2007 Sociology Compass Article

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Una revisión 'rave': intereses conceptuales y analíticos
Cambios en la investigación sobre la cultura rave
Artículo en Sociology Compass · Noviembre 2007
DOI: 10.1111/j.17519020.2007.00034.x
CITAS LEE
52 10,060
2 autores:
anderson Philip R. Kavanaugh
Universidad de Delaware Universidad del Estado de Pensilvania
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Una crítica 'rave': intereses conceptuales y
Cambios analíticos en la investigación sobre la cultura rave
Tammy L. Anderson* y Philip R. Kavanaugh
Universidad de Delaware
Abstracto
Históricamente, las raves se han referido a fiestas de baile de toda la noche organizadas de
base, antisistema y sin licencia, que presentan música de baile producida electrónicamente,
como techno, house, trance y drum and bass. Desde sus orígenes a fines de la década de 1980
en el Reino Unido, las raves han ganado una gran popularidad y se han transformado drásticamente.
En consecuencia, sus muchos rasgos y comportamientos culturales han ganado mucho interés
sociológico, que en su mayoría cae en dos perspectivas contrapuestas: los estudios culturales
y la salud pública. En este documento, revisamos cómo son las raves hoy en día en comparación
con su punto más alto en la década de 1990. Luego discutimos cómo los estudios culturales y
las perspectivas de salud pública definen las raves y las han estudiado a lo largo del tiempo,
enfocándonos en los conceptos sociológicos 'mascotas' que cada uno ha tratado de promover.
Nuestro análisis de esta literatura revela diferencias importantes en la investigación rave por
país y a lo largo del tiempo. Terminamos discutiendo la política asociada con el cambio en la
investigación rave.
Introducción
La sociedad ha sido muy influenciada por muchas escenas alternativas, subculturas
o estilos de vida orientados en torno a la música, la juventud y los adultos jóvenes
(Epstein 1998). Algunos de los más notables incluyen la escena punk inglesa en las
décadas de 1970 y 1980, el jazz estadounidense (19301940) y las escenas hippie
(1970) y las escenas rave de la década de 1990 en el Reino Unido y Estados Unidos.
De ellos han surgido la innovación musical, la identidad social, la moda y otros
matices estéticos, y la producción cultural convencional y alternativa.
Cada vez más, la sociología ha utilizado escenas y estilos de vida para investigar
y aclarar muchos de los conceptos e ideas fundamentales de la disciplina. Por
ejemplo, Becker (1963) utilizó la escena del jazz estadounidense de la década de
1940 para dilucidar las nociones de identidad, subcultura y control social desviados.
En el Reino Unido, académicos del Centro de Estudios Culturales Contemporáneos
de Birmingham utilizaron la escena punk inglesa (Hebdige 1979) y los mods y rockers
(Hall y Jefferson 1976) para ilustrarnos sobre la resistencia juvenil y la identidad contracultural.
Gran parte del interés sociológico en las raves sigue esta tradición. En menos de
20 años, desde el surgimiento de las raves en el Reino Unido, han aparecido muchos
estudios que cubren temas como la identidad juvenil y la resistencia contracultural (Hill
© 2007 Los autores
Compilación de revistas © 2007 Blackwell Publishing Ltd
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2002), hedonismo (Reynolds 1999) y riesgo y consecuencia relacionados con las drogas (Sanders
2005; Yacoubian et al. 2003). Los propósitos de este artículo son revisar qué son las raves, cómo
han cambiado con el tiempo y cómo los estudiosos han intentado entenderlas. A través de dicha
revisión, esperamos mostrar cómo la investigación sobre la cultura rave ha contribuido a las ideas
y conceptos sociológicos fundamentales relacionados con el estudio de la cultura, la desviación y
la identidad de los jóvenes. Nuestra revisión de la conexión entre las defi niciones rave y los
enfoques que los académicos han usado para estudiar las raves revela ideas importantes para
los conceptos sociológicos y cómo los intereses políticos dan forma a los campos de investigación.
Sostenemos que la definición de raves de uno juega un papel importante, pero no singular, en qué
temas se investigan, cómo se estudian las raves y qué conceptos e ideas se proponen.
Antecedentes históricos Los raves
históricamente se han referido a fiestas de baile de toda la noche organizadas por la base,
antisistema y sin licencia, que presentan música de baile producida electrónicamente (EDM), como
techno, house, trance y drum and bass.
Los miembros de la Generación X (la cohorte de nacimiento nacida entre 1965 y 1980, ver Ulrich
y Harris 2003) originaron raves durante las eras conservadoras de Thatcher en el Reino Unido y
Reagan en los Estados Unidos. Muchos jóvenes de la 'Generación X' a fines de la década de 1980
y principios de la de 1990 respondieron a las tensiones culturales (p. ej., conservadurismo versus
liberalismo y temores de alienación económica) participando en raves (Collin 1997; Redhead
1993; Reynolds 1999).
Las raves ganaron importancia cultural durante las administraciones de Majors/Blair y Clinton
de la década de 1990. La cultura rave se desarrolló con un estilo de vida alternativo que resistió
las convenciones dominantes. Tanto los comportamientos que tuvieron lugar en las raves (p. ej.,
uso de drogas ilegales, violación de ordenanzas sobre ruidos y reuniones públicas y otros
comportamientos 'desviados') como su amplia popularidad causaron alarma entre padres y
legisladores por igual.
En consecuencia, los gobiernos de los EE. UU. y el Reino Unido intentaron controlar las fiestas
raves a través de diversas políticas sociales, debido a la preocupación de que los miembros de la
generación X fueran víctimas de las drogas y la anarquía (Hill 2002; Reynolds 1999).
En el pasado, preocupaciones similares sobre las actividades juveniles, especialmente aquellas
que involucraban música y drogas (por ejemplo, jazz y marihuana o hippies, LSD y cocaína)
motivaron los controles gubernamentales sobre las drogas y las subculturas, escenas o estilos de
vida que las celebraban (Cohen 1972). ; Goode y BenYehuda 1994; Hier 2002). Por lo tanto, a
fines de la década de 1990, cuando las raves alcanzaron su punto máximo en los EE. UU., los
problemas sociales, las drogas y los académicos de salud pública las trataban como otro asunto
problemático que había que controlar, en lugar de una experiencia cultural significativa.
