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El Libro de la Selva no es sólo una historia sobre animales, 

nos habla también de la libertad, de la amistad, del


esfuerzo, de los peligros que nos encontramos en el camino y, sobre todo, del respeto
Una vez, una sabia y vieja tortuga descubrió algo sorprendente que servía, entre otras cosas, para poner orden
en la selva en que habitaba: los números. Compartiendo su sabiduría fue mostrando su invento a otros
animales.
Es el cuento de una tortuga que es la más sabia de todas. El caso es que un día Tuga que es el nombre de la
tortuga estaba en su tronco acostadita y pensando , sin moverse y el árbol envejecía. Entonces un día
abandonó el árbol y echó a andar .Se puso manos a la obra a enseñar eso de los números .Quiso enseñar eso
de los números a un león que en vez de decir ccccuatro decía: ggguato. Enseñó a los elefantes que solo
aprendieron a contar hasta 99.Enseñó a unas abejas y las abejas le enseñaron a ella. Estuvo presa por unos
monos a los que también enseñó eso de los ritmos con los números. Y al final encontró pareja y tuvo
tortuguitas.
Tuga es una tortuga vieja y sabia. Tuga quería enseñar toda su sabiduría. Por eso Tuga enseña a todos los
animales de la selva los números, las decenas, las centenas, circunferencias, elipses, etc. Aunque algunos no
los entendieran ella se lo explicaba con canciones.

Tuga vive una aventura de secuestro por parte de los monos que estaban muy locos y aprovecha para
enseñarles los números y también a hacer música con palos y otros objetos a cambio de su libertad. Gracias a
ella todos los animales de la selva hacen canciones y colaboran entre ellos. Al final Tuga se marcha a otros
bosques, enseñando también toda su sabiduría y conoce a otras tortugas de su especie formando una bonita
familia con tortuguitas.

Tuga era una vieja tortuga muy sabia. Un día se metió en el tronco de un árbol y empezó a pensar en un
mecanismo para organizar la selva. Cuando lo halló quiso ir a contárselo al rey de la selva, el león. El no
entendía nada, en vez de decir cuatro decía “guatro” y se creía que era para asustar a los animales.
Como el león no la entendía, Tuga se fue a buscar a los elefantes.
Cuando llegó dijo que quería ver al viejo y le explico lo de los números, lo entendió tan bien que ya hacían
desfiles cambiándose de posición .Un día Tuga se fue y se encontró un enjambre de abejas zumbonas . Las
abejas no querían saber nada excepto una de ellas, que quería aprender . Tuga le enseño los números y la
abeja, las elipses y circunferencias . Un día Tuga se marchó, los animales la advirtieron de que no pasara pero
no hizo caso y entró. Unos monos la cogieron y la colgaron de una rama .Los monos querían hacer miel y que
Tuga les enseñara, pero Tuga no podía .Al cabo de un rato la bajaron los monos, tocaban instrumentos y un día
decidieron irse con los elefantes.
La primera vez los elefantes dijeron que no, pero luego sí . Todo acabó bien y Tuga se fue a formar una familia.

Había una vez una selva sin números, nada de sumas, restas y todo lo demás. Cierto día una tortuga llamada
Tuga se quedó en una cueva pensando y pensando, hasta que encontró una forma de enumerar las cosas que
las llamo números. Y se puso en marcha a contárselo al rey de la selva que era el león, pero tras explicárselo
varias veces no entendió nada porque era un bobalicón. Después conoció a un elefante viejo y bastante listo
que entendió perfectamente los ´´números´´ y cada día le enseñaba poquito a poquito. Corría el rumor de que
Tuga era famosa por inventar lo de los números, pero los animales hacían preguntas estúpidas. También
conoció unas abejas muy picaronas que le enseñaron a Tuga la circunferencia y el circulo. Pero hay animales no
tan listos como los monos, que secuestraron a Tuga para que les desvele los números ya que no sabían lo que
eran. Se lo explicó e hicieron una banda musical con ritmos, por ejemplo 1-2-3-1-1-2 o más difíciles y con las
horas se hicieron horarios: a la 1 comen, a las 2 siesta, cosas así y juntos los animales de la selva consiguieron
mejorar, para que tengan una selva muy ordenada y mejorar sus vidas.

Tuga es una vieja y sabia tortuga que descubre un metodo para ordenar y contar.
Tras su descubrimiento decie darlo a compartir su sabiduria, fue mostrando su invento a diversos animales, los
cuales lo usaron en istintos fines.
La obra
Tuga, la tortuga protagonista, inicia, tras un período de reflexión, un original periplo por la selva con el afán de
transmitir a sus habitantes un gran descubrimiento: los números.
Leones, elefantes, abejas y monos, cada uno por distintos motivos y adoptando
diferentes actitudes, van convenciéndose de las ventajas y de la utilidad de los números en su vida cotidiana.
Pero esta empresa no va a estar exenta de incomprensiones, peligros y aventuras para Tuga.
¿Por qué leerla?
La selva de los números acerca a los lectores mayores de 8 años, de una forma lúdica y divertida, al mundo de
la ciencia matemática. Una forma seria, pero no aburrida, de aprender conceptos matemáticos básicos y sus
aplicaciones prácticas.
Con un enfoque muy próximo a los dibujos animados, el libro plantea una enseñanza a través del
descubrimiento que llevará al niño a aprender los rudimentos de la aritmética, de la geometría o del ritmo
musical, no de una forma mecánica, sino reflexionando sobre sus fundamentos e interrelaciones.
Unidades, decenas, centenas, cardinales, ordinales, etc., es decir, conceptos de aritmética y geometría
aparecen perfectamente integrados en una historia de animales personificados, simpáticos y reflexivos.
Por otro lado, el lector descubrirá como, a pesar de las distintas formas de ser y de las diferentes actividades
vitales de cada uno, todos podemos convivir y beneficiarnos mutuamente, aprendiendo unos de otros. Incluso
Tuga, la sabia maestra, aprenderá nuevas cosas mientras explica sus descubrimientos a otros animales.

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