0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
9 vistas1 página
Este documento lista varias razones por las cuales una persona podría sentirse valiosa y querida, incluyendo tener amigos, poder perdonarse a sí mismo, saber que Dios lo ama, obedecer a sus padres, orar, tener éxito aunque también fracasar ocasionalmente, y hacer cosas a pesar de sentir timidez. Alienta a la persona a agregar sus propias razones y agradecer a Dios por sus capacidades.
Este documento lista varias razones por las cuales una persona podría sentirse valiosa y querida, incluyendo tener amigos, poder perdonarse a sí mismo, saber que Dios lo ama, obedecer a sus padres, orar, tener éxito aunque también fracasar ocasionalmente, y hacer cosas a pesar de sentir timidez. Alienta a la persona a agregar sus propias razones y agradecer a Dios por sus capacidades.
Este documento lista varias razones por las cuales una persona podría sentirse valiosa y querida, incluyendo tener amigos, poder perdonarse a sí mismo, saber que Dios lo ama, obedecer a sus padres, orar, tener éxito aunque también fracasar ocasionalmente, y hacer cosas a pesar de sentir timidez. Alienta a la persona a agregar sus propias razones y agradecer a Dios por sus capacidades.
Cuando tengo amigos/as, aunque no me guste lo que vea en el espejo. Cuando puedo hacer algo bien. Cuando puedo perdonarme yo mismo/a y pensar en otros. Cuando pienso en cuánto me ama Dios. Cuando sé que Dios me ha perdonado. Cuando alguien me elogia o me agradece. Cuando obedezco a mis padres. Cuando me va bien en la escuela. Cuando oro. Cuando cuido mi cuerpo. Cuando tengo éxito. Cuando fracaso, pero no me pongo celoso/a ni me desanimo lo suficiente como para darme por vencido/a. Cuando tengo mi cuarto limpio y en orden. Cuando aprendo alguna nueva habilidad. Cuando puedo perder sin disgustarme. Cuando digo que no a alguien que quiere que yo haga algo que considero incorrecto. Cuando alguien me dice que está seguro que puedo hacer algo que nunca he realizado antes y estoy un poco temeroso/a de enfrentarlo. Cuando hago algo venciendo mi timidez (como por ejemplo, ponerme de pie frente a mucha gente y presentar un informe). Cuando digo “lo lamento” después de haber hecho algo equivocado. Tal vez tú quieras añadir algunos puntos. Luego tómate un momento para agradecer a Dios por las cosas que has mencionado. Agradécele porque te ha capacitado para hacer lo que puedes hacer y ser la persona que eres.