Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
P RO V I N C I A D E B U E N O S A I R E S
INSTRUCCIONES
INIciales Y FINALES
jurados
La frase “más allá de duda razonable” constituye una parte muy importante de nuestro
sistema de justicia penal. Se los recuerdo: una duda razonable es aquella que tendría
cualquier persona prudente que, frente a una de las decisiones más importantes, hace una
pausa y reflexiona sobre los hechos presentados como verdaderos antes de confiar y actuar
en consecuencia. Una duda razonable no es una mera duda posible, inverosímil, forzada o
imaginaria. Ni basada en piedad o prejuicio. Es una duda basada en la razón y en el sentido
común. Tengan en cuenta que ustedes no estuvieron en el lugar, por eso, al no conocer por
sus sentidos directamente los hechos, no pueden tener una certeza absoluta sobre los
mismos. La certeza absoluta es imposible de alcanzar. La duda razonable es aquella que se
basa en las pruebas, en la falta de pruebas o en la contradicción de las pruebas. No es
suficiente con que ustedes crean o intuyan que el imputado es culpable. Deben estar
convencidos más allá de duda razonable de la culpabilidad del acusado para rendir un
veredicto de culpabilidad. Resulta casi imposible probar un hecho con certeza absoluta o
matemática. No se exige que el fiscal así lo haga. La certeza absoluta es un estándar de
prueba que es imposible de alcanzar. Sin embargo, el principio de prueba más allá de duda
razonable es lo más cercano a la certeza absoluta. Es mucho más que un simple balance de
probabilidades. Pero si luego de una serena e imparcial consideración de toda la prueba del
juicio, siguiendo el sentido común, la lógica y la experiencia, ustedes pueden sostener la
culpabilidad del acusado más allá de toda duda razonable deben emitir un veredicto de
culpabilidad. Por el contrario, de existir una duda razonable, deben emitir un veredicto de
no culpabilidad.
No forman parte de la evidencia la acusación formulada por el fiscal, los alegatos de los
abogados al comienzo o al final de este juicio, tampoco nada de lo que yo, el fiscal o el
defensor hayamos manifestado durante el desarrollo de esta audiencia de debate.
En ocasiones, uno de los abogados objetó una pregunta que efectuó el otro, esto no es
prueba, como tampoco lo es lo que yo decidí respecto de esa objeción.
Cualquier cosa que hayan visto u oído dentro o fuera de la sala del juicio de terceras
personas que no fueron ni testigos ni peritos, no constituye prueba. Estas terceras personas
no conocen el caso o incluso, conociéndolo pueden tener un interés concreto en la
obtención de un resultado determinado.
Insisto, sólo constituye prueba lo dicho por los testigos, los peritos, la evidencia material y
documental exhibida durante el juicio y las estipulaciones que acordaron las partes.
Reglas básicas para la valoración de la prueba (Mar del Plata, Causa nro. 4560):
A fin de tomar una decisión sobre los hechos del caso, ustedes deben considerar, con
cuidado y con una mente abierta, la totalidad de las pruebas rendidas en la audiencia de
debate.
Debo recordarles que ustedes, como jueces de los hechos, tienen el deber de decidir cuáles
son los hechos que deben tenerse por probados, teniendo en cuenta todas las pruebas que
vieron y escucharon en este juicio. No pueden considerar ninguna prueba más que esa.
Decidir los hechos que ocurrieron en este caso es su tarea y no la mía. Por lo tanto, ignoren
si yo (por algún involuntario error) llego a hacer y/o decir algo que los haga pensar que
prefiero un veredicto por sobre otro.
Las pruebas son:
1.-Las estipulaciones que acordaron las partes y que señalé al comienzo de la audiencia de
debate.
2.-Lo que declaró cada testigo y/o cada perito, bajo juramento de decir la verdad,
respondiendo a las preguntas que le formularon los abogados, pero las preguntas no son
prueba.
3.-Las evidencias físicas y/o los documentos que las partes presentaron y que el tribunal
admitió como válidas.
4.-Las declaraciones prestadas por el imputado durante la investigación y que fueron
íntegramente leídas por Secretaría, teniendo en cuenta que el mismo no prestó juramento
de decir la verdad y que constituyen su acto de defensa material.
Ustedes son quienes deciden qué prueba es creíble y qué prueba no lo es. Pueden encontrar
algunas evidencias más o menos confiables que otras. Depende exclusivamente de ustedes
qué tanto creerán y confiarán en el testimonio de cualquiera de los testigos o de los peritos.
No existe una fórmula para esto. Tampoco se les reclama que razonen como abogados,
005
porque no lo son y la Constitución así lo quiere en este caso. Deben pensar y resolver bajo
las reglas de la lógica, la experiencia y el sentido común.
No obstante, les voy a indicar algunas pautas que pueden facilitar su labor para precisar la
credibilidad de los testimonios. Éstas son:
1.- La oportunidad y la habilidad del testigo para ver, escuchar o conocer los asuntos sobre
los que está declarando.
2.- La calidad de la memoria que tiene respecto de los asuntos sobre los que está declarando.
3.- Si el testigo tiene algún motivo de parcialidad o prejuicio.
4.- Cuán razonable es el testimonio prestado al considerarlo respecto de otras evidencias.
5.- Si tiene o tuvo algún tipo de relación con el imputado o la víctima.
6.- Si el testigo tuvo oportunidad de apreciar, bajo la directa acción de sus sentidos, los
hechos sobre los que declara, o si llegaron a su conocimiento por intermedio de terceras
personas. Y en su caso, si las partes -acusación y defensa- tuvieron la oportunidad de ejercer
el derecho a interrogar a esas terceras personas.
Del mismo modo, les voy a indicar algunas pautas para valorar la credibilidad de los
testimonios de los peritos:
1.- Los títulos habilitantes en la materia.
2.- La experiencia profesional.
3.- La razonabilidad del testimonio.
4.- La consistencia del testimonio considerado con relación al resto de la prueba creíble de
este caso.
Caso: homicidio por violencia intrafamiliar calificado por el vínculo (Quilmes, Caso: Acosta,
M. B.):
Hay homicidio cuando una persona le quita la vida a otra. Para encontrar a la persona
acusada, la fiscalía debió probar que la persona imputada era la concubina, pareja,
conviviente o ex conviviente y mató a la víctima con intención. Por intención se entiende la
decisión voluntaria de matar a otra persona, o bien, la ejecución de una acción que se sabe
que puede producir la muerte e igualmente se realiza consintiendo el resultado. La intención
de matar debe estar presente al momento de ocasionar la muerte. La cuestión de la
intención de matar a otro es una cuestión de hecho a ser determinada por uds. a través de
la prueba.
-Homicidio doblemente agravado por el vínculo de pareja mantenido con la víctima y por
el uso de arma fuego, con emoción violenta (Azul, Causa: Tapia, J. M.):
Asimismo, en determinados supuestos de homicidio (incluyendo la hipótesis del caso), la ley
establece una circunstancia de hecho atenuante cuando mediare "emoción violenta" que
reduce también la pena.
Es su función como jurados establecer si estas circunstancias se verifican en el caso, de modo
separado, luego de haber afirmado la declaración de "culpable" con relación a la
intervención de XXX en el delito homicidio.
En este caso se le imputa al acusado el delito de dar muerte intencionalmente a un ser
humano encontrándose en un estado de emoción violenta, que las circunstancias hicieran
excusable, conforme lo dice expresamente la ley.
007
Para tener por probado el delito de homicidio en estado de emoción violenta, la fiscalía debe
probar más allá de duda razonable, los siguientes cuatro (4) elementos de este delito:
1) AAA está muerta.
2) La muerte fue causada por la acción criminal del acusado.
3) Existió un homicidio intencional de AAA.
4) XXX se hallaba en estado de emoción violenta.
“Emoción violenta” se refiere a una reacción violenta, irreflexiva, pasional, repentina e
inmediata, causada por una provocación adecuada, que tiene la consecuencia de que una
persona prudente y razonable pierda el equilibrio y control de sí misma. Es un acto
intencional e ilegal que causa la muerte a la víctima, bien porque es quien provoca, o porque
otro lo hace en su nombre.
Hay emoción violenta cuando el acusado:
1) Dio muerte intencionalmente a un ser humano.
2) El acusado estaba sujeto a una provocación suficiente para causar que perdiera el
equilibrio emocional.
3) Al momento de causar la muerte, el acusado estaba en un estado irreflexivo y fuera de sí.
Si después de analizar cuidadosamente toda la prueba presentada y admitida y de
conformidad con las instrucciones que les he impartido, ustedes están convencidos que el
Ministerio Fiscal ha probado más allá de duda razonable que el acusado cometió los hechos
que se la imputan, deberán rendir un veredicto de culpabilidad atenuada por emoción
violenta.
4) Que ese particular estado psíquico era excusable. Será excusable cuando esa situación
psíquica haya sido generada por un estímulo externo, que en el curso ordinario de los
acontecimientos, haga altamente probable que se genere esa particular respuesta
emocional.
Finalmente, deben tener por acreditado que XXX, al momento del hecho, actuó bajo esa
condición emocional, es decir, que debe existir una concurrencia temporal entre el estado
emocional y el momento en que ocurrió el hecho.
De tener por acreditados todos estos elementos, deberán responder afirmativamente a esta
pregunta adicional, votando por "culpable por homicidio agravado por el uso de arma de
fuego atenuado por emoción violenta".
-Homicidio doblemente agravado por el vínculo de pareja mantenido con la víctima y por
el uso de arma fuego, circunstancias extraordinarias de atenuación (Azul, Causa: Tapia, J.
M.):
008
b) que la relación de pareja entre la víctima y el acusado había ingresado en un declive tanto
personal como individual, económico y afectivo, notándose la progresiva degradación del
vínculo, hasta extremos inusuales. Ejemplos de esto pueden ser: la violencia, el maltrato, la
agresión física, verbal o psíquica que llevaron al extremo de la desnaturalización total del
vínculo;
c) la actitud de la víctima, como ser sus amenazas, ímpetu de ira, sus condiciones
psicopáticas, el maltrato, acoso, persecución y/o agresión hacia el acusado o hacia su familia,
así como el abuso de drogas o alcohol;
d) cualquier otra circunstancia extraordinaria que se presente en el caso concreto y que, a
juicio del Jurado, racionalmente deba atenuar la pena del homicidio agravado por el vínculo.
Uds. deberán considerar que “las circunstancias que hacen excusable la emoción violenta”
comprenden la existencia de una causa que es a la vez, eficiente y externa al agresor.
Deberán considerar por “causa eficiente para provocar una emoción violenta” a un estímulo
con importancia tal que permita apreciar a la conducta del agresor como algo entendible,
por contener un motivo moralmente relevante o trascendental.
(OTRA VERSIÓN SOBRE LEGITIMA DEFENSA, Quilmes, Caso: Corrales, J. M.): Que haya
existido una agresión ilegítima hacia el señor XXX. Esto ocurre cuando hubiere sido agredido
físicamente o atacado sin ninguna razón válida que justifique el ataque. Además debe
tratarse de una agresión que el señor XXX no estaba obligado a soportar, y que debe
producirse en el mismo momento en el que el señor XXX se defendió, No es posible
defenderse cuando la agresión ilegítima ya ha terminado y la situación de peligro ha
desaparecido. Es muy importante considerar que el peligro debe existir en el mismo
momento en que se lleva a cabo el acto de defensa. b) Además el acto de defensa debe ser
necesario. Como la ley autoriza a causar un daño para defenderse, también exige que el acto
de defensa se presente como el único medio útil para hacer cesar la agresión que se sufre.
Si quien se defiende estaba en condiciones de frenar el ataque que sufría por medio de un
acto menos grave, que causara un daño menor; entonces deberá recurrir a ese acto menos
grave, para encontrarse amparado por la legítima defensa. La ley no le exige a quien se
defienda que huya o se esconda para ponerse a salvo, aunque si puede hacerlo para evitar
la agresión, será un acto menos grave y deberá elegirlo. Cuando no pueda frenar el ataque
con un acto que provoque daños menores, la ley entonces lo autoriza a causar el daño
necesario para defenderse eficazmente. Por otra parte, el acto de defensa debe ser racional.
Esto quiere decir que debe existir una razonabilidad entre el daño que se causa y el que se
evita con la defensa. Esto significa que debe ser proporcional el daño que causa, con el que
se protege con el acto defensa. No es posible hacer cesar una agresión mínima con la
causación de un daño muy grave. e) Finalmente lo que la ley exige es que quien se ha
defendido, en este caso el señor XXX, no haya provocado la agresión que sufrió. La agresión
inicial debe haber sido ajena al comportamiento del señor XXX, quien no debe haber
realizado ningún acto capaz de provocar la agresión que recibió. Si ustedes luego de analizar
la prueba del juicio y tener en cuenta las instrucciones que les he impartido entendieran que
012
el señor XXX ha realizado su acción cumpliendo estos tres requisitos que les acabo de
explicar, deben dictar un veredicto de no culpabilidad y no deben continuar analizando las
opciones que siguen.
que vaya más allá del necesario para defenderse. Y el medio escogido por quien se defiende
debe ser PROPORCIONAL al tipo de ataque que existió y que no provocó.
No se tiene que haber causado un daño más grande que el necesario para defenderse, o sea,
para impedir o evitar el daño proveniente de los agresores. Es necesario que XXX -en caso
de entender que fue ilegítimamente agredido por AAA- no haya tenido a su alcance ningún
otro medio de evitar o impedir el ataque más que provocándole la herida mortal que
finalmente condujo al fallecimiento de la víctima.
Habrá que considerar entonces, la gravedad del ataque, la naturaleza e importancia de los
bienes jurídicos de XXX que estaban en juego (su vida, su salud y sus bienes materiales), las
condiciones personales tanto de éste como de sus presuntos agresores, la naturaleza del
medio empleado en la presunta defensa, y que éste hubiera sido apropiado con relación al
tipo o gravedad del ataque.
