmico e incondicional del creador. Está a disposición de todos los integrantes del
cosmos y de todo lo creado, y al ser captada por las diferentes entidades universales, se convierte en
la energía vital o fuerza vital de cada ser viviente. Esta energía universal es la que posibilita la
permanencia de todo lo que existe en el universo y su coexistencia armónica, como unidad cósmica
dirigida por el amor divino que emite alegría, vida y que todo lo abarca. Este amor, fuerza vital, es la
más alta vibración energética de la que podemos disponer y, por lo tanto, no es positiva ni negativa.
Nos pone en contacto con los impulsos vitales del mundo, transmitiéndonos la sensación de ser uno
con el todo. Todos los problemas humanos y los trastornos de la salud se deben, por ende, a la
sensación de estar “separados” del mundo. El amor es un poder intuitivo que nos conduce a un
estado aún mayor de unidad con la totalidad de la creación. Es el lugar original del alma, donde vuelve
ésta a unirse como una gota en el océano ilimitado del ser, un estado de unión que abarca:
conocimiento y sabiduría; creatividad y armonía, así como autorrealización, amor total y bendición
eterna.

La energía vital (universal) una vez captada y procesada a través de los chakras por el cuerpos
físico y sutiles de los seres vivos, nutre todos los organismos vivientes y permite el flujo de la vida.

Al utilizar Reiki, el Rei guía y dirige al Ki, que una vez recibida y asimilada por nuestros cuerpos se
convierte en la energía vital que anima física, espiritual y emocionalmente a cada ser humano. Una de
las características del Ki es que puede ser dirigido espiritualmente con el pensamiento a distancia en el
tiempo: presente, pasado o futuro, mediante la concentración mental, estimulando y reactivando los
chakras, las capas aurales y los cuerpos sutiles. Nos pone en contacto directo con la energía de amor;
elimina para siempre nuestra duda existencial y alienamiento, al hacernos sentir que formamos parte
del plan Divino; de la unidad cósmica y que estamos contribuyendo de manera activa con este plan
divino y en la recuperación para toda la humanidad.

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Por ello, al transmitir Reiki desde el corazón, percibir y canalizar la energía Divina, realmente sentimos
que estamos haciendo algo valioso para el receptor, para nosotros y para el avance del universo hacia
una nueva espiritualidad. Por lo tanto, el Reiki contribuye a nuestra evolución personal y espiritual,
haciendo que nuestra energía se mueva hacia niveles superiores; aumente su vibración y su frecuencia
para avanzar cada día más, equilibradamente desde lo material a lo espiritual, proporcionándonos una
visión, más objetiva de nuestros problemas y de los de nuestros semejantes. Una de las finalidades
del Reiki es enseñarnos a contactar con la energía universal a través de nuestro Yo Superior para que
podamos primero sanarnos a nosotros mismos y después ayudar a sanar a los demás. También
podemos purificar el karma y traumas y mejorar la información genética registrada en el ADN.

El Reiki se caracteriza por su sencillez y efectividad y puede ser utilizado por cualquier persona,
percibiéndose claramente sus resultados desde el primer momento. Ser canal de Reiki significa que el
reikista da energía, no la suya sino, canaliza la energía vital universal. Abre su canal, con una frase o
una actitud como por ejemplo: poner las dos manos sobre el chakra del corazón, decir un mantra, decir
una oración, etc.. La energía pasa por él, lo energiza y luego traspasa al paciente dicha energía. El
canal, se abre y se cierra siempre, antes y después de hacer Reiki. Cuando nos hacemos a nosotros
mismos y nos quedamos dormidos el canal se cierra solo.

La energía no circula igualmente por todas las personas. Hay variantes como el nivel de conciencia; si
estamos limpios como canal; si usamos el Reiki frecuentemente; la forma en que lo usamos. El
canal que no se usa o es mal utilizado a la larga se vuelve a cerrar. Todo por último tiene que ver con
la capacidad de amor a nosotros mismos y a los demás, que ponemos en el tratamiento y en la vida en
general. El Reiki no profesa ninguna religión y no está en contradicción con ninguna práctica de
meditación o bendición religiosa; pero si las enriquece y refuerza.
Historia del Reiki

Aunque no existe documentación escrita, la tradición oral ha pasado de maestro a maestro en forma
piramidal, distorsionándose, por lo tanto hay diferentes visiones sobre el origen del Reiki, aunque todas
coincidan con lo básico. El Reiki fue redescubierto alrededor de 1908 por un doctor y sacerdote
cristiano japonés llamado Mikao Usui, que nació el 15 de agosto de 1865 y falleció el 09 de marzo de
1926 y que trabajaba en una pequeña universidad de Kyoto, Japón. Un día sus alumnos le
preguntaron como sanaba Jesucristo a los enfermos y el Dr. Usui no supo responder y como el código
de honor japonés obliga al maestro a responder todas las preguntas de sus discípulos, empezó una
búsqueda, renunciando en la universidad y viajando a Estados Unidos a la universidad de Chicago. Allí
se dedicó al estudio de las escrituras cristianas y obtuvo el doctorado en lenguas antiguas. Continuó el
intento de profundizar en el secreto de la curación que ejercía Jesucristo y sus discípulos y descubrió
que el primer Buda, Gautama Siddharta ( 620-543 A.C.) había realizado curaciones similares; también
aprendió a leer en sánscrito.

Volvió a Japón, viajó por muchos monasterios hasta que encontró un monasterio Zen, donde había un
anciano abad también interesado en el tema. Allí permaneció y comenzó a buscar en las antiguas
escrituras budistas: los sutras. Al final, en un antiguo texto sánscrito, que había sido escrito por un
discípulo de Buda, encontró lo que había estado buscando hacía ya siete años. Estaban los símbolos
y la descripción cómo Buda había curado. Con ello había redescubierto el saber, ahora le faltaba la
fuerza para curar. Después de mantener una conversación con el abad, decidió retirarse a la montaña
sagrada llamada Monte Kurama, que se ubicaba a 25 kms. de Kioto (1908) durante 21 días con el fin
de ayunar y meditar. Durante estos días, se dedicó a la lectura de sutras, cantaba y meditaba. Fue a
la medianoche del día 21 en que el Dr. Usui había finalizado ya su meditación y rezaba, que de pronto
vio en el cielo una luz clara que se movía rápidamente hacia él, hasta llegar a ingresar en su tercer ojo.

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Fue arrojado al suelo, perdió el estado normal de conciencia y cayó en un trance. En este estado de
conciencia superior vio numerosas burbujas con los colores del arco iris. Veía como proyectados en
una pantalla los símbolos escritos en dorado, que él ya había visto en los sutras sánscritos y que le
quedaron grabados de forma indeleble. Además de cada símbolo, se le informó sobre la forma de
utilizarlos para activar la energía universal sanadora. Así tuvo lugar la primera sintonización de Reiki.

Cuando el Dr. Usui recuperó nuevamente el estado de conciencia, el sol ya había salido. Comprobó
con sorpresa que se sentía lleno de fuerza, sin hambre y que la sensación de agotamiento del día
anterior había desaparecido. Esta fue una de las primeras cuatro curaciones Reiki. Mientras bajaba
se hirió un dedo del pie y al tocarlo con las manos se curó, luego entró en una posada y después del
prolongado ayuno, se alimentó con una copiosa y abundante comida, que no le cayó mal, después curó
a la hija del posadero de un dolor de muelas y al regresar al monasterio, el abad estaba postrado con
un ataque de artritis y también lo curó. En los años posteriores el Dr. Usui se dedicó a impartir el Reiki
a las personas más desfavorecidas entre los mendigos de Kyoto y se produjeron muchas curaciones
que les devolvían la integridad física para trabajar y mantener sus familias. Pero más tarde observó
que muchos de ellos volvían a la mendicidad y al preguntarles porqué lo hacían, le contestaban que les
resultaba más difícil volver a trabajar para ganarse la vida y que por ello preferían mendigar y no tener
responsabilidades.

Al analizar las razones de este desinterés en ganarse la vida honradamente, comprendió que
solamente había curado el cuerpo físico pero no la parte espiritual, no había sabido enseñarles la
gratitud y el sentido de responsabilidad de su propia existencia, y así el Dr. Usui percibió la importancia
del intercambio de energía y llegó a la conclusión de que todo acto recibido, exige una contrapartida del
receptor, para que éste valore lo recibido.

La experiencias del Dr. Usui con los mendigos lo llevaron a comprender que, para que se produzca un
cambio deseable como la curación y mantener este cambio, era necesario actuar en los niveles físico,
mental, emocional y espiritual y también hacer que la persona tome parte activa, en el proceso de
sanación y realmente desee y pida este cambio. Por todo esto, cualquier tipo de ayuda debe ir
acompañada de una contrapartida o intercambio de energía que ponga de manifiesto la colaboración y
el compromiso del receptor en el proceso. A demás entendió que había caído en una trampa del ego,
estaba decidiendo lo que era “bueno o malo” para los demás. Por otro lado se percató de que el gran
éxito de las curaciones de Jesús no se debía solo a que fuese un sanador extraordinario, sino al hecho
de que no había sentido apego a los resultados de sus curaciones. Al identificarse con los resultados,
se crea en la otra persona cierta resistencia a la recepción de la energía. En fin, la identificación con el
ego y el deseo de obtener ciertos resultados, pueden bloquear la capacidad de la otra persona para
recibir la energía.

