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Indómita y rebelde con causa —por muchos consi- Llegarían después los “vaivenes entre el cielo y el “Apasionada, brillante y pesarosa,
derada Suma Sacerdotisa del Soul—, acaso una de infierno, los amores ardientes y los maridos abyec- Nina Simone vierte en sus memorias
las artistas más incomprendidas de nuestro tiempo, tos, las sonoras protestas y las rabias calladas, los la humilde crónica de su excepcional
singladura vital, con la esperanza de
Nina Simone (1933-2003) encuentra en Cleary al comportamientos erráticos, los exilios” y los desai- iluminar algunos de los pasajes más
confidente y escriba a quien compartir las vivencias res. Conseguiría, no obstante, también sobreponer- incomprendidos de su vida... Al igual que
que jalonarían su existencia dentro y fuera de los se a esas miserias y reunir la fuerza y la convicción su música, suena igualmente convincen-
escenarios; en una suerte de ajuste de cuentas necesarias para entregarse, durante buena parte de te, honesta y poderosa. Un documento de
época imprescindible para comprender
consigo misma, mas con el ánimo de explicarse los años sesenta y setenta, al ejercicio de un activis-
algunos de los momentos más duros de
—“please don’t let me be misunderstood”— y de mo ejemplar en la lucha por una causa que pronto la historia reciente de Estados Unidos,
alcanzar también, en el intento, una serenidad que haría suya y a la que contribuiría con algunas de de la mano de una de las protagonistas de
jamás le sería concedida. las canciones —como “Young, Gifted and Black”— aquellos acontecimientos.”
que acabarían convirtiéndose en los himnos de los Blog del Centro de Estudios del
Instituto Lincoln Center
A Eunice Kathleen Waymon, nacida en un pequeño diversos movimientos y asociaciones volcados en
pueblo de Carolina del Norte cuando arreciaba la tan desigual lucha por la defensa de los derechos
Gran Depresión, se le confió a muy temprana edad el civiles de la población afroamericana. “I Put a
cuidado de los suyos —quedando a cargo de su padre Spell on You”, “Put a Little Sugar in My Bowl” o
cuando apenas contaba cuatro años y estuvo este a “Mississipi Goddam” iban a sacudir los hasta enton-
punto de perder la vida, y manteniendo a la familia ces apacibles cimientos de la acomodaticia indus-
desde su más tierna adolescencia—. Al cabo de una tria discográfica norteamericana y a provocar una
breve estancia en la escuela Juilliard, y tras cerrárse- auténtica revolución.
le las puertas del Conservatorio de Fildadelfia, empe-
zó a ganarse el sustento dando clases de piano; pero
al poco descubriría lo que, en palabras de su santa
madre, conllevaría “trabajar en el infierno” —tocar y
cantar en bares—. Para encubrir tan singular pecado
adoptaría el nombre de su admirada Simone Signo-
ret. Aquellos inhóspitos tugurios de Atlantic City que
acogieron sus primeros tientos profesionales, pese al
no muy respetable público que los frecuentaba,
acabarían convirtiéndola en una de las celebridades
locales gracias a la afluencia de estudiantes universi-
tarios. Simone contrató a un agente que al poco la
convenció para trasladarse a Nueva York y grabar allí
una versión de “I Loves You, Porgy”. Grabación
aquella que iba a convertirse en un auténtico éxito
en la radio de Filadelfia. Todo parecía indicar, como
así fue, que, por fin, había llegado su momento…
EN PREPARACIÓN En su oscuramente hilarante debut como ensayista, “Una autobiografía del gusto... [Fagen]
Donald Fagen —músico, compositor y cofundador esboza los orígenes de los diversos
elementos que conformaron su sofisticada
HÍPSTERS EMINENTES de Steely Dan—, pasa revista y rinde debido tributo música pop poniendo de relieve su
a las figuras y corrientes culturales que dieron forma impagable deuda con el jazz.”
UNA AUTOBIOGRAFÍA a su sensibilidad artística, remontándose a sus The Philadelphia Inquirer
DEL GUSTO Y DIARIO andanzas universitarias e hilvanando una jocosa
“Esta obra es una auténtica bendición...
