Arquitectura

No-
Referencial
Escrito Ideado
por por
Markus Breitschmid Valerio Olgiati

Arquine
 . . a la Arquitectura No-Referencial
lntroducc1on
Arquitectura No-Referencial
. • n un mundo no-referencial. Por lo tanto,
V1v1mos e .
'tectura debe ser no-referencial. La no-re-.
1a arqu1 d b' d'f'
ferencialidad es la única forma e conce ir e 1 ,-
. e produzcan sentido en un mundo en el que·
c1os qu . d . 'f'
no existen las atribuciones s1mp 1es e s1gni i-;
ya 1 •
ado. Si bien es incuestionable que a arquitectura
~iempre posee alguna tarea ~ocial, lo~ edifici_os.
ya no pueden derivarse de un ideal soc_1al ?º~u~,
al menos no de manera directa, porque nmgun 1d8'al
social común que pudiéramos haber compartido'
en el pasado ha perdurado en el mundo de hoy. La:
arquitectura no-referencial no es una arquitectura
que subsiste como un recipiente referencial o como
un símbolo de algo fuera de sí mismo. Los edificios
no-referenciales son entidades que son en sí mis~,:
mas significativas y que producen sentido y, como
tales, no son menos la materialización de la socie-,,
dad que lo fueron los edificios en el pasado, cuando
eran portadores de ideales sociales comunes. ."
, La acción afectiva generalizada para superar est'a '·
aparente pérdida de contenido mediante la inmer:..,i
sión de los edificios con significados de fuentes:
extra-arquitectónicas es inútil. En nuestro mundo'
no-referencial, la arquitectura se desvía si se busc~·
el enriquecimiento de los edificios mediante un ,
r~curso extra-arquitectónico. Esta multidisciplina,
riedad o transdisciplinariedad mal entendidas no be#'
nefician a la arquitectura en sí -ni son beneficiosas :,
14
para la responsabi_lidad social de la arquitectura.
Por lo tanto, la arquitectura no-referencial no es una
arquitectura "multicultural". Sin embargo, es im-
posible que la arquitectura carezca de significado·
no puede ser un objeto de nada. Contra estos in~
tentos extra-arquitectónicos generalizados y pre-
valentes para enriquecer los edificios actuales, la
arquitectura es, ante todo, la concepción, construc-
ción y edificación de habitaciones, y se ocupa de ta
escenografía y de los movimientos a través de las
mismas. Como tal, la arquitectura genera, sobre
todo, una experiencia física y sensual básica, antes
de iniciar también la interpretación intelectual. An-
tes que nada, las habitaciones desatan tanto una
experiencia de espacio como un anhelo humano
común para dar sentido a esa experiencia básica.
Esa experiencia del espacio es básica y funda-
mentalmente arquitectónica. Es importante saber
que ninguna otra disciplina que no sea la arquitec-
tura en sí misma tiene la capacidad de aportar algo
de importancia a estas condiciones arquitectóni-
cas fundamentales. Lo extra-arquitectónico, si es
que lo hace, tiende a involucrar sólo lo intelectual,
ya que simplemente se encuentra fuera de lo que
la forma artística de la arquitectura puede transmi
tir. En lugar de valorar los edificios como un símbo-
lo de algo con base fuera de la arquitectura -como
era posible cuando existían ideales comunes am-
pliamente reconocidos y comprendidos por la
gente-, hoy en día la arquitectura no-referencial
no tiene otra opción que ser puramente arquitec-
tónica. La arquitectura no-referencial no tiene otra
15
opción porque, por primera vez en la historia, nues-
tra sociedad funciona bastante bien sin una com-
prensión fundamental de las relaciones culturales
e históricas. El hecho de que no exista tal com-
prensión fundamental de las relaciones culturales
e históricas, aunque el mundo no parezca peor que
antes, es una ocasión trascendental en nuestra com-
prensión de cómo se supone que funciona nuestro
mundo. ¡Esto es nuevo para todos nosotros! Esta
situación de un mundo no-referencial afecta en
gran medida a la arquitectura: sólo como un objeto
puramente arquitectónico -y aquí no hablamos de
algo solitario, no relacionado, porque 1./~ .objeto
arquitectónico puede ser todo, desde un fragmen-
to de un edificio hasta una.ciudad entera~ puede
un edificio tener la capacidad de causar repe~cusio-
nes en el alma y la mente de una persona que,-vive
en el mundo actual no-referencial. ·
El mundo no-referencial es el mundo que.exige,que
cada persona se alinee con el mundo· pára siem-
pre, ya que ningún significado fijo puede ,persistir
