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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0052/2012

Sucre, 5 de abril de 2012

SALA TERCERA
Magistrada Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de amparo constitucional

Expediente: 00022-2012-01-AAC
Departamento: Cochabamba

En revisión la Resolución de 18 de enero de 2012, cursante de fs. 25 a 27 vta.,


pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional, interpuesta por
Elsa Jimenez de Herbas contra Florentino Veizaga Hidalgo, dirigente de
la comunidad de Pampa Mamata, Tito Ferrufino Guillén, Presidente y
Gerardo Hinojosa Ayala, Cajero, ambos del Sistema del Servicio de
Agua Potable de Pampa Mamata.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

I.1.1. Hechos que motivan la acción

Por memorial presentado el 12 de enero de 2012, cursante de fs. 12 a 17, la


accionante manifestó que junto a su esposo, José Luis Herbas Ferrufino, son
propietarios de un inmueble ubicado en la comunidad de Pampa Mamata de la
provincia Esteban Arze del departamento de Cochabamba; lugar donde
constituyeron su hogar familiar y como miembros de la misma, cumplen con todas
sus obligaciones de afiliados, ingresando al sistema de agua potable como socios
activos, cancelando por el servicio de forma puntual, el consumo que emerge de la
lectura del medidor de agua instalado en su domicilio.

El dirigente Florentino Veizaga Hidalgo convocó a los habitantes de la comunidad a


una reunión a efectuarse el 3 de diciembre de 2011, en la que informó que los
terrenos tenían que ser saneados por el Instituto Nacional de Reforma Agraria
(INRA); entonces Ayda Claros miembro de la comunidad indicó, que el título de
propiedad que se otorga especifica “no transferible en letras pequeñas” y que
varios compañeros tienen documentos de propiedad y no necesitan de ese
procedimiento, causando descontento en la autoridad, quien salió de la reunión
acompañado de varios comunarios interrumpiendo el uso de la palabra; el hijo de
la accionante Derwin Herbas Jimenez, textualmente dijo: “Que clase de dirigente
es, él siempre habla de respeto y el es quien no respeta cuando las personas
hacen uso de la palabra y la gente como ignorantes se salen”, siendo desvirtuado
por gente de la Comunidad quienes señalaron que era una agresión verbal para el
dirigente. Posteriormente, sucedió otro incidente con la secretaria del dirigente,
supuestamente insultando a este último.

En la reunión convocada para el 17 de diciembre de 2011, Florentino Veizaga


Hidalgo expresó a los compañeros “si le van a hacer respetar o no” por las
supuestas críticas a su persona. Tito Ferrufino Guillen y Gerardo Hinojosa Ayala,
sentaron en acta la imposición de la sanción de corte de agua y multa de Bs500.-
(quinientos bolivianos), a causa de un terreno que la accionante cuidaba que
estaba en juicio con la suegra del referido dirigente; asimismo, le excluyeron de la
lista de afiliados argumentando ser enemiga de la comunidad. Sin escuchar su
pedido de no proceder al corte del servicio, se trasladaron los tres demandados a
su propiedad y en actitud arbitraria e ilegal, se llevaron su medidor, privándole del
servicio de agua potable, hechos cometidos en presencia de varios comunarios.

A pesar de sus súplicas de restitución de acceso irrestricto al agua potable, su


pedido fue negado rotundamente, utilizando como fundamento que esa sanción
fue impuesta por insultar a un dirigente. El 23 de diciembre del 2011, el dirigente
autorizó la conexión de agua potable sólo por las fiestas de fin de año -del 24 de
diciembre de 2011 al 1 de enero de 2012-; sin embargo el “Presidente de Agua
Potable” se negó, alegando que la comunidad estaba enojada. Al día siguiente se
le devolvió el medidor que conectó por cuenta y costo suyo.