En definitiva, deberán decidir si XXX no causó más daño que el necesario para impedir o
evitar el daño que creyó que la víctima le iba a producir. O sea, que XXX no haya tenido
razonablemente ningún otro medio para evitar el ataque más que actuando de la manera
que lo hizo. Y no me refiero a que haya estado obligado a huir, a esconderse, o a abandonar
el sitio para ponerse a salvo de su agresor, sino que puede permanecer en dicho sitio y
defenderse. El daño ocasionado tiene que ser en proporción con la inminencia y magnitud
del daño original que se intentaba evitar o impedir.
C) Que NO HAYA PROVOCACIÓN SUFICIENTE de quien se defiende. Es decir, que XXX no haya
provocado a sus supuestos agresores, para luego tener que defenderse. Pues en caso de que
XXX hubiera provocado la agresión de AAA, incitándolo, irritándolo o estimulándolo para
que esa tarde se presentara en su domicilio y quisiera ingresar al mismo, perdería su derecho
a defenderse.
Cuando los instruí acerca del Homicidio Simple (que es lo que reclaman la fiscalía y el
particular damnificado) les dije que la parte acusadora está obligada a probar la culpabilidad
del acusado más allá de toda duda razonable. En cambio, el imputado XXX no está obligado
a probar la defensa propia más allá de duda razonable, por lo que bastará en este caso que
la prueba en apoyo de esta postura, valorada con el resto de las evidencias, lleve a la mente
de ustedes una duda razonable acerca de si el acusado actuó en defensa propia para que
exista el deber de darle el beneficio de esa duda a XXX, y entonces deberán emitir
VEREDICTO DE NO CULPABILIDAD por haber cometido un homicidio en Legítima Defensa.
-Homicidio en grado de tentativa agravado por el uso de arma de fuego (Quilmes, Caso:
Corrales, J. M.):
El art. 79 del código penal prevé el delito de homicidio que consiste en la acción de matar a
otro. Para que se configure el delito, ustedes deberán analizar si se dan los presupuestos
que ahora les voy a explicar: a) Si el señor XXX tuvo la intención de causar la muerte de AAA.
014
Como resulta imposible saber cuál ha sido el pensamiento del señor XXX al realizar la acción,
deberán observar el comportamiento del señor XXX, y determinar -utilizando el sentido
común- si razonablemente XXX tuvo el conocimiento y la intención de que se produjera la
muerte del señor AAA o aceptó que la muerte se podía producir. b) Si el señor XXX realizó
una conducta que era capaz de provocar la muerte de AAA. c) Si los daños en la salud que el
señor AAA sufrió, fueron consecuencia directa de la acción del señor XXX. Si consideran
probadas estas cuestiones, entonces el delito que deben atribuir es el de homicidio simple.
2. Si consideran que es ésta la figura aplicable deberán tener en cuenta que el intento de
cometer un delito se encuentra penado por el art. 42 del C.P .En nuestra legislación el
intento de cometer un delito está penado. No es necesario para recibir una pena que el
autor del delito haya logrado su propósito. Existen etapas anteriores a la producción del
resultado, que también merecen una pena, aunque menor. Para considerar que el delito ha
quedado en grado de tentativa, ustedes deberán ver si se dan las condiciones que ahora les
voy a explicar. A) En primer lugar deberán ver si se probó que el señor XXX tenía intenciones
de causar la muerte de AAA. Si demostró de alguna manera, con dichos o actitudes que
quería cometer el delito. B) Si comenzó a realizar actos con la finalidad de lograr su
propósito. Para esto deberán tener en cuenta si efectuó algo real, actos externos, más allá
de simples dichos. No alcanza para acusar a alguien que haya realizado manifestaciones
respecto a la intención de cometer un delito es necesario que esa intención se transforme
en hechos, en conductas, en acciones, que demuestren que ha comenzado a cometer el
delito. c) y por el último deberán analizar si el resultado buscado por el señor XXX, que no
se produjo fue por razones ajenas a él. En concreto deberán ver si el resultado no se produjo
porque el señor XXX no quiso continuar con la realización del delito, o si no se produjo
porque alguna circunstancia o intervención de otras personas, frustraron su plan.
En relación al art. 41 bis del código penal, esa norma establece que cuando alguno de los
delitos del código penal se cometa con violencia o intimidación contra las personas,
empleando un arma de fuego, la pena que corresponda se aumentará tanto en el mínimo
como en el máximo. Cuando el delito se comete utilizando un arma de fuego, la pena a
aplicar resulta más grave, por la sola circunstancia de haberse utilizado un arma de fuego.
Entonces si ustedes tuvieran por probado que en el suceso de este juicio se empleó un arma
de fuego como medio para violentar o intimidar a la víctima, deberán contemplar que debe
aplicarse el art, 41 bis del código penal.
2- Que las heridas de AAA fueron causadas por la acción de XXX, con un arma blanca de
grandes dimensiones y una cuerda que ata a su muñeca. Esto también está probado ya que
de la misma forma que para el punto anterior, se ha llegado a un acuerdo con la Defensa y
el Imputado en cuanto no es necesario probarlo y así debe ser tenido por ustedes.
3.- Que ha existido intención de matar en la acción criminal desplegada por XXX.
4.- El Motivo que tuviere o pudiere haber tenido el autor, NO es un elemento del delito de
homicidio, con lo cual, la Fiscalía no está obligada a probar su existencia y origen, ya que una
persona puede ser encontrada culpable de un delito sea cual fuere su motivo, o aún sin
tenerlo, o bien ser encontrada no culpable aun teniendo un motivo para cometerlo.
En este caso, se le imputa al acusado la comisión del delito de homicidio simple en grado de
tentativa. Comete el delito de homicidio simple en tentativa quien intenta matar a otro, con
intención de causarlo, pero no lo logra por razones ajenas a su voluntad. Sabe lo que hace,
quiere hacerlo y quiere que se produzca el resultado muerte, pero por acciones de otras
personas (médicos) no pudo lograr lo que quería.
“Intención de causar la muerte” es el propósito o voluntad de causar la muerte a un ser
humano y se manifiesta cuando:
1) realizando un acto voluntariamente dirigido a ocasionar la muerte;
2) realizando acto voluntario cuyo resultado natural o casi seguro es causar la muerte;
3) o cuando se realiza el acto a conciencia y con el pleno conocimiento de que implica riesgo
considerable y no permitido de causar la muerte.
La intención de causar la muerte puede manifestarse por:
1) actos realizados con intención, voluntad o propósito de causar la muerte;
2) actos realizados con intención o propósito, que tienen la consecuencia natural de causar
la muerte de una persona;
3) cuando los actos se realizan voluntariamente con el conocimiento cabal de que se pone
en serio riesgo la vida humana.
El propósito del autor es matar. La existencia de la intención de matar a otro es una cuestión
de hecho que debe ser determinada exclusivamente por ustedes y corresponde a la Fiscalía
probar más allá de toda duda razonable, la existencia de esa intención. Para probar la
existencia de intención de matar en la acción del imputado sobre la víctima, no es obligatorio
establecerlo por prueba directa sino que se les permite a los miembros del Jurado inferir o
deducir esa intención de quitar la vida a partir de la prueba que se presente.
Esa deducción debe partir de hechos o prueba surgidos de la audiencia. Si ustedes estiman
que se ha probado ese hecho, la ley les autoriza, pero no les obliga, a interpretar que hubo
intención de matar.
016
Sera suficiente prueba de la intención de matar a otro si de las circunstancias del homicidio
y la conducta del acusado, los convencen más allá de toda duda razonable de la existencia
de intención de matar a otro en el momento del homicidio.
La huida o fuga inexplicada, el hacer manifestaciones engañosas o falsas y hasta la supresión
de prueba, son circunstancias que, de entender ustedes que han sido probadas, podrán ser
consideradas como indicio, en algún grado, de un sentimiento de culpabilidad, pero ella, de
por sí sola, no es suficiente para establecerla.
La muerte se considera intencional o voluntariamente causada cuando ha sido realizada por
una conducta dirigida voluntariamente a ejecutarla o, cuando es una consecuencia natural
de la conducta voluntaria del acusado.-
Para considerar que un sujeto es autor de homicidio, ustedes deben tener por acreditado
que el mismo tuvo en sus manos la decisión y la posibilidad de ejecutar el hecho por el cual
se lo acusa.
Para que exista tentativa de un delito, la Fiscalía debe demostrar:
-El acusado tenía la intención de cometer el delito;
-El acusado realizó acciones claramente dirigidas a cometer el delito y que las mismas eran
las adecuadas;
-El delito no se consumó por circunstancias ajenas a la voluntad del acusado. El resultado no
se produjo tal como el acusado quería por motivos ajenos a su voluntad
En la acción desplegada, deben verificar que había una falta de peligro para el autor y que
no permitía a la víctima defenderse.
comprobado que AAA sufrió lesiones o no las sufrió, porque en el caso de que no tengan
ustedes por comprobado que AAA padeció lesiones a causa del hecho imputado por la
Fiscalía, entonces deberán declararlo NO CULPABLE. Pueden llegar a sus propias
conclusiones sobre la existencia o ausencia de estos requisitos que les he mencionado. Si
después de analizar cuidadosamente toda la prueba admitida y de conformidad con estas
instrucciones, ustedes están convencidos de que se ha probado más allá de duda razonable,
que el acusado incurrió en esta acción culposa (lesiones culposas), deberán rendir un
veredicto de culpabilidad por lesiones culposas.
-Lesiones gravísimas agravadas por el uso de arma (Quilmes, Caso: Corrales, J. M.):
Tendrán que analizar si se encuentra probado que el señor XXX quiso causar un daño en el
cuerpo o en la salud de AAA, para lo cual empleó un arma de fuego. Además nuestra ley
distingue las lesiones teniendo en cuenta el daño en el cuerpo o en la salud que se ha
causado. En este caso en particular, el señor Fiscal sostuvo que el señor AAA perdió su
capacidad para expresarse por medio de la palabra, y en ese supuesto la ley considera que
las lesiones son gravísimas.
019
hacerlo y quiere que se produzca el resultado muerte. Se agrava si el que comete el delito
utiliza un arma de fuego.
“Intención de causar la muerte” es el propósito o voluntad de causar la muerte a un ser
humano y se manifiesta cuando:
1) realizando un acto voluntariamente dirigido a ocasionar la muerte;
2) realizando acto voluntario cuyo resultado natural o casi seguro es causar la muerte;
3) o cuando se realiza el acto a conciencia y con el pleno conocimiento de que implica riesgo
considerable y no permitido de causar la muerte.
El querer causar la muerte puede manifestarse por:
1) actos realizados con intención, voluntad o propósito de causar la muerte;
2) actos realizados con intención o propósito, que tienen la consecuencia natural de causar
la muerte de una persona;
3) cuando los actos se realizan voluntariamente con el conocimiento cabal de que se pone
en serio riesgo la vida humana.
El propósito del autor es matar. La existencia de la intención de matar a otro es una cuestión
de hecho que debe ser determinada exclusivamente por ustedes y corresponde a la Fiscalía
probar más allá de toda duda razonable, la existencia de esa intención. Para probar la
existencia de intención de matar en la acción del imputado sobre la víctima, no es obligatorio
establecerlo por prueba directa sino que se les permite a los miembros del Jurado inferir o
deducir esa intención de quitar la vida a partir de la prueba que se presente.
Esa deducción debe partir de hechos o prueba surgidos de la audiencia. Si ustedes estiman
que se ha probado ese hecho, la ley les autoriza, pero no les obliga, a inferir que hubo
intención de matar.
Sera suficiente prueba de la intención de matar a otro si de las circunstancias del homicidio
y la conducta del acusado, los convencen más allá de toda duda razonable de la existencia
de intención de matar a otro en el momento del homicidio.
La huida o fuga inexplicada, el hacer manifestaciones engañosas o falsas y hasta la supresión
de prueba, son circunstancias que, de entender ustedes que han sido probadas, podrán ser
consideradas como indicio, en algún grado, de un sentimiento de culpabilidad, pero ella, de
por sí sola, no es suficiente para establecerla.
La muerte se considera intencional o voluntariamente causada cuando ha sido realizada por
una conducta dirigida voluntariamente a ejecutarla o, cuando es una consecuencia natural
de la conducta voluntaria del acusado.
Para considerar que un sujeto es autor de homicidio, ustedes deben tener por acreditado
que el mismo tuvo en sus manos la decisión y la posibilidad de ejecutar el hecho por el cual
se lo acusa.
021
El artículo 35 del Código Penal establece que: “El que hubiere excedido los límites impuesto
por la ley, por la autoridad o por la necesidad será castigado con la pena fijada para el delito
por culpa o imprudencia.” Es decir que si ustedes consideran que Castillo, en las condiciones
en las que se hallaba, pudo emplear un medio menos ofensivo pero igualmente eficaz para
repeler la agresión así deberán considerarlo y deberán declararlo culpable de homicidio con
exceso en la legítima defensa.
acepto como una eventualidad, incluso como una eventualidad nefasta. Pero al momento
de actuar, es aquella finalidad inicial (la de llevar adelante la acción pese a todo) la que en
definitiva escojo por sobre lo demás. A no confundirse aquí: por supuesto que si la persona
conociera que el resultado fatal se produciría inevitablemente con su acción, optaría muy
probablemente por no haber actuado. Pero eso es con el resultado puesto (con el diario del
lunes podría decirse), cosa que no sucede de ordinario cuando una actúa en la vida diaria,
en la que no se conoce el futuro. Tal vez un ejemplo de la vida diaria que no involucra la
realización de un delito pero sí la causación de un mal a terceros ayude a comprender el
concepto. Salvando las distancias, pongamos el caso de padre de familia apostador, que
decide jugar su sueldo entero en una sola ficha a la ruleta en el casino, al nro. 5. Por supuesto
que la intención de este sujeto es ganar con su apuesta. Es su deseo, su anhelo y cree
fervientemente en su suerte. Pero a la vez, conoce y sabe que el perder es una probabilidad
muy seria (las posibilidades en contra son 35 a 1). También sabe que esa posibilidad generará
un mal muy considerable a toda su familia. No obstante, se decide a jugar y apuesta su ficha.