Después, el Dr. Usui se consagró a extender las enseñanzas de Reiki por todo Japón. Así conoció a
su futuro sucesor Chujiro Hayashi, a quién confió la conservación y protección de las enseñanzas del
Reiki. Hayashi fundó una clínica de curación Reiki en Tokio, donde esta terapia se aplicaba en
combinación con el ayuno y la dieta vegetariana. Allí se aplicaban tratamientos y también se podía
aprender a dar Reiki. En 1935 acudió a esta clínica buscando curación la señora Hawayo Takata,
enferma de un tumor en la vesícula biliar. Antes de llegar a esta clínica, se había tratado de operar en
Japón, pero una voz interior le decía que la intervención no era necesaria y que había otros medios
para su curación. Permaneció en la clínica 4 meses con tratamientos diarios; quedó completamente
curada y ella misma tuvo deseos de aprender Reiki. Solicitó a Hayashi que la aceptara como alumna,
a pesar que él no tenía muchas intenciones que lo aprendiera una mujer y que el sistema de sanación
se transmitiera a otros países. Debido a la insistencia de Takata, accedió a impartirle las enseñanzas y
las sintonizaciones de nivel 1 y 2 durante los años 1936 y 1937, período en que ella permaneció en

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Japón. A finales de 1937 regresó a Hawai, donde abrió su primera clínica. En 1938 Hayashi la visitó en
Hawai y le impartió el grado de maestra de Reiki, designándola como su sucesora convirtiéndose en la
tercera gran maestra de Reiki. En 1941, Takata regresó a Japón convocada por Hayashi que le
anunció la proximidad de la guerra con Estados Unidos. Designó a Takata como depositaria de todas
las enseñanzas de Reiki.

Takata se dedicó a extender el Reiki por Estados Unidos y parte de Europa, formando a más de 21
maestros que han desarrollado ya varios sistemas de Reiki similares en lo esencial y diferentes en el
sistema de grados. La línea descendente de Takata la ostentan su nieta, Phillips Lei Furumoto y la
Doctora Webber Ray, que al principio trabajaron juntas y luego se separaron fundando la Sra.
Furumoto la asociación denominada Reiki Aliance y la Sra. Webber la AIRA (American International
Reiki Inc.). Hoy existen más asociaciones de maestros de Reiki que se diferencian en distintos
aspectos, manteniendo unos más que otros las enseñanzas originales del Dr. Mikao Usui denominadas
”Usui Reiki Ryoho”; además hay muchos otros maestros que enseñan de forma independiente sin
pertenecer a ninguna asociación.

Desarrollo de los principios del Reiki

En la historia del Reiki, el Dr. Usui enunció 5 principios que son pautas básicas de comportamiento
universales y generales que nos ayudan, orientándonos y acercándonos a la vía de la evolución
espiritual. Cualquier practicante de Reiki, que quiera ser un buen canal debería realizar, entre otros, el
siguiente ejercicio diariamente:

En las mañanas y al anochecer, sentarse en el suelo o en una silla, con la espalda derecha; apoyando
cóncavamente las manos sobre el chakra del corazón repitiendo los principios del Reiki mentalmente y
en voz alta desde el corazón hasta tenerlos objetivamente presentes de forma permanente; de modo
que nos sirvan de guía, referencia y también para poder transmitirlos a los pacientes y a toda persona
que lo necesite. Puede usarse también la posición Gassho, donde se colocan las manos juntas como
para rezar llevando la atención por tres minutos a la unión de los dedos medios, esto permitirá vaciar la
mente y conectarse con el chakra cardíaco. Luego se repiten los principios como dice el párrafo
anterior.

Las tres primeras palabras que el Dr. Usui antepone a cada principio son: “Sólo por hoy”, quieren
simbolizar la idea del “aquí y ahora”e indican que no debemos tener remordimientos por el pasado,
de manera que, si alguna acción de éste nos produce inquietud o sentimientos de culpa, deberíamos
comprender, que en aquel momento concreto, actuamos según nuestros condicionamientos de
entonces y aquello fue el resultado de nuestro grado evolutivo anterior. Actuamos lo mejor posible en
ese momento, por lo tanto debemos agradecer la lección que aprendimos y que ahora nos permite no
repetir el error en nuestra vida. Tampoco debemos preocuparnos por el futuro porque nosotros mismos
lo creamos. Las situaciones por las que pasamos, son exactamente lo que necesitamos en cada
momento, cada una encierra una lección que debemos aprender para nuestro proceso de evolución;
por lo mismo, debemos agradecer cada situación, sea agradable o no. El verdadero espíritu del
Reiki no se limita al desarrollo de la capacidad de curación, sino que está destinado a la purificación y
crecimiento de uno mismo, a fin de completar nuestro” aprendizaje” mediante las actividades de la
vida diaria.

Primer Principio: “Sólo por hoy no te preocupes”: Preocupación es el proceso de repetir la misma
línea de pensamiento una y otra vez, con ligeras alteraciones, sin llegar a un resultado; a veces, sin
siquiera buscarlo. Es la continuada reproducción de formas mentales, iniciada por el cuerpo mental y

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el cerebro. En la preocupación, el pensador es el esclavo en lugar del dueño. La preocupación es
debida en gran parte al automatismo. Al preocuparnos de esta forma imaginando y creando en nuestra
mente tantas cosas negativas o distorsionadas, que no ocurrirán necesariamente, con el poder de la
mente las atraemos y las transformamos en nuestra realidad. Sea cual sea el desafío, se debe poner
el mayor esfuerzo en manejar la situación como se presenta en el momento y luego dejar todo en
manos de Dios, como sugiere el refrán: “haz todo lo posible y deja el resto a la providencia”, sin
preocupaciones ni temores innecesarios y manteniendo la paz interior.

Segundo principio: “Sólo por hoy no te enojes”: El enojo normalmente está cubriendo otras cosas,
fundamentalmente las siguientes: Miedo: cuando sientes miedo, una de las formas posibles de
reacción es el ataque hacia otra persona.
Heridas; cuando te sientes herido, reaccionas con enojo. Gritas, callas, pero en el fondo estás herido
por lo que te hizo el otro. Control: cuando no puedes controlar y dominar todas las situaciones, te
enojas. Cuando te sientas enojado, analiza el motivo y ten presente la teoría del espejo (los demás
reflejan lo negativo que tienes) y la ley del Karma (causa y efecto), sabiendo que cada situación se
origina por una causa necesaria para tu evolución. Recuerda que lo que piensas y sientes hacia los
demás es un reflejo de ti mismo, deberías entonces asumir que las causas de tus enojos están dentro
tuyo y sólo con tu trabajo interior puedes superarlas y aprender las enseñanzas que traen las
situaciones que vivimos.

Tercer principio: “Sólo por hoy sé amable con tus vecinos”: Todo lo que existe en el universo procede
de la misma fuente. Todos estamos impregnados de la esencia Divina y por lo tanto, cada entidad de
la creación con la que tenemos contacto, sea persona, animal, vegetal o mineral, es merecedora de
todo nuestro respeto, amabilidad, compasión y amor. Cuando proyectes hacia tu entorno estas
vibraciones de amor y energía positiva, comenzarás a recibirlas también. Por el contrario, cuando
proyectas sobre los demás sentimientos negativos o indiferencia te alienas y separas de Dios, es
como si despreciaras o fueras indiferente contigo mismo porque todos procedemos de un origen común
y tenemos la misma esencia Divina en nuestro interior, digna del mayor respeto y del más profundo
amor. El primer paso para realizar este principio es quererte y respetarte a ti mismo; cuando no te
aprecias, ni te amas incondicionalmente, tu crítico interno te está diciendo constantemente que no eres
lo bastante bueno y eso se reflejará en tus cuerpos: físico, mental, emocional; acumulando energía
negativa y toxinas para ajustarse a la opinión que tienes de ti mismo y de los demás. Disminuirá tu
alegría en tu vida diaria y en tus relaciones.

Cuarto principio: “Sólo por hoy gánate la vida honradamente”: Para ganarte la vida honradamente es
necesario amar lo que haces. Si no te gusta lo que haces, debes cambiar de actividad o de actitud
interior al respecto, de manera que tus actividades se conviertan en algo digno de tu aprecio y de tu
amor. Por lo mismo, modificando tus creencias hacia tu trabajo, puedes pasar de una situación
decepcionante a un nuevo estado de satisfacción, alegría y amor por lo que haces. Una de las
consecuencias de amar tu trabajo, es que lo realices honradamente, lo que supone desarrollarlo de
acuerdo con los principios básicos de amor a ti mismo y a los demás aportando luz y claridad a todas
tus actividades. En esto, estaría incluido, por ejemplo, respetar los horarios, no tomar nada que no te
corresponda, “no estafar” a nadie en ningún sentido.

Quinto principio: “Sólo por hoy agradece las abundantes bendiciones”: La gratitud es una herramienta
espiritual para seguir recibiendo los dones que te concede el universo al grabar en tu mente una
sensación de pertenencia a la fuente de donde provienen todos tus dones. Adoptar una actitud de
agradecimiento al Creador por todo lo que tienes, te sitúa en una posición ventajosa para seguir
recibiendo, por el contrario si te centras en lo que crees que te falta, caerás en la frustración e

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insatisfacción. El mecanismo del espejo universal refleja todo lo que enviamos, de forma que para
conseguir la prosperidad debes dar gracias constantemente como si ya te hubiesen concedido tus
deseos y objetivos, los cuales se inician en el plano del pensamiento naciendo como simples ideas y
haciéndose realidad cuanto más piensas en ello, ya que cada vez que te concentras en lo que deseas
ver realizado realmente (visualización) le estás aportando energía manifestadora y puedes incrementar
y reforzar este proceso de la manifestación, dando las gracias como si ya lo hubieras recibido.
Estamos acostumbrados a pedir y no a dar gracias y es necesario hacer ambas cosas y no quejarse
tanto por lo que no se tiene.

Sintonizaciones

La sintonización alinea y sintoniza, afina la capacidad de ponernos en contacto con la esencia Divina,
abriendo el canal de curación interior de los postulantes a Reiki, es decir, eleva la vibración para
conectarse con la energía Reiki, convertirse en canal y transmitirla. Se produce una purificación a
todos los niveles: físico, emocional, mental y espiritual, por este aumento de la vibración, disolviendo
los bloqueos y eliminando las toxinas. Las sintonizaciones son realizadas por un maestro de Reiki,
que abre a los postulantes el canal energético, eliminando los bloqueos que pudieran existir al libre
paso de la energía, quedando conectados con la energía universal para poder ser canales y transmitir
amor a si mismos y a los demás. Para el alineamiento, el postulante debe tener el corazón abierto, el
“deseo de recibirlo” y comprometerse a darse y a dar Reiki cuando sea necesario. En ese momento,
no es necesario que los postulantes cierren los ojos. Poner sahumerios, usar túnicas especiales,
música, etc., es opcional, ya que igual se produce el alineamiento.