Desde su surgimiento, los aspectos de la cultura rave se han extendido más allá de las fiestas
nocturnas a otros tipos de entornos, por ejemplo, galerías de arte, beneficios sociales y salas de
chat (Anderson 2007). La música dance electrónica, el principal producto cultural de las raves,
también se ha emancipado de la escena rave y
© 2007 Los autores Compás de sociología 1/2 (2007): 499–519, 10.1111/j.17519020.2007.00034.x
Una crítica 'rave' 501
ahora se pueden encontrar en los establecimientos de ocio, la cultura popular y la vida
cotidiana. Por ejemplo, hoy en día se puede escuchar regularmente música de baile en
restaurantes de lujo de la ciudad, en clases de spinning y aeróbicos, o como música de
fondo en videojuegos. Los eventos o fiestas en sí mismos también han cambiado
drásticamente en forma y estilo, alejándose significativamente de su forma auténtica.
Malbon (1999) y Thornton (1996) han detallado su carácter comercial moderno,
mientras que Anderson (2007) ha mapeado las formas variables de las raves entre las
fiestas más auténticas y las fiestas de marca altamente comerciales de la actualidad
(ver más abajo).
A pesar de la expansión de la cultura rave en la sociedad dominante, personas como
los conocedores de la escena, los profesionales de la industria musical o los fanáticos
de la música electrónica rara vez usan la palabra 'rave' en la actualidad, en gran parte
porque la escena ha disminuido o cambiado de manera dramática. Aquellos que son
más propensos a usar la palabra 'rave' lo hacen por razones muy diferentes: como un
eslogan para demarcar los comportamientos problemáticos que desean eliminar. Esta
última contingencia está compuesta por legisladores, profesionales del gobierno y ciertos
académicos que definen las raves de manera diferente a quienes han estado más
estrechamente relacionados con ellas. Nuestra opinión es que esta distinción en las
definiciones de lo que son (o eran) las raves ha dado forma a lo que sabemos sobre
esta importante escena musical basada en la juventud y cómo podemos medir su
importancia en la sociedad actual.
El interés sociológico por las raves y la cultura rave comenzó en el Reino Unido,
específicamente en Inglaterra, con numerosos manuscritos del tamaño de un libro que
documentan los orígenes y ascensos de las raves (ver el trabajo de Collin 1997;
Redhead 1993, 1995). Con el tiempo, la investigación rave floreció en sociología y sus
subcampos relacionados de problemas sociales, estudios de drogas y alcohol,
criminología, estudios de adolescencia y juventud, y salud pública y bienestar.
Agrupamos los estudios sociológicos de las raves en dos amplias tradiciones sustantivas
o conceptuales: estudios culturales y salud pública1 , y describimos a continuación
algunas de sus contribuciones conceptuales.
Comenzamos abordando los objetivos de nuestra investigación revisando cómo cada
tradición ha definido las raves y ha estudiado la cultura rave. Esto se debe a que la
literatura sociológica sobre las raves y la cultura rave no ha empleado una definición
uniforme de las raves, ni ha abordado o reconocido de manera consistente la
transformación de las raves a lo largo del tiempo. Nuestra opinión es que esta variación
ha dado forma a cómo y qué han estudiado los académicos con respecto a los raves y
la cultura rave, lo que ha dado como resultado contribuciones conceptuales dispares a la disciplina.
Los estudios culturales y la escena rave
La literatura de estudios culturales ve a las raves como un sitio de identidad cultural
juvenil significativa y, a veces, algo equivalente a un movimiento social o un estilo de
vida alternativo (Hill 2002; Hitzler y Pfadenhauer 2002; Kosmicki 2001). Muchos
académicos de estudios culturales (Anderson 2007; Bennett 2001; Malbon 1999;
Thornton 1996) sostienen que las raves son más o menos
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en los EE. UU. y el Reino Unido o se han fusionado con la cultura de club contemporánea.
Han explorado muchos temas conceptuales en su investigación rave, incluida la identidad, los
estilos de vida alternativos, la pertenencia a grupos, el hedonismo, las subculturas, las
relaciones de género y el consumo de drogas.
El estudio reciente de Anderson (2007) sobre las raves en el pasado y el presente avanza
en las definiciones de estos estudios culturales al identificar varios componentes comúnmente
utilizados por los participantes para definir las raves o establecer su 'autenticidad'.
Estos componentes incluyen ethos, organización social, marcadores de identidad y normas y
comportamientos. El enfoque de los estudios culturales en los elementos culturales ayuda a
explicar las afirmaciones de que las raves terminaron o se transformaron en nuevas variedades
de fiestas EDM.
El primer componente de un rave es su ethos o las creencias y actitudes que le dan a la
escena rave su cultura e identidad únicas (Anderson 2007).
Las raves tenían una ética distintiva llamada 'PLUR', un acrónimo de paz, amor, unidad y
respeto (Hutson 2000; Reynolds 1999; Takashi y Olaveson 2003). PLUR ayudó a definir la
identidad de los ravers y se derivó de la era de liberalismo, libertad de expresión, tolerancia,
aceptación y unidad de las décadas de 1960 y 1970. Los ravers de la Generación X vieron
este ethos como una aproximación más cercana a una sociedad en la que deseaban vivir. La
investigación ha encontrado que el espíritu de PLUR era especialmente prominente en las
fiestas raves de EE. UU. (ver Kavanaugh y Anderson 2008), mientras que las de Inglaterra se
jactaban de algo similar (Anderson 2007; Hutson 2000).
Un segundo componente distintivo de las raves se refiere a cómo se organizan. Los raves
a menudo se describen como organizados por personas de adentro de una manera popular y
hágalo usted mismo. Las publicaciones en sitios web, los mensajes de teléfonos móviles y los
volantes secretos informan a las personas sobre las fiestas y protegen las raves de la
interferencia de la policía. Por lo general, las raves se llevan a cabo en lugares sin licencia,
como almacenes, campos o edificios abandonados en entornos rurales o aislados (Collin
1997; Hill 2002). Estas características organizativas ayudaron a contribuir a la reputación de
las raves como desviadas, porque se celebraron en violación de las leyes de reunión pública
(por ejemplo, licencias, seguros, ruido, multitudes). Dichos lugares también podrían acomodar
multitudes masivas, otra característica definitoria de las raves. De hecho, la mayoría de los
primeros esfuerzos para prevenir o controlar las raves se referían a violaciones de las licencias
de los locales y las ordenanzas sobre el ruido y las multitudes (Hill 2002; Measham et al. 2001;
Redhead 1993).
