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RETO DE CIUDADANÍA DIGITAL 2

En primer lugar, quiero decir que fue bastante increíble esta actividad, me quedo
sin palabras para expresar los muchos sentimientos que surgieron en mí al ser
parte de las historias de Ramona, en primer lugar, Antonia, en segundo, y Cecilia,
en tercero.
Respecto a la historia de Ramona, una
campesina paraguaya indocumentada
con 3 hijos, siendo el mayor un chico con
discapacidad cognitiva, siempre intenté
dar lo mejor de mí y lograr el bienestar de
mi hija sin importar lo que pudiera pasar,
ya que aseguraba que, si pasaba algo
malo, las recompensas serían mayores,
puesto que velaba por el mejor futuro de
mi hija y, así, de mi familia. No obstante,
ocurrió un error respecto a la última
decisión que era escoger entre ir a
trabajar unos días, dejando a mis hijos
con una vecina, para conseguir dinero,
sacar los documentos de mi hija y
permitirle seguir estudiando, o quedarme
con mis hijos y esperar a que se diera
otra oportunidad, decidí irme. El problema
fue que me seleccionó la opción de
quedarme, e incluso volviendo a hacer
toda la historia, seguía pasando lo
mismo. Sin embargo, al final, esto resultó
bastante gratificante, debido a que mis
vecinos de la vereda decidieron
ayudarme para sacar los documentos de
mi hija, y no fue necesario arriesgar la
seguridad de mi familia al dejarlos solos.
En lo personal, lo que más me afectó de esta historia fue las pocas oportunidades
que tienen las personas de bajos recursos que viven en zonas rurales, como es el
caso de Ramona, y por esto decidí hacer todo lo posible para que mi hija pudiera
tener un mejor futuro. Así mismo, en la conversación con una indígena en el
centro de registro civil, me enseñaron la importancia de nuestro nombre, ya que
hace parte de quienes somos. En este sentido, agradezco que en la clase de
espacios de conversación hemos tratado el tema de la razón de ser de los
nombres de cada estudiante, y, a causa de la investigación de los míos, descubrí
que sí me siento identificado con mis nombres, y sí siento como reflejan mi forma
de ser. Finalmente, el aspecto más gratificante de la historia fue cuando todos mis
vecinos, en un acto de bondad y generosidad, decidieron ayudarme y no dejarme
sola en la dificultad. Siendo sincero, incluso se me aguaron los ojos de la alegría,
ya que me considero una persona bastante sensible y, de igual forma, empática.
Ante todo, aprendí lo importante de siempre ser bondadoso y generoso, incluso
teniendo poco, agradeciendo una vez más a mis vecinos.
Siguiendo con la segunda historia,
Antonia es una indígena del oriente del
departamento del Cauca que se destacó
en sus estudios escolares y planea ir a la
universidad en Bogotá, teniendo a su
familia y comunidad en contra, puesto
que puede olvidar sus valores y sus
orígenes, olvidar quién es ella. Así,
quiero compartir las preguntas que me
hicieron y mis respuestas:
1. ¿Tú crees que las integrantes de
una comunidad indígena no
pueden estudiar porque terminan
por despreciar su propia cultura?
El estudiar o no NO es un factor
determinante en esto, ya que, si yo
quiero dejar mi pasado, mis costumbres
y a quién soy yo, es una decisión y
acción completamente propia. Será mi
decisión si oculto, ignoro y desprecio mi
pasado. No obstante, no considero
correcto el olvidar, ignorar y despreciar
nuestro pasado, ya que sencillamente
somos como somos por lo que nos ha
ocurrido, sea bueno o malo. Si yo
quisiera eliminar de mí un acontecimiento muy malo, que me afectó
negativamente, de mi historia, estoy eliminando una parte de mí, al mismo tiempo,
y, así, también estoy dejando de amarme. Ante esto, es decisión de cada uno si
olvida lo que es o no, teniendo en cuenta que lo mejor es aceptarnos como somos
y sólo querer cambiar si es para mejor.
2. ¿Crees que las comunidades indígenas deberían trabajar más en el
lenguaje escrito o eso podría implicar una pérdida de la tradición?
Me parece que es bueno que aprendan nuestro idioma, por la relevancia y las
oportunidades que pueden tener, así como para nosotros es fundamental
aprender el inglés y desempeñarnos en el ámbito internacional. Siguiendo el
mismo ejemplo, yo por aprender inglés no voy a olvidar mi idioma, pues sé lo
importante que es para mí, ya que hace
parte de mi historia y mi ser, Además,
según lo que anteriormente dije, es nuestra
decisión si al cambiar para mejor,
retrocedemos y olvidamos lo que somos.
En base a esto, decidí actuar de la misma
forma que en la historia de Ramona, siendo
perseverante y jamás rindiéndome,
logrando mantenerme en mis estudios y no
dejar de ser quien soy. De esta manera, la
lección más importante de la historia es el
respetar a los demás, ya que, aunque
seamos distintos, todos somos iguales y
tenemos los mismos derechos. Además,
algo que me llamó bastante la atención fue
la última decisión, en la que debía escoger
entre ir a estudiar con mis amigos de la
universidad o ir a un encuentro de mi
comunidad indígena, allí mismo en Bogotá.
Menciono esto, ya que Diego Esteban
habría ido a estudiar, a causa de que él no
es de la tribu Misak, sin embargo, Antonia sí
hace parte y quiere seguir siendo parte,
quiere seguir siendo ella, por tanto, yo, en
el papel de ella, escogí ir a la reunión de mi comunidad. Lo más
sorprendente de esto, fue que mis compañeros de la universidad
decidieron acompañarme a mi encuentro en vez de estudiar.
Además, a mi correo electrónico (de Diego Esteban), me llegó
una información sobre las tribus indígenas de Colombia, muy útil
para ser consciente de este grupo que también hace parte de mi
país.
Finalmente, también fui Cecilia, una argentina que creció sin sus
padres, y terminó siendo novia de un traficante de drogas. Él y yo
tuvimos una hija llamada Mariana, de la cual fui separada cuando
ella tenía entre 7 y 8 años, puesto que la policía irrumpió en
nuestra casa en busca de drogas. Cristian huyó y yo fui
declarada culpable por tráfico de drogas. Ya en la cárcel decidí
no ser rebelde, y entre intentar traer a mi hija conmigo o dejarla
con los padres de Cristian, escogí la segunda opción, esperando
que ella tenga un mejor futuro que el mío. Al final, mi historia
acaba conmigo en prisión por no sé cuánto tiempo. No sé si pude
haber tenido un mejor futuro, ya que las únicas decisiones que
tomé fueron las ya mencionadas. Me siento triste de no haber tenido un final más
feliz, pero al menos sé que, al igual que en la historia Ramona, hice lo posible por
darle un mejor futuro a mi hija.
Esta ha sido mi experiencia al estar en los zapatos de estas 3 mujeres durante sus
difíciles situaciones, de las cuales aprendí la importancia de la bondad, la
generosidad, el ser perseverante y procurar el bien y la felicidad para los demás.
Fue bastante satisfactoria la experiencia y agradezco a los maestros por tan
increíble oportunidad.

Diego Esteban Zapata Sánchez - 2520202031

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