Después de las sintonizaciones, es normal que se produzcan síntomas de depuración, tales como:
aumento de mucosidad nasal, catarros, diarreas, erupciones cutáneas, llagas en la boca, micciones
más frecuentes o salivación y sudor más abundante. Estos pueden ir acompañados a veces de ligeros
mareos o vértigos, cosquilleos, temblores o sensaciones inusuales de calor o frío. También pueden
ocurrir estados alterados y pasajeros del humor, aumentar o disminuir nuestra energía, haciéndonos
dormir o movernos más de lo usual. Estos síntomas no indican un malestar físico o emocional, sino
que el cuerpo se está adaptando al nuevo nivel de energía, en su campo energético ha entrado más Ki
del habitual, el cual ha aumentado su vibración y necesita ciertos cambios para asimilarlo y aceptarlo,
sacando lo malo hacia afuera e ingresando lo bueno. Por supuesto no todos tienen todos los
síntomas; cada uno siente lo que necesita liberar hacia fuera para sintonizarse con la nueva energía.

Por esta misma razón es que muchos maestros de Reiki recomiendan hacerse 21 días de autoreiki;
así la persona se equilibra más fácilmente con la energía ingresada. Lo que sí es necesario enfatizar,
es que cuanto más autoreiki uno se haga, más equilibrado va a estar; lo importante es hacerlo
siempre que uno pueda. Con el Primer Nivel de Reiki, ya notamos una mayor apertura de nuestra
conciencia, aumenta nuestra capacidad de percibir el mundo externo y tenemos una nueva actitud
hacia nosotros mismos y los demás.

Los seres humanos son reikistas naturales hasta los 7 años, sus chakras y canales están abiertos y se
van cerrando y / o desequilibrando paulatinamente debido a la falta de uso y a que la sociedad de a
poco nos dificulta más la expresión de nuestro Yo Superior. A los niños solamente se les puede hacer
iniciaciones de Reiki a partir de los 12 años, de lo contrario nos exponemos a que estén en contacto
con una energía que no pueden manejar.

¿Que hacer antes de dar Reiki?

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 - Sacarse las zapatos, si se quiere estar más conectado con el cosmos y descargar por los pies
todo lo negativo que fluye. Poner sahumerios, música, vestirse cómodo. En todo caso, el Reiki
funciona igual, las sugerencias son solamente para comodidad y agrado de los involucrados.
Aflojar los cinturones ajustados, los botones del pantalón, la corbata o cualquier cosa que ajuste
al paciente o al terapeuta. Es muy importante que siempre el paciente y el terapeuta estén
cómodos y relajados para poder dar y recibir bien la energía. Lo ideal es que el receptor esté
tendido y relajado. Tener una manta disponible, especialmente en invierno, ya que generalmente
baja la temperatura del cuerpo en el paciente al entrar de un estado beta a un estado alfa. Pedir
al paciente que se saque el reloj y hacer lo mismo el terapeuta, ya que el exceso de energía
podría hacer que estos se rompan. Las joyas, anillos, collares o cualquier adorno de metal no
es necesario sacárselos si son habituales en la persona, pues pasan a ser parte de la propia
energía. Si es algo que nunca se usa o la persona está llena de joyas sería bueno que se las
sacara.

- Cuando estamos angustiados o tristes es importante visualizar algún momento de nuestras

vidas donde hemos sido felices, para volver a sentir la emoción de amor y alegría, y recién
después abrir nuestro canal. Si esto no se hace, se pueden transmitir energías negativas al
paciente y el Reiki le hará más mal que bien al paciente. Lo que se produce en ese momento
es una especie de desdoblamiento. Abrir nuestro canal de Reiki con un movimiento o una frase
a elección. Establecer conexión entre tú y Dios, la Virgen, guías espirituales, maestros, ángeles,
etc.,según sean tus convicciones, para que te ayuden en la curación. Pedir permiso
interiormente a la persona que se le va hacer Reiki, sea que esté presente o a distancia. En el
caso que sea a distancia, junto con pedir permiso, se puede pedir que si el receptor no quiere
esa energía, esta se distribuya en alguna parte del universo donde sea necesaria. Esto es muy
importante porque siempre se debe respetar el libre albedrío de las personas, no violar su
voluntad.

Durante el tratamiento
- Si es posible medir los chakras con un péndulo, para diagnosticar el estado de éstos.
.
- Alisar el aura para retirar la materia energética enferma y desvitalizada de todo el cuerpo de la
persona y despejar los canales bloqueados con un barrido de 1 a 3 veces desde la cabeza a los
pies. Esto tiene un efecto relajante; elimina la energía excesiva; facilita la absorción del Ki y la
sanación lleva menos tiempo; se requiere menos prana para sanar al paciente; se reduce o
elimina la posibilidad de una reacción radical y el riesgo de dañar los canales de energía más
finos, ordenando un poco más el aura.

- A los rayos de salud se los limpia, peina y fortalece, haciendo luego una barrido para retirar toda
la materia energética enferma con una serie de movimientos descendentes. Se debe sacudir la
mano para que esa energía enferma se desintegre en un fuego imaginario; en un recipiente de
agua con sal marina; en una esfera de luz. Tener cuidado cuando se suban las manos de los
pies a la cabeza; el brazo debe estar brazo junto al cuerpo, de lo contrario puede ir contra el
aura del paciente e irritarlo al llevar energía posiblemente negativa de los pies a la cabeza.

- Colocar las manos suavemente sin hacer ninguna fuerza ni presión sobre el paciente. Para las
posiciones difíciles de alcanzar se recomienda colocar las manos hasta donde alcancen,
imaginando las manos en las posiciones correctas. De esta manera la energía fluye hacia
donde está concentrado el pensamiento.

- Mantener los dedos de ambas manos en contacto unos con otros y en posición cóncava.

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 - No es necesario seguir estrictamente el orden de las posiciones. Una sugerencia: dejarse
llevar por la intuición.

- Tanto el paciente como el terapeuta deberán mantener piernas, dedos y brazos sin cruzarlos, de
esta forma los canales de energía del cuerpo estarán abiertos para recibir en forma fluida la
energía donde sea necesario.

- Para aplicar energía sobre la región genital es conveniente colocar las manos suspendidas, a 10
cms. del cuerpo para evitar malas interpretaciones.

- Tener pañuelos de papel a mano por si ocurre algún tipo de crisis curativa en el paciente.

- En caso de que falten órganos o miembros en el paciente, se dará Reiki como si estos
estuvieran.

- En caso de quemaduras: mantener las manos a distancia sobre el lugar afectado o apoyar las
manos muy suavemente.

- Puede ocurrir que a veces las manos del terapeuta no se “calienten”; no significará esto que el
Reiki no fluya. El flujo de energía está determinado por la necesidad del receptor que recibirá
solamente la energía que necesita en ese momento, esto puede variar de sesión a sesión según
su estado general. Pero también puede ser que la energía sea débil porque el canal del
terapeuta esté demasiado obstruido y no permita el libre flujo de ésta.

- Puede ocurrir que el receptor se duerma durante el tratamiento. Esto resulta incluso una ventaja
porque permite fluir libremente la energía, sin interferencias de la razón, que es la que muchas
veces opone resistencia.

- A veces, el prana que se envía puede ser rechazado porque:

El paciente esta mal predispuesto contra este tipo de sanación.

Si no le gusta el sanador.
Si no quiere sanarse.
Final del tratamiento

- Acariciar el aura con una barrido 1 a 3 veces de la cabeza a los pies. Al final del tratamiento
el barrido en el aura permite sellar automáticamente los orificios existentes, evitando que se filtre
energía.

- Cerrar el canal al terminar la sesión de Reiki, para desvincularse del receptor; si nos hacemos a
nosotros mismos y nos quedamos dormidos el canal se cierra solo.

- Agradecer por la energía de amor recibida a Dios, a la Virgen, guías, maestros o a quien le
hayamos convocado pidiendo ayuda. Además, agradecer por haber podido ser un canal para
ayudar a sanar al prójimo.

- Lavarse las manos hasta los codos con jabón de azufre; con agua fría y sal marina para eliminar
cualquier energía enferma que pueda haber quedado en las manos.

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 Otras formas de enviar Reiki

Cuando se manda Reiki a distancia, la energía siempre ingresa en las personas, a pesar de que, a
veces por falta de experiencia u otras razones, llega débil y la persona a quien se le envía no siente
mucho. Generalmente en las personas que son sensibles la energía entra con mayor facilidad. Con el
primer nivel, se puede mandar Reiki a distancia escribiendo el nombre de la persona en un papel; si
se quiere ser más especifico su fecha de nacimiento. El papel se coloca entre las manos que deberán
estar juntas y se manda Reiki pensando o visualizando a esa persona. A veces te pasará que sientes
la necesidad de abrir tu canal para hacer Reiki a la puerta de calle o a la pared. Es muy importante
escuchar tu intuición y dejarte fluir.
¿A quien se le puede dar Reiki?

Se puede dar Reiki a todo y a todos. A los animales se les da Reiki el tiempo que ellos quieran y
necesiten, generalmente cambian de posición para mostrarnos donde quieren Reiki y al no oponer
resistencia (mente) la energía se transmite más rápidamente. Ellos mismos, cuando ya no necesitan,
se retiran o se quedan dormidos. Se puede enviar Reiki a los bebés, personas mayores, niños, plantas,
alimentos, agua, piedras, electrodomésticos, lavarropas, cargar pilas, etc.. Si se usan piedras durante
el Reiki, es necesario limpiarlas después, sumergiéndolas en agua con sal marina durante una hora; el
tiempo que se pone la piedra en agua va a depender del grado de la enfermedad de cada paciente,
cuanto más grave está el paciente más tiempo requerirá la piedra. Después se le da Reiki, 5-10
minutos para que quede energetizada; también se puede poner al sol o enterrarlas. En caso de
personas enfermas, que no pueden moverse mucho, el Reiki se dará en la mano o en las partes del
cuerpo que estén accesibles; la energía al ser inteligente se dirige hacia el lugar donde el cuerpo más
lo necesita. En caso de una persona en estado de coma, igualmente se le da Reiki; la energía la
recibe igual y la puede ayudar a mejorarse o prepararse para cambiar de plano.