La organización de las raves incluía varias salas y carpas que presentaban géneros
musicales específicos (p. ej., break beat, hard house, techno) con DJs intercambiando cada
hora más o menos (Reynolds 1999). Por lo tanto, muchos tipos de EDM estaban disponibles
para los participantes en un solo evento. Esta organización musical siguió el espíritu rave de
diversidad (en géneros musicales), aceptación y equidad (entre DJs que tocaron en raves,
véase Anderson 2007). Contrariamente a las raves del pasado, estos eventos más nuevos
generalmente albergan un género y exhiben un 'acto principal': un DJ famoso (Anderson 2007;
Herman 2006).
Los marcadores de identidad son símbolos, que incluyen cosas como el lenguaje, el estilo,
los accesorios, los gestos/manierismos, incluso la forma y el tamaño del cuerpo, que delimitan
lo que representa un colectivo. Los raves incluían pantalones anchos de chándal o
paracaídas, camisetas con mensajes rave o antisistema y zapatos cómodos o zapatillas
deportivas. Predominaron los colores brillantes y neón. La utilería rave (p. ej., pulseras de
neón, chupetes, piruletas y animales de peluche) no solo completaba el atuendo, sino que
marcaba una imagen consistente con el espíritu PLUR, es decir, la celebración de una
existencia infantil que abrazaba una sociedad utópica (Reynolds 1999; Takashi y Olaveson
2003).
Finalmente, las raves tenían un conjunto alternativo, si no desviado, de normas y
comportamientos. Bailar con música producida electrónicamente, toda la noche y hasta la
madrugada, era la actividad principal en un rave y los marcadores de identidad (ropa y
accesorios) se ocupaban de ello (Sylvan 2005; Takashi y Olaveson 2003). Los ravers
bailaron individualmente, pero al unísono con los demás a su alrededor. Su baile encarnaba
simultáneamente los valores de independencia y conexión, en consonancia con PLUR y la
identidad colectiva de las raves (Anderson 2007). Los comportamientos relacionados
incluían pasar el rato y charlar con amigos, a menudo en el suelo en pequeños grupos
íntimos llamados "charcos de abrazos", a diferencia de las actividades de cortejo comunes
a otros tipos de eventos musicales. Que las raves no valoren el cortejo sexual y la
conquista es lógico con el espíritu de PLUR, pero es otro factor que las hizo algo extrañas
a los principales lugares de 'socialización' tanto del pasado como del presente (Malbon
1999; McRobbie 1994; Redhead 1993; Reynolds 1999 ).
Tanto el baile extenso como la ausencia de actividades de "enganche" se vieron
facilitados por lo que muchos creen que es el elemento definitorio del rave: el uso de
drogas ilegales como el éxtasis, el ácido, la ketamina y el GHB (las llamadas drogas de
club). El éxtasis, la droga rave insignia, es un estimulante y psicodélico producido
sintéticamente (ONDCP 2004). Sus propiedades psicodélicas producen estados afectivos
positivos que muchos creen responsables de influir en la solidaridad en las raves (ver
Kavanaugh y Anderson 2008 para una discusión de esta literatura). Por otro lado, las
cualidades estimulantes del éxtasis proporcionaban energía para bailar y socializar toda la
noche.
La afirmación de los estudios culturales de que las raves se han extinguido generalmente
se refiere a cómo el contenido y la forma de estos elementos culturales y la organización
social de las raves se han alterado con el tiempo. También se discute el declive de las
raves más 'auténticas' y los eventos EDM modernos (especialmente en los EE. UU.), y la
pérdida de la influencia de la cultura rave en la cultura popular. Por ejemplo, Anderson
(2007) encontró, en Filadelfia, que las raves se han convertido en una escena EDM
variable con seis tipos básicos de fiestas ubicadas en algún lugar entre las raves originales
o auténticas de los años 80 y 90 y los eventos de clubes comerciales de hoy. Malbon
(1999) y Thornton (1996) también han notado una alteración comercial de las raves en
forma y organización en el Reino Unido.
En resumen, los eventos de EDM de hoy en día tienen diversos grados de lealtad a la
cultura rave y muestran estilos únicos en subescenas en su mayoría específicas de género.
Los eventos masivos con múltiples géneros y muchos DJ ahora son marcas comerciales,
dejando muy poco espacio para los raves de base hechos a mano.
del pasado. Por lo tanto, el estado actual de la escena EDM presenta una fusión de la cultura
rave con la cultura del club rutinario o lo que Anderson (2007) llama un 'continuum cultural del
club rave'.
Avances conceptuales de los estudios culturales de las raves
El enfoque de los estudios culturales es una mezcla ecléctica y de amplio alcance de la
erudición que, en términos generales, ha utilizado las fiestas raves como un sitio para examinar
numerosos aspectos de la cultura juvenil en la sociedad moderna contemporánea. Gran parte
de este trabajo retrata las raves y la cultura rave como arraigadas en un intenso sentido de
comunidad y empatía por los demás, y ha funcionado, en parte, como un medio para renegociar
y explorar los roles de género (McRobbie 1994; Pini 1997) y establecer un capital cultural
(Thornton 1996) o identidad personal y social (Hollands 2002; Pourtau 2002; Siokou 2002).
También se presenta como un sitio donde ocurren transformaciones y realizaciones personales
profundas (Gaillot 2001). Otro trabajo de estudios culturales ha retratado a las raves como una
especie de movimiento cuasisocial (Hill 2002; Hitzler y Pfadenhauer 2002) con una nueva forma
de ideología contracultural (Hill 2002; Kosmicki 2001).
Colectivamente, el trabajo de estudios culturales sobre las raves ha avanzado varios conceptos
sociológicos, incluida la identidad juvenil, la resistencia, las subculturas desviadas, las tribus y
las escenas. A continuación, revisamos estas contribuciones conceptuales de la investigación rave.
Identidad y resistencia juvenil
En general, la erudición de estudios culturales afirma que los sentimientos de conexión y
significado promovidos por la cultura rave funcionan como una especie de liberación y terapia
para los jóvenes contemporáneos que están alienados de la sociedad moderna (Tomlinson
1998). La cultura rave se ve desde una perspectiva estructural, con miembros de la clase
trabajadora que participan en la resistencia simbólica de las sociedades capitalistas dominantes
al adoptar un comportamiento que desafía el status quo (ver Brake 1985; Hall y Jefferson 1976).