por más tiempo. Entonces, sólo es previsible que
los filósofos expandieran la noción de artista a to-
dos los hombres. La noción expandida de lo artísti-
co describe a las personas como seres equipados
de ~anera creativa, con la capacidad de formar la
totalidad de los contextos de vida de maneraAno
muy distinta a una obra de arte. Como tal, cada
persona puede ser un arquitecto de la vida. En
nuestro_ mundo no-referencial, todos debem~s
~~nstru1r un mundo. Más aún, lo que es fundamep..,
a mente diferente del pasado es que ahora la$
16
personas no construyen un mundo, pero se pro-
pone que todos nosotros construyamos nuestro
mundo. Lo que es , importante para nosotros los
arquitectos, es que la construcción filosófica de un
mundo va de la mano con el acto literal de construir,
hecho por arquitectos reales. En lugar de recurrir a
lo extra-arquitectónico para imbuir a los edificios
con sentido, los edificios en sí mismos pueden pro-
ducir sentido. Como tales, pueden ser fundamen-
tales en la tarea social de ordenar un mundo.
El intento de salir de la arquitectura para imbuir
edificios con valor agregad.o es inútil y menosprecia
ta capacidad de la arquitectura. Intentar enriquecer
los edificios con facetas más diversas es el antiguo
modelo de la arquitectura posmoderna, que apun-
ta al llamado mundo multicultural. Sin embargo, ya
no estamos viviendo en el ideal multicultural de la
posmodernidad. Vivimos en un mundo no-referen-
cial que no está gobernado por multitudes en cons-
tante crecimiento con el objetivo de vivir de alguna
manera en una sociedad equilibrada en la que todos
estos valores coexistan. Ese modelo.de sociedad, es
decir, la coexistencia ordenada de valores, si no
ha dejado de exis'tir, está muriendo rápidamente.
El mundo multicultural propuso la convivencia de
conjuntos de valores que se afirmaban. Su mayor
desafío fue establecer nociones comunes y cohe-
rentes de valor en una sociedad caracterizada por
la diversidad de personas de todo el mundo. El con-
cepto clave de tales intentos es la integración. Este
concepto está sujeto a una ideología posmoder-
nista surgida entre la década de 1960 a la de 1980,
17
 es decir, una que .asume queh los objetivos de 1a so- aplica a los arquitectos. Por lo tanto, también pode-
,
ciedad son re 1atrvamente omogeneos, una rnos incluir a los arquitectos como culpables que
'd d . que erróneamente creen que la salvación de la arqui-
presupone necesr a es e mter~ses muy similares
Hoy en día, esto ya no es el caso. Hoy en día, no· tectura, en nuestros tiempos de desorientación, se
sólo hay muy pocas personas que incluso sabrían basa en enfoques arquitectónicos que toman la ba-
cuáles serían estas necesidades, intereses y va- se económica, ecológica y política como la principal
lores, y estos valores ciertamente no conllevan la para hacer arquitectura. Lo hacen con la esperanza
de imbuirla de relevancia y rectitud moral. Igual-
fuerza de un consenso generalizado para dar es-
mente equivocado es el enfoque de los arquitectos
tructura y orden a nuestro mundo. En el mundo
que entienden la construcción como un esfuerzo
no-referencial de hoy, los objetivos de la sociedad
abiertamente artístico por medio de la impregna-
se diferencian en una plétora de individuos y gru-
ción de conceptos esotéricos y retóricos, cuando
pos con intereses completamente diferentes que
en realidad estas conceptualizaciones son en su
hacen que una fusión sea casi imposible. La ima-
mayor parte una cosa sin vida. En estos dos enfoques
gen de la estructura sociológica de la población
equivocados, la arquitectura se basa en algo que .
muestra que las necesidades comunes identifica-
está fuera del ámbito de lo arquitectónico. Si tales
bl~s de la gente ya no existen porque ni siquiera arquitectos hablan de arquitectura, lo hacen sólo a
existe una noción de gente o pueblo más o menos través de aspectos de sus propios puntos de vista
coh~rente. En el mundo no-referencial, ya no com- específicamente no arquitectónicos, y también ba-
P~~imos un "proyecto" o un "programa'1, como lo san sus juicios en criterios tomados de estos enfo-
hicimos, fervientemente, en la época de l~tmoder-
ques no arquitectónicos. Sí, es un hecho que la
rndad . Y, cnt1camente,
·· en la posmodernidad. Los arquitectura también se ve afectada por las mate-
estudiosos han ca l'f' d .
