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LIBROS DEL KULTRUM El kultrum o cultrún —tiene varias grafías El tambor es el símbolo, por tanto, de su

aceptadas— es una de las expresiones de discurso y de su poder chamánico. En


la cosmogonía araucana cuya transubstan- términos más prosaicos, es un membranó-
ciación terrenal toma la forma de un fono semiesférico de aproximadamente
instrumento de percusión usado por 35 a 40 cm de diámetro superior con una
la machi (en mapudungu —mapuche— altura de 12 a 15 cm. Su cuerpo se esculpe
el que se convierte en mujer chamán; con madera de canelo, laurel, lenga o
vestigio de una sociedad libre del yugo de lingue, cortada en invierno para que no se
los géneros) en las ceremonias religiosas, parta. Se construye ahuecando un tronco
con el fin de alcanzar el trance e invocar hasta darle a la caja de resonancia la forma
a las divinidades en ceremonias colectivas de un cono abierto o cóncavo, con forma
para propiciar la fertilidad, pero también de fuentón. Posteriormente, se le adhiere
en los rituales funerarios. En su interior un parche de cuero de cordero o caballo
permanece para siempre la voz y la cubriendo la boca y se procede al tensado
energía de su dueña, produciéndose así con ataduras de cuero que abrazan el
una identificación de la machi con su cuerpo del tambor.
instrumento.
REACCIONES PSICÓTICAS Esta desternillante antología de ensayos, reseñas, “Un verdadero acontecimiento cultural...
autopsias y semblanzas rescata del más inmiseri- Esta antología rescata del olvido una
Y MIERDA DECARBURADOR de las voces más singulares de la crítica
corde de los olvidos algunas de las piezas más deli- musical.”
PROSAS REUNIDAS rantes del impenitente grafómano y crítico por The New York Times Book Review
DE UN CRÍTICO LEGENDARIO: antonomasia del rock. Textos escogidos, entre me-
diados de los sesenta y los primeros albores de los “Con afecto, brutalidad, furia e irreve-
ROCK A LA LITERATURA rencia, y empuñando una prosa conmo-
ochenta, que vertebran la crónica de su quijotesca
Y LITERATURA AL ROCK entrega a la causa que abrazaría sin remisión posi-
vedora, laberíntica e inmisericode, nos
mostró cómo la propia música podía
ble; pues creía apasionadamente en la fuerza reden- ofrecernos un sinfín de opciones vitales...
LESTER BANGS tora y transformadora de la música rock, Bangs fue uno de los más preclaros
reivindicándola como la más vital e innovadora de plumillas que ha dado nuestra profesión.”
The New York Times
las artes populares, sin dejar por ello de denunciar
sus más absurdos excesos, ni de vilipendiar tampo- “Uno de los grandes escritores estadouni-
co a quienes fueron objeto de tan efímera idolatría: denses que decidió consagrar su escritu-
John Lennon, Lou Reed, John Coltrane, The Clash, ra al servicio del rocanrol... Salvaje,
divertido e impredecible... la prosa de
David Bowie, James Taylor, Kraftwerk… Lester vibra con el pulso de la furia
roquera... una antología imprescindible.”
Tras sobrevivir a sus incesantes y orgiásticos deva- Rolling Stone
neos con las drogas y el alcohol, no deja de haber
“Magnífico... Tener buena parte de
cierta ironía en el hecho de que Bangs muriera tem-
la obra Lester reunida y asistir a su
pranamente a causa de las complicaciones de un reivindicación como literato con todos
proceso gripal en 1982, cuando apenas contaba Murió repentinamente a la edad de treinta y tres los honores es motivo de celebración.”
33 años. Forjó en poco tiempo un estilo excéntrico, años en 1982. Adscrito al nuevo periodismo —en Village Voice
personal y salvaje que dejaría una impronta indele- el frente más militante de la facción gonzo— hízose
“Esto es crítica rock en estado puro.
ble en la historiografía roquera. Cada ensayo es un acreedor también a piadosos sobrenombres como No es solo para aspirantes a críticos y
acrobático alarde de situacionismo sin rumbo apa- “poeta del alcantarillado” y romántico visionario, coleccionistas, sino una suerte de
rente, aunque compartan todos, por igual, la des- mas hay algo que no admite discusión ninguna: historia del rock y de sus grandes mitos.