Sin embargo, se ha cuestionado el potencial de la cultura rave como un tipo de movimiento
social orientado políticamente y basado en clases (Hutson 2000). Su estatus como un movimiento
juvenil contracultural de buena fe también ha sido cuestionado, y los académicos argumentan
que la cultura rave tiene mucho más en común con la sociedad dominante de lo que a menudo
se afirma (ver Goulding y Shankar 2004; Hutson 2000; Thornton 1996). Es decir, los participantes
de las raves a menudo pertenecían a la clase media o mediaalta y eran ávidos consumidores
de los productos culturales del capitalismo moderno (ropa y moda, música, televisión y cine,
etc.). Además, el contenido del mensaje político de las raves era de apatía. La cultura no estaba
orientada hacia el cambio social. Los objetivos principales, en cambio, se centraron en la
resistencia a través de la indiferencia y en la creación de un mundo social alternativo que se
opusiera a las culturas dominantes o parentales.
Se han encontrado principios de organización similares entre otros grupos juveniles
contemporáneos (ver Gottschalk 1993).
El consumo de drogas también fue una parte importante de esta resistencia, y estudios
culturales recientes han considerado la presencia y el significado del consumo de drogas en la
cultura rave. Los académicos han encontrado que el uso de drogas en las escenas rave y
EDM a menudo tiene una función estabilizadora positiva para los participantes (Hitzler 2002;
Moore y Miles 2004) y que el uso de drogas es a menudo una parte importante de la formación
de identidad tanto personal como social (Kavanaugh y Anderson próxima publicación 2008;
Salasuo y Seppälä 2004; Ter Bogt et al. 2002; Ter Bogt y Engels 2005). Investigaciones
adicionales han examinado cómo el consumo de drogas y la abstinencia entre los participantes
de las raves está relacionado con factores psicológicos como el tipo de personalidad (Ter Bogt
et al. 2006). Los participantes manejan su uso de drogas o usan su agencia para formar
escenas EDM más pequeñas y autónomas organizadas en torno a principios que restan
énfasis al consumo de drogas (Kavanaugh y Anderson 2008).
Además, la participación en el consumo de drogas relacionado con las fiestas rave suele
ser un medio para lograr la identidad ética y la interacción cultural entre ciertos grupos
demográficos (Hunt et al. 2005). Otros académicos han sido críticos con la política federal,
abordando cómo la asociación de rave con el uso de drogas ha inhibido el desarrollo de una
subcultura juvenil mayormente benigna (Critcher 2000; Glover 2003; Hier 2002; Luckman
1998; Sachdev 2004). Al abordar la conexión entre raves y drogas, por lo tanto, la perspectiva
de los estudios culturales ha intentado 'normalizar' el consumo de drogas en esta cultura e
ilustrar que tal uso a menudo tiene beneficios sociales y personales.
Subculturas, tribus y escenas desviadas
Académicos como Knutagard (1996), Melechi (1993), Redhead (1993, 1995), Reynolds (1999)
y Rietveld (1993) han utilizado la asociación de las raves con las drogas como plataforma para
criticar las culturas juveniles modernas, retratándolas como hedonistas. y subcultura desviada
sin un significado sustantivo más amplio.
La subcultura rave celebra y alienta el uso excesivo de drogas, sostienen, incluso al mismo
tiempo que proporciona un lugar para escapar de las trampas de la sociedad capitalista
contemporánea (p. ej., Thornton 1996; Tomlinson 1998). Estos académicos utilizan
esencialmente un enfoque evolucionado de 'subcultura desviada', fusionando elementos
anteriores de la teoría subcultural con nociones más posmodernas de raves como lugares de
ocio y hedonismo. En lugar de la resistencia política o social, el objetivo principal de la cultura
rave era simplemente el consumo de drogas y el abandono individual (Melechi 1993; Rietveld
1993; Redhead 1993, 1995). Las subculturas rave se retrataron meramente como formas
novedosas de juego despolitizado en un creciente domo del placer posmoderno. En resumen,
se hizo evidente que en la sociedad moderna las subculturas juveniles no siempre estaban
compuestas por grupos homogéneos y geográficamente aislados provenientes de las clases
bajas. Entonces, en cierto sentido, la erudición rave marcó el principio del fin del uso de
medidas de clase social basadas en los ingresos como un sello distintivo de la participación
subcultural.
Otros trabajos de estudios culturales contemporáneos (Bennett 1999, 2001; Malbon
1999; Muggleton 2002) también encaja cómodamente dentro de las 'raves como posmodernas
perspectiva de las subculturas. Sin embargo, este trabajo también es diferente en tres
aspectos importantes: (i) esta erudición ha hecho un intento concertado de avanzar hacia
un enfoque de trabajo de campo basado en datos, mientras mantiene una rica
comprensión teórica (Bennett 1999, 2002; Malbon 1999), (ii ) pone menos énfasis en las
narrativas de base estructural de trabajos anteriores (como Brake 1985; Hall y Jefferson
1976), y (iii) evita las discusiones sobre las fiestas raves como un lugar para el consumo
decadente de drogas a favor de abordar los temas intersectados de la localidad , cambio,
tendencias musicales y géneros musicales emergentes, redes de pares y estilo.
Bennett (1999, 2001, 2002) y Malbon (1999), por ejemplo, fueron más allá de la noción
de "subcultura desviada" al describir la cultura rave, ya que el concepto de subcultura ha
llegado a implicar un grupo social estático con connotaciones de clase social. Razonaron
que los 'grupos subculturales' relacionados con las fiestas rave existían a través de las
líneas de clase. Tanto Bennett como Malbon utilizaron el concepto de tribu o neotribu
de Maffesoli (1996) para describir estos grupos de jóvenes.
Creen que este término describe más apropiadamente la cultura rave basada en jóvenes,
así como otros grupos culturales basados en jóvenes, donde la membresía suele ser
temporal y fugaz e, incluso para los participantes más intensamente comprometidos,
más fluida y dinámica. Su trabajo ha examinado las asociaciones tribales dentro de la
cultura rave, argumentando que la naturaleza de estos grupos está cambiando
constantemente, emergiendo en ciertas ubicaciones geográficas mientras retrocede en
otras y, en general, necesita ser redefinida.
Se han encontrado principios de organización similares en otros grupos de jóvenes
periféricos (Gottschalk 1993). Dichos grupos son posmodernos en el sentido de que son
fragmentados, heterogéneos y más efímeros, pero aún modernos en su compromiso con
la libertad y la autoexpresión (Bennett 1999, 2001; Muggleton 2002). Posteriormente,
esto ha provocado una discusión académica sobre la cultura rave como una
'escena' (Bennett 2001; Bennett y Peterson 2004), con estudios más recientes de
escenas rave y EDM localizadas que detallan las fuerzas culturales que conducen a su
transformación (Anderson 2007) y alteraciones en las cosas. como la identidad y la
solidaridad (Kavanaugh y Anderson 2008).