Autocuración con Reiki

Hawayo Takata siempre aconsejaba comenzar primero por uno mismo: “Tú eres el primero y si
después tienes todavía tiempo, puedes darle a tu familia o a tus amigos”. Primero debemos amarnos y
curarnos nosotros mismos, pues sólo podemos darle a los otros lo que nosotros somos y tenemos.
Cuanto más intensamente te apliques Reiki más crecerá en ti la fuerza y la energía, ya que se fortalece
con el uso y se van limpiando los canales. Sencillamente, fuera de hacer el tratamiento tradicional
cuando puedas, acostúmbrate a que cuando tengas las manos “libres” colocártelas por ejemplo:

Por las mañanas después de despertarte, durante el día; al hablar por teléfono; en el metro; en los
atascos; al mirar la televisión...

Por la noche en la cama como ayuda para dormirte o dormir bien.

Recomendaciones para el tratamiento

Un tratamiento completo es siempre adecuado cuando se puede hacer; ya que no sólo se deben
tratar los síntomas sino también encontrar las causas para lograr una curación total. En caso de
emergencia el tratamiento completo se puede obviar. El terapeuta no debe involucrarse
emocionalmente con el problema del paciente. Debe recordar que es sólo un canal y no tiene ninguna
influencia sobre el resultado del tratamiento; la responsabilidad del mismo se encuentra a niveles muy
profundos del paciente y éste tiene que hacerse cargo de su propia curación. El terapeuta debería

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orientar al paciente para que éste se dé cuenta, dónde tiene los síntomas y ayudarle a descifrarlos en
su vida, para poder cambiar los patrones emocionales arraigados y a futuro sentirse mejor. Si se
produce la curación, el terapeuta debe ser conciente que no es él, sino las fuerzas Divinas, las que han
actuado. Las manos serán como un radar móvil percibiendo, por ejemplo, una sensación térmica de
calor o frío; en estos lugares las manos deberán permanecer más tiempo, hasta percibir claramente
que el flujo de energía se ha normalizado.

El efecto curativo se refuerza por la creencia del terapeuta, pues todo “canal” obtiene la prueba de su
fe. Dudar y no aceptar, disminuye la capacidad de actuar. Al comienzo dar una serie de: 4 sesiones
en 4 días sucesivos. Estos 4 días facilitarán al cuerpo una liberación más intensa de las toxinas. Esto
puede ayudar a fortalecer reacciones de autocuración, de tal modo que trastornos crónicos se
conviertan transitoriamente en agudos. También pueden producirse reacciones emocionales como
crisis curativa. Las reacciones curativas de este tipo desaparecen, por lo general, dentro de 12 a 48
horas, cuando se dan, no todas las veces aparecen. Después de los 4 días, el tratamiento puede
continuarse 1 o 2 veces por semana según la necesidad del paciente. Generalmente una sesión de
Reiki dura de 40 minutos a 1 hora; dando de 3 a 5 minutos aproximadamente en cada posición y
extendiéndose más en las zonas conflictivas; siempre es importante dejarse guiar por la intuición.
En casos agudos, se puede realizar el tratamiento durante varias horas o incluso varias veces al día.

El Reiki fluye a través de la ropa, cinturones, vendajes, etc., de modo que no es necesario desvestirse
para el tratamiento. El Reiki no reemplaza ni el tratamiento médico, ni a medicamentos, sin embargo
apoya todo tipo de terapias y es especialmente adecuado antes o después de una operación ya que
fortalece, armoniza y tranquiliza al paciente. Al hacer Reiki constantemente podemos hasta llegar a
perder peso, ya que hace que eliminemos la comida que ingerimos y que nos hace mal por las vías
normales para esta finalidad. El terapeuta sólo transmite energía universal, sin perder, por ello, fuerza
personal; al contrario, se refuerza y enriquece al mismo tiempo con la energía. El flujo de ésta
generalmente se hará sentir en las manos; es un ciclo completo que comienza con el contacto, sigue
con un incremento en la actividad, luego se estabiliza y finalmente disminuye cuando la cantidad de
energía curativa necesaria ha sido recibida.

Percepciones y reacciones especiales durante las sesiones de Reiki

Por medio de la energía, se incrementa nuestra capacidad de percepción y nuestra sensibilidad. Es

posible que durante las sesiones el terapeuta sintonice con el malestar del paciente. Normalmente, el
registro del malestar se produce en la misma parte del cuerpo donde se localiza el dolor del paciente,
sin embargo, eso no significa que el terapeuta tiene o se quedará con el síntoma del paciente. La
energía de amor nos lleva intuitivamente a las zonas que necesitan más atención especial. Así es
posible, que lleguemos a las causas originales de los trastornos, sin tratar los síntomas físicos. El
terapeuta puede percibir las siguientes reacciones, entre otras: intenso calor en las manos; cosquilleo;
vibraciones; convulsiones en las manos (a veces como “golpes de energía”); sensación de calor en
todo el cuerpo o sudores en determinados lugares. Cuando sentimos las manos “adheridas”, debemos
permanecer durante más tiempo en el lugar, de 10 a 20 minutos. Es común que a veces se conviertan
las energías como si fueran un “transformador” y que en determinados lugares con bloqueos, los
terapeutas reaccionemos con bostezos, tos, eructos, hipo, sed, etc. Es recomendable que
experimentemos dichas sensaciones u otras parecidas y las dejemos fluir. En caso de que el paciente
comience a reír o llorar durante el tratamiento, es importante quedarnos en el lugar en el cual se ha
producido la reacción emocional hasta que éste se tranquilice; esto también es valido para las
sensaciones de calor. Cuando se producen percepciones de frío puede ser necesario no sólo hacer un
tratamiento más prolongado, sino también más frecuente, pues indicaría en esta región un problema
crónico. El paciente puede experimentar las siguientes sensaciones y reacciones: presión en la cabeza;

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pinchazos que atraviesan el cuerpo; convulsión en las piernas; levitar; sensaciones de calor o frío;
emociones como llorar o reír; la visión de luces y colores; imágenes y visiones; regresar a su pasado
( esta vida o vidas pasadas); hablar en lenguas; etc. Las posibles reacciones de autocuración en un
paciente después de hacerle Reiki son las siguientes: un ligero tiritar que en el curso de unos 10
minutos se transforme en una sensación agradable de calor; una urgencia de acudir al baño;
sensación de hambre y / o sed; lo crónico puede transformarse en agudo; dolor de cabeza; presión en
la cabeza; modificación en la composición de las deposiciones y de la orina; intensificación de dolores
en caso de fracturas óseas. A todo esto se le llama “crisis curativa” y desaparecen en el curso del
tiempo según la intensidad y cronicidad de cada enfermedad, cada persona y cada tratamiento. Es
necesario liberar las molestias producidas por la enfermedad a través de la crisis para que en el
cuerpo pueda entrar la energía de amor. Después de una o más sesiones de Reiki la persona se
siente “vuelta a nacer”; cargada con buenas energías; armónica y relajada; sin dolores; contenta,
aliviada y fortalecida.

Contraindicaciones

- Personas que tienen marcapasos, especialmente cerca del marcapasos.

- Después de la anestesia en una operación y durante las intervenciones quirúrgicas no se

debe enviar Reiki porque puede interrumpir la anestesia o incluso retrasar o acelerar los
efectos.

- Cuando recién se planta un gajo de una planta. Es conveniente hacerle Reiki al agua, a la tierra
o de lejos, a unos 10 cms., ya que demasiada energía puede quemar la planta.

El sistema energético del ser humano

Prácticamente todos nos hacemos alguna vez en la vida estas preguntas: ¿quién soy? ¿cuáles son las
fuerzas que actúan en mí? ¿qué capacidades hay ocultas en mí? ¿cómo puedo explotar al máximo
todo mi potencial de felicidad y creatividad? Una buena forma de saber quiénes somos es a través del
conocimiento de los centros energéticos del hombre. Cuando comprendemos nuestra misión y los
modos de funcionamiento de los chakras en todo su alcance, se esboza ante nosotros una imagen del
hombre tan fascinante y sublime en su perfección que nos quedamos asombrados ante el milagro de la
creación. La mayoría de las personas consideran el mundo de la materia y por lo tanto, también el
cuerpo físico como la única realidad, pues es el único que pueden percibir a través de los sentidos
físicos y captar con el raciocinio. Sin embargo, el clarividente que mira a una persona ve un sinfín de
estructuras energéticas; movimientos energéticos; formas y colores que se hacen visibles dentro y
alrededor del cuerpo físico, esto es el sistema energético y son:

1) Los Nadis o canales energéticos: Los nadis constituyen una especie de arterias intangibles. La
palabra “nadi” procede del sánscrito y significa aproximadamente “tubo”, “vaso” o “arteria”. Su función
consiste en conducir el “prana” o “energía vital universal” a través del sistema energético no material.
Algunos textos indios y tibetanos antiguos, mencionan la existencia de 72.000 nadis; otros hablan de
350.000. Los canales energéticos más importante son: Sushumna, Ida y Pingala. Los chakras
absorben, directamente o a través de los nadis, las energías vitales de los cuerpos energéticos del
hombre; de su entorno; del cosmos, la transforman en las frecuencias que necesitan las diferentes
áreas del cuerpo físico o de los cuerpos energéticos para su conservación y desarrollo, y la
retransmiten a través de los canales energéticos, intercambiando con las fuerzas energéticas que
actúan en los diferentes planos del ser en su entorno, en el universo y en la base de la creación.

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2) Cuerpos energéticos: Cada uno de estos cuerpos posee su propia frecuencia de vibración. El
cuerpo etérico, el más cercano al cuerpo físico, es él que vibra con la frecuencia más baja. Los
cuerpos astral y mental poseen a su vez frecuencias mayores, y en el cuerpo causal podemos ver
representados los índices de vibración máximo. Sin embargo, los diferentes cuerpos energéticos no
están totalmente separados entre sí. Se interpenetran mutuamente mientras cada uno vibra dentro de
su propia gama de frecuencias.