bordante intensidad de la apostasía iconoclasta que no hubo crítico que viviera más intensamente Que siga siendo pasto de los aficionados
28 años después de su primera aparición
precede al desbarre —y le costaría el despido en —ni compusiera tan apasionadas estampas de—
tal vez sea el mejor tributo que pueda
Rolling Stone, oficiado por el, a la sazón, todopode- tan prodigiosa época. rendirse a este sin par cronista.”
roso Jan Wenner—. Irish Examiner
Greil Marcus es un afamado periodista y crítico
Cuando Bangs compone, a modo de epitafio, su cultural. Colabora con diversos periódicos y revis-
propia semblanza afirma: “la mayoría de los inten- tas, entre los que se contaban también la propia
tos por examinar el rock en términos academicistas Rolling Stone y Village Voice; y es autor de numero-
parecen irremediablemente pretenciosos, carentes sos ensayos —publicados en castellano por Anagra-
de las mismas cosas que hacen que esta música sea ma, Global Rhythm Press y Contra—.
tan emocionante: su franqueza emocional y su im-
pertinente sentido del humor”. Fiel a esta premisa Marcus, devoto seguidor de Bangs, asumió el regoci-
abordó siempre la transcripción de sus impresiones jante reto de desempolvar los incontables ensayos,
sin temor a contravenir los intereses de la industria reseñas y semblanzas que compuso para Rolling
discográfica. Dar cuenta de cuanto se cocía enton- Stone, Village Voice y Creem. Señala en su intro-
ces en una coyuntura tan incómoda para el rocan- ducción a esta antiantología que “no está en su áni-
rol —a caballo entre el ocaso del sueño hippy y el mo reunir una selección representativa de su obra,
colapso del punk— fue una auténtica proeza. sino recomponer la imagen de un hombre que creó
El punk y la new wave traerían consigo, para mayor su propia visión del mundo, llevándola a la praxis y
gloria, la aniquilación masiva de toda una genera- enfrentándose a sus consecuencias”.
ción de críticos de rock, pero Bangs merecía sobre-
vivir a esa extinción. Lo triste es que no pudiera
sobrevivirse a sí mismo…

Lester Bangs inició su andadura profesional traba-


jando como crítico para Rolling Stone. Al mudarse
a Detroit colaboró con la revista Creem, que acaba-
ría editando entre 1970 y 1976, antes de poner rum-
bo a Nueva York para dar noticia de la eclosión del
punk en la Gran Manzana; colaborando con diver- ISBN: 978-84-949383-0-6
sos periódicos y la ya extinta Village Voice. PVP: 22 €
EN PREPARACIÓN “Hace casi treinta años que empecé a escribir este “Una inmersión sincera en las luces
libro”, afirma la afamada artista al consignar la y sombras de la extraordinaria vida y
carrera de la añorada cantante, así como
VÍCTIMA DE UN HECHIZO nómina de agradecimientos con los que ponía fin a en los emotivos recuerdos de su firme
MEMORIAS la revisión de la primera edición en 1991. Casi otros compromiso con la defensa de los
tantos hubo que aguardar para poder verlo por fin derechos civiles y su autoimpuesto
traducido. La autobiografía de la gran cantante y exilio.”
NINA SIMONE Ebony
pianista, que vería finalmente la luz gracias a la
colaboración del cineasta Stephen Cleary, desgrana “Su arte es el más inequívoco testimonio
la evolución de la prometedora carrera artística de de su inquebrantable compromiso con la
una precoz niña prodigio que a los tres años apunta- denuncia de la injusticia.”
ba ya muy buenas maneras. Formación pianística de Washington Post
la que se vería apartada —según afirmaba la propia “Una artista que grabó e interpretó lo
artista— por el color de su piel, truncándose así el que se le antojó, cuando quiso y cómo
gran sueño de la que anhelara convertirse en la quiso. ¿A quién le importaba tanto la
primera gran concertista negra de música clásica. lucha por la igualdad racial como para
abandonar su carrera y sus obligaciones
Un mundo de privilegios reservados a la casta domi- durante tanto tiempo? Una mujer que
nante en el que le fue vedado formarse, y cuyas vivió con plenitud, amó profundamente
injustas prebendas acabaría denunciando mediante su y dejó que se supiera que la palabra
progresiva implicación —y posterior participación— resignación no formaba parte de su
léxico.”
en la lucha por la defensa de los Derechos Civiles.
