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Informe especial

Biología y ecología de Anopeles albimanus


Wiedemann en Centroamérica1

Entre 1987 y 1990, investigadores de siete países de Centroamérica (Belice, Costa


Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá) investigaron la biología y
ecología de Anopheles albimanus Wiedemann, bajo la coordinación de entomólogos de la
OPS. El objetivo fue desarrollar en cada país la metodología necesaria para evaluar los riesgos
entomológicos y comparar las tendencias exhibidas por los factores de riesgo relacionados con
la transmisión de la malaria. Se procuró utilizar los mismos métodos para recoger y procesar
los mosquitos en toa05 los países.
Los resultados generales más importantes fueron los siguientes: a) en las 10 loca-
lidades estudiadas en los siete países, se demostró que An. albimanus pica tanto adentro como
afuera. La actividad más intensafie de las 18.00 a la 1.OOy las picaduras tuvieron su máxima
frecuencia de las 18.00 a las 21 .OOhoras. b) Las tasas de picadura en humanos fueron, en
general, de 2,5a 3,3 veces mayores afuera que adentro. c) La edadfisiológica media (número de
ciclos gonotróficos completados) osciló de 0,37a 2‘94 en las ocho localidades en quefue estudia-
da, siendo mayor el promedio de edad en la costa atlántica de Costa Rica, donde la pluviosidad
tuvo una distribución mayor y más homogénea. La edad fisiológica promedio más baja se en-
contró en la costa del Pacífico, que se caracteriza por poseer estaciones húmeda y seca bien
definidas. d) Las tasas de paridad oscilaron de 37% en Nicaragua (litoral pacífico) a 70% en
Costa Rica (litoral atlántico). e) La edadfisiológica promedio de los mosquitos capturados alre-
dedor de las viviendas fue mayor que la de los mosquitos capturados en su interior. fJ En
general, la edadfisiológka de los mosquitos capturados tuvo su valor máximo de las 19.00 a las
21 .OOhoras, tanto adentro como afuera. g} Las variaciones mensuales de la densidad de picadu-
ra mostraron una correlación positiva directa con las vartkciones estacionales de la pluviosidad. h)
La variación mensual de la edadfísiológica mostró una correlación positiva con las tasas de
picadura. i) Cuando se tienen en cuenta la densidad, la edad fisiológica promedio del vector y

’ Esta investigación, resultado de la cooperación de siete laboratorio, a quienes queremos expresar nuestro especial
países de Centroamérica, fue coordinada por la OPS con agradecimiento por su dedicación.
apoyo económico de la Agencia de los Estados Unidos para El análisis estadístico fue hecho por Roberto Barrera R.
el Desarrollo Internacional (USAID) y el Gobierno de (Instituto Zoológico Tropical, Universidad Central de
Finlandia. Los protocolos de investigación originales Venezuela) y el informe final fue preparado por Carlos
fueron diseñados por David N. Bown y Michael Nelson Machado AlLison, David N. Bown y Michael Nelson.
(OPS). La fase micial del proyecto fue coordinada por Jorge La investigación fue financiada por a) un Acuerdo entre
Arias (0%) y el resto por Carlos Machado Allison la OPS y la USAID (No. 597-0007) para la investigación de
(Fundación Instituto de Ingeniería de Venezuela). la malaria en Centroamérica y b) un acuerdo entre la Ol’S
Se designó un investigador principal en cada país Estos y Finlandia (No. DAP-68-388-80) para brindar ayuda a
investigadores fueron: Mario Calderón (Servicio Nacional Nicaragua.
G
de Erradicación dela Malaria, Guatemala), Jacobo Solórzano Este trabajo ha sido publicado en inglés por la OPS (1996)
(Departamento de Malaria, Ministerio de Salud Pública, El como Technical l’aper No. 43 “Blology and ecology of .g
Salvador), Luis Rivera (División de Enfermedades Anopheles albimanus Wiedemano in Central America.” En
Transmitidas por Vectores, Honduras), Pedro Rivera (Centro la presente versión se han hecho modificaciones mínimas 8
Nacional de Higiene y Epidemiología, Nicaragua), Francisco que no afectan al contenido y se ha eliminado casi todo el
õ
Paniagua (Departamento de Malaria, Ministerio de Sanidad, material gráfico, que ocupaba casi 20 páginas de la cq
Costa Rica), Frederick Smith y Jesús Catzim (Ministerio de publicación en inglés. Las referencias bibliográficas se han
Sanidad, Belice) y José Ricardo Rovira (Servicio Nauonal mantenido según el sistema de autor y tio, que fue el
de Erradicación de la Malaria, Panamá). En todos los utilizado en la versión original, aunque no es habitual en
proyectos participaron también técnicos de campo y de elBoletín de la OSP. 189
los aspectos temporales y espaciales delos hábitos humanos, esprobablequeel mayor peligro de
transmisión de la malaria se encuentre al aire libre entre las 18.00 y las 21.00 horas. Por tanto,
lo más prudente sería dirigir los métodosde controla este segmento de la población vectoria1.j)
Para la vigilancia de rutina de los factores de riesgo entomológicos, el número de hembras
ovíparas que pican al ser humano por hora durante un período de recogida estandarizado pare-
ce un índice más útil que los cálculos periódicos de la capacidad vectorial.

Durante el último decenio, los países tos conocimientos podrfan ayudar a definir
de Centroamérica sufrieron graves proble- futuras estrategias de control y a modificar
mas económicos y sociales que posterior- las ya establecidas. Como objetivos comple-
mente se han venido reflejando en las esta- mentarios se plantearon la formación de
dísticas de salud pública. Esta subregión personal técnico y profesional y el respaldo
geográfica está formada por siete países: al desarrollo de la infraestructura de inves-
Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, tigación básica. No menos importantes fue-
Honduras, Nicaragua y Panamá. Según uno ron la movilización de recursos humanos en
de los informes periódicos de la OPS (1993), los siete países y la creación de una base co-
en 1992 se registraron en esta área 14,6% de mún para la colaboración futura.
todos los casos de malaria en la Región, con Para conseguir simultáneamente la
un total de más de 120 000, pese a que en mayor parte de los objetivos previstos, se
ella habita solo 5,5% de la población de necesitó un esfuerzo enorme por parte de
América Latina. las autoridades sanitarias, los profesionales
Centroamérica, la República Domini- y los técnicos de cada país. Asimismo, la
cana y Haití en el Caribe y los países andinos formulación, coordinación y administración
(Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezue- del proyecto exigieron un gran empeño por
la) constituyen el grupo IV de la OPS, que parte del personal de la OPS.
tiene unos 120 millones de habitantes en ámas El proyecto se definió según el mo-
donde se transmite la malaria. Los países de delo siguiente: En el mes de agosto de 1986
este grupo IV contribuyen con más de 50% se celebró una reunión de 10 consultores y
de los casos notificados en las Américas y en asesores de la OPS con el fin de preparar el
casi todos ellos se ha producido un deterioro primer borrador del protocolo del proyec-
de la situación, debido a problemas técnicos, to. Durante los 12 meses siguientes, se con-
ecológicos, sociales, laborales, administrati- vocaron dos reuniones adicionales para dis-
vos y económicos (OPS, 198813). cutir y afinar el protocolo y para seleccionar
Estas consideraciones fueron impor- aun investigador principal en cada país. En
tantes a la hora de seleccionar los países de agosto de 1987, el grupo de investigadores
Centroamérica que participarían en el de- principales se reunió con los entomólogos
sarrollo de un proyecto multinacional basa- de la OPS para estudiar el protocolo mode-
do en un acuerdo (OPS/USAlD no. 597-0007) lo y la forma de adaptarlo a las circunstan-
destinado a mejorar la investigación y la for- cias de cada país, diseñar los formularios de
mación de personal en el campo de la recogida de datos sobre el terreno y practi-
malariología. La decisión se apoyó en razo- car las técnicas que deberían utilizarse a lo
nes de carácter epidemiológico y estratégi- largo del proyecto. En febrero de 1989, cada
co. Como objeto del estudio se eligió investigador principal presentó sus resulta-
Anopheles albimanus Wiedemann, principal dos parciales a sus colegas en una reunión
vector de la malaria (Ramsey et al., 1994; convocada en la Ciudad de Belice y en mayo
Rodríguez y Loyola, 1989), sobre todo en las de 1990 todos los investigadores prmcipa-
llanuras de la costa del Pacífico. El objetivo les presentaron sus informes finales en el
del estudio fue incrementar los conocimien- Simposio de Entomología que tuvo lugar
tos básicos acerca de la biología y ecología durante el Congreso de Malaria Tropical
del vector y determinar la forma en que es- celebrado en México, D.F.
Debido a ciertos problemas adminis- objetivos principales e influyeron en los
trativos y logísticos en los diferentes países, objetivos alcanzados. Ninguno de estos pro-
así como al recibo atrasado de los fondos, blemas puede, sin embargo, restarle impor-
suministros y materiales para el proyecto, tancia al hecho de que este estudio consti-
no todos los participantes pudieron iniciar tuye la primera ocasión en que todos los
sus estudios al mismo tiempo. Tampoco fue- países de Centroamérica han trabajado jun-
ron exactamente parejas las actividades de tos en una investigación de esta naturaleza
investigación en todos los países. En El Sal- y destaca como un extraordinario logro de
vador, por ejemplo, se hicieron recogidas logística y coordinación internacional.
vespertinas de 6 horas, y no de 12 horas,
como se había previsto, debido a los proble- Objetivos del proyecto
mas de seguridad planteados por la guerra.
Para comprender con más claridad El objetivo fundamental del proyecto
por qué unos proyectos comenzaron antes fue obtener y analizar datos sobre la biolo-
que otros y valorar la magnitud del esfuer- gía y ecología de An. albimanus en siete paí-
zo realizado, tanto en el terreno como en el ses distintos, utilizando la misma metodo-
laboratorio, cabe señalar que algunos pro- logía, con el fin de elaborar un esquema
yectos se ejecutaron (en ocasiones, solo par- básico de los factores entomológicos que
cialmente) en países sometidos a graves con- determinan el riesgo potencial de transmi-
vulsiones políticas y sociales. Muchas sión de la malaria. Se estudiaron los facto-
actividades se llevaron a cabo en un clima res siguientes:
de inestabilidad institucional y de inseguri-
dad económica y personal. Pese a todo ello, densidades relativas de picadura noc-
los objetivos básicos del proyecto se cum- turna en humanos por mosquito, in-
plieron y tanto los directores del mismo cluidos la periodicidad nocturna, cam-
como el personal auxiliar merecen recono- bios estacionales y diferencias entre las
cimiento. densidades de picadura adentro y
La decisión de desarrollar el proyecto afuera;
en Centroamérica implicaba, ademas, cier- estructura de edad fisiológica de las
tas dificultades relativas a los aspectos téc- poblaciones de mosquitos;
nicos del mismo. Algunos países carecían de proporción de mosquitos que pican al
laboratorio entomológico y el trabajo debía hombre en comparación con otras es-
realizarse en condiciones que, en el mejor pecies animales;
de los casos, se podrían considerar preca- comportamiento del vector adentro;
rias. Por añadidura, el proyecto se llevó a lugares de reposo adentro y afuera;
cabo sin un respaldo nacional constituido detección de esporozoitos;
por un liderazgo científico o por una infra- características de los criaderos;
estructura técnica de investigación de la características de la actividad huma-
magnitud exigida por la situación de la na en relación con el vector.
malaria. Tales problemas abarcan la ausen- Después de algunas observaciones
cia de capacitación en la metodología de la cuyo objeto fue describir estos factores par-
investigación, tanto de profesionales como cial 0 totalmente, se compararon el clima y
de personal técnico, y la escasez de labora- ambiente de las distintas localidades y paí-
torios o de buenas bibliotecas. ses a fin de identificar variables biológicas
El procedimiento diseñado por la OPS que pudieran sugerir la existencia de dife-
exigía la aplicación uniforme de distintas rencias entre poblaciones parcialmente ais-
técnicas en cada país. No obstante, los pro- ladas. De igual modo, los datos sobre la in-
blemas vinculados con la disponibilidad de cidencia de la malaria a lo largo del ano, o
personal adiestrado y con las características en zonas con rasgos contrastantes, permitieron
infraestructurales obligaron a modificar los sacar ciertas inferencias acerca de la relación
entre la edad fisiológica del mosquito, su desoxirribonucleico ribosómico (Beach et al.,
abundancia (tasa de picadura por mosquito 1989).
por hombre por hora) y los casos de enfer- Entre las variaciones más importantes,
medad. Faran (1980) destacó la existencia de una
banda negra ancha en el segundo tarso de
las patas posteriores de los especímenes
CARACTERÍSTICAS obtenidos en el sur de Estados Unidos
GENERALES DE ANOPHELES (Texas), la cual contrasta con las áreas páli-
ALZ3-SWIEDEMANN das sobre la superficie ventral de los tarsos
en las patas anteriores de los mosquitos re-
Taxonomía cogidos en las Antillas.