Cuerpo etérico: Etérico, viene de éter: estado entre la energía y la materia. El cuerpo etérico está
compuesto por partículas físicas, atómicas, subatómicas, superatómicas y etéricas y es como un
transformador de energía desde los cuerpos sutiles hacia el cuerpo físico. Tiene aproximadamente la
misma extensión y forma que el cuerpo físico. Es el vehículo de las fuerzas modeladoras para el
cuerpo físico, de la energía vital creadora y de todas las sensaciones físicas que corren por los nadis o
canales etéricos, que en algunos casos forman los chakras. El cuerpo etérico se forma de nuevo en
cada reencarnación del hombre y se disuelve de 3 a 5 días, después de la muerte física. Los cuerpos
astral, mental y causal continúan existiendo después de la muerte, y en cada nueva encarnación se
unen otra vez al recién formado.

El cuerpo etérico atrae energías vitales del sol a través del chakra del plexo solar y energías vitales de
la tierra a través del chakra basal. Se acumulan estas energías y a través de los chakras y los nadis,
las conduce al cuerpo físico en flujos vitales ininterrumpidos.

Aura de la Salud: habitualmente el aura de la salud tiene unos 60 centímetros. Cuando una persona
enferma, sus rayos decaen y se enmarañan, así su aura de la salud disminuye de tamaño, pudiendo
llegar hasta 30 centímetros. Por otro lado un aura de la salud, vital y fuerte, puede llegar hasta un
metro o más. Generalmente se la siente como un cilindro en forma de huso, grande arriba y
achicándose hacia abajo. Es como un escudo protector formado por rayos de salud, que están dentro
del cuerpo etérico, que se enredan cuando el paciente tiene energías negativas de cualquier tipo; por
lo tanto siempre que se pueda es importante limpiarlo, desenredándolo como si nuestra mano fuera
una peine hacia arriba y luego volviendo a barrer el aura. Esto sirve mucho especialmente cuando la
energía esta congestionada y el prana no fluye, produciendo alguna enfermedad de tipo “hiper”; al
desenredar y barrer el aura se elimina la energía enferma y la estancada fluye en equilibrio.

El cuerpo etérico se extiende desde 1,25 hasta 5 cms., aproximadamente en personas comunes, más
allá del cuerpo físico. Su color varía de azul claro a gris. Es una estructura definida de líneas
luminosas azules sobre la que se forma y apoya al cuerpo físico; este cuerpo es antecedente y no
resultado del cuerpo físico. El cuerpo etérico y el cuerpo físico, reaccionan de forma particularmente
intensa a los impulsos mentales que proceden del cuerpo mental. Es esta la razón de los éxitos que
el pensamiento positivo tiene sobre la salud. Otra función importante de este cuerpo consiste en servir
de intermediario entre los cuerpos energéticos superiores y el cuerpo físico. Transmite al cuerpo
emocional y mental las informaciones que recogemos a través de los sentidos corporales, y
simultáneamente transmite energía e informaciones desde los cuerpos superiores al cuerpo físico.

Cuerpo emocional o astral: Es el portador de nuestros sentimientos, emociones y de las cualidades

de nuestro carácter. En este cuerpo se hallan almacenadas, entre otras, las emociones no liberadas;
las angustias y agresiones concientes e inconscientes; las sensaciones de soledad, rechazo y falta de
autoconfianza, etc.. Emite sus vibraciones a través del aura emocional y transmite el mensaje
inconsciente que enviamos al mundo exterior. Aquí es donde se realiza el principio de la atracción
mutua. Las frecuencias energéticas que emitimos atraen vibraciones energéticas iguales del entorno y
se unen a ellas. Esto significa que, con frecuencia, nos encontraremos con personas y circunstancias
que precisamente reflejan aquello que queremos evitar o aquello que tememos. De esta forma, el

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entorno nos sirve como espejo para trabajar todas nuestras emociones relegadas desde nuestra vida
conciente a las áreas del inconsciente. Efectivamente, los sentimientos no liberados del cuerpo
emocional aspiran a mantenerse con vida y a crecer dentro de lo posible. Así nos llevan una y otra
vez a situaciones que se encargan de repetir las vibraciones emocionales originales, puesto que esas
vibraciones son como su alimento. La frecuencia de la angustia en una persona atrae situaciones en
las que ve confirmada una y otra vez su angustia. Si nos hemos propuesto no decir palabrotas en
determinadas situaciones, pero sin haber liberado la agresión dentro de nosotros, puede suceder que
alguien de nuestro alrededor comience inesperadamente a decir palabrotas. El pensamiento conciente
y los objetivos mentales del cuerpo mental tienen poca influencia sobre el cuerpo emocional. Las
estructuras emocionales continúan existiendo a través de las diferentes encarnaciones siempre que no
se liberen, puesto que el cuerpo emocional perdura después de la muerte física y se une en la
reencarnación con el nuevo cuerpo físico. Las experiencias no liberadas almacenadas en el cuerpo
emocional determinan en gran medida las circunstancias de la nueva vida. Cuando las vibraciones de
nuestro cuerpo espiritual se unen con el cuerpo emocional y lo penetran, éste comienza a vibrar más
rápidamente y empieza a expulsar las energías negativas almacenadas que tienen frecuencias
menores. Con ello perdemos el recuerdo emocional de estas experiencias y podemos perdonarnos a
nosotros mismos y a los demás. A medida que aumenta la disolución de las estructuras emocionales
estancadas, el cuerpo emocional comienza a irradiar profundos sentimientos de amor y de alegría
incondicional.

Cuerpo mental: Está compuesto por nuestros pensamientos e ideas, y nuestros conocimientos
racionales e intuitivos. Este tipo de actividades racionales se basan en las percepciones del plano
físico, que recogen informaciones que transmiten al cuerpo emocional a través del cuerpo etérico.
El cuerpo emocional transforma las informaciones en sentimientos y las retransmite después al
cuerpo mental, que, a su vez, reacciona ante ellos con la formación de pensamientos verbales. Con
frecuencia, debido a la influencia del cuerpo emocional y de sus estructuras emocionales no
liberadas, las informaciones se distorsionan y el pensamiento se tiñe. La auténtica función del cuerpo
mental consiste en recoger las verdades universales que le llegan del plano del cuerpo espiritual e
integrarlas con el entendimiento racional, que las transfiere a las situaciones concretas y lleva una
solución del problema en consonancia con las leyes universales.

Cuerpo espiritual o causal: A través de este cuerpo se experimenta la unidad interior con toda la
vida. Es nuestra parte Divina, inmortal y que nos acompaña en toda la evolución. Los demás cuerpos
se disuelven paulatinamente a medida que el hombre va desarrollándose a través de los niveles de
conciencia que exigen las existencias en el plano terrenal, astral y mental. A medida que esta energía
va transformándose en frecuencias menores, inunda también los cuerpos mental, emocional y
etérico, aumenta sus vibraciones según las posibilidades de cada persona de percibir concientemente,
absorber y aprovechar esta energía en sus chakras.

3) Chakras: Se dice de la existencia de 88.000 chakras pero solamente a 40 se les asigna una mayor
importancia, dentro de los cuales 7 son los principales y más conocidos, estos se asientan en el
cuerpo etérico del ser humano, a pesar de que también se dice que los 7 chakras principales están en
cada uno de los cuerpos sutiles. Se asemejan a cálices florales con forma de embudo y un número
variado de pétalos; por esto se les llama en Oriente flores de loto. Las subdivisiones de las flores en
pétalos independientes representan los nadis o canales de energía. A través de estos canales las
energías fluyen y penetran en los chakras fluyendo desde aquí a los cuerpos sutiles correspondientes.
Su número varia desde los 4 canales en el centro radical hasta casi mil canales energéticos en el
centro de la coronilla. De la concavidad situada en el centro de cada cáliz parte un canal, a modo de
pecíolo de la flor del chakra, que llega hasta la columna vertebral y empalma directamente con esta.

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Este canal une los chakras con el canal energético principal, denominado Sushumna, que asciende
desde su base por el interior de la columna vertebral y continua en la cabeza hasta la coronilla. Este
canal esta rodeado por otros dos canales energéticos llamados: Ida y Pingala, que suben entrelazados
desde la base hasta la nariz.

Los chakras se encuentran en permanente movimiento circular. A esta cualidad debe su nombre de
“chakra”, que en sánscrito significa “rueda”; es como una válvula de entrada en nuestro campo
energético con forma de embudo que gira como un torbellino en el sentido horario permitiendo la
absorción de energía. La misión de los chakras es canalizar las energías de vibraciones superiores
hacia las estructuras celulares y orgánicas del cuerpo físico. Cuando la energía vital no circula con
fluidez, disminuye o se interrumpe, los órganos corporales no pueden realizar adecuadamente sus
funciones, produciéndose la enfermedad. A medida que avanzamos espiritualmente nuestro campo
energético va aumentando su frecuencia proporcionándonos un nivel de conciencia superior. Todos
los chakras deben estar abiertos y ser equilibrados y del mismo tamaño; si alguno está cerrado o
bloqueado se producirá una disfunción energética física, mental, emocional o espiritual. Excepto el
primero y el séptimo chakra, todos tienen su par en la parte posterior, que se relaciona con la voluntad,
mientras que los de la parte frontal se relacionan con los sentimientos. Los 3 chakras de la zona de la
cabeza y la garganta gobiernan la razón.

Función general de los chakras: Revitalizar los cuerpos energéticos y el físico. Provocar el desarrollo
de distintos aspectos de la conciencia de cada uno. Transmitir energía entre los niveles de los cuerpos
sutiles. Cada cuerpo energético tiene su propio juego de siete chakras principales. Los chakras
parecen estar alojados uno dentro del otro, como si fueran vasos encajados. La energía se transmite
de un cuerpo al siguiente a través de pasajes situados en las puntas de los chakras. La mayoría de las
personas tienen sellados estos pasajes. Los chakras del cuerpo emocional están conectados a los del
siguiente cuerpo, el mental, y así sucesivamente para los siete cuerpos.
Chakra Muladhara
Primer chakra: muladhara, raíz, radical, basal, centro coxal, fundamental.

Color: rojo

Símbolo: flor de loto con 4 pétalos.