Al hacerlo, pone en marcha la situación de riesgo, asumiendo y consintiendo, aceptando
eventualmente el posible resultado negativo que pudiera luego ocurrir. Luego, el resultado
negativo, efectivamente sucede porque sale el nro. 24. Salvando las distancias, bien dije
porque en el apostador lo que se pierde es el patrimonio con el que provee al sustento
familiar, mientras que en la comisión de un delito como éste, lo que se pierde es la vida de
una tercera persona. Lo que debe tenerse por probado aquí es que el autor previó la muerte
de una persona y no obstante, ejecutó o continuó con su acción a sabiendas de que la
eventualidad podía concretarse. Que se previó como seriamente probable la eventual
muerte de una persona y se consintió tal resultado. Claro que no como algo bueno, ni como
algo deseable. Se lo hace en última instancia sí, como algo sacrificable. Sé que algo malo
para un tercero puede suceder, sé que pongo con mi acción todas las condiciones de riesgo
para que suceda, pero doy prioridad a mi voluntad de actuar. Planteado el tema de la
intencionalidad en tales términos, me resta destacar que tanto la intención directa de matar
a otro (dolo directo), como incluso la intención como aceptación de la eventualidad (dolo
eventual) son dos posibilidades de intención que conducen cualquiera de ellas al mismo
resultado: el delito de homicidio que imputa la Fiscalía como delito principal. Y que
cualquiera de estos dos aspectos (la intención directa o la intención como aceptación de la
eventualidad), son cuestiones de hecho a ser determinada por ustedes a través de la prueba.
Pueden llegar a sus propias conclusiones sobre la existencia o ausencia de intención de
matar a otro (aún respecto del consentimiento de la eventualidad de matar). Corresponde
a la Fiscalía probar más allá de duda razonable, la existencia de la intención de matar a otro
(o su aceptación como eventualidad). Siendo la intención un estado mental, la Fiscalía no
está obligada a establecerlo con prueba directa. Se les permite a ustedes, inferir o deducir
dicha intención a partir de la prueba presentada. Será suficiente prueba de la intención de
matar a otro, si las circunstancias de cada acción y la conducta del acusado los convencen
más allá de toda duda razonable, de la existencia de esa intención al momento del hecho. 2)
La acción debe ser considerada por Uds., como idónea o apta para causar el resultado
buscado. Es decir, que aquella intención vino acompañada por una conducta y por medios
025
aptos para causarle la muerte a alguien (no por medios fantasiosos o ridículos, como querer
matar a alguien echándole una maldición). Particularmente en este caso, debe probarse que
el medio utilizado fue un arma de fuego (cuestión que ya ha sido convenida por las partes,
como se vió). 3) Se debe tener por probado finalmente que este resultado ha sido
efectivamente logrado en este caso, habiéndose producido efectivamente la muerte de
Carlos Adrián González como consecuencia directa de la acción emprendida, cual fue la
utilización de un arma de fuego (cuestión que también ya ha sido convenida por las partes,).
En estos dos últimos aspectos, recuerden que las partes han arribado a un acuerdo
probatorio por el cual establece –sin posibilidad de discusión- que la muerte de Carlos Adrián
González se produjo por una herida de arma de fuego.
-Homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía (San Isidro, Causa nro. 4629):
Según lo define la ley es quien matare a otro que se encuentre desprevenido o en estado de
indefensión y que el agresor haya actuado sin riesgo. Es decir, el dar muerte a alguien en un
determinado momento buscado por el agresor, y cuando la víctima está desprevenida e
indefensa. Tiene que estar presente una verdadera intención de MATAR, el propósito
directo del autor es matar. El autor tiene que estar consciente de que la muerte es una
consecuencia natural de su acto, es decir que el sujeto se representa el hecho delictivo, o
sea cuando el autor sabe que su conducta implica una muy alta probabilidad de producir la
muerte de un ser humano. El autor está consciente que su conducta pone en riesgo la vida
humana.
026
-Robo calificado por el uso de arma de fuego (San Isidro, Causa nro. 2918):
La ley determina que cuando alguno de los delitos previstos en el Código Penal es cometido
mediante el empleo de arma de fuego, las penas del delito se verán aumentadas (art. 166
inc. 2º, párrafo 2º del Código penal).
Por tratarse de cuestiones de hecho que deben ser decididas por el jurado y ser probadas
más allá de toda duda razonable por la Fiscalía, corresponde a ustedes determinar conforme
la prueba rendida en el juicio si el delito de ROBO CALIFICADO POR EL USO DE ARMA DE
FUEGO fue perpetrado o no por XXX, conforme las instrucciones que les impartiré: la Fiscalía
le imputa al acusado haber cometido el delito de robo mediante el empleo de un arma de
fuego. Una persona es culpable del delito de robo agravado por el empleo de un arma de
fuego cuando en la comisión de tal delito, se usa o se amenaza con el arma de fuego, que
027
debe ser apta para el disparo, situación que ha quedado estipulada y aceptada por las partes.
"Arma de fuego" significa cualquier arma, sin importar el nombre por el cual se conozca, sea
capaz de lanzar munición o municiones, por la explosión o deflagración de la pólvora.
El jurado deberá tener en cuenta si ha sido probado que el Sr. AAA era el propietario del
auto. Que BBB ha participado junto a XXX, en la sustracción violenta del automóvil de AAA,
no debiendo tener en cuenta para el caso, el secuestro del automotor en la Capital Federal.
-Homicidio calificado por el vínculo matrimonial (San Isidro, Causa nro. 14.344):
El homicidio calificado por el vínculo matrimonial está previsto como delito en el artículo 80,
inciso 1 del Código Penal, y consiste en la acción de una persona de matar a su cónyuge o a
su ex cónyuge, es decir, quitarle la vida a su esposo/a, o a su ex esposo/sa, según el caso.
Para emitir un veredicto de culpabilidad, uds. deberán estar convencidos que han sido
probadas más allá de toda duda razonable, las siguientes 4 premisas:
1. Que AAA está muerta.
2. Que su muerte se produjo como consecuencia de una acción voluntaria ejecutada por el
acusado.
3. Que al tiempo del hecho, AAA y el acusado estaban o habían estado unidos en
matrimonio.
4. Que al tiempo del hecho, el acusado sabía que AAA era su esposa o ex esposa.
Uds. deberán considerar que una “acción voluntaria” comprende tanto a toda conducta
realizada con el conocimiento y la intención de dar muerte a otra persona; como a toda
conducta intencional de la que razonablemente pueda esperarse que cause la muerte de
otra persona.
Deberán considera como “intención” e “intencional”, al acto que se realiza a sabiendas,
deliberadamente.
-Homicidio calificado por tratarse de un femicidio (San Isidro, Causa nro. 14.344):
El femicidio está previsto como delito en el art. 80, inc. 11 del Código Penal, y consiste en la
acción de un hombre de matar a una mujer, habiendo mediado violencia de género.
Deberán considerar que “violencia de género”, comprende cualquier acción o conducta
contra la mujer basada en una relación desigual de poder, que le cause la muerte, daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico, tanto en el ámbito público como en el privado, que
tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier relación interpersonal,
ya sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio que la mujer.
Homicidio agravado por la condición de policía de la víctima (San Martín, Causa nro. 3503):
Hay homicidio cuando una persona le quita la vida a otro. El homicidio puede cometerse con
o sin intención. Por intención se entiende la decisión voluntaria de matar a otra persona o
bien, la ejecución de una acción que se sabe que puede producir la muerte e igualmente se
realiza consintiendo el resultado. La intención de matar debe estar presente al momento de
ocasionar la muerte.
La cuestión de la intención de matar a otro es una cuestión de hecho a ser determinada por
ustedes a través de la prueba.
Pueden llegar a sus propias conclusiones sobre la existencia o ausencia de intención de
matar a otro. Corresponde a la Fiscalía probar más allá de duda razonable la existencia de la
intención de matar a otro.
Siendo la intención un estado mental, la Fiscalía no está obligada a establecerlo con prueba
directa. Se les permite a ustedes, inferir o deducir dicha intención a partir de la prueba
presentada.
Será suficiente prueba de la intención de matar a otro si las circunstancias del homicidio y la
conducta del acusado los convencen más allá de toda duda razonable de la existencia de esa
intención al momento del homicidio.
032
Homicidio agravado por la relación de pareja existente (San Martín, Causa nro. 4399):
Lo que Uds. deben analizar, son los siguientes elementos, y si los mismos se encuentran
probados en el caso. Estos elementos pueden ser divididos en dos. Unos que hacen al
homicidio propiamente dicho. Y los otros, que hacen a la especial calidad de la persona
víctima del hecho.
Respecto del Homicidio: 1) Que el autor llevó a cabo esta acción, con la intención indudable
de quitarle la vida a la víctima. Por intención en este caso se entiende la decisión voluntaria
de matar a otra persona. La intención de matar debe estar presente al momento de actuar.
El elemento de “intención” significa necesariamente que el autor sabía que el resultado se
produciría con la acción emprendida y además, quería y buscaba que se produjera el
resultado delictivo.
Pueden llegar a sus propias conclusiones sobre la existencia o ausencia de intención de
matar a otro. Corresponde a la Fiscalía probar más allá de duda razonable, la existencia de
la intención de matar a otro. Siendo la intención un estado mental, la Fiscalía no está
obligada a establecerlo con prueba directa. Se les permite a ustedes, inferir o deducir dicha
intención a partir de la prueba presentada. Será suficiente prueba de la intención de matar
a otro, si las circunstancias de la acción y la conducta del acusado los convencen más allá de
toda duda razonable de la existencia de esa intención al momento del hecho. 2) La acción
debe ser considerada por Uds, como idónea o apta para causar el resultado buscado. Es
decir, que aquella intención vino acompañada por una conducta y por medios aptos para
causarle la muerte a alguien (no por medios fantasiosos o ridículos, como querer matar a
alguien echándole una maldición). 3) Se debe tener por probado finalmente que este
resultado ha sido efectivamente logrado en este caso, habiéndose producido efectivamente
la muerte de AAA como consecuencia directa de la acción emprendida.
Respecto del vínculo del autor con la víctima: Se debe tener por probado que el autor tenía
-o había tenido- una relación de pareja con la víctima de su ataque, en el caso, con AAA, sin
que sea necesario acreditar que ambos convivieran o hubiesen convivido, pero sí que
aquella relación de pareja hubiera perdurado por un tiempo prudencial para ser considerada
estable.
Relación de pareja será aquella a la que Uds. consideren como tal en el medio social en el
que se desenvuelven. Claro que siempre en el marco mínimo de una unión de dos personas
mediante un vínculo sentimental de carácter amoroso y como se dijo con cierta duración
prudencial tal para considerarla como estable. Excluyendo de tal manera las relaciones,
aunque íntimas, que fueran esporádicas o circunstanciales, como también las que no
033
superan el vínculo de la amistad. Pueden Uds. tomar como referencia que lo que ha hecho
la ley al establecer esta novedosa agravante, es colocar a las parejas, con y sin convivencia,
en un mismo plano de protección que a los cónyuges, es decir de aquellos legalmente
casados.
-Homicidio simple y estado de emoción violenta (San Martín, Causa nro. 4399):
La emoción violenta contemplada por la ley como un atenuante de la culpabilidad del
acusado, se refiere a una reacción violenta, irreflexiva, pasional, repentina e inmediata,
causada por una provocación adecuada a esa reacción, que tiene como consecuencia que
una persona prudente y razonable pierda el equilibrio y control de sí misma. Siempre y
cuando además, aquello que causa aquel estado emocional, le sea excusable. Es decir que
haga para cualquiera de nosotros comprensible el estallido emocional. Lo que aquí sucede
es que el sujeto sufre una fuerte o intensa crisis en su ánimo, una violenta emoción, que si
bien no le afecta su situación de conciencia, hace que los frenos con los que contamos todas
las personas naturalmente para detenernos cuando nos surge actuar impulsivamente,
queden debilitados (si se perdieran del todo, estaríamos ante una situación de
inconsciencia). Aquí el autor no tiene el pleno dominio de sus acciones. Esto es lo primero
que se debe considerar probado: que el sujeto, presa de aquella emoción, vio sus frenos
inhibitorios debilitados y por ello, le fue extremadamente difícil contener el impulso. Lo
segundo que exige la ley, es que aquellas circunstancias que generaron la emoción, hicieran
excusable su aparición. Es decir, aquella causa externa al autor, debe resultarle razonable al
hombre medio de nuestra sociedad, como causa generadora de la emoción. A Uds., las
circunstancias que motivaron el estado emocional, les deben resultar en cierta medida
proporcionadas, como desencadenante, a la reacción. Porque por supuesto, que aquí debe
evitarse premiar con este atenuante particular a los intemperantes, a los violentos, a los
pasionales o a los hiperemotivos.
