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Valentina Shevchenko

Una campeona rusa con


corazón peruano
Nació en las montañas de Asia Central y vivió años en la selva del Amazonas,
pero se considera rusa. Le gusta el baile, el tiro y el surf, pero su verdadera
pasión son las artes marciales.
Por Hiroshi Yamamoto

Los kazak son una etnia guerrera del sur de Rusia que se caracterizaban por
ser grandes estrategas militares que infundían miedo y respeto ante sus pares,
sobre todo, por ese porte serio e imponente que transmitían tanto hombres
como mujeres. Valentina Shevchenko es descendiente de esta tribu guerrera,
característica que todos los peruanos podemos ver en cada una de sus peleas
en la UFC.
Nuestra campeona, porque así la consideramos los peruanos, hace poco
perdió el invicto ante la mexicana, Alexa Grasso, en su defensa por el cinturón
de peso mosca; sin embargo, no perdió la hidalguía de reconocer su derrota
ante Grasso por una mala patada giratoria que hizo que le ganarán la espalda y
posteriormente un mataleón. “Estaba ganando la pelea por todos lados, sin
duda. Y una situación estúpida puede cambiar todo el juego. Felicitaciones a
Alexa. Sé que soy más fuerte y si no fuera por esta patada giratoria, sería un
resultado diferente” lamentó.
Para Valentina, las artes marciales no son una disciplina más, son su estilo de
vida: las practica desde que tiene cinco años. Se inició en el taekwondo por
influencia de su madre y, poco a poco, fue probando suerte en otras disciplinas
como el kickboxing, valetodo y otras especialidades de estilo libre hasta
convertirse, con sólo 21 años, en toda una referente mundial.
La Bala, como es conocida debido a que también practica el deporte de tiro,
comenzó a dedicarse al boxeo tailandés en su país natal, Kirguistán. En la UFC
participa con nacionalidad de este país, aunque también tiene nacionalidad
rusa y peruana. Algunos de los títulos en boxeo tailandés los ganó bajo la
bandera de Rusia, cuando vivía en Sochi, pero según ella, su hogar está en
Perú.
En 2009, compitió por primera vez con la bandera de Perú en el hombro y ganó
10 campeonatos del mundo representando al país andino. "Perú es mi segunda
nación. He encontrado muchas cosas lindas aquí como la comida y la calidez
de su gente. Me gusta representarlos", afirma Shevchenko.

Perú, el dojo ideal


Generalmente los luchadores perfeccionan su técnica en Brasil o en Tailandia,
países donde existe una fuerte tradición de artes marciales, pero para
Shevchenko, Perú ha resultado ser un país perfecto para entrenar.
En Perú pudo encontrar tiempo para dedicarse a otra de sus grandes aficiones:
el baile. “Empecé a practicar el baile y las artes marciales casi al mismo tiempo.
Cerca de nuestra casa había un club de juventud y allí comencé a asistir a
bailes populares. Mi madre también iba conmigo”, contó hace algunos años
para un diario ruso.
Valentina no tiene grandes dificultades para compaginar su vida y su trabajo:
puede entrenar donde quiera, en la playa o una cabaña en medio de la selva.
He ahí la versatilidad que también se deja notar dentro del octágono.
En el mundo contemporáneo sigue siendo casi increíble que una chica guapa
pueda ser a la vez una importante luchadora de uno de los tipos de artes
marciales más duros que existen. Sin embargo, Valentina La Bala Shevchenko
ha fulminado por completo este mito.

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