4TA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

COR FAP BARAHONA, Carlos

LII PAM, Escuela Superior de Guerra Aérea

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MAG FAP (R) ________

Fecha de entrega: 09-04-2023

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Introducción

Para Schwab (2020), la humanidad en su conjunto es protagonista de una

revolución tecnológica sin precedentes que está alterando profundamente la forma
en que las personas viven, trabajan y se relacionan socialmente. El autor admite
que (aún) no sabe a ciencia cierta cómo se desarrollará esta dantesca
transformación como consecuencia de una vasta disrupción tecnológica, resultado
de la inminente cuarta revolución industrial (en adelante, 4RI). Sin embargo, una
cosa es evidente: la respuesta a estos cambios debe ser global y holística, e
implicar a todos los actores políticos mundiales, desde los sectores público y privado
hasta el mundo académico y la sociedad civil.

Gayozzo (2021), sostiene que los peligros que plantean las tecnologías del
siglo XXI pueden afectar directamente a todos los habitantes del planeta, este punto
de vista coincide con el de García e Iza (2021), quienes sostienen que la 4RI y la
revolución tecnológica que conlleva afectan a todos los sectores productivos
(agricultura, servicios, infraestructuras, administración, etc.) y a todos los estratos
sociales.

En este mundo globalizado, los conflictos bélicos que emergerían en un

futuro próximo pueden ser radicalmente distintos a lo que ya se conocen, la
tecnología y el armamento a emplear en estos conflictos pueden variar
completamente. Así, la seguridad y defensa nacional es un concepto
multidimensional, el cual considera las siguientes cuestiones: (i) dónde ocurre la
transformación (04 dimensiones: militar, económico, social y político), (ii) quién se
transforma (objetos de referencia: la estructura de la sociedad hasta el tuétano), (iii)
qué ocurre (expansión horizontal y vertical de la tecnología bélica) y, (iv) cómo
ocurre (redistribución de poder a partir de la innovación disruptiva) (Salazar-Acuña,
2020).

Finalmente, en el Perú no se han analizado las amenazas que representan

los sistemas autónomos, que reducen el costo de realizar un ataque y aumentan sus
capacidades, los ecosistemas digitales que provee el Internet de las Cosas, la
masificación de las armas militares de última generación, potenciadas con
tecnologías de impresión 3D, y las armas de destrucción masiva, como la biología
sintética, que aumentan el factor de riesgo en proporciones dantescas.
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Para De la Peña y Granados (2020), el estudio de las 04 dimensiones de la

seguridad nacional y la defensa, enmarcado en el contexto de la 4RI y la 5GW,
trataría de determinar: ¿Qué disrupciones surgen en cada dimensión de la
seguridad y defensa nacional como resultado de la transición de poder entre
diversos actores cuyas capacidades cambian?

Desarrollo

Este punto de vista coincide con Gayozzo (2021) cuando afirma que la 4RI ha
dado lugar no sólo a la 4GW, en la que la línea entre lo civil y lo militar se difumina,
sino también a la aparición de la 5GW, que puede caracterizarse como una
situación en la que no siempre se conoce al adversario, por lo que se clasifica como
una guerra incontrolada. Se requiere una convergencia integral de los planos
económico, científico, social y político para obtener la victoria; el aspecto militar
nunca volverá a ser el único, ni se limitará a sus medios, ya que el campo de batalla
se hace omnipresente y tanto las organizaciones como los individuos se convierten
en agentes potenciales promotores del conflicto, como sostiene el autor. Schwab
(2020), dijo que a medida que las armas autónomas o biológicas sean más fáciles
de emplear, las personas y los pequeños grupos se unirán cada vez más a las
naciones en su potencial para causar una enorme devastación, y que ésta es la
característica fundamental de la 5GW en un escenario 4RI.

Por lo tanto, la 4RI crea oportunidades para transformaciones tecnológicas

disruptivas que tendrían un impacto negativo en el sector de la defensa y la
seguridad nacional, que debe mitigarse rápida y radicalmente; esto exige una
respuesta rápida por parte de los Estados modernos, que sólo puede abordarse con
un enfoque integral, transversal y proactivo de la seguridad nacional y la defensa
(desafío sistémico), según sostuvo Arteaga (2018). Las nuevas tecnologías tienen
un profundo efecto en las cadenas de valor de las empresas establecidas (en
particular la industria bélica), lo que hace necesario que las naciones
contemporáneas unifiquen su política de seguridad nacional y defensa en cuatro
dimensiones: militar, económica, social y política, esta idea constituye una extensión
del pensamiento de De la Peña y Granados (2020).

Cisne negro: La política nacional y los ciudadanos peruanos son ajenos a los
efectos que las tecnologías 4RI tendrían en la dimensión de seguridad nacional y
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defensa del campo aeroespacial. Así, en este ensayo se ha realizado un análisis

multidimensional, integral, transversal y proactivo de la seguridad y defensa
nacional, por lo que la pregunta clave a responder es: ¿Cuáles son las implicancias
de la disrupción tecnológica causada por la 4RI en el sector aeroespacial en el
contexto de la dimensión seguridad nacional y defensa del Perú?