sujeto. Estas son circunstancias que pudieron suceder paralela o previamente al hecho que,
sin hacer comprensible la acción homicida, provocan en el autor una disminución de su
culpabilidad. Y es que, así como el legislador decidió a incrementar las penas del homicidio
simple cuando el hecho ocurre entre ascendientes, descendientes, cónyuges y parejas,
teniendo en consideración aquellos fuertes vínculos y la especial asistencia, respeto y
protección que deben darse unos a otros, en algunos casos pueden existir determinadas
circunstancias dadas entre estos mismos protagonistas que desdibujen de alguna manera
aquellos vínculos ideales, como para que entonces pierda sentido aquella agravación,
volviendo entonces la pena a la del homicidio simple. Sin que los ejemplos cristalicen el
universo de posibilidades, podría darse los casos de un padre abusador o maltratador de sus
hijos, o la de una pareja continuamente injuriante y desaprensiva, el sometimiento a la
violencia de género -para la mujer-, o los estados de índole afectiva, siempre que no revistan
la entidad suficiente como para configurar la emoción violenta. Al igual que en los demás
casos, aquí también, siempre debe atenderse al análisis de las consecuencias o efectos de
las circunstancias extraordinarias en el ánimo del autor, siendo obvio que no debe
beneficiarse en este sentido, aquél cuya conducta sea sólo producto de su inestabilidad
emocional, susceptibilidad extrema, irascibilidad o intemperancia. También debo advertirles
que nuestra ley no permite aplicar las circunstancias extraordinarias de atenuación si el
acusado anteriormente hubiera realizado actos de violencia contra la víctima mujer. “Actos
de violencia” es toda conducta del varón, basada en una relación desigual de poder entre el
hombre y la mujer, que afecte la vida, la libertad, la dignidad, la integridad física, la
psicológica, o la sexual de la mujer víctima. Las circunstancias extraordinarias de atenuación
no están definidas en la ley, pero en esencia son situaciones excepcionales y singulares que,
de concurrir, hacen que una pena con menor rigor para el autor sea más aceptable como
sanción por el hecho cometido.
cuidado en general que la ley nos impone a todos. Se caracteriza el homicidio culposo por la
ausencia en el ánimo del autor de querer matar, pero que no obstante tal ausencia de
intención de matar, realizó una acción o una omisión indebida (negligente o imprudente)
que causa la muerte. Pero además es exigencia tener por acreditado que el autor tuvo la
posibilidad de representarse el resultado fatal, no obstante que no quiso tal resultado. Otra
exigencia para el caso del homicidio culposo es que tiene que comprobarse una relación
causal entre el actuar del autor y la muerte. El homicidio culposo no es un homicidio con
intención de matar, es decir, lo que el autor quiso no es matar a la persona que fallece, sino
que lo que quiso y admitió el autor es un actuar negligente o imprudente. El autor en el
homicidio culposo obra con falta de cuidado, u omite tomar las precauciones necesarias para
evitar el hecho dañoso: la muerte de la persona. Hay a veces una línea delgada entre lo que
es homicidio con intención de matar y homicidio culposo (negligente o imprudente). Les
explicaré la diferencia entre uno y otro. Cuando se verifica una intención voluntaria y directa
de matar a otra persona, sin dudas estamos fuera de homicidio culposo. También estamos
fuera del homicidio culposo cuando se verifica la ejecución de una acción que se sabe que
puede producir la muerte, es decir, que sabe el imputado que hay una elevada, clara y
manifiesta probabilidad de que se dé el resultado muerte, e igualmente realiza la acción
consintiendo, tolerando y aceptando el resultado probable de la muerte. En cambio, hay
homicidio culposo cuando el autor prevé que su acción (o una omisión suya) implica una
posibilidad de causar la muerte, pero confía en que ese resultado fatal no va a ocurrir. Es
decir, en el homicidio culposo pese a que prevé la posibilidad de causar la muerte, no quiere
ese resultado, no lo desea. Pero realiza la acción, imprudente o negligente, con falta del
debido cuidado, la cual causa la muerte de otra persona.
que vimos del delito cometido con dolo eventual. Trasladadas ambos al homicidio como es
este caso, en el dolo eventual como se vio el autor se da cuenta del serio riesgo en que pone
la vida de un tercero con su acción al disparar su arma de fuego en las circunstancias en que
lo hizo, aceptando en última instancia como eventualidad -y de mala gana si se quiere-, la
muerte de aquél como una consecuencia asumida, consentida. Como un bien sacrificable.
En el homicidio culposo con advertencia consciente del posible resultado, esto es cuando el
autor se da cuenta del posible riesgo o peligro causado por su conducta, éste nunca es
asumido por aquél como algo sacrificable, porque lo que el autor piensa, torpemente (de
allí que se puede castigar esta falta de prudencia, de diligencia), es que el resultado muerte
nunca se va a producir. En el caso de nuestro padre de familia y sin involucrar delitos, el día
de cobro, se va a tomar un café a un concurrido bar, despliega sus cosas en la mesa, entre
ellas el sobre con el sueldo, y en mitad del café, decide ir al baño. Piensa en recoger sus
cosas antes de dejar la mesa, entre ellas el sobre con el sueldo, porque advierte una
situación de peligro, pero decide ligeramente: “no pasa nada, vuelvo en un segundo”. Al
volver, el sobre ya no está. Esa decisión liviana, negligente, imprudente, cuando el sujeto
previó efectivamente que un mal podía suceder, es la que se le puede achacar, por la que se
lo puede responsabilizar en este caso. Trasladado al caso que Uds. deben juzgar, el acusado,
al disparar su arma en las condiciones en que lo hizo, previó como probable el resultado
muerte de una tercera persona, pero bien por confiar en su pericia en el manejo de las
armas, bien por confiar –torpemente, negligentemente o imprudentemente- en cualquier
otra cosa, calcula que ese resultado no se producirá. No quiere el resultado, tampoco lo
asume o lo consiente como algo que puede llegar a ocurrir, sino que confía en que no se
producirá de ningún modo. De allí que lo que se reprocha en el delito culposo, además de
su acción ya de inicio peligrosa más allá de los límites aceptables (en el caso el disparo de su
arma de fuego en las condiciones en lo que hizo), es la falta de prudencia del autor, bien sea
para advertir el peligro que genera, o bien para darse cuenta que con su acción ese peligro
efectivamente puede concretarse, más allá de su deseo y de su confianza plena en que ello
no suceda. Habiendo sucedido luego lo peor: la transformación de aquél peligro en un
resultado concreto (en este caso, la muerte de una persona).
-Robo agravado por el uso de arma impropia y por la participación de menores de edad
(San Martín, Causa nro. 4244):
Se considera que un hecho contra la propiedad constituye el delito de robo, cuando el o los
sujetos activos se apoderan ilegítimamente de una cosa total o parcialmente ajena,
utilizando para ello fuerza en las cosas (por ejemplo, rompiendo un vidrio para acceder a la
cosa) o violencia física en las personas, ya sea por empleo directo de la violencia física
(pegarle a la víctima) y/o la amenaza de aplicar dicha violencia (intimidación o amenaza);
sea que la violencia tenga lugar antes del robo para facilitarlo, en el acto de cometerlo o
después de cometido para procurar su impunidad.
El robo es a su vez agravado por el uso de arma impropia, cuando durante el hecho el o los
agresores utilizan para intimidar a la víctima o ejercer violencia contra la misma, cualquier
elemento o herramienta como un arma, siempre que con el mismo se pueda causar una
lesión a la víctima aunque el uso normal de ese elemento fuera para otra cosa (por ejemplo:
golpear a la víctima con un bate de béisbol, con una pala o con un arma de fuego aunque la
misma estuviera descargada o no funcionara).
Un robo se encuentra a su vez agravado por la participación de menores de edad, cuando el
mismo sea cometido por sujetos mayores de edad con la intervención de al menos, un
menor de edad.
Para la ley penal, se considera menor de edad, a aquel sujeto que al momento del hecho
todavía no cumplió los 18 años de edad.
La edad de las personas se tiene por acreditada conforme la ley civil, mediante la respectiva
partida de nacimiento o el DNI.
038
-Causales de justificación (Art. 34 inc. 2do. del Cod. Penal, San Martín, Causa nro. 4244):
La ley penal prevé que cuando una persona comete un delito bajo ciertas circunstancias, no
resulta punible, lo cual se denomina "causales de justificación". Una de dichas causales de
justificación es cuando el sujeto actúa, es decir despliega la conducta de un autor, coautor
o partícipe de un delito, violentado por amenazas de un tercero de sufrir un mal grave e
inminente si no lo hace, y la realización de tal conducta (participar en el robo) sea el único
camino que tiene para evitar el mal anunciado, es decir que no exista la posibilidad de
realizar otra conducta menos lesiva, es decir que no constituya un delito, para evitar ese
mal.
4.- El motivo que tuviere o pudiere haber tenido el autor, NO es un elemento del delito de
homicidio, con lo cual, la Fiscalía no está obligada a probar su existencia y origen, ya que una
persona puede ser encontrada culpable de un delito sea cual fuere su motivo, o aún sin
tenerlo, o bien ser encontrada no culpable aun teniendo un motivo para cometerlo.
En este caso, se le imputa al acusado la comisión del delito de homicidio simple agravado
por el uso de arma de fuego y con la participación de un menor de edad. Comete el delito
de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego y con la participación de un
menor de edad, quien mata a otro con intención de causarlo, utilizando un arma de fuego y
con la participación, ayuda o colaboración de un menor de 18 años de edad. Sabe lo que
hace, quiere hacerlo y quiere que se produzca el resultado muerte.
También, ocurrirá un homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego y con la
participación de un menor de edad, cuando ocurre el resultado muerte se produce a
consecuencia del mismo acto voluntario del imputado -realizar disparos-, cuando el sujeto
ha querido su conducta a conciencia de que implicaba un riesgo considerable, que pudo
haber previsto la muerte de la víctima como consecuencia natural o probable de su acto.
“Intención de causar la muerte” es el propósito o voluntad de causar la muerte a un ser
humano y se manifiesta cuando:
1) realizando un acto voluntariamente dirigido a ocasionar la muerte;
2) realizando acto voluntario cuyo resultado natural o casi seguro es causar la muerte;
3) o cuando se realiza el acto a conciencia y con el pleno conocimiento de que implica riesgo
considerable y no permitido de causar la muerte.
La intención de causar la muerte puede manifestarse por:
1) actos realizados con intención, voluntad o propósito de causar la muerte;
2) actos realizados con intención o propósito, que tienen la consecuencia natural de causar
la muerte de una persona;
3) cuando los actos se realizan voluntariamente con el conocimiento cabal de que se pone
en serio riesgo la vida humana.
El propósito del autor es matar. La existencia de la intención de matar a otro es una cuestión
de hecho que debe ser determinada exclusivamente por ustedes y corresponde a la Fiscalía
probar más allá de toda duda razonable la existencia de esa intención. Para probar la
existencia de intención de matar en la acción del imputado sobre la víctima, no es obligatorio
establecerlo por prueba directa sino que se les permite a los miembros del Jurado inferir o
deducir esa intención de quitar la vida a partir de la prueba que se presente.
Esa deducción debe partir de hechos o prueba surgidos de la audiencia. Si ustedes estiman
que se ha probado ese hecho, la ley les autoriza, pero no les obliga, a interpretar que hubo
intención de matar.
040
Sera suficiente prueba de la intención de matar a otro si de las circunstancias del homicidio
y la conducta del acusado, los convencen más allá de toda duda razonable de la existencia
de intención de matar a otro en el momento del homicidio.
La huida o fuga inexplicada, el hacer manifestaciones engañosas o falsas y hasta la supresión
de prueba, son circunstancias que, de entender ustedes que han sido probadas, podrán ser
consideradas como indicio, en algún grado, de un sentimiento de culpabilidad, pero ella, de
por sí sola, no es suficiente para establecerla.-
La muerte se considera intencional o voluntariamente causada cuando ha sido realizada por
una conducta dirigida voluntariamente a ejecutarla o, cuando es una consecuencia natural
de la conducta voluntaria del acusado.
Para considerar que un sujeto es autor de homicidio, ustedes deben tener por acreditado
que el mismo tuvo en sus manos la decisión y la posibilidad de ejecutar el hecho por el cual
se lo acusa.
-Homicidio agravado por el uso de arma de fuego, por haberse perpetrado con el concurso
premeditado de más de dos personas, y con la participación de un menor de 18 años, y
delito menor incluido (La Matanza, Causa nro. 2550/16):
En este caso, la fiscalía imputa a los acusados XXX, ZZZ y DDD que intencionalmente dieron
muerte a AAA mediante el empleo de al menos un arma de fuego y con la participación de
un menor de 18 años.
Para tener por probado que los acusados cometieron el delito de homicidio agravado
mediante el empleo de arma de fuego y con la participación de un menor de 18 años,
deberán tener por probado más allá de toda duda razonable los siguientes seis (6)
elementos:
1) AAA está muerto.
2) La muerte de AAA fue causada por la acción criminal de o de los acusado/s.
3) El o los sujetos que ocasionaron la muerte de AAA tuvieron la intención de causar la
muerte.
4) La muerte de AAA fue ocasionada por tres disparos de armas de fuego.
5) En el hecho participó un menor de 18 años.
6) Los sujetos conocían que el menor de edad tenía menos de 18 años.
La acción de dar muerte incluye una serie de acciones relacionadas, ideadas, llevadas a cabo
y dirigidas a un solo designio o propósito.
041
probados dichos elementos del delito, más allá de duda razonable. Si tienen duda razonable
sobre la existencia de la participación de un menor de edad o del conocimiento que alguno
de los autores haya podido tener en relación a esa circunstancia, entonces se trata de un
homicidio agravado por el uso de arma de fuego pero no por la participación de un menor y
deberán pasar a considerar si el o los acusados son culpables del delito menor incluido de
"homicidio con arma de fuego".
Si después de ustedes analizar cuidadosamente toda la prueba presentada y admitida y de
conformidad con las instrucciones que les he impartido, están convencidos que la Fiscalía
ha probado más allá de duda razonable que el o los acusados cometieron el hecho que se
les imputa, deberán rendir un veredicto de culpabilidad por homicidio agravado por el
empleo de arma de fuego y la participación de un menor de 18 años.
Si ustedes estiman, luego de un análisis cuidadoso de toda la prueba presentada y admitida
y de conformidad con las instrucciones que les he impartido, que la Fiscalía no probó más
allá de duda razonable que el o los acusados cometieron el delito que se les imputa, o si
tienen duda razonable en cuanto a su culpabilidad, deberán declararlos no culpables.