Perspectivas de salud pública y riesgos relacionados con las fiestas
rave Un segundo enfoque significativamente diferente de las fiestas rave se centra en
asuntos de salud pública, como los riesgos y las consecuencias relacionados con las
drogas. Emplea una definición muy simple de raves, una que minimiza el contenido o
significado cultural de las raves. Dado este enfoque en los comportamientos negativos,
la definición de salud pública de raves y cultura rave es mucho más parsimoniosa que la
definición de los estudios culturales y se puede establecer de manera sucinta.
En pocas palabras, un rave es cualquier fiesta de baile que dura toda la noche donde
se toca techno, trance u otro EDM y se consumen drogas como éxtasis, GHB y ketamina
(ver ONDCP 2004). Esta definición se enfoca en las preocupaciones de los estudiosos
de la salud pública con los comportamientos "riesgosos" que tienen lugar en las raves,
definiendo las raves por sus comportamientos problemáticos. Dada esta definición, el público
El enfoque de salud ve poca diferencia entre los eventos de EDM de hoy en día y las raves
más "auténticas" del pasado. No se basa en el espíritu, la identidad o el estilo de vida del
rave para explicar el fenómeno. En cambio, los académicos que adoptan un enfoque de
salud pública ven las raves como una subcultura de drogas, un contexto social peligroso
para los jóvenes y un problema urgente de drogas que requiere una investigación
exhaustiva y una política local y nacional. Puede ser que esta definición conductual de las
raves y la búsqueda de fondos federales para la investigación de las drogas de club lleve
a los académicos de la salud pública a respaldar indirectamente la trampa política de las
raves en la Guerra contra las Drogas de EE. UU. Este es un punto al que volvemos más
adelante.
Avances conceptuales de la investigación rave de salud pública
Dado que los enfoques de salud pública para los raves giran en torno a la comprensión de
los resultados o comportamientos negativos, o lo que los científicos sociales llaman
variables dependientes, los académicos han utilizado los raves para dilucidar conceptos
sobre los riesgos y las consecuencias relacionados con las drogas. Esto incluye la
documentación de patrones de conductas de riesgo en varios grupos demográficos:
género, raza/etnicidad, clase social.
Riesgo relacionado con rave
Los estudiosos de la salud pública suelen adoptar un enfoque de "cultura del riesgo"
cuando estudian las raves. Esta perspectiva es dominante en los EE. UU. y ha ido en
aumento en el Reino Unido (Riley et al. 2001; Sherlock y Conner 1999), Europa (Van de
Wijnaart et al. 1999), Australia (Topp et al. 1999) y Asia. (Laidler 2005). El enfoque de la
cultura del riesgo es mínimamente teórico y fuertemente cuantitativo. Adopta un marco
epidemiológico estricto y proporciona sugerencias políticas concretas. La investigación
que utiliza este enfoque ha retratado a las raves como una subcultura de drogas peligrosa
o un "punto caliente" para el consumo de drogas y otras conductas delictivas y desviadas.
El consumo de drogas se presenta como la característica definitoria de la escena rave.
Posteriormente, los investigadores se enfocan en documentar patrones de uso y varios
comportamientos de riesgo asociados con él.
El enfoque epidemiológico de esta investigación rave centrada en las drogas ha
documentado los perfiles demográficos de los consumidores de drogas de club y sus
patrones de uso (Bellis et al. 2003; Boys et al. 1997; Kelly; Hammersley et al. 1999; Kelly,
Parsons y Wells 2006 ; Lua et al. 2003; McCaughan et al. 2005; Riley et al. 2001;
Yacoubian, Deutsch et al. 2004), el alcance del consumo de drogas en eventos de EDM
(Irvine et al. 2006; Miller et al. 2005; Soellner 2005; Sterk et al. 2006; Yacoubian et al.
2003; Yacoubian, Miller et al. 2004), y la validez del consumo de drogas autoinformado
(Yacoubian y Wish 2006; Zhao et al.
2001). También se ha abordado el suministro y la disponibilidad de drogas en eventos rave
(Forsyth 1996; Schensul et al. 2005). Los investigadores también han examinado
problemas de riesgo específicos, como conducir en estado de ebriedad (Degenhardt et al. 2006;
Duff y Rowland 2006; FurrHolden et al. 2006), el abuso de múltiples sustancias
(Barrett et al. 2005; Miller et al. 2005), la promiscuidad sexual y el riesgo de contraer
el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual (Fidler et al. 1996; McElrath 2005;
Novoa et al. 2005; Theall et al. al. 2006), manejo de la vida y problemas interpersonales
(Krebbs y Steffey 2005; Levy et al. 2005; Topp et al. 1999), y dependencia y adicción
(Yacoubian, Deutsch et al.
2004). Algunos trabajos han especificado recomendaciones para el personal clínico y
médico en el manejo de complicaciones entre los ravers que usan drogas de club
(Ricaurte y McCann 2005; Rome 2001), o han ofrecido estudios de casos de personas
que se enfermaron gravemente por usar drogas en eventos rave (Cherney et al. .
2002).
Los estudios más recientes sobre el riesgo en la escena rave han intentado
demostrar que los asistentes a las rave y los 'club kids' no son simplemente buscadores
de emociones hedonistas que exhiben un total desprecio por su salud física y mental.