Faran (1980) ha hecho una revisión


excelente de la sección de Albimanus del
Distribución geográfica
subgénero anofelino Nyssorhynchus. Este
subgénero es típicamente neotropical, sien- La distribución de An. albimanus se
do la única excepción An. albimanus, cuya extiende desde Florida (Boca Ratón, Key
amplia diseminación llega hasta las llanu- West) y Texas (Corpus Christi) en Estados
ras costeras de México y el sur de Texas en Unidos hasta el norte del Perú; esta especie
Estados Unidos de América. La sección de también es común en todo el Caribe. En casi
Albimanus está formada por 14 especies; todos los casos, An. albimanus reside en las
muchas de ellas son importantes vectores de llanuras costeras y su diseminación se ve li-
la malaria (p.ej., albimanus, aquasalis y mitada por las cordilleras montañosas. La
nuñeztovari) y se ha comprobado que otras mayor parte de los registros existentes indi-
tres se encuentran infestadas en la naturale- can que prefiere las alturas menores de 100
za (triannulatus, strodei y norestensis). m, aunque puede encontrarse a una altura
Se cree que An. albimanus es la especie máxima de 1000 metros, como erknatitlán,
de esta sección que muestra las característi- Guatemala (Heinemann y Belkin, 1977) y en
cas morfológicas más ancestrales, lo que Morelia, México (Vargas y Martínez-Pala-
concuerda con su extensa distribución geo- cios, 1950). Esta última es la altura máxima
gráfica y su versatilidad ecológica. Faran a la que se ha notificado la presencia de An.
(1980) opinaba que esta especie se diferen- albimanus.
ció en una etapa temprana de la línea evo- Varios investigadores (Heinemann y
lutiva común del grupo y que probable- Belkin, 1976,1977y 1978;Belkin y Heinemann,
mente se originó en Centroamérica. En 1975 y 1976; Faran 1980; Frederickson, 1993)
0: han demostrado la presencia de An. albi-
z consecuencia, se considera que An. albi-
manus es una especie monotípica (grupo manus en Estados Unidos, México, Guate-
3 mala, Belice, El Salvador, Honduras, Nica-
Albimanus) claramente distinta del grupo
3 Oswaldoi (13 especies). ragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Perú
E Pese a su amplia distribución geográ- y Venezuela, así como en las islas caribeñas
s fica, An. albimanus tiene una morfología muy de Antigua, Bahamas, Barbuda, Islas
s Caimán, Cuba, Guadalupe, La Española (Re-
.Ñ homogénea, como demuestra el patrón de
8 bandas de sus cromosomas. Es importante pública Dominicana y Haití), Jamaica,
tener en cuenta que se ha encontrado fertili- Montserrat, Saint Kitts y Nevis, Puerto Rico,
i zación cruzada entre cepas de El Salvador, San Martín y las Islas Vírgenes.
8 México y Panamá (Hobbs, 1962), así como
õ
Ka entre cepas procedentes de Costa Rica, El Distribución ecológica
Salvador, Guatemala, México y Nicaragua
(Kitzmiller, 1979). Se han identificado solo La distribución geográfica de An. albi-
192 pequeñas diferencias locales del ácido manus concuerda con los muchos hábitat
que ocupa. Aunque tiende a vivir a poca al- fronteras que han ampliado la distribución
tura y en zonas de clima cálido, se ha regis- de An. albimanus. Las características de sus
trado su presencia en condiciones climáticas hábitat, particularmente su carácter efíme-
muy distintas, como en el litoral pacífico de ro, hacen pensar que se trata de una verda-
Mesoamérica, con un clima muy estacional, dera especie oportunista en el contexto
y en la costa atlántica, donde llueve duran- ecológico. En consecuencia, su abundancia
te todo el año y las precipitaciones anuales y éxito dependerán de su capacidad para
a veces superan los 3000 mm. Habita en zo- ocupar entornos heterogéneos de forma
nas cuya vegetación varía desde los bosques asincrónica, y no de la explotación de un
de árboles de hoja caduca hasta la sabana espectro reducido de condiciones ambien-
abierta, y desde la selva tropical húmeda tales. Los investigadores de este proyecto
hasta los alrededores cultivados de los po- pudieron observar muchas veces la abun-
blados rurales. dancia del mosquito en charcas recién for-
An. albimanus muestra asimismo una madas y transitorias. En tales hábitat, las
amplia distribución ecológica, como indica densidades se reducen con el tiempo, a me-
la diversidad de sus criaderos de larvas dida que aumenta la diversidad de la flora
(Faran, 1980; Frederickson, 1993): canteras, y fauna acuáticas. No obstante, la flexibili- 3
huellas de vehículos, canales de drenaje, dad ecológica de esta especie le permite, en ?s
charcas pequeñas con 0 sin vegetación acuá- ausencia de criaderos temporales, explotar
tica, huellas de ganado bovino, acequias de otras áreas durante toda la estación seca.Ello 2
regadío, dehesas parcialmente inundadas, explica por qué en algunas zonas los adul- 2
lagos, depósitos de agua y, en ocasiones, tos de An. albimanus se encuentran durante 2
pequeñas cavidades Llenas de agua en las el año entero, incluso en la época de mayor 6
rocas y cangrejales. También es frecuente sequía, en circunstancias en las que otros
6
encontrar larvas en el agua estancada de los anofelinos son muy raros 0 no se encuen-
riachuelos durante la estación seca. Los cria- tran en absoluto. 5
deros acuáticos suelen estar bien ilumina- Además de su amplia distribución
2
dos por el sol, pero las larvas también pue- geográfica y ecológica, An. albimanus mues-
den hallarse en aguas estancadas parcial o tra gran tolerancia hacia variaciones de la 3
3
totalmente sombrías. composición fisicoquúnica del agua. Las lar- 3
La calidad del agua elegida para la vas toleran una concentración salina máxi- m
ovipostura tiende a ser variable y oscila des- ma equivalente a 50% de la que tiene el agua
de el agua mansa parcialmente contamina- marina. Downs (1951) encontró que alrede-
da con algas hasta los charcos temporales dor de 33% de los huevos depositados se !
con poco contenido orgánico. Una caracte- desarrollaban en aguas de una salinidad 2
rística común de muchos hábitat es que se equivalente a 25% del contenido salino del 4
deben a la actividad humana en zonas de agua de mar. Las larvas resultaron aun más 3
intensa actividad agrfcola o ganadera don- tolerantes, pues mostraron una elevada tasa EI
de existe vegetación secundaria (Breeland de supervivencia en salinidades que oscila- E
et al., 1974; Faran, 1980). ban entre 50 y 75% de la del agua marina 0
La enorme tolerancia ecológica de An. (Hurlbut, 1943). 5
albimanus explica en parte su importancia La tolerancia de An. albimanus a los
como vector. Gracias a adaptaciones previas, cambios de concentración del material or- i
ha podido explotar la tala de áreas vírgenes gánico, al grado de turbiedad del agua y a
para la agricultura y debido a ello en la capa de suciedad en su superficie tam- %
Centroamérica ha proliferado en depósitos bién es grande. Aunque no se dispone de g
de aguas superficiales. estudios experimentales, las observaciones
2
La continua alteración que supone la en el terreno (Breeland et al., 1974; Faran,
actividad del hombre ha tenido un gran efec- 1980), al igual que la gran variedad de plan-
to en los ecosistemas tropicales y ha abierto tas acuáticas con las que se ha asociado esta 193
especie y la facilidad con que pueden criar- res biológicos que más contribuyen a la
se las larvas en condiciones experimentales, transmisión de la malaria.
indican una gran tolerancia.
Densidades de picadura del mosquito.
Para determinar la capacidad vectorial, no
Biología poblacional es necesario medir directamente la densidad
de mosquitos hembras en relación con la
Con la fórmula usada para calcular la de seres humanos (m), pero sí es preciso
capacidad vectorial se puede resumir un determinar el numero de mosquitos hem-
conjunto de factores de riesgo entomo- bras que picana una persona en el transcurso
lógicos para la transmisión de la malaria. La de una noche (ma). Esta determinación está
capacidad vectorial es el número de nuevas basada en la captura de los mosquitos que
infestaciones que la población de vectores se acercan a picar a un cebo humano. En este
puede generar picando aun solo caso en una contexto, la “densidad” se define como el
sola noche. La fórmula que refleja la capaci- número de mosquitos capturados sobre un
dad vectorial fue propuesta por Garrett- cebo humano por hora (mosquitos por
Jones (1964) como componente de la fórmula hombre por hora), valor que corresponde a
que da la tasa de reproducción básica la tasa de picaduras (ma) incluida en la
(MacDonald, 1957): fórmula de la capacidad vectorial.
Para determinar dónde ocurren las pi-
ma2p”l-h(p),
caduras en humanos en distintas horas, se
donde ma es la tasa de picaduras por noche hicieron capturas simultáneas dentro y fue-
(m es la densidad del vector en relación con ra de los domicilios. Al igual que la mayor
el hombre y II es la frecuencia de picadura parte de los insectos estudiados en zonas
en humanos), p es la probabilidad diaria de neotropicales, An. albimanus tiende a tener
supervivencia del mosquito, n es la dura- mayor densidad durante la estación húme-
ción del ciclo esporogónico y --In(p) es el da (Kumm y Zúñiga, 1942,1944; Elliott, 1968,
logaritmo natural de p (MacDonald, 1957; Rachou et al., 1973; Breeland et al., 1974). Sm
Garrett-Jones, 1964). La aparente sencillez de embargo, existen ejemplos de lo contrario,
esta fórmula es engañosa, ya que algunas tanto en la bibliografía como en los registros
de las variables son difíciles de medir y to- de los servicios antimaláricos. En algunas
das pueden cambiar con la estación, con las zonas, la población de vectores aumenta con
características de los macro o microclimas rapidez al comienzo de la estación húmeda
y, hasta posiblemente, con los entornos in- (mayo a jumo) y posteriormente disminuye.
teriores y las diferencias entre poblaciones. En otras, la mayor abundancia suele produ-
s Además, la capacidad vectorial no es un atri- cirse al final de la estación lluviosa (octubre
buto específico de cada especie, sino el pro- a diciembre). Se ha descrito asimismo una
3
dueto de la interacción entre el vector y el disminución transitoria del numero de mos-
5 ser humano. Por tanto, es preciso tomar en quitos inmediatamente después de las lluvias
E consideración las características ecológicas intensas que anegan sus hábitat, seguida de
s y poblacionales del vector, como aquellas una rápida recuperación. Por último, algu-
8
-72 que guardan relación con el ser humano y nas descripciones (Pratt, 1944) refieren una
s otros organismos. A consecuencia de tales abundancia máxima en los meses de sequía.
limitaciones, solo se ha podido determinar La diversidad de las observaciones parece
: la capacidad vectorial de algunas especies ajustarse a las diferencias de los patrones de
k3 y en determinadas condiciones y lugares, pluviosidad y uno de los objetivos del pro-
õ siendo uno de ellos el sur de México en el yecto fue dilucidar este aspecto. Se suele creer
cq
caso de An. albimanus (Frederickson et al., que las zonas neotropicales forman una uni-
en prensa). Pese a todo, la fórmula de la ca- dad climática homogénea, olvidándose las
194 pacidad vectorial ayuda a evaluar los facto- diferencias de pluviosidad, evaporación por
transpiración, capacidad de retención de 1965). Si se compara con estas especies, An.
agua de los distintos suelos y pendiente del albimanus parece ser un vector menos efi-
terreno, factores que en conjunto determinan ciente, aunque es posible que posea una ca-
la probabilidad de que se formen depósitos pacidad vectorial similar gracias a su den-
de agua que luego persisten. sidad poblacional. También es posible que
En este proyecto se compararon los las diferentes condiciones climáticas en
resultados obtenidos en distintas localida- Centroamérica causen fluctuaciones de las
des del Pacífico (en El Salvador, Guatemala tasas de paridad, que podrían variar según
y Nicaragua), con estaciones bien definidas la estación y, quizás, según la preferencia por
y breves épocas de lluvia, con los proceden- alimentarse adentro o afuera.
tes de localidades cerca del Atlántico (Belice Como hipótesis inicial se propuso que,
y Costa Rica), caracterizadas por lluvias con- cuando las densidades aumentan durante
tinuas a lo largo de todo el año y dos picos la estación de lluvia, la población de mos-
anuales mal definidos. Por último, se estu- quitos es proporcionalmente más joven a
diaron los valles situados entre montañas, causa de la mayor afluencia de hembras
representados por las zonas de Sartenejas nulíparas, mientras que sucede lo contrario
(Honduras) y Darién (Panamá), siendo esta al comienzo de la estación seca, cuando la s
última una banda muy estrecha que corre densidad disminuye. Sin embargo, Bown 3
perpendicular a la masa continental et al. (1993) han demostrado mediante es-
centroamericana y a los litorales pacífico y tudios efectuados en el sur de México, que 3
atlántico. la paridad puede permanecer estable en am- 2
bas estaciones, aunque encontraron la ma- 2
Estructura de edad fisiológica. Los yor paridad (46% a 55%) en los mosquitos 3
dos métodos principales utilizados para capturados adentro durante la estación seca,
Ei
calcular la edad de los mosquitos son 1) el entre febrero y mayo. Las condiciones des-
de Detinova, que permite determinar la favorables que caracterizan a esta estación i2
proporción de la población que ha puesto (humedad relativa baja, elevación de la tem-
2
huevos por lo menos una vez (paridad), y peratura) tienden a incrementar la mortali-
2) el de Polovodova, que se refiere al número dad de los adultos. Este análisis se ve com- s
de vestigios (dilataciones) foliculares plicado por pruebas de que la longevidad 2
presentes en los ovariolos, el cual equivale depende también de las condiciones en que CB
al de oviposturas completadas y se define se crían las larvas (López et al., 1976), así
como “edad fisiológica” (Detinova, 1962). como de la variabilidad genética de la po-
Para determinar la edad cronológica,ha- blación (Fergusson y Machado-Allison, !
bría que conocer el intervalo en días entre 1979). Al mismo tiempo, la disminución del 2
cada ovipostura, el cual no siempre es fácil número de criaderos durante la estación seca 4
de medir, ya que cambia con la estación, la podría provocar un aumento de la compe- $2
distancia entre criaderos y los núcleos de tencia entre miembros de una misma espe- w
población humana, entre otros factores. cie, con la consiguiente reducción de la es- E
Con estas técnicas, varios autores han peranza de vida. 0
determinado las tasas de paridad y calcula- Rachou et al. (1973) observaron tam- 5
do la edad fisiológica de las poblaciones de bién que durante la estación húmeda, las .
An. albimanus en Centroamérica. Rachou poblaciones de hembras de An. albimanus 3
8
et al. (1973) figuran entre los pioneros en este eran más jóvenes (tenían menor paridad),
campo. Sus resultados demuestran que An. aunque las diferencias estacionales fueron 8-
albimanus tenía tasas de paridad bajas (sus mucho menos marcadas que las exhibidas s
poblaciones eran relativamente jóvenes), por otros culícidos. Por ejemplo, al comien- $
contrario a lo descrito previamente con res- zo de la estación de lluvia, se han detectado
pecto a An. gambiae y An.funestus en África tasas de nuliparidad elevadas en Culex
(Detinova y Gillies, 1964; Gillies y Wilkes, spissipes y C. mollis en Suriname (Panday, 195
1975) y en Aedes afiicanus y Ae. domesticus Para calcular la duración del ciclo
en Uganda (Corbet, 1963). gonotrófico de An. albimanus se han hecho
El carácter oportunista de An. albi- estudios de marca-liberación-recaptura en
manus, que explota criaderos heterogéneos, corrales del sur de México (Rodríguez et al.,
produce “pulsos” de paridad irregulares. 1992). Se ha sugerido la probable existencia
Esta irregularidad solo puede detectarse de dos ciclos, uno de 48 horas dominado por
haciendo, por ejemplo, análisis de paridad hembras ovíparas, y otro de 4 días en hem-
semanales, en lugar de mensuales o esta- bras nulíparas y pregrávidas. En general,
cionales, que mostrarían un patrón aparen- puede ser que solo las hembras con tres di-
temente uniforme. Según la hipótesis inicial, lataciones o más sean lo bastante maduras
las características de los criaderos de An. para ser vectores infectivos de la malaria.
albimanus deberían dar origen a una produc- Este postulado se basa también en la cons-
ción casi continua de adultos (si se suman tancia de las temperaturas en Centroamérica
todos los hábitat de un área) y a fluctuacio- a lo largo del ano. La proporción de hem-
nes de la paridad durante el año entero, sin bras con más de tres dilataciones descrita
un patrón estacional patente, aunque en la en la bibliografía suele ser muy baja: Rachou
estación de Lluvia se esperaría encontrar una et al. (1973) encontraron que era de 3,4%,
población más joven, debido al reclutamien- mientras que la Central Ameritan Research
to continuo a partir de los criaderos. Station (CAMRS, 1971) notificó una propor-
Es de esperar que la aplicación de in- ción de 0,24%. Sin embargo en México se
secticidas influya en la estructura de edad comprobó, a manera de excepción, que 26%
de la población. Rachou et al. (1973) estu- de la población tenía tres dilataciones o más
diaron el impacto de estos compuestos en y que los insectos con cinco dilataciones o