Elemento: tierra

Derecho: tener

Arquetipo: madre-victima

Glándulas: suprarrenales

Enfermedades: rotura de ligamentos, fractura de rodillas. Artritis, artrosis y arteriosclerosis;

reumatismo y ciática. Estreñimiento, anorexia u obesidad. Enfermedades crónicas o de larga duración.
Caries y descalcificación. Anginas y aftas bucales. Accidentes en las rodillas, nuca y cervicales.

En el organismo se localiza en el perineo, entre el ano y los genitales, orientado hacia la tierra, en la
base de la columna vertebral. El nombre en sánscrito de este chakra es Muladhara, que significa raíz.
Se vincula con todas las partes sólidas: columna vertebral, dientes, uñas, ano, recto, próstata, etc.,
especialmente con los huesos, intestino grueso y con la masa muscular del cuerpo en conjunto.

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El chakra radical nos une con el mundo físico, nos da seguridad y el “suelo seguro” bajo los pies,
sobre el que podemos construir nuestras vidas; nos proporciona la fuerza para imponernos y la
constancia para poder procurarnos alimento, refugio y todo lo que necesitamos para seguir vivos, en
fin, nos proporciona la energía que necesitamos para cubrir los aspectos básicos de la vida en
equilibrio. Significa poder decir: “sí” a la vida en la tierra, a la existencia física, con seguridad y
preocupándonos lo justo y necesario.

Muchas veces este chakra está debilitado o excesivamente estimulado debido a muchas generaciones
de amenazas, dificultades, riesgos de aniquilación, excesiva preocupación por los bienes materiales.
Los pensamientos y acciones pueden dar vuelta predominantemente en torno a la posesión y la
seguridad material, así como en torno a los estímulos y placeres sensoriales como la buena comida, el
sexo, etc. También se relaciona con no poder desprendernos y querer retener situaciones, personas,
etc. Por otro lado, cuando la supervivencia se halla amenazada, sentimos miedo; el miedo es el
dominio del primer chakra, lo que es contrario a las sensaciones de seguridad y tranquilidad. En estos
casos, la relación con la vida será débil y resultara difícil y frustrante echar raíces. También habrá falta
de fundamento (base), seremos inestable, perderemos el centro, nos extraviaremos en un mundo de
fantasías y nuestra mente se distraerá del mundo presente.

La conexión con el aquí y el ahora que se realiza en este chakra implica limitar las opciones o
actividades para que la energía se acumule, concretemos y esto se manifieste en el plano físico
avocándonos a una cosa por vez, con seguridad y firmeza. De no ser así nos limitaríamos, haríamos
muchas cosas diferentes pero no concluiríamos ninguna, cayendo en la superficialidad. Por otro lado
también nos permite canalizar y descargar cuando hay una acumulación excesiva, que se manifiesta
en un vivir muy pendiente de lo material, para retornar a la estabilidad y sensibilidad, o sea fluir. En
este estado tomaremos las decisiones con más facilidad, disiparemos las preocupaciones por el
futuro; las alegrías del presente adquirirán más interés y tendremos mayor seguridad.

Nuestras raíces se constituyen con la entraña del ser: los recuerdos del pasado, la herencia racial y
cultural, nuestro vínculo con la tribu, clan, la familia y la comunidad y su relación con el esfuerzo y la
prosperidad. Si nuestra familia proviene de una cultura que sufrió grandes privaciones llevaremos esa
situación en este chakra y tendremos una fuerza vital débil debido a una actitud familiar inconsciente
relacionada con su derecho a tener una buena vida. Por otra parte, si las generaciones de nuestros
antecesores prosperaron en la vida, nuestras actitudes y expectativas serán positivas y sanas.
Comprender este chakra a menudo requiere observar nuestra propia familia y las patologías y
enfermedades de sus miembros. También quiere decir que debemos pensar en ellos en relación con
los sucesos que han afectado nuestras vidas. De esta forma podremos observar el pasado con
objetividad y aceptarlo con amor. La aceptación de nosotros mismos, libera poco a poco la energía
emocional asociada a recuerdos negativos, que nos quitan vitalidad.

Todo esto creará una matriz de comprensión y una visión holística de nuestra historia familiar y nos
capacitará para descubrir todas las buenas cualidades que hemos heredado, así como nuestra
tendencia al miedo, a la negación y a la duda, a las cuales volvemos en tiempos de crisis. Tomarnos
tiempo para examinar quienes somos a la luz de nuestra historia familiar nos permite expandir nuestra
conciencia y empezar a crear una vida más sana y novedosa. Analizar nuestra historia familiar es otra
oportunidad para librarnos de actitudes que ya no sirven. Al liberarnos de las actitudes familiares
dispondremos de una mayor oportunidad para el propio desarrollo y para que cada uno de nosotros
sea quién realmente es desde su alma. La negación del ser debilita la reserva de energía. Todo lo
que amenaza nuestro bienestar, sea por nuestra historia o la de nuestra familia, afectará nuestra
energía y nos debilitará física y psíquicamente. Ver los cambios como una amenaza disminuirá

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nuestras energías. Tendremos que estar siempre atentos, para descansar cuando el cuerpo pida;
comer bien; hacer ejercicios; no negarnos a los placeres. Aprender a aceptarnos, sentir nuestras
emociones, valorarnos y amarnos; comprendernos y sanarnos cada vez más; comprender y aceptar
nuestro pasado para poder crear nuestro propio futuro y no repetir historias ancestrales.

Todo este análisis nos permite visualizar nuestra vida más profundamente y no hacernos víctimas por
lo que otros nos hicieron ( por ejemplo nuestros padres), ya que éstos solamente están para
enseñarnos lo que necesitamos aprender y darnos el empuje necesario para descubrirnos y ser
nosotros mismos en todo momento. Sentir nuestro cuerpo nos pone en contacto con nuestros
sentimientos y nos permite descargar la energía emocional acumulada en nuestro vivir cotidiano; sino
nuestras emociones quedarían paralizadas, nos haríamos las victimas y permaneceríamos fijos e
inflexibles. Nos sería más difícil afrontar los cambios por falta de flexibilidad y por ser incapaces de
definir nuestra realidad e identidad y conectarnos con nosotros mismos. El arquetipo de la madre nos
enseña como cuidarnos y respetar nuestras necesidades. Esto significa saber lo que tenemos que
hacer en todo momento y discernir acerca de cómo invertimos nuestro tiempo y a quienes elegimos
como amigos, regular nuestra vida a fin de conservarnos saludables y felices. Es en fin nuestra
capacidad de saber lo que necesitamos.

Chakra Svadhisthana

Segundo chakra: svadhisthana, sacro, centro sacro, sexual.

Color: naranja.

Símbolo: flor de loto con 6 pétalos.

Elemento: agua

Derecho: sentir

Arquetipo: emperatriz, emperador – mártir

Glándulas: gónadas (ovarios y testículos)

Enfermedades: impotencia, frigidez, dolencias de la matriz, vejiga o riñones, rigidez de espalda en la

parte baja.
En el organismo se ubica en la parte baja del abdomen, entre el ombligo y los genitales.

Lo asociamos con:

Emperatriz, emperador = placer, felicidad, satisfacción, goza de la abundancia de la vida y busca el

placer en todo, siempre disfruta de un buen momento. Se deleita con todo en la vida. Todas las cosas
sirven para exaltar el amor de este arquetipo por el placer y el bienestar. Siempre esta rebosante de
energía para actividades que le encanta realizar.

En el otro extremo:

Mártir = Sufrimiento, sacrificio, es infeliz y renuncia a la responsabilidad por su bienestar, se despoja

de su derecho a la plenitud y deja que su energía se disipe al buscar siempre la aprobación y la ayuda
de otros, lucha por tener suficiente energía o dinero y con frecuencia se encuentra vacío y exhausto.

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En sánscrito este chakra se denomina Svadhisthana, que se traduce habitualmente por “morada
propia” y proviene de la raíz SVA = “lo que es de uno”. También admite la derivación de SVAD =
“endulzar, saborear con placer, disfrutar”. Abrir y mantener equilibrado este chakra es “beber con
delicia las dulces aguas del placer”.

La palabra emoción viene etimológicamente de: “moción”, que evoca el movimiento; el prefijo “e”,
indica la dirección de ese movimiento: hacia el exterior. La e – moción, es un movimiento hacia fuera,
un impulso que nace en el interior de la persona y habla al entorno; es una sensación que nos dice
quienes somos y nos conecta con el mundo. Esta energía en movimiento crea la expansión y el
cambio. Cuando sentimos una emoción, experimentamos un anhelo, un deseo, nos sentimos movidos
a emprender algo, a iniciar un cambio, a expandirnos de alguna manera y, si poseemos un base firme
(chakra raíz), tendremos solidez suficiente para el movimiento y la expansión. Las emociones van
íntimamente relacionadas al movimiento; al reprimir una emoción contenemos nuestra movilidad,
consumimos nuestra energía y en consecuencia, retenemos agua, nos hinchamos; finalmente
construimos capas protectoras que se manifiestan en grasa en la barriga, brazos, tobillos o debajo de
los ojos. A menudo, la personas profundamente reprimidas tienen una incapacidad para disfrutar el
placer o el bienestar; también rechazan la intimidad porque les resulta amenazadora. Por otro lado
prefieren mantener una máscara y no expresar sus sentimientos. Cuando sentimos que no tenemos
suficiente de lo que deseamos; o que lo que queremos no está a nuestro alcance, experimentamos una
sensación de carencia; nos sentimos privados de amor y del calor necesario, buscando luego
sustitutos en la comida, en el sexo sin amor, drogas u otras formas inadecuadas de privación. Para
lograr un sentido real del placer, cumplir nuestros deseos y tener abundancia es prioritario conocer
realmente cuándo, qué y quién es suficiente para nosotros. Evidentemente se trata de un concepto
relativo para cada individuo, para algunos nunca, nada será suficiente y para otros, muy poco será
más que suficiente. Por desgracia, se nos ha enseñado a desconfiar del placer, a reprimirlo; ha sido
presentado siempre como una figura tentadora que quiere alejarnos del buen camino.