1. Sistemas autónomos

Los sistemas autónomos mejoran las capacidades actuales porque no

requieren la presencia física de un operador dentro del aparato, lo que reduce los
riesgos humanos, aumenta la precisión de los procedimientos y abarata los costes.
Así, los vehículos aéreos no tripulados (UAV) son utilizados ampliamente por
actores militares y no militares.

Esto se debe al desarrollo de sensores de recogida de datos, sistemas de

procesamiento de la información y avances en robótica. Los actores no militares,
como los insurgentes libios y sirios, los Peshmerga kurdos, Hamás, el ISIS y los
cárteles de la droga colombianos y mexicanos, se han visto animados por estas
características a emplear UAV en sus operaciones. Hezbolá en Líbano y Siria y el
ISIS en Irak, por ejemplo, han modificado UAV comerciales para disparar morteros y
realizar tareas de vigilancia (De la Peña & Granados, 2020).

Sin embargo, la interconexión y la omnipresencia de Internet que hace

posible el IoT1 mejoran enormemente las capacidades de vigilancia y control. Los
sensores de detección han mejorado en precisión y sencillez de comunicación, lo
que permite desplegarlos en lugares antes inaccesibles. El uso más común es la
vigilancia de fronteras, por su capacidad para detectar personas mediante sensores
ópticos y acústicos.

Como los datos siempre están ahí, el análisis instantáneo puede servir de
base para tomar decisiones. Sin embargo, la IA está transformando las agencias de
inteligencia al mejorar su capacidad para detectar movimientos sospechosos de
tropas cerca de las fronteras de un país, según Kaplan (citado por De la Peña y
Granados, 2020).

2. Masificación de artilugios bélicos

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red de dispositivos interconectados y la infraestructura subyacente que les permite intercambiar
datos con la nube y entre sí.
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Dado que es posible acceder a los materiales en menos tiempo y con menos
conocimientos previos, la impresión 3D amplía las capacidades actuales y genera
otras nuevas. No son necesarios ni el diseño ni la preparación de la producción;
basta con los insumos y el archivo digital. Esta tecnología permite la masificación
generalizada de artilugios bélicos a través de la proliferación horizontal, por la que
se copian los diseños de armas más avanzados y se distribuyen a actores no
militares; y, la proliferación vertical, por la que se obtienen elementos adicionales a
partir de existencias previamente poseídas.

Las pistolas y los fusiles de asalto son dos ejemplos de armas que pueden
fabricarse en serie de forma económica y rápida mediante impresión 3D (cuyos
archivos digitales pueden descargarse de diferentes sitios web). También está
disponible el plano del AK-47. Incluso puede imprimir su propia munición y otras
armas, según Kleinman (citado por De la Peña y Granados, 2020).

La mayor facilidad con la que se pueden fabricar componentes para motores

a reacción y misiles es sólo un ejemplo de cómo la impresión 3D supone un riesgo
para la seguridad. La tecnología también facilita la investigación y el desarrollo de
componentes para la producción de armas nucleares, químicas y biológicas de
destrucción masiva, y el hecho de que estas operaciones puedan mantenerse en
secreto no hace sino aumentar el peligro.

3. La 5GW en la 4RI

El punto de vista de Arteaga (2018), afirma que la revolución tecnológica es

promovida por la 4RI como ejemplo de una tendencia con distribución desigual (a
medida que aumentan los riesgos tecnológicos, disminuyen las oportunidades
tecnológicas). Sobre este enfoque Dantas (2021) sostenía que la disrupción
tecnológica provocada por la Cuarta Revolución Industrial (4RI) habría
desencadenado nuevos tipos de conflicto, dando lugar a cambios en el carácter de
la guerra (5GW) (que incluye guerras de guerrillas, guerras asimétricas, guerras
híbridas, etc., y cuyo elemento convergente sería la violencia extrema contra la
ciudadanía), y finalmente la llamada "guerra de quinta generación" (5GW), en la
que se utilizan todas las herramientas necesarias para derrotar al enemigo (sean
mortales o no, sean militares o no). Para Schwab (2020), la probabilidad y el
carácter de la guerra están profundamente influidos por la 4RI, que tiene efectos de
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gran alcance sobre la seguridad y la defensa nacionales. El autor sostiene que

ahora es imposible distinguir entre un estado de conflicto latente y un estado de
relativa calma, entre un combatiente y un no combatiente, e incluso entre un estado
de violencia y un estado de no violencia (como la ciberguerra).

