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Three witches but just one wyrd

Wikipedia, Street view y las distintas herramientas con las que cuenta Google parecen darnos
una perspectiva total del entorno globalizado que nos rodea; lo desconocido ya no causa
terror o angustia, sino que se obvia o ignora. Fue en estos lugares, a los cuales sólo la
imaginación podía llegar, donde nacieron las mitologías y el folklore que hoy nos conforman
culturalmente.
La enciclopedia libre define “bruja” de la manera más tautológica posible, como “persona
que practica la brujería”.1 Por otro lado, etimológicamente, witch deriva de wiċċa, término
con el que comparte núcleo semántico. 2
Las fuentes académicas e históricas sintetizan el término en torno a su persecución y
aludiendo a una figura femenina, la cual, rinde culto al diablo, celebra reuniones de índole
sexual con este, denominadas aquelarres; y gracias a ello puede procurar hechizos, pactos y
sacrificios.3
En la mitopoeia occidental actual se identifica con una anciana que vuela en una escoba,
posee poderes sobrenaturales y va ataviada con una túnica y un sombrero puntiagudo.
Consecuencia, probablemente, del éxito de los cuentos de los Hermanos Grimm y sus
adaptaciones.4
Sin embargo, cualquiera de estos acercamientos parece inverosímil a la hora de identificar el
perfil que le pudo servir a Shakespeare de inspiración. No obstante, si intentamos trazarlo
desde el materialismo histórico, parece que el término se refiere a una mujer habitante de un
núcleo rural, capaz de suplir a su comunidad con ciertos servicios o productos: abortivos,
enteógenos, cosméticos, etc; gracias a cierta tradición oral.5
Si bien estas figuras están rodeadas de misterio, lo que sí conocemos es el mito que
Shakespeare proyecta sobre ellas, las moiras. La reinterpretación de leyendas, mitología o
relatos históricos forma parte del marco estilístico de Shakespeare, es más, sus únicas tramas
originales son Sueño de una noche de verano y La tempestad, las cuales comparten elementos
y personajes propiamente feéricos.
Moiras para los aqueos, Parcas para los romanos o Nornas para los escandinavos; todos los
Europeos politeístas han gozado sufrido el devenir de su destino dependiendo de tres

1
(colaboradores de Wikipedia, 2023)
2
(wicca - Wiktionary, s. f.)
3
(Kramer & Sprenger, 2010)
4
(Wilhelm, 2015)
5
(Howe & Muñoz, 2016)
tejedoras ancianas. Es innegable la influencia y herencia cultural entre estos pueblos, aunque
cabe señalar la pervivencia del número tres y su intrínseco simbolismo antediluviano, la
perfección.
Comparten también su atribución individual, formando un juego de equivalencias entre sus
nombres; Cloto (Κλωθώ), Láquesis (Λάχεσιςlo) y Átropos (Ἄτροπος), y sus respectivas
alegorías; “lo que fue”, “lo que es” y “lo que será”.
Al contrario que otros personajes femeninos de la obra como Lady Macbeth, no encajan en
un arquetipo o tópico. Esta última actua como una femme fatale, tentando al héroe,
provocandole su ruina y desapareciendo en el climax de la fabula; mientras que Las Brujas
realizan la primera intervención, detonan la acción e inician la trama.

“¡Salud a ti, Macbeth! Serás un día rey.” [I.3.48]


“ningún parido por mujer podrá a Macbeth dañar.”[IV.1.80]
“jamás será Macbeth vencido hasta que el gran bosque de Bírnam al alto monte
Dunsinán no suba contra él.”[IV.1.91]6