las poblaciones de mosquitos presentes en más constituían 8% de los mosquitos captu-
El Salvador y comprobaron que las tasas de rados adentro y 11% de los recogidos al aire
paridad más altas coincidían con la época libre (Bown et al., 1993). En condiciones na-
de aplicación de DDT durante el cultivo del turales, la longevidad de An. albimanus
algodón. Se pensó que esta sustancia redu- podría depender de varios parámetros
cía el número de hembras adultas nulíparas. poblacionales (Corbet, 1963) y también de
Por otra parte, en ese mismo país (CAMRS, los patrones climáticos.
1971) se ha descrito que las poblaciones so- La supervivencia diaria de An. albi-
metidas a la presión directa de los insectici- manus, calculada a partir de las tasas de pa-
das muestran tasas de paridad menores. Sm ridad, osciló entre 0,69 y 0,67 en México, sin
embargo, estos datos se registraron durante mostrar diferencias importantes en las esta-
la estación húmeda (abril a septiembre), ciones húmeda y seca (Rodríguez et al.,
iiz
N cuando el reclutamiento de hembras nulí- 1992). Se calculó una probabilidad cercana
4 paras alcanzó su máxima intensidad. Bown a 2% (recorrido de 1,8 a 2,5%) de que el mos-
2 et al. (1991) notificaron que la aplicación quito viva lo suficiente para transmitir la
EI extradomiciliaria de insecticidas contra An. malaria. La mortalidad diaria (50% o menos)
albimanus tuvo un efecto importante en la notificada durante el primer ciclo gono-
E paridad de los insectos capturados, tanto trófico ha sido mayor que la encontrada en
z
.-3 adentro como afuera; sin embargo, la pari- los ciclos posteriores (de 15 a 30%). En cam-
B dad se recuperaba entre aplicaciones e iba bio, las tasas de mortalidad registradas en
seguida de un patrón cíclico normal, aun- los vectores africanos An. gambiae y An.
: que más corto, que parecía depender de la funestus (Gillies y Wilkes, 1965) fueron de
8 abundancia relativa de mosquitos. Resulta 48,1% en hembras nulíparas y de 47,5% en
õ evidente que es necesario estudiar más a las que tenían una dilatación.
Eq
fondo todos estos aspectos, prestando espe-
cial atención a la importancia de los dife- Hábitos alimentarios. La frecuencia de
196 rentes climas en distintas localidades. picadura en humanos (a de la fórmula de
capacidad vectorial) es igual a la frecuencia animales, son relativamente frecuentes. En
de picadura multiplicada por la proporción zonas neotropicales, diversas observaciones
de hembras que se han alimentado con indican que los mamíferos grandes (bovi-
sangre humana (“fndice de sangre humana” nos y equinos) son los que atraen más a los
o ISH). El ISH se calcula capturando mosquitos. Esto se aplica especialmente a
hembras en reposo y determinando el tipo An. darlingi en el Brasil y a An. nuñezfovari
de sangre que han consumido. En muchas en Venezuela (Machado-Allison, 1982).
especies de mosquitos, la frecuencia de Loyola et al. (1993) obtuvieron resultados
picadura equivale al intervalo entre ovi- similares con An. albimanus en el sur de
posturas, ya que cada consumición de México, lo que sugiere que este mosquito se
sangre supone un desarrollo ovárico. siente más atraído a mamíferos grandes
Durante este estudio se plantearon dudas (RE = 7,4 en vacas y 6,9 en caballos) y no
sobre la factibilidad de recoger muestras muestra preferencia por el ser humano.
representativas de hembras repletas en cada Fmderickson y Tkpis encontraron que
localidad. Ya se sabía lo difícil que resulta An. albimanus tenía un ISH de 14,6% y que la
encontrar hembras fuera de los domicilios, proporción de los mosquitos que se alimen-
en sus hábitat de reposo naturales (Breeland, taban del ganado era de 3,l a 3,7 veces mayor s
1972). Para resolver este problema, el ISH que la de los que se nutrían de la especie hu- 2
\~q
se ha determinado con mosquitos recogidos mana. La RE, que toma en consideración el
adentro, afuera y en las inmediaciones de la numero correlativo de huéspedes competiti- 3
vivienda, calculando el porcentaje de sangre vos, fue de 20,8 a 21,l veces mayor para el 2
humana en cada caso a fin de obtener un ganado que para el ser humano. En este es- 5
ISH global (Loyola et al., 1993). tudio, se hizo un censo de las poblaciones 8
El ISH depende de varios factores, sien- humana y animal y se calcularon sus pesos
5
do los más importantes la preferencia del totales (la “biomasa” accesible a los mosqui-
mosquito por determinados huéspedes, y la tos) y ello permitió comparar los datos pre- is
abundancia, biomasa y disponibilidad de viamente descritos con los resultados de
2
estos en tiempo y espacio; también es impor- nuestras pruebas de precipitinas. En este
tante el éxito relativo con que los mosquitos caso, la hipótesis es que An. albimanus no s
pican a cada tipo de huésped (Kay et al., muestra preferencia por ningún huésped en z
1979). Para estudiar la preferencia de hués- particular y que existe cierta correlación en- U-I
pedes, Hess et al. (1978) propusieron la “ra- tre el tipo de consumición sangumea y la dis-
zón de forrajeo” (RF), que es el porcentaje de ponibilidad de huéspedes.
consumiciones sanguíneas de una especie ri
dividida por la abundancia porcentual de un Actividad de picadura. Muchas especies 2
huésped en particular, comparada con la de tropicales de mosquitos tienen un patrón de
otros huéspedes en la misma localidad. Pos- actividad de picadura bimodal (Haddow, j
teriormente Kay et al. (1979) modificaron esta 1963). Se ha demostrado claramente que la
RF para incluir datos sobre la biomasa de los actividad de picadura de An. albimanus es
huéspedes, su distribución y movimientos, también bimodal, pero se dispone de muy 8
la proporción de mosquitos que pican aden- poca información acerca del efecto de los 3
tro y afuera y el éxito con que pican a deter- cambios de entorno en este ritmo circadiano .
minado tipo de huésped. Todos estos pará- básico. Frederickson ha revisado reciente- Ig
8
metros se combinaron para dar el “índice de mente (1993) las publicaciones referentes a
alimentación” (IA). An. albimanus. En casi todas, la actividad de %
La bibliografía está llena de referen- picadura máxima se observa al atardecer (de g
cias a la preferencia de los anofelinos por las 18.00 a las 21.00 horas) y va seguida de
3
huéspedes mamíferos (Bruce-Chwatt et al., una disminución progresiva hasta las 4.00 ó
1966). Las consumiciones sanguíneas mix- 5.00 horas, cuando se produce un segundo
tas, procedentes de dos o más huéspedes pico menos pronunciado. 197
Existen, sin embargo, ciertas variacio- tuación en la costa atlántica es muy distin-
nes de este patrón general de la actividad ta, ya que esta área se caracteriza por sus
de picadura. Por ejemplo, en Colombia, bosques, su gran pluviosidad y un uso mí-
Elliott (1968) observó una actividad máxi- nimo de insecticidas.
ma más tardía y Bown et al. (1984) refieren
resultados similares en el sur de México.
Entre las estaciones húmeda y seca también Guatemala
hay ciertas diferencias importantes (Rachou
et al., 1973) que deberían ser estudiadas con Los dos núcleos de población estudia-
mayor detalle, junto con las posibles dife- dos, La Blanca y El Aceituno, están en las
rencias de conducta que despliegan los mos- tierras bajas del litoral del Pacífico. La Blan-
quitos en función de su edad. ca (14”32’ N, 92”lO’ 0) se sitúa cerca de la
La interacción entre el ritmo circa- frontera mexicana, en el municipio de Ocós,
diano de los mosquitos y los horarios de departamento de San Marcos, a una altura
actividad humana es un tema poco explo- de 18 m. Tiene una precipitación anual me-
rado. Sm embargo, uno de los factores que dia de 1270,l mm (1980-1989, estación
podrían explicar la importancia de An. meteorológica de Tecún Umán) y una tem-
albimanus como vector de la malaria es la peratura media anual de 26,7 “C. Cada ano,
correlación entre las horas en que llega al las temperaturas más altas superan los
máximo la actividad de picadura y las prác- 35 “C, con un promedio máximo y rnínimo
ticas culturales que exponen a las poblacio- de 32,2 “C y 20,7 “C, respectivamente. Las
nes humanas a un mayor riesgo de entrar lluvias se concentran en determinados me-
en contacto con los mosquitos. En este pro- ses (mayo a octubre) y después hay una lar-
yecto, se emprendió una iniciativa prelimi- ga estación seca.
nar para explorar este tema en algunas de El área es un biotopo muy modificado;
las localidades estudiadas. hay ganadería y se cultivan bananas, cana de
azúcar y, en menor grado, algodón y produc-
tos de subsistencia. Estos se cultivan en pe-
ZONAS ESTUDIADAS queñas granjas de producción limitada y di-
fíciles condiciones de vida. Entre 1981 y 1988
En general, las localidades selecciona- se hicieron fumigaciones periódicas con
das para el estudio en cada país fueron pe- deltametrina como parte del programa tra-
queños núcleos de población rurales con dicional de control de la malaria.
antecedentes de malaria o con casos regis- El Aceituno (14”16’ N, 92”52’ 0) está
trados varios meses antes del estudio. Se situado en las estribaciones meridionales de
s procuró siempre incluir una aldea “típica” los bosques de la Sierra Madre, en el muni-
4 en cada país, observando los criterios de los cipio y departamento de Escuintla. Se trata
22 programas antimaláricos locales. Los luga- de una zona rica en volcanes, terrenos em-
z res de estudio en Belice y Costa Rica se ha- pinados y tierras volcánicas arenosas. Se
llaban cerca de la costa del Atlántico, donde caracteriza por una pluviosidad media
8 el patrón climático difiere netamente del de anual de 3373,9 mm (1980-1989) y una tem-
Ep la costa pacífica de Centroamérica, que es
.Ñ peratura media anual de 24,4 “C, siendo el
8 más deforestada. Hasta finales de los años promedio máximo y mínimo de 27 “C y
ochenta, la costa del Pacífico se destinaba ll,5 “C, respectivamente (estación meteoro-
ii fundamentalmente al cultivo de caña de lógica de Camantulul). Las lluvias se pro-
g azúcar y algodón. Los cambios de las estruc- ducen predominantemente entre agosto y
õ turas de precios y el aumento de los costes octubre y la estación seca suele ser larga y
Q
de producción han provocado el reemplazo bien definida. Las condiciones socio-
del algodón por muchos otros productos económicas son similares a las de La Blan-
198 agrícolas, como la soya y el mango. La si- ca. El municipio, que participaba en el pro-
grama de erradicación de la malaria, fue ria, fue fumigada por última vez en marzo
fumigado por última vez con pirimifós de 1988 con propoxur.
metílico antes del estudio, en abril de 1988. Miravalle, en la llanura costera (13”16’
N, 89”46’ 0), tiene menos población que
Comportamiento humano observado. Metalío y sus 437 habitantes ocupan 101 vi-
En ambas localidades se observó un gran viendas. En 1989, la pluviosidad media
movimiento de niños, adolescentes y anual fue de 1754 mm (estación meteoroló-
adultos entre las 18.00y las 20.00 horas, tanto gica de Acajutla), la humedad relativa me-
dentro de las edificaciones como frente a las dia anual fue de 75% y las temperaturas
viviendas, iglesias y bares. En general, las medias anuales fueron de 31,8 “C y 22,9 “C,
viviendas son estructuras heterogéneas bien respectivamente. Al igual que Metalío,
ventiladas con techos de hojalata, palma o tiene una agricultura de subsistencia, siendo
asbesto y paredes discontinuas de bloques los cultivos más importantes los de frijol,
de cemento, troncos de palma, madera y, en maíz y cana de azúcar. Existe una importan-
algunos casos, canas hendidas. La entrada te industria ganadera gracias al apoyo de una
suele estar cubierta total o parcialmente por cooperativa comunitaria. La zona, que tam-
un tejado, bajo el cual la familia se reune bién participa en el programa nacional de 3
antes y después de las comidas. Solo 8% de erradicación de la malaria, fue fumigada por 8
las casas en El Aceituno disponían de ultima vez en abril de 1988 con propoxur.
mosquiteros, mientras que en La Blanca la Como se indicó cuando se describie- 5
proporción fue de casi 50%. La estructura ron las localidades del estudio en Guatema- 2
de edad de la población fue similar en ambos la, las mayores precipitaciones pluviales en !z
lugares, con 23 a 25% formada por personas Metalío y Miravalle (aldeas separadas por 6
de 15 años o más y solo 4 a 5% por personas apenas 16 km) se registran entre agosto y
5
mayores de 51 anos. octubre. La estación seca es larga y bien de-
finida y el clima es, en general, el caracterís- iz
tico de la costa del Pacífico.
El Salvador 2
Comportamiento humano observado. 8
Al igual que en Guatemala, se selec- Los hábitos humanos descritos en Guate- F
cionaron dos aldeas, ambas situadas cerca mala también se observan en esta zona de m
de la frontera guatemalteca (departamento El Salvador, si bien los hogares son de
de Sonsonate), junto a la costa del Pacífico. calidad notablemente superior con techos
Metalío (13”38’ N, 89”53’ 0) está en el de fibra de vidrio y hojalata y paredes de ti
municipio de Acajutla y tiene 333 viviendas materiales heterogéneos: bloques de cemen- 5
(en 1989 la población era de 1661 habitan- to, troncos de palma, ladrillo, etc. En ambas 4
tes). Durante el estudio, la pluviosidad me- localidades, aproximadamente 50% de las Ei
dia anual fue de 1754 mm (estación meteo- viviendas están “desprotegidas”, ya que sus ii
rológica de Acajutla), la temperatura media muros exteriores están incompletos 0 z
anual fue de 26,9 “C y la humedad relativa ausentes. La población es de más edad, pues 8
anual tuvo un promedio de 75%. Al igual 51,7 y 54,6% de los habitantes de Metalío y 2
que el territorio estudiado en Guatemala, es Miravalle, respectivamente, tienen 15 anos .
una zona agrícola con cultivos de subsisten- 0 más. 3
8
cia y producción de frijoles, maíz, arroz, sé-
samo, bananas y caña de azúcar, general- &
mente en parcelas pequeñas compartidas Nicaragua
por varias familias. Sus habitantes también
suelen tener pequeñas crías de gallinas, cer-
E
El Polvón (12”28’ N, 87”03’ 0) está en
dos y vacas. El área, que participa en el pro- medio de grandes plantaciones de cana de
grama nacional de erradicación de la mala- azúcar y se ubica junto a la fábrica de azú- 199
car de San Antonio, en el municipio de media anual (26,2 “C) y una gran humedad
Chichigalpa, departamento de Chinandega. relativa (82,1%); tiende a haber un exceso de
Situado a 135 km al sur de Managua y (como lluvias en el ciclo hidrológico anual; entre
las aldeas de Guatemala y El Salvador) a 50 abril de 1989 y marzo de 1990, las lluvias
km de la costa del Pacífico, se compone de superaron la evaporación en 10 de los 12
23 “cobertizos abiertos” y de dos viviendas meses, con excesos que llegaron a los 394
pequeñas (población máxima estacional, 634 mm. Estas circunstancias hacen que el agua
habitantes). La comunidad se ha desarrolla- se acumule y estanque en las cavidades
do en una zona de forestación moderada o grandes y pequeñas, las huellas de los ve-
abundante. Entre 1979 y 1989,la pluviosidad hículos, los canales y demás.
media anual fue de 2025 mm y la humedad Sahara se sitúa en la costa atlántica, en
relativa media de 62,2%. En 1989, se notifi- una zona muy modificada que antes era una
có una temperatura media anual de 25,6 “C selva tropical húmeda. La aldea posee cier-
y las temperaturas máxima y mínima se re- tos servicios básicos, como electricidad y
gistraron en los períodos de marzo a mayo escuelas, pero los caminos están en malas
y de noviembre a febrero, respectivamente. condiciones y el nivel socioeconómico ge-
neral ha sido inestable en los últimos anos.
Comportamiento humano observado. Esto se debe, probablemente, a la transfor-
Los “cobertizos abiertos” son edificios mación de la base económica, que ha pasa-
grandes construidos por la empresa azu- do del cultivo intensivo de la banana al
carera para alojar temporalmente a sus cultivo del arroz, a la ganadería y a la agri-
trabajadores durante la cosecha de la cana cultura de subsistencia. Sm embargo, duran-
de azúcar. En los últimos años, estos te el estudio la industria bananera se mani-
edificios han sido renovados y convertidos mó y muchos arrozales fueron drenados y
en viviendas permanentes, con ventanas expropiados para desarrollar nuevas y mo-
cubiertas de malla; en consecuencia, ofrecen dernas plantaciones de banana.
un mayor grado de protección. Los habi- Hay muchos tipos de domicilios, des-
tantes también usan mosquiteros para cubrir de casas bien construidas hasta estructuras
las camas. Frente a los edificios más impor- de madera, barro o palma, muchas veces sin
tantes existe una plaza muy grande donde techado completo. Los elegidos para el es-
los habitantes se reúnen al atardecer, tudio se hallaban en el centro de la aldea y
generalmente entre las 18.00 y las 20.00 su estructura permitía el libre acceso de los
horas, aunque los jóvenes suelen quedarse mosquitos.
hasta las 23.00 horas. En general, las
condiciones económicas e higiénicas son Comportamiento humano observado.
pobres, las últimas principalmente a causa Al anochecer, la actividad humana fue
del hacinamiento. Alrededor de las casas semejante a la observada en las otras
tiende a agruparse una cantidad moderada localidades del estudio; conviene observar
de animales domésticos. que había menos animales domésticos y
peridomésticos que en las otras aldeas.