El 2 de enero de 2012, hubo otra reunión en la cual el Presidente consultó a la


comunidad si la sanción impuesta debía cumplirse, a lo que la accionante se
mantuvo en silencio por miedo a represalias, el dirigente de la Comunidad Pampa
Mamata le propuso que haga los “machones de la sede de la comunidad”, y no
aceptando ese chantaje, se le cortó el servicio de agua potable por segunda vez
hasta la fecha, pero sin llevarse el medidor y asegurando el mismo con alambre,
amenazándola con cortarle por tres meses más si su esposo José Luis Herbas
Ferrufino, hablaba mal de la comunidad en Estados Unidos.

Florentino Veizaga Hidalgo, en calidad de autoridad arrastró en las ilegalidades


cometidas a los codemandados, olvidando su condición de autoridad y guía; los
actos de represalia cometidos por su persona, asumidos por los conflictos
suscitados con su suegra, no tienen justificativo alguno por ser arbitrarios e
ilegales.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

La accionante considera vulnerados sus derechos a la vida, a la salud y el acceso


irrestricto al agua potable, citando al efecto los arts. 15.I, 16.I y 18.I de la
Constitución Política del Estado (CPE).

I.1.3. Petitorio

Solicita conceder la acción planteada, disponiendo en Resolución: a) La


inmediata restitución del servicio de agua potable en su favor; b) El cese
inmediato de los actos cometidos por los denunciados; c) La remisión de
antecedentes al Ministerio Público para el inicio de proceso penal contra los
demandados por los hechos delictivos cometidos; y, d) La imposición de costas y
multas.

I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías

Celebrada la audiencia pública el 18 de enero de 2012, ante el Juez Mixto y de


Sentencia de Tarata de la provincia Esteban Arze del Tribunal Departamental de
Judicial de Cochabamba, según consta en el acta cursante de fs. 23 a 24, se
produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación de la acción

La abogada de la accionante se ratificó in extenso en los términos expuestos en


su memorial de interposición de la acción.

I.2.2. Informe de las autoridades y personas demandadas

Florentino Veizaga Hidalgo, en audiencia informó lo siguiente: “La comunidad en


conjunto habría actuado, los mismos que se encuentran presentes a fin de hacer
respetar a sus autoridades, y que el juicio sería contra toda la comunidad y no solo
con su persona”.

Por su parte, el codemandado, Gerardo Hinojosa Ayala, refirió que no estaba


presente en el corte del grifo, los dirigentes solamente obedecen a lo que dice la
comunidad, en su condición de Cajero sólo cobra; además, señala que la
accionante es problemática, mentirosa y que agredió verbalmente a los
dirigentes y a la comunidad, anteriormente -16 de octubre de 2011- le
sancionaron con el corte de agua por tres meses y que al constar en varias actas
las agresiones de la accionante, fue la razón por la cual se le cortó el servicio de
agua potable.

I.2.3. Resolución

El Juez Mixto y de Sentencia de Tarata, constituido en Juez de garantías,


mediante Resolución de 18 de enero de 2012, cursante de fs. 25 a 27 vta.,
concedió la acción de amparo constitucional, con el fundamento que, si bien el
sistema de servicio de agua potable de la comunidad de Pampa Mamata es
comunitario, no inhibe de que cuente con un Estatuto y Reglamento
correspondiente, que establezca las condiciones y causas, para sancionar al
usuario con el corte del servicio, que en ningún caso puede estar en discordancia
con lo que manda la Constitución Política del Estado, siendo un despropósito que
la comunidad representada por sus dirigentes, conforme a las diversas actas,
impongan sanciones inhumanas e irracionales, como el corte del servicio de agua
potable para consumo humano, que oscile entre tres y seis meses. Además, por
intermedio del “Cajero o Cobrador del Servicio”, de manera ilegal cobraron por el
servicio del mes de diciembre de 2011, sin considerar el corte del servicio y su
falta de suministro.