I rea o esta circunstancia global
de nuestro mund o como un alarmista . , con- máticas, la sociología, la biología, la ética y el arte,
"vac,o por enumerar algunos campos, pero, a final de
°·
ceptual del m d " 1
gustar,·a describir
~n
las
A contrario, a nosotras nos
·
cuentas, estas disciplinas y sus puntos de vista
no-referen . d comentes de nuestro mundo específicos para el juicio no pueden contribuir a la
1
te, como uncia ' .e manera menos febril y vehemen-
rea11smo · . cosa real en primera instancia: a saber, la tarea de
Estas corrientes , sm una interpretación. ' proyectar edificios. Con lo que se refiere al acto
san. Sin emba mas grandes del mundo nos intére- mental generativo de concebir, el "lanzar fuera"
rgo, como ar .
nocer que los . quitectos, debemos reco- edificios (y que describe mejor lo que los arqui-
reaI de la arqu,·t
no arqurtectos no conocen la causa •
ectura A tectos hacen que el término usado comúnmente:
nto de la causa d · vec~s, este desconocí- "diseño"). Y para decirlo aquí no por última vez: un
e 1ª arquitectura también se
[ 18 19

edificio, para y por sí mismo, tiene la capac'd d .
'I i a in-
nata de no so o ser puramente arquitectónic .
., d d . o sino
que tam b1e~ pue e pro uc1r sentido. ,ijespecto a
eso, la arquitectura no-referencial se basa en
· ·t·1ca por 1a ca l'd
1ust1 I ad y característica :r:nás ,fur:id y. se_
mental de lo que un edificio puede ser.; es.d ~.c.ir, u~a
cosa que produce su propio sentido; SG>bre\esto 1
filó~ofo Ma~in ~.eidegger dijo una vez: / 'EI. edifi~~
esta en la piedra . · · · .'. .•.vtli
La arquitectura no-referencial :libera la ar:quitec-
tura de la carga de significados no arquitectónicos
para que pueda producir sentido para las personas
del siglo XXI que no viven con ideales fijos·fncrus-
tados en esos significados. Con todo;•. definir la
arquitectura como su propia disciplina ino ·,esyalgo
nuevo. Sin embargo, lo que es nuevo es la crediente
heterogeneidad de nuestra sociedad. ,No·estpesi-
mismo determinar que vivimos en un mundo d&~de
existen cada vez menos pautas y reglas que ·s~an
comunes para la mayoría de nosotros. Hoy .en. día,
ya no existen más instituciones -como lo ·fueron
en el pasado la Iglesia o el Estado- que. posearrla
fu~rza para unir o, incluso, simplemente mantener
uni da ª nueSt ra sociedad. La Iglesia •ha pe:(di•do
º~,da vez más su poder de unión desde la :llu~tra-
cion. El Est ªdo, que siguió a la Iglesia pará~ser esa
f uerzade · · ·
. union, se está desintegrando ante núestros
0 Jos. Muchas de la , ' ,.'
con d s personas mas inteligentes y
estaoecse uoras han llegado a la conclusión de,1 qu~
na caracte 'st1· ·
tual· d . n ca marcada de la era a·c -
L_
' es ec1r que un O ,
hoy. No sólo 'en el ~a no ~u~de cr~er en n~.~a
sont•:: rohg10s0, sino tamb18Q
'd político, artístico o científico. Esto no
en e_l ~ent1 o se den grandes logros humanos
· n1f1ca que no ·
s19 . 1s·,n embargo tales logros e mno-
h •Al contrario. ' ., 1 ,
oy: ' equivalen a una integrac1on de a gun
vac1ones no
ti o de conjunto coherente de valores qu_e s~ co~-
P pliamente· ni equivale a una mst1tuc1on
parten am ' . d
e ayude a ordenar tan elusivo conJunto e con-
~~ctas. Podríamos decir: vivimos en un ~undo cada
vez más no ideológico. Vivimos en una epoca de un
desencantamiento que lo abarca todo, en el que
tal vez el único encantamiento sea el desencanto
común. Tal vez deberíamos lamentar esta situación,
pero en nada ayuda hacerlo. En realidad, no lo la-
mentamos y la arquitectura no-referencial se ocu-
pa de este mundo, en el que las atribuciones simples
de significados ya no existen, como una oportu-
nidad para hacer una arquitectura liberada propia
de un mundo no-referencial.