32 costa Rica
ci Panamá
Sahara es una comunidad pequeña
;
(población, 500 habitantes) en el distrito de Zapallal (población, 450 habitantes)
g Bataán, provincia de El Limón, situada a está en la provincia de Darién, distrito de
õ lO”12’ N y 83”23’ 0 y a 15 m de altura. Las Chepigana, a 08”28’45” N y 78”07’41” 0, y
Eg
precipitaciones anuales son muy abundan- se sitúa a 250 km de la capital. Es la más
tes y oscilan entre 3000 y 4000 mm. El clima meridional de todas las localidades del es-
200 se caracteriza por una elevada temperatura tudio y se halla cerca del litoral pacífico, a
una altura de 12 m. El área se caracteriza MATERIALES Y MÉTODOS
por una estación seca bien definida que dura
desde enero hasta abril, siendo octubre el Algunos de los métodos utilizados en
mes de máxima pluviosidad (469 mm); la este proyecto corresponden a técnicas ya
precipitación pluvial total es de 1850 mm descritas en la bibliografía (Bown et al., 1986,
(1989). Las temperaturas máximas medias 1991) y han sido aplicados con frecuencia
oscilan entre 30 y 34 “C y las mínimas, entre en estudios de campo y de laboratorio. An-
19 y 23 “C. tes del proyecto y mientras este duró, la OPS
El área se caracteriza por una base y las autoridades nacionales de cada país
agrícola intermitente y una gran migración organizaron cursos de formación colectivos,
que se refleja en la debilidad e inestabilidad aprovechando la experiencia técnica de es-
de la estructura socioeconómica. Al igual pecialistas invitados para mejorar la calidad
que en otras localidades, las edificaciones general de los resultados. La disponibilidad
carecen de mallas protectoras en las puer- de personal, la presencia de distintos facto-
tas y ventanas. Tanto dentro de las casas res de riesgo y otras variables obligaron a
como en su periferia abundan los animales modificar el plan de trabajo y los calenda-
domésticos y peridomésticos (pájaros, cer- s
rios, a veces de forma imprevista. Por tanto,
dos, perros, gatos, algunos caballos). Ade- el numero de casas, localidades, horas-per- 43
más, en las afueras de la aldea se identifica- sona trabajadas y fechas de recolección de
ron criaderos de An. albimanus. 3
los mosquitos variaron de un país a otro.
Estas diferencias naturalmente dificultaron 2
Comportamiento humano observado. el análisis de los datos y exigieron un esfuer- 2
Las actividades vespertinas fueron muy zo adicional para seleccionar los métodos 8
similares a las observadas en otras loca- estadísticos que mejor se adaptaran a com- 5
lidades del estudio, particularmente en El paraciones de esta naturaleza.
Salvador y Guatemala. A lo largo de la El objetivo del proyecto fue evaluar i2
carretera principal la aldea tiene un hotel y todas las localidades durante un período 2
varias tiendas de licores que sirven como mínimo de un ano. Este objetivo se consi-
centros de actividad. Es posible que ahí los guió en casi todos los países, y en algunos a
jóvenes sufran exposiciones más largas que la evaluación duró casi 2 anos consecutivos. 2
en las otras aldeas del estudio. cn
2
Mosquitos capturados con cebos
humanos d
Belice 3
Los mosquitos recogidos en cada lo- 2
Chan Chen (15 “N) se halla en el ex- calidad representan recolecciones intra- 2
tremo norte del distrito de Corozal, cerca de domiciliarias y peridomiciliarias de 12 ho-
Is
la frontera con México, en una zona donde ras (de las 18.00 a las 6.00) efectuadas con
se cultiva intensamente la caña de azúcar. cebos humanos, salvo en Belice y El Salva- 6
Las casas son estructuras rudimentarias he- dor, donde los períodos de recolección du- 5
chas de troncos, canas hendidas o madera, raron 6 horas (de las 18.00 a las 24.00). Dos .
recolectores situados en puntos fijos, uno 2
con techados de palma. Por lo general, los M
domicilios están separados por amplios te- dentro y otro fuera de la casa, hicieron reco-

rrenos con arboledas tupidas o de mediano gidas simultaneas, capturando con una as-
espesor. Aunque no existe ninguna estación piradora a todos los mosquitos que se po- 8
meteorológica cerca de la aldea, la plu- saran. Los recolectores rotaron cada hora, -k
z
viosidad anual estimada en todo el distrito después de un breve descanso (de 5 a 10
osciló entre 1524 y 2032 mm durante el pe- minutos). Las recogidas intradomiciliarias
ríodo de estudio. se hicieron a una distancia de 1 a 2 m de la 201
puerta principal, mientras que las peri- Mosquitos en reposo adentro
domiciliarias se hicieron de 1 a 5 m de la y afuera
pared exterior de la casa. Para los fines de
este trabajo, los hábitat intradomiciliario y Aunque hubo ciertas diferencias en-
peridomiciliario se denominarán simple- tre países, las recogidas matutinas durante
mente “adentro” y “afuera”. Los recolec- el período de reposo (de las 8.00 a las 10.00
tores recibieron los tratamientos profilácti- horas) fueron hechas, por lo general, por
cos semanales con cloroquina autorizados cuatro técnicos y en cuatro viviendas selec-
para la protección de personal por los comi- cionadas al azar, así como en sitios campes-
tés de ética de cada país. tres al aire libre, con periodicidad quince-
nal y una duración de 4 días en cada aldea
Disecciones del estudio. Los insectos capturados se di-
vidieron entre los que ya se habían alimen-
En casi todos los países, se tuvo acce- tado y los que no y de acuerdo al tipo de
so a un laboratorio pequeño (casi siempre refugio elegido (vivienda, matorrales, cavi-
móvil) para efectuar la disección de los in- dades en piedras, agujeros arbóreos, madri-
sectos en su lugar de captura, generalmente gueras) y al lugar donde se recogieron den-
durante la mañana del día siguiente. En si- tro de la vivienda (altura desde el suelo, tipo
tios sin laboratorio se utilizaron instalacio- de superficie donde reposaban).
nes locales (p.ej., escuelas o centros de sa-
lud comunitaria). Los mosquitos se di- Determinación del otigen
secaron y examinaron utilizando las técni- delasangteingerida
cas de Detinova (1962) a fin de determinar
su paridad y edad fisiológica, respectiva- A fin de determinar el origen de las
mente. Se considera “paridad” el porcenta- consumiciones de sangre, se extendieron los
je de hembras que han puesto huevos por abdómenes de los mosquitos cebados sobre
lo menos en una ocasión. “Edad fisiológi- papel de filtro Whatman no. 2 y estos frotis
ca” es el número de ovipost-uras, que corres- se dejaron secar.Como algunos países tenían
ponde al número de dilataciones (vestigios pocos laboratorios, los análisis de la sangre
foliculares) en los pedicelos de los ovariolos chupada se hicieron en el laboratorio de
ováricos. Cuando fueron muchos los mos- inmunología del Centro Nacional para la
quitos obtenidos, solo se disecó una mues- Erradicación de la Malaria en la Ciudad de
tra representativa. Guatemala y en el Departamento de Mala-
ria de Costa Rica, mediante una técnica de
2 Mosquitos infestados ELISA(Wirtz et al., 1985; Burkot et al., 1987;
Edrisian y Hafizi, 1982).
2 (con esporozoitos)
3 Las cabezas y los tórax de los mosqui-
tos se conservaron en seco, sobre gel de síli- Marca-recaptura dentro
Ei de la vivienda (comportamiento
ce, para la posterior detección de los
z de reposo adentro)
.-!z esporozoitos de PZasmodium vivax. Este
8 examen se hizo en el laboratorio de inmuno-
logía del Centro Nacional para la Erradica- En algunas aldeas, dos técnicos re-
i
ción de la Malaria de la Ciudad de Guate- alizaron estudios semanales de marca-
3 mala. Un anticuerpo monoclonal se usó para recaptura en las horas de máxima alimenta-
õ hacer análisis de inmunoabsorción enzi- ción de los mosquitos, entre las 19.00 y las
c4
mática (ELISA) dirigidos contra las proteí- 23.00 horas (Bown et al., 1986). El primero
nas del circumesporozoito (Wutz y Zavala, sirvió de cebo humano, y para ello se sentó
202 1987). dentro de una vivienda, cerca de la puerta
principal abierta. Cuando un mosquito An. modelo estadístico adecuado. Sin embargo,
albimanus se posaba y chupaba, el otro téc- estos problemas se resolvieron gracias a la
nico lo coloreaba con un polvo fluorescente aplicación del método de análisis de la
y seguía sus movimientos con una lampara varianza (ANOVA) con o sin transformacio-
ultravioleta. Se registraron el numero y la nes, según el tipo de datos y la correlación
duración de los períodos de descanso y el entre pares de variables. Además de las
tipoy altura de las superficies de reposo. Se pruebas estadísticas, se demostraron los
observaron los insectos de continuo duran- cambios temporoespaciales utilizando grá-
te una hora o hasta que intentaron abando- ficos agrupados para facilitar las compara-
nar la vivienda. ciones visuales. En algunas zonas se omi-
tieron los resultados negativos porque se
consideró que no había suficientes datos
Censos de personas y animales numéricos.
domésticos

Para poder relacionar el origen de la RESULTADOS


sangre chupada (ser humano o animal do- s
méstico) por An. albimanus con la disponi- El cuadro 1 resume los resultados re-
lativos a la densidad de picaduras en seres 5
bilidad y biomasa de los huéspedes, se hizo
un censo en cada aldea. El índice de pesos humanos, edad fisiológica, paridad y casos 2
humanos se calculó en kilogramos, utilizan- de paludismo en las 10 localidades estudia- 2
do tablas de peso en función de edad sumi- das en los siete países.
2
nistradas por el Ministerio de Salud Públi-
ca de cada país; cuando no se pudieron Densidades de picadura humana
conseguir estas tablas, se hizo un cálculo di-
recto. Simultáneamente se calculó el peso Diferencias geográficas de la densidad z
aproximado de los animales domésticos. de picadura. Las picaduras de An. albi-
3
manus tuvieron su máxima densidad en Ni-
El muestreo de larvas caragua y Belice (18,63 y ll,10 mosquitos por ii
hombre por hora), siendo intermedios los 2
valores de El Salvador (4,16 y 5,19) y Costa CrJ
En algunos países se tomaron mues-
tras mensuales con cubos sumergibles de Rica (2,90) y más bajos los de Panamá (0,44),
500 mL en sitios donde podía haber criade- Honduras (042 y 1,51) y Guatemala (0,27
ros de anofelinos y se registraron tanto el y 1190). 5
número de larvas por inmersión (1 inmer- Se emplearon varias pruebas para 3
sión/5 m*) como las características físicas y comparar los promedios del número de
vegetales del hábitat. En el laboratorio solo mosquitos capturados, según la localidad y
i
se identificó la especie de las larvas en esta- el país (cuadro 1). Se encontraron diferen-
dios III y IV. cias significativas entre las dos localidades
de Guatemala (El Aceituno y La Blanca) y 0
entre casi todas las localidades situadas en 5
Análisis de datos países diferentes, pero no entre las dos loca- .
lidades de El Salvador y de Honduras l$
La heterogeneidad de las localidades (Metalío y Miravalle; Naracos y Sartenejas, [
y las diferencias en la duración de las reco- respectivamente) (P > 0,05), quizá debido a
gidas (6 y 12 horas), el numero de horas- que los recolectores fueron los mismos a ni- g
persona, el número de recolecciones y los ve1 nacional, pero no en los distintos países.
3
meses en que estas se hicieron dificultaron
mucho la elección del método de análisis y Patrones de la densidad de picadura
de la frecuencia con que se debía aplicar el por hora. En general, las densidades 203
CUADRO1. Densidadpromedio (mosquitos hembras por persona por hora), edad fisiológica, paridad
porcentual y número de casos de malaria registrados al mes. (Los promedios presentadoscon la
misma letra no difieren entre sí de forma significativa a un valor de PC 0,05 cuando se aplica el
método de Scheffé para comparacionesmúltiples [Neter y Wasserman,19741.)