II. CONCLUSIONES

De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se


establece lo siguiente:
II.1. En el Libro de Actas 1 del Sindicato Agrario Pampa Mamata, se evidencia que
cursa el acta de posesión de 23 de octubre de 2010, haciendo referencia en
el punto 4, a Elsa “Jimenes” de Herbas “los comunarios fueron a cortar su
pileta para 3 meses” y previa disculpa pagó una multa de Bs100.- (cien
bolivianos), faltando un reintegro de Bs50.- (cincuenta bolivianos) (p. 72 del
Anexo).

II.2. Por acta de reunión de emergencia de 25 de marzo de 2011, consta que


en la comunidad de Pampa Mamata, se acostumbraba tomar la medida de
“corte de pileta definitivo” (p. 103 del Anexo).

II.3. En acta de reunión de fecha ilegible, por el contenido de la misma se


deduce que el 17 de enero de 2012, los comunarios siendo notificados con
la audiencia por el Juzgado, en el caso de Elsa Jimenez de Herbas,
acordaron asistir en respaldo de sus representantes (p.160 del Anexo).

II.4. En obrados se encuentra el certificado de matrimonio de José Luis Herbas


Ferrufino y Elsa Jimenez Nina, de 23 de febrero de 1990 (fs. 1 del
expediente), asimismo la existencia de minuta de transferencia de 7 de
noviembre de 2000, de un lote a favor de José Luis Herbas Ferrufino (fs. 4
y vta. del expediente).

II.5. Recibos de pago de consumo de agua de los meses de octubre y


noviembre, cancelados en fechas 15 de diciembre y 15 de noviembre de
2011 respectivamente (fs. 2 a 3 del expediente).

II.6. Cursan fotografías en las que se observa el cierre de la llave de paso de


agua, con la presencia de varias personas (fs. 7 a 10 del expediente).

II.7. Del informe prestado en audiencia por los demandados se colige que se
sancionó a la accionante con el corte del servicio de agua potable por
tres meses y que la comunidad en su conjunto habría participado es este
hecho (fs. 23 vta. a 24 del expediente).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

La accionante alega que se han vulnerado sus derechos a la vida, a la salud y el


acceso irrestricto al agua potable, por parte de los demandados que procedieron
ilegalmente a cortarle el servicio de agua potable e imponerle una multa, por
supuestas diferencias con el dirigente de la comunidad. En consecuencia,
corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.

III.1. Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional

La acción de amparo constitucional es una acción tutelar de carácter


extraordinario, cuya finalidad es la protección de los derechos
fundamentales de las personas, establecida en el art. 128 de la CPE,
procede: “…contra actos u omisiones ilegales o indebidas de los servidores
públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o
amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la
Constitución y la ley”.

Previamente a ingresar al análisis de la problemática planteada, cabe


aclarar que, conforme ha definido este Tribunal en su jurisprudencia, una
de las características inherentes a la naturaleza jurídica de la acción de
amparo constitucional es la subsidiaridad, lo que significa que esta vía
tutelar sólo se activa cuando la persona no tiene o no cuenta con ningún
otro recurso o vía legal para la reparación inmediata, efectiva e idónea de
sus derechos fundamentales o garantías constitucionales vulnerados por
actos u omisiones ilegales o indebidas, salvo que la restricción o supresión
de los derechos o garantías constitucionales ocasione un perjuicio
irremediable o irreparable, en cuyo caso, de manera excepcional, se activa
esta acción de defensa para otorgar una tutela efectiva e inmediata.

La jurisprudencia constitucional desarrollada en la SC 0327/2001-R de 16


de abril, estableció el carácter subsidiario de la acción de amparo
constitucional, señalando que: “… sólo puede ser interpuesto cuando
se han agotado todos los recursos o cuando el que franquea la Ley no
presta con inmediatez y efectividad la protección requerida ante
un daño inminente e irreparable…” (el resaltado y subrayado es
añadido).