Jazz Times

Indómita y rebelde con causa —por muchos consi- Llegarían después los “vaivenes entre el cielo y el “Apasionada, brillante y pesarosa,
derada Suma Sacerdotisa del Soul—, acaso una de infierno, los amores ardientes y los maridos abyec- Nina Simone vierte en sus memorias
las artistas más incomprendidas de nuestro tiempo, tos, las sonoras protestas y las rabias calladas, los la humilde crónica de su excepcional
singladura vital, con la esperanza de
Nina Simone (1933-2003) encuentra en Cleary al comportamientos erráticos, los exilios” y los desai- iluminar algunos de los pasajes más
confidente y escriba a quien compartir las vivencias res. Conseguiría, no obstante, también sobreponer- incomprendidos de su vida... Al igual que
que jalonarían su existencia dentro y fuera de los se a esas miserias y reunir la fuerza y la convicción su música, suena igualmente convincen-
escenarios; en una suerte de ajuste de cuentas necesarias para entregarse, durante buena parte de te, honesta y poderosa. Un documento de
época imprescindible para comprender
consigo misma, mas con el ánimo de explicarse los años sesenta y setenta, al ejercicio de un activis-
algunos de los momentos más duros de
—“please don’t let me be misunderstood”— y de mo ejemplar en la lucha por una causa que pronto la historia reciente de Estados Unidos,
alcanzar también, en el intento, una serenidad que haría suya y a la que contribuiría con algunas de de la mano de una de las protagonistas de
jamás le sería concedida. las canciones —como “Young, Gifted and Black”— aquellos acontecimientos.”
que acabarían convirtiéndose en los himnos de los Blog del Centro de Estudios del
Instituto Lincoln Center
A Eunice Kathleen Waymon, nacida en un pequeño diversos movimientos y asociaciones volcados en
pueblo de Carolina del Norte cuando arreciaba la tan desigual lucha por la defensa de los derechos
Gran Depresión, se le confió a muy temprana edad el civiles de la población afroamericana. “I Put a
cuidado de los suyos —quedando a cargo de su padre Spell on You”, “Put a Little Sugar in My Bowl” o
cuando apenas contaba cuatro años y estuvo este a “Mississipi Goddam” iban a sacudir los hasta enton-
punto de perder la vida, y manteniendo a la familia ces apacibles cimientos de la acomodaticia indus-
desde su más tierna adolescencia—. Al cabo de una tria discográfica norteamericana y a provocar una
breve estancia en la escuela Juilliard, y tras cerrárse- auténtica revolución.
le las puertas del Conservatorio de Fildadelfia, empe-
zó a ganarse el sustento dando clases de piano; pero
al poco descubriría lo que, en palabras de su santa
madre, conllevaría “trabajar en el infierno” —tocar y
cantar en bares—. Para encubrir tan singular pecado
adoptaría el nombre de su admirada Simone Signo-
ret. Aquellos inhóspitos tugurios de Atlantic City que
acogieron sus primeros tientos profesionales, pese al
no muy respetable público que los frecuentaba,
acabarían convirtiéndola en una de las celebridades
locales gracias a la afluencia de estudiantes universi-
tarios. Simone contrató a un agente que al poco la
convenció para trasladarse a Nueva York y grabar allí
una versión de “I Loves You, Porgy”. Grabación
aquella que iba a convertirse en un auténtico éxito
en la radio de Filadelfia. Todo parecía indicar, como
así fue, que, por fin, había llegado su momento…
EN PREPARACIÓN En su oscuramente hilarante debut como ensayista, “Una autobiografía del gusto... [Fagen]
Donald Fagen —músico, compositor y cofundador esboza los orígenes de los diversos
elementos que conformaron su sofisticada
HÍPSTERS EMINENTES de Steely Dan—, pasa revista y rinde debido tributo música pop poniendo de relieve su
a las figuras y corrientes culturales que dieron forma impagable deuda con el jazz.”
UNA AUTOBIOGRAFÍA a su sensibilidad artística, remontándose a sus The Philadelphia Inquirer
DEL GUSTO Y DIARIO andanzas universitarias e hilvanando una jocosa
“Esta obra es una auténtica bendición...