Para Qureshi (citado por Gayozzo, 2021), la 5GW es esencialmente una

guerra de información y percepciones, una especie de guerra cultural y moral cuyo
campo de batalla sería el ciberespacio (la nube) y los medios de comunicación, cuyo
propósito es distorsionar la percepción de los ciudadanos y la desinformación
masiva sin desencadenar la violencia directa, y tratar de sustituir a los líderes
políticos. Finalmente, es imperativo que el gobierno peruano, los líderes políticos y
los ciudadanos despiertos comprendan el 5GW y sus manifestaciones, que podrían
incluir la ciberguerra (ataques informáticos con impacto en ecosistemas físico-
digitales), el bioterrorismo casero (ataques a la salud o a la biodiversidad), los deep
fakes (orientación sistematizada de la opinión pública por redes sociales y falsas
narrativas) u otras formas aún desconocidas. ¿Cómo afecta la tecnología a cada
una de las partes de la seguridad nacional y militar como consecuencia de la 4RI?
Para regular, vigilar y proteger con éxito el espacio aéreo de la nación, ésta es una
condición previa necesaria para iniciar los procedimientos de transformación
institucional.

Conclusiones

En primer lugar, en un futuro no muy lejano, las operaciones aeroespaciales

serán realizadas por máquinas, mientras que los humanos las controlarán desde
ubicaciones remotas y seguras; las tripulaciones aéreas tal y como las concebimos
serán cosa del pasado. En segundo lugar, el uso masivo de datos y sistemas de
inteligencia artificial (IA) significa que aumentará la precisión, lo que es
especialmente importante en el contexto de la seguridad nacional y la defensa de
Perú. Así pues, en un entorno global que incluya 5GW, quien controle la tecnología
corre el riesgo de convertirse en adversario.

En tercer lugar, a medida que se implementen gradualmente sistemas

autónomos de y semiautónomos IA, la vigilancia y el control del espacio aéreo
ampliarían las capacidades actuales de las FAP. Sin embargo, la tecnología también
permite a otros actores potencialmente enemigos (militares o no militares) utilizar las
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vulnerabilidades existentes en los sistemas para llevar a cabo ataques. La 5GW en

la 4RI será socialmente disruptiva, omnipresente (los "combatientes" podrán
coordinarse desde varias zonas del globo a la vez), y autogenerada (la internet
permitirá la autogeneración de armas autónomas o virus artesanales o
manufacturados).

Dado que estas preocupaciones no son tenidas en cuenta dentro de las

políticas del Estado peruano que definen las directrices generales que guían las
acciones del mismo a largo plazo para lograr el bienestar de la población y el
desarrollo sostenible del país, es imperativo que el gobierno actual tome verdadera
conciencia de las implicaciones que la disrupción tecnológica por la consecuente
4RI tiene sobre la seguridad y defensa nacional. Debido a estos factores, se sugiere
encarecidamente que las instituciones públicas, con el fin de mantenerse al día con
las nuevas disrupciones tecnológicas, y el sector privado, donde la 4RI ya ha
comenzado, inicien inmediatamente los procedimientos de desarrollo y
modernización digital. Del mismo modo, la FAP debería aumentar su presupuesto y
contratar más personal cualificado para que pueda llevar a cabo sus funciones
institucionales y asumir esta 4RI participando activamente en el desarrollo
tecnológico y la innovación disruptiva a través de proyectos de inversión, como está
haciendo el Centro de Desarrollo de Proyectos de la FAP en este momento.

Referencias

Arteaga, F. (2018). La cuarta revolución industrial ( 4RI ): un enfoque de seguridad

nacional. Real Instituto elcano, 34.
http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano_es/contenido?
WCM_GLOBAL_CONTEXT=/elcano/elcano_es/zonas_es/dt12-2018-arteaga-
cuarta-revolucion-industrial-enfoque-seguridad-nacional
Dantas Carrera, M. J. (2021). ¿QUÉ ARMAS Y MUNICIONES GANARÁN LAS
NUEVAS GUERRAS? (pp. 959–969). https://desarrolloydefensa.blogspot.com
De la Peña, N., & Granados, O. (2020, marzo 1). Cuarta revolución industrial:
implicaciones en la seguridad internacional. Oasis, 33, 49–73.
https://doi.org/10.18601/16577558.n33.05
García Oropeza, A., & Iza Berasaluce, J. (2021). DE LA REVOLUCIÓN
INDUSTRIAL A LA REVOLUCIÓN DIGITAL HACIA UNA AGENDA DIGITAL
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PARA MÉXICO (Instituto).

Gayozzo, P. (2021). Guerra de quinta generación en la Cuarta Revolución Industrial.
Futuro Hoy, 2(1), 31–34. https://doi.org/10.52749/FH.V2I1.9
Salazar-Acuña, E. (2020). Indicador económico para la evaluación de la gestión
municipal de los residuos valorizables en Costa Rica. Revista de Ciencias
Ambientales, 54(1), 1–15. https://doi.org/10.15359/RCA.54-1.1
Schwab, K. (2020). La Cuarta Revolución Industrial *. FUTURO HOY, 1, 6–10.
https://doi.org/10.52749/fh.v1i1.1