El Tribunal Constitucional a través de la SC 1337/2003-R de 15 de


septiembre, sostuvo que la acción de amparo constitucional constituye un
instrumento subsidiario y supletorio “…en la protección de los derechos
fundamentales, subsidiario porque no es posible utilizarlo si es que
previamente no se agotó la vía ordinaria de defensa y supletorio porque
viene a reparar y reponer las deficiencias de esa vía ordinaria”.

Siguiendo con la citada Sentencia Constitucional, el Tribunal Constitucional


estableció reglas y sub reglas de improcedencia de la acción de amparo
constitucional por su carácter subsidiario, por el que no procederá cuando:
“1) las autoridades judiciales o administrativas no han tenido la posibilidad
de pronunciarse sobre un asunto porque la parte no ha utilizado un medio
de defensa ni ha planteado recurso alguno, así: a) cuando en su
oportunidad y en plazo legal no se planteó un recurso o medio de
impugnación y b) cuando no se utilizó un medio de defensa previsto en el
ordenamiento jurídico; y 2) las autoridades judiciales o administrativas
pudieron haber tenido o tienen la posibilidad de pronunciarse, porque la
parte utilizó recursos y medios de defensa, así: a) cuando se planteó el
recurso pero de manera incorrecta, que se daría en casos de
planteamientos extemporáneos o equivocados y b) cuando se utilizó un
medio de defensa útil y procedente para la defensa de un derecho, pero
en su trámite el mismo no se agotó, estando al momento de la
interposición y tramitación del amparo, pendiente de resolución. Ambos
casos, se excluyen de la excepción al principio de subsidiaridad,
que se da cuando la restricción o supresión de los derechos y
garantías constitucionales denunciados, ocasionen perjuicio
irremediable e irreparable, en cuya situación y de manera
excepcional, procede la tutela demandada, aún existan otros
medios de defensa y recursos pendientes de resolución”.

III.2. Amparo excepcional ante un perjuicio irremediable o irreparable


En la SC 0119/2003-R de 28 de enero, recordando la naturaleza jurídica
de la acción de amparo constitucional y su carácter subsidiario, se
estableció que a pesar de la existencia de otros medios o recursos legales,
procederá esta vía tutelar cuando exista el peligro de que los efectos de
las decisiones impugnadas sean irremediables e irreparables, indicando
que: “…la restricción o supresión de los derechos o garantías
constitucionales ocasione un perjuicio irremediable o irreparable, en cuyo
caso, de manera excepcional, se activa el Amparo Constitucional para
otorgar una tutela efectiva e inmediata que evite la consecuencia
irremediable.

(…)

existiendo el peligro de que los efectos de las decisiones impugnadas sean


irremediables o irreparables, este Tribunal considera aplicable la excepción
a la regla de la subsidiaridad…”.

El Tribunal Constitucional, en la SC 0651/2003-R de 13 de mayo, moduló


la jurisprudencia constitucional, precisando los casos y condiciones en los
que se activa esta acción de defensa por la vía de la excepción a la regla
de la subsidiariedad, estableciendo que:“…el principio de
subsidiariedad que el orden constitucional informa al recurso de
amparo constitucional, cede al principio de inmediatez en los
supuestos en que no existan otros medios o recursos idóneos o
eficaces para la protección de los derechos o garantías invocados
como restringidos, suprimidos o amenazados; esto determina que,
en los casos en que el agotamiento de las vías ordinarias
existentes se constituya en un obstáculo formal para acceder a la
protección con la inmediatez que el caso singular exige, en razón
a que la apertura posterior de la tutela resultaría irreparable por
tardía; atendiendo al fin de protección de la norma y a la eficacia que
reclama todo derecho o garantía fundamental; en tales supuestos no es
exigible el agotamiento de las vías ordinarias, abriéndose,
consecuentemente la jurisdicción constitucional para otorgar en su caso, la
tutela invocada, dado que, como lo ha establecido la jurisprudencia de
este Tribunal '[..] el amparo no sólo procede cuando no existe otra vía
legal para la tutela de los derechos conculcados, sino también, en los
casos en que aquella resulta ineficaz, por tardía, para proteger el derecho
fundamental conculcado o amenazado; asimismo, debe establecerse si el
recurrido o sujeto pasivo del amparo se encuentra por razones de hecho
en una clara situación de poder respecto al recurrente'" (SSCC
1010/2002-R, 0158/2001-R y 1017/2002-R), extremo aplicable al caso de
autos, en el que la accionante pese a sus reiteradas solicitudes de dejar
sin efecto la sanción de corte del servicio de agua potable, no
prosperaron, por lo que no existiendo un medio eficaz para la protección
de sus derechos, resultando esa vía de reclamo ineficaz, es aplicable al
caso el principio de inmediatez del amparo constitucional.