Para la arquitectura no-referencial surge la si-
guiente pregunta: ¿cómo puede producir sentido
un edificio? De manera más acotada: ¿cómo pode-
mos proyectar edificios que posean una validez
gen~ral y un valor común, más allá del significado
particular que podría tener para un individuo pri-
vado, en_nuestro mundo no relacionado, heterogé-
neo, P~hvalente, no convencional, informal, des-
ce~trahzado Y extendido y cada vez más liberado
de ideologías?
Que e~a arquitectura no-referencial no representa
u~ :s~lo particular de arquitectura para edificios y
es o _cualqui?r otro tipo de ideología -varios
o ideolog1as para concebir edificios y
21
r
planificar ciudades a las que un arquitecto, un clien-
1 anterior
l te, un planificador de ciudades, un político puede
recurrir o no- es evidente a partir de una visión
la teoría arquitectónica del último medio siglo
d:
desde que Robert Venturi presentó su notable tra~
tado Complejidad y contradicción ·en /a arqui-
tectura. Casi de la mano de la influencia de Venturi .
en la arquitectura, tampoco se debe prescribir el
antiguo dictamen de la "autonomía de la arquitec-
tura" de Aldo Rossi para aceptar que la arquitectu:-
ra pueda derivarse, en la actualidad, sólo. de . sí
misma. Incluso pensadores de la arquitectura
alejados de Venturi y de Rossi apuntan en la misma
dirección: Peter Eisenman pide la sustitución com-
pleta de la semántica por la sintaxis, Bernard
Tschumi no ve una relación fija entre la forma ar-
quitectónica y los eventos, Peter Zumthor ~usca
una arquitectura de una "inocencia civilizadora",
Jacques Herzog y Pierre de Meuron son defen-
sores de la "forma específica", en la que la a~qui-
tectura no representa nada, y Rem Koolhaas exime
la interrelación significado-identidad-forma de los
edificios e introdujo una noción similar a la de. la
tecnología sobre lo "genérico". Cada uno de estos
ejemplos representa intentos de liberación de,do
extra-arquitectónico por parte de la arquite9tu_r,a\·
Somos testigos de una arquitectura pura-en ot ra_s
palabras, de una tradición creciente haci~:,;~na
arquitectura liberada que ya no es ideológic,~ o,
en términos más generales, que ya no es simbó!fca .
ni confía tanto en las imágenes. Sin embargo, 'fo-. l
dos estos intentos de los arquitectos mencionadqs
22
'6,-
. mente aún están en deuda con el moder-
. la medida en que, de hec ho, nacen d e
n1smo, en . , n al mismo -algunas veces art1cu
una reacc1 0
· 1a-
l modernismo y otras veces como una
dos con tra e d
•, -r: dos se han dado cuenta e manera
extens1on. ••0 d h
ag uda del surgimiento de un mun o ete-
astuta Y , 1
, eo Y polivalente y han propuesto como a
rogen . s·
'I
arquitectura podría reaccionar ante e . . m em-
·nguno ha abrazado el mundo polivalente
bargo, nl .
de manera afirmativa. En sus d1vers~s enf?ques,
estos arquitectos han asignado a quien mira s~s
edificios la posición de "receptor" y de una especie
de "espectador" que se involucra con el proyecto de
manera más o menos directa o indirecta. Con
Eisenman y Tschumi, á. ese receptor se le pide que
deconstruya su mundo en un ejercicio intelectual;
con Herzog & de Meuron y con Zumthor, el des-
tinatario debe someterse a una limpieza de tipo
protestante para alcanzar la inocencia contempla-
tiva y privada de un monje budista; y con Koolhaas,
el visitante es un espectador que acepta la cienti-
ficización, la especialización y la fragmentación
del yo. Todos estos fueron pasos importantes hacia
la arquitectura actual y cada uno de ellos ha prepa-
rado indeleblemente el terreno para una arquitec-
tura no-referencial.
