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Este documento introduce el tema de la racionalidad del derecho penal y cómo los ordenamientos legales deben ser válidos, legítimos y comprensibles para los sujetos a los que van dirigidos. Explica que el modelo de racionalidad debe garantizar el orden social, definir la responsabilidad por conductas dañinas y neutralizar dichas conductas a través del control penal. Además, desarrollará el tema utilizando los principios derivados del marco constitucional, que protege los bienes importantes de acuerdo a los intereses nacionales, y del marco
Este documento introduce el tema de la racionalidad del derecho penal y cómo los ordenamientos legales deben ser válidos, legítimos y comprensibles para los sujetos a los que van dirigidos. Explica que el modelo de racionalidad debe garantizar el orden social, definir la responsabilidad por conductas dañinas y neutralizar dichas conductas a través del control penal. Además, desarrollará el tema utilizando los principios derivados del marco constitucional, que protege los bienes importantes de acuerdo a los intereses nacionales, y del marco
Este documento introduce el tema de la racionalidad del derecho penal y cómo los ordenamientos legales deben ser válidos, legítimos y comprensibles para los sujetos a los que van dirigidos. Explica que el modelo de racionalidad debe garantizar el orden social, definir la responsabilidad por conductas dañinas y neutralizar dichas conductas a través del control penal. Además, desarrollará el tema utilizando los principios derivados del marco constitucional, que protege los bienes importantes de acuerdo a los intereses nacionales, y del marco
En la presente actividad la cual se funda en la racionalidad del derecho penal la cual
sabemos que es una presuposición fundamental de nuestra forma de vida, de manera tal que si bien, se requiere que los ordenamientos legales y previsiones jurídicas sean válidamente aceptables en el ámbito legal, porque reúnen los requisitos formales y de fondo, de legitimidad y legalidad, es necesario que sean también admisibles por los sujetos a los que van dirigidas, para lo cual se precisa que sean congruentes con conductas verificadas en el mundo real y tengan un componente lógico que las vuelva admisibles y comprensibles en un orden preestablecido, válido para un conglomerado humano, a fin de evitar subjetividades o inclinaciones partidarias, y que pueda ser constatable su contenido a través de un juicio de razón, de forma tal que pueda distinguirse lo bueno o malo que pueda contener (juicio moral), así como lo verdadero o falso (juicio de verosimilitud), derivado de presupuestos consensuados sobre esos términos. Así, el modelo de racionalidad debe asegurarnos una respuesta a las tres decisiones básicas de la política criminal: cómo garantizar el orden social, qué cualidades esenciales deben concurrir para hacer responsable de una conducta dañosa y cómo neutralizar tal conducta a través del control penal. De tal manera desarrollaremos la presente actividad utilizando los principios derivados del marco constitucional que lo podemos definir como un principio que protege los bienes que consideramos importantes de acuerdo a nuestros intereses, aspiraciones y objetivos nacionales, lo que da permanencia y confirmación al propio sistema constitucional desde abajo hasta arriba, lo que genera orden y estabilidad económica, política y social; y el principio del marco convencional que sabemos que se puede definir como una la herramienta que permite a los Estados concretar la obligación de garantía de los derechos humanos en el ámbito interno, a través de la verificación de la conformidad de las normas y prácticas nacionales, con la Convención Americana de los Derechos Humanos y su jurisprudencia.