El Tribunal Constitucional a través de la SC 0864/2003-R de 25 de junio,


definió los alcances del daño irremediable, circunstancia a tomarse en
cuenta para otorgar excepcionalmente la tutela solicitada en la acción de
amparo constitucional, indicando que: “…la procedencia del amparo para
evitar un daño o perjuicio irremediable, lo que supone que de no
otorgarse la tutela al derecho o garantía constitucional vulnerados hay
inminencia de un mal irreversible, injustificado y grave, que coloque al
recurrente en un estado de necesidad, que justifica la urgencia de la
acción jurisdiccional, ya que de continuar las circunstancias de hecho en
que se encuentra el recurrente, es inminente e inevitable la destrucción de
un bien jurídicamente protegido, lo que exige una acción urgente para
otorgar la protección inmediata e impostergable por parte del Estado en
forma directa”.

En este sentido la SC 0559/2010-R de 12 de julio, flexibilizó los requisitos


para considerar la situación como medida de hecho, contenidos
en la SC 0148/2010-R de 17 de mayo, estableciendo que cuando se
produzca una amenaza, afectación o restricción al derecho al agua, por su
estrecha vinculación con el derecho a la vida, la salud y la dignidad
humana se presume un daño inminente e irreparable, por lo que a efectos
de viabilizar su tutela sólo se requiere que el afectado acredite
objetivamente el acto lesivo a producirse o que fuere consumado a través
del ejercicio de una medida o vía de hecho.

III.3. Derecho al agua: ejercicio individual y colectivo

Con relación al derecho al agua la Constitución Política del Estado lo ha


instituido como un derecho humano que tiene toda persona, de acceso
universal y equitativo a los servicios básicos lo que incluye el acceso al
agua potable (arts. 16.I, 20.I de la CPE).

El derecho al agua tiene una doble dimensión constitucional, tanto como


un derecho individual fundamental como un derecho colectivo
comunitario fundamentalísimo, que está reconocido en el texto
constitucional como en instrumentos internacionales, cuya tutela y
protección no debe responder a una visión antropocentrista y
excluyente; en este sentido por la naturaleza de este derecho en su
ejercicio individual, no puede arbitrariamente ser restringido o suprimido
mediante vías o medidas de hecho en su uso racional como bien escaso
por grupo social alguno -sea una comunidad campesina o sea una
colectividad diferente- ni tampoco por persona particular.

III.4. Los derechos a la vida y a la salud: alcances

El art. 15.I de la CPE, refiere que toda persona tiene derecho a la vida;
entendido éste como un derecho fundamental del cual emergen los demás
derechos y como: “…el derecho de toda persona al ser y a la existencia,
siendo su característica esencial la base para el ejercicio de los demás
derechos. Es decir, la vida misma es el presupuesto indispensable para
que haya titularidad de derechos y obligaciones. Es un derecho inalienable
de la persona que obliga al Estado en dos sentidos: su respeto y su
protección. La autoridad estatal está constitucionalmente impedida de
hacer cosa alguna que destruya o debilite el contenido esencial de esos
derechos, debiendo crear las condiciones indispensables para que tengan
cabal observancia y pleno cumplimiento” (SC 0653/2010-R de 19 de julio,
haciendo mención a la SC 1294/2004-R de 12 de agosto).