La tesis de la "Arquitectura No-Referencial" no
sólo radicaliza estos intentos de liberación antes
mencionados, sino que da vuelta a la página de la ·
arquitectura del posmodernismo y el tardo-moder-
nis~o de 1960 a 2000 -eso, hay que reiterarlo,
esta en última instancia todavía muy incrustado en
23
 los representantes del modernismo t
avanza hacia una arquitectura no-refer::¡~no Y
en gran ~arte, ha dejado atrás o ha absorbiq~e,
I . ron avorec1
concepciones del "Proyecto Moderno" El ..ºp as
Yecto Moderno" se conoce como un imov· · ·'.. . ro-
• 1 1mIento
sustancia men!e político que afirma la mente hu-
mana como origen de todas las cosas. Sus 00 •
tos prin~ipales son el individualismo, el libera~~:-
e~ m~~x1~mo, el mecanicismo, el racionalism·o, ei
c1~n~1f1c1smo, el secularismo, el subjetivismo y el re-
lat1v1smo. El hecho de que hayamos dejado atr,ás el
"Proyecto Moderno" de la arquitectura'mode~·na y
posmoderna y que hayamos ingresado en ,algo
nuevo también ha sido advertido, con cierta renuen-
cia, por Rem Koolhaas. Durante una conferencia
·dictada en la Universidad de Harvard en 2016 afir-
mó que "las personas mayores de 50 años tienen
una tendencia a preocuparse, y las personas
menores de 50 años tienen una tendencia a que no
les importe". Lo que se detecta aquí no es tanto que
a la gente de hoy no le importe, sino que ha descu-
bierto cómo no dejarse seducir por nociones clel
siglo XX como "proyecto" y "programa". Hoy en día,
la gente quiere confrontar las complejidades de la
vida de una manera no ideológica, una que no inqlu-
ye la significación referencial. El modernismo Y. el
posmodernismo, el anterior con optimismo y el úl-
timo como crítica, todavía podían creer de manera
convincente en un consenso de valor -un mundo
que, al final, todavía estaba gobernado por uo·~'ádi-
go y valores morales más bien fijos. Hoy_ en d~a,_ no
existen tales certezas. El discurso arqu1tectonico
24
oderno enfrentó las complejidades sociopo-
~~sm e la vida urbana, pero sus propuestas se
lit1cas df 'das por la aceptada viabilidad del
d 1
vie t Moderno" referencial. La tarea e a ar-
"Proyec o . .
. no-referencial de hoy es diferente. sus
quitectura d
edificios deben ser significativos en u_n mun o que
no asume la significación. Es un cambio fund~men-
una arquitectura que ofrece a sus habitantes
ta1 de d f' 1
participar en una totalidad conoci a ~ue a irma .ª
vida y en la que creen, y moverse hacia una arqui-
tectura que ofrece a sus habitantes una manera para
construir una totalidad que les dé seguridad en la
vida, aunque en última instancia crean que no existe.
Para el arquitecto practicante surge el siguiente
problema: ¿cómo puede existir un edificio de una
manera singular pero significativa sin derivarse de
una "superestructura" ideológica que ya no existe?
Debe concluirse: en un mundo sin valores y reglas
fijas, como lo encontramos hoy, la idea de un edifi-
cio singular por parte del arquitecto es lo único que
le da sentido a ese edificio, porque el arquitecto no
puede confiar en él: un conjunto consistente de
valores que serían compartidos de manera también
consistente por las personas que lo usan. Esta
nueva situación social, sin embargo, no significa
que el arquitecto deba actuar de forma aislada. Por
el cont~ario, es tarea del arquitecto comprender
las comentes sociales fundamentales de su tiem-
po_ -tan ~0 !ival~ntes como pudieran ser-, para
gul~r _en ultima instancia las intenciones de sus
ed1f1c1os
. . Los arquI•tactos no son cada vez menos
importantes, como escuchamos cada vez más;
25
 Sin directrices institucionales
, b'en lo opue Sto · . mundo actual no-referencial. Por lo tanto, un edifi-
mas 1 ' t comunes en la sociedad que pue-
in elemen os . tó . cio no puede ser histórico o simbólico (ambos de
Ys . la orientación arqu1tec mea, como estos términos se utilizan aquí en su mayor alcance
d n servir para d h
ª h s aprendido en el pasa o, a ora es filosófico) en el sentido de que representan algo
las que emo d"f" . . .
