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Fernando Callero

De Soledad Col (2015)

ROUSSEAU

Estoy fascinado con mi teléfono

un Nokia de setecientos pés

que ofrece Claro a sus clientes

entre los que, por supués, se encuentra mi madre

Su teta vieja todavía viaja

hacia la tecnología

Como ahora encima tengo novio

me tomo todo el tiempo para vivir

doy paseos, saco fotos, grabo canciones al aire lí

ni siquiera llevo auriculares

la realidad está toda pendeja en esos docs

el hierro ubicuo y firme de la fundación

hic et nunc, pinzones con picos diferentes

su morfología, los que morfan, según las islas

arte y naturaleza, la clave afip

para afirmar la propiedad

Dice Rousseau, el puto más bueno

y quejoso de la historia

de las ideas

“El primero que habiendo cercado

un terreno y se ocupó de decir


esto es mío, y encontró gentes

lo bastante simples como para creerlo

fue el verdadero fundador

de la sociedad civil”
RAINE

Kevin, amigo, estoy emocionado

¿Sabés por qué amibito?

Porque tus ojos son tan distintos

a todos los ojos que vi, inclusive de animal

que me pierdo, al punto de no querer ser

más yo, ni mundo, sólo vos, y esa armonía

donde la realidad se pierde en otra con olor

a plasticola –Narnia sintética, cuello de pelo

de león locura, de corazón así de tierno–

La otra vez, dormido

metí la nariz en un pliegue de tu brazo

y aparecí en un jardín oscuro

donde un zorro merodeaba unas calas

monogramadas con hilo de plata

una caligrafía muy fina, con letra de zurdo

que apenas empecé a leer, se deshizo

con ese mismo hervor siniestro

que nos recuerda del sueño

para abandonarnos

en la almohada
RILKE

A un ranchito que se incendia


y a una escalera que se agota antes de dar a luz

Como las madonas preñadas del renacimiento

como las maestras que no pueden

iluminar a los alumnos

y a nuestro hijos de clase

que quedan debiendo materias como los negros

y cobran subsidios del Nuvó Peronisme

Un rancho se quemo temprano

el último que quedaba en la manzana

no sé quiénes lo habitaban

de hecho los vecinos

nos quedamos mirando el fuego

alguien llamó a los bomberos:

Todos propietarios de terrenos en regla

con casas amuralladas de espalda a la calle

y el cartelito de las empresas de alarma

pegado al material de frente

Ayer la policía detuvo a un ladrón

los vecinos lo denunciaron a 911

mientras se llevaba un panel de tejido

de la escuela que hace un año

abortó y armó una ruina entre los pastizales

porque la plata que venía del gobierno


se la comió una golondrina fan de Karina

en el casino del puerto

Ahora los cimientos se quiebran

como muelas viejas

Bueno, el rancho estaba enfrente


POUND

Mi amiga chole

de la dinastía Tang

hizo de mi casa

de un día para el otro

un tereré party continuado

chole, todo bien

me tapaste la bombilla

con el agua fría

chole, me endulzaste la yerba

de por vida

y el pocillito de loza

de mi solteíra

se llena de moscas

en la ventanita

chole, todo bien

que usés los primes con el hernán

que están en mi mesa de luz

mientras no acaben las sábanas

chole, qué onda con el cargador

nokia, qué onda con el colador,

chole, no tengo batería,

no habían quedado dos cebollas?


PERRITO

Este es el poema del perrito

de los niños que salen al sol

cuando golpeamos para buscar

fasito en los ranchos

que están sobre las cloacas

Papá, un señor!

Serán la una

el sol recién alcanza a abrir algunas larvas

sobre los panchos bañados

que el regimiento

acapara sobre el Coronda

y todos los tontos que cotizan

sus acres por ley

estiman con un ojo que los pobres no

pero con el que sí podrán

por ejemplo

dispararles, mjm

los chico hacen los mandados

aparecen lejos

remontando entre unos vapores

otros la pedo tomando sol

Narcos jóvenes del terraplén

gente buena

de familia y trabajo

de 7 a 16 en el plomo
de la construcción

después un recreo con los gallos

y los perros y los hijos

la señora. Nada que el que paga

un analista

sepa que existe

Una pared diagonal de ropa tendida

Bien del rancho hasta la punta de la acequia

y humea
De Al rayo del sol (2013)

LA MANIJA DEL AMOR

Estar tranquilo

Chupar al sol unos porrones

Olvidar la educación

Y destruirse lentamente

Con la manija del amor

No tomar merca

Ni reincidir en esa estúpida forma

De cumplir con la cultura

Hubo una muy buena mala traducción

De un álbum de Los Beatles

Por favor, por favor yo!


LAS MAÑANAS

Se puede oír acá http://www.sonidosderosario.com.ar/audio/callero-fernando/

Las antenas

Los añosos eucaliptos

Se ve toda la playa desierta y sucia, con la arena clara endurecida y mezclada con gris, como si le
hubieran soplado ceniza, las sombrillas de palo, con sus graciosos bonetes de paja cosida y un mechón
castaño, suelto, y al voleo. El mangrullo de los bañeros, otros palos grises enterrados sin sentido
preciso alrededor, como un palacio vegetal abandonado en una isla. Los otros mástiles son caños en L
que sostienen los alójenos, pintados de rojo, y aparecen detrás de la escalera de cemento amarillo
municipal.