Por el contrario, los asistentes a las fiestas rave a menudo son conscientes de los
peligros que plantea el uso de éxtasis y otras drogas de club. Son usuarios
responsables y capacitados que manejan los riesgos relacionados con las drogas a
través de una variedad de técnicas, incluida la experiencia personal y el desarrollo de
redes sociales expansivas (Perrone 2006). Esto también implica adquirir un amplio
conocimiento de las sustancias que se consumen (éxtasis, ketamina, etc.), tanto a
través de fuentes 'profesionales' (internet, informes médicos, etc.) como informales
(compañeros, conocimiento de experiencias negativas de otros) (Kelly 2005; Perrone
2006). El conocimiento de los efectos de las drogas permite posteriormente a los
usuarios desarrollar tácticas o tomar medidas para reducir los efectos negativos del
consumo de drogas relacionado con los raves y centrarse en los resultados positivos (Perrone 2006,
Conceptos sobre el
abuso de drogas Los académicos que utilizan enfoques de salud pública para estudiar
las raves también han aportado conocimientos a las definiciones de uso y abuso de
drogas. Por ejemplo, la investigación clínica en las ciencias médicas y psiquiátricas se
enfoca en los posibles impactos en la psicopatología y otros problemas mentales,
físicos y de salud del uso de drogas en las fiestas raves. Estos estudios no son todos
análisis sociológicos, pero sin embargo son una parte importante de la conversación
académica sobre las raves. Esta investigación afirma que el consumo de éxtasis en
las fiestas raves puede provocar problemas mentales y emocionales como ansiedad,
pérdida de memoria, depresión, paranoia, náuseas y deshidratación (Bolla et al. 1998;
Carlson et al. 2004; Green et al. 2003; Parks y Kennedy 2004; Parrott 2004; Parrott et al.
2006; Verheyden et al. 2003). Si bien los peligros están presentes para los
consumidores de éxtasis en general, se cree que el contexto particular de uso en las
fiestas raves exacerba estos problemas, debido al enfoque en el baile frenético
durante toda la noche y la presunta falta de hidratación y nutrición adecuadas. También
se han investigado complicaciones más graves por abuso de drogas, incluidas las
muertes relacionadas con las drogas en raves (Brown et al. 1995; GarciaRepetto et al. 2003; Gill et a
2002; Karlovšek et al. 2005), la toxicidad y el diseño de fármacos utilizados en, o
incautados de, raves (Camilleri y Caldicott 2005; Irvine et al. 2006; Mejias et al. 2005), y el
'potencial hedonista' de las drogas rave como el éxtasis (Nencini 2002).
Como se señaló anteriormente, estos estudios minimizan la mayoría de los elementos
sustantivos de la cultura rave y, en cambio, se centran en los efectos y las consecuencias de las drogas.
Un resultado de esto puede ser un énfasis excesivo en los efectos del consumo de drogas de
club entre los ravers, ya que otros estudios muestran que el consumo de éxtasis y otras drogas
de club en los raves está disminuyendo, o al menos, no es tan común como lo fue durante el
"pico". de la cultura rave a mediados y finales de la década de 1990 (Anderson et al. 2007;
Murphy et al. 2005). El panorama actual presenta, en cambio, una mayor mezcla de consumo de
drogas, siendo cada vez más común el consumo de alcohol y cocaína (Murphy et al. 2005).
Además, cuando la investigación en salud pública ha considerado la posibilidad de efectos
positivos resultantes del consumo de drogas, generalmente se cree que su importancia social se
deriva de las propiedades farmacológicas del éxtasis (Mosler 2001). Desde nuestro punto de
vista, es probable que el énfasis de la salud pública en las consecuencias negativas y los efectos
de las drogas no permita una consideración seria de cualquier experiencia positiva que ocurra
por el uso de drogas en la escena rave (Cole et al. 2002).
Las raves como 'puntos calientes'
para el crimen Los estudiosos de la salud pública han conceptualizado las raves como un 'punto
caliente' para el crimen y la victimización. Se presta atención a las formas de frenar, eliminar o
castigar el comportamiento ilegal en entornos rave. La investigación clínica que detalla los peligros
del éxtasis y otras drogas de club se cita a menudo en la literatura sobre prevención del delito,
en un intento de informar a la policía sobre cómo identificar a las personas bajo la influencia de
las drogas (Streit 2001) y las medidas que se pueden tomar para disipar los problemas
potenciales. (Marshall 2000). El enfoque en las fiestas raves como 'puntos calientes' ha detallado
el uso de drogas de club y las tendencias del tráfico a nivel macro, con el objetivo de equipar a
los profesionales de la policía con la información necesaria para enfocarse en áreas problemáticas
como las fiestas raves (Johnson 2001; Lee y Paterline 2006; Mosler 2001). La investigación ha
estudiado la efectividad de los programas de prevención del uso de drogas en raves y entre los
participantes de raves, como DanceSafe (Dundes 2003), y esfuerzos escolares más localizados
(Weimer 2003). Aunque los métodos de prevención cubiertos pueden ser sustancialmente
diferentes (basados en la aplicación de la ley versus basados en la escuela), en general, el
objetivo general de la beca es el mismo: las raves son 'puntos calientes' para comportamientos
peligrosos que deben controlarse o erradicarse de manera efectiva.
Los académicos enfocados en la reducción del crimen afirman que la venta de drogas en los
raves está relacionada con la actividad de las pandillas, lo que produce un alto riesgo de violencia
(Valdez 2002). Por ejemplo, la Drug Enforcement Administration (2000) afirma que el mercado
del éxtasis está controlado principalmente por sindicatos rusos e israelíes tanto en Europa como
en los EE. UU. Si bien la violencia asociada con la venta de drogas en eventos rave ha sido una
preocupación para los practicantes y los encargados de formular políticas, otra investigación ha
encontrado que la venta y el uso de drogas giran principalmente en torno a
redes informales de pares y amistades, y en general, es algo menor en escala (Anderson et
al. 2007; Murphy et al. 2005; Sanders 2005).
Por lo tanto, existe evidencia contradictoria con respecto a los peligros de la venta de drogas
en eventos rave y EDM, con investigaciones más recientes que sugieren que el problema de
los mercados de drogas a gran escala y la violencia pueden haber sido exagerados.
En resumen, el énfasis de la salud pública en las consecuencias negativas asociadas con
la cultura rave centra una atención desproporcionada en la demografía del consumo de drogas
y otras conductas de riesgo, a expensas de cuestiones sociológicas más amplias articuladas
por el trabajo de estudios culturales.
Una razón de esto tiene que ver con cómo los raves son definidos por aquellos que operan
dentro del discurso de la salud pública. Las raves son contextos sociales peligrosos en los que
una serie de comportamientos problemáticos y de toma de riesgos, comunes a otros grupos
sociales de base juvenil en décadas pasadas, impulsan la investigación y la acción social y
política coordinada. Actualmente, el enfoque de salud pública disfruta de un dominio
generalizado tanto en los EE. UU. como en el extranjero, mientras que el trabajo en la tradición
de los estudios culturales se limita principalmente a un pequeño grupo de académicos en el
Reino Unido y Europa. Aparte de una pequeña cantidad de estudios que articulan los
beneficios o las posibles consecuencias positivas del uso de drogas para los participantes de
raves, es probable que esta brecha intelectual permanezca. Al concluir nuestro artículo,
discutimos las razones de esto.