itecto proyectar e 1 1c1os que s1gnifi- por encima y más allá de sí mismo, porque no existe
tarea deI arqu f""
~na~,oo 1 Un significado o programa IJO, d
como un consenso acerca de lo que posiblemente exis-
en 1os v1eJ • ·os tiempos modernos , Y posmo
, , ernos,
. tirá por encima y más allá. Un edificio existe sólo
en ,
epoca s que nos quedan aun mas , atras, smo para sí mismo.
0
ectar edificios que todav1a produzcan Que un edificio exista sólo para sí mismo no es en
para pro Y . . 1 1 "d d
'd
sent1 o a cerca de algo ex1stenc1a . en a v1 a . e absoluto problemático, como algunos podrían res-
una perSonª • Esta situación describe el nuevo e m- ponder. Puede entenderse de manera similar a
negablemente difícil estado en el que no~ encontra- cuando se superó la metafísica racionalista tradicio-
s hoy. Esta situación es nueva y desafiante, pero nal al introducir la estética como una nueva disci-
mo h C 1 ••
s como el mundo se presenta oy. ua quier m- plina filosófica. No muy alejado de la estética como
:ento de resucitar viejos modelos sociales es inútil. una posibilidad epistemológica entonces nueva, un
La arquitectura de hoy debe ser no-referencial. edificio tiene la capacidad por sí mismo de encap-
No hay otra opción porque cualquier ,intento de sularlo todo. Por lo tanto, un edificio no requiere de
idealizarla ideológicamente y fijarla en una espe- sistemas externos que lo justifiquen, de la misma
cie de "escuela de pensamiento" casi de inmediato manera que la estética ya no podría verse como
la vuelve obsoleta. Sin embargo, la nq¡;;,r:eferen- una ciencia filosófica inferior en comparación con la
cialidad no significa que no haya un estándar para ética y la lógica. Es posible que la presencia física
la arquitectura actual. No hay espacio para un jo- del edificio en sí lo abarque todo, incluido el asombro
vial "todo se vale", a pesar de la gravedad de la compartido más alto y eterno de la humanidad.
provocación que se pensó cuando se emitió de En lugar de intentar encarnar ideales que ya no exis-
manera perceptiva hace medio siglo. De gran im- ten o que no tienen la fuerza para unirse, el. propó-
portancia para el arquitecto que tiene .la intención sito de un edificio es alentar a las personas a pensar
de proyectar edificios hoy en día, es la necesidad Y entrar en un discurso con ese edificio y, por exten-
de desalojar el reclamo que ha administrado la ar- sión, con el mundo: un edificio, por lo tanto, tiene
quit~ctura durante mucho tiempo; es decir,-que la que ser algo que produce sentido. Sin embargo, la
arqu1t~ctura es referencial. La arquitectura no-re- producción de sentido no se entiende porque un
feren?ial debe hablar de la agilidad mental ilimitada edificio sea un recipien~e de algún significado
Y no ideológica de las personas que viven en el externo aplicado al edificio, sino que el edificio en sí

26 27
 . rque es una constelación fundamental-
mismo - po cupante a construir · sent1'd o. Los mejo-
ayuda a su o d •.
•f' •os causan el tipo e repercusiones que la
rese di 1c1 . ·I d'f' .
. tura siempre hace surgir. os e 1 1c1os pro-
arqu1tec I" '" I " ,,,
n un discurso entre e aqui Y e a 11,1·, entre el
duce
" " lo "desconocido". Los e d'f' ·
1 1c1os no-ref eren-
yo y d' s·
ciales desencadenan tales 1scursos. 1,n e":1 argo:
1 s edificios no representan nada. Mas · bien, los
: dificios producen sentido por medio de su pre-
sencia. Es mejor entender un edificio como un ob-
jeto que hace que la gente sea creativa.