Casos
Paridad de
Localidad Densidad* Edad porcentual malaria
El Polvón 18,63A 0,37 D 37,8 C 2,83
ChanChen 11,10+ - -
Metalío 5,19 B 1,32C 42; BC 552
Miravalle 4,16 BC 1,35c 4311BC 4,11
Sahara 2,90 CD 2,94 A 70,l A -
La Blanca 1,90 DE 1,64 BC 59,8 AB 1,21
Sartenejas 1,51 EF 0,53 D 38,2 C -
Zapallal 0,44 F - 43,7 BC -
Naracos 0,42 F 0,44 D 38,l C -
El Aceituno 0,27 F 1,91 B 40,6 BC 4,43

* Lascapturassehicieronentrelas18.00y las24.00horasenBelicey El Salvadory entrelas18.00y las6.00 horasenlos paísesrestantes.


+ Los datosnofueronsuficientesparapermitircomparaciones
estadistícas.

más altas se encontraron al atardecer, Fluctuaciones estacionales de las den-


aunque en Guatemala también se produjo sidades de picadura. Las densi-
un segundo pico definido pero menos dades expresadas en mosquitos por hombre
marcado. Un análisis de varianza (ANOVA) por hora variaron de un mes a otro. En
de tres vías para valorar la hora, la locali- El Salvador se observaron variaciones
dad y el lugar de captura (adentro y afuera) mensuales y estacionales. Las lluvias, que
reveló diferencias significativas entre todos se produjeron sobre todo entre mayo y
los factores (P < 0,OS).En las capturas que octubre, mostraron una buena correlación
duraron 12 horas se observaron dos picos directa con los momentos de máxima
de actividad (Scheffé: = 0,05), siendo el actividad de picadura. Aunque en Metalío
mayor de las 18.00 a la 1.00 (1,23 a 4,25 no pudieron encontrarse correlaciones
mosquitos por persona por hora) y el significativas entre las densidades de
menor de las 2.00 a las 5.00 (0,85 a 0,95 picadura adentro y afuera y las lluvias (P >
mosquitos por persona por hora). 0,05), sí se halló una correlación positiva
Para determinar las diferencias entre entre estas variables en Miravalle (Y = 0,50;
los promedios de las densidades de picadu- P < 0,05).
ra en distintas localidades se empleó un En las dos localidades de Guatemala,
ANOVA similar, utilizando solo los datos La Blanca y El Aceituno, se comprobó que
correspondientes a las capturas efectuadas la pluviosidad estacional máxima mostra-
entre las 18.00 y las 24.00 horas, a fin de in- ba correlación con las densidades de pica-
cluir los datos de El Salvador. Los resul- dura máximas adentro y afuera (junio a
tados muestran diferencias significativas agosto y octubre a enero) (La Blanca: Yafue-
(P < 0,05) entre localidades. ra = 0,55, P < 0,Ol; Y adentro = 0,55, P < 0,Ol;
La hora en que fue mayor la actividad El Aceituno: Y adentro = 0,53, P < 0,05; Y
de picadura varió en cada localidad. En ge- afuera = 0,47, P < 0,05). Los patrones de
neral, se produjo entre las 19.00 y las 21.00 pluviosidad de las dos localidades revela-
horas, excepto en El Salvador y Costa Rica, ron la existencia de una estación húmeda
donde la actividad al aire libre llegó a un (mayo a octubre) y otra seca (noviembre a
máximo durante la primera hora (18.00) de abril), ambas bien definidas, durante 1987,
recolección. 1988 y 1989.
En Costa Rica se encontró un patrón por persona por hora, respectivamente. En
similar, aunque menos definido, de pluvio- las capturas que duraron 6 horas se en-
sidad estacional (junio a julio y octubre a contraron diferencias similares (P < 0,05),
enero); sin embargo, no se hallaron correla- siendo sus respectivos valores promedio de
ciones significativas entre las precipitacio- 2,2 y 5,6 mosquitos por persona por hora.
nes y las densidades de picadura (Y adentro En la mayor parte de las localidades,
= 0,33, P > 0,05; Y afuera = 0,27, P > 0,05). las densidades de picadura más altas se pro-
En Nicaragua se encontró una corre- dujeron al aire libre durante casi todos los
lación positiva entre las precipitaciones meses del período de estudio. Las diferen-
pluviales y las densidades de picadura al cias fueron particularmente marcadas en
aire libre (Y = 0,60, P < 0,05), mientras que la Honduras, Costa Rica y Nicaragua y meno-
correlación entre las lluvias y las densida- res en Guatemala y El Salvador. En cambio,
des de picadura adentro fue apenas débil en Panamá la mayor parte de las viviendas
(r = 0,49, P -c 0,lO). tenían una o dos paredes menos, por lo que
En Panamá se observaron claras dife- era menor la “filtración” del movimiento de
rencias estacionales en las densidades de mosquitos entre el exterior y el interior. Se
picadura durante todos los anos que duró encontró una correlación positiva altamen- 3
el estudio, así como un marcado patrón de te significativa entre las densidades de pi- 5
pluviosidad estacional. Sm embargo, las cadura mensuales adentro y afuera en to-
correlaciones entre las precipitaciones y las das las aldeas estudiadas (P < 0,001). 5
densidades de picadura adentro (r = 0,43, 2
P = 0,068) y afuera (Y = 0,37, P = 0,13) no 2
fueron significativas.
En Belice, se observó que las densida- Edad fisiológica
des más altas de picadura de An. albimanus
llegaban al máximo durante la estación hú- Diferencias geográficas de la edad fi- 5
meda; sin embargo, fueron tan pocas las re- siológica. Se encontraron diferencias 2
colecciones que no se pudo hacer una eva- significativas de edad fisiológica en los
luación estadística. distintos países (ANOVA, P < 0,05) (cuadro s
En resumen, se encontró una correla- 1). La edad promedio más alta (594 dila- 3”
ción general entre la mayor y menor abun- taciones), que se observó en Sahara, Costa cn
dancia de An. albimanus y las estaciones hú- Rica, fue significativamente mayor que en
meda o seca, respectivamente. Aunque no las localidades restantes (P < 0,05). En orden
en todas las localidades se observó una co- decreciente, las edades halladas en los otros 72
rrelación estadística entre la abundancia de países fueron las siguientes: Guatemala (1,91
mosquitos y las Lluvias, siempre se hallaron y 1,64), El Salvador (1,35 y 1,32), Honduras 2cn
valores positivos cuya significación fue, (0,53 y 044) y Nicaragua (0,37). Los datos
como mínimo, moderada. correspondientes a Belice y Panamá fueron
insuficientes para ser incluidos en el análisis i
estadístico. 8
Densidades de picadura adentro y Dentro de los tres países que contri- 5
afuera. Las capturas al aire libre fueron buyeron con dos poblaciones (Guatemala, .
significativamente más abundantes que las El Salvador y Honduras), la edad promedio z
z
efectuadas adentro en todas las localidades, no varió de forma significativa de una loca-
incluidas las aldeas de Naracos, Honduras, lidad a otra. %
y Zapallal, Panamá, donde hubo escasas No se encontraron correlaciones sig- E
diferencias numéricas. Las capturas totales nificativas entre los promedios de las den- $
de 12 horas adentro y afuera mostraron sidades totales de picadura y la edad fisio-
diferencias de promedio significativas (P < lógica por localidad (Y = -0,29, P > 0,05)
0,05), con valores de 1,08 y 3,62 mosquitos (cuadro 1). La similitud de la estructura de 205
edad fisiológica observada en localidades de tro = 0,62; P < 0,05). La edad y la densidad
un mismo país (cuadro 1) podría haber sido de las picaduras mostraron una correlación
causada o determinada por variables positiva entre sí.
genéticas, ecológicas o ambas que influyen En Guatemala no se encontró ninguna
en la longevidad de las hembras, o por el correlación positiva entre la edad y la
hecho de que las disecciones en cada país pluviosidad, pero en El Aceituno sí la hubo
fueron efectuadas por los mismos técnicos. entre la densidad de las picaduras afuera (Y
Es probable que las diferencias en los pro- = 0,74,P < 0,001)y adentro (Y= 0,83,P < 0,001).
medios de las densidades de picadura pue- En Honduras, la edad y las densida-
dan atribuirse a la variabilidad de las con- des de picadura variaron de forma paralela
diciones ambientales locales. y ambas mostraron fluctuaciones estacio-
nales. En las dos localidades se observó una
Patrón de la edad fisiológica por ho- correlación positiva entre la edad fisiológi-
ra. En las localidades en que se hicieron ca adentro y las densidades de picadura,
recogidas continuas de 12 horas, la edad tanto al aire libre (Naracos, r = 0,67;
fisiológica media de los insectos capturados Sartenejas, r = 0,88, P < 0,05) como en el in-
sobre cebos humanos fue mayor durante las terior (solo en Sartenejas, r = 0,97, P < 0,001).
6 primeras horas (de las 18.00 alas 24.00), que En Costa Rica, las densidades de pica-
fue también el período en que las picaduras dura y la precipitación fluctuaron según la
alcanzaron su máxima densidad. En Guate- estación. Sin embargo, solo las densidades de
mala se encontraron dos picos de edad, de picadura y la edad de los mosquitos captu-
los cuales el segundo fue menos marcado y rados al aire libre mostraron una correlación
se produjo en las primeras horas de la positiva (r = 0,64, P < 0,05) entre sí.
madrugada, mostrando una consiguiente Aunque en Nicaragua los picos esta-
correlación con el punto de mayor densidad cionales de la edad fisiológica tendieron a
de picadura. La evaluación de la edad coincidir con los picos de la densidad de pi-
promedio con un ANOVA de tres vías cadura, no se identificó ninguna correlación
(localidad, lugar y hora de captura) durante positiva entre esta última, la edad fisiológi-
las capturas de 6 horas reveló diferencias ca y la pluviosidad.
significativas entre todas las variables (P < Por último, se estableció que en la
0,Ol). El grupo de mayor edad se observó mayor parte de las aldeas estudiadas, la
entre las 19.00 y las 21.00 horas (1,42 y 1,59, edad de los mosquitos An. albimanus captu-
respectivamente). En ll de las 16 curvas de rados adentro mostraba una estrecha corre-
picadura, la edad fue mayor durante la lación con la edad de los mosquitos captu-
segunda hora de captura que durante la rados al aire libre (P < 0,05), como cabría
h?
z primera. esperar si las recogidas adentro y afuera re-
3 flejaran la composición de la población to-
tal de mosquitos.
z Fluctuaciones estacionales de la edad
fisiológica. Aunque en general la edad Edad fisiológica adentro y afuera.
E fisiológica tendió a mostrar una correlación En casi todas las localidades, los mosquitos
E9
-2 positiva con la pluviosidad y las densidades capturados al aire libre tuvieron mayor edad
ti de picadura, dicha correlación no se observó fisiológica. El promedio de edad de los
en todas las localidades. insectos capturados adentro y afuera fue de
g
En El Salvador, la edad fisiológica de 1,15 y 1,48, respectivamente, en las capturas
8 An. albimanus presentó fluctuaciones men- de 6 horas y de 0,86 y 1,48 en las de 12 horas
õ suales, sin un patrón estacional bien defini- de duración. En ambos casos, las diferencias
Q2
do. No obstante, en Metalío se observó una fueron estadísticamente significativas (P <
correlación positiva entre la edad y la 0,05). Estos resultados son compatibles con
206 pluviosidad (Yafuera = 063, P < 0,05; r aden- los de las densidades de picadura, puesto
que ambos í&ices muestran valores más adentro como afuera, entre las 18.00 y las
altos al aire libre, excepto en Costa Rica y 19.00 horas. Rn Guatemala se encontró un
Nicaragua (donde no hubo diferencias segundo pico de paridad en la madrugada,
significativas entre la edad de los mosquitos aunque fue menor que los picos de edad
capturados adentro y afuera) y El Salvador fisiológica y de densidad de picadura.
(Metalío, donde las densidades de picadura