Resumen
La investigación sobre raves se inició a principios de la década de 1990 a través de una fuerte
tradición en el Reino Unido en la investigación conceptual y cualitativa sobre cultura juvenil,
identidad, resistencia y estilos de vida alternativos. La ubicación geográfica de las primeras
investigaciones rave tiene sentido, ya que la escena se originó en Inglaterra con las fiestas
Acid House a fines de la década de 1980. Es sorprendente, por lo tanto, que la investigación
del Reino Unido sobre las raves dé paso a un enfoque más de salud pública centrado en el
uso de drogas y las consecuencias sociales relacionadas con el tiempo. La tendencia indica
que el interés académico en las raves se está volviendo cada vez más problemático en torno
a las drogas, las desviaciones y las consecuencias sociales relacionadas, incluso en aquellas
naciones con más tradiciones culturales o que adoptan enfoques muy diferentes al uso de
drogas ilegales, es decir, el Reino Unido emplea un enfoque de reducción de daños. al abuso
de sustancias, mientras que EE.UU. libra uno punitivo a través de su guerra contra las drogas.
A principios del siglo XXI, la literatura rave se había expandido dramáticamente, justo
después de que las raves alcanzaran su punto máximo en los EE. UU. y el Reino Unido y
estuvieran en una transformación y declive masivos (Anderson 2007). Varios patrones
convincentes en la investigación rave se materializaron a principios del siglo XXI. Para
empezar, los estudios realizados en los EE. UU. están casi exclusivamente orientados a la
salud pública y las drogas. Se han centrado en la mejora de la comprensión de conceptos de
salud pública tales como riesgo, abuso de sustancias y consecuencias, puntos críticos de
delincuencia y problemas sociales relacionados. A pesar de que los estudios de las raves en
los Estados Unidos quedaron rezagados con respecto a los del Reino Unido y Europa durante la década de 19
dramáticamente en el siglo XXI, siguiendo el apogeo de las raves y, tal vez, la inclusión de las
raves y las drogas de club en la legislación federal de guerra contra las drogas.
El enfoque en las raves como un problema de salud pública se deriva de una larga tradición
en los EE. UU. de problematizar la juventud y la adolescencia. En los EE. UU., muchos
problemas sociales, especialmente los relacionados con el abuso de sustancias, tienen un
considerable aparato institucional público y privado y recursos dedicados a abordarlos. Por lo
tanto, los mundos sociales alternativos que presentan a los jóvenes y el consumo de drogas
son ampliamente percibidos como una posible epidemia de drogas y son objeto de una nueva
batalla en una guerra persistente contra las drogas.
Discusión
Este artículo investigó una afirmación fundamental sobre cómo las definiciones contrapuestas
de raves han dado forma a la investigación sobre la cultura rave, han establecido agendas
conceptuales y producido contribuciones sociológicas posteriores. Nuestra revisión de estudios
culturales y definiciones de salud pública de las raves significó las contribuciones conceptuales
que cada enfoque ha hecho, hasta la fecha, del estudio de las raves y la cultura rave.
Brevemente, al definir las raves como una entidad cultural alternativa y un fenómeno juvenil
significativo, la perspectiva de los estudios culturales ha hecho avanzar la literatura sociológica
sobre la identidad juvenil, la resistencia y el abuso de drogas, así como las subculturas,
escenas y tribus desviadas. La definición de salud pública más parsimoniosa de las raves
como fiestas de drogas largas y peligrosas en las que los participantes corren un alto riesgo de
consecuencias para la salud, por el contrario, ha mejorado nuestra comprensión del riesgo, el
uso de drogas, el abuso y las consecuencias, y los focos de delincuencia. y victimización.
Además, hemos demostrado aquí que el enfoque de salud pública ha cobrado un impulso
considerable a lo largo del tiempo y en todo el país. ¿Qué explica estas definiciones variables
y el cambio en los enfoques de las raves?
Una explicación de la tendencia hacia los enfoques de salud pública para las raves podría
ser que muchos estudiosos de estudios culturales han concluido que la era de las raves ha
terminado, en su mayor parte, dejando poco para una mayor investigación. Una vez más, esta
conclusión vuelve a la definición de raves utilizada por los paradigmas de estudios culturales y
de salud pública. Como se indicó anteriormente, cuando los raves se definen simplemente
como fiestas de larga duración con uso de drogas, muchas fiestas contemporáneas en clubes
nocturnos cumplen con esa definición, lo que justifica la investigación continua de salud pública.
Sin embargo, si algo se define por una amplia gama de componentes culturales y esos
componentes han sido significativamente alterados o disminuidos (Anderson 2007; Bennett
2001; Malbon 1999), puede quedar poco de esa entidad (raves) para estudiar.
Creemos que la razón principal de los cambios en la investigación rave a lo largo del tiempo
tiene algo que ver con la política sobre la juventud, la desviación y las drogas. Más
específicamente, las políticas globales y específicas de la nación sobre el uso de drogas
ilegales han definido cada vez más a las raves como un asunto de salud pública que requiere
control social. Por ejemplo, el movimiento antirave en el Reino Unido, pero especialmente en
los EE. UU., comenzó a nivel comunitario, tanto en los EE. UU. como en Inglaterra con
políticas no relacionadas con las drogas. Ciudades, pueblos y aldeas aprobaron ordenanzas diseñadas para
regular la actividad rave (Anderson 2007; Collin 1997; Hill 2002).
Primeros esfuerzos de aplicación de la ley en los toques de queda juveniles impuestos por los EE. UU., códigos
de incendios, ordenanzas de seguridad, licencias de licor, para grandes reuniones públicas.
A medida que crecía la popularidad de las raves y el consumo de drogas, los funcionarios adoptaron
políticas más punitivas, especialmente en los EE. UU. Se aprobaron nuevas leyes para controlar el uso de
drogas y las consecuencias en las raves. Por ejemplo, los legisladores de EE. UU. han actuado con rapidez y
dureza (implementando leyes nuevas y más estrictas, ampliando los poderes de aplicación de la ley y penas
más severas para los infractores) en la escena rave, trabajando para situarla dentro de la Guerra contra las
Drogas. Inicialmente, los datos oficiales respaldaron su posición. La Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y
Salud de 2002 (Johnston et al. 2003a) reveló que más de medio millón de personas (676.000) informaron haber
consumido éxtasis en el último mes. Esto es aproximadamente cuatro veces y media el número de usuarios
actuales de heroína. La encuesta mostró que el éxtasis es más frecuente que la heroína entre la población
general de los EE. UU., con el grupo más grande de usuarios entre 18 y 25 años de edad.