Puede ocurrir en este contexto que ustedes encuentren probados los elementos descriptos
anteriormente, pero entiendan que no ha quedado probado más allá de toda duda
razonable que en el hecho haya participado un menor de 18 años o que alguno de los
acusados no sabía de la circunstancia de que era menor de 18 años.
En ese caso, tal lo dicho, deberán analizar la procedencia del delito menor incluido.
Delito menor incluido de homicidio simple agravado por el empleo de arma de fuego.
Ahora les explicaré el delito menor incluido de "homicidio simple con arma de fuego".
Comete "homicidio con arma de fuego", según lo define la ley, "quien matare a otro"
mediante el empleo de un arma de fuego; es decir, "homicidio con arma de fuego" es dar
muerte a un ser humano, con un arma de fuego, con intención de causársela. Alguien,
mediante acción u omisión, actúa con "intención de matar otro" cuando el propósito del
autor es matar.
Requisitos del delito de "homicidio con arma de fuego":
Para tener por acreditado este delito, la Fiscalía deben probar estos cuatro (4) elementos
más allá de toda duda razonable:
1) AAA está muerto.
2) La muerte de AAA fue causada por la acción criminal del o de los acusado/s.
3) El o los sujetos que ocasionaron la muerte de AAA tuvieron la intención de causar la
muerte.
4) Que al menos uno de los autores utilizó para matar a la víctima un arma de fuego.
043
desée. “Condiciones inmediatas de uso” significa que el arma se debe encontrar cargada y
en correcto funcionamiento de modo que pueda ser disparada en cualquier momento. Dos
o más personas pueden tener un mismo elemento de manera conjunta si los dos están en
condiciones de disponer de ella y tienen intención de usarla o comportarse como dueño.
-Portación de arma de fuego de guerra sin la debida autorización legal (Azul, Causa: Tapia,
J. M.):
En relación al delito de portación de arma de fuego de guerra sin la debida autorización legal,
debe evaluarse si la misma se realizó con intención de utilización del objeto, que debe
deducirse de indicios externos que acrediten tal carácter.
Para poder considerar que hay portación de arma de guerra se requerirá: a) que esté
catalogada como de guerra por su calibre; b) que arma se encuentre en condiciones de uso
inmediato, esto es que el autor la tenga a su alcance para poder hacerla funcionar de manera
inmediata, sin intervalo de tiempo; c) que la misma se encuentre cargada; d) que resulte de
funcionamiento normal y apta para el disparo; e) que la porte en un lugar público; f) que no
se cuente con autorización correspondiente para portar armas de fuego; y g) que tenga
conocimiento de los elementos antes detallados.
Debe valorarse si al tiempo de realizar los disparos, el imputado aceptó que con dicha acción
produciría un peligro real y efectivo para la integridad física de AAA.
La norma aludida contempla la posibilidad de que con dicho comportamiento, se produzcan
lesiones o no en la víctima, pero resultará de aplicación esta disposición siempre que de
producirse las mismas no impliquen el acaecimiento de un delito más grave, circunstancia
que ocurre en el presente caso al determinarse que las lesiones provocadas a AAA revestían
el carácter leve.
-Homicidio criminis causae con delitos menores (La Matanza, Causa nro. 5180):
Respecto del derecho de fondo aplicable, S.S. consignó:1) ARMA DE FUEGO: se atenta contra
la seguridad pública, se trata del peligro que ocasiona a la seguridad común, es decir el riesgo
potencial para la sociedad que implica la libre circulación de un arma de fuego, Se castiga la
posibilidad de un peligro por el solo hecho de llevar consigo un arma de estas características,
y su poder de daño concreto. Debe determinarse si la persona en la especie tenía consigo el
arma en condiciones inmediatas de uso en la vía pública, en tanto estaba cargada con
proyectiles y funcionaba correctamente, lo que se prueba en general con las pericas sobre
armas y también con el efectivo disparo que se realizara en un hecho juzgado. 2) INTENTO
DE SUSTRACCIÓN: se trata de un atentado contra la propiedad, se alude a aquél que se
apropia cosas ajenas, hace propias la que no le pertenecen, se las saca o quita a la víctima,
quien no tiene que ser su propietario, basta que las tenga o utilice. Generalmente el autor
consuma este apoderamiento ilegítimo cuando logra evadir la acción de la víctima con miras
a recuperar el bien, sacándola de su “esfera de custodia”, se aleja una distancia prudencia y
evita que la víctima o terceras que la auxilien puedan frustrar el efectivo empleo de la cosa
mal habida. Si el sujeto logró o no apoderarse de las cosas de trata de una cuestión jurídica
que no deben resolver, más allá de una cosa u otra, es relevante para el juicio la mera
intención de sustracción de objetos ajenos, sin perjuicio que a escasos metros terceros
pudieran haber impedido el efectivo uso y disposición de los mismos. Para su comisión se
amenaza o intimida, en la especie la mera exhibición de un arma de fuego configura el ilícito,
más allá de cualquier manifestación amenazante que pudiera haber proferido el autor, o
bien no tengamos certeza del contenido de cualquier mención. El ilícito contra la propiedad
del desapoderamiento ilegítimo se ve agravado cuando para ello se utiliza un arma de fuego,
de esta se intenta disminuir cualquier defensa de la víctima y asegurar hacerse de las cosas
de la misma. 3) PROVOCACION DE MUERTE. Opción A. Además del robo, se atenta contra la
vida, en el caso deben determinar si además de intentar cometerse la sustracción, además
se mató a la víctima intencionalmente, es decir, si al momento del disparo el autor
efectivamente buscaba quitarle la vida. La ley en estos casos exige un plus o una finalidad
más específica que va más allá de la intención de matar, que en la cabeza del autor no sólo
se busca la sustracción sino matar, es decir se mata con motivo del robo y evitar ser
descubierto y reprochado por el atento contra la propiedad, buscando la impunidad del
hecho. Por otro lado, pudo el sujeto activo también “procurar la impunidad” de la
sustracción buscada, del hecho que estaba cometiendo y para ello escoge matar, lo cual en
su entendimiento lo ponía en mejor situación para evitar que el desapoderamiento sea
descubierto y pueda frustrarse. Esto así, más allá que matando haya logrado efectivamente
que el hecho quedara impune, es decir pudo quitar la vida con esta intención y sin embargo
el suceso fue descubierto y el sujeto sometido a proceso. 4) PROVOCACIÓN DE LA MUERTE.
Opción b. Es una modalidad menos grave que la anterior, el autor de la sustracción pudo
haber matado sin intención, con imprudencia o negligencia o bien, con intención aunque sin
otra finalidad, es decir que si bien mató no buscaba “procurar su impunidad”. En la cabeza
del autor, la muerte causada no se relaciona por causa o fin con la sustracción que intenta
lograr. A pesar de la posible intención de quitar la vida, ello se realiza como un evento
047
circunstancial o sobreviniente al robo, y por ende no tenía otra finalidad vinculada con el
plan pergeñado para apoderarse de cosas ilícitamente. Se trata de un solo hecho, referido a
robar y matar sin agregados en la intención del autor, a pesar de la gravedad que implicaría
estos eventos por sí. 5) MUERTE POR NEGLIGENCIA O IMPRUDENCIA. Opción C. Es una
modalidad menos grave que las anteriores porque la muerte se produce por falta de cuidado
en el manejo de un arma de fuego, no tuvo intención de causar la muerte. Se reprocha no
haber tenido el cuidado suficiente y haber operado con negligencia o imprudencia ante un
arma de juego, con el poder vulnerante que representa y la mayor consecuente atención
que debe tenerse en su manejo. 6) RESPONSABILIDAD UNICAMENTE POR LLEVAR CONSIGO
UN ARMA DE FUEGO. Opción D. Es una modalidad menos grave que las anteriores ya que
tuvo ninguna intervención con el disparo producido y la consecuente muerte de la víctima.
No fue quien disparara la misma y la muerte no le es atribuible bajo ninguna clase de
comportamiento. Hablamos de lo que puede ser en la voz común un accidente que no tiene
consecuencia jurídicas o bien que el tiro fue producto de otra persona.
-Abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de un arma de fuego (San Martín,
Causa nro. 3221):
En primer lugar, deberán determinar si el acusado es autor del delito de abuso sexual con
acceso carnal y luego establecer, si este abuso es calificado por el uso de un arma de fuego.
Para ello, la fiscalía debió probar, más allá de toda duda razonable, los siguientes elementos:
1. Que XXX penetró con su pene la vagina o el ano de AAA. Deberán tener en cuenta este
punto que cualquier penetración, por leve que sea, bastará para que se configura el delito.
No es necesario que haya eyaculación. 2. Que la víctima al momento del hecho, no consintió
la acción por alguna de las siguientes condiciones: a) el acusado utilizó fuerza física,
violencia, intimidación o amenaza, en cuyo caso no es necesario que la víctima se haya
resistido. b) cualquier otra causa por la que la víctima no haya podido consentir libremente
la acción.
La fiscalía debió probar, más allá de toda duda razonable, que el acusado utilizó un arma, ya
sea de fuego u otro tipo de arma. Debe entenderse por arma, cualquier objeto que aumenta
el poder del acusado para ejercer violencia o intimidación sobre la víctima.
vejamen especial (por ej: introducción de objetos en el ano o en la vagina). 3. Que la víctima
al momento del hecho, no haya consentido la acción por alguna de las siguientes
condiciones. A) el acusado utilizó fuerza física, violencia, intimidación o amenaza, en cuyo
caso no es necesario que la víctima se haya resistido, b) cualquier otra causa por la que la
víctima no haya podido consentir libremente la acción.
-Abuso sexual gravemente ultrajante cuando se cometiere usando un arma de fuego (San
Martín, Causa nro. 3221):
Deberán determinar si el acusado es autor del delito de abuso sexual gravemente ultrajante
cuando se cometiere usando un arma de fuego y para ello, la fiscalía debió probar, más allá
de toda duda razonable, los siguientes elementos: Que el acusado, para cometer la acción,
utilizó un arma, ya sea de fuego u otro tipo de arma. Debe entenderse por arma cualquier
objeto que aumenta el poder del acusado ara ejercer violencia o intimidación sobre la
víctima.
049
-Abuso sexual con acceso carnal cometido sobre una menor de 13 años, agravado por la
situación de convivencia y resultar el autor encargado de la guarda de la menor (Trenque
Lauquen, Causa nro. 629/2711):
El Código Penal establece que hay abuso sexual con acceso carnal cuando una persona
accede carnalmente a otra, de uno u otro sexo, cuando esta última fuera menor de trece
años. La víctima debía tener de trece años para abajo, resultando indiferente para la ley el
hecho de que hubiera la menor aceptado o consentido el acto sexual, pues igualmente en
los dos casos se comete el delito. Cuando se hace referencia al acceso carnal se está
hablando de penetrar con el pene. No se necesita eyaculación, es decir expulsión de semen,
ni desfloración, es decir perdida de virginidad u otro tipo de lesión específica o característica.
La introducción del pene en la vagina es el punto central a considerar. Para encontrar al
acusado culpable de este delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por haber sido
cometido por el encargado de la guarda y por haber sido cometido contra una menor de
dieciocho años, aprovechando la situación de convivencia preexistente con la misma; la
Fiscalía debió haber probado, además de los elementos anteriores más allá de toda duda
razonable los siguientes extremos: Que el hecho fuera cometido por el encargado de la
guarda; esto no se limita a la relación jurídica de quienes tienen por la ley esa función, sino
que es bastante más amplia y comprende a toda persona que esté de hecho encargada de
la guarda, es decir que es aquél que de modo regular debe cuidar a una persona por
convención u oficio o por una situación de hecho, atendiendo sus necesidades, aunque no
conviva con ella, y se trate de un encargo que no se desempeñe con continuidad. Debe haber
un deber regular de protección del autor hacia la víctima. La otra agravante es que el hecho
fuera cometido contra un menor de dieciocho años, aprovechando la situación de
convivencia preexistente con la misma. Esto ocurre cuando quien es indicado como autor,
vive bajo el mismo techo con la presunta víctima y esa convivencia debe ser anterior a que
comiencen los hechos y hasta que cumpla 18 años. Resulta importante que reparen en que
los hechos que estimen o no probados deberían haber ocurrido durante el período de
tiempo que señalara el Fiscal en su presentación del caso y no fuera de ese período de
tiempo.
Para el abuso sexual con acceso carnal deberán plantearse las siguientes preguntas: 1. ¿La
niña fue accedida carnalmente? 2. ¿Tenía la niña menos de trece años cuando esos abusos
050
sucedieron? 3. ¿El acceso carnal se produjo por la penetración del pene de XXX en la vagina
de la niña? 4. En caso de haber sido respondido afirmativamente lo anterior, ¿los abusos
fueron reiterados en dos ocasiones?.
Para la agravante de encargado de la guarda deberán plantearse la siguiente pregunta,
siempre que se haya respondido de manera afirmativa lo anterior: 1. ¿Ha estado el Sr. XXX
a cargo del cuidado de la niña, de manera regular, debiendo atender a sus necesidades?.
Para la agravante respecto de una menor de 18 años aprovechando la situación de
convivencia preexistente con la misma, pregunta que responderán si se resolvió
afirmativamente la primera cuestión respecto al abuso sexual con acceso carnal: 1. ¿Vivía
bajo el mismo techo el Sr. XXX con la menor a la época que menciona el Sr. Fiscal? 2. ¿Los
abusos sexuales que se le imputan, se produjeron durante ese período? 3. ¿La menor tenía
en ese período de tiempo menos de 18 años?