Este chakra nos pide expresar nuestras emociones, disfrutar, hacer todo con pasión y unir el trabajo
con el placer, disfrutando en todo momento de lo que realizamos y no hacernos mártires de nuestro
propio destino. Además, nos pide crear un flujo saludable de energía emocional, a fin de ponernos en
condiciones de vivir la plenitud del placer por medio del movimiento y / o de la sexualidad. También
nos pide experimentar cambios y desarrollar las fuerzas creativas a través del cuerpo, alma y espíritu.

Chakra Manipura

Tercer chakra: manipura, plexo solar, centro umbilical, del bazo, del estómago, del hígado.

Color: amarillo.

Símbolo: flor de loto con 10 pétalos.

Elemento: fuego

Derecho: obrar, poder

Arquetipos: sirviente versus guerrero

Glándulas: páncreas

Enfermedades: úlceras, diabetes, hipoglucemia; trastornos de la digestión; fatiga crónica.

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Está ubicado en la zona del plexo solar, entre las costillas.

El plexo es el sol que irradia hacia el mundo reflejando nuestra luz interior. Cuando construimos un
centro interior viable, atraemos todo lo bueno e íntegro de la vida y nos oponemos a todo lo que es
negativo y oscuro. Por lo tanto, es una fuente brillante de poder para las personas que conocen su
propio valor y que tienen un sentido real de su identidad.

El plexo es el lugar donde se digieren las experiencias de la vida y donde se pueden bloquear
emociones como: la cólera, la agresividad, el disgusto, el horror, el terror, la ansiedad, el miedo al
fracaso y a la muerte. Deberíamos incorporar la energía emocional que recogemos de nuestras
experiencias vitales y darles una forma y expresión, para desarrollar esa luz interior cada vez con
mayor potencia como un guerrero que de acuerdo que va viviendo y combatiendo en la vida, se va
haciendo más sólido como persona.

Un sentido de la identidad personal no desarrollado correctamente nos permitirá afirmar lo que

valemos, no depender excesivamente de las experiencias externas ni de los demás. Cuando sabemos
quienes somos, fortalecemos nuestra energía, nos convertimos en personas inmunes, invencibles
frente a amenazas, ataques y desafíos. Encontramos nuestro camino en la vida, conseguimos nuestra
felicidad sin seguir las huellas de otros, asumiendo nuestra responsabilidad en la vida.

Al reivindicar nuestro derecho a obrar utilizamos nuestra voluntad, de iniciar un proyecto y seguirlo
hasta su fin, enfrentándonos a todas las dificultades del camino, asumiendo riesgos sin que nos
paralice el miedo, liderando sin opresión y sin vanidad. La falta de autoestima; un sentido oculto de
vergüenza; la falta de voluntad; afán exagerado de mando; el dominio sobre los demás; la apariencia
de superioridad; sin duda están compensando por deficiencia o exceso una percepción incorrecta del
propio poder. La adicción a las sustancias que comunican una ilusión de energía como la cafeína, los
azúcares, las anfetaminas, cocaína, etc., son consecuencia de una debilidad esencial en cuanto al
sentimiento del propio poder y a la propia vitalidad. Estas sustancias sabemos, aportan un alivio
temporal y luego dejan como saldo un déficit todavía mayor por cuanto roban al cuerpo salud y
descanso.

Chakra Anahata

Cuarto chakra: anahata, del corazón, centro cordial.

Color: verde o rosa.

Símbolo: flor de loto con 12 pétalos.

Elemento: aire

Derecho: amar

Arquetipos: actor, actriz versus amante

Glándulas: timo

Enfermedades: asma, hipertensión, dolencias cardiacas, enfermedades pulmonares.

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Está ubicado a la altura del corazón, entre los pezones.

El nombre sánscrito de este chakra es Anahata y significa: “el ruido que se hace sin que dos cosas
choquen”, con la connotación de “lo intacto”, “lo incólume y puro”. Aquí hallamos la imagen de
quien no lucha ya contra aquello que ama, sino que lo acompaña en armonía. El combate, paradigma
del tercer chakra, se halla aquí reemplazado por la aceptación, pero ésta se alcanza tanto más
fácilmente cuanto más completa haya sido la tarea del tercer chakra. Por lo tanto, ¿qué tenemos que
hacer para poder amar verdaderamente tal cómo demanda el corazón? es difícil amar de verdad si no
podemos aceptarnos tal como somos y sentirnos en paz. Solo mediante la aceptación incondicional
nos podemos sentir en nuestro camino y se podemos empezar a aceptar incondicionalmente a los
demás. El amor es la libertad de ser uno mismo, es la capacidad de permitirle a las otras personas que
ocupen su propio espacio. Amar es apoyar el crecimiento del otro, su aprendizaje y desarrollo
espiritual.

La forma en que percibimos las experiencias de la vida afecta a nuestro corazón porque es allí donde
sentimos la energía emocional del amor. Cuando sentimos que hemos sido aceptados y que somos
amados, el corazón se abre, se expande y canta de alegría. Cuando sentimos que nos han maltratado,
el corazón se debilita y se contrae. Siempre que aceptemos las experiencias que nos hieren,
ofrecemos al corazón un baño de amor, tal como haría un padre cariñoso al perdonar a un hijo que se
siente avergonzado. Es la única opción real para rectificar el dolor emocional. El perdón junto con la
liberación de la ira y de la aflicción liberan al corazón para que sienta el amor. Limpia nuestro espíritu y
nos ayuda a liberar el dolor de viejas heridas para poder amar otra vez. La forma de sanar el corazón
es deshacerse del dolor y bendecir a aquellos que nos han hecho daño. El corazón se abre con el
amor, la risa y la simplicidad.

Estadios del perdón

1º Si hago algo que te ha hecho daño y te digo que lo siento, puedes perdonarme por haberlo hecho.

2º Puedes llegar a darte cuenta de que cualquier cosa que hice fue debida a mi propio proceso y a las
circunstancias de mi vida en ese momento. Mi ira e irritabilidad o mi manera de tratarte, no tienen que
ver contigo sino con mis dificultades personales. Puedes entenderme y perdonarme compasivamente.

3º Puedes elevarte a la perspectiva espiritual más elevada y darte cuenta de que te has planteado
aprender algunas lecciones en esta vida y necesitabas que alguien te ayudara a aprenderla. Por
ejemplo si tenias que aprender algo sobre la traición, necesitabas que alguien te traicionara.

Por otro lado, este chakra conforma el punto central del sistema central y del sistema energético. En él
se unen los tres centros inferiores físico-emocionales con los tres centros superiores psíquicos-
espirituales. Es nuestro núcleo, el espíritu interior que unifica todas las fuerzas superiores e inferiores,
internas y externas. Una de las misiones de este chakra es integrar y equilibrar los diversos
aspectos de nuestro ser. Cuando verdaderamente hemos entrado en equilibrio con nosotros mismos,
nuestras relaciones y nuestro ambiente adquieren una tónica de serenidad y paz profunda. Con esto
nos referimos a un equilibrio dinámico, es decir que se modifica a sí mismo continuamente a lo largo
del tiempo, permitiendo mientras tanto que la persona se mueva libremente dentro de su relación con el
resto del universo.

El amor es una interpenetración de cambios de energía entre madre e hija, marido y mujer, etc. La
relación, sin embargo, se rompe cuando no hay un sentido general de equilibrio. La persona siente que

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tiene que dar más de lo que recibe acabando por resentirse y mantener relaciones por obligación;
éste es un estado contrario al amor. Para lograr el equilibrio con otras personas, es necesario tener el
propio equilibrio interno, basado en el entendimiento y la aceptación de nuestras dualidades
personales; equilibrio entre lo interno y lo externo; entre dar y recibir; entre el adulto y el niño interior,
etc.

El arquetipo de actor, actriz se refiere a aquellos que juegan al amor pero que no son suficientemente
concientes y esconden sus más oscuros sentimientos bajo las actitudes ocultas del poder y la
dominación. Son incapaces de una intimidad verdadera porque se resisten a sentir sus temores y su
negatividad para amar o ser amado por otro. El arquetipo del amante significa que primero y
principalmente nos amemos a nosotros mismos, pues sin saber quienes somos y sin comprendernos ni
aceptarnos, no podemos profundizar en el poder del amor. A medida que la llama del corazón arde,
despeja la escoria de experiencias incompletas y poco satisfactorias que crearon dolor y nos forzaron a
cerrarnos.

Así empezamos a amarnos y aceptarnos como seres totales y completo. La negatividad y el desafío
son parte del programa de la vida para el crecimiento y la madurez y así lo entendemos. Lo más
importante es aprender a perdonarnos y a perdonar a los demás; vivir en el presente, como el único
lugar en él que se puede experimentar el amor. Está en nuestro interior el ser capaces de amar; sanar;
transformar el dolor; superar las pérdidas y las separaciones dolorosas. Comencemos con nosotros y
extendamos este amor a cada situación y persona que encontremos.
Chakra Visuddha

Quinto chakra: visuddha, del cuello o de la garganta, centro de comunicación.

Color: azul.

Símbolo: flor de loto de 16 pétalos.

Elemento: éter

Derecho: hablar

Arquetipos: niño silencioso versus comunicador

Glándulas: tiroides, paratiroides

Enfermedades: afecciones y dolor de garganta, tortícolis, resfriados, dolencias de las tiroides,

dificultades auditivas.

Está ubicado en el centro de la garganta. El nombre en sánscrito de este chakra es Visuddha, que
significa purificación lo cual implica dos cosas acerca de este centro:

1º Para llegar con éxito al 5º chakra y abrirlo, el cuerpo debe alcanzar un cierto nivel de purificación.
Los aspectos sutiles de los chakras superiores exigen una mayor sensibilidad, y la purificación del
organismo abre el paso a estas percepciones.

2º El sonido como vibración y fuerza inherente a todas las cosas, tiene naturaleza purificadora, afecta a
la estructura celular de la materia armonizando las frecuencias en nuestros cuerpos sutiles.

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Este chakra es el puente entre el amor que emana del corazón y la sabiduría del intelecto. Es el
vehículo de nuestros pensamientos y sentimientos para poder expresarlos. Es el dominio de la
conciencia que controla, crea, transmite y recibe las comunicaciones tanto en nuestro fuero interno
como en las relaciones con los demás. Es el centro de la creatividad dinámica, la que sintetiza las
ideas antiguas para dar lugar a algo nuevo. Entre sus atributos figuran el escuchar, hablar, escribir, el
canto, la telepatía y todas las artes, en especial las que tienen que ver con el sonido y la palabra.