tuvieron un promedio más alto adentro). Fluctuaciones estacionales de las ta-
sas de paridad. La edad fisiológica y
las tasas de paridad variaron de un mes a
Tasas de paridad otro en todas las localidades, al igual que
las horas de captura. También se apreció una
Diferencias geográficas de las tasas de asociación general entre las tasas mensuales
paridad. El cuadro 1 presenta las tasas de de paridad y las densidades de picadura a
paridad promedio en cada localidad. El valor lo largo de todo el estudio, observándose
más alto, que se registró en Costa Rica una disminución del valor de ambas va-
(70,1%), fue significativamente diferente de riables en la estación de sequía y un claro
los valores encontrados en las poblaciones incremento en la estación de lluvia. s
restantes (P < 0,05). De hecho, las tasas de 5
paridad de El Salvador, Guatemala y Panamá Tasas de paridad adentro y afuera. A
fueron algo menores (entre 40,6% y 59,8%) y 3
diferencia de la edad fisiológica y la
las de Honduras y Nicaragua fueron las más densidad de picadura, las paridades de los 2
bajas (entre 37,8% y 38,2%). Aunque en cada insectos recogidos adentro y afuera durante 2
localidad se encontró una correlación positiva los períodos de 6 y 12 horas no mostraron 14,
y significativa entre la edad promedio y la diferencias significativas (ANOVA, datos Ei
paridad (r = 0,86, P < 0,05), entre la primera y transformados en arcosenos). En casi todos
las densidades de picadura no se apreció una los países, la paridad adentro y al aire libre 5
correlación significativa en ninguna parte no presentó diferencias importantes. Las 2
(r = -O,Ol, P > 0,05). excepciones fueron Honduras y, en menor
grado, Guatemala, donde la paridad afuera s
Patrón de las tasas de paridad por fue más alta que adentro. 2
hora. Al igual que la edad fisiológica, la e
tasa de paridad varió según la hora de la Riesgo de transmisión. El mayor
captura. Este fenómeno era de esperar, riesgo de transmisión de la malaria se
puesto que los dos índices no son inde- produce al aire libre, entre las 19.00 y las
pendientes; la paridad es la proporción de 23.00 horas, cuando se observan un mayor
hembras con 2 1 dilatación y la edad número de hembras ovíparas por hora-
fisiológica corresponde al numero medio de hombre y los valores más altos al multi-
dilataciones. Las tasas de paridad más altas plicarse la densidad de picadura por la edad
se encontraron durante las primeras horas fisiológica.
de la noche (de las 18.00 a las 24.00) y la
variación según la hora de captura fue
significativa, tanto en las recogidas de 6 Comportamiento en reposo
horas como en las de 12 (ANOVA, datos
transformados en arcosenos, P < 0,001 y P < Comportamiento en reposo dentro
0,05, respectivamente). Las tasas de paridad de las viviendas. Adentro, la marca-
oscilaron entre 40,2% y 54,9% de las 18.00 a recaptura de los mosquitos cebados y
las 23.00 horas y entre 21,5 y 54,9% en la cubiertos con polvo fluorescente produjo 3
madrugada. En las nueve localidades resultados uniformes, aunque no fue posible
(excepto en Miravalle, El Salvador) se demostrar su significación estadística, ya
produjo un aumento de la paridad, tanto que el número de insectos seguidos en 207
cada localidad fue pequeño y variable. Se y en 73% (1500) de las capturadas afuera.
observó, sin embargo, que después de Esta diferencia entre la ingestión de sangre
chupar sangre adentro la mayor parte de los de los insectos capturados adentro y afuera
mosquitos adentro no salieron de las resultó significativa (ANOVA, P -e0,05).
viviendas. En Guatemala, Nicaragua y El
Salvador se encontró que los mosquitos se
posaban primero en la parte más baja de las Patines alimentarios
paredes o en otras superficies interiores,
pero que después subía poco a poco la altura Origen de las consumiciones de san-
promedio del punto de reposo. En Guate- gre. En El Aceituno (Guatemala), 77%
mala, se observó que 84% de los insectos se de los 440 mosquitos cebados que se
posaban a menos 2 m del suelo cuando capturaron en reposo dieron resultados
descansaban sobre las paredes, mientras que positivos en la prueba de sangre humana
97% se posaban a esa altura cuando se (66% habían ingerido solo sangre humana
trataba de otras superficies. En Nicaragua, y 11% una mezcla de sangre humana y
en cambio, 32% se posaban en las paredes a animal); los otros 23% contenían sangre
menos de 1 m del suelo; 24% a una altura porcina, bovina, equina, aviar o canina. En
entre 1 y 2 m y casi 44% a más de 2 m del La Blanca (Guatemala), 43% de los 1319
suelo. En todos los experimentos, la tasa de mosquitos investigados mostraron positi-
recaptura al cabo de una hora de obser- vidad a sangre humana (25% a sangre
vación osciló entre 8 y 23%. humana exclusivamente y 18% a sangre
Aunque el tiempo de contacto con las humana mezclada con sangre porcina o
superficies interiores fue variable, se calcu- bovina). Se halló positividad a sangre
laron valores medios de 2,0 a 4,l minutos bovina, porcina y equina en 22,19 y lo%,
por período de reposo. En Guatemala, el respectivamente.
descanso en el interior de cada vivienda En El Salvador, donde los bóvidos pre-
tuvo un promedio de 35,9 minutos en La dominan en ambas localidades, el índice de
Blanca y de 16,9 minutos en El Aceituno. En sangre humana (ISH) fue de 57% (53%, san-
El Polvón (Nicaragua), el reposo promedio gre humana solamente; 4,1%, sangre mezcla-
duró 33,l minutos. En todas las localidades, da) en Metalío y de 40% (31% sangre huma-
los insectos prefirieron posarse sobre las na solamente; 8,6%, sangre mezclada) en
paredes (rociadas o no con insecticida) que Miravalle. También el cerdo resultó ser un
sobre otras superficies (muebles, ropas, etc.). huésped importante. En Sahara, Costa Rica,
En La Blanca, por ejemplo, se produjeron 279 se encontró un patrón distinto, pero se basó
contactos con las paredes y solo 46 con otras únicamente en 51 mosquitos cebados: hubo
%
N superficies, mientras que en El Aceituno se una mayor proporción de alimento porcino
i registraron 90 y 41 contactos, respectivamen- (43,1%),seguida de alimento humano (32,4%)
2 te. En El Polvón hubo 590 aterrizajes sobre y mixto (255%). Esto dio un ISH de 58%.
3 las paredes y 119 en otras superficies.
Censos de personas y animales. En
Ei Lugares de reposo adentro y afuera. siete de las localidades estudiadas se
s
-3 En seis de las siete localidades estudiadas hicieron censos de las poblaciones humana
5 (todas menos Zapallal, Panamá) se reco- y animal. En cada caso (cuadro 2) se calculó
gieron en total 4733 hembras de An. albimanus la biomasa de huéspedes (humanos o
rg en reposo. De ellas, 2690 (57%) se encon- animales) en kilogramos para poder com-
ct traron adentro y 2043 (43%) afuera, aunque parar con validez las preferencias del mos-
0 el número de horas-persona dedicadas a la quito por los distintos huéspedes.
cn
captura al aire libre fue mucho mayor. Se En Guatemala los sereshumanos cons-
encontró sangre en 92% (2475) de las tituyeron 61,7% de la biomasa en La Blanca
208 hembras recogidas en el interior de las casas y 723% en El Aceituno. Les siguieron en or-
CUADRO2. Composiciónde organismos (número y porcentaje)y biomasa
(en kilogramos) en distintas localidades de Centroamérica
Organismos No. Kg %
Sahara,CostaRica
Sereshumanos 461 22 589 79,5
Ganadobovino 8 2 048 7,2
Ganadoequino
Ganadoporcino
Perros
1;
77
1 600
780
955
56
2.7
Gatos 0’043
Aves 38: 42: 1:5
Conejos 15 22 0,07
El Polvón, Nicaragua
Sereshumanos 686 26 891 83,2
Ganadobovino 2 399
Ganadoporcino i6 1 440 z!
Ganadoequino 685 217
Perros 4: 501 1,5
Aves 139 166
Gatos 12 32
Metalío,El Salvador
Sereshumanos 464 18 337 39,7
Ganadobovino 22 080 4788
Aves 147: 2 298
Ganadoporcino 67 1 402 20
Perros 90 1 138 2:5
Ganadoequino 2 736 136
Gatos 46
Otros 40
Miravalle,El Salvador
Sereshumanos 459 18 508 42
Ganadobovino 1139 419 152 93.9
Ganadoequino Il 4 048
Aves
Perros
911
111
1514
1 339
i’3
013
Ganadocaprino 4 0,oz
Gatos i69 0,Ol
Otros iB 60 0,Ol
Zapallal,Panamá
Sereshumanos 319 12 772 49
Ganadobovino 631 203 500 78,5
Ganadoequino 111 30 273 ll,7
Ganadoporcino 135 9 205 336
Perros 114 777
Gatos 37 i’1
Aves 118 2619 1:o
La Blanca,Guatemala
Sereshumanos 1685 62 008 61,7
Ganadoporcino 472 16 520 16,4
Ganadobovino 7 800 738
Ganadoequino 8 7 400
Aves 1232 3 080 3>:
Perros 279 2 790 218
El Aceituno,Guatemala
Sereshumanos 649 23 883 72,3
Ganadobovino 2 700 82
Ganadoequino 109 2 000 6.1
Ganadoporcino 55 1 925 58
Aves 574 1 435
Perros 87 870 2s
den el ganado porcino, bovino y equino. En ser humano (% de consumiciones de sangre
estas y otras localidades del estudio hubo humana/% de la biomasa correspondiente
muchos perros y gallinas, pero su contribu- a seres humanos = 0,Sl). Por otra parte, el
ción a la biomasa fue menor que la de los ganado había sido la fuente de 13,1% de las
otros animales. Al igual que en Guatemala, consumiciones de sangre, pero solo repre-
en Costa Rica y Nicaragua hubo un predo- sentaba 7,5% de la biomasa. Esto da un
minio de biomasa humana, cuya contribu- cociente (% de sangre bovina consumida/%
ción al total fue de 79,5% y 83,2%, respecti- de la biomasa correspondiente a ganado
vamente. Le siguieron las biomasas bovina, bovino) de 1,75, que es más del doble del
equina y porcina. En Metalío y Miravalle, correspondiente a la población humana.
El Salvador, y Zapallal, Panamá, se encon-
tró un patrón muy diferente, con predomi-
nio de bóvidos (47,8,93,9 y 78,5% respecti- La transmisión de la malaria
vamente). La biomasa humana fue la
segunda en magnitud en El Salvador y la Detección de esporozoitos. Más de
tercera en Panamá, donde la equina ocupó 10 000 mosquitos fueron disecados y
el segundo lugar. Se observó que los bóvidos sometidos a ELISA para la detección del
no siempre estaban en las inmediaciones de antigeno de P vivux. En los 5681 procedentes
las viviendas y, según la disponibilidad de La Blanca, Guatemala, se determinó una
estacional de pastos, el ganado podía hallar- tasa de infestación de 0,123% (7 mosquitos
se a varios kilómetros de los centros de po- positivos), mientras que en El Aceituno se
blación. Sin embargo, en La Blanca, los co- encontró una tasa mucho más baja (0,063%),
rrales se encontraban dentro del pueblo. con tan solo un insecto positivo entre los
1589 que fueron disecados. En El Polvón,
Huéspedes preferidos. Solo en Guate- Nicaragua, se encontró infestación en 4 de
mala se hicieron suficientes observaciones los 5257 mosquitos investigados (0,08%).
para poder comparar las fuentes de las
consumiciones de sangre con la dispo- Casos de malaria, El cuadro 1 muestra el
nibilidad de huéspedes. Como puede apre- número de casos mensuales de malaria
ciarse en el cuadro 3, la mayor proporción de notificados en cada localidad. Las cifras de los
las consumiciones de sangre procedieron de distintos núcleos de población no son
seres humanos (54,5%), pero la proporción comparables, porque el tamaño poblacional
de la biomasa humana en ambas localidades fue muy distinto en todos los lugares. Ademas,
fue similar (67%), lo cual indica que no las cifras procedentes de Costa Rica y Panamá
existía una preferencia significativa por el también incluyen datos de otras localidades.

CUADRO3. Relación entre la biomasa animal (en kg) y las fuentes de la


sangre consumida por Anophelesalbhnanus,según pruebas de precipitina
efectuadasen Guatemala