-Homicidio calificado por haber sido cometido por un miembro de la fuerza de seguridad
abusando de su función (Zárate Campana, Causa nro. 3908):
Hay homicidio cuando una persona le quita la vida a otro. El homicidio puede cometerse con
o sin intención. Por intención se entiende la decisión voluntaria de matar a otra persona o
bien, la ejecución de una acción que se sabe que puede producir la muerte e igualmente se
051
-Homicidio culposo, calificado por haber sido cometido por un miembro de la fuerza de
seguridad abusando de su función (Zárate Campana, Causa nro. 3908):
Como ya se ha indicado, XXX está acusado del delito de homicidio calificado por haber sido
cometido por un miembro de la fuerza policial abusando de su función, pero en
determinados casos, expresamente previstos por la Ley, también es posible imputar la
responsabilidad de un hecho a una persona por lo que se denomina “culpa por
052
imprudencia”. Para que ello sea posible, ustedes deben tener por acreditado que XXX estaba
realizando una actividad que le imponía deberes de cuidado y prudencia que una persona
razonable hubiera adoptado. Que XXX no cumplió con esos razonables deberes de cuidado
y prudencia. Que el resultado muerte de AAA, es consecuencia directa del incumplimiento
a esos razonables deberes de cuidado y prudencia. Es decir, ustedes deben evaluar si el
resultado muerte de AAA no hubiera tenido lugar si el acusado hubiese cumplido con sus
deberes de cuidado y prudencia. Sólo en ese caso pueden afirmar que el mismo debe
responder por culpa. Un ejemplo de culpa sería el conductor de un vehículo que se desplaza
por una calle a una velocidad fuera de la reglamentaria y atropella a una persona que de
manera correcta la estaba cruzando. En determinados casos, expresamente previstos por la
ley, también es posible imputar la responsabilidad de un hecho a una persona por lo que se
denomina “culpa por negligencia” y para que ello sea posible ustedes deben tener por
acreditado que: XXX, en el desarrollo de su actividad, no ha hecho uso de un cuidado
razonable. La expresión “cuidado razonable” significa los cuidados que una persona
cuidadosa o prudente, es decir, que un hombre común ejercería en las circunstancias
particulares del caso, para evitar dañar a otro. Una persona se haya visto muerta, como
consecuencia directa de esa falta de cuidado razonable.
Por “consecuencia directa” se debe entender que es altamente predecible que la acción
desplegada sea apta para causar ese resultado, en el curso ordinario de las cosas. Es decir,
ustedes deben evaluar si el resultado muerte no hubiera tenido lugar si XXX hubiese
cumplido con ese “cuidado”. Sólo en ese caso, pueden afirmar que el mismo debe responder
por culpa por negligencia. Un ejemplo sería el encargado de una obra en construcción que
no provee a sus empleados de los elementos de seguridad necesarios y, a consecuencia de
un desprendimiento de mampostería, parte de dicho material golpea en la cabeza a uno de
ellos y por el golpe recibido éste fallece. En ambos supuestos de culpa por “imprudencia” o
“negligencia”, ustedes deben evaluar si por esta falta de “deber de cuidado” de parte de XXX
se debió la muerte de AAA, y más allá de toda duda razonable, de tener por acreditado estos
elementos, a la pregunta formulada en primer término relativa a la acusación fiscal de
“homicidio calificado por haber sido cometido por un miembro de la fuerza policial
abusando de su función”, deberán responder “culpable de homicidio culposo por
imprudencia o negligencia”, en tanto de no tener por acreditados todos los elementos
señalados, deberán responder “no culpable”. En tanto en relación a la agravante que el
Ministerio Público Fiscal le imputa a XXX, ello es el abuso de sus funciones como miembro
de la fuerza de policía, cabe referir que para este caso, sólo debe evaluarse si hubo "dolo
directo" en el abuso de su condición de policía.
Es decir que, preliminarmente, debe encontrarse debidamente acreditado que al momento
del hecho el señor XXX estaba cumpliendo funciones como miembro de la Policía de la
provincia de Buenos Aires, y segundo, que abusó de su función como tal y que además mató
a AAA queriendo matar.
Hay "abuso" de las funciones policiales cuando la acción realizada implica un uso excesivo
de las facultades que le son conferidas, a tal punto que es posible, para cualquier observador
053
externo, afirmar que el agente público tenía prohibido actuar del modo en que lo hizo. De
ese modo deviene necesario, conforme lo peticionado por las partes en el marco de una de
las audiencias realizadas en los términos del artículo 338 del ritual, enunciar las atribuciones
y funciones de los miembros de la fuerza policial que surgen tanto de la Ley 13.482, como
del Código de Conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, adoptado por
la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 34/169 del 17 de diciembre de
1979, y de los principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de las armas de fuego
adoptado por el Octavo Congreso de las Naciones Unidas relativo a la Prevención del delito
y Tratamiento del Delincuente, La Habana, septiembre de 1990, para verificar si XXX actuó
dentro de su deber como funcionario policial o abusó de sus atribuciones.
En ese sentido, la aludida normativa establece que: El personal de las Policías de la Provincia
de Buenos Aires, en el desempeño de sus funciones deberá adecuar su conducta a
determinados principios básicos de actuación policial, entre ellos: a) Desplegar todo su
esfuerzo con el fin principal de prevenir el delito y proteger a la comunidad, actuando acorde
al grado de responsabilidad y ética profesional que su función exige, para preservar la
situación de seguridad pública y las garantías constitucionales de los requeridos por su
intervención. b) Observar en su desempeño responsabilidad, respeto a la comunidad,
imparcialidad e igualdad en el cumplimiento de la Ley, protegiendo con su actuación los
derechos fundamentales de las personas, en particular los derechos y garantías establecidos
en las Constituciones Nacional y Provinciales y en las Declaraciones, Convenciones, Tratados
y Pactos complementarios. f) Ejercer la fuerza física o coacción directa en función del
resguardo de la seguridad pública solamente para hacer cesar una situación en que, pese a
la advertencia u otros medios de persuasión empleados por el funcionario policial, se
persista en el incumplimiento de la Ley o en la inconducta grave y utilizar la fuerza en la
medida estrictamente necesaria, adecuada a la resistencia del infractor y siempre que no le
infligiera un daño excesivamente superior al que se quiere hacer cesar. g) Cuando el empleo
de la fuerza y de armas de fuego sean inevitables, identificarse como funcionarios policiales
y dar una clara advertencia de su intención de emplear la fuerza o armas de fuego, con
tiempo suficiente como para que se tome en cuenta, salvo que al dar esa advertencia pusiera
indebidamente en peligro al funcionario policial, se creara un riesgo cierto para la vida de
otras personas, o resultara evidentemente inadecuada o inútil dadas las circunstancias del
caso. i) Recurrir al uso de armas de fuego solamente en caso de legítima defensa propia o
de terceros y/o situaciones de estado de necesidad en las que exista peligro grave,
inminente y actual para la vida de las personas, o para evitar la comisión de un delito que
entrañe ese peligro, debiendo obrarse de modo de reducir al mínimo los daños a terceros
ajenos a la situación. Cuando exista riesgo de afectar la vida humana o su integridad, el
policía debe anteponer la preservación de ese bien jurídico al éxito de la actuación o la
preservación del bien jurídico propiedad.
Por su parte, el Código de conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley
(Adoptado por la Asamblea General en su resolución 34/169 del 17 de diciembre de 1979)
impone, entre otras cuestiones que: Artículo 1: Los funcionarios encargados de hacer
054
cumplir la ley, cumplirán en todo momento los deberes que les impone la ley, sirviendo a su
comunidad y protegiendo a todas las personas contra actos ilegales, en consonancia con el
alto grado de responsabilidad exigido por su profesión. Artículo 2: En el desempeño de sus
tareas, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley respetarán y protegerán la
dignidad humana y mantendrán y defenderán los derechos humanos de todas las personas.
Artículo 3: Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley podrán usar la fuerza sólo
cuando sea estrictamente necesario y en la medida que lo requiera el desempeño de sus
tareas. Como comentario a estos mandatos se ha dicho: a) En esta disposición se subraya
que el uso de la fuerza por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley debe ser
excepcional; si bien implica que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley pueden
ser autorizados a usar la fuerza en la medida en que razonablemente sea necesario, según
las circunstancias para la prevención de un delito, para efectuar la detención legal de
delincuentes o de presuntos delincuentes o para ayudar a efectuarla, no podrá usarse la
fuerza en la medida en que exceda estos límites. b) El derecho nacional restringe
ordinariamente el uso de la fuerza por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley,
de conformidad con un principio de proporcionalidad. Debe entenderse que esos principios
nacionales de proporcionalidad han de ser respetados en la interpretación de esta
disposición. En ningún caso debe interpretarse que esta disposición autoriza el uso de un
grado de fuerza desproporcionado al objeto legítimo que se ha de lograr. c) El uso de armas
de fuego se considera una medida extrema. Deberá hacerse todo lo posible por excluir el
uso de armas de fuego, especialmente contra niños. En general, no deberán emplearse
armas de fuego excepto cuando un presunto delincuente ofrezca resistencia armada o
ponga en peligro, de algún otro modo, la vida de otras personas y no pueda reducirse o
detenerse al presunto delincuente aplicando medidas menos extremas. En todo caso en que
se dispare un arma de fuego, deberá informarse inmediatamente a las autoridades
competentes. Asimismo, los principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de las armas
de fuego (Adoptado por el Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del
Delito y Tratamiento del Delincuente, La Habana, septiembre de 1990), constituyen una
especie de reglamento del código de conducta, por el cual especifican las condiciones que
deben cumplirse para el empleo de armas de fuego, entre ellas: a) que la proporcionalidad
debe evaluarse en relación a la gravedad del delito y al objetivo legítimo que se persiga b) la
necesidad de reducir al mínimo los daños y lesiones.
Bajo estas premisas, los Principios describen aquellas situaciones en que podrán emplearse
armas de fuego, siempre bajo las condiciones anteriores: 1) en defensa propia o de otras
personas, en caso de peligro inminente de muerte o lesiones graves. 2) para evitar un delito
particularmente grave que entrañe una seria amenaza para la vida. 3) con el objeto de
detener a una persona que represente una seria amenaza para la vida y oponga resistencia
a la autoridad (requisitos copulativos) o para impedir su fuga, siempre y cuando resultaren
insuficientes medidas menos extremas. En cualquiera de estas situaciones, solo se podrá
hacer uso intencional de armas letales cuando sea estrictamente inevitable para proteger
una vida, por lo cual se establece la obligación de los gobiernos de proveer armamento no
letal que permita el “uso diferenciado de la fuerza y de las armas de fuego”. Finalmente, en
055
razón de la hipótesis de la defensa, también resulta pertinente ilustrar a los jurados acerca
del concepto de “Autoría”, porque es su tarea determinar si el señor XXX fue autor del hecho
imputado. Para considerar que un sujeto es autor, ustedes deben tener por acreditado que
el mismo ejecutó, con intención, el hecho por el cual se lo acusa. Asimismo, en relación a lo
también manifestado por la Defensa deberán evaluar si XXX actuó en cumplimiento de un
deber. Básicamente, lo que se trata acá es evaluar si XXX actuó amparado por una causa de
justificación, es decir por medio de uno de los permisos que la ley establece para poder
realizar la acción ilícita, como puede ser el cumplimiento del deber. En este caso el abogado
defensor entiende que XXX se desempeñó en cumplimiento de un deber, realizando por lo
tanto actos de coacción autorizados a los agentes del Estado para que puedan cumplir con
sus funciones, o a lo sumo, se excedió en el mismo, quiso cumplir con su deber pero no fue
lo debidamente diligente en esas circunstancias. Hay exceso conforme lo establece el
artículo 35 del Código Penal cuando se “…hubieran excedido los límites de la ley, por la
autoridad o por la necesidad…” Entonces los Jurados deberán evaluar conforme las
explicaciones antes señaladas sobre “dolo”, “dolo eventual”, “falta de deber de cuidado”,
cumplimiento de un deber y la reglamentación enunciada que rige la actuación de los
funcionarios policiales, si XXX en el despliegue de su actividad cuya consecuencia fue la
muerte de AAA, su accionar encuadra en alguno de esos presupuestos o bien se excedió en
el modo de actuar.
-Homicidio simple y tenencia ilegal de arma de fuego de guerra (Zárate Campana, Causa
nro. 3917):
Es importante que les aclare algunos conceptos. Hay homicidio cuando una persona le quita
la vida a otro. El homicidio puede cometerse con o sin intención. Por intención se entiende
la decisión voluntaria de matar a otra persona o bien, la ejecución de una acción que se sabe
que puede producir la muerte e igualmente se realiza consintiendo el resultado. La intención
de matar debe estar presente al momento de ocasionar la muerte. La cuestión de la
intención de matar a otro es una cuestión de hecho a ser determinada por ustedes a través
de la prueba. Pueden llegar a sus propias conclusiones sobre la existencia o ausencia de
intención de matar a otro. Corresponde a la Fiscalía probar más allá de duda razonable, la
existencia de la intención de matar a otro. Se les permite a Ustedes inferir o deducir la
intención de quitar la vida, a partir de la prueba presentada sobre los actos y eventos que
provocaron la muerte, la capacidad mental, motivación, manifestaciones y conducta del
acusado XXX. Se les ha indicado cuales son los delitos por los que está acusado XXX,
homicidio simple y tenencia ilegal de arma de fuego de guerra; para que puedan reprocharse
estos delitos, la Ley requiere que la persona acusada haya actuado con lo que legalmente se
llama “dolo”, y en el caso de las armas de fuego, no contar quien tiene el armamento con la
inscripción a su nombre en el RENAR.