Este chakra es el centro espiritual. Es aquí donde comenzamos a escuchar nuestra voz interior y la
palabra de Dios dentro nuestro. Somos capaces de distinguir dicha voz de otras voces ya que esta,
está para conectarnos con el mundo y no para aislarnos; nos ofrece solaz y no abusos ni sufrimientos.
Cuanto más en contacto estemos con lo que somos, más familiar se tornará nuestra voz interior, que
nos conectará con nuestro Yo superior cuando nos concedemos espacio para escucharla. Debemos
escuchar nuestra guía interior y expresar lo que sentimos y pensamos. Limitamos nuestro crecimiento
personal y desarrollo interno cuando silenciamos nuestra opinión, además, al no expresarla,
obstaculizamos otras formas de expresión creativa.

A causa de su situación y función este chakra es el más vulnerable de todos nuestros centros
energéticos. Esto se debe en parte, a que la garganta esta físicamente expuesta y no esta protegida
por ningún músculo ni hueso. Es sensible al calor, al frío, a las corrientes de aire y a la humedad.

Lo que se expresa verbalmente con las palabras es nuestra intención consciente. Lo que se expresa
con suspiros, con barbillas tensas y mandíbulas apretadas o con cuellos rígidos indica una energía
reprimida, donde no se expresan abiertamente los sentimientos. Este chakra puede funcionar
inadecuadamente debido a un intenso miedo al rechazo. Las personas evitan hablar de sus verdades
cuando están atrapadas en su negatividad no expresada. Sus voces son crispadas, sus sonrisas
forzadas y sus acciones revelan que han caído en la trampa de no expresar los sentimientos. Debido a
su represión, puede sentir ira y resentimiento por situaciones que han pasado hace mucho tiempo, esto
afecta también otros chakras.

Chakra Ajna

Sexto chakra: ajna, frontal o tercer ojo, ojo de la sabiduría, ojo interior o chakra de las órdenes,
entrecejo, centro de control.

Color: violeta.

Símbolo: flor de loto de 2 o de 96 pétalos.

Elemento: sonido

Derecho: ver

Arquetipos: intelectual versus intuitivo

Glándulas: pineal

Enfermedades: ceguera, jaquecas, pesadillas, fatiga visual, visión borrosa.

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Este chakra está ubicado en la parte media del cráneo, detrás de la frente y a nivel de los ojos, entre
las cejas, o algo más arriba, esto varía de una persona a otra.

El nombre en sánscrito de este chakra es ajna, que quiere decir percibir, dominar, saber, disponer. Es
el centro de las facultades de lo visual, extrasensorial e intuitivo. Esto implica, recibir imágenes por la
percepción. Puede suceder también que mediante la visualización creativa constante, se creen
imágenes que luego se podrían convertir en realidad. Recordemos que al retener una imagen mental
se aumenta la posibilidad de que ésta se materialice; la imagen viene a ser como una ventana de
cristal teñido, por donde la luz de la conciencia pasa a la manifestación. Donde no hay interferencias,
algo que estorbe el descenso al plano de la manifestación, la forma que se obtiene en el plano
manifiesto es exactamente la visualizada. Estas interferencias pueden ser las circunstancias de la
vida; temores inconscientes; falta de claridad en la visualización; etc.

La mayoría de los pensamientos que determinan nuestra vida son controlados por nuestros patrones
emocionales no liberados, y programados por juicios y prejuicios tanto propios como ajenos. Así con
frecuencia nuestro espíritu no es quien domina, sino son nuestros pensamientos cargados de
emociones que pueden dominarnos parcialmente. Si estamos felices y abiertos a las cosas buenas de
la vida, somos capaces de crear más cosas buenas para disfrutar de ellas. Si estamos convencidos de
que dichas cosas llegarán a nuestra vida, generalmente llegan. Por el contrario, si somos negativos,
escépticos y estamos asustados, nuestras experiencias en la vida estarán teñidas de esas vivencias.
Somos nosotros los que creamos nuestra propia realidad, es nuestra actitud la que determina los
resultados. Con el desarrollo de nuestra conciencia y la creciente apertura del tercer ojo, siempre
podemos dirigir concientemente este proceso. Nuestra fuerza de imaginación genera entonces la
energía para cumplir una idea o un deseo.

Este chakra funciona como una antena, un receptor de la energía Divina que llega a nosotros en
forma de inspiración, guía y protección. Se abre tardíamente en la vida; una vez que hemos aprendido
la naturaleza espiritual de nuestra existencia, somos capaces de asimilarla y de afrontar la
responsabilidad de servir al mundo y a nuestro planeta y vivir libre del ego y receptivos a la voluntad de
Dios. Funciona como un canal para el flujo de la energía cósmica que se utiliza en la sanación, en la
elevación de la conciencia y en la enseñanza. Es el centro de control del cuerpo, ya que ejerce control
conciente que logra el bienestar físico, emocional y mental. Es el centro del pensamiento, del análisis,
del discernimiento, de la intuición y de la sabiduría. Es también el asiento de la psique de los dones
artísticos y el lugar donde nuestra imaginación puede alcanzar su cenit. Equilibrado combina un
hemisferio izquierdo claramente enfocado y analítico con un hemisferio derecho abierto que es
dónde residen nuestras facultades intuitivas, artísticas y psíquicas. Nos ayuda a ver con claridad lo
que es importante para nuestro bienestar y felicidad y nos aporta un sentido de perspectiva así como
de intuición. Es importante que pensemos claramente, es el equilibrio natural de permitir a nuestros
sentimientos el espacio para florecer y no sobrerreaccionar cuando estamos frente a un problema. El
uso apropiado del intelecto significa encontrar una forma equilibrada y holística de gestionar la vida.
Por hallarse situada sobre la glándula pituitaria, algunos autores vinculan la glándula pineal al chakra
séptimo y la glándula pituitaria al chakra sexto. Pero, al controlar la glándula pituitaria todo el sistema
endocrino, podría estar más relacionada con el chakra corona o maestro.

Chakra Sahasrara

Séptimo chakra: sahasrara, coronal, centro de la coronilla, flor de loto de mil pétalos.

Color: blanco.

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Símbolo: flor de loto de 964 pétalos.

Elemento: luz

Derecho: saber

Arquetipos: egotista versus gurú

Glándulas: pituitaria.

Enfermedades: depresión, alienación, confusión, tedio, apatía, imposibilidad de aprender o de

comprender.

Se ubica encima de la cabeza, orientado hacia arriba.

La glándula pituitaria se denomina también a veces “glándula maestra”, puesto que mediante su
actividad secretora interna, controla el funcionamiento de todas las demás, al igual que un director de
orquestra establece una conjunción armónica de las restantes glándulas.

En sánscrito este chakra recibe el nombre de Sahasrara, que quiere decir “multiplicado por mil” en
alusión a los pétalos del loto. Los pétalos florecen acumulando unas pautas sobre otras, como
fractales, y se inclinan como la flor del girasol para derramar el néctar del entendimiento sobre la
conciencia del ser. Cada pétalo perfecto es una mónada de inteligencia y todos juntos forman la
integración de una inteligencia divina que todo lo abarca: sensible, despierta, inmediata, infinita. Este
chakra abierto y equilibrado florece con la lucidez infinita en sus mil pétalos que son como antenas que
se extienden hacia dimensiones más altas.

Mediante la experiencia, cada uno construye en su mente una matriz personal de información. Cada
partícula de información que recibimos se incorpora en forma ordenada en esa matriz y la hace cada
vez más compleja y, luego, se convierte en nuestros sistemas personales de creencias y principios
ordenadores de nuestras vidas. Por ejemplo si estoy convencida de que hoy es mi día de suerte, será
más probable que se manifieste en sentido positivo. Si fracasamos reiteradamente y nos persuadimos
que eso significa que somos estúpidos; con el tiempo generaremos la convicción ser estúpido.

Trabajar sobre este chakra es examinar y dilatar nuestra conciencia. Lo hacemos al aumentar nuestro
banco de informaciones; al examinar nuestros sistemas de creencias, nuestra programación interna,
procurando eliminar del sistema operativo los “errores del programa”. Cuando este chakra funciona
correctamente y está vibrante, estamos abiertos a la ilimitada y abundante gracia de la inteligencia
universal; la vida se torna mística y espiritual, ya no luchamos; perdonamos; aceptamos que la vida es
efímera y permitimos que el cambio sea una metáfora del crecimiento. Las personas que viven de
acuerdo con la conciencia espiritual superior no suelen poner sus energías en las luchas de la vida, se
dedican a enseñar, a guiar y a inspirar a los demás a que se encuentren su propia magia y cultiven sus
propios dones. Estas personas advierten y experimentan la presencia de la guía Divina en todo lo que
hacen.

Este chakra nos abre a la luz del espíritu que permanece eternamente conectada con el origen.
Canaliza la energía del Yo Superior que nos guía y nos inspira en todo cuanto realizamos. La persona
debido a su alto grado de desarrollo de conciencia y a los triunfos que tiene en el mundo, se resiste con
frecuencia a desarrollar su conciencia espiritual. El egotista tiene un ego falso (cree que es su mayor
fuerza) separado del núcleo. Cree que sólo él es responsable por sus logros personales en la vida.

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Rechaza cualquier interés en la espiritualidad, esta convencido que todo se halla bajo su control. No
reconoce el poder o la presencia de nadie o de nada superior a sí mismo. Esta sumamente
atrincherado en el mundo material y desconocen fácilmente las emociones por ser un signo de
debilidad. Utilizan la fuerza bruta y la fuerza de voluntad para resolver sus asuntos. Para hacerse
dueño del arquetipo del Gurú se requiere un alto nivel de amor y una total aceptación de sí mismo. La
mayoría de las personas prefieren acercarse a un Gurú para que éste les ofrezca la iluminación sin
tener que realizar el trabajo interior que se requiere de ellos. Es necesario deshacernos de todo lo que
no sea el Yo y estar dispuesto a purificar el espíritu con amor y aceptación. Así somos uno con el
origen.

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