Por su parte el art. 18 de la CPE, señala el derecho a la salud como una


garantía que otorga el Estado a toda persona para que cuente con protección
y cuidado, desarrollado a través de la ya citada SC 0653/2010-R cuando
expresa: “…los arts. 35 al 44, de dicha norma Suprema Sección II 'La salud y
a la seguridad social' del Capítulo Quinto sobre los 'Derechos Sociales y
Económicos', Título Segundo 'Derechos Fundamentales y garantías', de la
Primera Parte de la 'Bases Fundamentales del Estado, Derechos, Deberes y
Garantías'. Derecho, sobre cuyo entendimiento este Tribunal en la SC
0026/2003-R de 8 de enero, estableció que: 'es el derecho en virtud del cual
la persona humana y los grupos sociales -especialmente la familia- como
titulares del mismo, pueden exigir de los órganos del Estado, en cuanto
sujetos pasivos, que establezcan las condiciones adecuadas para que
aquellos puedan alcanzar un estado óptimo de bienestar físico, mental y
social y garanticen el mantenimiento de esas condiciones. El derecho a la
salud no significa solamente el derecho a estar en contra de la enfermedad
sino el derecho a una existencia con calidad de vida'”.

III.5. El derecho al acceso al servicio básico de agua potable

En el actual orden constitucional el derecho al agua es considerado como


un derecho fundamental, tal cual se desprende del art. 16.I de la CPE,
cuando dispone que: "Toda persona tiene derecho al agua y a la
alimentación", por lo que el Estado reconoce y garantiza el ejercicio de
este derecho y del acceso universal y equitativo al servicio básico de
agua potable (art. 20.I de la CPE).

“El derecho al acceso a los servicios básicos de agua potable y electricidad


está reconocido y consagrado como derecho fundamental por el art. 20.I
de la CPE, dentro de los principios de universalidad y equidad; es decir,
que los servicios básicos como responsabilidad del Estado en todos los
niveles de gobierno de manera directa o mediante contratos con empresas
privadas como prevé el parágrafo II de la citada norma constitucional, no
deben ser restringidos en el acceso por motivos o causas más allá de las
previstas por las normas o procedimientos para tal efecto”; entendimiento
asumido en la SC 0071/2010-R de 3 de mayo.

III.6. Análisis del caso concreto

La accionante a través de su acción de amparo constitucional alega que


los demandados cortaron el suministro de agua potable en su domicilio
como sanción impuesta arbitrariamente; además, de la obligación del
pago de una multa, y pese a la inexistencia del servicio, procedieron al
cobro del mismo y no obstante, a que el dirigente autorizó la conexión
únicamente por las fiestas de fin de año, se procedió nuevamente a su
corte, alegando que tal situación se mantuvo hasta el momento de la
interposición de la acción de amparo constitucional.

De la revisión de los antecedentes de la presente acción de amparo


constitucional, se evidencia que pese a la inexistencia de un debido
proceso previo, se impuso a la accionante, que tiene su domicilio en la
comunidad de Pampa Mamata, una sanción consistente en el corte del
suministro de agua potable y la imposición de una multa.

Además, encontrándose cortado el servicio de suministro de agua potable


en el domicilio de la accionante como sanción, contradictoriamente se
siguió procediendo al cobro por concepto de consumo de agua potable,
dando lugar a una falta de correspondencia entre la prestación del servicio
y el pago por el suministro, aspecto que resulta inexplicable.