Hoy en día, los edificios se conciben con demasiada
frecuencia como una expresión de conceptos eco-
nómicos, ecológicos y políticos. No importa qué
ímpetu extra-arquitectónico nos lleve a una edifi-
cación, lo que todos estos edificios referenciales
tienen en común es una pérdida de su capacidad
para ser generales. En otras palabras, el contenido
extra-arquitectónico, mientras que supu~stamen-
te le da a un edificio "profundidad" y significado,
hace lo contrario. Si bien un edificio concebido de
esa manera referencial podría ser interesante.en la
forma en que el arquitecto lo concibió, ·tiende a
carecer de una validez general más allá de las re-
fere · particulares que se han hecho. Buenos
. ncias
eJemplos
. , de arquitectura
· con contenido extra-
arqu1tectonico son 1os muchos museos recientes
en 1os que se e
ferencias h' t, ~nmemora algo, a menudo c0n re-
en esos e is onc~s ambiciosas. Aunque, no sólo
asos, notamo 1 • •,
extra-arquitect, . s q~e a mclus1on de temas
ción de lama ameos detiene nuestra imagina-
nera en cómo c once b'irnos un e d'f'
28
Permanece atrapado en un tema específico y des-
pierta poca imaginación con respecto a la arqui-
tectura y al mundo en general. Tales edificios se
asfixian en lo referencial.
Junto al recurso más común hacia la referenciali-
dad en arquitectura descrito arriba, existe un acer-
b camiento más problemático que también debe
señalarse. A veces los edificios se conciben desde
una postura abiertamente artística. También po-
dríamos llamarla una postura conceptual. Gene-
ralmente ese acercamiento es demasiado retórico.
Y comúnmente parece esotérico. Aunque ese
acercamiento conceptual también reconoce que
la referencialidad es insostenible en nuestro tiem-
po, tampoco es deseable el "vaciamiento" de edi-
ficios mediante su conceptualización radical con
el fin de no tener ya ningún sentido. Sí, el acerca-
miento "artístico" o "conceptual" también está muy
al tanto del problema de la referencialidad. También
busca liberar a los edificios de sus connotaciones
e imágenes históricas y simbólicas. Sin embargo,
la propuesta del acercamiento "artístico" o "con-
ceptual" es limpiar al edificio de ·cualquier tipo de
sentido. El procedimiento mediante el cual intenta
lograr ese "vaciamiento" es a través de lo "encontra-
do" y de lo "incidental". Esta tampoco puede ser la
• respuesta, pues propaga que la mera existencia
precisa y bien concebida del. orden arquitectó-
nico ya implica a los seres humanos de manera
significativa. Sin embargo, el orden arquitectónico
por y para sí mismo no produce se~tido, incluso si
se establece de una manera interna coherente.
.
1 1010.
29
Ese acercamiento "artístico" o "conceptual"
consciente de sí (etiquetado de esa manera Y tan
• • ., 1 t a Que
busca su rnspIrac1on en e ar e conceptual), res 1
prob1emat1co · · pues t·Ien de a ret·1rarse dentro de u ta
, 1a priva
capsu · da en 1a que una 1'd'1osmcrasia
· conuna_
tructiva está al lado de otra. Tal acercamiento pr s_
duce mutismo, estos edificios carecen de ide~8
que produzcan sentido.
Debe enfatizarse y reiterarse que el mero estable-
cimiento de un orden arquitectónico, incluso si se
trata de la formulación más rigurosa y coherente
no produce sentido, sino más bien una construc~
ción mecánica en nada diferente a un ·mecanismo
de reloj con buena ingeniería. Hay una razón por
la que la gente normalmente no considera a los
mecanismos de relojería como parte verdadera del
dominio estética, sin importar su belleza mecánica.
Naturalmente, esto hace surgir la cuestión de cómo
es posible llevar a cabo una idea arquitectónica
que produzca sentido. ¿Qué es lo que le otorga a un
edificio una expresión espacial y formal que pro-
duzca sentido? De hecho, hay una especie de pre-
condición básica que no puede evitarse ,en los
e~ificios: la experiencia física del espacio. Alberto
G1acometti dijo una vez acerca de sus esculturas
que .10 mejor de ellas era que uno podía tocarlas.