% de la biomasa % de la
Organismos en kg (A) consumición(B) BIA

Sereshumanos 67,5 54,5 0,81


Ganadobovino 1::: 13,i 1,75
Ganadoporcino 13,o 1,17
Ganadoequino 1,34
Aves 9’: EIO 1,35
Perros 217 215 0,92
Aunque en Zapallal, Panamá, no se re- vas, establecer su persistencia y medir la
gistró ningún caso de malaria durante el pe- densidad de la población larvaria. En
ríodo de estudio, en los distritos vecinos de Sahara, Costa Rica, los criaderos más comu-
Chepigana y Pinogana se encontraron mu- nes fueron las zanjas y surcos, los arrozales
chos casos de noviembre de 1988 a enero de y las charcas superficiales de agua de llu-
1989, observándose un segundo pico de ju- via. No se encontró correlación significati-
lio a noviembre de 1989. Simultáneamente se va alguna (r = 0,266) entre la pluviosidad y
encontró un aumento de la densidad de An. la densidad larvaria. Esta fue mayor duran-
albirnanus en noviembre y diciembre de 1988 te los meses de abril a agosto y de noviem-
y también, aunque en grado menor, entre bre a febrero, períodos en que llega al máxi-
agosto y diciembre de 1989. En este caso, el mo la densidad de adultos. Las larvas de An.
incremento de los casos de malaria coincide albimanus se encontraron asociadas con ma-
con la abundancia del vector. Seencontró una yor frecuencia a An. neomaculipalpus, así
correlación positiva entre las densidades ge- como a las larvas de muchos predadoms,
nerales de An. albimanus y el número de ca- entre ellos peces e insectos (Coleoptera y
sos de malaria (r = 0,50, P < 0,05), y una co- Odonata). Las plantas que proliferaban en
rrelación un poco menos significativa entre estos criaderos eran Ceratopteris sp., Heter- s
sus densidades al aire libre y los casos de anfhera coronarium, Eleocharis elegans, Lymo- 8
enferrnedad (Y = 0,46, P < 0,054). charisflava y Hedychium coronarium.
En El Aceituno, Guatemala, se produ- En Zapallal (Panamá) los principales 5
jo un acontecimiento imprevisto, ya que el criaderos de larvas se encontraron en zan-
número máximo de casos de malaria (15 en jas (39,5%), charcas de agua de lluvia 8
total) se registró entre febrero y abril de 1988, (37,7%), pozos (14,9%) y huellas de anima- 3
época en que es poca la abundancia del les (7,9%). En general, estos hábitat tenían
5
vector y en que disminuye la pluviosidad. una profundidad de 20 cm o menos, se ha-
Aunque no se encontraron cormlacio- llaban expuestos a la luz solar directa y te- 5
nes significativas, el número de casos de rúan aguas un poco turbias. En esta locali-
2
malaria en ambas localidades de El Salva- dad se encontró una correlación entre
dor se asoció con la abundancia del vector y pluviosidad, número de criaderos y densi- s
la pluviosidad. En estas circunstancias, la dad larvaria. E
ausencia de una correlación significativa se cn
debió, muy probablemente, a un lapso en-
tre el aumento de la densidad y la aparición DISCUSIÓN
de la enfermedad. En Metalío se observó un 9
pico secundario del número de casos de A diferencia de otros estudios de me- 2
malaria entre octubre y enero (1988 a 1989), nor alcance, el nuestro revela algunas “ten- 4
cuando era poca la abundancia del vector. dencias generales” que pueden prestarse E!
Si bien en Costa Rica, Panamá y Gua- fácilmente a análisis estadístico 0, en algu-
temala (La Blanca) hubo una correlación nos casos, tener importancia biológica o E
aparente entre la abundancia, la pluviosidad epidemiológica, aun en ausencia de diferen- 8
y los casos de malaria, solo en La Blanca cias significativas. 5
se encontró una correlación positiva entre En las áreas de transmisión endémica .
la pluviosidad y los casos de enfermedad de la malaria que fueron investigadas en este 3
8
(r = 0,48, P < 0,05). estudio, los patrones de alimentación de An.
?z
a2bimanusmostraron un ritmo circadiano si-
milar al observado por Rachou et al. (1965) 8
Hábitat de las larvas y Bown et al. (1984). La actividad de alimen- $$
tación de An. albimanus se caracteriza en to-
En algunas localidades se intentó ca- dos estos países y localidades por una gran
racterizar los hábitat donde crecían las lar- densidad durante las primeras horas de la 211
noche (de las 18.00 a las 21.00 horas), segui- durante las primeras horas de la noche por
da de una disminución gradual y, en algu- vectores cuya esperanza de vida no ha sido
nos casos, de un segundo pico menos mar- reducida lo suficiente por el rociamiento
cado en las primeras horas de la madrugada para que se interrumpa la transmisión. En
(de las 4.00 a las 5.00 horas). En general, se este estudio se llegó a la conclusión de que
encontró una diferencia significativa entre el riesgo de transmisión es mayor al aire li-
la mayor actividad observada de las 18.00 a bre y en la población de adultos jóvenes. En
la 1.00 y la actividad más atenuada de las todas las localidades investigadas, el com-
2.00 a las 5.00; este ritmo fue similar aden- portamiento humano de las 18.00 alas 21.00
tro y al aire libre. Aunque hubo algunas di- horas fue similar y se caracterizó por una
ferencias entre localidades y también entre gran actividad al aire libre.
países (diferencias, por ejemplo, de la hora Las diferencias nacionales que mostra-
en que comenzó la alimentación, que podía ron las tasas de picadura humana fueron
ser las 18.00, las 19.00 olas 20.00), la tenden- significativas. Los valores más altos se en-
cia general fue similar, lo cual indica que el contraron en Nicaragua y Belice, siendo
ritmo circadiano se halla bajo control moderados los de Costa Rica y El Salvador
genético y varía con la especie, aunque pue- y más bajos los de Panamá, Honduras y
de modificarse en función de las condicio- Guatemala. En general, se encontraron las
nes locales. Así, la diferencia de una hora densidades más altas en las localidades de
entre Panamá y otros países podría deberse la costa atlántica (Belice y Costa Rica), don-
a la diferencia de 12 grados de longitud, que de la pluviosidad fue intensa y relativamen-
hace que varíe la hora del crepúsculo. te uniforme a lo largo de todo el año. En las
Las “densidades” (mosquitos por localidades del litoral pacífico de Guatema-
hombre por hora) de los mosquitos captu- la, Honduras, El Salvador y Panamá, con sus
rados adentro y afuera variaron en cada país; estaciones bien definidas -las lluvias, con-
sin embargo, casi siempre fueron menos los centradas en ciertos meses del ano, van se-
mosquitos recogidos adentro. Puede ser que guidas de una estación seca relativamente
las viviendas actúen a manera de “filtros” larga-, las tasas de picadura fueron, por lo
capaces de reducir de 2,5 a 3,3 veces las ta- general, menores. La excepción fue la aldea
sas de picadura externas, a pesar de que en de El Polvón en la costa pacífica de Nicara-
ninguna de las aldeas estudiadas había ma- gua, donde las tasas fueron altas. Esta aldea
llas u otra protección en las viviendas. El se halla situada cerca de plantaciones de
grado de reducción varió de un país a otro caña de azúcar donde hay pequeños char-
y probablemente depende de los micro- cos de agua en cavidades de distinto tipo y
ul climas hallados dentro de las viviendas y del llanuras relativamente bajas con drenaje in-
2 tipo de edificación. Sin embargo, el patrón suficiente y abundantes acumulaciones de
4 de alimentación general es una característi- agua estancada. Es posible que estas condi-
2 ca propia de cada especie y está bajo el con- ciones, sumadas a otras variables, produz-
EI trol de mecanismos endógenos (OPS, 1988b; can una proliferación de criaderos que man-
Fleming, 1986; Bown et al., 1984). tiene elevada la densidad de mosquitos.
E En Colombia, Elliott (1968) trató de Se ha sugerido que solo las hembras
s
G% hallar correlaciones entre las actividades que han completado un mínimo de tres ci-
8 nocturnas de las personas adentro y afuera clos gonotróficos (2 3 dilataciones) son lo
y la frecuencia con que los vectores pican a bastante maduras para ser infestantes, es
g los seres humanos. Comprobó que en cier- decir, para transportar esporozoitos en las
8 tas estaciones la exposición del hombre al glándulas salivales; en consecuencia, los
õ aire libre puede Llegar a incrementar el nú- mosquitos capaces de transmitir la malaria
Eq
mero de picaduras en 70%, concluyó que la serían solo una pequeña proporción de la
malaria es transmitida principalmente den- población total de vectores (Rachou et al.,
212 tro de las viviendas rociadas con insecticida 1973; Rodríguez et al., 1992). Los resultados
de este estudio indican la presencia de po- ra hora (de las 18.00 a las 19.00), la propor-
blaciones de mosquitos relativamente jóve- ción de hembras ovíparas atrapadas fue
nes tanto en Nicaragua como en Honduras menor que en las horas siguientes (de las
(número medio de dilataciones < l,O), de 19.00 a las 21.00); más tarde, la paridad fue
mosquitos de edad fisiológica algo mayor disminuyendo a medida que avanzó la no-
en Guatemala y El Salvador (< 2,0 dilatacio- che. Es posible que los insectos grávidos es-
nes) y de mosquitos notablemente más vie- tuvieran poniendo huevos durante la pri-
jos en Costa Rica (2,94). La mayor edad en mera hora y que no hayan regresado a
este país podría deberse a la distribución alimentarse hasta la segunda o tercera, pro-
uniforme de las lluvias y a la elevada hu- vocando de esa forma un aumento de la tasa
medad relativa, condiciones que son las ha- de paridad de los mosquitos capturados
bituales en algunas áreas de la costa atlánti- durante ese período. Rodríguez et al. (1992)
ca de Centroamérica (Belice y Costa Rica). observaron que los An. albimanus recap-
No se dispone de datos sobre la edad fisio- turados en los corrales eran los que habían
lógica de los mosquitos en Belice. puesto huevos antes de las 18.00 horas y los
Como era de esperar, se encontró co- que volvieron de inmediato a buscar alimen-
rrelación entre la edad fisiológica y las tasas to. Hamon et al. (1961) evaluaron los patro-
de paridad. Esta última tuvo su promedio nes de picadura y ovipostura de An. gambiae
más alto (70%) en Sahara, Costa Rica, mien- y An. funestus y encontraron resultados si-
tras que la paridad más baja fue la de El milares: casi todos los mosquitos ovíparos
Polvón, Nicaragua (38%), donde se registra- habían puesto huevos la misma noche que
ron las densidades de mosquitos más altas se realimentaron. Roberts et al. (1983) des-
(18,6 mosquitos por hombre por hora) y las cribieron que 5 de los 12 An. darlingi
tasas más bajas de transmisión de la mala- recapturados regresaron a comer por seguk Ei
ria (2,8 casos al mes). Sin embargo, la abun- da vez dos noches después de su primera
. ., is
dancia de insectos (18,6) en esta población consurmcion sanguínea.
nicaragüense fue mucho menor que la des- La edad fisiológica parece ser una s
crita en otros estudios, como el del estado medida más sensible que la tasa de paridad.
de Chiapas, México, en el que se registra- Aunque ambos indicadores mostraron una g
ron hasta 150 mosquitos por hombre por mutua correlación positiva y significativa, 3
hora (OPS, 1988b). las diferencias de edad fisiológica que se cn
Conviene subrayar la importancia que observaron adentro y afuera no se encon-
reviste la estructura de edad en la transmi- traron en la tasa de paridad. No obstante,
sión de la malaria, así como las notables di- con la disección se determina la paridad con !
ferencias locales que despliega An. albimanus mucha mayor facilidad y rapidez que la 2
en su eficiencia como vector. De hecho, al- edad fisiológica. 4
gunos autores han afirmado que esta espe- Solo pudieron hacerse evaluaciones de iG
cie es menos eficiente que An. gambiae o An. la biomasa humana y animal y análisis de Ei
funestus (Rachou et al., 1973; Machado- la sangre consumida en los estudios efectua- E
Allison, 1982). Sm embargo, de los resulta- dos en Guatemala y El Salvador, cuyos re- o
dos de este estudio se deduce claramente sultados tienden a confirmar los de Loyola 3
que, en determinadas circunstancias (como et al. (1993). En Guatemala, la biomasa hu- l
s
en Sahara, Costa Rica), An. albimanus puede mana fue mayor que la biomasa total de to- å:
ser un vector tan efectivo como sus homó- das las otras especies animales estudiadas.
%
logos africanos (Detinova y Gillies, 1964; Se encontraron importantes diferencias en-
Gillies y Wilkes, 1965). tre las distintas localidades en este país yen 2
Los cambios de paridad y edad fisio- El Salvador, donde el ganado que pastaba a 3
lógica observados en las capturas realizadas una buena distancia de las viviendas fue
durante toda la noche mostraron correlación incluido en el censo, aunque no se podía
con las tasas de picadura. Durante la prime- considerar “peridomiciliario.” 213
En Guatemala, los análisis de las con- de huésped potencial. Kay et al. (1979) idea-
sumiciones de sangre mostraron que en La ron el índice de alimentación, que ajusta el
Blanca 43% de los mosquitos habían ingeri- ISH según la biomasa total de cada tipo de
do sangre humana (25% solo sangre huma- huésped, la concurrencia espacial y tempo-
na y 18% una mezcla de sangre humana y ral de huéspedes y mosquitos y el “éxito de
animal) y que en El Aceituno la habían in- la alimentación” (porcentaje de hembras que
gerido 77% (66%, solo sangre humana y 11% son atraídas por un huésped y que consi-
sangre mezclada). Como resultado de la ele- guen alimentarse de él). Frederickson y Trpis
vada proporción de biomasa humana en (en prensa), en su estudio de México, obtu-
estas aldeas (61,7% y 72,3%, respectivamen- vieron RF de 20,8 a 21,l cuando calcularon
te), en ellas la relación de alimentación a la relación entre la sangre de ganado y la
biomasa humana dio un cociente de aproxi- sangre humana, e indices de alimentación
madamente 1. Esto indica que los mosqui- de 1,6 a 2,l cuando determinaron la relación
tos mostraron preferencias inespecíficas y entre la sangre humana y la de ganado. En
que la alimentación fue función de la dispo- el presente estudio solo se determinó la re-
nibilidad de huéspedes. Los cocientes co- lación entre biomasa e ISH, por lo que el ín-
rrespondientes al ganado bovino (2,8 y 0,5), dice de alimentación resultó incompleto y
equino (1,4 y 1,3) y porcino (1,2 y 1,2) indi- el valor obtenido al calcular la relación en-
can una discreta preferencia por estos ani- tre ganado y seres humanos fue de 1,75/0,81
males y una menor predilección por las aves = 2,16, similar al de México.
y los perros. Aunque en El Salvador el nú- El ELISA, utilizado para detectar la
mero de muestras obtenidas fue pequeño, presencia de esporozoitos, solo se efectuó en
la ingestión de sangre humana fue mayor Guatemala y Nicaragua. Las tasas de infec-
que la anticipada cuando se considera el ción de los mosquitos en las tres localida-
predominio de biomasa bovina. Por otra des estudiadas (La Blanca, El Aceituno y El
parte, estos animales se encontraban más Polvón) fueron 0,123%, 0,063% y 0,08%, res-
lejos de las viviendas que en Guatemala. pectivamente. Estos resultados son compa-
Los índices de sangre humana (ISH) rables a los obtenidos por Ramsey et al.
encontrados en las localidades estudiadas (1994) en el sur de México, donde la captu-
(recorrido de 40 a 77%) fueron mucho ma- ra de los mosquitos An. albimanus que se ali-
yores que los revisados por Frederickson mentaron adentro y afuera reveló tasas de
(1993) en otros estudios sobre An. albimanus infestación de 0,25 y 3,95%. Esto destaca una
en Centroamérica (1% a 24,9%). En nuestro vez más la participación persistente de esta
estudio, los insectos ingirieron cuatro veces especie en la transmisión de la malaria.
más sangre humana que de origen animal. Puesto que en este estudio se investigaron
0:
z Estos resultados contrastan con los obteni- mosquitos enteros, es muy probable que
4 dos por Frederickson y Trpis (en prensa) en estas tasas de infestación sean una sobre-
I México, donde el número de consumiciones estimación de las tasas de “infectividad”, ya
Ei de sangre de origen animal fue de 3,l a 3,7 que pueden haberse detectado esporozoitos
veces mayor. situados dentro y fuera de las glándulas
8 Se han empleado varios indicadores salivales.
s
22 para expresar el comportamiento hema- En general, las tasas de picadura mos-
s tófago en el terreno. El ISH (porcentaje de traron variaciones paralelas a las fluctuacio-
consumiciones sanguíneas procedentes de nes estacionales anuales de la pluviosidad
2
seres humanos) es útil para calcular la ca- y a la disponibilidad de criaderos. Sin em-
g pacidad vectorial, pero no se presta para bargo, esta correspondencia no siempre
õ determinar la preferencia de huéspedes. pudo demostrarse en los análisis estadísti-
Fq
Hess et al. (1978) propusieron la razón de cos de las correlaciones lineales entre la
forrajeo (RF), que expresa la relación entre pluviosidad de un mes y la densidad del
214 el ISH y las cantidades relativas de cada tipo mes siguiente. No obstante, cuando las va-
riables se evaluaron por mes, se encontra- tró una correlación positiva entre la densi-
ron correlaciones positivas significativas en dad de picadura y la pluviosidad y entre
Guatemala (La Blanca y El Aceituno), Nica- aquella y la tasa de paridad, de tal forma
ragua y El Salvador (Miravalle). En Pana- que esta aumenta a medida que aumenta la
má también se encontró una correlación densidad. Es posible, como se señaló más
positiva, aunque no significativa, y en Cos- arriba, que la supervivencia de los mosqui-
ta Rica hubo una correlación positiva entre tos sea más larga durante los perfodos más
los períodos de máxima pluviosidad y los lluviosos, en los que la humedad relativa
picos de máxima densidad de insectos. Asi- suele ser más alta.
mismo, las condiciones locales resultaron En el estudio fue posible calcular al-
importantes para determinar la presencia o gunos componentes de la fórmula que ex-
ausencia de significación en las correlacio- presa la capacidad vectorial ma2pn/-In(p),
nes. A estos efectos, sirven de ejemplo las aunque no todos. La densidad de picadura
dos localidades de El Salvador, ya que se humana (ma) fue calculada a partir de las
encontraron valores significativos en Mira- capturas de 12 horas en cebos humanos en
valle y no en Metalío, pese a que ambas al- las 10 localidades. La tasa de paridad (X) se
deas están separadas por una distancia de determinó mediante disección ovárica. Para s
menos de 20 km y comparten un paisaje calcular la tasa diaria de supervivencia (p) 43
ecológico similar. es necesario establecer la edad fisiológica
La naturaleza exofágica y exófila de promedio en los días en que tiene lugar la 30
An. albimanus quedó claramente demostra- primera ovipostura (0) y calcular la raíz o-
da en este estudio. Las densidades de pica- ésima de X (p = m ). El parámetro o se de- E!
dura afuera fueron más altas que adentro, termina marcando y liberando hembras re- u
tanto en la estación húmeda como en la seca, pletas de sangre y haciendo recogidas
Ei
y el número de mosquitos en reposo fue diarias con cebos humanos para observar el
menor dentro de las viviendas, sobre todo momento en que se eleva la tasa de paridad i2
durante la estación de sequía. Estos resulta- de las hembras marcadas, cosa que no se
2
dos confirman las conclusiones de Breeland hizo en este estudio. La frecuencia de pica-
(1972) sobre el carácter exófilo de esta espe- dura en humanos (a) es la frecuencia de pi- s
cie. Puesto que el comportamiento humano cadura multiplicada por el porcentaje de 5
durante las horas de mayor densidad de mosquitos que pican a seres humanos, es m
picadura también fue “exófilo”, según la decir, el ISH. La frecuencia de picadura, que
definición de Mattingly (1962), el riesgo de no se calculó en todas las localidades, tam-
transmisión de la malaria fue mucho mayor. bién puede determinarse a partir de estu- 1
Con algunas excepciones, la edad fi- dios de marca-liberación-recaptura. Se cal- 3
siológica media no mostró una correlación culó el ISH en todas las localidades, pero no 2
positiva significativa con los patrones se dispuso de datos suficientes para deter- 2
climáticos estacionales. Estos resultados minar su valor cada mes.
contrastan con las observaciones de Rachou Aunque no se consiguió información E
et al. (1973), según las cuales las tasas de suficiente para determinar la capacidad 8
paridad de An. aIbimanus son mayores en la vectorial, los componentes de ella que sí se 5
estación seca. La bibliografía sobre este as- estimaron pueden combinarse en la fórmu- l