DE UNA GIRA crónica de cuanto acontece en la carretera. Fagen
La voz de Fagen —tan inconfundiblemen-
disecciona para tal fin a los eminentes hípsters te sardónica— emerge en todas y cada
cuyas vivencias iluminaron sus sueños de juventud; una de sus semblanzas. Pese al cinismo
DONALD FAGEN componiendo el relato —y retrato— del artista que habitualmente gasta, conserva intacto
adolescente cuya mente se abre privilegiadamente el firme e inquebrantable rigor del
verdadero entusiasta. Se toma muy en
al mundo en los prodigiosos años sesenta —época serio a sus propios ídolos, y consigue
en la que traba amistad en Bard College con Walter transmitirnos con suma claridad las
Becker, su añorado e irremplazable compañero de razones de su vigencia y su importancia.”
armas—; y consignando las desventuras y epifanías The Guardian
de su gira por las entrañas de la América profunda, “Sagaz, único e impredecible... Desopilan-
de la mano de Michael McDonald y Boz Scaggs. te al disertar sobre la difícil —y cada vez
más incómoda— situación del rockero
No tiene el lector en sus manos, en sentido estricto, envejecido... La nueva encarnación de
Fagen es tan punzantemente entretenida
unas memorias al uso —en palabras del propio
como sus malhumorados delirios.”
autor, aseméjase más a lo que dio en llamar “auto- The New York Times
biografía artística”—. Como corresponde a un patologías detectables en todo practicante del
músico que alcanzó la edad adulta en plena edad de directo y músico de rock que se precie y adolezca “Estas memorias versan menos sobre su
oro del vinilo, Donald Fagen, parece haber dividido de una “grave angustia profesional”—; sin pasar por propia carrera que sobre los logros de los
grandes creadores a quienes rinde tributo.
esta colección de ensayos autobiográficos en dos alto vivencias personales más íntimas y dolorosas Perspicaz en sus peroratas sobre música,
caras resueltamente diferenciadas. Una cara A con vividas junto a su compañera sentimental. El cine y literatura, sus apreciaciones son
reminiscencias de una adolescencia no especialmen- anecdotario de la gira tiene los mimbres de una con frecuencia hilarantes y las profiere sin
te perturbada, llena de recuerdos y pasiones lejanas inmisericorde parodia concebida para exhibir las temor a caer en la incorrección política...
Con esta obra Fagen se hace acreedor a su
con ecos radiofónicos; evocaciones siempre sorpren- miserias de la vieja estrella de rock hastiada por el
distinción como inconformista gruñón de
dentes y recordadas con suma elegancia y devoción. hecho de tener que procurarse, a tan provecta edad, primerísima clase. Eminent Hipsters es
Sentidas semblanzas de Ray Charles, DJ Mort Fega, el sustento en los escenarios; pero no deja de ser uno también la prueba inequívoca de la
el locutor de radio Jean Shepherd, Ike Turner, las de los más desternillantes e irritantes testimonios particular fascinación que siempre ha
Boswell Sisters, Henry Mancini; su entrevista a que haya dado el género sobre las inconveniencias sentido por los inadaptados, los bichos
raros y los artistas más excéntricos.”
Ennio Morricone (conversación que reproduce en con las que debe lidiar a diario un músico profesio- Rolling Stone
estas páginas), los escritores de ciencia ficción a nal. Divertimento memorialista que amenaza con
quienes rendía culto; y su sentido tributo a los eclipsar las virtudes menos llamativas de los ensayos “Fagen, como era de esperar, es un
músicos a los que vio actuar en los clubes de jazz de que lo preceden, y a través del cual se permite, presa incisivo crítico cultural armado con una
pluma muy afilada. Tanto si se enzarza en
Nueva York —Miles Davis, Coltrane, Sonny Rollins, de una creciente misantropía y cual quejoso gruñón,
la disección de las innovaciones musicales
Bill Evans, Monk, Mingus, etc.— a muy temprana dar rienda suelta a sus ávidas vísceras y despotrica de Las Boswell Sisters, el oscurantista
edad. La nómina de grandes escritores por los que de lo lindo sobre “los hippies de avanzada edad” a grupo de jazz de los años de la Depresión,
siente verdadera veneración incluye también a los que tiene a bien entretener... como si decide abordar la crónica del
Mailer, Ginsberg, Vidal, Vonnegut y Nabokov y, por auge y caída del legendario monologuista
de la radio Jean Shepherd. No importa
supuesto, a William Burroughs; de quien omite, Con todo, conmueve descubrir las afinidades electi- cuán tangencial se antoje en ocasiones al
curiosamente, mencionar que fue este último de vas de un curtido cantor que, a las puertas de los tratar sus propias vivencias, toda vez que
quien tomó el nombre de su consolador favorito, setenta, y próximo al ocaso de sus giras, preserva su usa esos recuerdos de la infancia como
Steely Dan, para su banda. A Fagen no le asiste la docta bilis incorrupta. una forma de hablar indirectamente sobre
sí mismo. Aprenderás tanto sobre tan
arrogancia roquera, ni le conmueve en exceso singular personaje como al escuchar sus
escudriñar en su propio estrellato. Demasiado tímido discos.”
