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Encima de una mesa había una silla rota, y a su lado un reloj cuyo péndulo estaba parado y en

el cual una araña había tejido su tela. Allí mismo había un armario apoyado de lado en la
pared, en cuyo interior se hallaba la plata, unas garrafitas y porcelanas. Sobre el escritorio,
cuyas incrustaciones de nácar se habían despegado por algunos sitios, formando unas rendijas
amarillas llenas de cola, había una multitud de objetos diversos: un montón de papeles
escritos con letra menuda bajo un pisapapeles de mármol que se había cubierto de verde y
que tenía un huevecito encima; un

Encima de una mesa había una silla rota, y a su lado un reloj cuyo péndulo estaba parado y en
el cual una araña había tejido su tela. Allí mismo había un armario apoyado de lado en la
pared, en cuyo interior se hallaba la plata, unas garrafitas y porcelanas. Sobre el escritorio

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