Los datos de la escuela secundaria son aún más problemáticos (Johnston et al. 2003b). Aún así, estos números
son dramáticamente más pequeños que las cifras comparables para el alcohol, la marihuana o la cocaína.
Si bien es imposible determinar cuánto éxtasis y otras drogas de club (p. ej., GHB, ketamina, rohipnol) se
toman en eventos de baile o por parte de quienes participan en algún aspecto de la escena, las raves y la EDM
claramente se han llevado la peor parte en EE.UU. El siglo XXI experimentó un movimiento antirave, liderado
por políticas de control social de los gobiernos estatales y federales.
El Congreso y la Casa Blanca aprueban varias leyes para dividir la escena y controlar el uso de drogas de club.
La Ley contra la proliferación de éxtasis de 2000 aumentaría las penas por la venta y el uso de drogas de club.
En 2003 y después de numerosas impugnaciones legales, la Ley contra la Proliferación de Drogas Ilícitas, o la
'Ley Rave', convertiría en delito grave proporcionar un espacio para el uso de drogas ilegales. Estaba destinado
a cubrir a los promotores de raves y otros eventos de baile. Esta controvertida pieza legislativa ajusta la
redacción de la llamada ley de casas de crack para cubrir ubicaciones temporales en lugar de ubicaciones fijas,
equiparando así la cultura del éxtasis con la cultura del crack.
Estados Unidos no está solo en la aprobación de una legislación antirave relacionada con las drogas. Por
ejemplo, el Reino Unido aprobó la Ley sobre el uso indebido de drogas en 1987 y la Ley de justicia penal en
1994. Ambas leyes tenían como objetivo las raves y el consumo de drogas.
Leyes como estas logran muchas cosas, incluido el reenfocar la investigación académica a los asuntos
cubiertos por la nueva legislación. Posteriormente, se proporciona dinero a los investigadores para que
investiguen y ayuden a eliminar los 'problemas'; cosas como el riesgo, el abuso de sustancias y el crimen. Por
lo tanto, los académicos que buscan financiamiento del gobierno para proyectos de investigación se enfocan
en los problemas (es decir, las drogas y los comportamientos relacionados con las drogas) de escenas
particulares más que en su cultura.
En consecuencia, los nuevos proyectos de investigación a menudo se orientan en torno a ciertas preguntas,
muchas de las cuales se refieren a 'quién, qué, cuánto y cuándo' del uso de drogas ilegales y otras actividades
negativas.
¿Qué se pierde o se gana con el cambio global hacia la investigación en salud pública
en el área de las raves y la cultura raves? ¿Hay alguna implicación para las ideas
sociológicas más amplias y los temas relacionados con ellas? Una consecuencia puede
ser una atención futura desigual a los numerosos conceptos discutidos aquí. Por ejemplo,
la definición de académicos estadounidenses de los raves como un asunto de salud
pública y el cambio reciente en el Reino Unido, Europa y Asia de la investigación de
estudios culturales a la investigación de salud pública sugiere que los conceptos de
riesgo, abuso de sustancias y puntos calientes (u otros conceptos situacionales de
desviación) se avanzará en el futuro rave u otra escena musical relacionada o la investigación de la c
Dadas las tendencias actuales, es menos seguro que la investigación futura sobre las
raves o la escena EDM contribuya mucho más a la cultura y la identidad juvenil, la
resistencia, la subcultura, las escenas o las tribus.
Una segunda consecuencia podría ser que si las sociedades, las instituciones y los
académicos continúan reduciendo los fenómenos culturales a comportamientos
problemáticos, trivializando la identidad y la resistencia de los jóvenes como una oposición
desenfrenada, podrían perder la innovación cultural, la creación de identidad, el progreso
social y científico y la realización humana. Esta ha sido la trayectoria en la investigación
sobre raves, cultura rave y, desafortunadamente, demasiados colectivos culturales
juveniles o mundos sociales alternativos en los EE. UU. y en otros lugares.
Es probable que el futuro traiga otros avances y omisiones del creciente enfoque de
salud pública en las raves. Tales contribuciones y omisiones también tendrán un impacto
en el campo más amplio de la sociología, especialmente en asuntos relacionados con
la cultura juvenil, la identidad, la resistencia, la desviación, el hedonismo y el riesgo, etc.
Estos son asuntos que esperamos que los lectores consideren con una amplia gama de
investigaciones académicas. Para concluir, creemos que la investigación sobre la cultura
rave y EDM, y la investigación sociológica en general , se beneficiaría mejor de un
enfoque conceptual y analítico completo en todos los aspectos culturales, sociales,
políticos y económicos de cualquier mundo social, escenario. , o estilo de vida.
Breve biografía Tammy
Anderson, PhD, es profesora adjunta en el Departamento de Sociología y Justicia Penal
de la Universidad de Delaware. Sus áreas de investigación y experiencia docente son la
desviación, el crimen, el abuso de drogas, la raza/etnicidad, el género y la cultura popular.
Ha publicado numerosos artículos en estas áreas durante más de 10 años. Está
trabajando en un libro basado en su estudio etnográfico sobre cultura de clubes, drogas,
delincuencia y victimización patrocinado por su universidad y el Instituto Nacional de
Justicia. Fue presidenta de la Sección de Alcohol, Drogas y Tabaco de la Asociación
Estadounidense de Sociología (20052006) y de la División de Bebidas y Drogas de la
Sociedad para el Estudio de Problemas Sociales (20032004).
Philip R. Kavanaugh es estudiante de doctorado en el Departamento de Sociología y
Justicia Penal de la Universidad de Delaware. Sus áreas de interés de investigación son
el crimen y la desviación, el uso de drogas, la delincuencia juvenil, la
cultura y teoría. Su disertación examinará cómo la estructura familiar, las
experiencias escolares, las redes de pares y la formación de la identidad colocan
a los individuos en un riesgo diferencial de involucrarse en conductas delictivas y
desviadas, y cómo los factores situacionales exacerban o atenúan este riesgo.
notas
* Dirección de correspondencia: rm 337 Smith Hall, Newark, DE 19716, EE. UU. Correo electrónico: tammya@udel.edu.
1
Takashi y Olaveson (2003) también categorizaron la investigación rave hasta finales de la década de 1990 de
manera similar.
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