para caer en esa clase de accesos narcisistas se Grantland
entrega con sumo placer a la degustación y celebra-
ción de lo conseguido por sus idolatrados maestros. “Rebosa comicidad y erudición a un
tiempo... Si bien los fans incondicionales
de Steely Dan se deleitarán, con toda
El abrupto cambio de registro —y de tono— con probabilidad, degustando las ácidas
el que arranca la cara B da paso a una suerte de observaciones de Fagen, cualquier
cuaderno de campo que, a modo de diario, recoge observador de la cultura popular encon-
trará sus ensayos muy didácticos y
algunos de los momentos más estrambóticos de la particularmente divertidos.”
gira con dos veteranos tunantes —permitiéndose, Booklist
al término de la cual, acuñar, incluso, nuevas
Querid@s compañer@s librer@s... Pronunciamiento y destilación debida literarias con el fin de armar un catálogo
y también “notaherid@s”, erra- Y pese a haber auspiciado sonados concebido para lectores que, pese a su
naufragios que pasarán, sin duda, a provecta edad, no ven aún colmadas,
bund@s anaquelautas, diletantes engrosar los trágicos anales de la con- con la regularidad ansiada, sus —cuasi
compulsiv@s, crític@s, meló- traépica gremial… me llevo para mis fetichistas, con frecuencia tribalistas y
man@s, antropófag@s, mitó- codiciosos adentros el recetario de la añadiría que compulsivamente coleccio-
man@s… y demás mártires del antaño inestable pócima que hubo que nistas— necesidades; y a quienes brindar
ir refinando y tampoco quise compartir un repertorio de propuestas concebidas
compás. con muchos; pero cuya indudable valía, para tratar de mitigar la difícilmente
por fortuna, siguen obviando otros tantos saciable curiosidad voyeurística del lector
Se hace saber que nace una nueva y reclamo ahora para mi único disfrute. mitómano.
editorial, entregada por entero a la Muchos fueron también los inesperados
música y a quienes de ella hacen aciertos que me acompañaron en tan Ahí es nada…
desigual e improbable singladura. Logros, Una oferta editorial coherente en su
su modus vivendi. Con semejante en suma, de los que emana el principio formulación, auspiciada por la firme
declaración de intenciones, a activo del psicodélico brebaje que se determinación de convertir esta iniciativa
modo de presentación, bastaría en cuece al abrigo de esta nueva andadura. en una alternativa al yugo de la concen-
principio… pero os lanzo más tración gremial y al reduccionista discurso
De necrópolis librescas… que impone la presunta autorregulación
pistas a fin de poneros en antece- De mi formación como arqueólogo podría del mercado. Y, esta vez sí, con presencia
dentes. Apenas alcanza a sobrepo- inferirse que, tal como reza el adagio continuada en mercados en los que ha
nerse uno a su anterior encarna- popular, así como “la cabra (siempre) tira predominado, tanto en el caso de las
ción como editor independiente al monte”, la necrofilia del coleccionista pequeñas editoriales como también en el
—si bibliófila y audiófila— arrastra al de los grandes conglomerados, una aproxi-
y te sobreviene al poco, por pura
nicho (refiérome, en el caso que nos mación de naturaleza más discontinua y
adicción al oficio, aunque a modo ocupa, a lo que metafóricamente, y con oportunista.