DE UNA GIRA crónica de cuanto acontece en la carretera. Fagen
La voz de Fagen —tan inconfundiblemen-
disecciona para tal fin a los eminentes hípsters te sardónica— emerge en todas y cada
cuyas vivencias iluminaron sus sueños de juventud; una de sus semblanzas. Pese al cinismo
DONALD FAGEN componiendo el relato —y retrato— del artista que habitualmente gasta, conserva intacto
adolescente cuya mente se abre privilegiadamente el firme e inquebrantable rigor del
verdadero entusiasta. Se toma muy en
al mundo en los prodigiosos años sesenta —época serio a sus propios ídolos, y consigue
en la que traba amistad en Bard College con Walter transmitirnos con suma claridad las
Becker, su añorado e irremplazable compañero de razones de su vigencia y su importancia.”
armas—; y consignando las desventuras y epifanías The Guardian
de su gira por las entrañas de la América profunda, “Sagaz, único e impredecible... Desopilan-
de la mano de Michael McDonald y Boz Scaggs. te al disertar sobre la difícil —y cada vez
más incómoda— situación del rockero
No tiene el lector en sus manos, en sentido estricto, envejecido... La nueva encarnación de
Fagen es tan punzantemente entretenida
unas memorias al uso —en palabras del propio
como sus malhumorados delirios.”
autor, aseméjase más a lo que dio en llamar “auto- The New York Times
biografía artística”—. Como corresponde a un patologías detectables en todo practicante del
músico que alcanzó la edad adulta en plena edad de directo y músico de rock que se precie y adolezca “Estas memorias versan menos sobre su
oro del vinilo, Donald Fagen, parece haber dividido de una “grave angustia profesional”—; sin pasar por propia carrera que sobre los logros de los
grandes creadores a quienes rinde tributo.
esta colección de ensayos autobiográficos en dos alto vivencias personales más íntimas y dolorosas Perspicaz en sus peroratas sobre música,
caras resueltamente diferenciadas. Una cara A con vividas junto a su compañera sentimental. El cine y literatura, sus apreciaciones son
reminiscencias de una adolescencia no especialmen- anecdotario de la gira tiene los mimbres de una con frecuencia hilarantes y las profiere sin
te perturbada, llena de recuerdos y pasiones lejanas inmisericorde parodia concebida para exhibir las temor a caer en la incorrección política...
Con esta obra Fagen se hace acreedor a su
con ecos radiofónicos; evocaciones siempre sorpren- miserias de la vieja estrella de rock hastiada por el
distinción como inconformista gruñón de
dentes y recordadas con suma elegancia y devoción. hecho de tener que procurarse, a tan provecta edad, primerísima clase. Eminent Hipsters es
Sentidas semblanzas de Ray Charles, DJ Mort Fega, el sustento en los escenarios; pero no deja de ser uno también la prueba inequívoca de la
el locutor de radio Jean Shepherd, Ike Turner, las de los más desternillantes e irritantes testimonios particular fascinación que siempre ha
Boswell Sisters, Henry Mancini; su entrevista a que haya dado el género sobre las inconveniencias sentido por los inadaptados, los bichos
raros y los artistas más excéntricos.”
Ennio Morricone (conversación que reproduce en con las que debe lidiar a diario un músico profesio- Rolling Stone
estas páginas), los escritores de ciencia ficción a nal. Divertimento memorialista que amenaza con
quienes rendía culto; y su sentido tributo a los eclipsar las virtudes menos llamativas de los ensayos “Fagen, como era de esperar, es un
músicos a los que vio actuar en los clubes de jazz de que lo preceden, y a través del cual se permite, presa incisivo crítico cultural armado con una
pluma muy afilada. Tanto si se enzarza en
Nueva York —Miles Davis, Coltrane, Sonny Rollins, de una creciente misantropía y cual quejoso gruñón,
la disección de las innovaciones musicales
Bill Evans, Monk, Mingus, etc.— a muy temprana dar rienda suelta a sus ávidas vísceras y despotrica de Las Boswell Sisters, el oscurantista
edad. La nómina de grandes escritores por los que de lo lindo sobre “los hippies de avanzada edad” a grupo de jazz de los años de la Depresión,
siente verdadera veneración incluye también a los que tiene a bien entretener... como si decide abordar la crónica del
Mailer, Ginsberg, Vidal, Vonnegut y Nabokov y, por auge y caída del legendario monologuista
de la radio Jean Shepherd. No importa
supuesto, a William Burroughs; de quien omite, Con todo, conmueve descubrir las afinidades electi- cuán tangencial se antoje en ocasiones al
curiosamente, mencionar que fue este último de vas de un curtido cantor que, a las puertas de los tratar sus propias vivencias, toda vez que
quien tomó el nombre de su consolador favorito, setenta, y próximo al ocaso de sus giras, preserva su usa esos recuerdos de la infancia como
Steely Dan, para su banda. A Fagen no le asiste la docta bilis incorrupta. una forma de hablar indirectamente sobre
sí mismo. Aprenderás tanto sobre tan
arrogancia roquera, ni le conmueve en exceso singular personaje como al escuchar sus
escudriñar en su propio estrellato. Demasiado tímido discos.”
