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Durante el siglo XIX , la contradanza era parte de la cultura criolla, lo cual hizo
que se convirtiera en «danza cubana». En 1842, de acuerdo con el sociólogo
José Luis Cerón, surgieron las primeras contradanzas cantadas, que luego se
convirtieron en las famosas habaneras.
A mediados del siglo XIX, muchos danzones cubanos llegaron a México gracias
a los puertos del Caribe y el Golfo. El primer danzón mexicano fue compuesto
por Juventino Rosas en 1883, titulado «Flores de Romana». De igual forma, las
primeras grabaciones datan de 1904 con «Danzones mexicanos» y «Danzones
veracruzanos». Estas grabaciones fueron realizadas por el compositor y director
de compañías bufo-cubanas Enrique Guerrero.
El danzón se escribe en dos por cuatro y consta de tres partes llamadas: Paseo
o introducción, un primer trío (de clarinete), segundo trío (de violines y un tercer
trío (de metales) de sabor muy popular con ritmo marcado y pegajoso. Pero lo
cierto es que el primer danzón llamado Las alturas de Simpson, se dio a conocer
de manera oficial en la noche del 1 de enero de 1879 en los salones del club de
Matanzas más tarde liceo artístico literario.
Aunque dicho baile se conocía extraoficialmente años atrás por el resto del
pueblo que lo conocía por las distintas giras que ofrecía la orquesta de Miguel
Faílde. Por una nieta de Miguel Faílde, Aurora Gómez Failde, se conoce donde
primero se ensayó e interpretó el danzón en la ciudad de Matanzas en la casa
de los Condes de Lunas en el año 1878. La Quinta Luna , como se conoce
radica en el callejón de Gumá entre San Gabriel y Capricho.
Fue Raimundo Valenzuela y más tarde su hermano Pablo los que dieron a
conocer la orquesta de Miguel Faílde en La Habana , por esa fecha se dieron a
conocer danzones de Miguelito como: A La Habana me voy, La Malagueña y
otros.
Salsa
Aunque no se puede definir un punto en concreto, se sabe que fue en Cuba. Fue
a lo largo del siglo XVII, cuando la música de los colonos españoles y franceses,
y la de los esclavos africanos, empezó a fusionarse dando lugar a una curiosa
mezcla de estilos musicales afrocaribeños que fueron evolucionando hasta
derivar en lo que hoy día conocemos como salsa. Esta fusión se extendió, con el
paso del tiempo, por toda América Latina y llegó a Estados Unidos a finales de
los años 60. Allí empezó a ganar popularidad, sobre todo en Nueva York, donde
se acumulaba un gran número de población latina emigrada después de la
Segunda Guerra Mundial.
esplendor. Cada vez son más las personas que quieren aprender a bailar este
ritmo, y es fácil encontrar locales y clubs donde se escucha y se baila salsa.
Características:
La característica principal del estilo cubano son los giros de las parejas de baile
alrededor de un foco o punto central común. La mujer generalmente no se suelta
del compañero, lo que les deja relativamente poco espacio libre para
interpretaciones propias en el baile.
La posición es igual que en los bailes caribeños como el merengue, Cha Cha
Cha y mambo. Los cuerpos se mantienen muy juntos y los brazos al estilo
tropical. En la salsa también se realiza el movimiento de caderas caribeño. Así,
cuando se mueve una pierna se flexiona dejándola libre de peso y se marca la
cadera de la pierna contraria que queda estirada y con todo el peso del cuerpo.
Pero a diferencia del mambo, en el último medio tiempo la pelvis no se para sino
que continúa moviéndose. De este modo, la pierna con la que dimos el último
paso se va cargando con el peso y estirando más lentamente (aquí se empieza
a flexionar la otra) al tiempo que se empieza a marcar su cadera. De todas
formas, no se marca ésta totalmente hasta que no se da el siguiente paso.