El “dolo” es la definición de dos circunstancias de hecho que ustedes deben tener por
acreditadas de manera conjunta, a saber: que el acusado XXX al momento del suceso,
056
conocía que estaban presentes todas y cada una de las circunstancias del hecho delictivo y
quería realizar esa conducta y alcanzar ese resultado final, la muerte de AAA; en tanto sobre
el armamento que tenía en su poder, sabía que carecía de la autorización legal para su
tenencia y/o portación. Para tener por acreditados estos extremos, es evidente que resulta
imposible mirar la mente de una persona; por lo tanto, se debe obrar del mismo modo que
lo hacemos en los asuntos cotidianos, cuando examinamos acciones, palabras y todos los
detalles y circunstancias que nos permiten afirmar, razonablemente, que el acusado actuó
con el conocimiento y la intención necesarias de realizar los hechos, o bien que, el acusado
conocía que con la realización de su conducta existía una alta posibilidad, casi equivalente a
la certeza, de que se produjera el resultado muerte acontecido de AAA, y no hizo nada para
evitarlo, como así también, en igual sentido, se condujo en relación al arma de fuego que
tenía en su poder y esfera de custodia despreocupándose de su registro legal, que se
denomina “dolo eventual”.
Diremos entonces que “dolo eventual” es aquél en el cual el autor prevé que la acción que
va a realizar puede resultar típicamente antijurídica y, aunque su voluntad no está
directamente dirigida a realizarla con ese carácter, acepta que ella se produzca con tal
adecuación o, dicho de otra manera, el autor prevé el resultado típico como una de las
consecuencias de su acción y acepta que aquél se produzca, la consideración de la
probabilidad del resultado típico no detiene su acción, sería por ejemplo: quien quiere
disparar su escopeta sobre la bandada de patos que vuelan a ras del agua en dirección a
donde se encuentra apostado un compañero de cacería, sabiendo que puede herirlo, pero
prefiere probar puntería aceptando que se produzca aquel resultado. Como ya se ha
indicado, XXX está acusado del delito de homicidio simple y tenencia ilegal de arma de fuego
de guerra, pero en determinados casos, expresamente previstos por la ley, también es
posible imputar la responsabilidad de una hecho a una persona por lo que se denomina
“culpa por imprudencia”, para que ello sea posible, ustedes deben tener por acreditado que:
XXX estaba realizando una actividad que le imponía deberes de cuidado y prudencia que una
persona razonable hubiera adoptado. Que XXX no cumplió con esos razonables deberes de
cuidado y prudencia. Que el resultado muerte de AAA es consecuencia directa del
incumplimiento a esos razonables deberes de cuidado y prudencia. Es decir, ustedes deben
evaluar si el resultado muerte de AAA no hubiera tenido lugar si el acusado hubiese
cumplido con sus deberes de cuidado y prudencia. Sólo en ese caso, pueden afirmar que el
mismo debe responder por culpa, un ejemplo sería el conductor de un vehículo que se
desplaza por una calle a una velocidad fuera de la reglamentaria y atropella a una persona
que de manera correcta la estaba cruzando. En determinados casos, expresamente previstos
por la ley, también es posible imputar la responsabilidad de un hecho a una persona por lo
que se denomina “culpa por negligencia” y para que ello sea posible ustedes deben tener
por acreditado que: XXX, en el desarrollo de una actividad, no ha hecho uso de un cuidado
razonable. La expresión “cuidado razonable” significa los cuidados que una persona
cuidadosa o prudente, es decir, un hombre común, ejercería en las circunstancias
particulares del caso, para evitar dañar a otro. Una persona se haya visto muerta, como
consecuencia directa de esa falta de cuidado razonable.
057
Por “consecuencia directa” se debe entender que es altamente predecible que la acción
desplegada sea apta para causar ese resultado, en el curso ordinario de las cosas. Es decir,
ustedes deben evaluar si el resultado muerte no hubiera tenido lugar si XXX hubiese
cumplido con ese “cuidado”. Sólo en ese caso pueden afirmar que el mismo debe responder
por culpa por negligencia, un ejemplo sería el encargado de una obra en construcción que
no provee a sus empleados de los elementos de seguridad necesarios y a consecuencia de
un desprendimiento de mampostería, parte de dicho material golpea en la cabeza a uno de
ellos y por el golpe recibido éste fallece. En ambos supuestos de culpa “imprudencia” o
“negligencia”, ustedes deben evaluar si por esta falta de “deber de cuidado” de parte de XXX
se debió la muerte de AAA, y más allá de toda duda razonable, de tener por acreditado estos
elementos, a la pregunta formulada en primer término relativa a la acusación fiscal de
“homicidio simple”, deberán responder “culpable de homicidio culposo por imprudencia o
negligencia”, en tanto de no tener por acreditados todos los elementos señalados, deberán
responder “no culpable”.
En tanto al otro delito que el Ministerio Público Fiscal le imputa a XXX, ello es tenencia ilegal
de arma de fuego de guerra, teniendo en cuenta las explicaciones que les he dado
precedentemente sobre “dolo”, “dolo eventual” y “culpa”, ustedes deberán tener en cuenta
si conforme lo dispuesto en la Ley Nacional de Armas y Explosivos 20429/73 sus
modificatorias y el Decreto Reglamentario 395/75, el citado XXX realizó las acciones
pertinentes en relación al arma y/o armas de fuego que tenía en su poder sin la autorización
legal para poder portarlas o tenerlas.
-Homicidio doblemente agravado por el vínculo de pareja mantenido con la víctima y por
el uso de arma fuego (Azul, Causa: Tapia, J. M.):
XXX ha sido acusado de haber cometido el delito de homicidio calificado por el vínculo,
previsto en el artículo 80 inciso 1° del Código Penal, al que matare a la persona con quien
mantiene o ha mantenido una relación de pareja, mediare o no convivencia y por el uso de
un arma de fuego de guerra que portaba sin autorización.
Para considerarlo autor del hecho imputado, ustedes deben tener por acreditado que el
mismo tuvo en sus manos la decisión y la posibilidad de ejecutar el hecho por el cual se lo
acusa.
En el delito de homicidio agravado, deben tener por acreditado que XXX realizó una acción
–que se traduce en portar un arma de fuego de guerra y través del empleo de la misma- le
quitó la vida a AAA, y que tenían o habían tenido una relación de pareja.
Para tener por establecida esa relación, no es necesario que XXX y AAA hayan convivido,
pero sí debe haberse mantenido un tiempo lo suficientemente prudencial como para ser
considerado una relación de pareja.
058
Para poder declarar culpable a XXX, ustedes deben tener por acreditado que el mismo pudo
al momento del hecho, comprender la criminalidad de sus actos y dirigir sus acciones.
Existen determinadas alteraciones mentales, o estados de inconsciencia, que impiden
aquellas posibilidades.
Si ustedes tienen por acreditada una alteración mental, o un estado de inconsciencia, que al
momento del hecho le impidió a XXX comprender la criminalidad de su conducta o dirigir
libremente sus acciones, deben votar "no culpable por inimputabilidad".
Asimismo, para poder declarar culpable al señor XXX, ustedes deben tener también por
acreditado que en el momento en que ejecutó el hecho podía dirigir libremente sus
acciones. Puede dirigir libremente sus acciones quien, en las circunstancias del caso hubiera
tenido la suficiente libertad como para haber actuado de otro modo. Si tiene por acreditado
que el señor XXX no pudo dirigir libremente sus acciones al momento del hecho, deberán
votar "no culpable por inimputabilidad".
-Homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas (Azul, Causa:
Bertolano, B. N.):
Los imputados han sido acusados de haber cometido el delito de homicidio calificado por el
concurso premeditado de dos o más personas, previsto en el artículo 80 inciso 6° del Código
Penal.
Es importante que les aclare que hay homicidio cuando una o varias personas le quitan la
vida a otra. El homicidio puede cometerse con o sin intención. Por intención se entiende la
decisión voluntaria de matar a otra persona o bien, la ejecución de una acción que se sabe
puede producir la muerte e igualmente se realiza.
Siendo la intención de matar un estado mental, la Fiscalía no está obligada a establecerlo
con prueba directa. Se les permite a ustedes inferir o deducir dicha intención a partir de la
prueba presentada.
Para tener por configurado el hecho, ustedes deben encontrar debidamente acreditadas las
siguientes circunstancias:
a) Que en la realización de la acción con intención de quitarle la vida a AAA intervinieron por
lo menos tres personas.
Por intervención ustedes deben considerar que el aporte que hayan realizado esas personas
tiene que estar dentro de cualquiera de las formas de participación criminal que se les
explicarán.
b) Que esas tres o más personas, planificaron en conjunto y premeditadamente la
realización del hecho, no siendo necesario un lapso importante de tiempo entre esa
determinación y su ejecución, pues el acuerdo puede ser inmediatamente antes de su
comisión.
059
c) Que XXX, YYY y CCC participaron como coautores y que DDD lo hizo en calidad de
instigadora y de partícipe primaria.
Para considerar que un sujeto es autor, ustedes deben tener por acreditado que el mismo
tuvo en sus manos la decisión y la posibilidad de ejecutar el hecho por el cual se lo acusa.
Cuando existe más de un interviniente, deben tener presente que todos los acusados
pueden tener en sus manos una parte de aquel poder, distribuyéndose las tareas de un
mismo acontecer. La distribución de tareas puede ser simultánea, o consecutiva, pero en
todo caso debe ser un aporte para la realización del hecho, durante su desarrollo.
La ley considera que una persona es partícipe primario o necesario de un hecho, cuando
ustedes lleguen a la conclusión que la misma brindó una colaboración a los autores del
hecho que sin esa ayuda el hecho no podría haberse cometido.
Se es instigador cuando quien lo realiza genera en el autor o en los autores la voluntad de
realizar el hecho ejecutado. Deben tener presente que únicamente se genera esa voluntad
cuando el autor o autores materiales, es decir quién o quiénes lo ejecutaron, antes de la
intervención del instigador, carecía o carecían por completo de una voluntad autónoma de
realizar el hecho.
En tal sentido, para delimitar ello, deben considerar si las manifestaciones o demás
indicaciones realizadas por el instigador pudieron generar esa voluntad en el o los autores.
En todos los casos ustedes deben tener presente que se debe tratar de algo real, externo,
físico, en contraposición a la mera expresión o manifestación. No es suficiente que alguien
tenga la intención de cometer un delito, incluso aunque hable de ello. Para que la ley
reprima este hecho debe haberse dado un paso real había la realización del delito.
Los preparativos para cometer un delito no son suficientes, sino que como les indique, esa
acción debe haber implicado un real paso hacia la comisión del delito.
c) Que los imputados no pudieron alcanzar la finalidad del delito que comenzó a
ejecutarse por causas independientes y ajenas de su voluntad.
-Lesiones leves y graves agravadas por el concurso premeditado de dos o más personas
(Azul, Bertolano, B. N.):
Las lesiones serán graves si provocaron un debilitamiento permanente para la salud, o de un
sentido, o de un órgano, o de un miembro, o una dificultad permanente de la palabra, o se
hubiese puesto en peligro la vida del señor DDD, o se lo hubiese inutilizado para el trabajo
por más de un mes o se le hubiese causado una deformación permanente en el rostro.
Finalmente, las lesiones serán leves cuando no sean ni graves o gravísimas.
En los dos casos, si consideran que las lesiones fueron provocadas por el concurso
premeditado de dos o más personas, las mismas serán agravadas en los términos del artículo
92 del CP.
061
-Portación ilegal de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización legal (Azul,
Bertolano, B. N.):
a. Que el acusado o acusados, llevaban o traían en su poder, en un lugar de acceso público
y en condiciones de uso inmediato por cualquiera de ellos, armas de fuego cargadas y aptas
para el disparo.
Simplemente deben entender que no es necesario cuestionarse por la finalidad con que la
cosa era portada.
Por lugar de acceso público, se debe entender un ámbito para cuyo ingreso o permanencia
no se requiera una invitación del dueño del lugar, o simplemente se trate de la vía pública.
Por condiciones de uso inmediato, se debe entender que el arma contiene, cuanto menos,
un proyectil y que tanto el arma y el proyectil se encuentran en estado de funcionamiento.
Por inmediatamente, se debe entender la posibilidad de que el arma sea disparada con la
sola decisión del sujeto o de varios de ellos que se encuentren en la misma posibilidad,
aunque uno solo o varios las lleven o porten y otro la tenga dentro de la esfera de
disponibilidad.
b. Que la cosa portada cumple con la definición legal de arma de fuego, consistente en un
objeto que por la explosión de los gases derivados de la deflagración de la pólvora puede
lanzar proyectiles a distancia, se encuentre definido su calibre, es decir de uso civil o de
guerra, y sea apta para el disparo.
c. Que el imputado o los imputados no tenían una autorización del Estado para poseer ese
elemento en un lugar de acceso público.
-Abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado por la condición de pariente
ascendiente de la víctima menor de trece años de edad y por la convivencia preexistente
con ésta (Azul, Causa: Montenegro, D.):
Es importante que les aclare que el delito de “Abuso Sexual” se configura con la realización
de tocamientos corporales de carácter sexual en partes pudendas o íntimas de la presunta
víctima, ejercidos sobre una persona menor de trece años de edad, quien aún habiendo
prestado su conformidad para el acto, la ley invalida dicho consentimiento al presumir sin
admitir prueba en contrario debido a esa edad, su inmadurez para comprender
suficientemente el sentido del comportamiento. Asimismo dicha figura se agrava por mediar
acceso carnal por cualquier vía, por ser ascendiente de la presunta víctima y por aprovechar
la situación de convivencia preexistente con una menor de 18 años.
Por “acceder” se debe considerar la penetración carnal, sin necesidad de que ella sea
completa, y por “cualquier vía” debe entenderse cualquier parte del cuerpo de la presunta
víctima que sea anatómicamente apta para ser penetrada.
062
Por ascendiente debe entenderse la relación de parentesco en línea recta con la presunta
víctima, la que comprende la de padre y abuelo.
Por convivencia preexistente con una menor de 18 años, debe entenderse que la ley
expresamente requiere el aprovechamiento de las facilidades que para la consumación del
hecho otorga la vida en común bajo el mismo lugar donde tenía control sobre ella al estar
pendiente de sus movimientos.