para caer en esa clase de accesos narcisistas se Grantland
entrega con sumo placer a la degustación y celebra-
ción de lo conseguido por sus idolatrados maestros. “Rebosa comicidad y erudición a un
tiempo... Si bien los fans incondicionales
de Steely Dan se deleitarán, con toda
El abrupto cambio de registro —y de tono— con probabilidad, degustando las ácidas
el que arranca la cara B da paso a una suerte de observaciones de Fagen, cualquier
cuaderno de campo que, a modo de diario, recoge observador de la cultura popular encon-
trará sus ensayos muy didácticos y
algunos de los momentos más estrambóticos de la particularmente divertidos.”
gira con dos veteranos tunantes —permitiéndose, Booklist
al término de la cual, acuñar, incluso, nuevas
Querid@s compañer@s librer@s... Pronunciamiento y destilación debida literarias con el fin de armar un catálogo
y también “notaherid@s”, erra- Y pese a haber auspiciado sonados concebido para lectores que, pese a su
naufragios que pasarán, sin duda, a provecta edad, no ven aún colmadas,
bund@s anaquelautas, diletantes engrosar los trágicos anales de la con- con la regularidad ansiada, sus —cuasi
compulsiv@s, crític@s, meló- traépica gremial… me llevo para mis fetichistas, con frecuencia tribalistas y
man@s, antropófag@s, mitó- codiciosos adentros el recetario de la añadiría que compulsivamente coleccio-
man@s… y demás mártires del antaño inestable pócima que hubo que nistas— necesidades; y a quienes brindar
ir refinando y tampoco quise compartir un repertorio de propuestas concebidas
compás. con muchos; pero cuya indudable valía, para tratar de mitigar la difícilmente
por fortuna, siguen obviando otros tantos saciable curiosidad voyeurística del lector
Se hace saber que nace una nueva y reclamo ahora para mi único disfrute. mitómano.
editorial, entregada por entero a la Muchos fueron también los inesperados
música y a quienes de ella hacen aciertos que me acompañaron en tan Ahí es nada…
desigual e improbable singladura. Logros, Una oferta editorial coherente en su
su modus vivendi. Con semejante en suma, de los que emana el principio formulación, auspiciada por la firme
declaración de intenciones, a activo del psicodélico brebaje que se determinación de convertir esta iniciativa
modo de presentación, bastaría en cuece al abrigo de esta nueva andadura. en una alternativa al yugo de la concen-
principio… pero os lanzo más tración gremial y al reduccionista discurso
De necrópolis librescas… que impone la presunta autorregulación
pistas a fin de poneros en antece- De mi formación como arqueólogo podría del mercado. Y, esta vez sí, con presencia
dentes. Apenas alcanza a sobrepo- inferirse que, tal como reza el adagio continuada en mercados en los que ha
nerse uno a su anterior encarna- popular, así como “la cabra (siempre) tira predominado, tanto en el caso de las
ción como editor independiente al monte”, la necrofilia del coleccionista pequeñas editoriales como también en el
—si bibliófila y audiófila— arrastra al de los grandes conglomerados, una aproxi-
y te sobreviene al poco, por pura
nicho (refiérome, en el caso que nos mación de naturaleza más discontinua y
adicción al oficio, aunque a modo ocupa, a lo que metafóricamente, y con oportunista.
