Universidad Uniagustiniana.

Escatología.
Doctor: Ashraf Abdelmalak.
Seminarista: Jhon Alexander Acuna Valencia.

El tratado de escatología expuesto por el papa emérito Benedicto XVI, busca aclarar,
profundizar y purificar las contradicciones que los mismos pensamientos en los siglos y la
historia han expuesto en las muchas corrientes teológicas y en los hombres; por tanto la
escatología se presenta en palabras del Benedicto XVI como: “doctrina de las
postrimerías1” mismas que han ocupado el último lugar en los tratados teológicos; con
claridad puede vislumbrarse que la escatología en la historia se ha visto profundamente
corrompida donde esta se ha convertido en una apostasía.

La muerte, el juicio, el purgatorio, el infierno y la gloria como temas de las postrimerías

son y hacen parte del núcleo del mensaje escatológico porque son la esencia misma del
Cristianismo como revelación definitiva sobre el destino y la dirección del hombre después
de la muerte, es claro que estos pensamientos desde el punto teológico, han sido sumamente
atacados unos por ateos y otros marxistas, otros por sus pensamientos progresistas, otros
con sus ideas motivadas en la destrucción del hombre y claro otros pensamientos nefastos
de política y liberación.

Las postrimerías deben exigir en el pensamiento del hombre el deseo por la búsqueda
insaciable de la verdad, los laicos y los ateos deben abrir el pensamiento a la imagen del
reino, no es posible pensar que todo lo que rodea al hombre es casa del azar, por tanto, el
cristianismo debe rescatar la visión escatológica del fin del tiempo, es posible que el
hombre no atienda a la palabra de su Señor: Yo estaré con ustedes has el fin de los tiempos,
y claro más aun cuando aquellos que llevaron el evangelio reconocieron a Jesús en la
fracción del pan.

La escatología es vista como la parte decisiva de la persona humana ante fin de su ciclo
natural sobre la tierra, ciclo que se acentúa en los actos mismos del hombre para con el
mundo, para muchos, el resultado presenta es la salida de Dios al encuentro de aquel que se

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Escatología La muerte y la vida eterne Pág. 17 (Joseph Ratzinger)
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Escatología.
Doctor: Ashraf Abdelmalak.
Seminarista: Jhon Alexander Acuna Valencia.

hace presente; encuentro que dependerá del resultado ante las obras
que este ha desempeñado en el paso por la tierra; serán sus obras lo
que radique la salvación o la condenación del alma es por ende que la escatología se enraíza
en: “La Salvación que la fe promete reduciéndose a la salvación del alma y a la felicidad
eterna2”.

Es claro que los términos salvación y felicidad expresan como tal un todo referido al
mundo perfilando con claridad que si el mundo se salva soy feliz; será entonces desde la
escatología donde se aprecie el cambio sustancial donde la salvación del alma genera
respectivamente la felicidad futura, misma que solo puede ser vista en la persona humana
como único acreedor.

¿Pero qué pasa ahora con la contraposición la salvación y la felicidad?

De este contraste surge la amargura que en la teología se considera como la condena a la no

felicidad humana y se reduce con toda claridad a espectro de lo que no se ha de vivir y
claro de lo que no ha de llegar; es por tanto que la escatología permite una visión lucida y
transparente de los que depara al hombre según su comportamiento y según sus ideales.

La escatología como rama última de la teología presenta la esperanza misma que le exige al
hombre un movimiento orientado a las virtudes, mismas que interpelan en relación con los
comportamientos que con él conviven; la mirada apocalíptica en lo que refiere a las
realidades últimas generan en el hombre la opción propia del buscar, la escatología es
consecuente al núcleo existencial del hombre, y claro a la orientación que se proyecta por
virtudes antes nombradas y por la formación hacia la orientación transparente del mensaje
propio de las religiones.

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Escatología La muerte y la vida eterne Pág. 26 (Joseph Ratzinger)
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Doctor: Ashraf Abdelmalak.
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He allí la mirada de aquel que conoce todo el contexto y la historia

del hombre , Cristo ha dirigido el reino del Padre ante nuestro
rostro, pero aunque los hombres no logran verlo con claridad, Él permanece fiel, a la espera
del reconocimiento del su reino entre nosotros, si bien la escatología tienen como fin
revelar lo que espera el hombre más haya, será el resultado de ella la visión beatífica de los
hombres quienes verán entre alegrías y gritos de júbilo el rostro de Dios Padre de Dios Hijo
y de Dios Espíritu Santo.

Bibliografía
Ratzinger, J. (2007). Escatología La muerte y la vida eterna. Barcelona : Herder.