-Homicidio atenuado por legítima defensa y/o exceso en la legítima defensa (Azul, Causa:
Garro, S. D.):
La Defensa sostiene que no debe declararse la culpabilidad de XXX, porque entiende que el
mismo actuó amparado en la causal de legítima defensa, y como otra posibilidad que actuó
por exceso en la legítima defensa.
La ley establece, para ello, tres requisitos: que necesariamente deben concurrir para que
alguien obre en defensa propia o de sus derechos: a) La existencia de una agresión ilegítima;
b) Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla; Falta de provocación
suficiente por parte del que se defiende”. De conformidad con la ley, para que pueda alegarse
que se actuó en legítima defensa y por lo tanto, justificar una muerte, deben demostrarse,
entonces, que han concurrido las siguientes circunstancias: a) En primer lugar, que existió
una agresión ilegítima proveniente de la víctima. Es decir, una agresión injusta de AAA hacia
XXX que éste no tenía por qué soportar y que la puso en actual o inminente peligro de
muerte o de grave daño corporal y que ese estado de necesidad era actual o inminente pues
de lo contrario, cesa también el derecho de defensa. b) En segundo lugar, debió haber una
necesidad racional del medio empleado para impedir o repeler la agresión ilegítima porque
ese derecho de defensa en ningún caso permite causar más daño que el necesario para
defenderse. Habrá que considerar entonces, la gravedad del ataque, la naturaleza e
importancia de lo que se defendía (en este caso la vida o integridad física), las condiciones
personales de la agredida y del agresor, las características del ataque y del medio empleado
en la agresión si lo hubiese y que el modo de defenderse hubiera sido apropiado en relación
al tipo o gravedad de aquella agresión. c) En tercer lugar, debió haber falta de provocación
suficiente del que ejerce la defensa, o sea de parte de XXX, lo que quiere decir “1) Incitar,
inducir a uno a que ejecute una cosa, 2) Irritar o estimular a uno con palabras u obras para
que se enoje” (“Diccionario de la Lengua Española de la “Real Academia Española”, Vigésima
Primera Edición, 1992, p.1194). Si después de analizar cuidadosamente toda la prueba
presentada y admitida y de conformidad con las instrucciones que les he impartido, ustedes
están convencidos que el Ministerio Fiscal probó más allá de duda razonable que el acusado
cometió el hecho que se le imputa y que no actuó en legítima defensa, deberán decidir un
veredicto de culpabilidad y de lo contrario la decisión deberá ser de no culpabilidad.
063
Como otra posibilidad, para el caso de que ustedes entiendan que concurrieron los tres
requisitos pero que el modo de defenderse no fue apropiado en relación a la agresión
ilegitima recibida, deberán declararlo culpable por exceso en la legitima defensa.
corruptores de los niños, pueden uds. considerar entre otros ejemplos a: hacer parecer
naturales las relaciones sexuales entre padres e hijos; naturalizar en los niños la sexualidad
abierta a cualquier persona o bien estimular la sexualidad de los menores antes de tiempo;
o cualquier otro género de actos que impliquen una depravación prematura dela víctima.
Les aclaro que aquí no es necesario que se produzca la efectiva, actual y concreta corrupción
sexual de sus hijos. Basta que, como les dije al relatar el hecho, el acusado con esa clase de
conductas, la hubiera iniciado o impulsado. Tampoco interesa si las supuestas víctimas
consintieron los actos corruptores del imputado. Sólo cuando este consentimiento de los
damnificados falta por la violencia utilizada por el acusado sobre ellos, la sanción penal se
agrava.
Sobre esa misma plataforma de hechos, el particular damnificado sostiene que estamos ante
un caso de TORTURAS (art. 144 ter incisos 1 y 3 del Código Penal), por el mayor grado o
intensidad del sufrimiento impuesto a la víctima, dado que se han ejecutado con la intención
de atormentar o hacer sufrir.
Para tener por configurado este hecho, ustedes deben encontrar debidamente acreditadas
las siguientes circunstancias:
1. Que la víctima se encontraba privada de la libertad, resultando legalmente indiferente
que esa privación de la libertad fuere legal o ilegal.
Para que exista esa privación de libertad no es necesario que la restricción ambulatoria sea
absoluta. Puede suceder que la presunta víctima tenga cierta posibilidad de movimientos,
pero así y todo no pueda trasladarse libremente por sobre los límites impuestos por la acción
realizada por los XXX y DDD.
2. Que XXX y DDD les hayan aplicado torturas a la víctima. Por "tortura" se entenderá todo
acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves,
ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una
confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o
de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier
tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un
funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya,
o con su consentimiento o aquiescencia. No se considerarán torturas los dolores o
sufrimientos que sean consecuencias únicamente de sanciones legítimas, o que sean
inherentes o incidentales a éstas.
Por "tortura" no sólo deben entenderse los tormentos físicos, sino también aquellos
psíquicos de gravedad suficiente. Por gravedad suficiente deben comprender aquellos que
dejen una huella psíquica perdurable, que produzcan una afectación posterior al normal
desarrollo de la vida de la víctima.
3.- Que XXX y DDD eran funcionarios públicos, esto es, miembros activos de la fuerza policial
al momento de los hechos. Como ya lo mencioné, funcionario público es la persona que
participa accidental o permanentemente del ejercicio de funciones públicas sea por elección
popular o por nombramiento de autoridad competente.
Esa conducta debe ser realizada por el autor con conocimiento y voluntad, es decir,
intencionalmente.
Para encontrar a los acusados CULPABLES de este hecho por el que se los acusa, hay dos
posibilidades que deben evaluar, es decir, dos posibilidades de veredicto de culpabilidad.
La primera, enmarcada en la acusación del Sr. Fiscal, quien debió probar, más allá de toda
duda razonable los siguientes elementos:
1) que el hecho de la acusación recién descripta existió;
067
golpear a la víctima fuertemente en el ojo con una réplica metálica de revolver a cebitas que
tenía, era sólo la de lesionarlo.
Pero si encuentran que efectivamente tuvo sólo voluntad de lesionarlo, tendrán que
determinar además si el medio empleado no debía razonablemente ocasionar la muerte de
AAA. Y aquí van a tener que evaluar no el objeto que utilizó en sí mismo, pues recuerden
que no se lo acusa de haberle quitado la vida con un disparo de cebita, sino que van a tener
que considerar el modo en que ese elemento contundente fue empleado por XXX.
Para considerar esta hipótesis, tendrán que evaluar si el modo en que XXX utilizó un
elemento contundente como es la réplica metálica de arma de fuego que les fue exhibida
en la audiencia, podía o no razonablemente causarle la muerte a AAA.
Por lo tanto, si es que consideran probado -más allá de toda duda razonable- que XXX sólo
tuvo intención de ocasionarle lesiones a AAA y que usó para ello un elemento de un modo
tal que no debía provocar su fallecimiento, deberán dar un veredicto de CULPABILIDAD
respecto del delito de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL.
La defensa ha sostenido que los acusados no han sido autores del secuestro extorsivo del
señor AAA.
La ley penal argentina establece que son responsables de los delitos los autores y otros
partícipes.
En lo que aquí interesa, se considera autor a la persona que toma parte directa en la
comisión del delito.
Si ustedes están convencidos, más allá de toda duda razonable, que la fiscalía probó en el
juicio que los acusados fueron las personas que sustrajeron a AAA y mediante golpes e
intimidación con un revólver y contra su voluntad lo introdujeron en el asiento trasero de
un Renault 11, dominio …………..y lo trasladaron hasta la quinta sita en …………………., donde
lo mantuvieron oculto y retenido, lo golpearon causándole lesiones leves y lo amedrentaron
con secuestrar a su pareja y a su madre e incendiar su vivienda con el propósito de obligarlo
a revelar la identidad de la o las personas que habían sustraído una camioneta de ………………,
y el sitio donde la misma se hallaba, deberán rendir un veredicto de culpabilidad.
Por el contrario, si ustedes albergan dudas razonables de que los acusados hayan sido los
autores del secuestro extorsivo del señor AAA, deberán rendir un veredicto de no
culpabilidad.
Esa intención de comercializar droga, se puede considerar, entre otros motivos, si en el lugar
y junto a la droga, se secuestran dinero en efectivo, generalmente de baja denominación,
balanzas, elementos para corte o fraccionamiento (cuchillo, tijera, trincheta, etc), bolsas de
nylon para su transporte o cortadas para almacenar pequeñas cantidades y armas de fuego.
Deben entender por "drogas" o "estupefacientes", cualquier sustancia susceptible de
producir dependencia física o psíquica y que el Estado Nacional prohíba expresamente su
comercialización, o bien y para el caso que autorice su comercio, quien lo haga no esté
expresamente autorizado.
Marihuana, proviene de la planta "cannabis sativa", ya sea como planta en proceso de
crecimiento o no, sus semillas, la resina extraída de dicha planta o sus hojas disecadas y/o
trituradas y su tenencia y comercialización deben estar expresamente autorizadas por el
Estado Nacional únicamente para la investigación médica y científica en el uso medicinal,
terapéutico y/o paliativo del dolor.
La tenencia prohibida, se establece con prueba que indique:
-El acusado ejerció el dominio y/o control sobre la sustancia;
-El acusado conocía su presencia;
-El acusado conocía la calidad del material que poseía y su prohibición legal.
Homicidio doblemente calificado por el vínculo y por alevosía (Bahía Blanca, Tres
Arroyos: Causa nro. 956):
Hay homicidio calificado por el vínculo, como se acusa a la imputada XXX, cuando la
víctima del hecho era por ejemplo descendiente de aquella, en el caso que nos ocupa
debe quedar acreditado que la menor fallecida era hija de la imputada.
Hay homicidio con alevosía, cuando el accionar empleado por XXX fue realizado de
manera tal que garantizaba que la víctima no pudiera defenderse de ningún modo.
Es decir, para que Uds. tengan por acreditada la existencia de "alevosía", deben verificar
que había una falta de peligro para el autor del hecho y un estado de indefensión para la
víctima -causadas o no por XXX- pero que hubieren sido la condición tenida en miras por
ésta para realizar el ataque.
Si después de analizar cuidadosamente toda la prueba admitida y de conformidad con
estas instrucciones, ustedes están convencidos de que la Fiscalía ha probado, más allá de
duda razonable, que la acusada cometió el delito que se le imputa, deberán rendir un
veredicto de culpabilidad.
072
-Homicidio doblemente calificado por el vínculo y por ser cometido mediando violencia
de género (Necochea, I.P.P. nro. 6430/16):
Ahora nos detendremos en la ley que ustedes deberán aplicar a este caso.
La fiscalía acusó al imputado de ser autor del delito de homicidio agravado por el vínculo y
por ser cometido por un hombre a una mujer mediando violencia de género.
De acuerdo a la ley penal argentina, existe homicidio cuando una persona matare a otra.
La ley penal argentina considera como circunstancias agravantes del delito de homicidio,
entre otras, la existencia de un vínculo entre agresor y agredida y que haya mediado
violencia de género de un hombre a una mujer.
La agravación por el vínculo no solamente lo es por lazos sanguíneos (ascendientes o
descendientes) o civiles (cónyuge), sino también respecto a la persona con quien se mantiene
o se ha mantenido una relación de pareja, haya mediado o no haya mediado convivencia.
La agravación por haber mediado violencia de género de un hombre a una mujer refiere a
aquellas violencias ejercidas por el hombre teniendo particularmente en cuenta la condición
de mujer de la víctima. Dicho con otras palabras y para que resulte de sencilla comprensión:
actos machistas que hayan significado someter a la mujer a situaciones humillantes, de
inferioridad y/o sujeción a la propia voluntad.
La defensa ha sostenido que XXX no ha sido el autor del homicidio de AAA. Pero que si
ustedes entendieran lo contrario, no se ha probado que en este caso en particular XXX haya
mantenido una relación de pareja con AAA y que tampoco el hecho pueda ser considerado
como un acto de violencia de género, razón por la que no serían de aplicación las agravantes
que antes les expliqué y que califican al homicidio.
Consecuentemente, ustedes deberán determinar si la fiscalía y particular damnificado
probaron, más allá de toda duda razonable, que en el horario comprendido entre las …. horas
del ….de……… de ….., en el trayecto entre la rotonda de la avenida ……, XXX, mediando
violencia de género ejerció violencia física hasta causar la muerte de AAA, con quien había
mantenido una relación de pareja en el año …, siendo que posteriormente ocultó el cadáver
en las inmediaciones del establecimiento rural indicado, y el …de ….. de …., en …..horas y con
el fin de ocultar elementos del ilícito y procurar su impunidad, el imputado trasladó el
cadáver de AAA hasta una pila de maderas de pino ubicada a setenta metros de la entrada
principal, e inició una quema de pastizales que duró dos días, incinerando el cadáver cuyos
restos no han sido hallados hasta el día de la fecha.
Si ustedes están convencidos, más allá de toda duda razonable, que la fiscalía y particular
damnificado probaron en el juicio que XXX fue la persona que mató a AAA ejerciendo
violencia sobre su persona hasta provocarle la muerte, incinerando a posteriori su cadáver,
habiendo mediado una relación de pareja y con violencia de género, deberán rendir un
veredicto de culpabilidad por el delito de homicidio calificado.
Por el contrario, si ustedes albergan dudas razonables de que el hecho haya existido y/o que
XXX haya sido el autor del homicidio de AAA, deberán rendir un veredicto de no culpabilidad.
073
1. para el caso que consideren que XXX fue el autor del homicidio de AAA, y que
mediando una relación de pareja sin violencia de género, deberán rendir un veredicto de
culpabilidad por el delito de homicidio calificado.
2. para el caso que consideren que XXX fue el autor del homicidio de AAA con violencia
de género pero sin relación de pareja, deberán rendir un veredicto de culpabilidad por el
delito de homicidio calificado.
3. para el caso que consideren que XXX fue el autor del homicidio de AAA, pero que
entiendan que no se probó la relación de pareja ni la violencia de género, deberán rendir
un veredicto de culpabilidad por el delito menor de homicidio simple.