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Monición de entrada:
Nos congregamos en esta tarde para celebrar el sacramento de nuestra
salvación, para revivir aquel misterio que en poco tiempo vamos a conmemorar,
para contemplar a Jesús como el siervo doliente que se entrega por nosotros.
Dejemos que sea el Espíritu del Señor que se apresta a vivir su pasión redentora,
el que nos lleve a una verdadera y sincera conversión, cimentada en el trabajo
esforzado y en el testimonio dado por sus testigos; que, en este día, seamos
nosotros la evidencia de los que necesitan para aceptar en su vida al Señor,
asentando este como un firme propósito, ayudados por su bondad y su gracia,
celebremos con fe estos Misterios de salvación.

Monición final:
Después de haber recibido el Pan de Vida y la Sangre de la Salvación, vayamos
alegres a contagiar a nuestras familias con la Palabra de Cristo que es salvación
para todos, que al entender nuestro compromiso cristiano podamos velar con el
Señor y acompañarlo en su pasión siendo fieles para perseverar guiados por su
amor.