Decimos que lo mejor de un edificio es que se·ptJe-
den ·
. experimentar físicamente sus habitaciones. ·
Dicha experienc·1a
, del espacio• es, sm. d'1scus1on,
.,
ª.d~ as, con:io la materia "bruta" con la que debe
1 0
11 ,ar cualquier edifi · · Es 1a clave de la arqui-
cac,on.
tectura no-referencial.
30
ecto las habitaciones les otorgan a los
En ·t·ese·osasp ' a su presencia,· va l'd b' t'
gracias I ez su Je 1va
ed.I ICI al' La experiencia de 1espacio • es ta, presen te
un1vers · d ,
. e y en todas partes para todos. Esto po ra
s1empr lapidario pero no es as1:, 1a aparentement e
paree er • ., d d'f' .
" . le" y "básica" habitac1on e un e 1 1c10 ya
simp·ene sus representaciones · en mu 1p1es f o r-
'lt'
t
con 1Las habitaciones son sIgm . •t·1cat1vas
· por Y para
mas. , b' . d
ellas mismas. De la manera mas as1ca, p~ emos
·r que las habitaciones nos hacen experimentar
decI . . b I
la victoria sobre la materia. La victoria so .r~ .a
ateria del material es la manera como un ed1f1c10
:ga a producir sentido. Es una exper~encia básica
para todos los hombres y todas las mu1ere~. E~ten-
dida en esos términos, la forma de las hab1tac1ones
-al interior tanto como al exterior- finalmente re-
lll sulta la parte arquitectónica más general de un
1.
edificio. Es la forma la que da a la gente un valor
cultural añadido y es la forma la que pone en mar-
cha a los individuos y a la sociedad. Todo lo demás
-economía, ecología, historia, política y cualquier
otro contenido extra-arquitectónico- no sólo no es
decisivo sino que también es estrechamente refe-
rencial. Estos aspectos no son decisivos porque no
son válidos de manera general para un edificio.
Hoy, la gente no tiene un valor consensual sobre
esas importaciones extra-arquitectónicas y es un
error hacer que los edificios dependan de tales va-
lores no generales. La arquitectura no-referencial
-exactamente porque es incapaz de basarse en
cualquier consenso más amplio- sólo puede tener
validez general si expresa algo que es real y actual,
31
con tanta validez general como sea posibl ntonces es muy probable que ~I edi-
arquitectura, e. t' de una sola manera posible y
cercano como sea posible a ser verdadero ~• Y tan da exrs 1r • ·t· do ge-
'f t 1 , b, .
do no muy dI eren e a a mas asrca victoria s b
' e mo- ficio pue así tener un srgni ,ca
., d 1 . 1p
la cuestron e materia . or tanto, la arquitect
o re de ninguna otra, y aun do que ya no quiere co-
incluso en un mun
no-referencial, sobre todo, es cuestión de for ura nera l .. d
el signrfrca o.
. h b' . ma, noc er
esto ~s, de conce brr a 1tac1one~ al interior y al
exterior. La forma causa una experiencia como es-
pacio que produce sentido.
Nuestra época resulta fascinante para los arquitec-
tos, pues en ninguna era anterior la arquitectura
pudo ser tan puramente arquitectónica. Los ar-
quitectos, sin referencias extra-arquitectónicas,
deben dar forma a las habitaciones. Con nuestro
mundo no-referencial del siglo XXI, las condiciones
sociales se han desarrollado de tal manera.que hoy
las puertas están abiertas para que los edificios se
presenten por otra cosa que no sea ellos. mismos
-esto por supuesto no quiere decir que como·obje-
tos en aislamiento social. Por tanto,fa manera có-
en
mo un arquitecto concibe su edificiot ,relación
con la forma y la subsecuente experiencia del. es-
pacio que produce sentido decide si un edificio es
significativo o no. Para aclarar, incluso lo,mágico Y
lo místico son parte en último término de·esa'expe-
riencia de producir sentido que el arquitedto, in-
venta con su edificio. La arquitectura·existe ~n ,el
dominio de lo arquitectónico al grado de no r;eque-
rir alianzas multidisciplinarias con dominios•,extra-
arquitectónicos, ni quiere ser la expresión de un
sistema de orden desprovisto de algo que ,:pro-
duzca sentido para la gente. Si un edificio es pura
arquitectura, en tanto la arquitectura deriva de la

32 33