Mediante estas tres intervenciones, sin ser una cifra casual, generan lo que los anglosajones
denominan “Wyrd”, sinónimo inter-idiomático de destino. Además, del dilema principal de la
obra, el cual orbita en torno al determinismo y su opuesto, el libre albedrío.
¿Es el destino de Macbeth inevitable? ¿O autoprovocado? ¿Es un héroe maldito? ¿O víctima
de su propia ambición? ¿Es el conocimiento la desdicha de Macbeth?¿Su ascenso y caída
hubiera sido distinto de no ser por esta intervención, por estas palabras?
En un análisis precipitado, se podría percibir el determinismo Shakesperiano cargado de un
carácter teológico, relegando el devenir de las personas en un ser o seres divinos. Akira
Kurosawa, en su adaptación Trono de sangre (蜘蛛巣城), se decanta por esta postura. En el
filme, se muestra a un onibaba (鬼婆), un demonio femenino, sentado en una rueca rodeado
de huesos hilando la telaraña que atrapa a Washizu, el samurai que alegoriza a Macbeth.
Sin embargo, si atendemos a la evolución del personaje mientras recorre las páginas del First
Folio, se aprecia que Macbeth no sigue un camino del héroe arquetípico, sino una trama de
desilusión, debido a que experimenta “Un profundo cambio en la visión del mundo, de
positiva a negativa”.7 El conocimiento y la posterior reflexión es la causa de este,
evidenciando un determinismo de corte epistémico.

6
(Shakespeare, 2018)
7
(Mckee, 2009)
Hamlet o el Edipo de Sófocles atraviesan estadios similares al conocer el destino fatal de sus
padres, aunque en este caso se refiera a un hecho ya acontecido. De esta manera, El Bardo
relaciona intrínsecamente el conocimiento con el sufrimiento. Es, sin lugar a dudas, una
visión pesimista de la condición humana, pues el logos (λóγος) es condición inherente del
ser.8

“Si quedara hecho ya cuando se hiciera, entonces


bien fuera hacerlo al punto. Si el asesinato
echara red a las consecuencias, y atrapara
su logro en su remate…, que ese golpe solo
pudiera ser el todo aquí y el fin de todo…
Pero aquí, desde esta orilla y escollos del tiempo,
hemos de saltar a la otra vida. (...)
No hallo espuela
que aguije los ijares de mi intento, más que
rampante ambición, que salta sobre sí misma
y cae sobre el otro.”[I.7.3]9

El soliloquio nos permite conocer las dudas del propio personaje y cómo sus acciones afectan
a su conciencia, lo que, a su vez, permite al espectador desarrollar empatía. Macbeth sería un
modelo de conducta horroroso; asesina a su rey mientras duerme, quien hace escasas horas le
había ofrecido un ascenso, a dos guardianes inocentes para hacerles cargar con la culpa, a su
mejor amigo, y culmina ordenando el fin de la familia de su contrincante. Sin embargo, es la
culpabilidad cristiana la que nos hace conectar y empatizar con este personaje, ya que la
mayoría del público se siente mal al pensar en hacer cosas malas.
Con el temor a sonar maniqueista y simplista, es conveniente matizar que todo el proceso
descrito anteriormente depende, en gran parte, de una pluma habilidosa e ingeniosa como fue
la de El Bardo. Por otro lado, podemos encontrar adaptaciones mediocres, como la de
Geoffrey Wright, y escritores que supieron trasladar esa profundidad, Terry Prachett.

8
(Heraclitus - Fragments, s. f.)
9
(Shakespeare, 2018)
Fuentes:
Campbell, J. (2013). El héroe de las mil caras (1.a ed.). Fondo de Cultura Económica.

Colaboradores de Wikipedia. (2023, 24 marzo). Bruja. Wikipedia, la enciclopedia libre.


https://es.wikipedia.org/wiki/Bruja
Grimm, J., & Grimm, W. (2020). Cuentos de los Hermanos Grimm: (colección completa y

revisada) (Spanish Edition). Independently published.

Heraclitus - Fragments. (s. f.). http://heraclitusfragments.com/files/ge.html

Howe, K., & Muñoz, M. C. (2016). El libro de las brujas: Casos de brujería en Inglaterra y

en las colonias norteamericanas (1582-1813) (Alba Clásica) (1.a ed.). Alba Editorial.

Kramer, H., & Sprenger, J. (2010). The Malleus Maleficarum of Kramer and Sprenger.

Kessinger Publishing.

Mckee, R. (2009). El Guion (rustico). Alba.

Shakespeare, W. (2018). Macbeth (Bilingual Edition) (Spanish Edition) (Bilingual). Penguin

Clasicos.

wicca - Wiktionary. (s. f.). https://en.wiktionary.org/wiki/wicca

Wilhelm, G. (2015). HERMANOS GRIMM COLECCIÓN FRACTALES. Mirlo.

Por Mateo Irurozqui Sicilia

Literatura Universal II

Grado en Literaturas Comparadas

Universidad de Granada

02-04-2023

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