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Práctica N° 4

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Grupo: _________________________

1) Lee atentamente el texto, luego aplica las siguientes estrategias:


Subraya las ideas principales, circula las palabras desconocidas
y elabora un sumillado en cada párrafo.

Cuando el “tener” supera al “ser”

Descubra cómo ser verdaderamente feliz, sin la excesiva necesidad de consumir cosas todo el tiempo
Leonardo Bertagni

En la Biblia hay un versículo que me gusta mucho: “Tú has hecho que mi
corazón rebose de alegría, alegría mayor que la que tienen los que disfrutan
del vino y del trigo en abundancia” (Salmos 4.7). Este texto expresa que
puedes ser feliz más allá del aspecto económico. Esta idea no parece ser
compartida por el imaginario colectivo popular. En líneas generales, se
acepta que el dinero, si no te hace feliz, al menos te “calma los nervios”.

¿Estamos mejor, luego de sentirnos presionados por adquirir objetos?

Repasemos: vivimos en una sociedad consumista; es decir, lo que tenemos


lo gastamos. Vivimos a crédito: gastamos lo que tenemos y no tenemos,
pero esperamos tener en un futuro inmediato. Esta cultura del consumo se
encuentra guiada por el mercado y orientada hacia él. No es suficiente con
afirmar que esto se debe a la codicia y al afán de lucro solamente; sería más
justo decir que, tal como lo expresó Tim Jackson, se debe a “nuestra cultura
fundada en un insaciable apetito por la novedad”.

Estamos viviendo de manera egocéntrica y materialista. En una propaganda


de un local de electrodomésticos, un actor muy famoso desciende de una
limusina. En la vereda, lo sorprenden numerosos flashes de reporteros. El
hombre ingresa rápidamente en su casa (altamente tecnologizada), llega a
un gran sillón y prende su gran televisor.

La propaganda es clara: ser exitoso supone estar solos (hay que trabajar
duro, y lo que se gana en el trabajo es para comprar cosas), con aparatos de
todos los colores. Así, queda insinuado un mundo ideal: tecnología,
consumo y disponer de tiempo para volver a consumir.
¿Quiénes son los grandes ausentes de la propaganda? Los otros, los
demás. Allí no hay nadie; no existen vínculos. Los demás solo están en tanto
brindan admiración; es decir, el otro está ahí solo para mirar–me (es decir
admirar–me). El ego está en el centro. Y el ego es el problema.

Así como cada quien vive en su pequeño mundo, resulta que nadie está
“verdaderamente interesado en nosotros”. Entonces, el egocéntrico termina
no encontrando lo que esperaba, sino solamente frustración.

Las relaciones humanas en general, y las familiares en especial, son una


fuente de “alegría” para el hombre. “No es bueno que el hombre esté solo”
(Génesis 2:18). Y, sin embargo, así se lo ve y propone desde el
consumismo. Un hombre que no está para nadie. Pero, el texto bíblico
recuerda que “nadie vive para sí” (Romanos 14:7). Debemos estar también
para los demás. Nuestra vida es el resultado de numerosas interacciones. Y
la verdad es que quienes amplían sus vínculos sociales viven mejor.
Quienes logran salir de la tendencia actual al aislamiento y aumentan sus
redes de compañerismo tendrán más recursos emocionales y afectivos para
enfrentar las complejidades de este tiempo.

Otra característica actual es el materialismo, entendido como el reverso del


consumismo, es decir el tener cosas. La ecuación es la que sigue: un
hombre aislado, desinteresado en los demás, centrado en sí mismo, absorto
en satisfacer necesidades más imaginarias que reales. Para un hombre de
estas características, el mercado tiene todo tipo de objetos variados, para
todas las necesidades. Pero, una vez adquiridos, estos parecen no dar
respuesta a sus necesidades más profundas. Se están alcanzando niveles
de consumo altísimos, pero la gente sigue aún más sola, desconectada,
angustiada y deprimida que nunca. Los objetos no calman la ansiedad; más
bien, la generan.

Nuestra dicha, siguiendo la reflexión de David, no está en la abundancia de


cosas, sino en “la alegría que da Dios”. La paz del corazón, una paz que
rebosa, una paz concedida en abundancia, no se obtiene de las cosas, sino
de la relación de una persona: con Dios. Producto de esa relación serán
consumidas nuestras ansiedades y reemplazadas por seguridades.

2) Ahora elabora un resumen, en base al sumillado.


Lista de cotejo para evaluar el subrayado, circulado y sumillado

Nº Indicadores Puntaje
(0 – 5)
1 Identifica correctamente las ideas principales al realizar el
subrayado.

2 Determina adecuadamente las palabras circuladas.

3 Elabora el sumillado mediante el parafraseo y con precisión.

4 El resumen se basa en el sumillado, su ortografía y puntuación


son correctas.

CALIFICACIÓN:

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