Un poco más acá, más postes amarillos y bien enfrente, justo donde el río hace la curva, una cancha de
fútbol con arcos también de palo, apoyada en uno de ellos la bici roja del pescador.

Domina la cancha una torre de alta tensión, parecida a cual-quiera de nosotros, sólo que en versión
gigante y duro, con dos bracitos cortos, de robot, parece estar levantando un alambrado para que
pasen las chicas sin rajarse el bombachudo.

Viene el tren

Se escucha el pito venir de Santa Fe.

Desde el cartódromo un motorcito

le contesta con berridos de ternero.

Vine temprano a hacer reportajes a las garzas del bañado, por eso es que estoy parado al final del
terraplén, haciendo equilibrio entre las trochas, que es desde donde mejor se ve todo el terreno
anegado donde antes hubieron casitas y ahora pájaros que saltan cada dos por tres como si los
descorcharan desde un refugio entre las matas.

Comienza a chasquear la vía como una víbora y al otro lado del río, cruzando el puente de hierro, ya se
distingue la luz del frente de la máquina, así que salto.

Decía que vine a hacer reportajes a las garzas blancas y a las vacas locas, ahora que junio campea una
mini primavera en este invierno.

Ya está viniendo el tren, y mientras dure su pasar no voy a ver las verticales rasas de la cinacina y de
las pajas, incluso el ras cortito de esos patos marrones, las puntitas de las alas amarillas y los picos
naranjados.

El último vagón es una chatarra roja, toda arruinada, como a balazos, donde van dos mozos de blanco
que me saludan con las manos en alto.

Vuelvo a ver las vacas y los patos, la cinacina y la paja y ese ojo de agua como de mercurio meado.

El bañado.

Esta es la viga del presente


Por el terraplén viene el viejo ese, loco,

que pelea con el perro

Se sienta en una piedra y empieza

a enterrarse la mano tembleque

con arena.

Los arcos de las garzas

son parapentes de gasa

remontando atrás de él.

Se incrementan las chapitas

de los píos de los bichos

al traspasar los rieles

grises, de hielo.

Trepan tres desde el bañado, flacos cazadores de fija y honda,

toda la facha arrebatada, zapatillas coloradas, buzos de tela

avión,

briznas de pasto imantadas a la fibra de los cuellos polar.

–Se comen las garzas.

Saltando en los rieles

parecen notas en un pentagrama.

–La otra vez, con los perros,

cazamos una banda.

Rewinnnn
Tres perros de esquina

Dos caballos sueltos

Un perro solo, de puerta,

Otros ladradores, invisibles

Castañuelas.

Th!

Th th th th!

Las puntas de las alitas amarillas

y el piquito como una cuncua.

Un jardín de lotos arrimados

a lo largo de la costa.

Un pescado muerto, panza arriba

Lo doy vuelta con un palo.

Todo el cuerito del lomo

Es atigrado.

Una banana en pijama

con las patitas comidas

por donde le va

saliendo el paño.

Una boga también muerta y panza arriba

removida todo el día

por el flujo

del agüita.

Pobrecita.
Llamas en la arena y todo al ras del agua y de las islas desde que el sol cabeceó el arco del horizonte y
empezó a dar de coté. Cabecita de hornalla trepadora, asomada, vertical. Oro del aire veteado de
plomo y otros grises, ¿qué se escurre?

Llego aquí sobre las nueve, echo todo un vistazo de 180º y me tiro en el pasto de la barranca que da a
la arena de la playa. Veo siluetas que van apareciendo, como puntos de luz robados a la cera de la piel
o a las chapas de la indumentaria, cosas que me revelan que aquí ya comenzó la rotation. La esgrima
pelada de los corredores, de los caminantes a conciencia, de los que resoplan y escupen,
químicamente removidos sus alvéolos, todo el complicado set aeróbico.

Hace mucho
la vía
para allá queda Buenos Aires
para el otro lado Chajarí y Brasil.

Por abajo del puente cruza el arroyo, arrastrado agua lechosa de desagües.
Del mismo lado, ahora que son las 4, empieza a venir el olor ácido y dulce del pino y con las rachas
calientes de viento también el ruido de las de las sierras del aserradero de Blasco.

Todos los ranchos desaparecen al rayo del sol.


El río no se ve.
Dice el chico del nevel, que sabe mucho de pájaros:
el hornero sabe caminar como nosotros,
levantando una pata por vez,
el gorrión va como esquiando
con las dos fijas para adelante
pero igual maneja bien,
debe ser una cosa nerviosa, yo qué sé.

Sentados en la chapa marrón del techo de un galpón que dice Bote Busti, Cresto

y uno con un ladrillo va y se pone a escribir “coger”.

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