Es decir, el corte del suministro del servicio de agua potable, mediante


vías de hecho trajo en el presente caso como lógica consecuencia, la
vulneración del derecho fundamental al agua en su dimensión individual,
derecho que en el contexto del diseño constitucional es autónomo a los
derechos a la vida y a la salud por lo que per se puede tutelarse de
manera independiente, lo que no implica que de acuerdo al caso concreto
también pueda vulnerarse de manera conjunta a los derechos a la vida y a
la salud, invocados en la presente acción.
En este marco, respecto al derecho a la vida y a la salud, es necesario
aclarar que esta vía constitucional podría otorgar en el caso concreto la
tutela siempre y cuando la accionante hubiese generado alguna duda en
este Tribunal a través de algún medio de prueba que permita inferir que
su derecho a la vida o salud, fueron en su núcleo esencial efectivamente
amenazados, restringidos o suprimidos, aspecto que no sucede en el
presente caso, máxime si se considera el trascurso del tiempo en que se
encontraba privado del derecho de acceso al servicio básico de agua
potable, aspecto que hace inferir a este Tribunal que la accionante tenía
acceso al agua mediante otras vías de provisión; es decir, que incumplió
en este caso con la carga probatoria, tal como se estableció en reiterada
jurisprudencia constitucional, al señalar que: “...este Tribunal ha
establecido que la determinación del Tribunal de amparo debe obedecer a
la certidumbre sobre si en efecto se ha violado o amenazado un derecho
fundamental y/o garantía constitucional, por lo que es preciso que el
recurrente o agraviado, por una parte, aporte los elementos de prueba
suficientes en los que se acredite y demuestre la existencia del acto y/u
omisión denunciado de ilegal, y por otra, ese agraviado también debe
acreditar que en el supuesto acto y/u omisión es responsable la autoridad
o persona recurrida por haber tenido intervención y decisión” (SC
1651/2003-R de 17 de noviembre); aspecto que sin embargo, no impide
en este caso la tutela del derecho fundamental de acceso al servicio de
agua potable necesario además para el riego, el mantenimiento de
animales, entre otras actividades.

De manera que, con el corte del suministro de agua potable como una vía
de hecho, se restringe el derecho fundamental de acceso al servicio de
agua potable, en su modalidad de derecho fundamental individual, toda
vez que, el agua es el líquido elemento esencial para el desarrollo y
supervivencia humana, por lo que su suministro no puede estar
supeditado al conflicto que pudiera haber entre particulares.

Al haberse privado a la accionante del derecho fundamental de acceso al


servicio básico de agua potable, se lesionó este derecho, en consecuencia
la sanción impuesta provoca un daño irreparable, ante la cual, la justicia
constitucional a través de la acción de amparo constitucional se ve
impelida a otorgar tutela evitando así, se siga consumando la vulneración
de los derechos invocados.

Finalmente, referir que en este caso corresponde la imposición de costas


en el marco del art. 79.5 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional
(LTCP) por el tiempo que se privó de agua a la parte accionante, el
manejo discrecional de este servicio público en la población en la cual se
originó la acción tutelar, la constancia de reiteración de vías de hecho en
la referida población, la falta de consideración a la dignidad de la parte
accionante por el cobró de los meses que no se le brindó el servicio,
desconociéndose la dignidad que merece toda persona, incluso si en el
caso concreto existiese una condena o sanción, la misma no podría
consistir en la privación del líquido elemento, pese a ello debe aclararse
que, si la parte accionante considera pertinente la reparación de daños y
perjuicios, que incluya el daño emergente y el lucro cesante, al requerir
esta una etapa probatoria amplia en su caso, deberá acudir ante la
jurisdicción ordinaria civil.

En consecuencia el Juez de garantías al conceder la acción tutelar, ha actuado


correctamente.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera, en virtud de las


atribuciones que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional y el art.
12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, en revisión, resuelve:

1º CONCEDER la tutela solicitada, únicamente en cuanto al derecho


fundamental de acceso al servicio de agua potable, en su modalidad de
derecho fundamental individual.

2º Disponer la imposición de costas procesales a la parte demandada a ser


calificadas por el Juez de garantías, dejando sin efecto la multa impuesta por
esta autoridad, conforme se preciso en el ultimo párrafo del Fundamento
Jurídico III.6.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional

Fdo. Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez


MAGISTRADA

Fdo. Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños


MAGISTRADA

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