pecto muestra una notable discordancia en- la abreviada maP, que es el numero de hem- 3
%
tre las distintas especies. De hecho, Panday bras ovíparas que pican a seres humanos
(1975), en su estudio de Culex mollis y C. cada noche. Las hembras ovíparas siempre %
spissipes, encontró tasas de paridad bajas al mostraron una mayor densidad de picadu- g
final de la estación seca, mientras que Corbet ra al aire libre y durante las primeras horas
2
(1963) describió variaciones estacionales sig- de la noche, momento en que era más alta
nificativas de las tasas de An. funestus a lo la proporción de seres humanos activos
largo del ano. En nuestro estudio se encon- afuera, con el posible aumento del riesgo 215
correspondiente. Así pues, si la mayor par- albimanus. Las prácticas agrkolas en los otros
te de las picaduras tienen lugar al aire libre, países son similares. En todos ellos, salvo
el rociamiento del interior de las casas con en Panamá, sigue habiendo migración des-
insecticida podría ser ineficaz, a menos que de las áreas muy pobladas de la costa del
adentro el vector entre en contacto con la Pacífico, que es la zona más afectada por la
sustancia antes o después de picar. malaria, hacia las estribaciones y valles mon-
En muchos casos se encontró correla- tañosos del interior y más recientemente,
ción entre los casos de malaria y algunas hacia la costa del Atlántico, que siempre ha
otras variables. En general, se detectaron sido menos poblada. En estas zonas de asen-
correlaciones positivas entre los casos de tamiento humano relativamente reciente, es
enfermedad, por un lado, y por el otro la muy probable que se produzca un futuro
densidad de mosquitos y la pluviosidad y, aumento del numero de casos de malaria.
en algunas localidades, la edad de los insec- Las causas de la continua degradación
tos y la densidad de las picaduras. Estas re- del medio ambiente han sido estudiadas por
laciones deberían servir para pronosticar la otros autores (Lugo, 1988; Fearnside, 1989).
incidencia de malaria en Centroamérica par- Entre ellas se encuentran la pobreza, el cre-
tiendo de las variables ambientales y de las cimiento de la población y las malas prácti-
poblaciones de An. albimanus. cas agropecuarias. En Centroamérica, otro
Los resultados del presente estudio factor importante es la migración generada
podrían servir de base para examinar de por factores políticos y económicos, tales
nuevo los métodos de control de la malaria como el desplazamiento frecuente de los
aplicados tradicionalmente, en particular en trabajadores que buscan trabajar en la agri-
vista de la persistencia, e incluso del aumen- cultura.
to en algunas zonas, de la enfermedad en Aunque diversos estudios han pues-
Centroamérica. Si bien en épocas pasadas to de relieve los problemas asociados con la
el rociamiento residual de los interiores dio degradación de los bosques en América La-
buenos resultados, los cambios de compor- tina (Lugo, 1988), son pocas las pruebas que
tamiento, tanto de las personas como de los se han ofrecido para demostrar que su con-
mosquitos, pueden haber reducido su efi- servación es necesaria si se busca mejorar la
cacia. En las localidades cuyos habitantes calidad de vida y reducir el riesgo de trans-
jóvenes y adultos suelen reunirse al aire li- misión de las enfermedades. La condición
bre o alrededor de los domicilios entre las de An. albimanus como vector de la malaria
18.00 y las 21.00 horas -sitios en que las merece especial atención, dada la correlación
densidades de picadura son tres veces ma- existente entre la deforestación, la apertura
yores que adentro y horas en que los mos- de áreas nuevas para los cultivos tradicio-
s
F2 quitos más maduros tienden a aparecer-, nales y la incidencia de la enfermedad.
?‘ afuera es donde existe el mayor riesgo. Por Estos estilos de vida y prácticas agrí-
I lo tanto, el rociamiento residual de los inte- colas solo cambiarán cuando en otros paí-
Ei riores puede tener un efecto muy limitado. ses se produzca un desarrollo económico y
Las prácticas agrícolas y la continua social importante, diferente del actual. Las
s presión ejercida por la creciente población posibilidades de mejorar la situación de la
s
.2 humana de Centroamérica en el ecosistema malaria en el corto plazo no son alentado-
Ei provocaran un aumento progresivo del nú- ras, como ha señalado un comité de exper-
mero de criaderos larvarios en el futuro tos: “. . . la perspectiva de erradicar, o inclu-
i próximo. Se ha establecido que la capa so de disminuir la incidencia en el mundo,
8 boscosa de Costa Rica, que alcanzaba los es desoladora” (PAHO, 1988a). En la revi-
õ 31958 km* en 1950, había disminuido a la sión titulada Malaria en ZasAméricas (OPS,
cq
tercera parte (10 190 km2) en 1984. Por con- 198813)se afirma que “la colonización de
siguiente, se han creado amplias zonas que nuevas zonas, las tendencias observadas en
216 podrían convertirse en criaderos de An. las actividades de producción agrícola y
minera, así como la distribución y dinámica ló entre 0,37 y 2,94 en ocho localida-
actual de las poblaciones rural y urbana, han des. Los mayores promedios de edad
creado condiciones que favorecen la trans- se encontraron en la costa atlántica de
misión, la cual, en ciertas circunstancias, se Costa Rica, donde también fue mayor
ha vuelto más intensa de lo que era y, en y más homogénea la distribución de
otras, ha aparecido en lugares donde antes las lluvias. La edad fisiológica tuvo el
no existía.” Este documento añade que el promedio más bajo en la costa del
control se sigue basando en indicadores Pacífico, que se caracteriza por poseer
parasitológicos, entomológicos y tera- estaciones húmeda y seca bien defini-
péuticos, mientras que se presta muy poca das.
atención a los factores socioeconómicos, Cul- 0 Asimismo, las tasas de paridad fueron
turales, políticos, administrativos y epide- mayores en la costa atlántica de Costa
miológicos que influyen en la frecuencia de Rica (70%) y menores en la costa pací-
la enfermedad. fica de Nicaragua (38%).
En el caso particular de An. azbimanus La edad fisiológica media de los mos-
en Centroamérica y Panamá, es necesario quitos capturados al aire libre fue
poner especial énfasis en la ecología, demo- mayor que la de los mosquitos captu- 3
grafía, economía y sociología humanas; en rados adentro. 2
‘Ll
el análisis profundo de la ecología del vector En general, la edad fisiológica de los
y en el desarrollo de nuevas técnicas de mosquitos capturados alcanzó su máxi- 3
control biológico. Esta estrategia multi- mo valor entre las 19.00 y las 21.00 ho-
disciplinaria, que contrasta con la concen- ras, tanto adentro como afuera. E!
tración de las iniciativas de control en los 0 Las variaciones mensuales de la densi- 8
medios químicos, no es nueva. Hace más de dad de picadura mostraron una corre-
5
dos decenios, Mattingly (1969) resumió las lación positiva directa con las variacio-
ideas que prevalecían en ese momento y lle- nes estacionales de la pluviosidad. !2
gó a una conclusión similar. Estas ideas se La variación mensual de la edad fisio-
3
ven confirmadas por las pruebas aquí pre- lógica mostró correlación positiva con
sentadas y por los resultados de los nume- las densidades de picadura. s
rosos análisis que se han hecho en reunio- El mayor riesgo de transmisión de la
nes nacionales e internacionales sobre los malaria corresponde al exterior entre E
problemas relacionados con la malaria. las 18.00 y las 21.00 horas, lugar y
momento en que convergen las si-
guientes condiciones: hay una concen- i
CONCLUSIONES tración de seres humanos, las tasas de 2
picadura son más altas y la edad fisio- ,$
0 En las 10 localidades de los siete paí- lógica de An. albimanus es mayor. 5
ses de Centroamérica estudiados, se Las medidas de control deberían
demostró que An. albimanus pica al ser orientarse a reducir los contactos en- Fi
humano durante las horas de la no- tre el ser humano y el vector que tie- c;
che y de la mañana, desplegando su nen lugar al aire libre en horas de la 5
mayor actividad tanto adentro como noche. .
afuera entre las 18.00 y la 1.00 y una Para fines de la vigilancia de rutina de I$
8
frecuencia máxima de picadura entre los factores de riesgo, no es práctico
las 18.00 y las 21.00 horas. calcular la capacidad vectorial. Un &
Las tasas de picadura humana fueron, índice útil para evaluar el riesgo s
en general, de 2,5 a 3,3 veces mayores entomológico de transmisión de la R
E
al aire libre que en el interior. malaria se debe basar en el numero de
La edad fisiológica media (número de hembras ovíparas que pican al ser
ciclos gonotróficos completados) osci- humano cada noche. 217
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ABSmm in eight localities where it was determined,


with the highest average age found on the At-
Biology and ecology of hopheles lantic coast of Costa Rica, the study area
marked by the highest and most uniform dis-
allrimanus Wiedemann in Central tribution of rainfall. The lowest mean physi-
America ological age occurred on the Pacific coast,
which was characterized by distinct wet and
From 1987 to 1990 an investigation of the dry seasons. (d) Parity rates varied from 37%
biology and ecology of Anopheles albimanus in Nicaragua (Pacific coast) to 70% in Costa
Wiedemann was carried out by a group of re- Rica (Atlantic coast). (e) The meanphysiologi-
searchers from seven Central Ameritan coun- cal age of mosquitoes captured in the peri-
tries-Belize, Costa Rica, El Salvador, Guate- domiciliary area was higher than the age of
mala, Honduras, Nicaragua, and Panama- those captured indoors. (f) The physiological
under the coordination of entomologists fmm age of captures usually peaked between 19:00
the Pan Ameritan Health Organization. The and 21:00, both indoors and outdoors. (g)
objective was to develop skills in the method- Monthly variation in biting densities showed
ology of entomological risk assessment within a direct positive correlation with seasonal
each country and to compare trends of risk fac- variation in rainfall. (h) Monthly variation in
tors related to malaria transmission. An effort physiological age was positively correlated
was made to use the same methods to collect with biting rates. (i) Considering the factors of
and process mosquitoes in all the countries. density, mean physiological age of the vector,
The most important overall results were and human behavior in relation to time and
the following: (a) At the 10 localities studied space, the greatest risk of malaria probably
in the seven countries, it was determined that occurs outdoors between 18:00 and 21:O0.
An. albimanus bites humans both indoors and Therefore, the most prudent control method-
outdoors. Greatest activity was between 18:OO ology would be to target this segment of the
and Ol:OO, with peak biting taking place be- vector population. (i) For routine surveillance
tween 18:OO and 21:O0. (b) Man-biting rates of entomological risk factors, a more useful
were generally between 2.5 and 3.3 times index than frequent calculations of the vecto-
higher outdoors than indoors. (c) The mean rial capacity would be the number of parous
physiological age (the number of gonotrophic females biting man per hour during a stan-
cycles completed) was between 0.37 and 2.94 dardized collecting period.

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