de revelación largo tiempo anun- desafortunada pompa, se dio en llamar
ciada, el irrefrenable deseo por nicho de mercado; aunque semejante Cadena perpetua
destilar lo aprendido —y bailado— palabro no se haya ajustado nunca a tan A los 25 años de mis primeros tientos
apriorística caracterización, ni demasiada profesionales, tras probar suerte en la
en esas vidas anteriores; la esencia justicia haga tampoco al potencial edición discográfica en el ocaso de aquella
última de cuanto ha disfrutado presente de esta cada vez más frecuentada industria, de la mano de Mario Pacheco,
uno editando y, por razones algo necrópolis de mercachifles). y también como efímero apoderado de
más (impúdicamente) prosaicas, algunos músicos de jazz y pop —Chick
Terra ignota Corea, Bobby McFerrin, Diana Krall, Jon
publicando para provecho propio
A lo que iba, el vacío bibliográfico que, Surman, etc.— llegó el momento de
y —quiere uno pensar que, en en materia de divulgación biográfica, reivindicar un cachito del lebensraum
ocasiones, también— ajeno… sigue, a todos los efectos, virtualmente para seguir traduciendo las crónicas de
intacto en nuestra lingua franca —espe- las gestas de muchos otros trovadores,
cíficamente en materia musical— marca intérpretes y compositores. Empecé,
el rumbo. Mi propósito no es otro que en su día, con Bob Dylan, Billie Holiday,
Pregón wagneriano orquestar el desarrollo de un nuevo sello Glenn Gould, Johnny Cash, Joe Boyd,
(con percusión araucana) editorial, a razón de propuesta mensual, Eric Clapton, Ray Charles, Duke Elling-
Así que, sin más preámbulos [redobla ya en el emergente -y cada vez más frecuen- ton, Keith Richards, The Clash, Art
el kultrum], ahí os va, con la solemnidad tado- mercado de las publicaciones Pepper, Ozzy Osbourne, Ron Wood, Miles
debida, el soplo epistolar más intrascen- musicales; con una aproximación que Davis, Coltrane, Bill Evans… Tras aquellas
dente e irrelevante de cuantas efemérides obvie la obsesión por la novedad del primeras celebraciones llegaron noticias
hayáis tenido noticia en fecha reciente: momento y apunte a la creación de un de Neil Young, Ennio Morricone, Morris-
Cual Willem van der Decken, a.k.a. fondo que, forzosamente, deberá nutrirse, sey, Frank Zappa, Johnny Rotten, Bruce
El holandés errante, aclárese aquí que en buena medida, de omisiones imperdo- Springsteen, Ian Curtis, Van Morrison…
con bien poco de flamenco —salvo por nables, descubrimientos insospechados, y un largo etc. Ahí retomo, precisamente,
la pelirroja barba y mi harto blancuzca rescates impostergables y otros tantos el hilo de aquella conversación con la
tez— me impongo, en libre ejercicio hallazgos y reencuentros que aguardan vieja guardia. A razón de propuesta
de mis delirios editoriales, renovarme a lo largo y ancho del siempre atestado mensual y con mucho tiento en los
la condena a vagar por las librerías de espectro de la creación musical. primeros compases, pero inasequible
ultramar; en las que felizmente encontré al desaliento… Pura arqueología para
siempre hallazgos inesperados, descuidos Hallazgos arqueológicos… lectores audiófilos. Y nos arrancamos con
imperdonables, tesoros olvidados por lo Memorias, autobiografías, biografías Lester Bangs, Nina Simone, Donald Fagen,
más granado del proxenetismo ilustrado, —oficiales, autorizadas, desautorizadas, Gil Scott-Heron y George Harrison.
artefactos que desafiaban al más prudente corales, ilustradas— cancioneros bilin- Lo dicho, ahí es nada…
e intrépido de entre los más avezados y gües, ensayo musicológico, corresponden-
alumbrados ludópatas de la profesión, cia, crítica musical, etc.). Y, cuando se
y polvorientas joyas sepultadas inmiseri- tercie, también la obra literaria de los
cordemente entre chulescas novedades… propios artistas biografiados, novelas
Expediciones salpicadas siempre con inspiradas por —y basadas en— las
altos en las ferias de rigor, donde el andanzas y/o determinados acontecimien-
dipsómano inasequible al desaliento tos en las vidas de dichos personajes, etc. LIBROS DEL KULTRUM
atiende a orgiásticas filtraciones, irrepri- Obras unidas por un nexo en el que
mibles indiscreciones, recomendaciones el universo de la cultura musical sea C/Bruc, 63. Pral 2ª. 08009 Barcelona
inverosímiles y toda suerte de lindezas principio y fin; piedra angular en la que www.librosdelkultrum.com
que aquí no viene a cuento consignar. converjan todas estas manifestaciones info@librosdelkultrum.com