de revelación largo tiempo anun- desafortunada pompa, se dio en llamar
ciada, el irrefrenable deseo por nicho de mercado; aunque semejante Cadena perpetua
destilar lo aprendido —y bailado— palabro no se haya ajustado nunca a tan A los 25 años de mis primeros tientos
apriorística caracterización, ni demasiada profesionales, tras probar suerte en la
en esas vidas anteriores; la esencia justicia haga tampoco al potencial edición discográfica en el ocaso de aquella
última de cuanto ha disfrutado presente de esta cada vez más frecuentada industria, de la mano de Mario Pacheco,
uno editando y, por razones algo necrópolis de mercachifles). y también como efímero apoderado de
más (impúdicamente) prosaicas, algunos músicos de jazz y pop —Chick
Terra ignota Corea, Bobby McFerrin, Diana Krall, Jon
publicando para provecho propio
A lo que iba, el vacío bibliográfico que, Surman, etc.— llegó el momento de
y —quiere uno pensar que, en en materia de divulgación biográfica, reivindicar un cachito del lebensraum
ocasiones, también— ajeno… sigue, a todos los efectos, virtualmente para seguir traduciendo las crónicas de
intacto en nuestra lingua franca —espe- las gestas de muchos otros trovadores,
cíficamente en materia musical— marca intérpretes y compositores. Empecé,
el rumbo. Mi propósito no es otro que en su día, con Bob Dylan, Billie Holiday,
Pregón wagneriano orquestar el desarrollo de un nuevo sello Glenn Gould, Johnny Cash, Joe Boyd,
(con percusión araucana) editorial, a razón de propuesta mensual, Eric Clapton, Ray Charles, Duke Elling-
Así que, sin más preámbulos [redobla ya en el emergente -y cada vez más frecuen- ton, Keith Richards, The Clash, Art
el kultrum], ahí os va, con la solemnidad tado- mercado de las publicaciones Pepper, Ozzy Osbourne, Ron Wood, Miles
debida, el soplo epistolar más intrascen- musicales; con una aproximación que Davis, Coltrane, Bill Evans… Tras aquellas
dente e irrelevante de cuantas efemérides obvie la obsesión por la novedad del primeras celebraciones llegaron noticias
hayáis tenido noticia en fecha reciente: momento y apunte a la creación de un de Neil Young, Ennio Morricone, Morris-
Cual Willem van der Decken, a.k.a. fondo que, forzosamente, deberá nutrirse, sey, Frank Zappa, Johnny Rotten, Bruce
El holandés errante, aclárese aquí que en buena medida, de omisiones imperdo- Springsteen, Ian Curtis, Van Morrison…
con bien poco de flamenco —salvo por nables, descubrimientos insospechados, y un largo etc. Ahí retomo, precisamente,
la pelirroja barba y mi harto blancuzca rescates impostergables y otros tantos el hilo de aquella conversación con la
tez— me impongo, en libre ejercicio hallazgos y reencuentros que aguardan vieja guardia. A razón de propuesta
de mis delirios editoriales, renovarme a lo largo y ancho del siempre atestado mensual y con mucho tiento en los
la condena a vagar por las librerías de espectro de la creación musical. primeros compases, pero inasequible
ultramar; en las que felizmente encontré al desaliento… Pura arqueología para
siempre hallazgos inesperados, descuidos Hallazgos arqueológicos… lectores audiófilos. Y nos arrancamos con
imperdonables, tesoros olvidados por lo Memorias, autobiografías, biografías Lester Bangs, Nina Simone, Donald Fagen,
más granado del proxenetismo ilustrado, —oficiales, autorizadas, desautorizadas, Gil Scott-Heron y George Harrison.
artefactos que desafiaban al más prudente corales, ilustradas— cancioneros bilin- Lo dicho, ahí es nada…
e intrépido de entre los más avezados y gües, ensayo musicológico, corresponden-
alumbrados ludópatas de la profesión, cia, crítica musical, etc.). Y, cuando se
y polvorientas joyas sepultadas inmiseri- tercie, también la obra literaria de los
cordemente entre chulescas novedades… propios artistas biografiados, novelas
Expediciones salpicadas siempre con inspiradas por —y basadas en— las
altos en las ferias de rigor, donde el andanzas y/o determinados acontecimien-
dipsómano inasequible al desaliento tos en las vidas de dichos personajes, etc. LIBROS DEL KULTRUM
atiende a orgiásticas filtraciones, irrepri- Obras unidas por un nexo en el que
mibles indiscreciones, recomendaciones el universo de la cultura musical sea C/Bruc, 63. Pral 2ª. 08009 Barcelona
inverosímiles y toda suerte de lindezas principio y fin; piedra angular en la que www.librosdelkultrum.com
que aquí no viene a cuento consignar. converjan todas estas manifestaciones info@librosdelkultrum.com

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